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Larimar UPM

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Iniciativa europea para proteger la minería del Larimar, un universo 
azul en el interior de nuestro Planeta 
 
Profesor titular de Ingeniería Geológica de la Universidad Politécnica de Madrid, 
José Antonio Espí explica el trabajo que se desarrolla desde este Departamento de la 
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid en un proyecto europeo 
de ayuda a la minería artesanal del Larimar, en la Sierra de Bahoruco de la 
República Dominicana 
 
 
El Larimar constituye una seña de identidad de la nación Dominicana. En realidad esta 
piedra es, desde el punto de vista mineralógico, una pectolita (silicato cálcico-sódico, 
(Si03)3 Ca2
 
NaH coloreada en tonos verdes y azules y que, en su variedad más apreciada, 
adquiere una tonalidad turquesa. Su atractivo color así como su dureza, aptitud al pulido y 
su brillo hacen de esta piedra un excelente material de joyería. Esto no ha escapado a la 
atención de su descubridor, el R.P. Miguel Fuentes, ni de los primeros industriales que 
desde 1974 están empeñados en la transformación y comercialización de las variedades 
más atractivas. 
 
Disposición típica del Larimar en su versión más valiosa, 
rellenando la porosidad de un tallo que en su día 
(Cretácico), fue carbonizado en las laderas de un edificio 
volcánico 
 
La peculiaridad del Larimar está asegurada, al ser esta variedad de pectolita de una 
singularidad total, no encontrándose este mineral coloreado en tonos azulados en ningún 
otro lugar del Planeta. Ello se debe a las especiales circunstancias geológicas que se 
congregan en el yacimiento dominicano. 
 
 
Dos piezas preparadas para la joyería 
 
El trabajo de investigación sobre el origen de esta rareza se integra dentro del Proyecto 
sobre la minería del Larimar en la Sierra de Bahoruco, en la República Dominicana, 
formando parte de los proyectos SYSMIN, programas de la Unión Europea para el 
desarrollo de la minería en los países ACP. Otros objetivos del Programa se refieren al 
acceso a niveles inferiores para su explotación, mejora de las infraestructuras del área 
habitada, mantener un rigor en la conservación ambiental y desarrollar un turismo 
ecológico y minero en el bello paraje de la Sierra de Bahoruco. En el proyecto actual 
se propuso la realización de una galería de reconocimiento y servicios con amplia 
sección en un nivel inferior a las actuales explotaciones. El presupuesto de partida se 
acerca a los 4 millones de euros, incluyendo las mejoras de los accesos y la renovación 
de la electrificación de la mina y del poblado próximo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la actualidad, la galería ha sobrepasado los 400 metros de avance. Queda concluir su 
conexión con la superficie, mediante un pozo de 65 metros de profundidad, y la 
realización en la propia galería de diversos talleres para experimentar las soluciones más 
productivas y seguras para los mineros de las cooperativas. 
 
La información obtenida resulta enormemente importante respecto a la génesis del 
yacimiento y para la determinación de los posibles recursos, cuando las explotaciones 
actuales, las más accesibles, presentan síntomas de agotamiento. 
 
La participación de la UPM en este programa europeo se realiza mediante un acuerdo 
con el Departamento de Ingeniería Geológica de la ETS de Ingenieros de Minas de 
Madrid y comprende desde actividades en su diseño a la supervisión geológica, 
determinación de los nuevos recursos potenciales y asesoría en el análisis de riesgos. 
 
También se lleva desarrolla un trabajo de determinación del origen y condiciones 
geológicas de este yacimiento único que, sin duda, va a resultar de singular ayuda para 
mejorar las expectativas de su pequeña minería. 
 
