Controle do Caracol Manzana

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Caracol Manzana 
Pomacea maculata 
 
Memoria de actuaciones 
Periodo 2015-2018 
 
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Memoria de actuaciones de control del caracol manzana. | Periodo 2015-2018 
 
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Caracol Manzana 
Pomacea maculata 
Memoria de Actuaciones 
2015-2018 
 
1.- Introducció 
Desde la primera aparición reportada del caracol manzana en el delta del Ebro en 
el año 2009 esta especie exótica invasora ha generado una considerable alarma a 
escala europea y estatal, dado que se la considera una plaga agrícola 
especialmente dañina para los cultivos de arroz, así como una seria amenaza de 
disrupción ecológica en zonas húmedas y hábitats dulce-acuícolas. 
El caracol manzana (Pomacea maculata) es un gasterópodo acuático de 
alimentación macro-fitófaga generalista y gran voracidad, de ahí su incidencia 
 
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sobre los cultivos de arroz de siembra directa. Sus efectos pueden ser 
catastróficos ya que consume la semilla y la plántula del arroz, que es 
especialmente vulnerable durante los primeros 45-60 días desde la siembra (Fig. 
1). 
 
Figura 1. Daños de caracol manzana en una parcela. Se observa la ausencia total de plantas en 
rodales. Gracias a los tratamientos fitosanitarios se evitan los daños de ésta magnitud, y se puede 
cultivar arroz sin pérdidas, pero los tratamientos que deben ser casi siempre anuales, suponen un 
costo importante para el arrocero. 
 
Además, se trata de una especie con gran tolerancia climática y ecológica, y en 
especial destaca su tolerancia a la emersión y su resistencia a tratamientos 
químicos. A estos factores ecológicos se suma su extraordinaria capacidad 
reproductiva y rápido crecimiento, que le permite completar varios ciclos 
reproductivos anuales en condiciones climáticas templadas. En presencia de 
condiciones mínimamente favorables, unos pocos individuos crean en pocos 
meses poblaciones enormes que se diseminan con facilidad, sobre todo a través 
 
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de flotación aguas abajo, pero también mediante movimientos activos a la 
búsqueda de nuevas áreas aguas arriba. 
Pasada casi una década desde su introducción en el delta del Ebro, la especie 
parece todavía restringida a éste ámbito geográfico, indicando al menos que las 
acciones de información y implementación legislativa en el ámbito europeo han 
tenido resultados positivos. En especial se debe destacar la prohibición de su 
comercialización como especie de uso en acuariofília, incluyendo su tenencia y 
transporte. Sin embargo, el horizonte de erradicación de la especie en el delta 
parece ya lejano, asumiendo que a semejanza de otras invasiones biológicas, los 
primeros años son especialmente críticos en la consecución del objetivo, pero a 
medida que pasa el tiempo la situación se torna mucho más compleja y de difícil 
solución. Este es el caso para el delta y el tramo final del Ebro, donde las medidas 
aplicadas tienen la vocación de conseguir la extirpación de la especie en ámbitos 
restringidos, así como controlar sus efectos dañinos, en especial los agronómicos, 
pero las posibilidades de erradicación definitiva son escasas. 
El presente informe detalla sintéticamente las principales acciones ejecutadas en 
Cataluña en los últimos tres años, incluyendo el área de arrozales de Pals 
(Girona), y expone una descripción sucinta del estado de invasión conocido en el 
delta del Ebro. 
 
2.- Estado de la invasión en el Delta del Ebro. 
En la actualidad se diferencian tres espacios geográficos en diferente situación 
respecto al ámbito de presencia y densidad de la plaga, diferenciando entre 
hemidelta izquierdo (norte) y derecho (sur) y tramo final del río Ebro. 
En el hemidelta izquierdo se considera que la plaga es generalizada, ya que está 
presente en la mayor parte de los arrozales, cuya extensión ronda las 9.000 ha, 
así como la totalidad de la red de canales de drenaje (unos 400 km) y una gran 
parte de los canales de riego, cuya extensión es similar a los de drenaje. En las 
áreas naturales que ocupan el perímetro deltaico, principalmente las lagunas de 
Les Olles y Canal Vell, la presencia del caracol manzana es también 
generalizada, pero restringida estacionalmente por la salinización de sus aguas 
durante el período invernal. Así pues, dada la diseminación alcanzada por la plaga 
en el delta izquierdo, las acciones están enfocadas al control de los daños sobre el 
 
