Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
61 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 Inspiración, autoridad y canonicidad de las Escrituras: estudio comparativo de las Escrituras del hinduismo y del cristianismo Sochanngam Shirik Sochanngam Shirik es estudiante de doctorado en el Programa de Estudios Interculturales (Estudios Históricos y Teológicos) en el Asbury Theological Seminary, Wilmore, KY, EE. UU. Recibió sus maestrías en Divinidad y en Teología en el Southern Baptist Theological Seminary, Louisville, KY. Nació en el Noreste de la India y pertenece a una comunidad indígena llamada tangkhul naga. R E S U M E N Tanto el hinduismo como el cristianismo abordan la revelación trascendental en entornos históricos concretos relacionando los temas de la inspiración, la autoridad y de la canonicidad de sus respectivas Escrituras. Aunque entendidos y explicados de diferentes maneras, hay algunas similitudes en las que abordan el tema. También hay diferencias. El presente artículo discute las similitudes y las diferencias entre las dos. El autor argumenta que, si bien el hinduismo y el cristianismo comparten similitudes en la noción de la eternidad de la Palabra, la enscripturación de las tradiciones y la justificación epistemológica de las Escrituras, difieren en sus ideas de lo que son las Escrituras, lo que estas pueden alcanzar y cómo logran su objetivo de equipar a sus seguidores. Introducción La relación entre lo divino y lo humano, lo objetivo y lo subjetivo, o lo trascendental y lo histórico son aspectos necesarios al abordar los temas de la inspiración, la autoridad y la canonicidad de cualquier Escritura. Karl Rahner observa que uno tiene que distinguir entre el elemento trascendental de la revelación y la manifestación crítica de esta en entornos históricos concretos.1 1 Karl Rahner and Joseph Ratzinger, Revelation and Tradition, trans. W. J. O’Hara (New York: Herder and Herder, 1966), 13–16. 62 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 Sin embargo, Rahner no explica satisfactoriamente la característica trascendental.2 No obstante ello, sugiere correctamente que la relación del aspecto objetivo de la libre comunicación de Dios y el elemento subjetivo del entendimiento humano son las dos caras de la misma moneda. Todas las religiones que afirman tener revelación y escritura trascendentales deben abordar también el axioma de estos dos énfasis relacionándolos con los temas de la inspiración, la autoridad y la canonicidad debido a que están intrincadamente relacionados. El presente artículo es un intento de proporcionar algún entendimiento de estas relaciones. ¿Cómo entienden el cristianismo y el hinduismo la relación entre lo trascendental o lo divino y lo humano con respecto a la revelación? ¿Existen algunas afinidades en la forma en que estas dos religiones entienden el tema? ¿Cuáles podrían ser algunas de las diferencias dentro de las aparentes similitudes? ¿Podría el entendimiento de una religión enriquecer a la otra? Estas son algunas preguntas que abordaré en el presente artículo. El presente artículo argumenta que, si bien el hinduismo y el cristianismo comparten similitudes en la noción de la eternidad de la Palabra, la enscripturación de las tradiciones y la justificación epistemológica de las Escrituras, difieren en sus ideas de lo que es la Escritura, lo que esta puede alcanzar y cómo logra su objetivo de equipar a sus seguidores. En otras palabras, existen tanto similitudes como diferencias entre el hinduismo y el cristianismo en lo que respecta al origen, la naturaleza y al alcance de sus Escrituras, y se deben reconocer y mantener ambos aspectos como corresponde. Dado que existen diferencias y matices en el entendimiento de la Escritura —su naturaleza y función— incluso dentro de las respectivas religiones, me centraré en la visión general y al mismo tiempo resaltaré mi postura cristiana evangélica. Este artículo procederá en tres pasos. Primero, estableceré el escenario con la definición de algunos términos y aclaración de ciertas ideas. Segundo, discutiré algunas afinidades aparentes y recalcaré las diferencias importantes entre las Escrituras. Tercero, concluiré con una breve aplicación práctica que los lectores podrían extraer de la presente reflexión. Definición de algunos términos y aclaración de ciertas ideas En esta sección explicaré algunos términos y aclararé ciertos conceptos que podrían estar sujetos a distintas definiciones. Si bien intentaré investigar el significado desde una perspectiva hindú de la inspiración, la canonicidad y la autoridad de las Escrituras, aplicaré el entendimiento cristiano para ver hasta qué punto esa percepción de la Escritura se puede aplicar a las Escrituras del hinduismo. Un enfoque así parece natural e inevitable al mismo tiempo.3 Uno puede hablar de lo que no es familiar solo a través de términos familiares. Asimismo, puedo hablar, y lo haré, sobre el hinduismo a través de mi perspectiva religiosa y cultural, la cual está formada principalmente por la terminología y la cosmovisión cristianas. Haré una comparación con el cristianismo, 2 For a brief discussion and critique of Rahner’s position, see Michael Scott Horton, The Christian Faith: A Systematic Theology for Pilgrims on the Way (Grand Rapids: Zondervan, 2011), 144–46. 3 So argues George Chemparathy, “The Veda as Revelation,” Journal of Dharma 7, no. 3 (July 1982): 254. 63 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 resaltando las diferencias esenciales para que lleguemos a un amplio entendimiento del hinduismo, una religión «tan diversa que desafía la generalización».4 Con la suposición de que mis lectores son principalmente cristianos, me centraré en aclarar términos e ideas hinduistas que podrían ser desconocidos para los cristianos. Aunque también son necesarias unas pocas aclaraciones relativas al cristianismo, ya que hay varias expresiones de la fe cristiana como lo indica el epíteto «cristianismos». Hinduismo y cristianismo Se podría argumentar que el hinduismo no solo se transformó sino también se transmutó. La transformación transmite la idea de un cambio radical sin modificación de su esencia; en cambio, la transmutación puede significar una alteración que incluye a la esencia. Si bien se podría argumentar lo mismo acerca del cristianismo, en el sentido de que el cristianismo de hace dos mil años ya no es precisamente el mismo de hoy, el cristianismo ha mantenido su creencia esencial en la centralidad de la Biblia, de Jesucristo y de la existencia de la Iglesia. Este no sucede con el hinduismo. Sin embargo, sería muy simplista descartar al hinduismo como si no hubiera nada en común entre la amplia gama de las manifestaciones. No se consideraría que pertenece a la religión hindú a un cristiano que nació en la India y cree solo en Jesús. Si bien el hinduismo se trata más de llevar una forma de vida que mantener una creencia ortodoxa, la creencia de la persona se centra en algunas enseñanzas y prácticas centrales que incluyen, pero no se limitan a, los rituales y sacrificios en el templo, las prácticas éticas derivadas de sus tradiciones y Escrituras y la creencia en una amplia variedad de Escrituras, principalmente los Vedas. La noción de la Escritura El término Escrituras relacionado con el hinduismo requiere algunas aclaraciones. Algunos creen que la noción de Escritura en el hinduismo es una importación exógena, una que es a menudo construida a través de categorías lingüísticas y filosóficas occidentales y, por lo tanto, erróneas cuando se utilizan en los textos de otras religiones.5 Otros, sin embargo, argumentan que ningún término está libre de connotación y cualquier término sustituto para escritura, como escritos sagrados o textos religiosos, también tiene limitaciones. Por lo tanto, cuando se utiliza con el entendimientoadecuado, la palabra Escritura es conveniente.6 A los fines del presente artículo, utilizaremos el término Escritura incluso para hablar de los textos religiosos hinduistas. Sin embargo, cuando un hindú habla de la Escritura, él o ella no está usando el término con el mismo sentido que lo hace un cristiano. James Laine señala que a diferencia del cristianismo 4 So argues George Chemparathy, “The Veda as Revelation,” Journal of Dharma 7, no. 3 (July 1982): 254.