 
Máquina rozadora atacando el frente de la galería 
 
Una minería en evolución 
La minería del Larimar posee una antigüedad de 35 años. Sin embargo, en muy poco 
tiempo se ha notado una evolución en sus sistemas de explotación. La metodología 
empleada se encuentra condicionada por varios factores: 
 
o El escaso espesor y la irregularidad de la capa portadora del Larimar (“la veta”) 
o El no uso de explosivos ni de aire comprimido en el avance 
o En muchos casos, la debilidad de los hastiales que envuelven a la capa 
portadora, que necesita del mínimo hueco posible 
o La precariedad de los elementos auxiliares de aireación y de desagüe 
 
 
Las labores comienzan con un pozo de reconocimiento que más 
tarde se convertirá en la única vía de acceso a las explotaciones 
 
 
Con este sistema, en realidad, nunca se explota más de la cuarta parte del Larimar 
contenido, ni siquiera cuando aparece una concentración del mismo. Esto obedece a la 
ineludible necesidad de trabajar hacia abajo, ya que se arranca a mano, y al deseo de 
conservar abierto, el menor hueco posible. 
 
Al colocar los cuadros de sostenimiento, el espacio se reduce al mínimo y las 
condiciones de arrastre de las tierras arrancadas se hace penosa. A ello viene a sumarse 
la ventilación, casi siempre escasa, y que limita el desarrollo longitudinal de la rampa-
galería. Los tramos horizontales de la capa se aprovechan para el descanso de los 
mineros, que van quedando recogidos hasta que les toca el turno de arranque, o bien, se 
dedican a transportar, arrastrándolo, el escombro arrancado. 
 
Durante toda la historia de las explotaciones, esta actividad ha sido muy peligrosa. De 
manera continua se han producido accidentes fatales cuya causa se ha debido a los 
derrumbes en las galerías, invasiones de lodo y agua, intoxicaciones por monóxido de 
carbono, asfixia parcial por carencia de aire, derrumbamientos en la ladera, condiciones 
de insalubridad en el interior y en el exterior de las minas, y un largo etcétera que nunca 
llega a agotarse. 
 
 
Actualmente, la mayor parte de las galerías están enmaderadas 
 
Esbozo de la geología del Larimar en la Sierra de Bahoruco 
En el área ocupada por las explotaciones de Larimar afloran rocas cretácicas de origen 
volcánico y también calizas de origen marino. Las rocas más antiguas corresponden a 
los episodios volcánicos de carácter básico que forman el fondo de la serie sedimentaria 
marina y caliza posterior. 
 
Este volcanismo es el que alberga todas las manifestaciones de Larimar y apareció 
formando una isla, a finales del Cretácico (65 millones de años). En realidad los 
volcanes eran submarinos, formando montes sumergidos, separados y alineados. Sin 
embargo, en algunas zonas, la emisión de lavas fue tan importante que varias 
acumulaciones de materiales volcánicos emergieron y alcanzaron el nivel del mar 
formando islas. Señales de su emersión aparecen en el mismo depósito de Larimar: 
zonas de suelos rojizos y arcillosos y, también, restos vegetales carbonizados. 
Después, todo el conjunto de rocas volcánicas se hundió a grandes profundidades, 
recibiendo entonces calizas marinas durante el Paleógeno y el Mioceno (20 millones de 
años). Es a final de este periodo y en el siguiente, Mioceno Superior-Plioceno, cuando 
se produce la elevación y deformación de la cuenca, que da lugar al levantamiento de la 
Sierra de Bahoruco. Por fin, casi ahora, durante el Pleistoceno-Holoceno continúa la 
elevación de la península de Bahoruco y ha dado lugar a la configuración del paisaje 
actual. 
 
