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Tema 5 · Insuficiencia cardiaca 59 3. Tercer escalón terapéutico. Existen tres alternativas de tratamiento para los pacientes con FEVI ≤35% que perma- necen sintomáticos (clase funcional ≥II NYHA) a pesar de tratamiento médico óptimo. La elección de qué alternativa utilizar debe individualizarse en función de las características de cada paciente. Si tras comenzar un tratamiento el pa- ciente se queda asintomático, no es necesario añadir nada más; si continúa en clase funcional ≥II, pueden añadirse el resto de alternativas, secuencialmente (primero una y luego la otra). En los pacientes de raza negra, existe una cuarta alternativa, que es añadir al tratamiento médico óptimo la combinación de hidralazina + nitratos. - Inhibidores de la neprilisina y del receptor de angio- tensina (INRA): LCZ696 es una combinación de valsartan y sacubitril (inhibidor de la neprilisina). Puede emplearse en cualquier paciente, en sustitución del IECA que to- mara. Aumenta la supervivencia global. • Contraindicaciones: las mismas que los ARA-II (por el valsartan). Además, tampoco puede usarse en insufi- ciencia renal con aclaramiento de creatinina <30 ml/ min, ni en pacientes intolerantes a los IECA/ARA-II. • Precaución: se deben dejar 36 h desde la última dosis del IECA/ARA-II y la introducción de la primera dosis de INRA. - Ivabradina: está indicada en pacientes con ritmo sinusal y FC ≥70 lpm (MIR 18, 71). Ha demostrado disminuir la mortalidad cardiovascular y los ingresos hospitalarios, pero no la mortalidad global. - Terapia de resincronización cardiaca (MIR 12, 47): indicada en paciente con QRS ≥130 mseg. Aumenta la supervivencia global y mejora la sintomatología. En los pacientes con insuficiencia cardiaca es frecuente la presencia de alteraciones de la conducción del impulso eléctrico (bloqueos de rama, manifestados en el ECG como QRS ensanchado) que provocan una contracción no coordinada del corazón (asincronía), con consecuen- cias hemodinámicas perjudiciales y que se asocian a un peor pronóstico. Para mejorar esta situación se idearon los dispositivos de resincronización cardiaca. El dispositivo es un marcapasos con un electrodo en ventrículo derecho y otro en el ventrículo izquierdo a través del seno coronario, lo que permite una estimulación biventricular que reduce la asincronía tanto intra como interventricular (MIR 13, 91). En pacientes en ritmo sinusal lleva también un electrodo en la aurícula derecha (dispositivo tricameral), para sensar las ondas P del paciente y estimular en los ventrículos man- teniendo la sincronía aurículo-ventricular. Los resultados son mejores en pacientes con ritmo sinusal (en lugar de fibrilación auricular), QRS muy ancho (≥150 mseg), bloqueo de rama izquierda (en vez de derecha), mujeres, y con origen de la IC en miocardiopatía dilatada (en vez de CP isquémica). El resincronizador suele llevar asociado un desfibrilador automático, salvo si el paciente tiene una esperanza de vida inferior a 1 año o múltiples comorbilidades, en cuyo caso se implanta un resincroni- zador sin desfibrilador. Tratamiento sintomático (sin beneficio pronóstico) • Diuréticos: son el tratamiento sintomático de elección, y pueden usarse desde el primer escalón terapéutico y a lo largo de toda la evolución del paciente. Los más usados son los diuréticos de asa. Producen un descenso de precarga al reducir el volumen de líquido del paciente. Su uso debe ajustarse en función de la sobrecarga de volumen que exista (dosis excesivas pueden llevar a depleción de volumen, con bajo gasto e hipotensión (MIR)). Existe riesgo de trastornos electrolíticos; especial- mente frecuentes son la hipopotasemia, secundaria a tiazi- das y diuréticos de asa, y la hiperpotasemia por tratamiento con espironolactona. • Digoxina: inotropo positivo y cronotropo negativo. En pa- cientes con insuficiencia cardiaca y en ritmo sinusal no mues- tra beneficio en cuanto a mortalidad, pero sí una reducción en los ingresos hospitalarios por insuficiencia cardiaca (MIR), a expensas de aumentar el riesgo de arritmias. Hoy en día está en desuso y sólo se considera en pacientes que persisten sintomáticos a pesar de todas las alternativas tera- péuticas posibles. Desfibrilador automático implantable (DAI) Está indicado en pacientes con FEVI ≤35% y clase funcional ≥II a pesar de tratamiento médico óptimo, pues en dichos pacientes disminuye el riesgo de muerte súbita y aumenta la supervivencia. Otros tratamientos • Anticoagulación oral: en pacientes con insuficiencia cardiaca con alto riesgo embolígeno: trombo intraventricular y/o fibri- lación auricular crónica. • Hierro intravenoso: indicado en pacientes con ferritina baja, en los que mejora los síntomas y la capacidad de esfuerzo. • Calcioantagonistas: los dihidropiridínicos pueden usarse como antianginosos (en el contexto de cardiopatía isquémica) o antihipertensivos. Los calcioantagonistas no dihidropiridínicos están con- traindicados por su efecto inotropo negativo (MIR). Otros fármacos que se deben evitar en IC con FEVI reducida son los AINE y las glitazonas (pueden empeorar la IC). • Otros fármacos que se deben evitar en IC con FEVI reducida son los AINE y las glitazonas (pueden empeorar la IC). • Antiarrítmicos: no existen datos que justifiquen el tratamiento de las arritmias ventriculares asintomáticas (MIR). Los pacien- tes con taquiarritmias o bradiarritmias sintomáticas deben ser sometidos al tratamiento específico que corresponda. Como antiarrítmicos, pueden usarse la amiodarona y los betablo- queantes (el resto aumenta la mortalidad). (Ver figura 7 en la página siguiente) Tratamiento farmacológico de la insuficiencia cardiaca con FEVI preservada y FEVI en rango intermedio (MIR 16, 60) Es este caso el problema fundamental consiste en un llenado diastólico ventricular reducido por disminución de la dis- tensibilidad y por restricción miocárdica (hipertrofia ventricular
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