| 5 Miriam Levering, ed., Rethinking Scripture: Essays from a Comparative Perspective (Albany: State University Press of New York, 1989), 102–28, 170–79. 6 Ibid., 5–6. 64 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 «el “hinduismo” no es una “religión” y [por lo tanto] no tiene una “escritura”».7 Las escrituras hinduistas se dividen en dos categorías: Shruti y Smiriti. Si bien en el hinduismo moderno no existe una línea divisoria estricta entre estos dos grupos de escrituras, ya que algunos grupos pueden considerar que algunos textos son más importantes que otros,8 tradicionalmente, por consenso los Shruti representan los textos más sagrados del hinduismo.9 Como tal, se podría decir que tiene estatus canónico.10 Shruti significa «lo que se oye». Los hinduistas creen que los rishis «oyeron» las palabras eternas (ver abajo). Los Shruti están formados por el Samhita (los cuatro Vedas), los Bráhmanas (comentarios de los Vedas realizados por los brahmanes), las Aranyakas (tratados de los habitantes del bosque) y las Upanishad (material filosófico y especulativo).11 Las prácticas y las creencias del hinduismo popular del presente surgen de la segunda categoría de Escrituras: Smiriti. Smiriti significa «lo recordado». Incluye escritos tan importantes como los Puranás, el Mahabharata y el Ramayana entre otros. Según la ubicación geográfica, es práctica común agregar tradiciones nativas como Escrituras. A diferencia del Shruti, el Smiriti tiene un origen terrenal y es más accesible para la gente corriente. Sin embargo, a diferencia del cristianismo, el concepto de normatividad u ortodoxia en el hinduismo se entiende ligeramente, por lo que relegar al Shruti a un lugar menos importante y elevar al Smriti con un propósito más práctico también es de práctica habitual. Se ha observado que menos del cinco por ciento de los hinduistas conocen el Shruti ligeramente y menos del uno por ciento comprende su contenido.12 Con esto quiero decir que la canonicidad, la inspiración y la autoridad de la Escritura hindú no es exactamente lo que uno entiende en el cristianismo. Si bien existe la idea de un cuerpo central de texto inmutable, los Vedas, también hay una actitud receptiva para admitir otros escritos. Esto nos lleva entonces a la necesidad de una investigación de las afinidades y de las diferencias en el entendimiento de la inspiración, la autoridad y la canonicidad de las Escrituras de las dos religiones. Afinidades y diferencias entre las Escrituras del hinduismo y del cristianismo Incluso dentro de las respectivas religiones, ni todos los hinduistas ni todos los cristianos coinciden en la naturaleza exacta de la inspiración, la autoridad y la canonicidad. Por ejemplo, 7 James Laine, “The Notion of ‘Scripture’ in Modern Indian Thought,” Annals of the Bhandarkar Oriental Research Insti- tute, no. 1/4 (1983): 167. 8 Ibid. 9 Timothy C. Tennent, “Can Hindu Scriptures Serve as a ‘Tutor’ to Christ?” in The Enduring Authority of the Christian Scriptures, ed. D. A. Carson (Grand Rapids: Eerdmans Publishing Company, 2016), 1074. 10 Kenneth Kramer, World Scriptures : An Introduction to Comparative Religions (New York : Paulist Press, 1986), 23. 11 Tennent, “Can Hindu Scriptures Serve as a ‘Tutor’ to Christ?” 1073–74. 12 Jean Holm and John Westerdale Bowker, Sacred Writings (London : Pinter Publishers, 1994), 72. 65 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 no todos los hinduistas coinciden en el número de los Upanishads ni todos los cristianos coinciden en el entendimiento exacto de la inspiración, mucho menos de la inerrancia. De ahí que, en lugar de centrarme en diferenciar la limitada e ilimitada inerrancia o el número de los Upanishads, me concentraré en la visión general. Por ejemplo, yo considero que en la Biblia solo hay sesenta y seis libros inspirados, mientras que algunos segmentos del cristianismo aceptan más de sesenta y seis libros inspirados. También tomo por sentados los Vedas como el texto autoritativo del hinduismo, porque todos los hinduistas lo aceptan. Con esta suposición en mente, procederemos a observar algunas similitudes y diferencias compartidas entre las concepciones de las Escrituras de estas dos religiones. Afinidades Me centraré en tres similitudes compartidas antes de discutir las diferencias. Primera, detrás del concepto de las Escrituras hindú y cristiana se encuentra la existencia de la Palabra eterna e inmutable. Los hinduistas llaman a esto anhata sabda (anhata significa «no golpeado» y sabda significa «sonido») y los cristianos vinculan esta Palabra inmutable con el Dios Trino. Los cristianos han sostenido que Dios y sus palabras están íntimamente conectados hasta tal punto que dondequiera que la Palabra de Dios esté presente, ahí está Dios mismo.13 El Dios Trino es un Dios comunicante; se comunica eternamente él mismo: del Padre al Hijo y al Espíritu Santo, del Hijo al Espíritu Santo y al Padre, y del Espíritu Santo al Padre y al Hijo. Algunos han argumentado que este atributo es una característica esencial de Dios, sin la cual no sería Dios.14 Jesús es la manifestación más clara de este atributo divino, a él se lo llama la Palabra de Dios. Juan 1:1 afirma que «en el principio» (no «desde el principio») la Palabra ya existía. El énfasis aquí es la preexistencia eterna de la Palabra.15 La Palabra eterna (Dios) debe distinguirse del medio creado a través del cual se comunica la Palabra de Dios (la Biblia). No obstante, es a través de la Palabra (la Biblia) y del Espíritu que llegamos a conocer la plena revelación de la Palabra (Jesús). Aunque sería erróneo decir que la Escritura es Dios, también sería incorrecto separar la Escritura (la Palabra de Dios) de Dios, porque «Dios y su palabra están siempre presentes al unísono».16 Así, las palabras de la Biblia son las verdaderas manifestaciones y expresiones de Dios mismo,17 y ellas reflejan la existencia eterna de la Palabra. De igual manera, el hinduismo entiende la Palabra como «una reverberación eterna a través 13 John M. Frame, The Doctrine of the Word of God, A Theology of Lordship 4 (Phillipsburg, NJ: P&R Pub., 2010), 40– 48. 14 Ibid., 48. John M. Frame, Systematic Theology: An Introduction to Christian Belief (Phillipsburg, NJ: Presbyterian & Re- formed, 2013), 522–24. 15 Craig S. Keener, The Gospel of John: A Commentary (Grand Rapids: Baker Academic, 2003), 1:369. 16 Frame, Systematic Theology, 521. 17 Frame, The Doctrine of the Word of God, 48. 