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Fundamentos de Geografía

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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
FUNDAMENTOS DE GEOGRAFÍA
Fernando Molinero Hernando
Catedrático de Análisis Geográfi co Regional.
Dpto. de Geografía. Universidad de Valladolid
Curso 2013-2014
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
TEMARIO:
1. Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co: las bases ecológicas y la ocupación, explo-
tación y organización del territorio por las sociedades históricas y actuales.
2. La población mundial: el equilibrio inestable entre población y recursos
3. Los espacios rurales: evolución y caracterización.
4. Los espacios urbanos: el proceso de urbanización mundial y la situación y problemas de las 
sociedades urbanas y de la ciudad contemporánea.
5. Las consecuencias de la acción humana sobre el medio natural: Desarrollo Sostenible y 
deterioro ambiental.
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
TEMA I
Naturaleza y caracteres
del espacio geográfi co
Las bases ecológicas y la ocupación, explotación y organización
del territorio por las sociedades históricas y actuales.
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
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ces/8258024-1320950747192/8260293-1322665883147/Overview_Spanish.pdf
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sión en 2005)
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ción en la esfera del agua. Barcelona, Planeta SA (Lunwerg). 
1. Introducción. Los caracteres del espacio geo-
gráfi co y la Geografía
El espacio geográfi co es un espacio físico, ocupado por gru-
pos o sociedades humanas que lo explotan y lo organizan según 
sus intereses, sus capacidades técnicas, su modelo económico, 
político y social. Es un espacio, por tanto ordenado y cambiante, 
cuyo orden evoluciona y cambia al ritmo que lo hacen las socie-
dades que lo aprovechan.
Es, ante todo, un espacio físico-ecológico, pues la superfi cie 
terrestre es el escenario en el que se desarolla la vida humana, con-
dicionada por el relieve, por el clima, por los suelos y la vegetación 
propios de cada territorio. Pero es, al mismo tiempo, un espacio hu-
manizado, ocupado por sociedades que lo transforman y lo organi-
zan. Históricamente, los factores ecológicos han condicionado fuer-
temente el grado de ocupación, aprovechamiento y transformación 
territorial. Sin embargo, a medida que avanza el desarrollo técnico, 
la Humanidad es capaz de explotar el medio ecológico hasta tal gra-
do que lo convierte en un espacio degradado y cualitativamente dis-
tinto al original. Por ello, el espacio geográfi co es un producto social.
El análisis del medio físico, del espacio humanizado, de los 
factores que inciden en la confi guración del territorio y del paisaje 
actual constituirá nuestro primer objetivo, sin olvidar que la orga-
nización territorial actual se basa no sólo en las transformaciones 
habidas en el pasado histórico, sino también en el gran papel que 
juegan los procesos de mundialización económica recientes, que 
obligan a cada territorio a una especialización productiva basada 
en las ventajas comparativas que tiene con respecto a los demás.
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
en una ciencia positiva a partir del siglo XIX, en el que empieza a 
cristalizar como una rama moderna del saber científi co, integrado 
en las disciplinas universitarias, sin perder la vertiente práctica o 
técnica, visible en la permanencia de asignaturas instrumentales 
(SIG sobre todo) y en otras como la Ordenación del Territorio, 
que no representa más que una geografía regional aplicada. 
2. Un espacio físico-ecológico contrastado
Los distintos enfoques y perspectivas geográfi cas no encu-
bren el objetivo esencial de la Geografía, que es el estudio del 
territorio y de su organización, con sus funciones y disfunciones, 
y con las relaciones y fl ujos que mantienen los grupos humanos 
que lo ocupan con otras sociedades de otros ámbitos territoriales.
Los grupos humanos que han habitado la tierra han ocupado en 
cada momento histórico las áreas más favorables para su desarrollo 
vital. Era lo que los griegos llamaban ecúmene y anecúmene o espacio 
habitable e inhabitable, que, en buena medida, depende de las con-
diciones físicas del espacio, tanto del relieve como del clima, de las 
aguas y de la vegetación. Las sociedades avanzan y, en su progreso, 
van superando obstáculos físicos y convirtiendo espacios antaño inha-
bitables en habitados hogaño, por mor del desarrollo técnico.
2a. Ecúmene y anecúmene
Los griegos distinguían esos dos tipos de espacios: el ecú-
mene y el anecúmene. El primero era el espacio habitado, cono-
cido y recorrido, en el que se podía vivir y se desarrollaba la vida 
humana. El segundo era el espacio desconocido, ignoto e inha-
bitado, por inhabitable. Los contrastes eran consustanciales al 
espacio, contrastes sobre todo ecológicos, tanto en sentido geo-
morfológico como climático, tanto en lo relativo al relieve terrestre 
como a sus climas y sus diferencias de vida vegetal y animal.
No obstante, antes de entrar en la caracterización del espa-
cio geográfi co, conviene dejar claro cómo lo han estudiado las 
distintas ramas de la Geografía. La “geografía” es la ciencia que 
estudia la tierra, como corresponde al contenido etimológico de 
la palabra (del griego γή = tierra y γραφειμ= describir) Pero la 
“descripción” era un análisis de arriba abajo, exponiendo de una 
manera ordenada y jerarquizada los elementos componentes, 
sus características y sus funciones.
