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Explorando cómo son las proteínas por dentro y cómo se mueven: historia, actualidades y retos del grupo de Bioquímica Estructural del IBt Enrique Rudiño Piñera Palabras clave: alosterismo, biología estructural, rayos X, cristalografía de proteínas, enzimas El Dr. Enrique Rudiño Piñera es investigador titular C del Instituto de Biotecnología de la UNAM y responsable del grupo de Bioquímica Estructural del IBt. Contacto: enrique.rudino@ibt.unam.mx En búsqueda de una pasión Soy parte de la primera generación en mi familia que tuvo la oportunidad, y el apoyo, para llegar a la univer- sidad, y eso, siempre me llenará de orgullo. Pero tam- bién debo confesar que lo que pasó después me llenó de dudas por períodos largos. En particular, cuando terminé mi licenciatura me quedó claro que no había encontrado un tema que me apasionara, uno de esos que me dejara la tranquilidad emocional de dedicar- me a él durante el resto de mi vida profesional. Ese tema apareció durante mis estudios de posgrado y se llama biología estructural: esa área de la ciencia moderna que permite amalgamar a la física, las ma- temáticas, la computación, la química y, por supuesto a la biología, de una manera que a mis ojos es sim- plemente poética. Y cuando se hablaba de biología estructural en la época que yo estaba iniciando mis estudios doctorales, eso quería decir que debías em- prender el —a veces tortuoso— camino de compren- der y dominar a la cristalografía de proteínas utilizan- do técnicas de difracción de rayos X para descifrar la estructura interna que se logra en un cristal; el arre- glo espacial de las cadenas polipeptídicas, conocer y localizar los elementos de organización que hay en- tre varias copias de proteínas similares (oligómeros), saber dónde hay una estructura llamada alfa-hélice, y donde otra conocida como una hebra beta, etc. [Fig. 1]. Lo que seguía en mi carrera era claro: ahora que había encontrado mi pasión debía hallar donde espe- cializarme. Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial Figura 1: Equipo de difracción de rayos X localizado en el Instituto de Química de la UNAM en la Ciudad Universitaria de la CdMx. En la figura se ven los diversos equipos que permiten posicionar, preservar y colectar datos de difracción, que posteriormente darán lugar a una estructura tridimensional. [Foto: MC. Angela Escudero García]. Ya aceptado en un programa de doctorado en Dina- marca, me enteré de que había un grupo de investi- gación en el Instituto de Biotecnología, en el campus Morelos de la UNAM, que trabajaba con un tipo de proteínas llamadas ‘alostéricas’ (por la naturaleza de otros factores y sitios en la molécula, que regulan su actividad). Este grupo lo dirigía el Dr. Eduardo Horja- les Reboredo; un personaje entrañable y de trato ru- do pero que me compartió su pasión: tratar de enten- der mediante estudios de cristalografía —el análisis de moléculas idénticas, apiladas ordenadamente en una estructura que llamamos cristal—, el comportamiento de una enzima alostérica. Lo novedoso no era traba- jar con enzimas alostéricas, ya que estas habían sido centro de muchas investigaciones y desarrollos tanto teóricos como prácticos, desde principios de los años 60 del siglo XX; desarrollos y descubrimientos que le permitieron a Jacques Monod ser laureado con el pre- mio Nobel de Medicina en 1965. Lo novedoso esta- ba en usar a la cristalografía para comprender “visual- mente”, como ocurrían los fenómenos alostéricos. Es decir, el interés por estas enzimas alostéricas radica en que tienen una especie de ‘botón de encendido y apagado’ para cambiar de un estado activo (estado R) a otro inactivo (estado T). Dentro de este grupo de enzimas teníamos acceso a estudiar la glucosamina 6-fosfato desaminasa, (abrev. GlcN6PDea), de Esche- richia coli. Una entrevista decisiva Conseguí una cita con el Dr. Horjales y por más de dos horas me habló del proyecto que me ofrecía para hacer el doctorado bajo su tutoría y de diversos de- talles aun sin resolver, para convencerme de tomar el proyecto. Habló de las teorías que pretenden explicar cómo transitan las enzimas alostéricas de un estado activo (R) a uno inactivo (T) y