66 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 del universo» cuyo símbolo es el OM.18 Si bien estas palabras eternas no están identificadas necesariamente con un Dios personal o el Brahman, análogas a la visión cristiana de la palabra eterna, no son creadas ni eternas.19 A diferencia de la visión cristiana que conecta estrechamente a Dios con la Palabra de Dios, el hinduismo, al igual que el cristianismo, mantiene que la verdad de las Escrituras no se originó meramente en escritores humanos. Si bien los autores humanos escribieron las palabras, sus referentes o significados verdaderos superan la simple intención de los rishis, (análogo a la creencia cristiana, los rishis son aquellos que recibieron el mensaje trascendental y lo registraron. Un rishi es un vidente). Según la escuela vedanta advaita,la capacidad de las palabras para significar un referente particular o denotar un objeto no depende de ningún agente personal, sino es intrínseco a las palabras.20 Esta afirmación no significa que las palabras tienen un significado aislado de cualquier contexto sentencial, sino que no hay un agente personal que crea o impone el significado en las palabras. En cambio, los significados son eternamente inherentes a la naturaleza de las palabras y no están establecidos según convenciones.21 Si los significados de las palabras y de las oraciones no son creados según convenciones, sino tienen un significado referencial, la doctrina vedanta advaita difícilmente pueda responder a qué son los objetos de referencias de las palabras, debido a que niegan la existencia de cualquier entidad personal que no sea el Brahman.22 Nuestro propósito aquí, sin embargo, es hacer hincapié en las afinidades del concepto de la eternalidad de las palabras. Las palabras no constituyen la realidad sino representan la realidad. Los sonidos audibles, que los rishis escucharon repetidamente y caputaron al principio de cada ciclo de creación, fueron escritos finalmente como los Shruti. El debate entre ciertos filósofos hinduistas no es acerca de cómo exactamente el Veda es eterno, sino si realmente es eterno.23 En este sentido, los hinduistas pueden afirmar que sus Escrituras son sagradas, no tan solo porque contienen las palabras trascendentales, que son sagradas, sino que las palabras sagradas en forma escrita son la representación de lo transcendental y lo divino.24 En un estudio comparativo entre el Veda y la Torá, al cual regresaremos más adelante, 18 Tennent, “Can Hindu Scriptures Serve as a ‘Tutor,’” 1072. 19 For further discussion of the eternality of sabda, see Barbara A. Holdrege, Veda and Torah: Transcending the Textuality of Scripture (Albany: State University of New York Press, 1996), 117–20. 20 K. Satchidananda Murty, Revelation and Reason in Advaita Vedānta (Waltair: Andhra University, 1959), 15. 21 Roy W. Perrett, An Introduction to Indian Philosophy, Cambridge Introductions to Philosophy (Cambridge: Cambridge University Press, 2016), 120–21. 22 One way the school of Advaita Vedanta has tried to navigate this seeming inconsistency is by differentiating primary and secondary meaning. Primary meaning (abhidhā) refers to “the direct relation between a word and its meaning, such that knowl- edge of the word leads immediately to the knowledge of its relation to that meaning [and] the secondary meaning (lakṣaṇa) of a word is the indirect or implied meaning we understand when primary meaning is contextually inappropriate. Lakṣaṇa involves a kind of transfer of meaning by using a word to denote a referent other than its normal one, but in some way intimately related to it.” Ibid., 131–33. 23 Murty, Revelation and Reason, 40–41. 24 C. Mackenzie Brown, “Purāna as Scripture: From Sound to Image of the Holy Word in the Hindu Tradition,” History of Religions 26, no. 1 (August 1986): 81–82. 67 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 Barbara Holdrege observa que ambas tradiciones explican cómo se supera la brecha entre el divino o trascendental y el humano.25 Aunque se explica de manera diferente, comparten la afirmación que las palabras eternas existen «más allá del mundo material grueso».26 En ambas religiones, hay fuertes partidarios que sostienen las Escrituras como las palabras inmutables y eternas. El segundo aspecto de la similitud se encuentra en el área de la inscripción de las palabras que existen trascendentalmente (en el hinduismo) o en el Dios Trino (en el cristianismo). Siguiendo la terminología cristiana, el proceso de esta enscripturación se denomina inspiración. Si bien la palabra inspiración en relación con las Escrituras hinduistas es una imposición, la idea de un mecanismo trascendental —una fuente externa más allá del poder nativo «obrando» conjuntamente con el poder humano— también se puede observar en el hinduismo. La explicación de la cooperación de lo trascendental y de lo inmanente en el caso de las Escrituras hinduistas difiere según la categoría de las Escrituras. En el caso de los textos Smriti, donde los autores humanos y la agencia divina se adaptan más abiertamente, determinar la similitud entre las escrituras del hinduismo y las escrituras cristianas se hace más fácil. Incluso en el caso del Shruti, si y cuando se reconoce el elemento divino, la comparación se hace más admisible. Por ejemplo, T. M. Manickam hace una comparación, citando su propio trabajo, explica la revelación hindú «como esa manifestación en la cual Dios imparte su contenido comunicativo a la conciencia del hombre y el hombre experimenta esta manifestación de la conciencia Divina como el centro y la sustancia de su propia conciencia» (énfasis original).27 Algunas escuelas del hinduismo como Nyāya y Vaisesika atribuyen la autoría del Veda a Dios (Isvara).28 De hecho, algunos han especulado, y muchos han argumentado, que el entendimiento moderno de las Escrituras como una forma escrita, ya sea Shruti o Smriti, y sus interpretaciones están muy influenciados por el budismo,29 el cristianismo,30 la lógica occidental31 y la transformación moderna en la India durante el siglo XIX.32 Sin embargo, la cuestión de lo que precede o sigue no invalida el hecho de que el hinduismo tiene su propia concepción de lo que podríamos llamar inspiración. El proceso por el cual se obtiene la revelación y la enscripturación de la revelación involucra 25 Holdrege, Veda and Torah, 327–28. 26 Ibid., 327. 27 D. S. Amalorpavadass, ed., Research Seminar on Non-Biblical Scriptures (Bangalore, India: Nat’l Biblical, Catechetical and Liturgical Ctr, 1974), 334. 28 Cheever Mackenzie Brown, God as Mother: A Feminine Theology in India: An Historical and Theological Study of the Brahmavaivarta Purāna (Hartford, VT: Claude Stark & Co, 1974), 10. 29 Brown, “Purāna as Scripture,” 80–81. 30 Laine, “The Notion of ‘Scripture,’” 169–72. 31 Wilfred Cantwell Smith, What Is Scripture? : A Comparative Approach (Minneapolis: Fortress Press, 1993), 138–39. 32 Ursula King, “Some Reflections on Sociological Approaches to the Study of Modern Hinduism,” Numen 36, no. 1 (June 1989): 79–82. 68 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 a la agencia humana en ambas religiones. En el cristianismo, esos agentes son los profetas, los apóstoles y los siervos de Dios que son parte de la comunidad del pacto de Dios. En el hinduismo, ellos son los rishis. Debemos admitir que el concepto exacto de la revelación tal como se entiende en el cristianismo es incompatible con la doctrina vedanta advaita (la escuela no dualista) debido a que en el vedanta advaita el Brahman (la realidad última) y el atman (el sí mismo) están intrincadamente relacionados. En el cristianismo, el revelador y el que recibe la revelación son dos personas. Eso no sucede con la doctrina vendanta advaita, aunque modificaciones posteriores en el hinduismo trajeron el concepto de Íshuara (Dios personal). Sin embargo, se podría argumentar, aunque no sin dificultad, que incluso si el atman fuera el Brahman, este conocimiento de la realidad última se alcanzaría solo a través de la trascendencia de uno mismo. El objetivo del individuo, por lo tanto, es experimentar la unidad con la realidad última. Los rishis, a través de la meditación y la contemplación, desarrollan una facultad superior o mística que los pone en contacto con la entidad suprasensual.33 El punto aquí no es defender la doctrina vedanta advaita, sino hacer un paralelismo. Los agentes humanos, los rishis, a través de la contemplación, pudieron «oír» y «ver» las palabras34 haciendo eco en la eternidad35 y pasaron el contenido oralmente a los subsiguientes seguidores elegidos; eventualmente, las palabrasse pusieron por escrito. Thomas Coburn sugiere que la mezcla de la metáfora —ver y escuchar— no es arbitraria; se utiliza para transmitir la naturaleza «holística y sumamente estimulante de la experiencia» de los rishis cuando capturan la «revelación».36 En otras palabras, hay un elemento del conocimiento experimental directo de los fenómenos suprasensitivos.37 Los rishis también compusieron, diseñaron y generaron los himnos en alabanza de lo trascendente. Así, los rishis no estaban creando algo nuevo, sino dando forma al himno de la sustancia que habían recibido.38 Para el entendimiento cristiano, es útil pensar en la inspiración desde tres aspectos: Dios como la fuente, los humanos como los instrumentos y los escritos como el resultado final. Dios supervisó a los escritores bíblicos para que la Escritura fuera «inspirada por Dios» (2 Ti 3:16)39. Este entendimiento está en consonancia con la afirmación bíblica de que «ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios» (2 P 1:21, énfasis añadido). Benjamin Warfield hizo un breve 33 J. Gonda, The Vision of the Vedic Poets (The Hague, Netherlands: Mouton & Co, 1963), 18. 