Fisiográficamente, el yacimiento de Larimar se encuentra situado en el interior de la Sierra 
de Bahoruco, en su parte nororiental, no lejos de la costa y con un nada fácil acceso. Los 
elementos geológicos reconocibles son los siguientes: 
 
o Un sustrato volcánico, de composición basáltica en donde arman las 
mineralizaciones de Larimar. Aparece de color de oscuro a verdoso y aflora en no 
más de un kilómetro, desgajado en unidades estructurales siguiendo la falla del río 
Cito, que es la quebrada por donde discurre un río de corto recorrido. Los basaltos 
aparecen con diversas formas: basaltos masivos vacuolares (contienen pequeñas 
vesículas de minerales blancos) materiales de sedimentación deladera con diversas 
granulometrías y pillow-lavas (bolas de roca verdosa formadas por la lava en 
contacto con el agua marina). Además, existen abundantes señales de que una gran 
parte de los basaltos no estuvieron sumergidos. Así, aparecen, sobre todo, 
paleosuelos y paleocauces formados por materiales arcillosos de color rojizo que 
corresponden al suelo arcilloso de la ladera del volcán y, en los que existen abundantes 
señales de materia vegetal carbonizada, primero, sustituida después por pectolita. 
Además, como último episodio del volcanismo cretácico aparece un episodio 
explosivo piroclástico. Con ello se acaba la serie efusiva. 
 
o Por encima de las lavas y el piroclasto aparecen las calizas marinas que cubrieron la 
isla cuando esta quedó sumergida en el Eoceno Medio (35 millones de años) 
 
 
 
Suelo muy antiguo de arcilla roja y fragmentos de roca. En 
él, suelen aparecer los mejores ejemplares de Larimar 
 
La formación del Larimar 
 
Se han observado dos ambientes muy distintos relacionados con la aparición del 
Larimar: 1) la formación de distintos tipos de pectolita (su variedad azulada es el 
Larimar) depositada en los tallos y restos vegetales de la ladera del aparejo volcánico y 
2) las vetas que atraviesan tanto los materiales efusivos como la sedimentación de 
ladera. 
 
Vista general del yacimiento. Se aprecian las galerías en 
la parte superior de los basaltos. Por encima de ellas, los 
piroclastos rojizos y las calizas amarillas 
 
 
1) En los restos orgánicos, generalmente tallos de plantas 
 
 1ª Fase
 
: Se conservan señales de la materia vegetal o el hueco producido. 
La materia orgánica en gran 
medida ha desaparecido. Sin 
embargo, la coloración primera 
resulta totalmente negra, siendo en 
gran parte pectolita de ese color. El 
carbón ha coquizado (300º C) y los 
fragmentos del mismo se presentan 
sueltos (grietas concéntricas) en 
una matriz de material inorgánico 
y plástico. 
 
 2ª y 3ª Fase
muchas veces sustituye a la anterior. 
: La aparición de la 
pectolita blanca y traslúcida, y 
pectolita azulada. Cada fase, 
 
 4ª Fase
 
: Invasión final de pectolita azul con largas fibras. Esta última avenida 
posee una coloración azul o verde muy intensa y puede llegar a rellenar 
completamente el hueco del tallo si éste es de pequeñas dimensiones (<4cm). La 
temperatura determinada por inclusiones fluidas está entre 250ºC y 300ºC. La 
salinidad equivalente es muy próxima a la del mar. 
 
El tallo vegetal ha coquizado y el hueco ha 
sido invadido por una pasta que provocó la 
sustitución del carbón vegetal por pectolita 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2) En los rellenos de grietas o filones 
 
Se pueden separar dos tipos de rellenos, bien por emplazarse en discontinuidades 
muy definidas o un conjunto de vetas con introducción del material de relleno en su 
roca de caja. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Reuniendo todos los datos aportados por la analítica y los estudios de campo, se ha 
propuesto un modelo de formación, cuya secuencia de acontecimientos geológicos 
relacionados con la formación del yacimiento es la siguiente: 
 
 El proceso se inicia (viñetas 1 y 2 del esquema final) en el edificio volcánico con la 
deposición de flujos de ladera de materiales finos tipo lahar (“flujo de ladera”). 
sobre episodios de productos más gruesos procedentes de la ladera inestable, a 
veces con desprendimiento de grandes bloques. El flujo de materiales finos 
comienza en la parte superior del edificio volcánico y, discurriendo por un canal, 
 
La última pectolita azulada (Larimar), sobre 
todo en los tallos de escaso calibre sustituye la 
totalidad de su interior 
 
 Los aportes de pectolita azul (Larimar) atraviesan los 
materiales volcánicos en su ascenso sustituyendo a la 
roca de caja 
avanza rápidamente ladera abajo. 
 