De acuerdo con la interpretación de los griegos, la Geogra-
fía era la ciencia de la tierra, de la localización de los lugares, 
con sus coordenadas; era una ciencia aplicada al servicio de la 
Humanidad, que pretendíasituar los elementos espaciales: los 
montes, los ríos, las ciudades, los pueblos, los edifi cios, los luga-
res singulares. Desde entonces, y a lo largo de la Historia, ha sido 
una ciencia aplicada, que ha ido evolucionando hasta convertirse 
GEOGRAFÍA:
1- GENERAL: -Física: -Geomorfología
 -Climatología
 -Hidrogeografía
 -Biogeografía
-Humana: -Integrada: -Rural
 -Urbana
 -Sectorial: -Población
 -Económica
 -Política
 -Agraria
 -Industrial
 -Servicios…
2- REGIONAL
 -Descriptiva (Regional del Mundo)
 -Geografía Regional
 -Diversas escalas y enfoques
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
Los desiertos, cálidos o fríos, las altas altitudes... formaban 
parte de los espacios inhabitados, mientras que las montañas y 
llanuras de las zonas templadas integraban el mundo conocido y 
ocupado: un mundo de fuertes contrastes ecológicos, pero habi-
table y habitado. El relieve, con sus llanuras y elementos monta-
ñosos, con sus problemas de accesibilidad, era el primer factor 
reductor del ecúmene; incluso las altas cumbres se consideraban 
morada de los dioses. Hoy, cuando la técnica ha permitido cono-
cer y, en cierta medida, controlar el territorio mundial, no existi-
rían los anecúmenes, pero es evidente que sí, como lo corrobora 
la propia existencia de enormes espacios deshabitados o poco 
habitados en función de factores ecológicos. Territorios como el 
de la Antártida o el interior de Groenlandia o los altiplanos tibe-
tanos, o el interior del Sáhara o el Namib aparecen como claros 
anecúmenes, en los que el clima y el relieve ejercen un papel 
decisivo, aunque nunca determinante.
2b. Un relieve terrestre contrastado, integrado por gran-
des elementos o morfoestructuras
El relieve, es decir, las formas y disposición de la superfi -
cie terrestre, está esencialmente compuesto de diversos tipos de 
montañas y llanuras.
Entre las primeras, debemos destacar las cordilleras jóve-
nes, de plegamiento, que corresponden a las grandes cadenas 
montañosas del mundo, formadas sobre antiguos geosinclinales 
-fosas marinas- en las que se depositaron enormes cantidades 
de sedimentos, involucrados posteriormente en la tectónica ter-
ciaria. Se levantan a partir del empuje de las placas tectónicas, 
que se deslizan sobre el magma subcortical y, al chocar, se 
“arrugan”, subduciendo una de las placas por debajo de la otra 
y dando lugar a los plegamientos en capas, mantos y escamas 
de corrimiento, al levantamiento de grandes masas y paquetes 
líticos. Los dos conjuntos más típicos son la gran cordillera que 
va desde los Pirineos, pasando por los Alpes, por los Cárpatos... 
hasta enlazar con los Himalayas, en sentido zonal y que, sobre 
una vasta zona de la tierra, integra grandes cadenas montaño-
sas, muy diversas y contrastadas. El otro gran conjunto es el 
que va desde Alaska a la Patagonia, en sentido meridiano, con 
altitudes también muy elevadas, con una destacable diferencia: 
está constituida por placas continentales en el este y por placas 
de corteza oceánica en el oeste, lo que impide la simetría propia 
de las cordilleras intracontinentales.
La formación de estas cordilleras obedece al desplazamien-
to de las placas desde las dorsales oceánicas, que son franjas de 
acreción, o de creación de corteza superfi cial, hacia los continen-
tes. Así, la dorsal medio-atlántica y la dorsal del Pacífi co oriental 
empujan, en sentidos encontrados, contra las placas continenta-
El relieve de EspaEl relieve de Españñaa
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
les americanas y hacen surgir las cordilleras Rocosas y Andinas, 
además de macizos antiguos, como los Apalaches estadouni-
denses o las Sierras atlánticas de Brasil.
En estas cordilleras hay gran diversidad de formas, de 
altitudes, de relieve, de modelado, de composición lítica... Pero 
siempre se trata de cordillerras jóvenes, con hasta unos 70 M 
años, cuyos materiales, sedimentados en antiguas cuencas ma-
rinas de vastas dimensiones, han sido levantados y plegados, 
involucrados en la tectónica Cenozoica (Terciaria) y que se man-
tienen vivas hasta la actualidad (véase la trama nº 3 del mapa 
del mundo sobre zócalos, macizos antiguos y cordilleras alpinas). 
En la Península Ibérica hay dos cordilleras de plegamiento: los 
Pirineos y las Béticas y, aunque la Cantábrica y la Ibérica están 
cubiertas por corteza sedimentaria plegada, responden a un mo-
delo mixto de pliegues y bloques levantados y hundidos.
Frente a este conjunto de cordilleras jóvenes en edad y en 
materiales, están las cordilleras jóvenes, de materiales viejos, 
conocidos como “macizos antiguos”, o de bloques (cfr. trama 
nº 2 de la fi gura sobre zócalos, macizos antiguos y cordilleras 
alpinas). Son cordilleras cuyos materiales, a menudo plutónicos, 
tienen más de 150 o 300 M años. Han sido la base de antiguas 
cordilleras arrasadas y su zócalo, afl orante en la superfi cie, ha 
sido involucrado de nuevo en la tectónica alpina o andina. Un 
ejemplo de este tipo de cordilleras es el mal llamado “Sistema” 
Central (= “Cordillera Central”) en España o el Macizo Central 
en Francia o el Macizo Esquistoso Renano en Alemania... Son 
cordilleras jóvenes sobre materiales viejos, a base de granitos, 
cuarcitas, pizarras..., es decir, rocas plutónicas y metamórfi cas.
