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Didáctica de la Educación Cristiana Apuntes de Clase para la Materia TM4. Didáctica de la Educación Cristiana Universidad Evangélica del Paraguay Facultad de Teología Sede: Instituto Bíblico Asunción Dra. Marlene Enns © 2020 (No para publicación ni distribución sin autorización de la profesora) A. Fin último: Se refiere al propósito del ser humano. Entre ellos están aspectos tales como: Glorificar a Dios (1 Cor 10:31), amar a Dios (Deut 6:5), conocer a Dios (Jn 17:3), y alabar a Dios (Sal 150:6) B. Premisas filosóficas, teológicas, y empíricas: supuestos que se tiene acerca de la naturaleza de Dios, del ser humano, de la creación, vida y trabajo. También se suele incluir lo que el/la educador/a cree acerca de la Biblia, de Dios, la iglesia, la familia, principios de desarrollo, el papel del Espíritu Santo, etc. C. Excelencias: basado en el fin último y las premisas se propone cuáles son las excelencias, virtudes, calidad de vida, perspectiva de vida, etc. que se desean ver en el/la educando. Estas excelencias constituyen la visión que impulsa al/la educador/a en su tarea educativa. No se refiere a las actividades que han de realizar los/as educandos, sino más bien al ideal de persona que se envisiona en ellos. Ejemplo: algunos se basan en el ideal pintado por Jesús en el Sermón del Monte (Mat 5-7) o al fruto del Espíritu (Gal 5:22-23). D. Métodos: se mencionan las teorías empíricas y científicas del aprendizaje que hacen posible que surjan las deseadas excelencias. E. Estrategias Prácticas: contienen las estrategias educacionales específicas con los objetivos para cada aspecto de la práctica educacional (currículo, métodos, estructural organizacionales, etc.) Frankena, W.K. (1965). Philosophy of education. New York, NY, EE.UU.: MacMillan. Newton, G.C. (2001). Philosophy of Christian education. En M. Anthony (Comp.). Evangelical dictionary of Christian education (págs. 533-535). Grand Rapids, Mich. EE.UU.: Baker. Plueddemann, J. & Plueddemann, C. (1990). Pilgrims in progress: Growing through groups. Wheaton, Ill., USA: Harold Shaw. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 1 ESTRUCTURAS EDUCATIVAS: EDUCACIÓN FORMAL, NO-FORMAL E INFORMAL Antes de considerar las principales teorías de aprendizaje, y en especial las teorías del desarrollo, necesitamos aclarar que educación formal no es la única modalidad de educación. Es quizás aquella de al cual se habla más; pero no siempre es la más eficiente para todos los objetivos que se desean alcanzar a través de la educación. También están la educación no formal (ENF) y la educación informal. Los conceptos de educación formal e informal ya existen por más de 100 años. Sin embargo, el concepto de la ENF toma auge durante los primeros años de la década de los 60 en el siglo veinte. Después de la segunda guerra mundial las naciones del tercer mundo crecientemente se independizan, pero adoptan los modelos formales de educación del primer mundo. Sin embargo, muy pronto se dan cuenta que la educación formal no podía suplir con suficiente rapidez las demandas de las necesidades que trajeron consigo los cambios sociales y económicos acelerados de la época post-colonial. Surge así la alternativa de la ENF que responde mejor al cambio y es un instrumento más efectivo para el desarrollo. Pazmiño los representa en forma esquematizada de la siguiente manera (1995, pág. 65): En la siguiente página, podemos observar que Ted Ward (s.f.) representa los tres modos de educación mediante un modelo tri-sectorial. Resalta que ENF comparte con la educación formal su carácter de deliberado, planeado, con plantel trabajador, y financiado. Comparte con educación informal su carácter funcional que nace de la necesidad y no está restringido a tiempo y espacio. ENF suele ser el “ingrediente faltante” en situaciones de crecimiento social y económico acelerado. Es así que también surge la ecuación teológica por extensión, ya que las instituciones teológicas formales no eran lo suficientemente “rápidas” y “efectivas” para las crecientes demandas del crecimiento de la iglesia en Latinoamérica. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 2 Pazmiño señala que la trinidad educativa (persona, contexto, contenido) puede relacionarse con una trinidad de formas de educación (1995, pág. 67): TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 3 Merriam y Caffarella enfatizan que todos los modos o formas de educación son igualmente importantes en educación. Siempre habrá cierta superposición entre las tres modalidades (Merriam & Caffarella, 1999, pág. 26). Además, subrayan que la diferencia entre las tres formas de educación no debiera buscarse en la metodología usada, ya que inclusive los métodos de educación autodirigida—más característicos en la educación informal—pueden ser usados en las modalidades formales y no-formales (1999, pág. 44-45). Y Ward añade tampoco debiera buscarse en el grado de formalidad reflejado en una u otra modalidad. Más bien, debiera buscarse en la totalidad del ambiente educacional como lo refleja el siguiente cuadro comparativo: EDUCACIÓN FORMAL EDUCACIÓN NO-FORMAL ESTRUCTURA Altamente estructurada. Sistema secuencial. Menos centralizada, estructurada y más flexible. Más bien descripta como un sector que como un sistema. CONTENIDO Generalmente académico, abstracto, y verbal. Generalmente orientado hacia tareas / habilidades (ej., facilitar tecnología) y con objetivos más específicos y medibles. Se enfatiza el “cómo”. También se enfatiza la concientización (ej.: Freire). TIEMPO Orientado hacia el futuro. Orientado hacia el presente. RECOMPENSA Suele ser postergada y de largo alcance. Suele ser más tangible, inmediata y de corto alcance. LOCAL Es altamente visible y en un lugar fijo. Baja visibilidad y puede ocurrir en el trabajo, en centros comunitarios, iglesias, plazas, etc. PARTICIPANTES Las edades están definidas y son predecibles y los profesores son certificados oficialmente. Estudiantes que “se aplazan” pueden sufrir un estigma social. Estudiantes son de todas las edades y profesores tienen una gran variedad de cualificaciones. Participantes que “fracasan” sufren poco o ningún estigma social. FUNCIÓN Generalmente responde a necesidades que se cree que las personas tienen. Generalmente responde a necesidades que las personas dicen tener. Busca crear una conciencia para acción social. En realidad, hablar de educación formal, no formal e informal no es un descubrimiento nuevo. Ya en tiempos bíblicos el pueblo de Dios aprendía a través en estos tres sistemas. Un ejemplo de ello encontramos en Tito 2. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 4 EDUCACIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO: Tito 2:1-10 1. ¿Cuáles son los grupos de personas que reciben enseñanza? _________________________________________________________________________ 2. ¿Qué grupo no se menciona? _______________________________________________ 3. ¿Cómo recibía educación este grupo? Ver también Deut 6:4-9; Ef 6:1-5; Col 3:20-21. _________________________________________________________________________ 4. ¿Qué indicios hay de que el aprendizaje ocurría en contextos formales, no formales, e informales? _________________________________________________________________________ 5. ¿Cuál es el propósito de la enseñanza? _________________________________________________________________________ JESÚS Y LA EDUCACIÓN NO FORMAL E INFORMAL: Discipulado Otro ejemplo claro de la importancia de la educación no formal e informal lo encontramos en Jesús quien usó esta forma de educación con sus doce discípulos. Robert Coleman (1974) menciona que se pueden detectar los siguientes principios de discipulado:1. Principio de la Selección Discipulado no se puede hacer con todas las personas. Inclusive Jesús no podía hacerlo. Es por eso que parece haber trabajo en base a prioridades y a distintos niveles. Aunque no descuidó las masas, Jesús a veces decía “no” a las masas para poder adiestrar a los 70 (Lucas 10:1-12, 17-20). Su misión principal, sin embargo, fue la preparación de los 12 (Juan 17). Para poder hacerlo necesitaba decir “no” a las masas y a los 70 (Marcos 9:30- 31). Dentro de los doce parece haber dado especial atención a tres debido a las funciones especiales que tendrían que cumplir (Lucas 8:51; Mateo 17:1; 26:37): Pedro (el que “abre las puertas del Reino a Judíos y gentiles), Jacobo (el primer líder de la iglesia en Jerusalén), y Juan (el escritor del evangelio, de las tres cartas y de Apocalipsis). Dentro de los tres parece ser que Juan era el discípulo “amado” (Juan 13:23), muy posiblemente pues era el escritor del grupo. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 5 2. Principio de la Asociación Jesús pidió que los doce “estuvieran con él” por tres años (Marcos 3:14). Todo lo hacían juntamente con él. Los discípulos aprendieron por educación no formal e informal, más que por educación formal. Además, de estar con él, por supuesto también les enseñaba (Mateo 5:1ss., 13:36ss.; Marcos 9:30-31). 3. Principio de la Consagración Jesús pedía absoluta consagración. Lee los siguientes versículos y determina quién puede ser un discípulo de Jesús: Lucas 14:26, 27, 33: ________________________________________________________ Mateo 10:37-38: ___________________________________________________________ Juan 8:31: ________________________________________________________________ Juan 15:38: _______________________________________________________________ 4. Principio de la Impartición Jesús no sólo daba sus palabras a sus discípulos, sino se daba del todo por ellos. Esto llegó a incluir el dar su vida por ellos (Juan 10:14-18). 5. Principio de la Demostración Jesús enseñaba a sus discípulos por medio de experiencias vividas. Lo que quería que aprendieran, él simplemente lo practicaba. Por ejemplo, para incentivar en ellos la oración, él oraba. Fue tal el impacto de su vida de oración, que los discípulos mismos le pidieron que les enseñase a orar (Lucas 11:1). 6. Principio de la Delegación Jesús introduce sus discípulos en forma paulatina y progresiva al trabajo. Durante el primer año, pidió a sus discípulos trabajitos tales como conseguir comida y preparar hospedaje (Juan 4). También les permitió bautizar a algunos (Juan 4:2). Pero, recién al comenzar el tercer recorrido por Galilea (Mateo 9:35; Marcos 6:65) les pide participar directamente en la obra (Marcos 6:7). Ahora, antes de enviarle les da instrucciones de qué hacer, qué llevar, a quién dirigirse, y qué hacer en caso de oposición (Lucas 9:1-6). 7. Principio de la Supervisión Después de haber hecho las tareas encomendadas, Jesús evaluaba con ellos lo que habían hecho, animándoles y corrigiéndoles donde había necesidad (Lucas 12:10; 10:17-20; Mateo 17:19-21). TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 6 8. Principio de la Reproducción Jesús discipuló a los doce con la intención de que ellos hagan lo mismo después de su ascensión a su Padre (Mateo 28:18-20). Cuando analizamos los Hechos de los Apóstoles vemos que constantemente se habla de “discípulos” (6:1, 2, 7; 9:1, 10, 19, 26, 36, 38; 11:26, 29; 13:52; 14: 20, 26, 27, 28; 15:10; 16:1; 18:23; 19:1, 9, 30; 20:1, 30; 21:4, 5, 15). Ejercicio Teniendo en cuenta el ejemplo de Jesús, ¿qué podrías hacer hoy para aplicar estos principios de discipulado? 1. Selección: ______________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 2. Asociación: _____________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 3. Consagración: ___________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 4. Impartición: ____________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 5. Demostración: __________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 6. Delegación: _____________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 7. Supervisión: ____________________________________________________________ _________________________________________________________________________ 8. Reproducción: __________________________________________________________ _________________________________________________________________________ TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 7 BIBLIOGRAFÍA Coleman, R.E. (1974). El plan supremo de evangelización (J. Blanch, Trad.). El Paso, Tex., EE.UU.: Casa Bautista de Publicaciones. Merriam, S.B. & Caffarella, R. S. (1999). Learning in adulthood: A comprehensive guide. San Francisco, Calif., EE.UU.: Jossey-Bass. Pazmiño, R.W. (1995) Principios y prácticas de la educación cristiana: una perspectiva evangélica (D. Swindoll, Trad.). Nashville, Tenn., EE.UU.: Caribe. Ward, T. (s.f.) Nonformal education--What is it? Ward, T. (s.f.) Two modes of non-formal education. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 8 LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN TEOLÓGICA DESDE LA PERSPECTIVA BÍBLICO-PEDAGÓGICA1 Cuando usamos la palabra “pedagogía” nos referimos “al arte, la ciencia, la práctica o la profesión de educar, y en manera especial, al aprendizaje sistematizado o a la instrucción en principios y métodos de enseñanza” (Wilkerson, 2001, pág. 528).2 Aunque los educadores de adultos han querido hacer una diferenciación entre “pedagogía” (enseñar a inmaduros, a niños) y “andragogía” (enseñar a adultos), basándose—entre otras—en la teoría de la andragogía de Malcolm Knowles (1973), esta ha sido cuestionada como tal (Merriam y Caffarella, 1999, págs. 273-278). Es así que generalmente el término “pedagogía” sigue siendo usado para referirse a “la ciencia y la función de enseñar” (Wilkerson, 2001, pág. 528). Desde sus inicios, uno de los objetivos del IBA ha sido preparar a personas que puedan enseñar a otras. Es por eso que en su malla curricular siempre han estado presentes una o más materias relacionadas con “Educación Cristiana”, como ser: “Introducción a la Pedagogía Cristiana”, “Educación Cristiana para Niños”, “Educación Cristiana para Adolescentes, Jóvenes y Adultos”, “Didáctica de la Educación Cristiana”, etc. Con estas materias se pretende capacitar a los estudiantes con el “cómo” enseñar el contenido aprendido especialmente a través de las materias en las áreas de “Biblia” y “Teología”. Es loable que desde sus inicios el IBA ha reconocido que no basta “conocer” el “contenido” de la Biblia, y luego simplemente “transmitirlo” a las personas que no pueden acudir a sus aulas. Ni Dios—quien es Dios y podría hacer milagros—usa la mera “transmisión” de contenido para educar a su pueblo. ¿Quiénes entonces somos nosotros para atrevernos a pensar que basta con “conocer” el contenido de la Biblia y luego “transmitirlo” a otros para que lo aprendan y crezcan en su relación con Dios, consigo mismos, con los demás, y con el resto de la creación? Es por eso que es imperiosa la necesidad de que en este libro aniversario del IBA nos ocupemos también con “La importancia de la formación teológica (IBA) desde la perspectiva bíblico – pedagógica”. A. La importancia a la luz de la necesidad de nacer, morir y crecer 1. La importancia del nuevo nacimiento Antes de poder crecer, es necesario habernacido. Aunque esto nadie lo debatiría, es necesario hacerlo explícito. Jesús enfatiza esta verdad básica a Nicodemo: “Te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Y luego añade al perplejo maestro de la ley: “Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Pedagogía cristiana que no enfatiza el nuevo nacimiento obrado por el Espíritu de Dios, es humanismo y moralización, aunque tenga contenido bíblico. 2. La importancia de morir Aunque parezca paradójico, una vez experimentado el nuevo nacimiento, empieza un proceso de de-crecer y de muerte. Cuando a Juan el Bautista le llega la noticia de la creciente popularidad de Jesús, él responde muy acertadamente: “A él le toca crecer, y a mí menguar” 1 Enns, M. (s.f.). Formación teológica desde la perspectiva bíblica y pedagógica. In V. Wall, F. Florentín & M. Florentín (Eds.), Registro de un peregrinaje: Instituto Bíblico Asunción: 50 años formando obreros con la Palabra de Dios (págs. 223-237). Asunción, Paraguay: Instituto Bíblico Asunción. 2 Citas directas de fuentes en inglés, son traducciones libres de la autora. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 9 (Juan 3:30). Pablo lo expresa de la siguiente manera en su carta a los Gálatas: “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí” (2:20). Y seguidamente expresa su preocupación como pedagogo: “Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes” (4:19). ¿Por qué? Porque él sabía que la pedagogía cristiana se mueve entre la tensión de decidirse diariamente por la muerte del yo (carne) y por la entrega a la vida del Espíritu (5:16-26). Muerte y vida siempre co- existirán hasta que veamos a Cristo cara a cara. Por esto, el educador Juan en su primera carta dice: “Ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Todo el que tiene esta esperanza en Cristo, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (3:2-3). 