34 The concept of seeing God’s manifestation and hearing God’s voice is also a central facet of Christian revelation. Hol- drege, Veda and Torah, 253–324. Bill T. Arnold argues that in the Pentateuch, “In most cases, the ‘appearance’ becomes a verbal communiqué from God instead of a vision of God’s physicality.” Arnold, “Divine Revelation in the Pentateuch” (presentation, Advanced Research Program Interdisciplinary Colloquium, Asbury Theological Seminary, Wilmore, KY, October 13, 2017). 35 Rig Veda 10.777.1-2; 06.009.6; 06.009.6; 10.177.1-2; 03.026.8 36 Levering, Rethinking Scripture, 109. 37 Holdrege, Veda and Torah, 231. 38 Ibid., 235. 39 All Scripture references and quotations are from English Standard Version. 69 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 comentario sobre este verso: «Los hombres que hablaron de parte de Dios son aquí declarados, por lo tanto, como que fueron tomados por el Espíritu Santo y llevados con Su poder al objetivo de Su elección».40 En definitiva, el mensaje que recibieron y escribieron los escritores bíblicos supera las meras experiencias existenciales. Si nos quedáramos con la impresión de que los escritores bíblicos fueron simples peones en manos del ser trascendental, tergiversaríamos el entendimiento cristiano de la inspiración, y además no lograríamos el objetivo de trazar una similitud con la Escritura hindú. Al igual que los rishis, los escritores bíblicos también estuvieron holísticamente involucrados en el proceso de obtención y de inscripción de la Palabra. Si bien, en sentido estricto, la inspiración tiene efecto al momento de escribir la Escritura41, el proceso de preparar a la personalidad humana comenzó antes.42 Dios no impuso ni forzó a nadie a que asumiera la tarea.43 Por ello, podemos hablar de la teología de Juan o de Pablo o de Pedro y, al mismo tiempo, hablar sobre la teología bíblica. Nuestra finalidad aquí es destacar la idea de que los escritores bíblicos se prepararon moral, espiritual e incluso académicamente para componer la Palabra de Dios. Tanto los rishis como los escritores bíblicos ejercieron su voluntad e intelectos, pero se sometieron a la fuerza trascendental en el proceso de la enscripturación. El resultado es tal que se considera que tanto la Biblia como el Shruti no tienen errores. La tercera similitud se refiere a la ontología y la epistemología. Podemos hacer un paralelismo entre las relaciones de lo que es real (ontología) y la forma en que sabemos que es real (epistemología) según el entendimiento del cristianismo y del hinduismo, al menos en algunas tradiciones dentro de ambas religiones.44 Las dos religiones vinculan estrechamente la ontología y la epistemología. Nos centraremos más en la relación entre las dos en lugar de explorar cada faceta en detalle. En las dos religiones, la verdad epistemológica se infiere de y se basa en la verdad ontológica o metafísica. En otras palabras, la verdad epistemológica, en palabras de John Frame, es «la correlación adecuada entre el lenguaje y la realidad».45 Brahman es la verdad absoluta en el hinduismo. El tema principal aquí no se encuentra en los detalles del entendimiento ontológico del realismo (cristianismo) o del antirrealismo (el hinduismo vendanta), sino en el hecho de que la ontología y la epistemología de una están conectadas de tal manera que discutir una es también inferir la otra. Así, la verdad (epistemológica) para ambas religiones es la 40 Benjamin Breckinridge Warfield and Cornelius Van Til, The Inspiration and Authority of the Bible (Louisville: SBTS Press, 2014), 137. 41 Ibid., 160. 42 Erickson, unlike Warfield, emphasizes that inspiration applies both to the writers and the writings. Millard J. Erickson, Christian Theology (Grand Rapids, MI.: Baker Academic, 2005), 242–44. 43 Warfield and Van Til, The Inspiration and Authority of the Bible, 155–56. 44 The question of ontology/metaphysics and epistemology and their relationships is not without debate among Christian philosophers and theologians. It would be fair, however, to assume that there is a broad consensus that ontology and epistemology are closely related, and necessarily, therefore, must be investigated together 45 Frame, Systematic Theology, 525. 70 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 correlación y la representación adecuadas de los Entes absolutos. Tanto el hinduismo como el cristianismo relacionan estrechamente la investigación ontológica y epistemológica de sus respectivas Escrituras. Si bien los cristianos han contemplado diferentes enfoques epistemológicos en la investigación de la realidad última, han sostenido que la Biblia sirve como autoridad final en nuestra búsqueda de la verdad. La pregunta de cómo sabemos está subsumida en la pregunta de qué es real; en última instancia, las Escrituras definen lo que es real. Los cristianos no sostienen que la Biblia explica todo sobre todo. En cambio, los cristianos mantienen, como Kevin Vanhoozer señala acertadamente: «la primacía epistemológica del evangelio y su contenido canónico» en búsqueda de la verdad.46 Podemos argumentar con seguridad que Vanhoozer representa la convicción de muchos cristianos cuando afirma que las Escrituras cristianas funcionan como autoridad última cuando se trata del conocimiento religioso. Por ejemplo, una tradición reformada, en concordancia con Cornelius Van Til,47 Alvin Platanda48 y John Frame,49 enlaza la epistemología (y la ética) estrictamente a la ontología. Dru Johnson contrasta dos tipos de conocimiento en Génesis: el conocimiento que es dependiente de la autoridad de Dios y el que no lo es. Él argumenta que incluso antes de la Caída de la humanidad había un proceso de conocimiento. La acción (correcta) de proceso del conocimiento no ocurre «a través de la exploración reflectiva de la naturaleza de la condición humana», sino «a través de la orientación escuchada de YHWH».50 Según él, la culpa de la humanidad en el huerto fue haber cambiado la lealtad a la autoridad de Dios por la de la Serpiente, moviendo así el terreno de la ontología, la epistemología y de la ética de la autoridad de Dios a la autoridad de la Serpiente. La autoridad de la que se alcanza el acto de conocer es una parte indispensable del conocimiento bíblico, argumenta Johnson.51 El hinduismo tiene una tradición similar al cristianismo.52 Dharm Bhawuk afirma: «En la tradición occidental, existe una gran preocupación por la fusión entre la epistemología y la ontología [...] mientras que en la visión del mundo de la India se ajustan perfectamente».53 La explicación de Bhawuk dela interconectividad entre la epistemología y la ontología y la primacía de la última es digna de ser reproducida aquí: 46 Kevin Vanhoozer, “Pilgrim’s Digress: Christian Thinking on and about the Post/Modern Way,” in Christianity and the Postmodern Turn, ed. Myron B. Penner (Grand Rapids: BrazosPress, 2005), 86. 42 47 Cornelius Van Til, A Survey of Christian Epistemology (NP: den Dulk Christian Foundation, 1969), 116–228. 