de lo que se necesita pa- ra poder cristalizar a una proteína: toda una colección de protocolos y consideraciones particulares que im- plica, organización, talento, suerte y paciencia al más puro estilo budista [ver Figs. 3 y 4]. Explicó cómo y en donde bombardear a estos cristales directamente con rayos X para difractarlos (desviarlos de una manera específica al rozar o rebotar con las nubes de elec- biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 2 de 9 Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial trones que rodean a los átomos que forman al cristal, siguiendo reglas develadas hace más de 100 años por una dupla padre-hijo de apellido Bragg). De cómo ob- tener una familia de puntos en un detector que refle- jen —dependiendo del ángulo, tiempo de exposición, el orden en el cristal y mucho análisis utilizando cálcu- los computacionales— la estructura tridimensional de proteína cristalizada. En esa misma ocasión, me mostró especialmente, las primeras representaciones tridimensionales de proteí- nas [Fig. 2], recién calculadas, en una computadora Silicon Graphics utilizando lentes estereoscópicos. Es- tas imágenes me dejaron mudo de la impresión: esta- ba viendo en el monitor de la máquina, una red en volumen, que representaba a las nubes de electrones, de cada átomo y de cada aminoácido de una proteína alostérica. No solo me impactó escuchar sobre todos los temas que manejaba, también me asombró la pa- sión con la que lo relataba y, sobre todo la sensación de ver detalles o implicaciones que nuestros sentidos no pueden percibir directamente, sino a través del co- nocimiento científico y de sus desarrollos tecnológi- cos. Y dije adiós a mi plan en Dinamarca y di la bien- venida a la que ha sido mi casa por poco más de 26 años, el Instituto de Biotecnología de la UNAM. Figura 2: Representación estereoscópica de la superficie de una proteína alostérica: la glucosamina 6-fosfato desamina- sa de E. coli. Imagen utilizada en las presentaciones ante su comité tutoral del entonces M. en C. Enrique Rudiño Piñera (1999). biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 3 de 9 Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial Los inicios del grupo de cristalografía de proteínas del IBt Eduardo Horjales dirigía un grupo pequeño y com- pacto en intereses y temas; el alosterismo enzimático era el pretexto, su explicación a nivel estructural era el centro de nuestro quehacer, y las correspondien- tes glucosaminas 6-fosfato desaminasas de distintos organismos, nuestro modelo experimental. A Eduardo se deben los primeros viajes en 1998 para acceder a “fuentes de radiación de alta brillantez” también cono- cidas como sincrotrones; bajo su tutoría -en un lapso de 4 años- mi tesis de investigación doctoral estaba lista y mi futuro se movía hacia realizar una estancia posdoctoral fuera de México. El inicio de ese posdoc- torado se dilató de más, ya que tuve el honor de ser contratado por el mismo grupo del Dr. Horjales, pasan- do de una semana a otra, de alumno de doctorado (a veces llamados doctorantes), a investigador asociado: la categoría “de arranque” para seguir formándose en un área de investigación científica. Años después tuve el privilegio de ser aceptado en el grupo de la Dra. Elspeth F. Garman en la Universidad de Oxford en el Reino Unido, para hacer el tan an- siado posdoctorado, un período de investigación que me abrió los ojos y me diversificó aún más en mis pa- siones e intereses. El Dr. Rudiño que regresó al IBt tenía objetivos ahora centrados, no solo en la estruc- tura de las proteínas, sino en cómo se mueven éstas; en los métodos para convertir un patrón de difracción en un modelo tridimensional y, sobre todo, en el efec- to y posibles aplicaciones de los daños causados por los rayos X al interactuar con los cristales de proteí- nas. Esos son los temas que, en nuestro laboratorio, hemos continuado desarrollando una vez que, como Líder Académico, me hice cargo del grupo en 2009 transformándolo en el “Grupo de Bioquímica Estruc- tural” del IBt. Este cambio de nombre enfatiza el he- cho de que migrábamos, de una pequeña comunidad académica basada en una técnica experimental, a una que pretendía explicar mecanismos