3. La importancia de crecer y madurar Durante este tiempo de tensión entre la vida y la muerte, somos exhortados a crecer y pasar de la niñez a la adultez. Pablo escribe en su primera carta a los Corintios: “no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros, apenas niños en Cristo…Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? (3:1,3). Unos capítulos más adelante continúa con esta temática: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño” (13:11). Y luego exhorta enfáticamente: “Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar” (14:20). En su segunda carta a estos mismos hermanos, escribe: “Esperamos que, según vaya creciendo la fe de ustedes, también nuestro campo de acción entre ustedes se amplíe grandemente” (10:15). A los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros de Éfeso insta a que trabajen de tal manera que el pueblo de Dios sea perfeccionado y llegue a tener “la plena estatura de Cristo” (4:13), para que ya no sean niños inestables que se dejan llevar por todo viento de enseñanza, sino que “al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” (4:15). Y el escritor a los Hebreos hace hincapié en la necesidad de dejar de ser niños que tan solo pueden ingerir leche, y en llegar a tener madurez para poder ingerir alimento sólido. Y luego define quiénes son “adultos”: “el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual” (5:13-14). Según estos pasajes, una pedagogía cristiana enfatiza que llegar a ser adultos tiene que ver con cambios en la manera de hablar, de razonar, de juzgar, de distinguir entre lo bueno y lo malo, de percibir, y de vivir la verdad con amor para llegar a ser como Cristo. En otras palabras, tiene que ver con lo que Pablo dice en Romanos 12:2 “sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Esto nos lleva al siguiente punto acerca de “La importancia de la formación teológica desde la perspectiva bíblico – pedagógica”. B. La importancia a la luz de procesos de reflexión y acción Procesos de transformación de pensamiento y de vida que conducen a la adultez no se logran mediante la mera transmisión de conocimientos bíblicos. Con esto no decimos que no haya un lugar para la proclamación, la predicación y la enseñanza expositiva de la Palabra de Dios. Cuando estas tienen como centro a Cristo crucificado y resucitado, y se hacen “no con las palabras que enseña la sabiduría humana sino con las que enseña el Espíritu” (1ª Corintios 2:13), entonces pueden obrar cambios profundos. Pero, para que las personas lleguen a ser adultas necesitan poder reflexionar, comparar, diferenciar, juzgar y hacer TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 10 decisiones por sí mismas en la vida diaria. Y para ello, es necesario que como pedagogos y educadores fomentemos procesos educativos que propicien la transformación a través de la reflexión y la acción. Veamos cómo Dios y los pedagogos que colaboran con él lo hacen.3 1. Procesos de reflexión y acción basados en objetos visuales Dios ha creado al ser humano con cinco sentidos y cuando quiere propiciar reflexión y acción transformadora a menudo utiliza objetos visuales. Jeremías necesita comprar un cinto de cuero, esconderlo en la hendidura de una peña a orillas del Éufrates, y luego recogerlo cuando ya está podrido para enseñar al pueblo una lección sobre el olor repugnante de su soberbia (13:1-11). Dios le lleva luego a la casa de un alfarero para que observe cómo este repite el proceso de hacer una vasija que no salió bien en el primer intento, y luego hace la pregunta que debe llevar a la reflexión y acción: “¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero con el barro?” (18:6). En el siguiente capítulo, pide que Jeremías compre una vasija de barro del alfarero, y que la quiebre con estruendo en frente de los ancianos del pueblo y de los sacerdotes para hacerles reflexionar sobre cuán grande será el mal que Dios traerá sobre el pueblo si no cambian (19:1-13). En otra ocasión, empieza la lección acerca de lo que hará con los exiliados mostrándole dos canastas con higos: una con higos muy buenos, y otra con higos muy feos, y haciéndole una pregunta de observación reflexiva: “¿Qué ves Jeremías?” (24:3). El sabio Salomón insta a su discípulo a ir junto a las hormigas y le dice: “Fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría!” (Proverbios 6:6-11). En otras palabras, pide que observe, reflexione y saque conclusiones para su vida personal, que en ese momento se caracterizaba por la pereza. Jesús hace algo similar al llevar a reflexionar a sus discípulos sobre la insensatez de afanarse, diciendo: “Observen cómo crecen los lirios del campo” (Mateo 6:28), o “Fíjense en los cuervos” (Lucas 12:24). Y es probable que cuando enseñaba acerca del Reino de Dios a través de las parábolas del sembrador, del trigo y la cizaña, de la semilla de mostaza, de la levadura, de la cizaña, del tesoro escondido, de la perla preciosa, y de la red (Mateo 13:1-57), él haya tenido estos objetos en “vivo y directo” ante sus aprendices, quienes debían hacer comparaciones mentales, reflexiones y conclusiones para su aprendizaje. 2. Procesos de reflexión y acción basados en historias y parábolas El relato de historias ha sido un instrumento universal usado en todas las culturas de todos los tiempos para todaslas edades, como un medio que fomenta la reflexión y acción transformadora. Jotam cuenta la historia de cómo los árboles fueron a elegir rey sobre sí, para llevar a Abimelec (su hermano de padre quien había sido gestor del homicidio de 70 familiares) a la reflexión y al arrepentimiento (Jueces 9:1-24). Algo similar hace el profeta pedagogo Natán, cuando relata al rey David la historia del hombre a quien un rico le quitó la única oveja que tenía, para llevarlo a la reflexión y al arrepentimiento después del adulterio y homicidio que había cometido (2ª Samuel 12:1-15). El rey guerrero David también necesitó escuchar la historia de una mujer de Tecoa (contratada por el general Joab) para reflexionar sobre su falla como padre en relación a su propio hijo Absalón (2ª Samuel 14:1-23). Parábolas—historias que requieren de visualización mental y llevan a la reflexión— también fueron usadas por Isaías (la historia de la viña – 5:1-7), y por Ezequiel (la parábola de las águilas y la vid – 17:1-24; la historia de la olla hirviente – 24:1-14). Y por supuesto, 3 Algunos libros útiles para tener ideas prácticas para la enseñanza son: Campbell, Campbell & Dickinson (2000), Hendricks (1997), Lefever (2003, 2004), Schultz y Schultz (1996), Somoza (2006). TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 11 Jesús—el pedagogo y educador por excelencia—tenía una predilección tremenda por las parábolas: la parábola de la oveja perdida (Mateo 18:10-14), de los dos deudores (Mateo 18:23-35), de los obreros de la viña (Mateo 20:1-16), de los dos hijos (Mateo 21:28-32), de la fiesta de bodas (Mateo 22:1-14), de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13), de los talentos (Mateo 25:14-30), del buen samaritano (Lucas 10:25-37), del rico insensato (Lucas 12:13-21), del siervo vigilante y del siervo infiel (Lucas 12:35-48), de la higuera estéril (Lucas 13:6-9), de la gran cena (Lucas 14:15-24), de la oveja, de la moneda y de los hijos perdidos (Lucas 15:1- 32), del mayordomo infiel (Lucas 16:1-14), de la viuda y el juez injusto (Lucas 18:1-8), del fariseo y del publicano (Lucas 18:9-14), de las minas (Lucas 19:11-27), de los labradores malvados (Lucas 20:9-18), del redil (Juan 10:1-6), etc. También era un buen relator de historias. Una historia que todos conocen es la del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31). Estas parábolas y relatos enseñaban más que “mil sermones”, pues al no ser tan fáciles de olvidar, promovían la reflexión y eran tema de conversación más allá de la “hora de la Escuela Dominical” y del “culto en la iglesia”. Y al promover la reflexión, propician la transformación por medio de la renovación del entendimiento, para comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3. Procesos de reflexión y acción basados en dramatizaciones y visiones Cuando Dios quiere propiciar la reflexión y la acción a menudo pide que sus pedagogos dramaticen la lección que sus estudiantes necesitan aprender. Oseas necesita casarse con una mujer adúltera, tener hijos con ella, y experimentar su infidelidad para enseñar sobre el amor de Dios para con su pueblo adúltero (capítulos 1-5). Isaías necesita caminar desnudo y descalzo por tres años por las calles para que el pueblo vea y reflexione sobre la insensatez de confiar en Egipto y Etiopía (Isaías 20:1-6). Ezequiel necesita construir una maqueta de Jerusalén, dormir 390 días sobre su lado izquierdo, y 40 días sobre el lado derecho, debe tomar agua por medida, y cocinar el pan sobre excremento humano, lo cual era demasiado repugnante para este pedagogo y logra cambiar el “carbón humano” por estiércol de bueyes (4:1-17). En otros casos, Dios muestra visiones a sus profetas pedagogos. A Amós le muestra las visiones de las langostas y la cosecha, del fuego consumidor, y del muro y la plomada de albañil (7:1-9). A Isaías le muestra al Señor sentado sobre un trono alto y sublime rodeado de serafines, lo cual lo impacta tanto que grita: “¡Ay de mí, que estoy perdido!” (6:5); y al escuchar las preguntas: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?” (6:8), no titubea en accionar y decir: “Aquí estoy. ¡Envíame a mí!” (6:8). A Ezequiel le muestra la visión del viento, del fuego, y de los cuatro seres vivientes (1:1-28), del valle de los huesos muertos (37:1-14), del templo (capítulos 40-46) y de las aguas que traen salud (47:1-12). Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios usa sueños para llevar a la reflexión y a la acción transformadora. Los madianitas son desequilibrados por el sueño de un pan de cebada que trae destrucción (Jueces 7:13-15). Salomón tiene un sueño trascendental que lo transforma en una persona muy sabia (1 Reyes 3:5-15). El rey Nabucodonosor tiene dos sueños que lo llevan a una reflexión y acción transformadora tal que reconoce a Dios como el Soberano (Daniel 2:1-49; 4:5-37). Daniel mismo tiene visiones que lo quebrantan en gran manera y lo llevan a interceder muy intensamente (7:1-28; 8:1-27; 10:1-21). En el Nuevo Testamento Dios también a menudo usa visiones y sueños (visualizaciones mentales) para lograr una acción reflexionada: los sueños que tuvo José (Mateo 1:20-25; 2:13-15; 2:19- 21), que tuvieron los magos del Oriente (2:12), la visión del varón macedonio que tuvo Pablo (Hechos 16:6-10), y la visión que tuvo Juan en Patmos y que lo llevó a escribir el libro de Apocalipsis. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 12 4. Procesos de reflexión y acción basados en fiestas, ceremonias y experiencias de vida Cuanto más vívida y real la experiencia, tanto más grande es la probabilidad de reflexión y acción que llevan a una transformación en la manera de pensar y vivir. La ceremonia de la Pascua era muy conmovedora, y Dios anticipa que suscitará preguntas en los hijos que la observan. Por eso dice a los padres: “Y cuando sus hijos les pregunten: ‘¿Qué significa para ustedes esta ceremonia?’, les responderán… (Éxodo 12:26-27). Es que cuando surgen preguntas, aparecen los mejores “momentos enseñables”, ya que hay intriga, interés y predisposición para aprender. Es de imaginarse que todos los sacrificios y todas las fiestas que guardaban los israelitas suscitaban preguntas en los niños, y al recibir las respuestas en medio de las experiencias vividas, aprendían mejor que a través de “un sermón” o “una lección”. (Armstrong, 1988, págs. 16-17) Dios usa también las experiencias cotidianas de las personas, y pide que los pedagogos que colaboran con él, hagan alusión a ellas. Moisés, al cabo de los cuarenta años de peregrinaje en el desierto, pide que la nueva generación que ha de entrar en la tierra prometida recuerde sus experiencias vividas con reflexión y acción transformadora: “Recuerda…”, “Reconoce en tu corazón…”, “ten cuidado de no olvidar…” (Deuteronomio 8:2,5,11,18). Hageo recibe la misión de exhortar a los que habían vuelto del exilio a no conformarse con la construcción de casas artesonadas, mientras que la construcción del templo es descuidada. Para ello, él les insta a analizar sus actuales experiencias de vida: por qué no llueve, por qué no pueden disfrutar de aquello que plantan, etc. Y luego exclama: “¡Reflexionen sobre su proceder!”, “Ahora bien, desde hoy en adelante, reflexionen” (1:5,7; 2:15,18). Pablo, al dar exhortaciones a los creyentes de Corinto para la celebración de la Cena del Señor, los lleva a reflexionar en base a la vivencia de sus experiencias en ese momento: “Cada uno debe examinarse a sí mismo… Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto. Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría…” (1ª Corintios 11:28-31). No en vano se dice: “La experiencia es la mejor maestra, aunque puede ser que cobre caro”. Es que la experiencia en la vida real apela a los cinco sentidos y a la misma vida nuestra, y esto debe ser aprovechado por los educadores. Ahora, habiendo considerado la importancia de no conformarnos con una mera “transmisión” de contenidobíblico, sino usar procesos didácticos creativos que promuevan la reflexión y la acción transformadora no estamos simplemente abogando por procesos de enseñanza-aprendizaje novedosos y entretenidos. ¡No! Más bien estamos enfatizando que nuestra manera de enseñar concuerde con el contenido que enseñamos. Es decir, que nuestra teología se refleje en nuestra manera de tratar a los estudiantes y nuestra manera de educarlos. Esto nos conduce al siguiente aspecto sobre “La importancia de la formación teológica desde la perspectiva bíblico – pedagógica”. C. La importancia a la luz de la teología Un educador afirmó hace unos años lo siguiente: Mucho de lo que ocurre en “Educación Cristiana” no es uno ni lo otro; es decir, no es “educación” ni es “cristiano” (en Plueddemann, 2005, pág. 7). ¿Por qué? Porque solo se enseña “contenido” cristiano, pero de una “manera” no cristiana. En efecto, el conocido dicho, “tu vida habla tan fuerte que no puedo escuchar lo que me dices”, podría ser re-fraseado como sigue: “la manera en que me enseñas (proceso pedagógico) es tan fuerte, que no puedo escuchar lo que me enseñas (contenido)”. Es que el contenido teológico que enseñamos, necesita ser reflejado en la práctica educativa. Veamos a continuación algunos contenidos teológicos básicos que TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 13 enseñamos acerca de Dios, de la naturaleza del ser humano y de la iglesia, y cómo estos necesitan impregnar los procesos pedagógicos.4 1. El concepto de Dios5 Es imposible resumir en pocas palabras quién es Dios. Pero, mencionaremos algunos aspectos de su persona y su relación con el ser humano que deberían informar nuestra vida y trabajo como educadores cristianos. Primero, Dios es un Dios moral: bueno y a la vez santo. Él se presenta de la siguiente manera a Moisés: El Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación (Éxodo 34:6-7). Segundo, Dios es el soberano, infinito y trascendente quien creó, sostiene y gobierna todo el universo. Él dice de sí mismo: “Desde los tiempos antiguos, yo soy. No hay quien pueda librar de mi mano. Lo que yo hago, nadie puede desbaratarlo” (Isaías 43:13). Al mismo tiempo, Dios es el cercano, el personal e inmanente, quien es accesible y quien desea tener una relación íntima con el ser humano, y por eso envía en carne humana a su Hijo Jesucristo: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Tercero, Dios es racional y todo tiene propósito. Hay cosas que no comparte con el ser humano, pero también está dispuesto a revelarse por su Palabra, su Hijo, su Espíritu y la creación. Por eso invita diciendo: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes” (Jeremías 33:3). Es más, él dialoga y “recibe consejo” del ser humano. Al compartir con Abraham sus planes de destrucción de Sodoma y Gomorra, este pide que reconsidere su decisión por la razón de que personas justas pudieran estar viviendo ahí (Génesis 18:16-33). Aunque no encontró a diez personas que podrían haber evitado la catástrofe de las ciudades, “se acordó de Abraham y sacó a Lot” (Génesis 19:29). Cuando el pueblo de Israel adora al becerro de oro, Dios propone destruir al pueblo e iniciar una nueva nación con la descendencia de Moisés. Entonces este le hace “reflexionar” en base a lo que los egipcios podrían pensar de él, y “entonces el Señor se calmó y desistió de hacerle a su pueblo el daño que le había sentenciado” (Éxodo 32:7-14). Dios no tiene por qué escuchar ni por qué dialogar con seres humanos acerca de sus decisiones, pero desea hacerlo. El concepto que tengamos de Dios influenciará nuestra manera de educar, sin que nos demos cuenta de ello. Es más, se podría decir: “Dime cómo enseñas, y te diré qué concepto de Dios tienes”. Si Dios para nosotros es predominantemente soberano, justo y quien no perdona al que peca, entonces probablemente enseñaremos de una manera más bien frontal, unidireccional, sin invitar al diálogo, ya que tenemos la palabra mayor y la última palabra. Si Dios para nosotros es predominantemente cercano y amoroso, entonces quizás solo nos ocuparemos de escuchar, consolar y ser amigos de los estudiantes. El desafío, sin embargo es 4 Muchas de mis convicciones en esta sección fueron forjadas en mí a través de la enseñanza y el ejemplo de profesores que he tenido en Trinity International University (Deerfield, Illinois, EE.UU): Dr. Perry Downs, Dra. Linda Cannell, Dr. James Plueddemann, Dr. Paul Hiebert, Dr. Duane Elmer, Dra. Muriel Elmer; como también por el contacto y los escritos de Dr. Daniel Schipani (1997, 2002, 2005) de Associated Mennonite Biblical Seminary en Elkhart, Indiana, EE.UU. 5 Inspirado y basado en categorías y contenido de Miller, 2001 (págs.75-174) y Miller, Moffitt y Allen, 2011 (págs. 49-66). TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 14 ser soberano, como también cercano; ser bueno y justo; ser distante y abierto; hacer decisiones por y con los estudiantes. Esto requiere sabiduría