48 Alvin Plantinga, Warranted Christian Belief (New York : Oxford University Press, 2000). 49 John M Frame, The Doctrine of the Knowledge of God: A Theology of Lordship (Phillipsburg, NJ.: P & R Pubishing, 1987), 104–64. 50 Dru Johnson, Scripture’s Knowing : A Companion to Biblical Epistemolog (Eugene, OR: Cascade Books, 2015), 21–23. 51 Ibid., 18–32. 52 I must mention that there are important variations among the six schools of Hindu philosophy; however, here I am tracing a particular strand without highlighting the differences and the nuances in each 53 Dharm P. S. Bhawuk, Spirituality and Indian Psychology: Lessons from the Bhagavad-Gita (New York: Springer, 2011), 165–66. 71 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 Lo que se considera como conocimiento puede desglosarse en tres partes: el controlador, el ser y todo lo que hay alrededor del ser, y el controlador que cubre o impregna al ser y cada uno de los elementos alrededor del ser. El conocimiento, se infiere, no solo es conocer lo que vemos alrededor de nosotros en su variedad como entidades y agentes independientes, sino darse cuenta de que cada uno de los elementos está impregnado y controlado por el Brahman.54 De la misma manera, Francisco X. Clooney argumenta: «el Brahman es la fuente de la inteligibilidad de la realidad material, y el conocimiento de Brahman es el objetivo final para todos los seres inteligentes, humanos u otros».55 Él continua que este conocimiento de la realidad última «se hace accesible con seguridad a través del Veda, que es autoritativo y fiable, que deben aprender aquellos que buscan la liberación y que debe tomarse seriamente en todos sus detalles».56 La observación de Clooney se alinea con la evaluación de Sara Grant de la concepción del Shruti de Sankara. Ella señala que para Sankara «el conocimiento liberador del Ser… es accesible solo a través de esa forma privilegiada de sabha pramana conocida como Shruti».57 Las observaciones de los autores de arriba también están de acuerdo con la propuesta de Satchidananda Murthy58 y de los intérpretes de la tradición Purva-Mimamsa que argumentan que el Veda es el medio y la justificación del conocimiento del dharma.59 Dharma se define aquí como la obligación, la conducta correcta que se debe observar en aras de algún mérito. Esta rectitud, argumentan, está definida por los Vedas.60 En otras palabras, lo que es el deber correcto y cómo uno sabe acerca de esta responsabilidad viene de los Vedas. Esta enseñanza no está lejos del cristianismo, que ve a Dios (y a sus palabras) definiendo lo que es real (ontología), bueno (ética) y cómo sabemos lo que sabemos (epistemología). Se podrían investigar otras similitudes también,61 pero a los fines de este artículo las áreas 54 Ibid., 165. 55 Richard V. de Smet and Bradley J. Malkovsky, New Perspectives on Advaita Vedānta : Essays in Commemoration of Pro- fessor Richard De Smet, S.J., Studies in the History of Religions, vol. 85 (Leiden: Brill, 2000), 33. 56 Ibid. 57 D. S. Amalorpavadass, Research Seminar on Non-Biblical Scriptures, 344–45. 58 According to him, the three types of the revelation of the total four are tied to the Vedas. He summarized the second type thus: “The Veda revealed by God at the beginning of each aeon contains the final truth about Dharma and Brahman.” Murty, Revelation and Reason in Advaita Vedānta, 10. 59 Ganganatha Jha Mahamahopadhyaya and Umesha Mishra, Pūrva-Mīṃāṁsā in Its Sources, Library of Indian Philos- ophy and Religion, ed. by S. Radhakrishnan (Benares: Benares Hindu University, 1942), 175–78. 60 Ibid., 173. 61 Another aspect of similarity that is connected to the concept of inspiration is the existence of Scripture in the oral form before they were written down. Although the transition from the oral form to the written form was much quicker in Christianity, Scriptures continued to exist (and still exists to this day in Hinduism) in the oral form for both Christianity and Hinduism. Before the canonization (the official recognition of the inspired text), some Christian writings were scriptures in the process of canon- ization, and some were scripture in the making. Written and circulated letters of the apostles are an example of the former and the oral traditions, which eventually came to be written down, are an example of the latter. When the same principle is applied to the Hindu Scriptures, they do not appear so strange as when they did at first. Vempeny, Inspiration in the Non-Biblical Scriptures, 14– 19. However, I also do not want to leave the impression that I condone uncritical comparison between the two religions such as 72 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 mencionadas arriba son suficientes. Sin embargo, sería una enorme tergiversación de ambas religiones y de sus Escrituras si solo resaltáramos las similitudes. Independientemente de las semejanzas, hay diferencias teológicas y filosóficas que no se pueden ignorar. Diferencias Aquí haré hincapié en tres diferencias cruciales entre el entendimiento de las Escrituras del hinduismo y del cristianismo en relación con la naturaleza, alcance y objetivos de ambas religiones. Las tres están interrelacionadas y estrechamente relacionadas con las tres afinidades que discutimos. La primera se centra en cuál es la diferencia esencial entre las dos Escrituras, la segunda en cómo difieren y la tercera en por qué son diferentes. En otras palabras, aunque ambas Escrituras tienen similitudes en vista de la eternalidad de la palabra, sus concepciones de cuál es esa palabra eterna, cómo debe ser apropiada la palabra eterna y por qué es esencial apropiar dicha palabra eterna, son diferentes. Primero, en el cristianismo, la palabra eterna es inseparable del Dios personal que se distingue de la creación; pero, en el hinduismo, la palabra eterna es impersonal o está intrincadamente relacionada con la creación, aun cuando personal. Hemos mencionado que, para el cristianismo, la Palabra de Dios no se puede separar de Dios mismo de la misma manera en que el rayo de sol no puede ser separado del sol. Esta razón es en parte por la cual Karl Barth insistió en que la revelación debe ser personal y no proposicional. Sin embargo, otros han demostrado las limitaciones de trazar una brecha entre personal y proposicional.62 Hablar de la revelación de Dios como proposicional no nos lleva necesariamente de una relación Yo-Usted hacia una Yo- Ello.63 Dios, en virtud de ser una Trinidad, es un Dios comunicante. En el cristianismo, el Dios Trino está en el corazón de la dispensación de la palabra eterna. Michael Horton lo expresa perfectamente: «El Padre habla en el Hijo y por la agencia perfeccionadora del Espíritu».64 Hemos mencionado también que Jesucristo es la encarnación de la Palabra. Él es el centro de la revelación de Dios (Juan 5:39) y la encarnación de la Palabra de Dios (Juan 1:1-14). También hemos discutido que toda la Escritura se recibe por medio de la inspiración del Espíritu Santo (2 Ti 3:16). En el cristianismo, detrás de la palabra revelada, hay un revelador, un Dios Trino personal que es inmanente y trascendente, no es así en el hinduismo. La vedanta advaita, la escuela filosófica del hinduismo más antigua y quizás la más importante, mantiene un no dualismo estricto. Según esta escuela fundada por Sankara, Brahman,finding Christ’s figures in Hindu deities. While all people have access to God’s general revelation and the subsequent blessings that come along with it, the Scriptures as God’s special and final revelation must test all such claims. 62 Timothy C. Tennent, Christianity at the Religious Roundtable : Evangelicalism in Conversation with Hinduism, Buddhism, and Islam (Grand Rapids, MI. : Baker Academic, 2002), 51–52. 63 Erickson, Christian Theology, 221. 64 Horton, The Christian Faith, 156. 