Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Introducción Terminología Cómo usar este manual Por qué no has obtenido resultados anteriormente ¿Por qué nunca, o casi nunca, he conseguido nada destacable con la Ley de la Atracción, pese a que practico mucho? El Propósito He intentado muchas veces descubrir mi propósito en la vida pero creo que no lo he descubierto todavía ¿Es necesario saber mi propósito vital? ¿Cómo puedo descubrirlo? ¿Cómo se encuentra un propósito ¿Cómo encontrar MI propósito? Sesión de Brainstorming Pero ¿Cómo evito el autoengaño? Los Objetivos La lista de los deseos ¿Cómo establezco un objetivo indicado para mí? ¿Cómo pongo en marcha el objetivo? ¿Por dónde empiezo? ¿qué puedo elegir? ¿Cuántos objetivos puedo tener a la vez? ¿estaré pidiendo demasiado? ¿Por qué es necesario tener tantos deseos a la vez? Estoy hecho un lío ¿con qué opinión quedarse, muchos o pocos objetivos? La intención es lo que cuenta No importa el «cómo» sino el «qué» ¿Cómo conseguiré mi objetivo/intención? ¡Ojo a los “cómo” disfrazados de metas! Pero fantasear sobre cómo se cumplirá un deseo es inevitable «Cuando estoy entusiasmado no puedo evitar fantasear sobre cómo se cumplirá mi objetivo/intención ¿Por qué lo anulo de esa forma? ¿No se supone que el Universo es más listo que yo, por qué no me hace caso omiso y lo intenta cumplir a su modo?» Claridad y concreción Si estás pasando por un mal momento... Los límites del objetivo ¿Cómo de ambicioso puedo ser en mi objetivo/intención? Entonces ¿cuál es el equilibrio entre pedir demasiado e insuficiente? Realidad Objetiva El proceso por etapas y los eslabones de la cadena En secreto ¿Debo mantener mis objetivos/intenciones en secreto o compartirlos? Establecer un plazo de cumplimiento ¿Cuándo se cumplirá mi deseo? ¿debo establecer un tiempo límite para el cumplimiento de mi objetivo/intención? Tener fe en los objetivos ¿Cómo puedo tener fe en mis objetivos/intenciones? Las Afirmaciones Construyendo la afirmación perfecta ¿Cómo convertir mis objetivos/intenciones en afirmaciones que funcionen? “Siempre positivo, nunca negativo” ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué el Universo no diferencia positivo de negativo? Eliminar las desiderativas Que involucre tus propias acciones La extensión ¿Es mejor hacer una afirmación breve que cale bien hondo, o larga que recoja más detalles? Claridad y Concreción ¿Hago mi afirmación concreta y específica o más abierta para que me llegue lo que Dios/El Universo quiera? No establecer plazos ¿Debo establecer una fecha límite en mi afirmación? Incluir un factor emocional Incluir un verbo de acción Otras palabras clave para incluir en la afirmación. Sacarse un seguro. La coletilla final. El tiempo y el modo verbal Resolver los conflictos entre la intención y el subconsciente * UN IMPORTANTE COMENTARIO FINAL SOBRE LOS BLOQUEOS: Cómo afirmar Para las afirmaciones pronunciadas en voz alta ¿Alguna forma o posición en especial? Las afirmaciones escritas frente a las leídas y memorizadas ¿Leída, memorizada o escrita es más eficaz? Las tarjetas de cartón A mano o a máquina Afirmaciones en Audio El lugar donde afirmar ¿Dónde puedo afirmar? ¿Dónde es más recomendable? El momento en el que afirmar ¿Cuándo puedo o debo afirmar? Mejorar el momento: Meditación y nivel Alfa El número de repeticiones ¿Cuál es el número mágico de repeticiones que me hará obtener mis deseos? ¿Cuántas concretamente he de escribir? Técnicas para llevar la cuenta La Visualización Lo que es y lo que no es la visualización ¿Qué es exactamente la visualización? ¿Por qué se cumple lo que se visualiza? La diferencia entre las afirmaciones y la visualización ¿Qué es mejor, afirmar o visualizar? ¿Pero cómo saber si se te va a dar mejor la visualización o las afirmaciones? ¿Cómo visualizar más eficazmente? No fantasear ¿Por qué muchos visualizan con fotografías y dibujos? La técnica del Tablón de Logros ¿Qué es y cómo funciona (correctamente)? El mejor modo de usar el Tablón de Logros Entonces ¿cómo usar el tablón de logros si queremos mantener nuestros deseos a resguardo? Qué incluir en el Tablón de Logros El Tablón de Agradecimiento El Tablón de Logros y Agradecimientos Cuándo y dónde visualizar. Afirmaciones y Visualización, la combinación perfecta El Desapego Déjalo ir. El desapego frente a la obsesión ¿Cómo saber si me estoy “pasando” de practicar? ¿Cómo voy a dejarlo ir si parece que todo me va peor cuando empiezo a practicar con la Ley de la Atracción? Recurso 1: Tomárselo con filosofía Recurso 2: repetir una afirmación Recurso 3: considérate responsable ¡Combínalos! Lo que nunca funciona Resultados Las donaciones, el diezmo y el “Glad-Giving” como máxima expresión de desapego al dinero La Rutina La necesaria creación de un hábito Mi rutina diaria ¿Cómo conseguir una rutina? Si eres de los que les cuesta levantarse de la cama ¿Y si algún día me quedo dormido y no puedo hacer los ejercicios de primera hora porque llegaría tarde a mi trabajo? ¿Cuánto tardará en convertirse en un hábito? Las ayudas para conseguir un hábito Superar momentos de debilidad durante tu rutina Actuar como si ya fuera una realidad Pasar a la Acción «¿Cómo voy a saber si he de pasar a la acción cuando tengo una idea si se supone que he de intentar no averiguar el “cómo”?» «¿Cómo sabré si no he sido “yo” quien ha creado forzosamente esa idea para ajustarla a mis necesidades?» La retroalimentación: señales de conflicto y de cooperación Ejemplos de indicios positivos Ejemplos de indicios negativos Fluir con los indicios El Monitoreo ¿Por qué es tan importante llevar un seguimiento de mi progreso? ¿Cómo realizar el monitoreo? Resumen de todo esto El Protocolo 20/80 © Epílogo Bibliografía Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o hecha pública en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopiadora, microfilm o software, etc., sin el permiso escrito del autor. J. Blacksmith Schreiber © abril 2016. Todos los derechos reservados en todo el mundo. Protegido en Registros de la Propiedad Intelectual. Fuentes de Dominio Público: Nimbus Roman No9 L, ofrecida por URW++ y Goudy Bookletter 1, de Barry Schwartz . Impreso por CreateSpace, una compañía de Amazon.com. Disponible en formato e-book para kindle a través de Amazon.com y sus filiales. Más información en www.facebook.com/atraccionmasefectiva ISBN-13: 978-1533334091 ISBN-10: 1533334099 “Si este libro logra que una sola persona cumpla sus mayores anhelos o supere sus peores desdichas, habrá merecido la pena escribirlo”. Introducción Para quien no conozca la Ley de la Atracción, grosso modo, es la filosofía según la cual las emociones y los pensamientos asociados a ellas, conscientes o inconscientes, crean nuestra realidad; frente a la creencia habitual consistente en que el esfuerzo, el trabajo duro, la lucha y el empeño son las que pueden moldear las circunstancias a nuestra voluntad y hacer posibles nuestros objetivos. Nuestro cerebro (algunos autores se refieren al sistema nervioso, al subconsciente, al alma…) es como una emisora de radio que emite las “ondas” de pensamiento y el Universo (Dios/Divinidad...) atrae más de lo mismo. Según la teoría de la Ley de la Atracción, si piensas constantemente en un coche nuevo, lo atraerás. A partir de esta base, existen muchas variantes como el Pensamiento Positivo (si tienes pensamientos positivos atraerás lo positivo a tu vida) y una caterva de técnicas como las afirmaciones (si repites constantemente que tu objetivo ya es una realidad,lo atraerás) o la visualización (imagínate siendo poseedor de lo que deseas y lo atraerás) y son innumerables los libros, cursos, audios y documentales sobre todas ellas. Hay quien habla de los éxitos obtenidos por estos sistemas desde un punto de vista bastante increíble como el sistema hawaiano del Ho´oponopono mediante el cual todo se resuelve simplemente repitiendo «Lo siento mucho, por favor perdóname» y hay otros como el archifamoso Anthony Robbins que basan su teoría en comprobadas técnicas psicológicas como la Terapia Gestalt o la Programación Neurolingüística. Cuando mis amigos más escépticos comprueban los éxitos que he obtenido con la Ley de la Atracción suelen racionalizarlo con el hecho de que hacer afirmaciones o visualizar mis objetivos “simplemente” me hace estar más centrado y enfocado en lo que quiero y perseguirlo más concienzudamente… Bien… ¿Y qué? Me da igual si es por una cosa u otra, si es gracias a una Ley mágica, a Dios, al Universo, a una Conciencia Colectiva, al subconsciente o a nuestro maravilloso sistema nerviosos central. ¡El caso es que funciona! No sé si es magia o es ciencia pero ¡funciona! Sólo hay que seguir ciertos pasos en el orden correcto y de la forma correcta. Y lo sé porque lo he vivido y lo estoy viviendo. Pasé de ser un don-nadie que trabajaba hasta 15 horas diarias para que otros ganaran dinero sin mover un dedo (a cambio de un sueldo miserable) a tener una empresa propia de éxito sin volver a preocuparme del dinero y hacer simplemente lo que me apetece en cada momento, que ahora mismo es escribir y enseñar a otros lo que he aprendido para que puedan disfrutar igual que lo hago yo pero de una manera más rápida y efectiva. ¿Cómo puedo lograr más dinero/salud/amor/belleza? ¿Qué técnicas de la Ley de la Atracción son más efectivas? Estas mismas preguntas me las había estado haciendo yo los últimos 20 años. Visualización, emociones, afirmaciones, repetición, objetivos, logros, riqueza, éxito, salud, amor, pasión, energía, curación… son