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cultivo del arroz mediante tratamientos fitosanitarios, así como a minimizar la 
dinámica de invasión en los arrozales a través de medidas de contención 
individuales en las salidas de agua de los arrozales. 
En el hemidelta derecho, con 11.000 hectáreas de arrozales, la situación es 
radicalmente distinta. Anualmente se dan casos de nuevas invasiones (brotes), 
mientras que al final de cada período la plaga queda completamente erradicada o 
muy limitada. La primera aparición en el hemidelta derecho se dio en 2012, tres 
años después del delta izquierdo. Desde entonces, se vienen dando casos de 
detección de brotes anuales de forma casi continua, por causas múltiples, 
seguidos de extirpación local como consecuencia de las medidas implementadas. 
La causalidad última de cada episodio de invasión detectado es difícil de discernir, 
e incluye varias causas y vectores probables, pero sin duda la dinámica de 
invasión observada es una consecuencia directa del riesgo de invasión 
permanente que supone la extensión de la plaga en el delta izquierdo. La Figura 2 
y la Tabla 1 resumen la situación de la plaga en el delta y el río Ebro. 
 
 
Figura 2. Estado de invasión del delta y río Ebro. En el hemidelta norte la invasión es generalizada, 
en el hemidelta sur los brotes de 2018 que serán objeto de tratamiento hasta la erradicación 
durante el próximo año superan las 100 hectáreas. En el río Ebro la invasión es continua desde la 
desembocadura hasta la ciudad de Tortosa, si bien las densidades son variables según tramos y 
espacios, y en general la presencia es menor en el tramo cercano a la desembocadura. 
 
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AÑO DELTA IZQUIERDO (ha) DELTA DERECHO (ha) 
2010 576 0 
2011 847 0 
2012 1.576 39 
2013 2.300 33 
2014 1.920 20 
2015 2.967 15 
2016 > 5.000 93 
2017 > 5.000 117 
2018 > 5.000 112 
 
Tabla 1. Superficies del delta invadidas entre los años 2010-2018. Las reducciones de superficie 
invadida en el delta izquierdo se corresponden con tratamientos de grandes superficies con agua 
de mar. En el delta derecho, prácticamente se erradica la invasión anualmente. Las hectáreas 
invadidas corresponden a nuevos brotes anuales, distintos de los años anteriores 
 
En el río Ebro, la especie ha conseguido colonizar de forma ascendente y continua 
todo el tramo final hasta la altura de la ciudad de Tortosa, a unos 40 km de la 
desembocadura (Fig. 3). 
 
 
 
 
 
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Figura 3. Ejemplo de puestas aéreas en el tramo final del río Ebro. 
 
 
En este caso, las acciones en curso intentan detener en este punto el avance de la 
especie, mientras que las apariciones de núcleos aguas arriba han sido tratadas 
intensamente por la Confederación Hidrográfica del Ebro, y de momento, parecen 
solventadas, con lo que puede considerarse que la extensión de la plaga se halla 
dentro de los límites del dominio público marítimo-terrestre. 
El estado de invasión y la situación de la plaga en cada espacio determina en gran 
parte qué acciones se desarrollany la intensidad de éstas. 
 
 
 
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3.- Tipología de las actuaciones ejecutadas en el periodo 2015-
2018. 
La aproximación metodológica empleada en la lucha contra el caracol manzana ha 
sido diversa e intensa desde su primera aparición, si bien pueden diferenciarse 
dos grupos de acciones: aquellas orientadas a la contención dirigidas a evitar o 
minimizar su expansión y movimientos, de aquellas enfocadas a la eliminación y/o 
control permanente de la plaga. 
Acciones de contención y de prevención. 
Entran en esta categoría aquellas destinadas a evitar la diseminación de la plaga y 
los movimientos de los caracoles entre diferentes espacios, anulando o atenuando 
la dinámica de invasión natural de la especie. La escala en la que se implementan 
es variada, desde la contención campo a campo, a las medidas generalizadas. 
1. Contención individualizada en las parcelas de arroz 
En los arrozales individuales del hemidelta izquierdo la contención se recomienda 
a escala individual, parcela a parcela, para evitar re-invasiones del arrozal con 
posterioridad a los tratamientos fitosanitarios. De este modo, puede conseguirse 
una baja infestación anual que, acoplada al tratamiento, permiten eludir los daños 
directos de la plaga sobre el cultivo en curso. En general, se trata de disponer 
mallas plásticas o metálicas de 5 mm de luz interior en la salida del arrozal para 
evitar la entrada de los caracoles desde los canales de drenaje (Fig.4). 
En el hemidelta derecho, una vez localizado un arrozal invadido, se procede a 
cerrar las vías de entrada y salida de éste hacia el canal de riego y drenaje. Desde 
la detección, se procede a riego discontinuo en ciclos sucesivos de llenado. Se 
consigue así evitar que el arrozal sea un núcleo de diseminación exterior, si bien 
esto solo puede evitarse en la medida en que la detección inicial sea muy 
temprana. 
 