73 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 la realidad última, llega de dos maneras: saguna Brahman y nirguna Brahman. La última representa el nivel último de la realidad. En este nivel, el Brahman no tiene forma (nir significa sin y guna significa atributos) y no se puede describir como si tuviera cualidades particulares. En el primer nivel, se habla del Brahman como si tuviera ciertos atributos, pero cualesquiera cualidades que se atribuyan a Brahman representan las proyecciones imperfectas de las limitaciones humanas.65 En esencia, el Brahman es impersonal. Por lo tanto, en la escuela vedanta advaita, el sujeto detrás de la revelación no es un Dios personal. Los rishis se tornan en los sujetos. Mientras que en el cristianismo lo divino desciende hacia los reinos de los seres, en el hinduismo, los rishis ascienden a la morada del trascendente.66 Una se centra en Dios mientras que la otra se centra en el ser. El concepto hindú de un Dios personal detrás de la palabra eterna es una cosificación del concepto de Brahman. Disconforme con el no dualismo de Sankara, Ramanuja trató de reconciliar la paradoja de uno y muchos dioses.67 Esta escuela de pensamiento llegó a ser conocida como el dualismo modificado. Sin embargo, Timothy Tennent señala que Ramanuja localiza la «condición de mucho» dentro de un Brahman, poniendo todo el orden creado en el único cuerpo de Brahman.68 Por lo tanto, incluso en su modelo, el concepto de la relación Yo- Usted como se entiende en el cristianismo es inviable porque el modelo de Ramanuja o produce una imagen monística de la realidad donde todo está subsumido en Brahman o una realidad relativista en la cual son sancionadas múltiples realidades (dioses y diosas). En cualquier caso, lo personal se disuelve en lo impersonal. La observación de Holdrege de que el Veda «se describe como la realización de una realidad impersonal y no como una unión con el Dios personal»69 es verdadera para ambas escuelas de Sankara y Ramanuja. La segunda esfera de diferencia se refiere al alcance de la Escritura. Mientras que en la naturaleza subrayamos las características de la revelación y del agente revelador, en el alcance resaltaremos cómo son apropiadas esas palabras eternas. En el cristianismo, vincular la Palabra revelada al Dios personal demanda una discusión, y en ocasiones un intenso desacuerdo, en relación con el significado del texto. Si bien el significado de una oración no necesariamente está siempre vinculado al estado psicológico del agente, los cristianos evangélicos han sostenido que el significado del texto bíblico no se puede separar de la intención ni del escritor bíblico ni de Dios. Por lo tanto, el elemento cognitivo se convierte en un tema crucial. Si hay un revelador, descubrir lo que el revelador tiene la intención de comunicar se convierte en un factor clave. Las preguntas de si los escritores del Nuevo Testamento respetaron la intención autoral del Antiguo Testamento, si había solo un significado del texto o si había un significado más completo del que 65 Tennent, Christianity at the Religious Roundtable, 41–42 66 Holdrege, Veda and Torah, 328. 67 Tennent, Christianity at the Religious Roundtable, 43 68 Ibid., 44. 69 Holdrege, Veda and Torah, 330. 74 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 los autores tenían conocimiento (es decir, Sensus plenior), la relación entre Dios y los autores humanos, etc.70 presupone que detrás del texto hay un agente que comunica, cuyo objetivo debe ser respetado y sostenido. De ahí que, en el cristianismo, se tome seriamente la ortodoxia o la heterodoxia. Si bien estaban involucrados otros factores políticos y culturales, los desacuerdos agudos entre las Iglesias Oriental y Occidental en temas teológicos, la cuestión de la canonicidad, la elaboración de los primeros credos, la Reforma, etc., todos reflejan el deseo de la Iglesia de mantener la ortodoxia. La ortodoxia presupone la fidelidad a la orden, y fidelidad a la orden asume un legislador personal. Por lo tanto, entre el círculo evangélico, la canonicidad de la Escritura se entiende como el reconocimiento de la Iglesia en lugar de la decisión de lo que es la Escritura.71 Los criterios para definir la canonicidad, como la apostolicidad (asociación de una obra determinada a los apóstoles), la ortodoxia (la prueba de la conformidad a la norma de fe de la Iglesia) y el uso eclesial (prueba de una aceptación amplia de una obra determinada en la Iglesia primitiva), etc. eran guías importantes para determinar lo que debería incluirse o no en el canon. Sin embargo, la Iglesia añadió y omitió ciertos textos basándose en la autoridad en el texto, no en la Iglesia, porque la inspiración está en el primero no en la última.72 Michael Horton resume: «La autoridad última reside siempre fuera del ser e incluso fuera de la Iglesia, ya que ambos son siempre oyentes de las Palabras y receptores de su juicio y justificación».73 Por lo tanto, la inclusión y la omisión de los escritos en el canon fue un debate importante porque el canon del cristianismo es un acotado. En cambio, en el hinduismo, el significado o el contenido (artha) del texto suele estar subordinado, aunque no necesariamente dicotomizado, al sonido (sabda)74 y, por lo tanto, la noción de la ortodoxia no es tan importante como en el cristianismo. Los brahmanes vigilaban las Escrituras con mucha prudencia y las transmitieron oralmente hasta que más tarde las pusieron por escrito porque temían que estuvieran en peligro o que se perdieran. Los brahmanes eran los responsables de preservar la pureza del sonido y que no se contaminara con los forasteros.75 Según Frits Stall, para los hinduistas: «No existe una tradición para la preservación del significado, una preocupación considerada como un mero pasatiempo individualista».76 Por lo tanto, el foco para los hinduistas no está tanto en el contenido, sino en la forma de las palabras 70 G. K. Beale, The Right Doctrine from the Wrong Texts? Essays on the Use of the Old Testament in the New (Grand Rapids, MI. : Baker Books, 1994). 71 Köstenberger, Kellum, and Quarles, The Cradle, the Cross, and the Crown, 4–5. 72 Horton, The Christian Faith, 172. 73 Ibid., 194. 74 Brown, “Purāna as Scripture,” 73–74. 75 Frits Stall, “The Concept of Scripture in the Indian Tradition,” in Sikh Studies: Comparative Perspectives on a Changing Tradition, eds. Mark Juergenmeyer and N. Gerald Barrier (Berkeley: Graduate Theological Union, 1979), 122. 76 Ibid. 75 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 trascendentes.77 Thomas Coburn explica acertadamente: «Para muchos hinduistas, la santidad de las palabras sagradas no es una función de su inteligibilidad. Al contrario, la santidad parece estar a menudo inversamente relacionada con la comprensibilidad».78 El elemento fonético, no cognitivo, es el foco principal de sus Escrituras. Incluso en el Smriti, donde se hace más hincapié en el papel divino en la revelación,79 el componente cognitivo está subordinado a la fonética. Las palabras de J. Gonda sobre este tema merecen ser mencionadas: La divinidad, el Altísimo asume la forma de sonido materializado en los mantras, en los cuales, el Impersonal, o Él, revela sus aspectos particulares. Estos mantras existentes en las mentes de los hombres, en lasalmas encarnadas, podrían «funcionar» o ser más eficaces cuando la conciencia de ese hombre, del adorador o aspirante a la autorrealización, logra su unión con esa Conciencia que se manifiesta en forma de mantra. Para producir el efecto diseñado, el mantra debe ser pronunciado correctamente.80 Si bien Gonda habla del efecto diseñado y de alcanzar un objetivo particular, para indicar el significado y el propósito, el foco no está en discernir el contenido cognitivo específico. El foco de los mantras está en la fonética, en la repetición de palabras y sonidos. James Laine