y humilde dependencia de Dios. 2. El concepto del ser humano6 La Biblia nos enseña que el ser humano fue creado por Dios a su misma imagen: “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó” (Génesis 1:27). Con asombro el salmista exclama: “Lo hiciste poco menos que un dios, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio” (8:5-6). Pero, al mismo tiempo, debido a su decisión de desobedecer y desconfiar de Dios, el ser humano también está corrupto por el pecado. David confiesa: “Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre” (Salmo 51:5). Isaías añade: “Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia” (64:6). Por eso, Jeremías dice: “¡Maldito el hombre que confía en el hombre!” (17:5). Hay algo más que necesitamos comprender acerca de la naturaleza del ser humano. Todas las personas de todas las culturas, de todos los estratos sociales y de todas las edades tienen el mismo valor ante Dios; todos son iguales para él; todos tienen la misma dignidad. Dios no hace acepción de personas. Por eso Santiago escribe: “Si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables” (2:9). Ahora, aunque todos son iguales, también todos son diferentes y singulares. No hay dos personas que sean iguales. Todos tienen capacidades y dones diferentes, según Dios lo ha decidido, y necesitan complementarse unos a otros sin subestimarse a sí mismo ni despreciar al otro (1ª Corintios 12). Así como el concepto de Dios influencia la manera en que enseñamos, también lo hace nuestro concepto del ser humano. También aquí podríamos decir: “Dime cómo enseñas, y te diré que concepto del ser humano tienes”. Si vemos al estudiante como “poco menos que un diablo”, en quien no hay nada bueno y en quien no se puede confiar, entonces lo trataremos con menoscabo, le gritaremos, no le daremos la opción de reflexionar, de ser creativo, ni de participar de decisiones en el proceso educativo. Nuestra enseñanza se caracterizará por ser transmisión autoritativa de conocimiento que debe ser aceptado sin cuestionamientos. También esperaremos que todos sean iguales y “uniformados”, y no permitiremos que nadie se salga del “molde”. Por otro lado, si vemos a los estudiantes como predominantemente buenos, todos con enorme potencial, todos singulares y únicos, nos cuidaremos en extremo de corregirlos, de tener pautas comunes para todos, de “imponer” nuestra opinión, y de evaluarlossegún algún criterio o según alguna norma, ya que todo vale. El desafío nuevamente es que tratemos con dignidad y respeto a quienes son portadores de la imagen de Dios, sin olvidar que al mismo tiempo son pecadores corruptos. Esto requiere sabiduría y humilde dependencia de Dios. 3. El concepto de la iglesia7 Debido a que nos ocupamos con educación teológica, necesitamos también reflexionar sobre la naturaleza de la iglesia. La Biblia utiliza varias metáforas para la iglesia. Schipani (1997, 2005) propone que tres tienen especial influencia para el ministerio educativo. Primero, la iglesia como pueblo de Dios. La iglesia no nos pertenece a nosotros sino a Dios. Pedro exhorta: “Cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo” (1ª Pedro 6 Inspirado y basado en categorías y contenido de Miller, 2001 (págs.177-212), Miller, Moffitt y Allen, 2011 (págs. 67-84) y Greene, 1998 (págs. 95-104). 7 Inspirado y basado en categorías y contenido de Schipani (1997, 2005). TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 15 5:2). Para quienes se olvidan de esto, Dios tiene palabras muy duras: ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!... Ustedes han dispersado a mis ovejas; las han expulsado y no se han encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigarlos a ustedes por sus malas acciones” (Jeremías 23:1-2). Segundo, la iglesia es el cuerpo de Cristo. Pablo nos dice en Efesios: “Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo…Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa” (5:23,25). Todos los miembros del cuerpo de Cristo necesitan ser considerados importantes (1ª Corintios 12:15-26). Tercero, la iglesia es el templo del Espíritu Santo. Pablo pregunta con mucha insistencia: “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo” (1ª Corintios 3:16-17). Es más, Juan escribe: “En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó” (1ª Juan 2:27). Por supuesto esto no significa que ya no necesitamos de maestros, pues entonces el Espíritu Santo no habría dado maestros a la iglesia (1ª Corintios 12:28-28-29; Efesios 4:11); pero significa, que cada creyente es enseñado por el Espíritu Santo, ya que su tarea es enseñar todas las cosas, recordar todo que Jesús enseñó, y guiar a toda verdad (Juan 14:26; 16:13). Ahora, nuevamente necesitamos evaluar en qué maneras y en qué medida aquello que creemos acerca de la naturaleza de la iglesia se refleja en nuestro proceso educativo. Y también en este caso podríamos decir: “Dime cómo tratas a los estudiantes y cómo enseñas y te diré qué concepto de iglesia tienes”. Si estamos convencidos de que los estudiantes pertenecen a Dios, nos tendría que estremecer la tarea que se nos encomienda. ¿Con cuánto cuidado nos ocuparíamos de los hijos de un mandatario si es que los pondría bajo nuestra tutela mientras se ausenta? Si estamos convencidos de que los estudiantes son el cuerpo de Cristo, ¿cómo los tratamos? ¿Los tratamos como las mujeres que con amor ungieron el cuerpo de Cristo usando el mejor de sus perfumes, e inclusive sus lágrimas y besos (Marcos 14:3-9; Lucas 7:36-50)? Si estamos convencidos de que el Espíritu Santo enseña a cada estudiante y lo guía a la verdad, ¿qué es lo mínimo que deberíamos hacer para honrar esto durante el proceso educativo? ¿Estaríamos dispuestos a aceptar que ellos también tienen al menos parte de la verdad, y que quienes enseñamos no tenemos toda la verdad, sino que todos solo “vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo” (1ª Corintios 13:12)? ¿Cómo se refleja esta creencia en la arquitectura y en la manera de disponer las sillas en el aula? Si son aulas rectangulares en las que el docente está parado/sentado en el frente, y las sillas están dispuestas de tal manera que todos solo miran hacia esa dirección, ¿qué mensaje damos con ello? Esto requiere de sabiduría y humilde dependencia de Dios. ¿Por qué repetimos la oración anterior cada vez al terminar de deducir las conclusiones de nuestros conceptos teológicos para el proceso pedagógico? Esto nos conduce al último punto que consideraremos sobre “La importancia de la formación teológica desde la perspectiva bíblico – pedagógica”. D. La importancia a la luz de la compleja y misteriosa dinámica del ministerio pedagógico Cuando podemos percibir crecimiento como resultado de nuestro ministerio pedagógico estamos frente a un milagro que nos debe llevar a una sabia y humilde dependencia de Dios. ¿Por qué? Pues todo crecimiento proviene de Dios. Pablo lo pone bien en claro cuando escribe a personas que toman partido con uno u otro líder en la iglesia: “Yo TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 16 sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino solo Dios, quien es el que hace crecer” (1ª Corintios 3:6-7). Habiendo dicho esto, ¿significa que los pedagogos cristianos no contribuyen al crecimiento? ¡Por supuesto que no! De lo contrario no existiría este capítulo en el libro. Podríamos comparar la labor de los educadores a la de quienes trabajan con plantas, así como lo hace Pablo. La semilla que se planta tiene dentro de sí el potencial de crecimiento, lo cual es un misterio; esto no puede ser producido por el ser humano. Pero, la semilla necesita ser plantada en la tierra, necesita de la luz del sol, del aire y del cuidado del ser humano para poder llegar a ser lo que Dios quiere que sea. En otras palabras, necesita haber una interacción entre el potencial de crecimiento de la semilla con el medio ambiente y el ser humano. Jesús lo expresa de esta manera: El reino de Dios se parece a quien esparce semilla en la tierra. Sin que este sepa cómo, y ya sea que duerma o esté despierto, día y noche brota y crece la semilla. La tierra da fruto por sí sola; primero el tallo, luego la espiga, y después el grano lleno en la espiga. Tan pronto como el grano está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha (Marcos 4:26-29). Es por eso, que la teoría de aprendizaje que mejor se adecua a los conceptos teológicos que hemos considerado en la tercera sección de este capítulo, es la teoría de desarrollo (Dettoni y Wilhoit, 1995, págs. 19-43; Downs, 1994, págs. 69-80; Pinzón de Corredor, 1987, págs. 40-60; Plueddemann, 2005, págs. 7-14; Ward, 1982a, págs. 195-204, Ward, 1995, págs. 7-17).8 Esto no significa que otras teorías no tengan un sustento bíblico también, pero la meta-teoría, la teoría primaria que debiera