Frente a las cadenas montañosas, las llanuras ocupan otra 
gran parte de la superfi cie terrestre, bien en forma de penilla-
nuras y zócalos de antiguas montañas, escudos, cuencas y de-
presiones sedimentarias, acumulaciones detríticas y dunares en 
playas e interiores desérticos...
Los escudos son las llanuras más antiguas y extensas. Co-
rresponden a las raíces de viejas montañas arrasadas, que no han 
vuelto a ser involucradas en la tectónica terciaria o posterior. Es el 
caso del gran escudo canadiense, del escudo siberiano... Se distin-
guen por su rigidez, pos sus materiales plutónicos o metamórfi cos, 
por sus malos suelos, muy ácidos generalmente. Las penillanuras 
constituyen un tipo de relieve de la misma naturaleza pero a escala 
Fuente: García Fernández, 2006, p. 45
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
menor. Es el caso de las del oeste de Salamanca y Zamora, o de 
Cáceres y Badajoz. Su relieve no es completamente llano, sino que 
una red de arroyos o ríos, con sus valles y “riveras” forma un segun-
do nivel de llanuras más bajas, aunque de poca extensión.
Las cuencas y depresiones sedimentarias no son más 
que acumulaciones de materiales erosionados, arrastrados y de-
positados en fosas marinas o continentales a lo largo de milenios 
y millones de años, que aparecen como llanuras integradas por 
capas de distinta composición química, grosor, aspecto y textura. 
La Cuenca sedimentaria del Duero, constituye un buen ejemplo, 
con una profundidad superior a un kilómetro de espesor, com-
puesta por arcillas, margas, calizas arenas, areniscas y otro tipo 
de materiales. Las formas, extensión y profundidad de las cuen-
cas y depresiones varían enormemente, pero en todas ellas se 
ha producido una decantación de materiales a lo largo de distin-
tos periodos o episodios geológicos.
Finalmente, las acumulaciones detríticas y dunares en 
playas e interiores desérticos son formas de relieve sedimentario 
de mera decantación por gravedad, removidas por la erosión hí-
drica o eólica que recubren vastas superfi cies en algunos medios 
ecológicos singulares El mapa adjunto del relieve terreste pue-
de ayudar a situar los elementos más grandes y destacables de 
las morfoestructuras o grantes formas de relieve (véase p. 8) e, 
igualmente, los grandes conjuntos morfoestructurales de Castilla 
y León representan una síntesis y muestra de la historia geológi-
ca de la tierra (véase fi gura adjunta en esta misma página)
El estudio de la dinámica de la corteza terrestre, de sus 
formas, de su modelado, de su composición... no es baladí, 
puesto que determina gran cantidad de aspectos ecológicos, 
sobretodo los relacionados con la composición química de los 
suelos, además de su con su profundidad, que han condicio-
nado largamente el aprovechamiento y explotación del terre-
no por los grupos humanos. Al mismo tiempo, el relieve es el 
responsable de las diferencias climáticas regionales, pues las 
montañas interfi eren en la dinámica atmosférica, modifi cando 
la cantidad de lluvia y provocando diferencias térmicas de gran 
entidad y valor.
2c. Un espacio contrastado pluviométricamente
Como se observa en el mapa de precipitación media anual 
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(1961-90), la mayor cantidad de lluvia cae en las bajas latitudes, 
entre 10 o N y S, seguidas de las zonas templadas, dependiendo, 
además de su exposición a barlovento y sotavento de las monta-
ñas. La menor cuantía de las precipitaciones tiene lugar en latitu-
des peritropicales desérticas y en las altas latitudes polares. Esta 
distribución no es caprichosa, sino que obedece a una dinámica 
atmosférica propia de cada zona, dominio y región planetaria, 
pero que no podemos explicar aquí.
Tan sólo quiero insistir en que las zonas ecuatoriales tienen 
los máximos pluviométricos durante el verano astronómico o es-
tación cálida, desplazándose la Convergencia Intertropical (CIT) 
hacia el hemisferio sur en diciembre/enero y hacia el norte en 
julio/agosto. Puede verse, así, la mayor precipitación en el sur de 
África en enero y la menor en julio, de modo que los climas in-
tertropicales están sometidos a una estacionalidad pluviométrica 
marcada por la aridez en el invierno astronómico y la abundancia 
de lluvias en el verano. Tan sólo una estrecha franja ecuatorial 
se libra de esa marcada estacionalidad por disponer de lluvias 
prácticamente a lo largo de todo el año; aunque esta circunstan-
cia sólo afecta a una pequeña franja de en torno a 5 º N y otros 
tantos S, que, además, tiene pequeñas fases de sequía.. 