conceptos que se repiten una y otra vez en los más de mil libros que llevo estudiando y practicando durante todo este tiempo, desde mucho antes de que fuera mainstream gracias al documental y al libro de “El Secreto” y que se le pusiera un nombre: “Ley de la Atracción”. Llegó a mis manos gracias a un autor y editor canadiense llamado “Mark Fisher” que prometía grandes logros pecuniarios, amorosos, físicos y psicológicos aplicando unos pequeños ejercicios. La simplicidad de los mismos los hacía resultar increíbles pero los resultados eran milagrosos. Visto el éxito que obtuve con tan poco esfuerzo me dediqué a buscar obsesivamente más publicaciones que hablaran de lo mismo. Hoy en día existen muchas, pero en aquel entonces sólo las conseguía a través de pequeñas editoriales que imprimían dos o tres mil ejemplares en centro y Sudamérica. Y es que en los años 70 ya hubo una pequeña fiebre de éxito de este tipo de manuales de autoayuda que ha vuelto a resurgir, si bien, los conocimientos de éstos y aquellos se remontan a muchos años, e incluso siglos atrás, surgidos muchas veces de antiguas filosofías. Al final, todos los libros cuentan lo mismo pero cada uno realiza pequeños cambios que lo hacen más o menos eficaz. Tras tantos años de práctica he querido comparar en esta publicación los puntos donde entroncan y donde se diferencian tantas versiones de una misma filosofía, mal llamada, “de Nueva Era” Por ejemplo, hay algunos autores demasiado abstractos como el Dr. Joseph Murphy o el pionero James Allen; hay otros más prácticos como Jack Canfield o Joe Vitale; hay quienes inciden en una justificación más científica como Pam Grout o Kolie Krutcher; los hay más esotéricos como el matrimonio Esther y Jerry Hicks que dicen recibir sus conocimientos a través de varios entes que canaliza la propia Esther; y los hay muy extraños y desconocidos como el ruso Vadim Zeland con su compleja pentalogía sobre “surfear la realidad” o el genial estadounidense Stuart Lichtman y su “Transposición Cibernética”. He intentado evitar los primeros autores que hablaron de la Ley de la Atracción (a su modo) como el Conde de Saint Germain que se remonta al s. XVIII, James Allen, “Los tres iniciados” del Kybalion, R. W. Emerson o Napoleón Hill entre otros, cuyos principios aunque totalmente válidos hoy en día, han quedado superados por los autores de nuestro tiempo que los recogen en procesos mucho más depurados y comprobados, sin óbice de utilizar alguna cita, dato, anécdota o procedimiento de los citados primeros autores en alguna ocasión oportuna, especialmente si su mención facilita la comprensión o razona cómo y por qué se ha llegado a tal o cual conclusión. También hay muchos autores que, sintiéndolo mucho, he tenido que dejar en el tintero por cuestiones de espacio y porque no añadían más información a lo que se viene repitiendo una y otra vez en los distintos manuales ya que, como veremos, unos y otros se van prestando ideas entre ellos, acuden a los mismos seminarios y talleres e incluso acaban escribiendo juntos alguna publicación. Si has comprado innumerables libros sobre la Ley de la Atracción aquí encontrarás una comparativa de los mejores y más famosos dando respuesta a las preguntas más comunes que saltan a nuestra conciencia cuando estamos practicando concienzudamente pero aún así las cosas no funcionan como deberían. Después de todo, aquí también es aplicable la Ley de Pareto, sólo el 20% de los libros de la Ley de la Atracción cuentan cosas originales o efectivas, el otro 80% son repeticiones de lo mismo o técnicas poco o nada efectivas. Yo he tenido que leerme el 100% pero en tus manos ahora tienes sólo el mejor 20% que he sistematizado después de años en los que no sólo me he dedicado a estudiar la teoría. Consciente de que un manual es concebido para ser practicado, he experimentado vehemente con la Meditación Trascendental, la Ultrameditación, audios subliminares, sonidos binaurales, hipnosis y autohipnosis, telepatía, proyección astral, programación neurolingüística, noesiología, dianética, acupuntura, digitopuntura, abstinencia sexual, ayuno, sueño polifásico, sincronicidad, el poder del Ahora, ayurverda, psicomagia, el Ho´oponopono hawaiano, he bebido agua solarizada azul, he fabricado tatwámetros, he tirado monedas y palillos de I Ching, he acudido a videntes, me han leído la carta astrólogos hindúes, jyotish han rezado yagyas por mí, me he hecho tablones de deseos, he llevado durante años piedras del agradecimiento en el bolsillo, he usado gafas con indicadores LED para provocar sueños lúcidos, he intentado estimular mi glándula pineal y secretar DMT con lámparas dreamachine, plumas imaginarias y respiración holotrópica, he escrito miles (quizá millones) de afirmaciones... y muchas más cosas estrambóticas de las que ni siquiera puedo acordarme. Pero tú no tendrás que leerlo todo ni mucho menos practicarlo todo (si no quieres ni estás tan obsesionado como yo) para obtener resultados casi milagrosos. Aquí tienes un libro que elimina la paja y va directamente al grano, explicando lo que funciona y lo que no, en base a la experiencia y los resultados. No obstante, para aquellos que quieran investigar más por su cuenta y obtener la fuentes de las que he “bebido” para la creación de este manual, las publicaciones que menciono tienen su correspondiente enlace vinculado en la versión digital de este libro, así como una referencia donde obtenerlos en la bibliografía del final, para aquellos que estéis leyendo en formato papel. Fundamentándome eneste principio de practicidad, te he preparado una protocolo en castellano que he llamado “Protocolo L.A. 20/80©” (siguiendo la estela de la Ley de Pareto) consistente en una plantilla sistematizada para la aplicación práctica de la Ley de la Atracción, que te guiará paso a paso de forma muy detallada pero sencilla. En su momento te explicaré su contenido y cómo utilizarla. Terminología Los términos para designar esa “fuente de poder superior” son innumerables. A mí me gusta hablar del Universo o de la Inteligencia Infinita, así como del cerebro y subconsciente para el poder que emana de nuestro interior, pero tú puedes emplear Dios, la Divinidad... o aquellos términos que te hagan sentir más cómodo según tus propias creencias y costumbres. Aquí te enumero las más comunes: Mi Guía Interior Mi Yo superior El Universo El Infinito La Inteligencia Infinita La Inteligencia Universal La Conciencia Universal El cerebro El subconsciente El sistema nervioso central El alma Dios Cristo La Divinidad La Energía Vital El Todo La Naturaleza de Buda La Fuente La Fuerza El Tao Yo Soy El Espíritu La Esencia El Ser La Luz El Gran Espíritu Cómo usar este manual Una cosa más antes de que te pongas de lleno a la lectura del libro. Soy consciente, porque así me ha pasado muchas veces, que los lectores tienden a leer de corrido un libro, aunque éste sea de ejercicios, por ejemplo porque estás leyendo en la cama y no tienes papel y boli a mano para hacerlos, y vas dejando las actividades para cuando acabes el libro, si es que te acuerdas que había actividades porque normalmente cuando acabas un libro tienes otro/s en lista de espera igualmente interesantes que te están gritando «¡léeme! ¡léeme!». Muchas veces ni tan siquiera los autores facilitamos esta tarea mezclando ejercicios en mitad de teorías que en ocasiones se contradicen entre sí. Esto pasa mucho por ejemplo en los libros del Dr. Joseph Murphy quien no sigue un proceso sistemático sino que va exponiendo experiencias muy diferentes que ha ido recopilado alrededor del mundo. No es que no funcionen sus métodos pero si en un capítulo le pide al lector que practique la afirmación “riqueza y éxito” y al siguiente que practique con la afirmación “atraigo el dinero como un imán” esto creará una poco conveniente indecisión al lector que comenzará a hacerse preguntas del tipo «¿cuál he de seguir?» «¿las dos a la vez?» «¿una cada día» «¿la que a mí me apetezca?» lo que conllevará su paralización y a que definitivamente no practique los ejercicios o los practique de una manera poco eficiente. También es habitual en este tipo de manuales que el autor proponga realizar un ejercicio al final de cada capítulo, pero lo que suele pasar es que un día con menos tiempo para leer sólo podamos pasar unas cuantas páginas de medio capítulo y otro día con más tiempo queramos leer varios capítulos de un tirón. Para evitar esta práctica tan humana que impide que realicemos los ejercicios correctamente (o mejor dicho, de la forma más eficaz para que funcionen), en lugar de hacer como la mayoría que insisten en que detengas tu lectura y te pongas a realizar los ejercicios, he optado por la estrategia de “si no puedes con ella, únete a ella” así que no te obligues a hacer lo que no te apetece en ese momento, déjate los ejercicios de momento, no hace falta que vayas haciéndolos sobre la marcha, ni tan siquiera que los apuntes para hacerlos después, ni que te hagas resúmenes de éste manual, te los explico en cada capítulo para que entiendas su funcionamiento, pero lee cómodamente todo el libro seguido hasta el final sin pararte a practicar porque en el último capítulo te haré un AMPLIO RESUMEN COMPLETO de lo más importante que hemos visto (el mejor 20% de este manual) y volveremos a retomar los ejercicios todos juntos en plantilla de “Protocolo L.A. 20/80©” que te he comentado hace unos párrafos, para que así puedas centrarte en la lectura al principio y en los ejercicios al final. He