informar a pedagogos cristianos es la teoría de desarrollo (Ward, 1982b, 1995; Downs, 1994; Dettoni y Wilhoit, 1995; Plueddemann, 2005). A modo de resumen (Plueddeman, 1995) esta teoría basada en gran parte en Piaget (1928, 1936), presupone que crecimiento y aprendizaje sucede (1) cuando hay una interacción entre los factores internos del ser humano (podríamos decir, su DNA) y los factores externos (medio ambiente, educadores, contenido). También presupone que (2) requiere de momentos de “desequilibrio”, es decir, de momentos en los que el aprendiz pierde el “equilibrio” pues está frente a una situación (asimilación) en la que lo aprendido en el pasado y lo nuevo pareciera no “cuadrar”, lo cual lo lleva a reflexionar y así formar nuevos conceptos (acomodación). Y presupone de (3) perspectivismo, es decir, la comprensión que el sujeto aprendiz tiene de lo que le rodea paulatinamente va creciendo, y lo lleva a una perspectiva mayor y un horizonte cada vez más amplio, pudiendo ir así desde un egocentrismo hasta la capacidad de tomar las perspectivas de otraspersonas, realidades, culturas, etc. Esto lo hemos visto en la segunda y tercera sección de este capítulo: la necesidad de dejar de pensar y juzgar como niño para llegar a una adultez, y la necesidad de procesos de reflexión y acción. Es por esto que decimos que el proceso pedagógico es una misteriosa y compleja dinámica, en la que el pedagogo necesita estar atento (1) a Dios (ya que solo Dios conoce a los educandos en lo más íntimo y puede dar crecimiento), (2) a las necesidades del educando, (3) al contexto del educando, y (4) al contenido a enseñar.9 No excluye un cuidadoso planeamiento de la lección, pero también requiere de alta sensibilidad hacia Dios, las necesidades del educando, su contexto, y qué y cuánto contenido presentar para la reflexión y el aprendizaje, y así poder hacer cambios in situ según lo requiera el momento. Esto hace 8 Algunos teóricos importantes dentro de esta teoría son Piaget (1928, 1936), Kohlberg (1981), Fowler (1981), Erikson (1950), Perry (1968), Belenky, Clinchy, Goldberger, & Tarule, (1986), Vygotsky (1978). También se necesita mencionar al filósofo de educación brasilero Paulo Freire (2002a, 2002b). 9 Pazmiño escribe de una “trinidad educativa” (el contenido, las personas y el contexto), y aboga por un enfoque teocéntrico para la educación cristiana (Pazmiño, 1995, págs. 17-30, 47). TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 17 imprescindible que pedagogos cristianos oren antes, durante y después de enseñar, ya que su tarea es muy compleja y dinámica, y conlleva una responsabilidad muy grande. Por esto Santiago escribe: “Hermanos míos, no pretendan muchos de ustedes ser maestros, pues, como saben, seremos juzgados con más severidad” (3:1). Conclusión La formación teológica—que en este libro tiene como foco al IBA—es sumamente importante desde la perspectiva bíblico-pedagógica. No solo es importante para quienes enseñarán en forma sistemática en instituciones educativas o en la iglesia, sino también para quienes son padres, abuelos, tíos, amigos, capellanes, empresarios, o ejerzan cualquier otra profesión. Pues, todos tienen una influencia sobre la vida de quienes les rodean; todos enseñan consciente o inconscientemente con su presencia, sus actitudes, sus palabras, y sus hechos. Y si lo hacen conscientemente según la perspectiva bíblico-pedagógica, entonces aún pueden suceder muchos milagros de crecimiento y aprendizaje, y se harán realidad las palabras del Salmo 126:5-6: “El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas”. BIBLIOGRAFÍA Belenky, M. F., Clinchy, B. M., Goldberger, N. R., & Tarule, J. M. (1986). Women's ways of knowing. New York, EE.UU.: Basic Books. Campbell, L., Campbell, B., & Dickinson, D. (2000). Inteligencias múltiples: usos prácticos de enseñanza y aprendizaje (L. 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La importancia a la luz de la necesidad de nacer, morir y crecer 1. ¿Cómo describes tu nuevo nacimiento? ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ 2. La importancia de morir: ¿qué en tu vida necesita morir más? ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________ B. La importancia a la luz de procesos de reflexión y acción Dios enfatiza mucha la reflexión a partir objetos visuales, historia y parábolas, dramatizaciones y visiones, fiestas, ceremonias y experiencias de vida. Como grupo preparen lecciones para cada una de las arriba mencionadas formas que Dios usa para enseñar a su pueblo. 1. Escoger un pasaje bíblico y mencionar cómo podrían enseñarlo con objetos. 2. Escoger una parábola que Jesús usó y reescribirla de manera contemporánea. Es decir, si Jesús estaría HOY con nosotros, ¿cómo relataría la parábola del hijo pródigo, o la parábola del buen samaritano? Escribirla y leerla en clase. 3. Planear una dramatización para enseñar la importancia de no confiar en “dioses ajenos”, sino sólo en Dios (Isaías 20). Practicarla y presentarla en clase. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 21 Métodos Dios no sólo se revela por medio de su Palabra y de su Hijo Jesucristo (2 Tim 3:16-17; 2 Pe 1:19-21; Heb 1:1-4), sino también a través de su creación (Sal 19; Rom 1:18-21). Es por eso, que cristianos no sólo necesitan estudiar la Biblia a través de la teología, sino también necesitan estudiar creación a través de las ciencias. Debido a que en pedagogía cristiana se trabaja con seres humanos—que son parte de la creación de Dios—es necesario hacer uso de teorías empíricas y científicas. Por supuesto, éstas necesitan estar en consonancia con los presupuestos teológicos. Lastimosamente, esto no siempre sucede. Con mucha razón el educador Ted Ward ha hecho la siguiente observación: educación cristiana a veces no es lo uno ni lo otro; es decir, no es ni educación ni es cristiana. Es por eso que es muy necesario analizar—aunque sea brevemente—las teorías de aprendizaje y del desarrollo humano a partir de la perspectiva de una cosmovisión cristiana. Principales Conceptos acerca de Aprendizaje ¿Qué significa aprender? Ward menciona que existen tres principales perspectivas acerca de lo que significa aprender (1995, pp. 8-10). Aprender Como Adquisición de Conocimiento En esta perspectiva se concibe a la mente humana como un depósito en el cual se almacena conocimiento. La función de la mente es adquirir, clasificar, y guardar información para que sea rápidamente accesible. Cuando hay problemas de acceso, esto se debe a que el sistema de almacenaje tiene grietas/fisuras que causan la pérdida de información, a que la mente no ha clasificado y fichado la información correctamente, o a que la ha guardado en un lugar equivocado. Dentro de esta perspectiva de aprendizaje, la TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 22 función de la enseñanza es organizar y presentar información en una manera lógica y memorable. Aprender Como Adquisición de Respuestas Esta perspectiva enfatiza que aprendizaje es un proceso de poder conectar ciertas respuestas a ciertos estímulos. Cuando la mente es presentada con una tarea determinada, su función es responder de una manera determinada. Si responde con la manera correcta, entonces esto es evidencia de que ha ocurrido aprendizaje. De ahí que, enseñar consiste en condicionar a los estudiantes a poder responder de manera “correcta” a ciertas tareas o preguntas. Aprender Como Construcción de Conocimiento Desde esta perspectiva se ve al estudiante como alguien quien descubre, construye, y organiza. Aprendizaje no es tanto una cuestión de almacenar y clasificar información ni de responder con conexiones mecánicas, sino de “hacer significado”. Es decir, que reorganizar y entretejer nuevas informaciones y experiencias con aquellas que ya se tenía, construyendo algo nuevo y significativo. De ahí que, enseñar consiste en ayudar a estudiantes a procesar nuevas experiencias e informaciones de manera que puedan hacer conexiones significativas entre lo “viejo” y lo “nuevo”. Principales Teorías de Desarrollo Humano y de Aprendizaje Los conceptos de aprendizaje y enseñanza recién mencionados responden a ciertas teorías. Básicamente pueden ser clasificadas en teorías que enfatizan los aspectos externos, teorías que enfatizan los aspectos internos, y las que enfatizan la interacción de aspectos internos y externos. Teorías que Enfatizan lo Externo al Ser Humano 1. Por un lado, están las teorías mecánicas o deterministas que conciben a la persona como una máquina y sostienen que toda conducta es determinada por el medio ambiente. Los estímulos externos causan una respuesta o reacción en la persona. Es decir, la conducta es re-activa o consecuencia de presiones externas. Algunos representantes teóricos son los siguientes los psicólogos norteamericanos John