enzimáticos ‘clási- cos’, los de tipo alostérico y de movilidad molecular (ya que las enzimas vibran, se tuercen un poco y tienen espacios de tránsito para iones, metabolitos y otras moléculas). Estos mecanismos conformarían una ga- ma más amplia de modelos de estudio, donde el foco iba migrando de las enzimas alostéricas a las metalo- proteínas (aquellas que requieren átomos de hierro, zinc u otros metales para modificar a sus sustratos y transformarlos en productos). Y como suele ocurrir, las preguntas más interesantes son las básicas de inicio: ¿cómo ocurre un proceso enzimático?, ¿cómo se en- cuentran las moléculas reactivas en la orientación co- rrecta? ¿cómo se disminuye la energía necesaria para que las enzimas transformen a sus sustratos? Y tam- bién ¿cómo las puedo manipular (mejorándolas o. . . en muchas ocasiones, empeorándolas)? y aún más ¿cómo esta información nos permite comprender a los procesos que definen a lo que denominamos como “vi- da”? . . . aunque siempre desde la mirilla poderosa pe- ro incompleta de los datos a nivel molecular. biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 4 de 9 Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial Sobre cómo transformar un problema en una herramienta Cuando se considera que la gran mayoría de la infor- mación tridimensional de proteínas que disponemos —la cual está depositada en el acervo digital del [Pro- tein Data Bank, PDB](https://www.rcsb.org/)—se deri- va en gran medida de un mismo tipo de experimentos realizados alrededor del mundo, en los que se hace in- teractuar a un frágil cristal de alguna proteína, con un haz de alta brillantez de una onda electromagnética ionizante como los rayos X. [1] Pensándolo un poco, es fácil concluir que utilizar esta técnica tiene algu- nos problemas. Algunos de esos problemas son (1), el PDB es una base de datos redundante (hay mu- cha información de una misma proteína con cambios sutiles); (2), que se sabe mucho sobre proteínas con forma casi esféricas (globulares, como la albúmina de las claras de huevo y la caseína de la leche) y (3), que son muy afines a estar disueltas en agua (hidrofílicas). Pero el problema principal es que la gran mayoría de la información de tipo tridimensional proviene de experi- mentos de rayos X, cuya alta energía es por definición, capaz de destruir no sólo la naturaleza ordenada de los cristales de proteína, sino que, a dosis suficientes, pueden matar a organismos vivos. Recordemos que estas macromoléculas (las proteí- nas) son cadenas largas, con varios tipos de áto- mos (C, H, O, N, S y a veces metálicos) y que ade- más se doblan o enrollan (plegamiento) en formas no- azarosas. Así, mientras colectamos datos que darán lugar a una nueva estructura tridimensional, los rayos X destruyen a la proteína, rompiendo enlaces quími- cos y cambiando la ubicación física de los átomos del cristal (eventos radiolíticos). Este problema asociado con la técnica ha llevado a la comunidad de crista- lógrafos de proteínas a desarrollar técnicas de con- tención del daño que van, desde utilizar temperaturas muy bajas (usualmente a 100 K, o bien, -173.15 °C), hasta la atenuación de la intensidad del haz de rayos X para reducir el efecto ionizante sobre el cristal; es de- cir esa que afecta los electrones a los átomos, como dijimos, rompiendo enlaces de todo tipo). Sin embargo, nuestra aproximación como grupo a es- te problema, es sutilmente diferente: lo primero que hemos intentado es describir: ¿qué es lo que exacta- mente ocurre dentro de un cristal cuando se ‘acumula’ la radiación de rayos X? Trabajando en laboratorio, analizando publicaciones de otros investigadores y discutiendo intensamente comprendimos que se tra- taba básicamente, de un proceso de reducción quí- mica producida por una cascada de electrones, que se liberan principalmente de las moléculas de agua presentes en el cristal, por efecto de los rayos X. Éstas moléculas ocupan, en promedio, el 45 % del vo- lumen de un cristal de proteínas, asociadas a la super- ficie de cada proteína, aunque también son cruciales las características fisicoquímicas de cada uno de los biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 5 de 9 Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial aminoácidos que tienen los 20-30 modelos de proteí- nas con las que trabajamos. Con esta idea, empezamos entonces a usar esta he- rramienta metodológica para estudiar procesos inter- e intramoleculares que deben ocurrir en los sistemas celulares de seres tanto extremófilos (que viven a tem- peraturas, presión o concentraciones muy altas de sal, p. ej., los organismos que viven alrededor de ventilas hidrotermales submarinas [2]) como mesofílicos (vi- viendo como nosotros los humanos, en condiciones ‘normales’ de temperatura o concentración de oxígeno entre otros factores). Iniciamos experimentos de di- fracción para ya no solo para hacer fotografías ‘fijas’ de proteínas aparentemente estáticas, sino películas; más bien la conjunción de decenas de fotografía ‘fijas’ que, progresiva y lentamente van mostrando modifica- ciones causadas por los propios rayos X, de un estado a otro, (partiendo del inicio de la interacción de la enzi- ma con su sustrato, hasta ver a los productos aparecer y salir de la enzima), casi de la misma manera en que lo harían en los sistemas vivos [3]. Actualmente, estamos haciendo este análisis con de- cenas de proteínas que están implicadas en la repa- ración del ADN, la degradación de contaminantes am- bientales; con enfermedades virales como el SARS- CoV-2, y un largo etcétera que muestra que, un grupo de una veintena de personas, diverso, con intereses amplios y complejos (que en su mayoría son estudian- tes de posgrado), los reúne el convencimiento de que el estudio de la estructura tridimensional de las proteí- nas —tomando en cuenta sus movimientos a distintos niveles, es fundamental para entender una gran canti- dad de fenómenos moleculares de la vida [4-7]. Y bueno. . . para lograr eso, pasamos mucho tiempo buscando maneras en que las proteínas que nos im- portan lleguen a cristalizar (en sentido literal) [Figs. 3 y 4]. Aparte de eso todo lo que comprendemos a partir de ellos, es una experiencia placentera, casi artística y definitivamente cultural. Figura 3: Cristales de lisozima de huevo de gallina cre- cidos por la estudiante de doctorado la M. en C. Angela Escudero García en el grupo de Bioquímica Estructural del IBt. ¿Cuál es el futuro en la biología estructural? Después de casi tres décadas de existencia como gru- po de investigación, es importante de pensar en lo que sigue, y sobre todo en que está pasando en este mo- mento en este campo: estamos frente a un umbral de cambios conceptuales y de retos metodológicos muy importantes para la biología estructural. Simplemente conocer la estructura tridimensional ‘real’ o más probable de una biomolécula es y segui- rá siendo un logro, sobre todo si se trata de proteínas con una forma o un plegamiento desconocido; o bien cuando se trata de proteínas ‘multidominio’ —con va- rios módulos ordenados uno tras otros como el un co- llar de perlas— como las que adornan la superficie de virus o bien, proteínas de membrana que participan como receptores, canales iónicos, transportadores y proteínas de amarre, participando en mecanismos de intercambio iónico, transducción de señales, fagocito- sis, etc. Sin embargo, muchas de estas están poco re- presentadas en el PDB y como sabemos, ¡el diablo esta siempre en los detalles!, y ahí en el PDB actual biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 6 de 9 Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial y futuro están las pistas de los descubrimientos que, al comprender y modificar proteínas cruciales, pue- den seguir modificando cosas tan trascendentes como nuestra calidad o esperanza de vida. Es en estos deta- lles (sospechas, hipótesis, predicciones, simulaciones e interpretaciones) sobre la forma en que se mueven las proteínas, de donde obtendremos conocimientos sobre procesos tan importantes como la migración ce- lular, el envejecimiento y el control de enfermedades, así como como producir nuevas proteínas que sustitu- yan materias primas o reduzcan la contaminación que nuestras actividades producen en todo nuestro plane- ta. Estamos en el momento en que la biología estructu- ral está dejando de ser solamente un proceso de ge- neración de hipótesis basadas en una aproximación técnica, a una