La precipitación media mundial se estima en 973 mm, o 
496.100 km3 por año (resultante de multiplicar los 510 millones 
de km2 de la superfi cie terrestre por la altura media de la precipi-
tación). La cantidad de precipitación depende, en principio y di-
rectamente, de la latitud; así, en un análisis holosférico por zonas 
de 30º de latitud, obtendríamos el siguiente resultado: entre 0 y 
30º un valor medio de 1.180 mm; entre 30 y 60º de 908 mm; y 
entre 60 y 90º de 380 mm (Bethemont, 1980). Sin embargo, estas 
medias encubren una fuerte irregularidad, debido a los factores 
que perturban la circulación de las masas de aire en la atmós-
fera, de modo que existen dos zonas de máxima concentración 
Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, en Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, en www.klimadiagramme.dewww.klimadiagramme.de
Precipitación media anual 1961Precipitación media anual 1961--90 (en 90 (en mmmm))
tp://www.ce.utexas.edu/prof/maidment/
las/webfiles/precip.htm
gital Atlas of the World Water Balance 
Precipitación en 
África en enero y en 
julio
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
de la precipitación, localizadas en las franjas de la CIT, por 
un lado, que reciben más de la mitad de las precipitaciones 
mundiales, con alturas superiores a los 2.000 mm (como en 
las cuencas del Amazonas y Orinoco, en la del Zaire, en el 
golfo de Guinea, en las islas del mundo indonesio y malayo 
y Gates occidentales), y en las latitudes medias, por otro, 
barridas por los fl ujos del oeste, como en los Andes meri-
dionales o en el NO de Europa y América del N (Cfr. mapa 
mundial de precipitación media anual 1961-90 en p. 10). En 
todas ellas cae mayor volumen de agua sobre los océanos 
que sobre los continentes.
Existe, pues, una zona tropical húmeda de máximas 
precipitaciones, que se acompaña de zonas tropicales ári-
das, particularmente en África septentrional y SO de Asia, y 
secundariamente en América del N. y en el hemisferio aus-
tral. A estas se suman otras dos zonas áridas, derivadas de 
la circulación general de la atmósfera y de las bajas tempe-
raturas, que se corresponden con las altas latitudes en los 
dos hemisferios.
En la distribución de las precipitaciones no se deben olvi-
dar otros aspectos de interés, como la importancia que tienen 
la proximidad o lejanía del mar, el papel de las lluvias orográ-
fi cas, la incidencia de la exposición a barlovento y sotavento 
respecto a los fl ujos de aire dominantes, las consecuencias 
inducidas por las corrientes marinas frías y cálidas...
Igualmente, y desde una perspectiva de uso y ordena-
ción de los recursos hídricos, hay que valorar la intensidad 
y la frecuencia de la precipitaciones. La primera se defi ne 
como el volumen caído por unidad de tiempo. Es normal, en 
este sentido, que los intensos aguaceros produzcan más 
daños que benefi cios, por su capacidad de arrastre del sue-
lo y por las inundaciones que generan. La frecuencia es la 
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
Precipita-
ciones en 
España
Tomado de 
Molinero et al. 
(coords.): Atlas 
de la España 
Rural, MAPA, 
2004
lugar a diversas regiones climáticas según la altitud, la situación 
y la proximidad o lejanía del mar. Por el contrario, el dominio at-
lántico, que afecta a poco menos de un 20% del territorio, co-
rresponde a un clima suave y lluvioso todo el año, con diversas 
situaciones según la latitud, la exposición... La franja que separa 
a uno de otro queda recogida en el mapa adjunto de ocupaciones 
del suelo según el CLC 2006 (elaborado por F. Molinero)
En los climogramas, o diagramas ombroclimáticos, adjuntos 
se observa la diversidad de precipitaciones y temperaturas, de-
pendiendo en gran medida de los factores citados, pues observa-
torios como el de Santiago de Compostela, con clima oceánico, 
alcanza precipitaciones del orden de los 2.000 mm anuales, que 
repetición de un fenómeno en el tiempo. En este sentido, se uti-
liza el concepto de “periodo de retorno”, que se aplica al lapso o 
duración temporal media que tarda en repetirse un tipo singular o 
excepcional de precipitación o fenómeno atmosférico; por ejem-
plo los periodos de retorno de una gota fría, de una inundación, 
de heladas extremas o nevadas abundantes, de ciclones...
En el territorio español, podemos comprobar la existencia de 
dos dominios climáticos contrastados (tres si añadimos el subtro-
pical canario). La Península Ibérica, por encontrarse en latitudes 
intermedias, tiene un clima predominante de tipo subtropical: el 
mediterráneo, de temperaturas suaves, aridez estival y precipita-
ciones escasas. Afecta a más del 80% del territorio español y da 
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
también se alcanzan en las serranías de Grazalema y Ubrique en 
Cádiz, bajo un clima mediterráneo con aridez estival prolongada 
(véase pág. 11).
La cuantía de las precipitaciones es un factor fundamental 
para el desarrollo de la vida. En este sentido, no debemos olvidar 
que hay un valor crítico -los 300 mm o litros/m2-, que determina 
la aridez. Allí donde se supera ese volumen de precipitación no 
llega el desierto, por cuanto la naturaleza es capaz de crear una 
cobertera vegetal de hierbas, arbustos e incluso árboles, siem-
pre que la acción humana o animal no se lo impida, mientras que 
por debajo de ese umbral crítico se desarrolla el desierto, las 
tierras incapaces de progresar en vida vegetal o animal (Morgan, 
R.P.C., 2005)
El mapa adjunto de paisajes agrarios de la Península ibérica 
(p. 12) nos permite comprobar la extensión e importancia del bos-
que, de los matorrales, de los pastos y de los campos de cultivo, 
tanto en el dominio mediterráneo como en el atlántico.
Las lluvias son tanto más aprovechables cuanto menos eva-
poración se produce, factor que depende no sólo de la naturaleza 
de los suelos, sino sobre todo de la cantidad de calor de cada 
zona, dominio o región climáticaconcreta.
2d. Un espacio contrastado térmicamente
En este sentido, la distribución de las temperaturas, recogida 
en el mapa de temperaturas medias del año (1961-90), así como 
en los mapas mundiales de temperaturas medias en enero y julio, 
refl ejan bien a las claras los contrastes. 