B. Watson (1878-1958) y Edward L. Thorndike (1874-1949) quienes aplicaron los conocimientos del fisiólogo ruso Ivan P. Pavlov (1849-1936) y fueron los proponentes del conductismo o behaviorismo. La conducta del ser humano puede ser condicionada por castigos y recompensas. Ha sido muy popular debido a que es altamente “científica”, es decir, se concentra en lo observable, medible, y verificable, y porque “funciona”, ya que se obtienen resultados bastante rápidos. Además, ha sido atractiva pues saca la responsabilidad del ser humano, ya que todo se debe al medio ambiente (personas, ambiente, etc.). Sin embargo, no tiene en cuenta aquellos factores humanos que no son empíricamente verificables, como ser las emociones, la moral, etc. Tampoco muestra respeto por el ser humano, ya que lo manipula desde afuera asumiendo que la persona que modifica la conducta es la que sabe lo que es mejor para la persona que es modificada. Y aunque también la Biblia habla de modificación de conducta en base a castigo y TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 23 recompensas (ej., Deut 11:13-17; 2 Tim 4:7-8), no lo reduce a esto, sino apela al amor como motivación de lo que se hace. 2. Por otro lado, están pedagogos tales como Johann Friedrich Herbart (1776-1841). Aunque Herbart no puede ser considerado como parte del conductivismo, sin embargo es parte de quienes enfatizan lo externo por sobre lo interno en la enseñanza. Este pedagogo alemán elevó la enseñanza al nivel de ciencia. Insiste en una presentación sistemática de información según el siguiente proceso: (a) preparación: ayudar al estudiante a ser consciente de aquello que ya sabe, (b) presentación: presentar ideas nuevas, (c) asociación: indicar las semejanzas y diferencias entre lo que ya se supo con lo nuevo, (d) generalización: generalizar las nuevas ideas concretas al nivel de abstracción y generalización, y (e) aplicación: a través de la cual se ayuda al estudiante a usar la nueva generalización pararesolver problemas nuevos que surgen. Para Herbart la enseñanza es lo primordial, es decir, ayudar al alumno a hacer conexiones entre lo “viejo” y lo “nuevo”. Se presupone que saber es principalmente un asunto de conocer, y que sentimientos, voluntad y acción son derivados automáticamente del conocimiento. Sin embargo, conocimiento no siempre resulta automáticamente en amor y acción, sino que mucho más suele ser el resultado de acciones. Sólo saber no es una virtud (Sal 111:10; Stg 4:17; Rom 7:15,18-19). Teorías que Enfatizan lo Interno del Ser Humano 1. Por un lado está la teoría desarrollada por el psicólogo Sigmund Freud (1856-1939) (1896-1980). Enfatiza que las personas y su conducta son controladas por impulsos psico- sexuales innatos que están más allá de su control. Variante de esta teoría es la que desarrolló Erik Erikson (1902-1994), quien también enfatizó que la conducta del ser humano se desarrolla por etapas, pero que éstas en vez de estar determinadas por impulsos psico-sexuales lo son por impulsos/crisis psico-sociales. Según estas teorías la conducta es pro-activa, es decir, actúa sobre el medio ambiente debido a impulsos internos. Las teorías desarrolladas por estas personas enfatizan lo interno, lo “místico”, lo no visible de las personas. Su fundamental debilidad es el sobre-énfasis en los impulsos o las fuerzas internas sin un énfasis adecuado en la habilidad de la persona de controlar su conducta. Ofrece ayudas para terapia debido a su énfasis en aspectos inconscientes de la conducta, pero no ofrece muchas ayudas para los/as educadores/as. 2. Por otro lado, existen teorías desarrolladas por pedagogos tales como Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827), y Friedrich Froebel (1782-1852). Ellos enfatizan que lo tarea de los educadores es desarrollar el potencial interno de los alumnos. Enseñar no es primordialmente una actividad en la cual se impone el contenido desde afuera del estudiante, sino es una actividad en la cual se trata de “sacar” desde adentro los poderes intelectuales y morales que trae consigo estudiante. Contenido nuevo no es introducido por el profesor hasta que el estudiante sienta la necesidad para ello. 3. En una dirección algo diferente, pero también enfatizando lo interno o personal, están existencialistas, como ser Jean Paul Sartre. Enfatiza que lo único que se puede confiar es la propia experiencia. La verdad sólo puede ser encontrada por la persona misma y la construcción de significado por ella misma. Esto por cierto puede llevar en última instancia a la desesperación y a la absoluta relatividad. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 24 Por cierto que la Biblia enfatiza la experiencia como una fuente de aprendizaje, pero si sólo se enfatizan los factores internos del ser humano, esto lleva a un relativismo emocional centrado en el individuo, y a la simple autorrealización. Cristianos creen que la Biblia contiene verdad absoluta y normas autoritativas (externo). Teorías que Enfatizan una Interacción entre Factores Externos e Internos del Ser Humano Enfatizan que hay una interacción entre el medio ambiente y el ser humano. Por un lado están aquellos que enfatizan teorías de desarrollo cognoscitivo y los que enfatizan teorías humanistas. 1. Teorías de desarrollo cognoscitivo: el énfasis está en la habilidad de la mente para desarrollar y organizar. Cambios en la conducta están relacionados con el desarrollo de la capacidad de la mente. Se concibe al ser humano como capaz de planear, controlar, y asumir responsabilidad en forma activa. Entre los teóricos se encuentran Jean Piaget (1896-1980), Lawrence Kohlberg, James Fowler, Jerome Bruner, David Elkind. 2. Teorías humanistas: Los humanistas reaccionaron contra el determinismo de los conductistas y de los psicoanalistas. Ellos enfatizan que las personas desarrollan su potencial en relaciones; pueden usar su voluntad para determinar su propio destino; pueden hacer decisiones acerca de sus vidas (ej.: Carl Rogers). En general, estas teorías enfatizan que la conducta humana es interactiva. A veces puede ser más re-activa, y otras más pro-activa. Pero, respetan debidamente que el ser humano tiene autonomía—no es máquina—y que a la vez es un ser social que es influenciado por otros y el medio ambiente. Juan Amos Comenio es un representante de aquellos que tratan de tener un balance entre factores externos e internos en la educación. También se puede decir que estas teorías son las que más se acercan al cuadro que la Biblia nos presenta del ser humano: por un lado enfatiza que es un ser responsable y pro- activo, y a la vez, enfatiza que es un ser influenciable y re-activo. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 25 Perspectivas Claves acerca de Aprendizaje en las Teorías de Desarrollo Las teorías de desarrollo presentan las siguientes perspectivas tanto acerca de alumnos como de profesores: 1. El desarrollo y crecimiento en todas las áreas de las personas provienen principalmente de procesos internos. En otras palabras, nada ni nadie puede producir crecimiento, ya que el crecimiento viene desde adentro. Esto no significa que no se tome en serio al medio ambiente, ya que sin estímulos externos no habría crecimiento. Sin embargo, el medio ambiente (enseñanza, la atmósfera de la clase, las ayudas visuales, etc.) no puede de por sí causar crecimiento y desarrollo. Para que éstos ocurran el individuo necesita interactuar activamente con los estímulos externos. Interactuación con los estímulos requiere de un proceso interno en el que la persona “hace significado” de la información y los datos de su experiencia y los integra a su manera de pensar, sentir, y/o actuar. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 26 2. Procesos y operaciones internas causan crecimiento, desarrollo, y aprendizaje. Dichos procesos son dados por Dios, y a través de ellos las personas pueden entender por sí mismas la realidad que les rodea. Las personas pasan por diferentes etapas de desarrollo y cada una de ellas permite el uso de determinados procesos dados por Dios (ej.: procesos de captación de datos, de clasificación, de generalización, de abstracción, etc.). 3. El medio ambiente contribuye al crecimiento y desarrollo, pero no puede causarlos. Es similar al crecimiento de una semilla. Si la semilla no está viva o sigue estando en un sobre, ningún estímulo del medio ambiente (tierra, abono, aire, agua, luz) podrá producir crecimiento ni desarrollo. Éstos sólo sirven cuando la semilla está viva y cuando comienza a interactuar con estos estímulos. 