intentado a base de multitud de ejemplos que la lectura sea amena y fácilmente comprensible pero si aún así hay algún capítulo que no entiendes, no te atasques, no te detengas a releerlo una y otra vez hasta comprenderlo porque en el resumen final verás todo el proceso de una manera global, lo que te facilitará su comprensión y, además, en la plantilla del protocolo lo tendrás articulado de forma clara y sencilla de forma que puedas realizar una práctica eficaz que es lo que verdaderamente importa, independientemente de cómo hayamos llegado a ella. Con todo y con ello, por si aún te quedaran dudas de cómo realizar la plantilla, al final del libro también la encontrarás completada con un ejemplo ficticio. Lo último que te voy a pedir puede sonar egocéntrico, pero a riesgo de parecerlo, he de pedírtelo porque me parece un requisito básico para el óptimo funcionamiento del proceso que vas a aprender en este libro: por favor, mientras estés con este libro, no leas ningún otro libro sobre cómo conseguir éxito, la Ley de la Atracción o similares, ello te podría confundir y bloquear tus avances. Se trata de simple eficacia, centrarse en lo que se tiene entre manos, focalizarse. Si estuvieras leyendo otro libro de aprendizaje de cualquier otro proceso (de autoayuda espiritual o no) te pediría lo mismo. Pero en este caso resulta más motivado por la propia naturaleza del libro que trata de cohesionar todas las doctrinas de una misma filosofía. Si deseas ampliar la información, en el último capítulo encontrarás una buena bibliografía de los libros más recomendables. Por qué no has obtenido resultados anteriormente ¿Por qué nunca, o casi nunca, he conseguido nada destacable con la Ley de la Atracción, pese a que practico mucho? Quizá estuvieras a punto de perder la fe, a punto de abandonar para siempre esta pseudociencia llamada “Ley de la Atracción”, cuando llegó a tus manos este libro. No pierdas la esperanza, la Ley de la Atracción funciona, siempre funciona, es como la Ley de Causa y Efecto o la Ley de la Gravedad, que nadie se cuestiona si funcionan o no, si es justa o injusta, simplemente se sabe que existen y punto. «Entonces… ¿por qué a mí no me funciona?» En realidad, sólo es por un motivo: autosabotaje. El autosabotaje significa estar programado subconscientemente para fracasar. Por mucho esfuerzo y empeño que le dediques, en una lucha de tu consciente (lo que deseas conseguir) contra tu subconsciente (lo que estás programado para conseguir), siempre saldrá vencedor tu subconsciente. Quizá alguna vez estuviste a punto de rozar el éxito cuando de repente se dio un inesperado giro de los acontecimientos que provocó que no lo consiguieras. En realidad tú mismo saboteaste tu propio éxito. Por ejemplo,tienes un gran deseo de conseguir un trabajo de crupier, haces tus afirmaciones, practicas todos los días, realizas los cursos necesarios, echas el Currículum Vitae en todos los casinos y un día te llaman de uno para darte el trabajo pero no coges el teléfono porque no conoces el número. Esto es un ejemplo mucho más común de lo que crees. Y luego te maldices y maldices la Ley de la Atracción y te preguntas el porqué no funciona. Puede que hayas practicado rematadamente mal. No hablo de practicar mal sino de rematadamente mal porque no hay una única manera de hacer los ejercicios, prueba de ello es que cada autor o gurú de la Ley de la Atracción establece sus propias reglas y parece que a todos les funciona. Por lo que no hay una manera única y definitiva de practicar, cualquier práctica es buena. Aunque sí que hay UNA MANERA MEJOR Y MÁS EFICAZ DE PRACTICAR que es la que luego veremos.Pero si a ti no te ha funcionado por mala praxis es porque ésta ha sido muy breve, por ejemplo practicaste dos o tres días y lo dejaste, o practicaste de manera alterna (un día sí y otro no; uno sí y dos no; dos sí y uno no…). Pero en cualquier caso, si has practicado mal esto se debe a un motivo… autosabotaje. Te faltó motivación suficiente para practicar todos los días y al final la falta de motivación suficiente provoca autosabotaje, seguramente causado por un error en la selección del objetivo, a su vez provocado por una mala elección del propósito. Puede que tu deseo fracasado fuera muy ambicioso, pecaste de exceso. Es cierto, muchos autores hablan de ganar cientos de millones con la Ley de la Atracción y seguro que has oído a alguno decir “para el Universo es igual de fácil atraer un millón que 100 millones”. Y sí es cierto. Para el Universo, pero no para ti. Porque tú, y yo, y todos tenemos unos límites inconscientes (programación subconsciente) que si sobrepasamos conllevará que no nos lo creamos en absoluto y pierda así su total eficacia (autosabotaje). Por ejemplo. Si estás ganando 12.000 al año, no es “razonable” para tu subconsciente pensar que el año que viene estarás ganando 100.000 al año porque sin darte cuenta te has programado para ganar 12.000 al año y cambiar tan radicalmente tu programación no es fácil. Si tú nunca has conseguido nada con la Ley de la Atracción, lo mejor es empezar por pequeños logros para ir cogiendo confianza e ir cambiando poco a poco tu programación. Si lo que te interesa es el dinero, por ejemplo, un buen punto de partida podría ser el objetivo de duplicar tus ingresos cada año. Como veremos un objetivo bien construido ha de ser lo suficientemente interesante y desafiante como para que te emocione (te motive a practicar los ejercicios) pero no tan lejano a tu situación actual como para que lo veas (consciente o inconscientemente) imposible. Y si no seleccionas bien tu objetivo ¿qué pasará? Efectivamente… autosabotaje. Como acabas de leer, se puede pecar de exceso de ambición y también se puede pecar de falta de ella, el objetivo debería ser suficientemente interesante y desafiante como para que te motive a practicar los ejercicios de forma constante. Por ejemplo, quizá desees un simple helado para poner a prueba si funciona la Ley de la Atracción, pero eso no es un interés ni un deseo auténtico así que no lo desearás ardientemente y el fracaso está casi garantizado y lo peor es que cada fracaso hace mella en los siguientes éxitos, crea un ancla emocional hacia el fracaso, ayuda a programarte hacia el desastre y cada vez el autosabotaje se hace más presente. Ojo, no te equivoques, cuando hablo de autosabotaje por falta de ambición no me refiero sólo a que desees algo “barato” o muy fácil de conseguir, sino que desees algo que no ambicionas ardientemente. Por ejemplo puede que desees un coche de la marca Mercedes y tú creas que no estás pecando de falta de ambición (ya que un Mercedes cuesta una cantidad considerable de dinero que quizá ni tienes) pero quizá la razón subyacente por la que lo desees es porque siempre se ha visto la posesión de un Mercedes como un signo de distinción, entonces te faltará una real ambición por él y realizarás tus ejercicios con desgana, sin ilusión, sin sentimiento y emoción y, nuevamente se produce un autosabotaje inconsciente. Quizá seas de los que les cuesta mucho aparcar y te ilusione mucho más un Ford Focus que aparque solo o un Prius que respete el medio ambiente, acierta en saber lo que de verdad quieres y te resultará mucho más fácil obtenerlo, cueste lo que cueste en términos económicos. Casi sin pretenderlo me he metido a hablar de otro tipo de autosabotaje, el autosabotaje debido a perseguir un deseo que no es el tuyo. Quizá incluso te mientas a ti mismo. Yo estudié toda una licenciatura creyendo que quería lo que decía que quería cuando en realidad, muy en el fondo, es lo que querían mis padres. O mejor dicho, lo que quería era la aprobación, el orgullo, el amor, de mis padres. Al final te das cuenta que te equivocabas en tu objetivo, estabas apuntando en la diana de otro. De ahí que sea tan importante el siguiente capítulo, donde veremos los mejores métodos para averiguar tu propósito en la vida, para así no equivocarte en la selección de tu objetivo que provocaría tu falta de motivación y al final el autosabotaje. Una última forma de falta de motivación y autosabotaje se debe a un bloqueo inconsciente de alguna experiencia pasada que tal vez ni recuerdes. Quizá perdiste dinero cuando eras pequeño y eso afectó mucho a tu relación con el dinero y no te das ni cuenta, tal vez ni siquiera recuerdes ese pequeño capítulo de tu vida, pero ya estás programado para sentir rechazo al dinero. O quizá tu padre no paraba de repetir incesantemente cosas como que «el dinero no crece en los árboles» o «hay que sufrir mucho y trabajar muy duro para ganarse el pan» coronándolo con un «ya sabrás tú lo que cuesta mantener a la familia...». Has de saber que la mayor parte de la programación y también la que queda más firmemente interiorizada es la que se ha creado en las primeras etapas de nuestra vida. Cuando somos pequeños somos altamente sugestionables y como por propia naturaleza estamos hechos para aprender mucho y muy rápido, cualquier cosa que nos digan la absorbemos inmediatamente y la tomamos por la verdad más absoluta, especialmente las que vienen de nuestras figuras más influyentes, nuestros padres y tutores. Yo aún no tengo una opinión formada al respecto pero para los que creen en la reencarnación la programación para el éxito o el fracaso podría venir incluso de vidas pasadas. En todo caso, también existe una limpieza un tanto especial para estas experiencias pasadas o incluso remotas y una reprogramación para el éxito. Lo veremos a su debido tiempo. Pero, de momento, baste con