Como referencia, Valladolid alcanza los 12º C de media 
anual, Málaga llega a los 18º C, que es ya una temperatura pro-
pia del mundo tropical. 
Los climas de zonas próximas al Ecuador tienen temperatu-
ras medias de en torno a los 22 a 26 ºC según altitudes, aunque 
en las montañas caen drásticamente. Las oscilaciones térmicas 
son aquí escasas y el ciclo vegetativo no se interrumpe estacio-
nalmente, hecho que sí sucede en las áreas tropicales, aunque 
esto se relaciona más con la disminución o falta de humedad que 
con la caída de las temperaturas, las cuales se sitúan en valores 
medios de entre los 18 y 22 ºC . Por debajo se abren paso las 
zonas templadas, que caen hasta los 10 ºC de media anual, valor 
que disminuye según la latitud, altitud y situación, para dar paso 
a las zonas frías, ya por debajo de los 10 ºC, con oscilaciones 
fortísimas dependiendo de la latitud, la continentalidad...
Al igual que para las precipitaciones destacábamos el umbral 
de los 300 mm, para las temperaturas medias hay que tomar como 
referencia el de los 10 ºC, pues es el umbral de las temperaturas 
activas, es decir de aquéllas a partir de las cuales, medidas sobre 
lapsos de 24 horas, entran las plantas en desarrollo.
Temperatura media anual 1961Temperatura media anual 1961--90 (en 90 (en ºCºC))
Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, en Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, en www.klimadiagramme.dewww.klimadiagramme.de
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
Obviamente, la incidencia de las temperaturas en la ocupa-
ción del territorio, en su explotación agraria, turística o industrial, 
en la construcción de infraestructuras... es evidente, por más que 
las técnicas puedan superar todos los obstáculos, pero no cabe 
duda de que cualquier ocupación humana del espacio debe tener 
en cuenta los factores naturales y su dinámica, porque, en caso 
contrario, los riesgos que se asumen pueden superar a las ven-
tajas que se obtienen. Muchos de los denominados desastres o 
riesgos naturales obedecen más a la invasión del dominio de la 
naturaleza por parte de las sociedades humanas que a fenóme-
nos omnicomprensivos, como el cambio climático, convertido en 
un cajón de sastre que sirve para explicar cualquier fenómeno 
natural pretendidamente anormal.
Sin pecar de deterministas, podemos hacer hincapié en el 
papel que han jugado los factores ecológicos para que España, 
por ejemplo, se haya convertido en uno de los primeros destinos 
turísticos del mundo, a partir del turismo de sol y playa. Es evi-
dente que sin la existencia de un empresariado capaz y dinámico 
y sin la inversión de ingentes sumas de capital en equipamientos 
necesarios tampoco lo habría conseguido, pero también es claro 
que el atractivo del sol y la playa ha sido el escenario de partida, 
sobre el que se ha montado la expansión turística en España. Lo 
mismo podríamos decir de las producciones hortícolas del Sureste 
español, que se ha convertido en la huerta de Europa, merced a 
la explotación de las ventajas ecológicas relativas que ofrece ese 
rincón subárido peninsular.
Tampoco se puede olvidar el papel decisivo que juega el cli-
ma en la formación de recursos hídricos, hoy fuente constante de 
confl ictos. La disponibilidad hídrica es una función de las precipi-
taciones y las temperaturas, de modo que aproximadamente los 
dos tercios de las precipitaciones caídas en España se pierden 
por evapotranspiración (ET), por lo que tan sólo disponemos de 
Temperatura media de enero 1961Temperatura media de enero 1961--90 (en 90 (en ºCºC))
Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, (Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, (www.klimadiagramme.dewww.klimadiagramme.de))
Temperatura media de julio 1961Temperatura media de julio 1961--90 (en 90 (en ºCºC))
Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, en Datos: IPCC, Panel Internacional sobre el Cambio Climático, en www.klimadiagramme.dewww.klimadiagramme.de
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
unos 111,3 km3 anuales como Recursos Hídricos Internos Renovables Anuales (RHI-
RA), en forma de escorrentía y almacenamiento subterráneo. Así, si observamos el 
climograma de Almería, comprobaremos que no hay ningún mes en el que las precipita-
ciones superen el doble de las temperaturas, (defi nición de “aridez” de Gaussen), por lo 
que estaríamos en la antesala del desierto. Valladolid, en cambio, no llega a los cuatro 
meses áridos.
Obviamente, las temperaturas cuentan no sólo por la cantidad de calor, sino tam-
bién por cómo se distribuye a lo largo del año y de los días, pues las heladas propias 
de las tierras altas del interior peninsular durante los meses invernales e incluso prima-
verales, representan factores muy negativos para los aprovechamiento agrarios, espe-
cialmente para los de cultivos termófi los, como 
las plantas hortícolas o los frutales. De ahí que 
la explotación del medio ecológico mediante 
aprovechamientos agrícolas, ganaderos, mi-
neros o de otro tipo, deba hacerse siempre de 
la manera más ajustada posible a las condi-
ciones que ofrece el medio natural, pues es el 
único modo de realizar el desarrollo sostenible 
que hoy tanto se defi ende, propugna y reivindi-
ca. Un desarrollo que, al margen de la sosteni-
bilidad que tenga, ha dado lugar a una intensa 
humanización del espacio terrestre.