argumenta que personas como Ram Mohan Roy fueron importantes para convertir el uso del Veda como un instrumento para el cántico ritual a «un texto a ser examinado y más importante aún cuyo significado tiene consecuencias corporativas y sociales inmediatas».81 Sin embargo, algunos círculos recibieron con mucha resistencia este movimiento porque, según Laine, la noción de verdad escritural como «razonada discursivamente o derivada exegéticamente» era una idea novedosa.82 Por ello, se resistieron durante mucho tiempo a escribir la Escritura Oral porque los hinduistas consideraban que la imagen escrita era una obstrucción a los sonidos sagrados.83 Wilfred Cantwell Smith observa que incluso «en el siglo XVIII, los visitantes europeos en la India se encontraron preguntándose si los Vedas existían, ya que nadie en la India parecía haber visto o conocido una copia de estos».84 A pesar de que los Vedas eran considerados autoritativos, los hinduistas creen que la verdad no se encuentra principalmente a través del texto, sino mística o existencialmente con la ayuda de los gurús. A diferencia de la visión cristiana de la Escritura que ubica a la autoridad principalmente en 77 Holdrege, Veda and Torah, 333. 78 Levering, Rethinking Scripture, 112. 79 Tennent, ‘”Can the Hindu “Scriptures Serve as a “Tutor” to Christ?”’ 1074. 80 Gonda, The Vision of the Vedic Poets, 66. 81 James. Laine, “The Notion of ‘Scripture’ in Modern Indian Thought,” 169. 82 Ibid., 171. 83 Smith, What Is Scripture? 133–139. 84 Ibid., 139. 76 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 el texto, los hinduistas ubican la autoridad en personas como los gurús y los individuos. Aquí hay una ironía. Por un lado, detrás de la Escritura cristiana hay un Dios personal cuya revelación se da ahora en forma escrita y la fidelidad a cuya intención es vital. Por otro lado, detrás de una Escritura hindú hay un agente impersonal y la fidelidad a su propósito ahora yace principalmente en las manos de los rishis o de los individuos. Debido a que la cognición védica no trata de comprender cognitivamente a alguna voluntad eterna de un agente personal, sino de convertirse en uno con el Brahman experimentando directamente el fenómeno suprasensitivo, el contenido védico no se puede pasar como una verdad cognitiva. La persona entera debe experimentarla. Incluso aunque la verdad no se encuentre contraria a las Escrituras hinduistas, puede y debe encontrarse aparte de las Escrituras. Los rishis, tras haber obtenido esta experiencia suprasensitiva y haber accedido a las moradas del trascendente,85 ahora pueden guiar y asistir a otros quienes a su vez podrían alcanzar el mismo objetivo. Así, el argumento de Smith de que el verdadero significado de las Escrituras no está en el texto sino en las mentes y los corazones de los lectores86 parece aplicarse a las Escrituras hinduistas. En el hinduismo, el debate sobre el papel de la comunidad hindú en la canonicidad del texto no es un tema tan importante como en el cristianismo. Si bien los brahmanes actuaron como la autoridad magistral para salvaguardar los Vedas, la gran mayoría de los hinduistas añadieron otras Escrituras como autoritativas. En el proceso, por lo tanto, incluso los brahmanes aceptaron tales textos adicionales como parte del canon. En el hinduismo no existe la noción de un canon cerrado, al menos como lo es en el cristianismo. Mientras que los cristianos intentan alterar sus creencias y prácticas basándose en su Escritura, los hinduistas cosifican sus creencias basándose en sus prácticas. De hecho, lo que se consideraría como versiones incompatibles, si no visiones contradictorias, del hinduismo como el dualismo Sankhya, el atomismo Vaisesika, el ritualismo ateo Mimamsa y el monismo védico, se mantienen todos juntos como parte del hinduismo.87 No sucede lo mismo en el cristianismo, que ve la relación entre la Escritura y la comunidad eclesial como central. Esto nos trae a la siguiente esfera de diferencia. La tercera esfera de diferencia entre las Escrituras cristiana e hindú está relacionada con el objetivo. En el cristianismo, no se pueden separar la Escritura y la comunidad eclesial porque el objetivo principal de la Escritura es equipar a la Iglesia y acercar a la gente a Dios. Ya sea para revelar la naturaleza de Dios, la condición humana o a Jesucristo, la Escritura se da a fin de que funcione como medio para equipar a los lectores para una vida correcta. 2 Timoteo 3:16 dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto» (NTV)(énfasis añadido). De hecho, uno de los objetivos principales de la 85 Holdrege, Veda and Torah, 229–231. 86 Wilfred Cantwell Smith, “The True Meaning of Scripture: An Empirical Historian’s Nonreductionist Interpretation of the Qur’an,” International Journal of Middle East Studies, no. 4 (1980): 505. 87 Vempeny, Inspiration in the Non-Biblical Scriptures, 12. 77 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 encarnación de la Palabra, Jesucristo, fue precisamente para que la humanidad lo recibiera y así convertirse en hijos de Dios. La idea de lo que es correcto expresa el estándar de conformidad a la voluntad de un Dios que da la ley.88 Nos convertimos en personas más correctas o más semejantes a Dios no solo a través del mero conocimiento cognitivo, aunque eso es importante, sino siguiendo sus órdenes. C. C. Newman lo resume de la siguiente manera: «La humanidad expresa rectitud en y a través de la fiel obediencia» a la orden de Dios.89 Acercarnos a la comunión con el Dios Trino es el objetivo final de la Escritura cristiana. Según la denominación, los cristianos han expresado de manera diferente acerca de la necesidad y la importancia de participar en la vida de Dios. Para la denominación ortodoxa, la misión cristiana es más que «proclamar algunas verdades o principios éticos, es llamar a la gente a la unión con Dios», es decir, a participar de las energías divinas, no de la esencia (deificación).90 De manera similar, la tradición reformada ha recalcado el concepto de unión con Cristo, y algunos, similares a los de la tradición ortodoxa, también han formulado una comprensión reformada de la deificación.91 Aunque hay matices en la articulación, los cristianos convienen unánimemente en que el objetivo principal de la Escritura es ayudar a la Iglesia a alcanzar una relación significativa con el Dios Trino. Mientras que la Escritura cristiana se centra en la búsqueda de Dios de los seres humanos, las Escrituras hinduistas se centran en la búsqueda de la humanidad de Dios o del trascendente. De ahí que el objetivo de lograr una relación interpersonal no es el foco principal de las Escrituras hinduistas. Para los rishis en particular y para los hinduistas en general, los humanos inician la unión con el trascendente o dioses. Si bien el cristianismo hace hincapié en la respuesta positiva, la obediencia, la aceptación y la sumisión a la revelación para obtener una vida deificada (una vida en unión con Dios), el hinduismo resalta que moksha se alcanza a través de la aplicación de técnicas adquiridaspor uno mismo, como los mantras, la meditación y los encantos.92 Con el cristianismo centrado en una relación personal con el Creador y el hinduismo en una realización impersonal del ser, las afinidades entre estas dos religiones son insustanciales si se las compara con las diferencias. Por lo tanto, los cristianos deben ser prudentes ante cualquier equivalencia acrítica entre las dos, mucho menos asumir o especular que estas dos religiones proporcionan diferentes maneras de relacionarse con un Dios. Tanto el hinduismo como el cristianismo son dos religiones que buscan responder a la pregunta de la revelación trascendental y de la condición humana de la apropiación de la trascendencia. Una comienza desde arriba y la otra desde abajo; las conclusiones a las que llegan son antitéticas en la medida en que un estudio 88 Daniel G. Reid, ed., The IVP Dictionary of the New Testament : A One-Volume Compendium of Contemporary Biblical Scholarship (Downers Grove, IL. : InterVarsity Press, 2004), 955. 