descripción dinámica en un contexto biológico, dando lugar a lo que ya se nombra “Biolo- gía estructural integrativa”. En este cambio de para- digma -es decir el modelo ‘en boga’ sobre cómo fun- cionan ciertas cosas- el concurso de la cristalografía (que permite saber cómo se ven las proteínas en el espacio), con la resonancia magnética nuclear (que permite saber cómo se mueven las proteínas), la crio- microscopía electrónica (que permite observar grupos de proteínas, a 100 K de temperatura), bajo condicio- nes diferentes a las de un cristal, formando verdade- ras ‘fábricas metabólicas’ en las células; la dispersión de rayos X de ángulo bajo y la tomografía de rayos X (que permiten explorar la superficie de las proteínas). Todo esto se complementa y articula con el uso de modelos computacionales provenientes de algoritmos basados en inteligencia artificial, con gran capacidad de simular y predecir condiciones, que serán cada vez más dominantes para el avance del campo. Pero, para que esta y otras áreas de la ciencia desarrolladas en el IBt continúen tan productivas como hasta la fecha, necesitamos dar la oportunidad a que gente joven y apasionada mueva los límites, el nuevo reto es permi- tir que la pasión que un día encontramos florezca en otros. biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 7 de 9 Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial Figura 4: Cristales de una proteína fluorescente producidos por el Dr. Víctor Rivelino Juárez González en el IBt. Referencias 1. Rudiño-Piñera E, V Quintero-Hernández y VR Juárez-González (2022). El Protein Data Bank (PDB) y su impacto en la investigación científica. Alianzas y Tendencias BUAP 7(25): 21-35. https://www.aytbuap.mx/aytbuap-725/el-protein-data-bank-pdb-y-su-impacto-en-la-investigación-científica 2. Rodríguez-Arteaga A y J Ramírez-Ramirez (2020). Descifrando el secreto de una proteína resistente a la radiación. Biotec Mov 22: 3-7 3. Pastor-Colón CN y E Rudiño-Piñera (2020). Danza Molecular. Hypatia, 62. https://www.revistahypatia.org/biologia-estructural-rev-62.html 4. De la Mora, E., J. E. Lovett, C. F. Blanford, E. F. Garma, B. Valderrama, E. Rudiño-Piñera (2012). Structural biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 8 de 9 https://www.aytbuap.mx/aytbuap-725/el-protein-data-bank-pdb-y-su-impacto-en-la-investigaci�n-cient�fica https://biotecmov.ibt.unam.mx/services/pdfDownloader.php?id=MjIqKl8qKjE= https://www.revistahypatia.org/biologia-estructural-rev-62.html Biotecnología en Movimiento / Núm. 32-8 Número especial changes caused by radiation-induced reduction and radiolysis: the effect of X-ray absorbed dose in a fungal multicopper oxidase. Acta Crystallogr D Biol Crystallogr 68 (5): 564-577. DOI: 10.1107/S0907444912005343 5. Serrano-Posada, H., S. Centeno-Leija, S. P. Rojas-Trejo, C. Rodríguez-Almazan, V. Stojanoff, E. Rudiño- Piñera (2015). X-ray-indiced catalytic active-site reduction of a multicopper oxidase: structural insights into the proton-relay mechanism and O2-reduction states. Acta Crystallogr D Biol Crystallogr 71 (12): 2396- 2411. DOI: 10.1107/S1399004715018714 6. Miranda-Blancas, R., M. Avelar, A. Rodriguez-Arteaga, A. Sinicropi, E. Rudiño-Piñera (2021). The b-hairpin from the Thermus thermophilus HB27 laccase works as a pH-dependent switch to regulate laccase activity. J Struct Biol 213 (2): 107740. DOI: 10.1016/j.jsb.2021.107740 7. Marin-Tovar Y, H Serrano-Posada, A Diaz-Vilchis, E Rudiño-Piñera (2022). PCNA from Thermococcus gammatolerans: a protein involved in chromosomal DNA metabolism intrinsically resistant at high levels of ionizing radiation. Proteins [Struct Funct & Bioinf 90 (9): 1684-1698. DOI: 10.1002/prot.26346 biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/32/8.html Pág 9 de 9 www.doi.org/10.1016/j.jsb.2021.107740 www.doi.org/10.1002/prot.26346 Biotecnología en Movimiento, Num. 32 ~ Enero-Febrero-Marzo de 2023 ~ ISSN 2954-4718 Medicina molecular y bioprocesos Generando ciencia y tecnologías para la salud Número Especial En este número especial de la revista, se relatan historias, conceptos, estrategias científicas y técnicas, así como perspectivas académicas y aplicadas, del trabajo de los integrantes