saber que, como bien indican algunos autores como Vadim Zeland o el Dr. Joseph Murphy, entre otros, uno no puede obligarse a estar motivado por un objetivo, no puede autoimponerse una dura disciplina para doblegar su voluntad porque ésta siempre fracasa frente a la programación subconsciente. Precisamente por eso mismo es por lo que fallan todas las dietas, porque todas requieren de una fuerte presencia de la fuerza de la voluntad cuando lo que hace falta es una reprogramación interior. Es falsa la idea de que hace falta una voluntad de hierro para seguir unos determinados ejercicios o para comer unos determinados alimentos, no tienes que sufrir y esforzarte u obligarte, acierta en tu propósito y tus objetivos, en línea con lo que quiere el Universo para ti, reprográmate para el éxito y la motivación fluirá casi inconscientemente. No tendrás que forzarte, simplemente lo harás. Ahora vamos a empezar la casa por los cimientos. La base para que todo funcione es: El Propósito He intentado muchas veces descubrir mi propósito en la vida pero creo que no lo he descubierto todavía ¿Es necesario saber mi propósito vital? ¿Cómo puedo descubrirlo? Antes de establecerte objetivos es primordial que toda tu vida, tus objetivos y tus deseos estén en línea con tu propósito en la vida. Más gráficamente, empezar por elegir tus deseos sin saber tu propósito sería como construir las paredes de tu casa sin saber donde van los cimientos, al final se puede venir todo abajo. Otra manera de verlo es como lo hacen los los novelistas antes de empezar un libro. Primero eligen un tema y alrededor de ese tema ha de girar todo lo que pase en esa novela, las decisiones de cada personaje, sus conflictos y por supuesto sus motivaciones estarán condicionadaspor ese tema. Los escritores aficionados suelen escribir una trama que va hacia adelante y ya está, si les preguntas ¿de qué trata tu historia? no saben qué responder… «de todo y… de nada» y otras ambiguas respuestas cuyo resultado son escritos sin publicar con tramas que van dando bandazos. Así que ¡descubre el tema central de tu vida y no vayas dando bandazos por la vida! Muchas personas se empecinan en ignorar su verdadero destino y tratan de forzar objetivos que no les son propios, obteniendo constantes fracasos y desilusiones. No quiero decir que el destino esté escrito sino que hay una brújula en nuestro interior que nos puede guiar por el camino más cómodo y próspero y si desatendemos dicha brújula la vida se puede tornar muy desagradable. Por otro lado, si te fijas unas metas que estén alineadas con tu propósito vital, conseguirás estar motivado automáticamente y sin el freno del autosabotaje. O dicho de otro modo, si tus metas no tienen nada que ver con tu propósito vital será muy difícil o imposible atraerlas pero si están en sintonía con tu propósito será mucho más fácil que se hagan realidad. Es la esencia de la filosofía de James Allen, “no atraemos lo que queremos, sino lo que somos”. Por estas razones es tan importante saber tu propósito en la vida. Por eso y porque si no sabes a dónde vas nunca llegarás a ninguna parte. Maxwell Maltz, padre de la psicocibernética lo aclara del siguiente modo: decirte a ti mismo «voy a conseguir ese trabajo» no te servirá de nada si la idea de estar haciendo ese trabajo no es coherente con tu manera profunda de verte a ti mismo». El hecho de no tener propósito, o mejor dicho, no saberlo, aún realizando ejercicios de la Ley de la Atracción, ralentizará tu éxito. Seguramente estarás dando bandazos, como hacía yo cuando aún no sabía bien cómo funcionaba de manera efectiva la Ley, entre pequeños éxitos y fracasos. Daba un paso adelante y un paso atrás. Sabía que funcionaba la Ley, pero no sabía cómo hacer que funcionara siempre de manera rápida y eficaz. El propósito hace que tus objetivos se alineen con tu subconsciente y por lo tanto vayas en línea recta hacia tus deseos, sin dar vueltas ni zigzagueos. Propósito y pasión deberían ir de la mano. Y con la pasión la motivación; si eres lector de libros de nueva era empresarial seguro que más de una vez has leído que los grandes empresarios siempre han conseguido logros inmensos gracias a que se han dedicado a lo que les apasiona en la vida (frente a la frustrante persecución de la excelencia en algo que no se ama), porque cuando se dedican a lo que les fascina, cualquier obstáculo se convierte en un reto que superar y no en una excusa para abandonar. Como dijo Nietzsche, si tienes un «por qué» podrás soportar cualquier «cómo». Por eso es por lo que digo que con la pasión llega la motivación, una motivación intrínseca. A mi mujer le apasiona la moda y por eso decidimos crear una tienda de ropa para mujer. Mientras yo trabajaba en un puesto en el que además de no estar alineado con mi propósito apenas podía estar en mi hogar, ella fue capaz de emprender la tienda, atender al niño y mantener la casa, toda una Superwoman. Cuando yo volvía exhausto de trabajar no me apetecía nada más que dormir, sin embargo ella tenía fuerzas para atender a los clientes online de la web hasta altas horas de la madrugada y aún así despertarse por la madrugada para dar de pecho al niño. ¿Cómo podía soportarlo? Porque tenía su «por qué», estaba (y está) alineada con su propósito y hoy en día está recogiendo los frutos y disfruta de una tienda muy próspera y un hijo muy sano y activo. Muchos otros han intentado copiar la empresa y han plagiado de arriba a abajo su web y hasta su forma de escribir a los clientes pero se han desvanecido rápidamente y ya sabrás cuál ha sido el motivo, su único «por qué» era (o creían que era) la obtención de dinero rápido y pensaban que simplemente copiando una empresa de éxito obtendrían el mismo éxito pero el “alma” de una empresa no se puede plagiar. Los objetivos que consigas alineado con tu propósito serán cada vez menos materialistas y más auténticos y personales, no perseguirás la riqueza como fin http://miavip.es/ último sino que ésta llegará a ti persiguiendo lo que de verdad amas, lo que lo convertirá en un camino de rosas. Resulta paradójico pero así es, cuanto más persigas tu auténtico yo y menos el dinero, más logros económicos obtendrás. Si conseguimos nuestros objetivos a través del propósito, primero seremos felices (la felicidad la encontraremos en el camino mismo, no en el destino) y luego vendrá lo material por añadidura. Y eso es lo que no entienden los que plagian a otros. Una prueba de ello se desprende de una investigación (mencionada por el doctor Mark Albion en “Vivir y ganarse la vida”) consistente en el seguimiento de la carrera profesional de 1.500 graduados en escuelas de negocios. Al principio del estudio se les preguntó si pensaban intentar ganar dinero para luego dedicarse a hacer lo que les gustara (una vez tuvieran un colchón económico) o si pensaban seguir sus propios intereses, seguros de que el dinero ya llegaría. Veinte años después de entre los 1.500 graduados había 101 millonarios de los cuales 100 contestaron veinte años atrás que seguirían sus propios intereses convencidos de que el dinero ya llegaría. Cien de ciento uno… creo que es un dato suficientemente revelador como para convencerte de que encuentres primero tu pasión si tu deseo es ser millonario. Así que si tu deseo es ser millonario tu propósito nunca puede consistir en ser millonario. Tener dinero en abundancia es necesario pero no es un propósito superior en sí. Como muy bien apunta Louise L. Hay “Tus ingresos son solamente un canal de la prosperidad, no la fuente. Marc Allen en su libro “El emprendedor visionario” crea una metáfora muy oportuna diciendo que creer que el dinero es nuestro propósito es tan estúpido como creer que el propósito en nuestras vidas es que la sangre siga circulando por nuestros cuerpos. Claro que la sangre tiene que seguir circulando por nuestros cuerpos para permanecer vivos (y claro que el dinero tiene que seguir fluyendo para permanecer vivos) pero nuestro propósito en la vida es algo mucho más importante, mucho más grande. Vadim Zeland dice que puedes estar visualizando un maletín lleno de billetes todos los santos días hasta el fin de tu vida y, de todos modos, en el mejor de los casos sólo verás con frecuencia maletines llenos de billetes pasando por delante de ti o en la televisión y el cine. Porque no es tu propósito, en un error de objetivo. Kolie Crutcher también advierte sobre la confusión al creer que las metas económicas producen la felicidad: “las posesiones materiales son importantes. Necesitamos cosas nuevas en nuestras vidas. La clave es recordar que estas son el efecto de la felicidad, no la causa”. Es decir, el dinero viene a ti cuando tienes claro tu propósito en la vida. Nunca puede ser tu propósito mismo el dinero o cualquier otra meta material. El propósito es algo que solemos perder cuando abandonamos nuestra etapa infantil (cuando ya nos han programado lo suficiente como para perder nuestra esencia) y no lo volvemos a recuperar. Aquellos que lo recuperan (o que nunca lo pierden) son los que viven su vida más dichosa y plenamente. A veces lo que sucede es que creemos que nos gusta una cosa cuando en realidad le gusta más a nuestros padres, a nuestros amigos o simplemente es «lo que se espera de nosotros». Yo estudié con mucho empeño una carrera completa pensando que era lo que quería y estaba convencido de ello,creía que era lo que quería. Sin embargo cuando descubrimos nuestro propósito por un lado estamos mucho más motivados para avanzar (no necesitamos de