89 Ibid., 971. 90 Kallistos Ware, The Orthodox Way (Crestwood, NY. : St. Vladimir’s Seminary Press, c1995), 22–23, 124–126. 91 Gannon Murphy, “Reformed Theosis?,” Theology Today 65, no. 2 (July 2008): 199–212. 92 Holdrege, Veda and Torah, 328–329. 78 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 comparativo que no haga hincapié en la diferencia radical tiene muy poco provecho para los seguidores de ambas religiones. Aplicaciones a las misiones contemporáneas Primera, vale la pena recordar que las afirmaciones relativistas de la verdad no afectan a los hinduistas como a los cristianos. En lo que respecta a los hinduistas, nuestros estándares de verdad y de falsedad no se aplican a ellos. Aunque los hinduistas son muy conscientes de la lógica común como la Ley de no Contradición y observan la ley en su vida diaria, cuando se trata de la lectura filosófica, esas leyes no les preocupan demasiado. De ahí que las manifestaciones y los argumentos lógicos no sean las herramientas más eficaces para evangelizar a los hinduistas. Segunda, el fuerte énfasis del hinduismo en la eternidad de la verdad y en la capacidad de las palabras de representar la verdad es un puente donde los cristianos y los hinduistas pueden desarrollar conversaciones significativas. A menos que definamos la verdad en términos de un juego lingüístico, como algunos han hecho, compartimos con los hinduistas que las palabras o las lenguas representan a la realidad y se corresponden con esta. En este aspecto, las afirmaciones de la verdad no pueden ser simples afirmaciones lingüísticas de, y por, una comunidad específica. Los cristianos pueden cultivar este aspecto del parecido compartido con el hinduismo como una ventana para avanzar el evangelismo. El énfasis hindú en escuchar y recordar y el énfasis cristiano en la importancia de la comprensión cognitiva a través de análisis textuales precisos para desarrollar una relación más profunda con el Dios Trino se puede cultivar para un intercambio más significativo. Tercera, debemos sostener la Biblia con el mayor respeto. En este sentido, podemos aprender de los hinduistas. Hemos explorado cómo los hinduistas consideraron que su Escritura (los Shruti) no tienen errores con independencia de su capacidad de entender y explicar. Un hindú promedio no tiene mucho conocimiento, si lo tiene, sobre su Escritura, sin embargo, los hinduistas valoran sus textos sagrados al nivel más elevado. No pueden imaginarse un sistema de creencias religioso basado en algo que contenga errores. Hoy, muchos cristianos están perdiendo la confianza en la sinceridad y la veracidad de la Escritura. La doctrina de la inerrancia se ha convertido en una fuente de división en lugar de ser un medio para edificar a los cristianos. Hay lugar para el debate, pero necesitamos mantener, o restaurar, nuestra confianza en la sinceridad de la Biblia. Benjamin B. Warfield lamentó una vez que los cristianos llegaron a «acordar que hay menos de la verdad de Dios y más del error del hombre en la Biblia que los cristianos han querido creer».93 Él no podía concebir una Biblia que contuviera errores. Independientemente de que, si estamos de acuerdo con la comprensión exacta de Warfield de la Escritura, podemos aceptar que la Biblia es la Palabra de Dios y que como la Palabra de Dios es sagrada, correcta y sin error. Esto demanda nuestra obediencia. Esto no es bibliolatría, es la sumisión a Dios, lo que la Biblia dice, es lo que 93 Warfield and Van Til, The Inspiration and Authority of the Bible, 105. 79 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 dice Dios. Cuarta, debemos abrazar y cultivar una postura epistemológica basada en la Escritura. Es cierto que diferentes culturas vienen a la Escritura con diversas presuposiciones. También es cierto que cuando leemos la Escritura desde diversas perspectivas, nos enriquecemos y se destaca la verdad del texto. Un cristiano con origen en una comunidad musulmana puede traer ideas que un cristiano occidental puede no ver o un hindú convertido podría manifestar la sensibilidad a la cual los otros no están acostumbrados. La interpretación correcta o una auténtica vida cristiana no es el monopolio de una denominación o región; todos los cristianos tienen derecho a leer el texto y a aplicarlo en el contexto que aborde los problemas existenciales y las realidades de la vida. Al mismo tiempo, también es cierto (debe ser) que todos los cristianos se encuentran bajo la autoridad de la Escritura. Traemos ideas y perspectivas, sin embargo, las afirmaciones del texto deben examinar nuestras visiones. Intentamos entender el texto en sus propios términos y les permitimos que hablen a nuestras realidades concretas. Quinta y última, al mismo tiempo que mantenemos la Escritura como la autoridad suprema, nuestra metodología de contextualización debe hacer espacio para las experiencias de las raíces de los cristianos. Como todas nuestras experiencias se basan en el marco preexistente —cultural, mental, social, etc.—, las tradiciones y las experiencias precristianas no deben ni ser suprimidas ni bautizadas completamente; deben ser enfrentadas, redimidas e integradas en la contextualización del evangelio con crítica. Ese fue el caso del cristianismo occidental. Vemos el residuo de las creencias y prácticas precristianas en los nombres de los días de la semana, en la observación de la Navidad y de Halloween; celebramos el valor y los sacrificios de nuestros antepasados y héroes (como el Día del Veterano y el Día de la Recordación en EE. UU.) incluso durante las reuniones corporativas de adoración. Integramos esas prácticas en la vida cristiana con el conocimiento de que todas las cosas son redimidas a través de Cristo. Incluso aquellos que tienden a ver esto de manera diferente son conscientes de que los desacuerdos en estas áreas son diferencias cristianas internas. Podríamos dar la misma cortesía y autocrítica a las prácticas de nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo. La presente propuesta no es un llamado a adoptar un cristianismo sincrético, sino una sugerencia para permitir que el cristianismo surja a través de la interacción con la Palabra inspirada e infalible de Dios. Este significaría, entre otras cosas, que la verdad de la Escritura debe ser sometida y entendida usando categorías locales disponibles. Podemos dar sentido a lo desconocido solo a través de lo conocido. Este proceso no es una tarea fácil, pero al que los cristianos deben prestar mucha atención. Conclusión He discutido algunas afinidades y diferencias entre las Escrituras del hinduismo y del cristianismo. Si bien hay similitudes en la noción de la eternidad de la Palabra, la enscripturación de la tradición oral y de la función de la Escritura como base para la epistemología, hay diferencias en la naturaleza,el alcance y el objetivo de las Escrituras. Por lo tanto, mantenemos las diferencias mientras comparamos las similitudes y viceversa. Debemos tener cuidado de no 80 Revista del Cristianismo Global 5 . 1 / 2019 ignorar las similitudes mientras hacemos hincapié en las diferencias. También debemos tener cuidado de no trazar similitudes sin entender las suposiciones teológicas y filosóficas subyacentes. La Escritura cristiana debe sostener el origen Trinitario, el foco cristológico y el énfasis eclesiástico. Para el cristianismo, la Escritura debe ser entendida dentro de la relación pactual entre Dios y su pueblo. Todo lo que socave este foco debe ser analizado. Podemos respetar la Escritura de otras religiones y, al mismo tiempo, mantener nuestra convicción de la unidad de la revelación de Dios en y a través de la Escritura cristiana.
Compartir