del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos (DMM&B), en seguimiento al simposio conmemorativo por los 40 años del Instituto de Biotecnología (IBt) desde su fundación (disponible en: https://bit.ly/Sem-DMMB_IBt40). El DMM&B surgió hace 21 años (marzo de 2002) y desde su creación ha contribuido de manera muy importante a la generación de desarrollos tecnológicos de utilidad para la sociedad, y de interés para el sector productivo. En este departamento se desarrolla investigación básica y aplicada y, desde distintas perspectivas se atienden aspectos relevantes de la salud humana. La riqueza y versatilidad de los proyectos permite ver la importancia del trabajo colaborativo que se desarrolla en el IBt, ya que está organizado en varios grupos y consorcios (grupos asociados) que hace posible impulsar proyectos con mayor alcance, que serían impracticables para personas o equipos individuales. Los artículos de este número especial, escritos por los/las líderes y el personal académico del departamento, describen sus descubrimientos, modelos de estudio, sus estrategias experimentales y capacidades técnicas, publicaciones y gestiones, así como las aplicaciones médicas preventivas o terapéuticas. Considerando aspectos básicos, se cubren aquellos sobre la estructura y función de varias biomoléculas propias de los organismos vivos. Algunas participan en el metabolismo celular (enzimas alostéricas, proteasas). Otras moléculas neurotóxicas producidas por arácnidos y reptiles han servido para estudiar sus efectos y producir anticuerpos neutralizantes en distintos “formatos”, que son capaces de restaurar rápidamente la salud en caso de intoxicación por venenos de animales ponzoñosos (alacranes, serpientes o arañas mexicanos y de diversas zonas del mundo). Hay otras moléculas características de la inflamación asociada con algunas enfermedades infecciosas, con padecimientos autoinmunes y con enfermedades crónico-degenerativas (diabetes, colitis, Alzheimer) y la intención de probar, inducir o producir compuestos preventivos y terapéuticos contra estas moléculas. También se describen investigaciones sobre evaluaciones clínicas y para la producción de anticuerpos recombinantes y de antivenenos, así como tecnologías y alternativas para generar vacunas de calidad. Los objetivos, logros y perspectivas en cada área de investigación muestran ejemplos de colaboración, innovación y vinculación interna y externa. Líderes académic@s del DMM&B, expositores en el simposio; autores y autoras de los artículos de este número Varios descubrimientos o invenciones resultantes han sido protegidos para transferir tecnologías que puedan entrar al circuito comercial, así como ofrecer servicios tecnológicos; esto con el fin de satisfacer demandas sociales (antivenenos) contra el alacranismo y el viperismo, así como el desarrollo de anticoagulantes, nuevos antibióticos, antiinflamatorios y vacunas de nueva generación. Confiamos que este número especial de la revista, sobre una promisoria área de desarrollo académico, profesional e interinstitucional, sea de interés de las y los lectores, considerando las vocaciones y trayectorias personales que la han hecho posible. Dra. Leonor Pérez Martínez, Jefa del Departamento, Editora invitada REVISTA DE DIVULGACIÓN DEL INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA DE LA UNAM DIRECTORIO UNAM RECTOR Dr. Enrique Luis Graue Wiechers SECRETARIO GENERAL Dr. Leonardo Lomelí Vanegas SECRETARIO ADMINISTRATIVO Dr. Luis Álvarez Icaza Longoria SECRETARIA DE DESARROLLO INSTITUCIONAL Dra. Patricia Dolores Dávila Aranda SECRETARIO DE PREVENCIÓN, ATENCIÓN Y SEGURIDAD UNIVERSITARIA Lic. Raúl Arcenio Aguilar Tamayo OFICINA DE LA ABOGACÍA GENERAL Mtro. Alejandro Concha Cantú COORDINADOR DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Dr. William Henry Lee Alardín DIRECTOR GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL Lic. Néstor Martínez Cristo IBt DIRECTORA Dra. Laura Alicia Palomares Aguilera SECRETARIO ACADÉMICO Dr. Alfredo Martínez Jiménez SECRETARIA DE VINCULACIÓN Dra. Brenda Valderrama Blanco SECRETARIO ADMINISTRATIVO Lic. Christian Rodríguez Caro COORDINADORA GENERAL DE DOCENCIA Dra. Marcela Ayala Aceves COORDINADOR DE INFRAESTRUCTURA Dr. Gerardo