la ineficaz fuerza de voluntad) y por otro estamos más cerca de nuestro verdadero yo y la vida fluye mucho más ligera y feliz. Imaginemos que estás en un empleo que no te apasiona, es decir, no está en línea con tu propósito vital. Cuando acabaste tu educación obligatoria no sabías muy bien qué hacer (quizá te apetecía no hacer nada, sólo estar de fiesta con tus amigos y amigas, tus ligues…) y tus padres o la sociedad te decían cosas del estilo «todos lo hacen, tú deberías hacer lo mismo» lo que te empujó a trabajar o seguir estudiando «algo» para ser una persona «de provecho», es cuando, siguiendo la terminología de Martha Beck (Encuentre su propia estrella polar), se pone al mando el «yo social» frente al «yo esencial». Así que decidiste que Secretariado sería lo más «responsable» y «fácil» pues sólo habría que aprender ofimática, mecanografía, algo de contabilidad…(Lo de fácil también es discutible pues cuando alguien realiza cualquier cosa no alineada con su propósito se hace cuesta arriba y no puede esperar más que la suficiencia o lo que dé de sí la ineficaz fuerza de voluntad). Y con mucho empeño y relativo sufrimiento acabaste tu formación y el Centro de Estudios te encontró una pequeña empresa donde hacer las prácticas. Y tuviste la «suerte» de que la empresa te hiciera un contrato. Y ahora llevas diez años trabajando de secretaria de un tipo desagradable al que le gusta cada mañana mirarte de arriba a abajo con ojos lascivos. Te gustaría «otra cosa» pero al fin y al cabo, «hay de peores», al menos «no se me acerca demasiado. Mirar y no tocar», y aquí al menos tienes un trabajo estable y una necesaria nómina que te entra a principios de mes para http://www.amazon.es/gp/product/8497770048/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8497770048&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 mantener a tu recién llegado bebé, tu alquiler, tu coche… todas esas cosas que vas necesitando a medida que crecen tus responsabilidades (o quizá crecen tus responsabilidades a medida que aumentas tus necesidades, aunque eso es otra historia). Pero una mañana tu jefe te sugiere que necesitas una renovación de vestuario, que en la oficina hace demasiado calor para ir tan tapada. Entonces decides que es hora de cambiar de empleo, siguiendo la estela de Tony Robbins («Pasos de Gigante», «Controle su destino», «Poder sin Límites») diríamos que el dolor de mantenerse en ese empleo ahora es más fuerte que el placer que obtienes al recibir tu nómina) y empiezas a poner en práctica afirmaciones, visualización, etc. Pero hay un fallo, lo que te ha motivado para el cambio ha sido una situación extrema y no has reflexionado primero para averiguar tu propósito en la vida. Si te aplicas concienzudamente con los ejercicios de la Ley de la Atracción es posible, con mucho esfuerzo, que encuentres un nuevo puesto de trabajo, quizá con un mejor jefe, quizá con mejores compañeros, quizá más cerca de casa, con un horario más compatible con tu vida familiar o incluso mejor remunerado, pero lo más probable es que sea un empleo de secretaria o algo similar. Porque llevas demasiado tiempo haciendo lo mismo y mentalmente te has incapacitado para hacer otra cosa. Te has programado para ser secretaria. Salvando las distancias con el uso habitual de la frase, has topado con un «techo de cristal». Pero es un techo que tú te has fabricado simplemente conformándote y zigzagueando por el camino más fácil, o que crees más fácil. Sabes que tu Currículum Vitae consta de diez años de secretaria y a eso es a lo que vas a aspirar para un nuevo puesto, porque es lo que crees que tienes más probabilidades de conseguir. Pero es hora de que rompas ese techo de cristal, es hora de que sepas que tú eres capaz de lo que quieras y mucho más. El Universo no sabe de probabilidades, sólo tienes que estar alineado con tu propósito y Él jugará a tu favor. El camino será aún mucho más fácil que hasta ahora, aunque aún no lo puedas ver y eso te de mucho miedo. Pero el cambio será para mejor y para siempre. Imagina tu subconsciente como un emisor de ondas y el Universo como un receptor de ondas. Las ondas son los pensamientos y emociones. Tú puedes impregnar tu subconsciente con pensamientos y emociones de logros y el Universo lo recibirá con más o menos interferencias. Pero si impregnas tu subconscientes con pensamientos alineados con tu propósito estarás lanzando el mensaje en la misma frecuencia que el Universo y a Él llegará mucho más claramente, sin interferencias. http://www.amazon.es/gp/product/B017BWPTAU/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B017BWPTAU&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8499084974/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8499084974&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8499085504/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8499085504&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 James Allen ya lo expresó muy inteligentemente ¡en el año 1902! “Hasta que no se conecten pensamiento y propósito, no habrá un logro inteligente”. Peter M. Senge también se expresó de forma similar, señalando que tu subconsciente es especialmente receptivo a las metas cuando éstas están en consonancia con nuestros valores más profundos. Con diferentes términos, casi la totalidad de gurús del éxito hablan de la importancia de tener un propósito, una finalidad en la vida para estar en sintonía y alcanzar mucho más fácilmente tus logros pero, hela aquí la pregunta que te estarás haciendo: ¿Cómo se encuentra un propósito ¿Cómo encontrar MI propósito? Veamos las formas más recurrentes y eficientes de descubrir tu propósito. La mejor manera es hacerte una serie de preguntas y reflexionar muy bien las respuestas. Las preguntas ponen en marcha tu mecanismo automático de respuesta, tu cerebro funciona de forma que se pasa el día preguntándose cómo solucionar cosas y sabe mejor que nadie la mejor respuesta para ti. Sólo tienes que hacerte preguntas “de calidad” como diría Tony Robbins, gran entusiasta de hacerse preguntas. (Recuerda que no tienes que hacer ahora los ejercicios, para eso tienes la plantilla del Proceso L.A. 20/80 donde los encontrarás todos reunidos) El archifamoso Wayne Dyer, en la que es quizá su obra mejor y más completa pero paradójicamente menos conocida, “Real Magic”, apunta como buena indicación de estar en el propósito reflexionar qué seguirías haciendo (o empezarías a hacer) si de repente te tocara la lotería. Así que pregúntate: Si de repente me encontrara con 20 millones de euros en el banco y el dinero dejara de ser una preocupación ¿a qué dedicaría mis horas? Es lógico pensar en darte un año sabático, viajando, descansando... pero luego ¿qué? pregúntate ¿Qué haría para no aburrirme? ¿qué haría que me levantara de la cama de un salto? o como sugiere Vadim Zeland ¿Qué convertiría mi vida en una fiesta? o ¿Qué confortaría a mi alma? Otra pregunta que deberías hacerte ¿Qué hacía cuando era pequeño en mi tiempo libre? Cuando somos pequeños hacemos las cosas que nos apasionan sin pensar en cómo ganarnos la vida porque todo lo tenemos resuelto, alguien cuida de nosotros y como hemos dicho antes, aún no nos han programado para el http://www.amazon.es/gp/product/8499083609/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8499083609&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 fracaso ni para perder de vista nuestro propósito. ¿Recuerdas que cuando eras pequeño dabaigual el tiempo que estuvieras jugando que siempre te apetecía más y más? El tiempo parecía detenerse y sin darte cuenta tu madre ya estaba llamándote para comer cuando daba la sensación de que apenas habías empezado. No era sólo placer, era éxtasis, era estar totalmente absorto, imbuido en la tarea. El gran profesor húngaro Mihály Csíkszentmihályi, en su bestseller «FLUIR: una psicología de la felicidad» indica que cuando estás “en onda” el tiempo parece detenerse y llama a este estado “fluir”. Así que hay que buscar cómo volver a “estar en la onda” como cuando éramos pequeños, cómo fluir con el Universo. Rebusca en tu pasado. ¿Qué es lo que más te gustaba hacer cuando eras pequeño? Encuentra los elementos comunes a esas experiencias e imagina una forma de ganarte la vida desempeñando esas actividades. Otra pregunta que puede ayudarte a expandir tus límites y a desear cosas más allá de lo económico, extraída de “La lámpara mágica” de Keith Ellis: ¿Qué desearía realmente de la vida si estuviera absolutamente seguro de poder conseguirlo? Una última pregunta para hacerte, similar a la anterior, extraída del genial Tim Ferris y su “Semana laboral de 4 horas”: ¿Qué haría si no pudiera fracasar? ¿si fuera 10 veces más listo que el resto? http://www.amazon.es/gp/product/B006GA4XTM/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B006GA4XTM&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8495787008/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8495787008&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8490064385/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8490064385&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 Sesión de Brainstorming Una forma muy efectiva de encontrar respuesta a estas y otras preguntas es hacer una sesión de brainstorming, traducida en castellano como “tormenta de ideas” o a veces “lluvia de ideas”. Si no estás familiarizado con esta técnica grosso modo te puedo explicar el sistema: coge papel y bolígrafo y escribe en lo alto del folio la pregunta que quieres