4. Desarrollo es un cambio interno dependiente de cómo la persona procesa sus experiencias. Estos procesos van de lo simple a lo más complejo a medida que la persona va dándose cuenta de la necesidad de mayor complejidad. Cuando respuestas a sus interrogantes parecen ser demasiado simplistas, entonces buscan nuevas perspectivas, nuevas maneras de comprender cuestiones, y de “hacer significado”. Presupuestos en que se Basan las Teorías de Desarrollo 1. Los seres humanos son más similares que diferentes entre sí. Hay ciertos procesos básicos y maneras estructuradas para aprender y que son similares a todas las personas. Todas las personas necesitan interactuar con su medio ambiente y con otros y necesitan adaptar sus experiencias con el medio ambiente, las personas, las ideas, y sus propios pensamientos. 2. Sólo los seres humanos serán humanos. El aprendizaje de los seres humanos es cualitativamente diferente que el aprendizaje de los animales. En otras palabras, no podemos tratar a seres humanos que aprenden como si fueran ratas, palomas, ratones, o alguna mascota. Nuestra enseñanza necesita reflejar nuestra cosmovisión humana. 3. Los seres humanos fueronhechos para crecer. Aquellos que no crecen y se desarrollan tienen alguna disfunción o enfermedad. 4. El crecimiento puede ser desigual. No todas las personas alcanzan los máximos niveles de maduración, ni con el mejor contenido en las áreas de desarrollo espiritual/fe y moral. 5. Los patrones de desarrollo son parte inherente de la naturaleza de la persona. Es deber de los profesores conocer dichos patrones con sus respectivos procesos para facilitar de la mejor manera el aprendizaje. 6. Patrones de desarrollo no pueden ser alterados en maneras significativas. Ej.: no se puede pedir que un niño de cuatro años haga generalizaciones o abstracciones teológicas. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 27 7. Los seres humanos son seres integrales. Las personas tienen seis áreas: físico, cognoscitivo, social, afectivo, moral, y espiritual/fe. Al enseñar no se puede ignorar ninguno de ellas, ya que todas se afectan unas a otras. 8. El medio ambiente externo favorece u obstaculiza el desarrollo, pero no lo controla. Profesores debieran ser agentes que favorecen el aprendizaje, y no agentes que lo obstaculizan. Necesitan contribuir a que alumnos recuerden con aprecio, con reflexión, con práctica y con regularidad. 9. Desarrollo presupone un cambio básico en las categorías internas que se usan para “hacer significado” de las experiencias que se tienen. Aprender no significa simplemente aprender nuevas habilidades y añadirlas a aquello que uno ya sabía. Aprender incluye un cambio en la manera de procesar las respuestas que se dan a ideas, otras personas, y eventos. 10. Desarrollo y aprendizaje puede frustrarse y estancarse. No todas las personas llegan a desarrollar y crecer hacia aquello para lo cual fueron creadas. A veces esto se debe a que prefieren permanecer en su zona de confort en vez de pasar por momentos de desequilibrio. Otras veces se debe a que el medio ambiente no estimuló el crecimiento. Elementos Básicos de Desarrollo Cristiano Cuando consideramos las teorías de desarrollo desde un marco de referencia cristiano y bíblico, entonces necesitamos mencionar algunos elementos básicos: 1. La realidad de Dios: ¡Dios es! Reconocemos la realidad del Dios Trino, y comenzamos el proceso de enseñanza/aprendizaje con esto supuesto. 2. La realidad de las Escrituras: la Biblia es inspirada por Dios y es la fuente de revelación especial que El usa para darse a conocer a los seres humanos. Sin esta revelación, la humanidad sigue en tinieblas. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 28 3. La realidad de influencias ambientales: los seres humanos están inmersos en una realidad geográfica, social, cultural e histórica. Estas realidades ejercen una influencia sobre ellos, que puede ser buena, mala, o neutra. 4. La realidad de la influencia del pecado tanto sobre individuos como sobre ambientes: el pecado trata de frustrar la voluntad de Dios para la creación, incluyendo el desarrollo para aquellos para lo cual fue creada. Es por eso que necesitamos la intervención del Espíritu Santo en el proceso de enseñanza/aprendizaje. 5. La realidad de la responsabilidad personal para el desarrollo: cada persona necesita tomar responsabilidad por su desarrollo. Aunque no puede escoger del todo el ambiente en que vive, sí puede escoger hasta cierto grado bajo qué estímulos vivir (ej.: qué programas de TV ha de ver), y qué efecto seguirán teniendo sobre su persona (ej.: injusticias que le pasaron en el pasado). 6. La realidad de valores cognitivos, morales y espirituales basados en la naturaleza de Dios: estos valores están revelados en cinco estructuras principales y que son fundamentales para todos los seres humanos en el mundo: sabiduría, justicia, misericordia, verdad, y amor (Prov 3:13, 19-20; Is 45:18-25; Rom 3:25-26; 5:8). Son atributos de Dios y son estructuras básicas y profundas sobre las cuales las relaciones humanas están construidas. 7. La realidad de etapas de desarrollo discernibles, descriptibles, y medibles: el universo fue creado en forma ordenada y estructurada, y no en forma caótica. Los seres humanos— inclusive los que no profesan ser cristianos—pueden discernir el orden creado. 8. La realidad del valor positivo de la vida humana: la vida humana tiene valor pues está hecha a imagen de Dios. Esto incluye el pensamiento auto-reflexivo, el juicio moral y la justicia, bueno y malo, amor ágape, comunidad y comunicación. La imagen de Dios ha sido dañada por el pecado, redimida por Cristo, y está siendo restaurada por el Espíritu Santo que vive en la persona. 9. La realidad de las contribuciones de la teología cristiana: estas contribuciones son especialmente pertinentes en las áreas del desarrollo moral y de fe. Por ejemplo, para Kohlberg el fin último del desarrollo moral es la justicia, y lo define como tratar a todos los seres humanos por igual. Sin embargo, la teología bíblica enfatiza que el fin último es el amor ágape. O en el desarrollo de fe, no basta llegar a usar estructuras de fe maduras; también es necesario que estas estructuras se alimenten con un contenido bíblico. 10. La realidad de la relación entre reflexión bíblica con las observaciones empíricas: aunque las teorías de desarrollo pueden describir lo que es, esto no es suficiente. Hay una necesidad de “hacer significado” de aquello que es. En otras palabras, es necesario hacer preguntas acerca del significado y del valor de aquello que se observa, y para ello es necesario no estancarse con marcos de referencia empíricos, sino trasladarse a marcos de referencia metafísicos y ontológicos. Los cristianos ven a la creación como un reflejo del Creador y se dirigen a la Biblia para descubrir el significado de lo observado. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 29 BIBLIOGRAFÍA Armstrong, H. (1988). Bases para la educación cristiana. El Paso, Tex., EE.UU.: Casa Bautista de Publicaciones. Cannell, L.M. (2003). Child development. Manuscrito no publicado. Class notes at Trinity Evangelical Divinity School. January to March 2003. Dettoni, J.M. & Wilhoit, J.C. (1995). Introduction. En J.C. Wilhoit & J.M. Dettoni (Comps.). Nurture that is Christian: Developmental perspectives on Christian education (págs. 19-43). Wheaton, Ill., EE.UU.: BridgePoint. Downs, P.G. (1994). Teaching for spiritual growth. Grand Rapids, Mich., EE.UU.: Zondervan. Downs, P.G. (2000). Psychological foundations of Christian education. Manuscrito no publicado. Class notes at Trinity Evangelical Divinity School. January to February 2000. Lebar, L.E. (1995). Education that is Christian. Wheaton, Ill., EE.UU.: Victor Books. Plueddemann, J.E. (2001). Leadership and culture. Manuscrito no publicado. Class notes at Trinity Evangelical Divinity School. March 26 to April 6, 2001. Ward, T. (1995). Forward. En J.C. Wilhoit y J.M. Dettoni (Comps.). Nurture that is Christian: Developmental perspectives on Christian education (págs. 7-17). Wheaton, Ill., EE.UU.: BridgePoint. TM4 DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA © 2020 M. Enns 30 TRES METÁFORAS/MODELOS EN EL PROCESO ENSEÑANZA-APRENDIZAJE 1. Modelo Fábrica - Basado en metas precisas que necesitan ser alcanzadas en un tiempo establecido. - Tiene la tendencia de ser mecánico y simplista. - Predominan valores tales como la eficiencia, el control, la predictibilidad, y la medición. - Los objetivos necesitan ser cuantificables. Suele ser basado en metas de largo alcance que están subdivididas en varios pasos de corto alcance. Éxito es medido en base a números y con gráficos. - Predomina el concepto de la naturaleza caída de los/as estudiantes y un alto concepto de la autoridad de las Escrituras. Debido a ello profesores aceptan responsabilidad por los/as estudiantes y por todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estudiantes son la materia prima que
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