 
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Figura 4. Ejemplo de contención a escala individualizada en las parcelas en el delta derecho, en 
este caso en el punto donde se halla la toma de entrada del agua. Se evita así que los caracoles 
del arrozal puedan alcanzar el riego durante los días en que se inundan las parcelas con riegos 
discontinuo. 
 
2. Contención a escala de áreas regables 
En el hemidelta izquierdo han sido múltiples los intentos de contención de la plaga 
dentro de límites de contención geográficos, en especial a partir de acciones de 
extirpación zonal completa. Las acciones incluyen el aislamiento de áreas 
regables y el uso de diferentes tipologías de barreras a la diseminación situadas 
en los canales (Fig. 5). Desgraciadamente, estas iniciativas no han conseguido 
mantener libre de invasión áreas donde se procedió previamente a extirpación 
zonal, ni evitar la invasión generalizada de los principales canales de riego, de 
modo que actualmente la invasión es generalizada, si bien no homogénea en 
densidad. En este contexto, las medidas de contención intra-deltaicas para el 
 
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sector izquierdo dejan de tener la relevancia que tuvieron en fases anteriores de la 
invasión. 
 
Figura 5. Ejemplo de barrera a la diseminación en un canal de drenaje. La barrera supone una 
limitación a los caracoles para alcanzar los tramos superiores del canal, de modo que se acumulan 
por debajo de la barrera en su movimiento ascendente. 
 
 
3. Contención específica en el margen derecho del río Ebro 
La invasión del río Ebro en su parte terminal aconteció simultáneamente a la 
invasión del hemidelta izquierdo. A partir de entonces, las medidas de contención 
en el margen derecho del río, destinadas a evitar la invasión natural desde el río 
hacia el hemidelta derecho fueron implementadas en una etapa muy temprana de 
la invasión y completadas y revisadas hasta hoy. Éstas incluyen modificaciones de 
los contactos de los canales de drenaje que vierten directamente al río y barreras 
 
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físicas, algunas con dispositivos eléctricos incorporados, que evitan la entrada por 
reptación de los caracoles. 
El éxito de estas medidas permite prácticamente descartar actualmente la invasión 
natural masiva del hemidelta derecho desde el río. Pese a todo, no puede 
impedirse completamente que ésta tipología de invasión ocurra en algún grado, 
sobre todo ante episodios de avenidas fluviales que inundan parte de los arrozales 
colindantes al río, si bien sí que permiten descartar completamente al río Ebro 
como la fuente primaria de invasión del hemidelta derecho. 
En los últimos años, las fuentes de invasión del delta derecho se explican mejor en 
dos orígenes distintos, difícilmente cuantificables, como son la dispersión a través 
de la ornitofauna, aparentemente de menor entidad, y la entrada de caracoles a 
través del tránsito de maquinaria agrícola en movimientos desde el hemidelta 
izquierdo al derecho. Cabe destacar que las causas dolosas (introducciones por 
vía antrópica) y la pesca recreativa como vector de invasión, que fueron causas 
primarias de invasión en los primeros años de la plaga, parecen hoy en día mucho 
menos importantes como vías plausibles para explicar la aparición continuada de 
nuevos núcleos de invasión en el delta derecho. Esto se debe probablemente a la 
mayor información ofrecida a través de diferentes medios y paneles informativos 
así como al carácter disuasorio de los continuos controles realizados con medios 
policiales y a través del Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat. 
4. Lavado obligatorio de maquinaria agrícola 
Se trata de una medida de prevención, que trata de evitar la aparición de brotes 
en el delta derecho. Toda la maquinaria agrícola en tránsito desde el delta 
izquierdo al derecho tiene la obligación de pasar por estaciones de limpieza. Se 
dispone de dos ubicaciones fijas, con lavado sin cargos al agricultor, tanto en 
maquinaria propia como en cosechadoras (Fig.6). Pese a que el uso de estas 
estaciones está siendo creciente, de momento no parece haber repercutido en un 
menor ritmo de invasión anual en el delta derecho. Para complementar los 
controles, se han instalado cámaras de vigilancia en los puntos clave de tránsito 
entre hemideltas, como el puente entre Deltebre y Sant Jaume. 
 