 En estos cauces (viñetas 2 y 3), rellenos parcialmente de materiales finos, se 
desarrolla rápidamente un tupido bosque tropical. El mantenimiento de la actividad 
volcánica produce temblores de la ladera y nuevos flujos de agua y barro, 
arrastrando materiales de grandes dimensiones que aplastan y transportan a no gran 
distancia los árboles y arbustos abatidos. 
 
 Este proceso se desarrolló en varias ocasiones (viñetas 3 y 4), cerrando el ciclo la 
avalancha de bloques que sepulta a los últimos horizontes del antiguo suelo 
(paleosuelo). Por otra parte, los flujos de lava incorporan y carbonizan la materia 
vegetal y dejan huecos que se unirán a las discontinuidades provocadas en el 
enfriamiento de la lava. 
 
 Poco después del enterramiento de la materia vegetal (viñetas 5 y 6), se produce 
una litificación de todo el espesor de sedimentos finos. En este episodio se 
carboniza, la materia orgánica, liberando espacio en el interior del molde interno de 
los tallos enterrados (viñeta 7) 
y propiciando la invasión de 
fluidos y partículas finas. De 
esta manera, lodos cargados de 
pectolita procedentes de 
niveles inferiores invaden los 
huecos dejados por la 
expansión de la materia 
orgánica coquizada y 
sustituyen en secuencia 
creciente a la materia 
carbonosa primero, y luego, en 
varias ocasiones, a las 
sustituciones anteriores, (viñeta 
8) aportando color (presencia 
de cobre, vanadio y otros 
metales), desde los tonos claros 
y tímidamente azulados, a los verdes y francamente turquesas al final. 
 
 
 
Pectolita temprana mostrando una textura 
fluidal 
Se aprecia el avance de la fase mineralizadora y toda la 
roca se encuentra totalmente pectolitizada 
 
Con la deposición de materiales piroclásticos (fenómeno volcánico explosivo) finales, 
finaliza la actividad volcánica (viñeta 9), hundiéndose esta parte de la corteza terrestre, 
siendo invadido el territorio por el mar y depositándose encima una potente serie de calizas 
en el periodo eoceno. La estructura actual del yacimiento se encuentra totalmente afectada 
por la fase de deformación ligada a la falla del río Cito y el apilamiento de las escamas 
tectónicas (fragmentos en forma de láminas que se apilan), en cuyo interior se emplazan 
las dispersiones y concentraciones de pectolita coloreada (viñeta 10). Es decir, hacen surgir 
a la superficie las lavas ocultas debajo de las calizas terciarias. 
 
 
1 
 
2 
 
 
3 
 
 
4 
 
 
5 
 
 
Volcanismo básico 
subaéreo (edificio basáltico 
emergido del océano) 
Flujo de ladera 
Enterramiento del suelo 
antiguo con restos vegetales 
Carbonización de la materia 
orgánica 
Ascensión de la pectolita (Larimar) 
a través de venas y fracturas) 
Proceso de sustitución y 
relleno por pectolita 
6 
 
 
7 
 
 
 
 
8 
 
 
9 
 
 
10 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tectónica final: los basaltos 
surgen debajo de las calizas por 
apilamiento de escamas (“flor 
tectónica” ligada a la falla del 
río Cito) 
Calizas eocenas 
Basaltos con 
paleosuelos con 
Larimar 
Piroclastos 
 
	Esbozo de la geología del Larimar en la Sierra de Bahoruco

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