3. Un espacio ocupado y humani-
zado
A la diversidad ecológica del espacio te-
rrestre se suma la diversidad en el grado de 
ocupación y humanización, de tal manera que 
los contrastes territoriales más llamativos son 
de índole humana. El grado de ocupación y, 
por consiguiente, de humanización es un fac-
tor de gran trascendencia en la organización 
espacial. La densidad, los caracteres de la 
población, su capacidad técnica y económica, 
su forma de organización política y social son 
factores decisivos. 
El ritmo histórico de ocupación humana 
del espacio ha sido lento, muy lento. Se esti-
ma que en la época romana no había más que 
unos 250 M hb sobre la tierra, que llegaron a 
500 a comienzos de la Edad Moderna; estos 
tardaron medio milenio en multiplicarse por 
Tomado de Molinero et al. (Tomado de Molinero et al. (CoordsCoords.): Atlas de la España Rural, MAPA, 2004.): Atlas de la España Rural, MAPA, 2004
1616
16
Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
dos, llegando a 1.600 M en 1900 y disparándose el creci-
miento a lo largo del siglo XX, sobre todo con la explosión 
demográfi ca posterior a la II Guerra Mundial, de modo que 
en 1950 la Humanidad sumaba 2.500 M hb, que han pasa-
do a los 7.100 M estimados a fi nales de 2012 y a los 7.182 
a fi nales de 2013.
El ritmo creciente de ocupación del espacio terrestre 
no ha afectado a todos los territorios por igual, sino que 
ha habido procesos diferenciados, que han primado es-
pecialmente a los pueblos asiáticos, quienes han tenido 
un crecimiento y una concentración extraordinaria de sus 
poblaciones; así tan sólo China e India acumulan el 36,7% 
de la población mundial y si les sumamos Indonesia, Pa-
kistán y Bangladesh, tan sólo estos 5 países totalizan el 
45,4% de los habitantes de la tierra. En efecto, el sur y 
este de Asia es hoy uno de los grandes focos mundiales 
de población, donde la acumulación ha sido y sigue siendo 
fortísima, con la particularidad de que cuentan con gran-
des espacios vacíos, como el Tíbet, el Gobi, el Rajastán 
indio, las selvas tropicales de Borneo (Kalimantan)..., lo 
que da mayores contrastes demográfi cos entre regiones 
muy pobladas, que viven esencialmente dela agricultura, 
frente a otras de bajísimas densidades, a menudo ancla-
das en situaciones tradicionales y dependiendo también 
de la agricultura para su supervivencia.
El mapa de distribución de la población mundial por 
países nos permite discernir estos aspectos, como asimis-
mo la magnitud de las poblaciones europeas frente a la 
relativamente escasa entidad de las americanas o africa-
nas. Podemos decir que los contrastes en la población 
y el poblamiento son brutales, tanto a escala continental 
como nacional o regional; aspectos que desarrollaremos 
Los 10 mayores países del mundo, por población, en 2012, según PRB, y proyecciones a 2050.
Cuadros de abajo: tasa de fecundidad total = nº de hijos por mujer al cabo de su período fértil.
17
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
en el tema siguiente, sobre población y recursos, por lo que aho-
ra sólo lo dejamos planteado.
Sin embargo, sí debemos destacar ahora que esos contras-
tes poblacionales hacen que el 64% de las tierras emergidas 
tenga densidades inferiores a 2 hab/km2, en tanto que los dos 
tercios de la humanidad viven en tan sólo 1/10 de esa porción de 
la superfi cie terrestre (Thumerelle, 1995, 80). Estos aspectos son 
más visibles en el mapa de puntos adjunto, en el que se aprecian 
claramente los grandes vacíos y acumulaciones humanas a prin-
cipios de los años 1990.
Esos mismos contrastes de ocupación se observan en España, 
principalmente en la Ibérica, Cantábrica, Pirineos y penillanuras del 
oeste. No podemos, en este sentido, relacionar las bajas densida-
des con el clima, el frío, u otros factores ecológicos, aunque siempre 
representan un condicionante de la ocupación humana. Las cau-
sas de estas disparidades hay que buscarlas, más bien, en factores 
históricos. Aunque, en el pasado, los espacios que mejores condi-
ciones ofrecían para los aprovechamientos agrarios solían coincidir 
con los más poblados, en el mundo actual pesa más la tradición, la 
técnica, o la ordenación territorial que cada gobierno (con su modelo 
político-territorial) prima en cada circunstancia.
Es evidente que el grado de ocupación del espacio conlle-
va una fuerte impronta humana y una transformación, a veces 
radical, del medio ecológico. Históricamente, las mayores trans-
formaciones se han debido a la agricultura, mediante las rotura-
ciones de bosques, montes u otras formaciones vegetales para 
la creación de campos de cultivo y pastos, sin tener en cuenta la 
creación de ciudades e infraestructuras que, por su escaso nú-
mero y dimensiones, han tenido muy poca incidencia.
3. Un espacio de contrastes agrarios
Si la agricultura representa hoy el pariente pobre de la eco-
1818
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
nomía, no se debe olvidar que todavía da empleo a alrededor de 
un 40% de la población activa mundial (42% en 2006; 39,85% en 
2010), por más que aporta una parte pequeña al Producto Mun-
dial, el 3,2% según la FAO (Anuario FAO de Producción 2010), si 
bien en los “Países en Desarrollo” llegaba al 11,9%, mientras sólo 
al 2,6% en los P. Desarrollados; y el comercio agrario tan sólo 
aporta un 1,7% al Producto Bruto Mundial (Anuario Estadístico 
FAO 2005-2006).