 
 
 
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Figura 6. Lavado de un corte de cosechadora en la estación de limpieza situada en el municipio de 
Deltebre. 
 
5. Secado invernal de los campos fuera del período de cultivo. 
Incluimos esta acción en el apartado de contención, debido a que los secados 
invernales (de octubre a abril) consiguen sobre todo fijar y detener la progresión 
de la plaga, especialmente en sus fases iniciales. Por ello estas medidas han sido 
aplicadas desde la detección de la plaga y explican la lenta difusión de la plaga 
comparada con escenarios sin esta medida y teniendo en cuenta lo que ha 
ocurrido en otras áreas extra-europeas. En los primeros años de invasión (2010-
2013), la medida supuso también una importante estrategia de control i reducción 
de la intensidad de la plaga, con mortalidades anuales en el interior de los campos 
estimadas de entre el 65-99% desde octubre a abril (Fig.7). La ejecución de la 
medida requirió hasta el año 2015 conseguir una exención especial de la medida 
agroambiental de inundación temporal extendida de los campos (de octubre a 
 
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diciembre) dotada con 54 €/ha por laUE, y cuyo objetivo era favorecer la 
alimentación de la avifauna en éste período. 
 
Figura 7. Imagen satelital del delta durante un secado invernal del hemidelta izquierdo. 
 
Desde 2016, la medida dejó de contemplarse dentro del paquete de medidas 
agroambientales para el delta del Ebro. Su uso quedó a criterio del agricultor y de 
la gestión de la Comunidad de Regantes regulando los períodos de secado de los 
canales. En el hemidelta derecho, en los núcleos de invasión y en áreas 
colindantes, siempre muy restringidas en extensión, se mantiene el secado de los 
campos inmediatamente después de la siega como medida fundamental para 
evitar diseminaciones y como primer paso para intentar la erradicación en el 
interior de cada parcela invadida. 
 
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Acciones de control y erradicación. 
1. Tratamientos con agua de mar 
Los tratamientos extensivos mediante inundación integral con agua marina fueron 
ejecutados durante el período 2012-2013, consiguiendo, por una parte, reducir la 
extensión global de la plaga y, de otra, la extirpación zonal en áreas extensas 
superiores en conjunto a las 3.000 hectáreas. Los tratamientos consistían en una 
inundación temporal de los campos, no superior a los 30 días, con agua 
bombeada desde el mar o las bahías, y un posterior lavado con agua dulce 
mediante riego normal para lavar las sales del terreno (Fig. 8 y Fig. 9). Se 
realizaron durante los meses de noviembre-diciembre consecutivamente en los 
años 2011-13. 
 
Figura 8. Bombeo de agua de mar hacia un riego. Los tratamientos con agua de mar consisten en 
abrir las compuertas del delta al mar o las bahías para luego elevarla hasta un riego y a partir de 
éste inundar las parcelas con agua salada. 
 
 
 
 
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Figura 9. Regulación del paso de agua de mar hacia el interior de los canales de drenaje. Las 
compuertas basculantes se han extraído y la entrada se regula mediante tablones superpuestos. 
 