Corzo Burguete COORDINADOR DE ANÁLISIS NORMATIVO Dr. Héctor Rosales Zarco JEFES DE DEPARTAMENTO BIOLOGÍA MOLECULAR DE PLANTAS Dr. José Luis Reyes Taboada GENÉTICA DEL DESARROLLO Y FISIOLOGÍA MOLECULAR Dra. Hilda Ma. Lomelí Buyoli INGENIERÍA CELULAR Y BIOCATÁLISIS Dr. Guillermo Gosset Lagarda MEDICINA MOLECULAR Y BIOPROCESOS Dra. Leonor Pérez Martínez MICROBIOLOGÍA MOLECULAR Dr. Enrique Merino Pérez EDITOR Dr. Enrique Galindo Fentanes enrique.galindo@ibt.unam.mx EDITOR EJECUTIVO Dr. Jaime Padilla Acero jaime.padilla@ibt.unam.mx ASISTENTE EDITORIAL Dra. Mónica Pineda Castellanos monica.pineda@ibt.unam.mx COMITÉ EDITORIAL Dr. Edmundo Calva Mercado Dra. Claudia Díaz Camino Dr. Ricardo Grande Cano Dr. Carlos Peña Malacara M.C. Blanca Ramos Cerrillo Dr. Enrique Reynaud Garza Dr. Paul Rosas Santiago Biotecnología en Movimiento Año 9, No. 32. Publicación trimestral, editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Av. Universidad 3000, Col. Universidad Nacional Autónoma de México, C.U. Alcaldía Coyoacán C.P. 04510, a través del Instituto de Biotecnología, Av. Universidad 2001, Col. Chamilpa, C.P. 62210, Cuernavaca, Morelos, México. Tel. +52 777 329 16 71 o -1777 x38122; correo electrónico biotecmov@ibt.unam.mx. Editores responsables Enrique Galindo y Jaime Padilla. Reserva de derechos al uso exclusivo del título: 04-2015-060211444700-102 otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. ISSN 2554-4718. Responsable de la última actualización M.C. Walter Santos. Publicado como HTML y PDF el 15 de marzo del 2023. Disponible en biotecmov.ibt.unam.mx FOTOGRAFÍA Colaboración especial del Sistema de Archivos Compartidos UAEM-3Ríos (Adalberto Ríos Szalay, Ernesto y Adalberto Ríos Lanz). DISEÑO EDITORIAL E ILUSTRACIÓN Equipo editorial NÚMERO 32 ENERO-FEBRERO-MARZO DE 2023 ISSN 2954-4718 Medicina Molecular y Bioprocesos Presentación editorial 32.0 Un interés dedicado al conocimiento y las tecnologías para la salud a partir de venenos de alacranes 32.1 Por Lourival Domingos Possani Postay Antivenenos contra animales ponzoñosos: una historia de aventuras científicas y de éxitos para México 32.2 Por Alejandro Alagón Cano Desarrollo de un antiveneno de nueva generación para tratar accidentes por picadura de alacranes mexicanos 32.3 Por Baltazar Becerril Luján y Lidia Riaño Umbarila De Japón a México: de neurotoxinas en venenos de arañas y de otros animales ponzoñosos 32.4 Por Gerardo Corzo Burguete ¿Por qué investigamos víboras, toxinas y antivenenos? 32.5 Por Edgar Neri Castro Integración productiva desde lo hiper-diminuto hasta los procesos bioindustriales: la ingeniería bioquímica en acción 32.6 Por Laura A. Palomares, Vanessa Hernández, Martha A. Contreras, A. Ruth Pastor y Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich Avances en medicina traslacional para entender mecanismos de la salud y el tratamiento de enfermedades complejas 32.7 Por Gustavo Pedraza Alva y Leonor Pérez Martínez Explorando cómo son las proteínas por dentro y cómo se mueven: historia, actualidades y retos del grupo de Bioquímica Estructural del IBt 32.8 Por Enrique Rudiño Piñera NÚMERO ESPECIAL Disponible en Disponible en biotecmov.ibt.unam.mxbiotecmov.ibt.unam.mx REVISTA DE DIVULGACIÓN DEL INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA DE LA UNAM NÚMERO 32 ENERO-FEBRERO-MARZO DE 2023 ISSN 2954-4718 Toxinas de alacranes, víboras y arañas Nanotecnología y bioingeniería en la producción de medicamentos Antivenenos contra animales ponzoñosos Medicina molecular y bioprocesos Generando ciencia y tecnologías para la salud Producción de anticuerpos sin inmunizar animales ¿Cómo prevenir obesidad, colitis y Alzheimer ? Descifrando estructuras y movimiento de proteínas con luz brillante Toxinas de alacranes, víboras y arañas Nanotecnología y bioingeniería en la producción de medicamentos Antivenenos contra animales ponzoñosos Producción de anticuerpos sin inmunizar animales ¿Cómo prevenir obesidad, colitis y Alzheimer ? Descifrando estructuras y movimiento de proteínas con luz brillante Medicina molecular y bioprocesos Generando ciencia y tecnologías para la salud NÚMERO ESPECIAL Disponible en biotecmov.ibt.unam.mx
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