Es muy llamativa la dispar carga demográfi ca en los terrotrios 
del mundo, que va desde densidades de en torno a 800 hab/km2 
que viven de la agricultura, hasta otras de tan sólo 2 o 3. Una carga 
demográfi ca elevada va acompañada de una fuerte presión sobre 
la tierra, que se traduce en un acondicionamiento y una organiza-
ción singulares y hasta espectaculares, como sucede en las la-
deras de fuertes pendientes abancaladas, en los campos de arroz 
en los que se controla el agua mediante diques, presas, azudes y 
obras de distribución ingeniosas, en los espacios transformadosio 
hasta límites insospechados, como podemos comprobar en me-
dios áridos, de los que Canarias ofrece buenos exponentes. En 
estos aspectos profundizaremos en los capítulos posteriores, por 
lo que aquí tan sólo los dejamos enunciados. 
Obviamente, las disparidades y contrastes en el campo apa-
recen más claros y se acentúan en las ciudades, donde este tipo 
de poblamiento totalmente artifi cial da cobijo a algo más de la 
mitad de la humanidad, con una progresión creciente e impara-
ble, que afecta a un territorio muy limitado en extensión y con una 
densifi cación aguda y hasta crítica.
 4. Un espacio de contrastes urbanos
 Como apunta Thumerelle, la ciudad aparece como la 
forma de poblamiento más efi caz que ha producido la sociedad 
para que vivan en un mínimo de espacio un número elevadísi-
mo de seres humanos. Aglomeraciones como Tokio, con más de 
25 millones de habitantes, continúan creciendo y fagocitando al 
espacio rural. En menos de un 2% del territorio habitado vive la 
mitad de la población humana, asentada en muy diversos y con-
trastados medios urbanos
Desde las megalópolis hasta las pequeñas ciudades de un 
sólo núcleo hay toda una gama de tipos urbanos, cuyas carac-
terísticas obedecen al medio ecológico en el que se encuentran, 
pero sobre todo a la cultura o civilización que las creó en cada 
momento histórico. Un sinfín de formas, de planos, de estilos ar-
quitectónicos, de articulación, segregación y división de espacios 
funcionales y residenciales caracterizan a las ciudades. Desde 
las densísimas ciudades asiáticas, con dos planos de ocupación 
(el superfi cial y el subterráneo), desde los CBDs (Central Busi-
ness Districts) de las ciudades anglosajonas a los laberintos de 
las ciudades árabes, desde las cuadras de los barrios en América 
del Sur a las ciudades camineras o las ciudades inorgánicas, de 
barrios tortuosos, surgidos por acreción de espacios más que por 
planifi cación y control, hay distancias abismales, como tendre-
mos ocasión de analizar más adelante.
Sin embargo, la ciudad actual, en crecimiento permanente, 
está adquiriendo un cierto carácter homogéneo, que se deriva 
básicamente del capitalismo global y de las condiciones en que 
se desenvuelve
5. Un espacio “globalizado”
Desde los años 1990 asistimos al progreso imparable de la 
mundialización. Hay unas fases o precedentes que lo sostienen, 
aunque desde esos años, los cambios cuantitativos han provoca-
do, a su vez, modifi caciones sustanciales, cualitativas, que nos 
permiten hablar de la era de la globalización, en la que podemos 
establecer varias fases:
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Fundamentos de Geografía - F. Molinero
1- Internacionalización de la economía
-Exportación de mercancías y especialización terri-
torial (1780-1900)
2- Transnacionalización económica (1900-1980/90) 
-2ª Revolución industrial
-Independencia política (200 estados) y dependen-
cia económica
3- Globalización (1980/90- 2009…)
-Liberalización de los mercados
-Privatización del sector público
-Procesos de ajuste estructural para las econo-
mías…
¿Qué es la globalización o mundialización? El mapa de In-
ternet en 2005 expresa de una manera aproximada el crecimien-
to global de los fl lujos telemáticos, con todas las consecuencias 
económicas, sociales, culturales...
Sylvie Brunel, por otro lado, nos da una respuesta sucinta: 
“Antes, los acontecimientos que se daban en el mundo no eran 
dependientes entre ellos, ahora todos lo son” La observación es 
banal, excepto en el hecho de que quien la enuncia, Polibio, vi-
vió, en el siglo de II a. C. La mundialización, esta creación de un 
espacio interdependiente en el mundo, no es así nueva. Algunos 
incluso la retrotraen a la expansión de la especie humana por el 
planeta… Ya en el imperio romano, la primera mundialización fue 
organizada alrededor del Mediterráneo. Pero fue preciso esperar 
a los grandes descubrimientos, en el siglo XV, para asegurar la 
conexión entre las varias sociedades de la tierra y la instalación 
de esta “economía-mundo” descrita por el historiador Fernand 
Braudel.
Una mundialización centrada en el Atlántico culmina en el si-
glo de XIX: entre 1870 y 1914 nace un espacio del mundode los 
intercambios, comparable en su amplitud con la situación actual. 
Abertura de rutas de mar nuevas, con la excavación del canal de 
Panamá y del canal de Suez, duplicación de la fl ota mercantil y 
de la extensión del ferrocarril, multiplicación por 6 de los inter-
cambios, dispersión por el mundo de 50 millones de europeos, 
que pueblan las nuevas tierras y crean imperios coloniales in-
mensos…, el nacimiento de la mundialización tal como nosotros 
la conocemos hoy comenzó allí hace un siglo y medio. Pero el 
proceso no es lineal: la Primera Guerra Mundial, después la gran 
depresión de los años 1930 provocaron el auge de nacionalismos 
estatales, una fragmentación de los mercados, y la gran vuelta al 
proteccionismo. La mundialización no vuelve hasta la Segunda 
Guerra Mundial. La guerra fría y la constitución de los bloques 
paralizan entonces el mundo durante casi medio siglo.