hacerte, por ejemplo “¿Qué hacía cuando era pequeño en mi tiempo libre?” o cualquiera de las vistas en los puntos anteriores. Ahora deja que te vengan a la mente ideas y más ideas. No las juzgues, simplemente escríbelas. No empieces a descartar, es como una competición en la que gana quién más respuestas de, independientemente de la calidad u originalidad de éstas, aunque sean una auténtica locura. Fuérzate a escribir todo lo que puedas. Cuando acabes lee todo lo escrito y analízalo intentando encontrar puntos en común, ideas que parecían una locura y ya no lo parecen tanto, u otras ideas que ahora sí parecen descartables. El uso más extendido de esta técnica suele ser en el contexto empresarial y en grupos de trabajo para aportar más ideas a un proyecto, pues así la concibió su creador Alex Faickney Osborn en 1938, pero evidentemente esta técnica la puedes usar tu solo en casa y así es como debes hacerlo en este caso. Además, estudios científicos como el de Brian Muller y su equipo de la University of Kent en Cantebury, han demostrado que las ideas aportadas por los que practican esta técnica solos son más y de mayor creatividad que las aportadas por grupos. Seguramente debido al efecto “pereza social”: «Ya aportarán ideas los otros»; o al efecto de la“difusión de la responsablidad”: «La responsabilidad no es sólo mía, si lo hago bien el mérito no es sólo mío». En la plantilla de “Protocolo L.A. 20/80©” que haremos al final del libro tienes espacio para hacer una tormenta de ideas de cada pregunta que hemos visto. https://www.facebook.com/atraccionmasefectiva Eso sí, lo crucial a la hora de hacerte correctamente estas preguntas es no criticarte ni autoengañarte. Pero ¿Cómo evito el autoengaño? Recuerda el ejemplo que te he puesto hace unas páginas en el que yo creía que quería lo que decía que quería cuando en realidad me estaba engañando a mí mismo. Creía que quería estudiar una determinada carrera cuando en definitiva buscaba la complacencia de mis padres, de mi hermano mayor o de la sociedad en general. Lo que se esperaba de un estudioso buen chico. Por eso, aunque conseguí licenciarme nunca conseguí dedicarme plenamente a lo que estudié y nunca lo haré. Porque no es una carrera que esté alineada con mi propósito. El gurú Joe Vitale recuerda cuando uno de sus mentores y sanador le preguntó qué quería en la vida y él respondió «escribir bestsellers». Entonces Jonathan Jacobs, que así se llamaba, continuó con el interrogatorio «¿con qué propósito?». Eso le desconcertó y después de intentar librarse con respuestas del tipo «me lo merezco» rebuscó en su interior, en su motivación subyacente hasta obtener la verdadera razón: «para gustar a la gente y que me admiren». No es un hecho aislado. El polifacético artista Alejandro Jodorowsky cuenta una anécdota muy similar a la de Vitale. Le habían hablado de un médico (que además era músico, poeta y maestro de artes marciales) en el barrio chino que era capaz de curarle de una alarmante transpiración que lo dejaba empapado y le impedía dormir. La sorprendente prescripción médica (a la postre efectiva) fue preguntarle «¿Cuál es tu finalidad en la vida?» pues, según dijo, si no tenía una finalidad en la vida no lo podía curar. Y, al igual que el mentor de Vitale, siguió el interrogatorio preguntándole después de cada respuesta «¿Por qué?» hasta obtener una finalidad última. Haz lo mismo, no te autoengañes pensando que tu objetivo en la vida es ser más rico, tener fama o ser podólogo. Normalmente existe una razón subyacente y suele estar relacionada con la necesidad de amor y cariño. Encuentra tu verdadera motivación. Cuando la tengas, será mucho más fácil manifestar tus deseos. Saberla te dará una mayor libertad, sabrás por qué haces lo que haces y por qué quieres lo que quieres y con ella obtendrás también la determinación de tener y actuar y por ende será mucho más fácil manifestar tus deseos. ¿Cómo? Es muy fácil, Vitale y Jodorowsky ya nos ha dado pistas, pregúntate constantemente “Por qué”. Por ejemplo: “Quiero ser cantante, es la mayor ilusión de mi vida. Cuando era pequeño siempre cantaba y ahora sigo haciéndolo en la ducha”–¿Por qué?– “ejem... porque me gusta...–No en serio ¿por qué? hurga en tu interior– “creo que me gustaría que la gente me viera en la tele” –¿por qué?– “quiero ser admirado” –¿por qué?– “no sé… de pequeño solíamos estar mis padres y yo en el sofá acurrucados viendo las actuaciones de los sábados por la noche en la tele y veía los ojos de mi madre admirando a Luis Miguel… quiero que mi madre me mire con esos ojos, quiero sentirme querido y admirado así por mi madre”. –Ahí lo tienes. Tu propósito es la búsqueda de sentirte querido y admirado, no es ser cantante. Saberlo te guiará mucho mejor en la vida y sabrás por qué quieres ser cantante. El ser cantante se convertirá no en tu finalidad, sólo en tu camino. Los Objetivos La lista de los deseos ¿Cómo establezco un objetivo indicado para mí? Una vez ya sabes cuál es tu propósito en la vida te resultará más fácil establecer tus deseos y objetivos concretos, siempre con la mirada puesta en la realización personal de tu vida. Y a sensu contrario, si apuntas a una meta que no sea parte de tu propósito o plan mayor, puedes fallar. En cualquier caso, los objetivos que te plantees deben cumplir unas determinadas características si es que queremos que se cumplan. Vamos a ello. ¿Cómo pongo en marcha el objetivo? Lo primero que hay que saber y en lo que prácticamente todos los mentores coinciden es que para poner en marcha tu objetivo tienes que ponerlo por escrito. No hace falta que lo hagas ahora,recuerda que al final del libro y en nuestra página de facebook viene todo el proceso en una plantilla. Escribirlo crea como un “contrato” con tu subconsciente y con el Universo para la realización. Si quieres una razón más terrenal, Brian Tracy (orador inspiracional, autor de decenas de libros de liderazgo empresarial y desarrollo personal como el famoso «¡Tráguese ese sapo!», «Negociación», «Liderazgo» o «Metas») realizó un estudio en el que reveló que la gente que se limitaba a poner sus necesidades por escrito y luego había guardado la lista, un año después, el 80% de lo que había escrito se había hecho realidad. Lair Ribeiro en «El Éxito no llega por casualidad» (Urano, 2000) menciona un estudio similar de la Universidad de Harvard en el que dice que el 3% de los alumnos que habían puesto sus metas por escrito valían económicamente más que el 97% restante. No sé hasta qué punto son ciertos o no estos estudios ya que se han mencionado muchas veces en la literatura de autoayuda y, como en el juego del teléfono, el mensaje que llega se ha tergiversado muchísimo. Así, el catedrático de psicología Richard Wiseman (autor del libro «59 segundos», en el que intenta desmontar la supuesta charlatanería de la autoayuda) señala que en 2007 el escritor de la revista Fast Company, Lawrence Tabak, hizo numerosas investigaciones tratando de averiguar si el estudio era cierto y no encontró https://www.facebook.com/atraccionmasefectiva http://www.amazon.es/gp/product/8441532451/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8441532451&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/B00PWOH4TO/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B00PWOH4TO&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/B00PWOH4LC/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B00PWOH4LC&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8495787598/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8495787598&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8479534036/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8479534036&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/B00UV7WUUA/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B00UV7WUUA&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 ninguna prueba fehaciente de su existencia. Si bien su investigación se centró sólo en la Universidad de Yale, no en Harvard como menciona Ribeiro. Quizá estos estudios fueran reales pero poco documentados o quizá se inventaron para dar credibilidad a un hecho que, en cualquier caso, yo personalmente, mucho antes de conocer este estudio y toda la literatura New Age, pude comprobar de primera mano, en el que vendría a ser mi primer objetivo materializado de forma más o menos increíble. Sin saber por qué lo hice así, sin conocer aún la Ley de la Atracción, harto de una adolescencia de altibajos amorosos y desestabilidad emocional, cogí un folio en blanco e hice un listado de las características que tendría mi mujer ideal y lo metí en un cajón, olvidándome de él. Supongo que simplemente lo que quise fue aclarar mis ideas después de algún desengaño. No sabía si existiría una mujer con tales dones pero fui bastante concreto en mis peticiones: que no fumara, guapa, simpática, de mi edad, trasero respingón... y otras características que no voy a detallar. Y hoy sigo felizmente casado con una mujer que cumple al 100% con dichas características. Aunque al principio no fui consciente de ello. Simplemente me enamoré casi irracionalmente de esa chica y al cabo de varios años, realizando una mudanza me encontré con el listado y ya familiarizado con la Ley de la Atracción dije «¡Ajá!» Y sí, sé que es similar a la anécdota que cuenta John Assaraf en la película y libro de «El Secreto», cuando describe cómo encontró su viejo tablón de logros en una caja de mudanzas, pero es así. A veces te olvidas de lo que has deseado… y lo malo es que le