Estos tratamientos, sin embargo, no fueron bien aceptados por el sector agrario, 
ya que no estuvieron exentos de problemáticas de salinización temporal de los 
terrenos agrícolas y afectación en la producción de los campos en el siguiente 
período de cultivo. La negativa del sector a su ejecución integral cambió el 
horizonte plausible de eliminación de la plaga en sus inicios. 
Actualmente los tratamientos con agua de mar son utilizados en ambos hemideltas 
pero restringidos a la red de drenaje más cercana al mar, en extensiones variables 
anualmente, pero del orden de 50-75 km de la red de canales. En el hemidelta 
izquierdo son una herramienta de reducción temporal de la intensidad de la plaga 
en la parte terminal de los canales, que en algunos casos es aprovechada por 
algunos agricultores para inundar los campos y eliminar la plaga localmente. En el 
hemidelta derecho, estos tratamientos aplicados en la red terminal de canales de 
drenaje principalmente son todavía el método más fiable de extirpación anual de la 
 
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plaga, si bien su uso está restringido también a zonas cercanas al perímetro 
deltaico. En el delta derecho, los tratamientos con agua de mar en el interior de 
arrozales invadidos susceptibles de recibir esta medida han supuesto una 
herramienta clave en la consecución de erradicaciones anuales de los núcleos de 
invasión. 
 
2. Tratamientos con fitosanitarios en arrozales: saponinas 
La aplicación de saponinas en los campos de arroz es actualmente aplicada a 
criterio de los agricultores bajo un control exhaustivo de su aplicación desde la 
Administración. Se trata de un producto empleado en agricultura biológica pero al 
no disponer de registro fitosanitario, requiere autorización especial emitida por el 
Ministerio de Agricultura a varios distribuidores autorizados. Además, un tercio del 
coste de adquisición del producto es asumido por el Departament d’Agricultura. 
Anualmente se tratan en el hemidelta izquierdo alrededor de 2.000 hectáreas de 
arrozales, indicando esta cifra la extensión de arrozales cuyas densidades de 
caracoles representan un riesgo de afectación de la plaga sobre la cosecha. 
En el hemidelta derecho, donde la presencia anual de la plaga oscila entre 50-100 
hectáreas de arroz, en parcelas distribuidas de forma no uniforme (núcleos de 
invasión), los tratamientos son obligatorios y supervisados por la Administración. A 
menudo se realizan dos tratamientos anuales, uno inmediato tras la detección de 
un campo con presencia de caracoles y otro tratamiento tras la siega. 
A destacar que los tratamientos con saponinas no consiguen erradicar la plaga, 
pero sí mantener el cultivo sin pérdidas significativas de producción. Las 
saponinas autorizadas constituyen por ahora el único tratamiento aconsejado por 
la Administración, si bien se han ensayado otros, en especial la cianamida cálcica. 
Se trata de un fertilizante nitrogenado con una efectividad comparable a la de las 
saponinas, aunque a un coste de adquisición superior, y requiere además para 
mejorar su efectividad ser aplicado de forma diferente a su uso como fertilizante. 
La venta de este producto no está controlada por la Administración agraria. 
3. Tratamientos en canales de riego y drenaje 
Dada la situación actual de la plaga en el hemidelta izquierdo, los tratamientos en 
canales ya no son de especial relieve en la lucha contra la plaga, dado que el 
control de ésta es mucho más efectivo en los arrozales, donde se concentra la 
preocupación del agricultor. De ahí que los tratamientos en canales de riego o 
 