Sin embargo, la mundialización actual está ya en marcha. 
Jacques Adda lo defi ne como “la abolición del espacio del mundo 
bajo la infl uencia de una generalización del capitalismo, con la 
desaparición de las fronteras físicas y ofi ciales.”
Según la OCDE, cubre tres etapas: 1- Internacionalización, 
es decir, el desarrollo de los fl ujos de exportación; 2- La trans-
nacionalización, que es la expansión de los fl ujos y de las inver-
siones y establecimientos en el extranjero; 3- La globalización, 
con la instalación de las redes del mundo de la producción y de 
la información, particularmente las NTIC (nuevas tecnologías de 
la información y de la comunicación). La mundialización actual, 
este “ proceso geohistórico de expansión progresiva del capita-
lismo a escala planetaria”, según la de formula Laurent Carroué, 
es al mismo tiempo una ideología -liberalismo-, una moneda -el 
dólar-, una instrumento –el capitalismo-, un sistema político -la 
democracia-, una lengua –el inglés-
En cada fase de la mundialización aparecen las mismas 
constantes: revolución del transporte y de los medios de comuni-
cación; papel estratégico de las innovaciones (las armas de fue-
2020
20
Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
go en el siglo XV, la contenedorización después de la Segunda 
Guerra Mundial, Internet desde los años 1990); papel esencial 
de los Estados, pero también de los agentes privados, desde el 
capitalismo comercial de la burguesía conquistadora en el Re-
nacimiento a las fi rmas transnacionales y a las ONG hoy. (¿Qué 
es mundialización?, por Sylvie Brunel, en http://www.scienceshu-
maines.com/_fr_15307.html (23/02/2007) 
Tras esta visión panorámica del espacio geográfi co mundial y 
sus caracteres, podemos concluir con un planteamiento sintético so-
bre la organización del espacio mundial y los factores que intervienen, 
desde el pasado remoto hasta la actualidad y su proyección hacia el 
futuro, tal como se aprecia en el gráfi co de la página siguiente.
The map features: 
1. International internet 
bandwidth, scaled by 
capacity—covering
backbones operated by 
more than 300 
international Internet 
carriers as of mid-2005 
2.Detailed inset map 
showing intra-European 
internet bandwidth 
3. Charts including 
international internet 
bandwidth growth, internet 
traffic and capacity growth 
forecasts through 2008, 
Gigabit Ethernet IP price 
declines, and interregional 
internet bandwidth 
4. Countries color-coded 
to show international 
internet bandwidth 
5. Dialing codes and 
internet domains for every 
country in the world 
6. Country tags color-
coded according to host 
density (Internet hosts per 
10,000 people)
21
Fundamentos de Geografía - F. Molinero
6. Hacia un espacio de regiones mundiales
 El mundo actual, cada vez más interconectado, tiende a 
una especialización productiva en aquellas “mercancías” en las 
que encuentra ventajas comparativas. Es una exigencia del mer-
cado-mundo. Evidentemente, los intereses de cada conjunto son 
muy diferentes, incluso encontrados, pero estamos asistiendo a 
una lógica inexorable de división y especialización internacional 
en la que cada “actor”, cada país, cada potencia juega sus ba-
zas. El mundo bipolar de los años posteriores a la II Guerra Mun-
dial se acabó con la globalización.
En ese período, que podemos hacer llegar hasta la caída del 
Muro de Berlín en 1989, las dos grandes potencias mundiales li-
deraban el bloque económico y social de los países desarrollados, 
bien diferenciado del resto, en el que el Tercer Mundo, o países 
subdesarrollados, se caracterizaban ante todo por la nimiedad de 
su tejido industrial. Tanto los países desarrollados como los subde-
sarrollados estaban integrados por conjuntos heterogéneos, dife-
renciados por su potencia, o importencia, técnica, derivadas bási-
camente de su capacidad industrial y de sus contrastes sociales.
Sin embargo, en el mundo globalizado de los años 1990 en 
adelante, se están consagrando una especie de regiones-mun-
do, asentadas en los límites de las fronteras nacionales, pero 
que trascienden cada vez más esas líneas para ajustarse a una 
economía-mundo, a un espacio sin fronteras. En este nuevo 
mapa regional del mundo, los países industriales continúan a la 
cabeza, aunque la industria representa ya un factor secundario, 
pues se ha ido desplazando principalmente al nuevo bloque de 
los países emergentes, que se han confi gurado como una tercera 
categoría entre los países desarrollados y los del Tercer Mundo 
más atrasado. En este bloque de emergentes destacan China, 
la India, Brasil y otro grupo de países del sur de Asia y algún 
latinoamericano, que a la larga, consolidarán el profundo cambio 
en la estructura regional del mundo introducido por la llamada 
“globalización”
La actual forma de organización y de relaciones del mundo 
ni está consolidada ni será la última, pues los cambios técnicos 
generan cambio económicos y sociales que constantemente se 
adaptan a los nuevos factores y estructuras mundiales. Esos 
cambios son cada vez más acelerados, porque los avances téc-
nicos se suceden sin parar. A modo de epílogo, en el esquema 
de la página siguiente pretende aportar una interpretación de la 
dinámica espacio/tiempo.
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Tema 1: Naturaleza y caracteres del espacio geográfi co
Fundamentos de Geografía - F. Molinero

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