restas importancia al éxito conseguido, por eso es tan importante el seguimiento de tu objetivo (monitoreo) del que ya tendremos tiempo de hablar. Para finalizar con la importancia de mantener tu objetivo por escrito mencionar que el propio Wiseman, pese a querer echar por tierra el supuesto estudio que mencionan Tracy o Ribeiro, tras un estudio sobre éxito y motivación con 5.000 participantes, reconoce que las posibilidades de éxito se disparaban en aquellos participantes que escribían sus metas concretas, especialmente si éstas eran detalladas con pasos, avances, ventajas, recompensas… y precisamente todo esto lo veremos a lo largo de este libro. Si además sellas con tu firma el objetivo, fijarás más tu compromiso con el mismo, así lo sugiere el propio Wiseman en su obra «Nadie nace con suerte». ¿Por dónde empiezo? ¿qué puedo elegir? http://www.amazon.es/gp/product/1512078425/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=1512078425&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8484602591/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8484602591&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 Ahora empieza lo divertido, elegir entre todas las posibilidades que te ofrece el vasto catálogo del universo. Pero es muy normal que suceda la paradoja que con tanto donde elegir te quedes en blanco, que de tantas posibilidades te bloquees. Para eliminar este bloqueo puedes hacer dos listas, una de las cosas que te urgen y otra de tus máximos deseos y luego dividas cada lista en tres segmentos: tener, ser y hacer. Más adelante verás cómo los “ser” los tendrás que ir convirtiendo, como hace Timothy Ferris, en “hacer” para alcanzar tus sueños, por ejemplo, para “ser” un gran orador primero tendrás que “hacer” cursos de oratoria o “hacer” muchas prácticas de hablar en público. Algunos autores también dividen sus deseos en plazos (qué cosas deseas ahora, qué deseas para dentro de 6 meses, para dentro de un año, de cinco…) pero yo soy contrario a esta idea de los plazos, más adelante te explicaré mis razones. Ahora vamos a ver ordenadamente las listas según las divisiones que hemos comentado y que podrás hacer fácilmente en la comentada plantilla de protocolo L.A. 20/80. ¿Qué te urge ahora? Haz una lista de las cosas que te urge tener, lo que te urge hacer y lo que te urge ser (esto último puede ser más complicado de establecer). ¿Cuáles son tus máximos deseos? Haz una segunda lista con aquello que te gustaría tener con todas tus fuerzas, lo que te gustaría hacer más que nada y por supuesto lo que más querrías ser. Algunas pistas: A la hora de elaborar las listas siempre ten presente el propósito vital que ya tenemos que haber establecido. Aunque sean deseos materiales, siempre deben responder a un propósito vital que debes conocer. Te resultará muy útil separar tus deseos por áreas. Piensa en tu desarrollo personal y profesional, en tu salud, en tu felicidad, en las relaciones sociales y de pareja e incluso en tu altruismo, quizá te sentirías realizado al fundar una organización no lucrativa. Dicho de otro modo, piensa en tu carrera, dinero, propiedades, ocio, viajes, relaciones, expresión creativa, salud, educación... A veces, tras muchos años de condicionamientos negativos y pesimismo, resulta más fácil pensar en lo que no queremos que en lo que queremos. Puedes poner lo que no quieras para facilitarte la tarea, pero asegúrate inmediatamente de convertirlo en una frase en positivo. Más adelante te explicaremos la importancia de esto. Por ejemplo, puedes tener muy claro que no quieres padecer alergia cuando llegue la primavera, conviértelo en “quiero estar totalmentesano al llegar la primavera”. O si no quieres viajar más en tu destartalado coche, conviértelo en “quiero un coche nuevo”. O si odias a tu jefe, “no quiero tener ese jefe” puedes convertirlo en “deseo trabajar para mí mismo”. Derivado del anterior. En muchas ocasiones cuando nos preguntamos lo que queremos o cuál es el problema que queremos solventar sólo obtenemos respuestas vagas y quejas y más quejas. Esta confusión, es muy común especialmente en los momentos posteriores a un gran trauma, cuando nuestra vida está viniéndose abajo y nuestros esquemas y costumbres han de cambiar a la fuerza, por ejemplo tras un divorcio inesperado. En esos momentos es difícil concretar lo que queremos, o simplemente decimos que queremos «que todo vuelva a ser como antes». Louis L. Hay propone una fórmula que te ayudará a concretar los problemas y verlos con nuevas perspectivas reveladoras. Coge una hoja y escribe en lo alto “Debería…” e intenta acabar la frase con 5 o 6 respuestas diferentes. Según L. Hay hay quien le resulta difícil escribir sólo una o dos y hay quien necesitaría varias páginas. Ahora lee cada frase y pregúntate ¿Por qué? ¿Cuál es la razón? y revelarás muchas creencias y limitaciones. Finalmente vuelve a escribir cada frase pero sustituyendo el “Debería…” por “si realmente quisiera podría…”. Al ir haciendo la lista te darás cuenta que muchos “ser” se convertirán en “hacer” y en “tener”. No hay problema, todo lo contrario, eso es bueno y es lo que acabarás haciendo, porque estás concretando lo que quieres y como veremos, esto es fundamental. Por ejemplo, “quiero ser cantante profesional” puede convertirse en “quiero hacer una maqueta de calidad” o “quiero tener una entrevista en la radio musical más famosa de mi país”. O “quiero ser Astronauta” puede convertirse en “quiero tener buenas notas en mi prueba de acceso a la Universidad para ingresar en el Instituto de Astrofísica”. El hecho de dividir tus deseos en lo que te urge y lo que más deseas y a su vez en “ser”, “hacer” y “tener” ha sido para ayudarte a recordar cuáles son tus deseos, pero ahora, trabaja con todos los elementos de tus dos listas como si fueran una sola lista para hacer un filtrado. Víctor Boc, famoso locutor de radio en EEUU, escritor de «Cómo Resolver para siempre todos sus problemas de dinero» y uno de mis autores favoritos por su sencillez y por los logros impresionantes que he obtenido gracias a su método, lo plantea de la siguiente manera: Has de aplicar una serie de preguntas (que he extraído y sintetizado a continuación y en la plantilla del protocolo L.A. 20/80) a cada deseo y luego ir http://www.amazon.es/gp/product/8496829014/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8496829014&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8492348151/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8492348151&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 tachando las que devuelvan una respuesta negativa: ¿Realmente lo deseas (o lo necesitas) o es solo un interés pasajero? Por ejemplo. Puede que mi móvil tenga un año y me gustaría reemplazarlo por uno más moderno pero el móvil funciona perfectamente. Cambiarlo sería un interés pasajero, no un deseo ardiente, y por lo tanto debería tacharlo de mi lista. Sin embargo si mi móvil se ha roto, aunque no sea un deseo ardiente tener móvil, sí que lo necesito y por lo tanto podría quedarse en la lista. ¿Es posible de realizar? No significa si ahora te parece viable según tus circunstancias actuales sino si humanamente es posible. Por ejemplo, es viable mi deseo de hablar finés aunque ahora no sepa decir ni “hola”, pero es humanamente imposible mi deseo de ser campeón del mundo de los pesos pesados si tengo 65 años y nunca me he entrenado. ¿Es respetuoso con la gente? Es decir, si no causará a otros algún perjuicio. No nos referimos a los celos que pueda ocasionar a mi vecino que yo tenga un coche mejor que el suyo sino a un daño físico o psíquico. Mi deseo no puede ser atropellar a mi jefe aunque eso “beneficiara” a cientos de trabajadores. ¿Es coherente con el resto de la lista? Esto es muy importante. Si se contradice con otro elemento posiblemente se sabotearán ambos. Hay que tachar uno de los dos. Por ejemplo, sería incoherente ponerme el objetivo de recorrer el mundo yo solo de mochilero y a la vez el objetivo de pasar más tiempo con mi familia. O sería incoherente querer que me asciendan en mi empresa y a la vez desear un trabajo nuevo o trabajar por mi propia cuenta. O una cosa u otra. No tengas miedo de tachar, sólo estás priorizando y cuando empieces a lograr deseos de forma habitual podrás volver a repasar tus viejas listas y darte cuenta que lo que tachaste quizá ya no te interese en absoluto o que tal vez cuando hiciste la lista era incoherente con otro elemento pero ahora ya no lo es y puedes ir haciendo nuevas listas. Pero ahora toca tachar ¡Tacha sin piedad! ¿Cuántos objetivos puedo tener a la vez? ¿estaré pidiendo demasiado? Seguramente tengas ante ti muchísimos objetivos y te estés preguntando si no serán demasiados. Si seguimos las pautas de Jack Canfield y Mark Víctor Hansen, famosos autores de «Sopa de pollo para el alma» y una caterva de libros de autoayuda, parece que nunca son suficientes. Para ellos habría que hacer un esfuerzo por http://www.amazon.es/gp/product/B00DFZ5KWU/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B00DFZ5KWU&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 intentar tener al menos 30 “ser”, 30 “tener” y otros 30 “hacer” y lo ideal es recopilar unos 100 objetivos en total. Y he dicho bien, «esfuerzo», porque te aseguro que es difícil desear tanto, de verdad. Si lo intentas te sugiero que tampoco te agobies, la lista está totalmente “viva”, puedes ir añadiendo y eliminando cosas que ya no desees tanto o que hayas cumplido. Puedes empezar por 20 o 30 e ir subiendo