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drenaje durante la etapa de cultivo sean escasos, a elección de la Comunidad de 
Regantes. 
De nuevo, en el hemidelta derecho se aplican procedimientos especiales, de 
mayor intensidad, dado el objetivo de erradicación completa que se persigue. En 
éstos canales se aplican saponinas durante el período de cultivo para tramos 
invadidos cuando es factible operativamente. Durante el invierno, cuando las bajas 
temperaturas comprometen la efectividad de aplicación de las saponinas, los 
canales invadidos son tratados con cal viva antes de que queden secos. 
En los canales invadidos del delta derecho, sobre todo durante los meses de 
cultivo, cuando la inundación de la llanura deltaica complica mucho cualquier 
tratamiento, se aplican otros métodos de apoyo, que ayudan a reducir o impedir la 
progresión de los caracoles, tales como la quema de vegetación de los márgenes 
de los canales para eliminar las puestas aéreas (Fig. 10), o en ocasiones, la 
succión del sedimento de la base de los canales y su tamizado para extraer los 
caracoles. También la recolección manual de los adultos, como eliminación 
manual de puestas en los canales es usada como medio de controlar la progresión 
de los núcleos de invasión antes de que puedan aplicarse los tratamientos 
definitivos de extirpación núcleo a núcleo. 
4. Barbechos en campos invadidos 
La aplicación de barbechos en arrozales durante un período completo de cultivo 
se ha aplicado especialmente en el delta derecho desde la aparición de las 
primeras invasiones como método de erradicación. Este método tiene dificultades 
de ejecución especiales ya que es necesario mantener los campos lo más secos 
posibles mientras los campos colindantes están permanentemente inundados. Un 
barbecho en seco durante una temporada completa de cultivo supone unos 18 
meses de mantenimiento del campo sin inundar, un período de tiempo al límite de 
la capacidad de supervivencia a la emersión permanente de los caracoles, de ahí 
que a menudoestos barbechos hayan sido exitosos en la erradicación de la plaga 
en los campos así tratados. La medida tiene además otras ventajas, tales como 
evitar que un campo en cultivo y tratado por otros medios, por ejemplo aplicación 
sucesiva de fitosanitarios, siga siendo un riesgo de diseminación de la plaga a 
zonas y campos contiguos. La medida es difícil de aceptar por los agricultores y 
tiene un coste alto, de ahí que haya sido aplicada con más contundencia en el 
delta derecho que en el delta izquierdo, donde es muy difícil evitar de forma 
permanente la re-invasión de los campos con posterioridad a los barbechos. 
 
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Figura 10. Eliminación mecánica de puestas aéreas en canales. En este caso mediante un 
quemador diseñado a este efecto. 
 
La tabla 2 resume el conjunto de medidas tomadas en el hemidelta derecho para 
mantener la plaga controlada evitando su implantación definitiva. 
 
 
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Tabla 2. Resumen de los tratamientos realizados en el delta derecho para evitar la implantación de 
la plaga. Los episodios de brotes anuales, variables en superficie y ubicación geográfica, son 
continuados por una serie de medidas de erradicación entre las que destacan los tratamientos con 
agua marina y los barbechos, que consiguen extirpar la plaga habitualmente en el año posterior a 
la declaración del brote. La tabla muestra las parcelas tratadas a lo largo del tiempo con los 
diferentes métodos. Muestra también la extensión en superficie y parcelas tratadas de modo 
preventivo por hallarse cercanas a los brotes declarados. 
 
 
 
 
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4.- Caracol manzana en los arrozales de Palas (Girona) 
 
El caso de la aparición de ejemplares de caracol manzana en la zona arrocera de 
Pals, ejemplifica, por una parte, la importancia de la detección temprana de 
cualquier invasión y, de otra, que la aplicación de medidas drásticas e inmediatas 
puede conducir a erradicación definitiva (Fig. 11). La detección de la invasión en 
un arrozal de 2,9 hectáreas de superficie se dio el 13 de agosto de 2015, muy 
avanzado el cultivo, e inmediatamente se aplicaron todos los protocolos de 
actuación utilizados en el delta del Ebro. Un análisis genético determinó que muy 
probablemente el origen de los ejemplares era el delta del Ebro, por lo que la 
invasión se atribuye a un caso de introducción por via humana, probablemente 
doloso. 
 
Figura 11. Situación geográfica del brote en la zona arrocera de Pals, cercana a Els Aiguamolls de 
L’Empordà. 
 
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Una prospección intensiva inicial de la parcela permitió la recogida de 4 
ejemplares adultos y 28 puestas. A partir de ésta recogida, la parcela y sus 
alrededores fueron objeto de medidas de contención cerrando los flujos de agua e 
instalando barreras a la diseminación. Luego se trató con saponinas tanto la 
parcela invadida como las adyacentes, así como los canales de drenaje derivados. 
A ésta actuación le siguió un tratamiento con cianamida cálcica. Una vez 
comprobada la extensión de la invasión de una única parcela a través de 
prospecciones intensivas en los campos colindantes, se procedió a su secado 
completo y a la quema del cultivo dentro de la parcela, seguido de su roturación y 
su entrada en barbecho durante tres años. 
Desde este episodio de invasión, el primero y único conocido hasta ahora del 
caracol manzana fuera del delta del Ebro en Europa, no ha habido nuevas 
detecciones en la zona, pese a que continúan las prospecciones periódicas en 
toda el área de influencia. Muy probablemente se ha erradicado la especie en esta 
área.