a medida que vayas deseando cosas. Eso sí. Felicítate bien cuando hayas logrado algo, en lugar de tacharlo, señálalo con letras bien llamativas de «¡Victoria! ¡Gracias!» Pero ojo, cada vez que añadas un nuevo objetivo no te olvides de hacerle de nuevo el cuestionario de antes (si realmente lo deseas, es humanamente posible, respetuoso y coherente con el resto de la lista), siendo especialmente cuidadoso en observar que no se contradiga con ningún objetivo anterior ya que un gran peligro que se corre con tantos objetivos es la facilidad con la que pueden colisionar y bloquearse unos a otros. Ahora bien, cabe preguntarse... ¿Por qué es necesario tener tantos deseos a la vez? Según Hansen y Canfield, cada objetivo tiene un periodo de gestación diferente, unos pueden necesitar muchos años de gestación porque actualmente tu situación dista mucho de lo que deseas y otros objetivos se pueden realizar en un santiamén. No puedes dejar los más complicados para el final porque siempre te quedarás realizando cosas muy sencillas y cuando vayas a empezar a hacer las complicadas habrás dejado pasar mucho tiempo en balde; y tampoco puedes empezar por las más difíciles porque nunca verás resultados y te desmoralizarás a las primeras de cambio. Además, cuando cumples un objetivo viene una especie de “bajón” de no saber «ahora qué» excepto que tengas más objetivos en lista y la regla del Universo es la abundancia así que ¿por qué conformarse con menos? Sin embargo, muchos otros autores no comparten la visión de Canfield y Hansen y son de la opinión de que demasiados objetivos diseminan el poder de la Atracción. En este sentido, Vadim Zeland, autor ruso de una serie de libros denominada «Reality Transurfing», afirma que la sintonización con el camino del objetivo (aunqueél utiliza una terminología más compleja que te voy a ahorrar) funciona con más eficacia si todos los esfuerzos están dirigidos hacia un objetivo concreto frente a dispersar nuestra energía mental en diferentes http://www.amazon.es/gp/product/849777695X/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=849777695X&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 objetivos. En la misma línea se sitúan Janet Bray Attwood y Chris Attwood (Descubre el Secreto, Tu riqueza oculta) quienes aseguran claramente que aferrarse a demasiadas ideas, deseos u objetivos al mismo tiempo, colapsa al cerebro que no puede centrarse en tantas cosas a la vez, y para ello se basan en los estudios neurológicos según los cuales sólo puedes almacenar siete conjuntos de información en la conciencia simultáneamente. Me encanta esta cita del fundador de Apple, Steve Jobs: “La gente cree que el enfoque significa decir sí a lo que tienes que enfocar. Pero realmente significa decir no a los cientos de otras buenas ideas que hay. Tienes que escoger con cuidado”. Escoge con cuidado tus deseos, tacha, elige, prioriza. Estoy hecho un lío ¿con qué opinión quedarse, muchos o pocos objetivos? Creo que es posible que cooperen ambas teorías. Me quedo con lo que dice Abraham Hicks, que no hay límite de cosas que puedes pedir al Universo y crear simultáneamente, pero al comienzo, cuando todavía estás aprendiendo a enfocar tus pensamientos, es más útil concentrarte sólo en uno o dos deseos a la vez. Por un lado me parece positivo tener una lista de objetivos a largo plazo, por las razones que aducían Canfield y Hansen pero creo que es IMPRESCINDIBLE mantener la coherencia de los objetivos y minimizar la dispersión de energía. La primera solución a la coherencia de la lista nos la daba el propósito, que nos sirve para encauzar todos nuestros deseos en una misma dirección. Toda esa lista de deseos han de resultar de tu propósito. Pero además, insisto en la coherencia de tu lista. Si tu deseo es ser actor de Hollywood, coincidirás conmigo en que es difícil tener también el objetivo de vivir en Alemania. Es posible hacerlo, pero quizá ahora no sea la mejor opción. Tal vez si consigues ser actor de Hollywood en ese momento puedas desear vivir en Alemania y sea un objetivo más coherente. Para que Antonio Banderas pudiera vivir en su querida Málaga ha tenido que vivir mucho tiempo en Madrid y más tarde en Hollywood hasta que ha adquirido tanto poder en la industria como para decidir dónde establecer su casa. O por poner un ejemplo más mundano, no puedes desear un aumento de sueldo y al mismo tiempo desear cambiar de empleo. Hay que intentar ser coherente al máximo con tu lista de este momento de tu vida. Más coherencia significa más eficacia. http://www.amazon.es/gp/product/8408063650/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8408063650&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/8408063650/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8408063650&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/B00WL3D4KM/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B00WL3D4KM&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 http://www.amazon.es/gp/product/B0062U2JZ6/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B0062U2JZ6&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 Sin embargo, tras poner todos tus objetivos en una lista escrita ya no debemos dispersar más nuestros esfuerzos haciendo visualización y afirmaciones de todos ellos. Es una innecesaria e ineficaz locura. Ten la lista de deseos ahí, escrita, y repásala cada día. Ese simple hecho ya irá poniendo en marcha los objetivos por ti. Pero establece prioridades de los deseos que prefieras que se cumplan primero. Sé que la decisión será difícil «¿qué quiero primero, vivir de mi hobby o encontrar el amor de mi vida?» Pero son decisiones que deberás tomar. No olvides las palabras de Jobs, lo importante del enfoque es descartar ideas, por muy buenas que éstas sean. Recuerda que te facilitará la tarea pensar que realmente las dejas aparcadas no las eliminas para siempre. Hace años escribí un libro de comedia y leí y vi muchísimo humor llegando a encontrarme en una vorágine de chistes que se me iban ocurriendo en todo momento y que apuntaba en la pequeña libreta de ideas que siempre llevo encima. Cuando llegaba a casa y las intentaba meter en el libro muchas veces los mejores chistes no encajaban bien en la historia y me resultaba muy difícil descartarlos así que tomé una idea del director de cine Robert Rodríguez en su manual «Rebelde sin pasta», cogí esas buenas ideas que no cabían y las metí en una carpeta para próximos proyectos. Así resultaba mucho menos doloroso no meter esa idea tan buena que se me había ocurrido, no la descartaba, simplemente la dejaba aparcada temporalmente. Así que no te preocupes por el resto de deseos que no has elegido de momento porque no los estás descartando, no los olvidas, siguen ahí en la lista y volverás a ellos más adelante. Es más, puedes ir engrosando la lista de deseos con nuevas cosas que hacer, ser o tener que se te vayan ocurriendo. Pero ahora debes centrar toda tu energía y ejercicios en uno. Simplemente decide en qué deseo centrarte AHORA. Puede ser algún objetivo sencillo, para ir practicando el proceso, obtener resultados y coger confianza, o puede ser algo más complejo que estés deseando muy vehemente y ya veremos más adelante cómo lo tendremos que dividir en pasos más pequeños. http://www.amazon.es/gp/product/8440662777/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=8440662777&linkCode=as2&tag=httpmiaves-21 La intención es lo que cuenta No es sólo un dicho popular sino una realidad en el ámbito cuántico. No me voy a detener en las complejas explicaciones que demuestran científicamente el tremendo efecto de la intención sobre la materia, para eso ya tienes el fantástico libro de Kolie Crutcher «Electric Living: la ley de la atracción para escépticos», sólo hace falta saber que un deseo sólo es eso, un deseo. Si se mantiene como tal, difícilmente se hará realidad. La intención es una forma por la cual le dices al Universo que estás dispuesto, decidido formalmente a hacerla realidad frente a los meros deseos, apetencias, gustos, preferencias, ensoñaciones... El matiz es muy importante. Fíjate la diferencia de poder entre estas frases: “Yo deseo tener un deportivo descapotable” “Yo quiero tener un deportivo descapotable” “Mi intención es tener un deportivo descapotable” Las dos primeras se quedan en un mero “me gustaría”, “estaría bien tener”, “sería una gozada tener”, frases que perfectamente podrían terminar en un “...otra cosa es que pueda”. Son frases que no te obligan rotundamente a salir a buscar el deportivo descapotable como sí lo hace la tercera frase que está diciendo “voy a por mi descapotable nuevo, no es que lo desee, es que no voy a parar hasta tenerlo”. Para Vadim Zeland, el punto en el que tu deseo se hará realidad será cuando DECIDAS ir a por tu deseo igual como cuando vas a por tu correo, con la misma normalidad. Sabes que estará ahí esperándote en el buzón. Quizá no sabes si llegará hoy pero no dudas de que estará ahí. Simplemente vas y lo coges. Debes dejar a un lado cualquier razonamiento, emoción o esperanza de tener éxito. Debes sólo mantener una decisión irrevocable y desapasionada de obtener éxito, simplemente «mi intención es X, voy a coger X», esa es la declaración, y además sin argumentos, condiciones o signos de admiración. Es así, es un hecho. No es que creas firme e inquebrantablemente que vas a obtenerlo sino que tomas lo que te pertenece. Zeland propone un ejercicio para observar la diferencia entre el deseo y la intención. Desea levantar
Compartir