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Capítulo 6 Etnicidad y raza 147 claro, dependiendo del ambiente). Al dañar las glándulas sudoríparas, la quemadura solar re- duce la capacidad del cuerpo para transpirar, y por tanto para regular su propia temperatura (termorregulación). Las quemaduras solares también pueden aumentar la susceptibilidad a enfermedades. La melanina, el protector solar de la naturaleza, confi ere una ventaja selectiva (es decir, una mejor oportunidad para sobrevivir y reproducirse) en las personas de piel más oscura que viven en los trópicos. En la actualidad, las personas de piel clara pueden sobrevivir en los trópicos al permanecer en interiores y con el uso de productos culturales, como sombrillas y locio- nes, para fi ltrar la luz solar. Otra desventaja de las personas que tienen piel clara y viven en los trópicos es que están expuestas a la radiación UV que les puede causar cáncer de piel (Blum, 1961). Hace algunos años, W.F. Loomis (1967) se en- focó en el papel de la radiación UV para estimu- lar la producción (síntesis) de vitamina D en el cuerpo humano. El cuerpo humano desnudo puede producir su propia vitamina D cuando se expone a sufi ciente luz solar. Sin embargo, en un ambiente nubloso y muy frío, la gente debe estar vestida gran parte del año (como en el norte de Europa, donde evolucionó el color de la piel muy claro), lo que interfi ere con la fabricación corpo- ral de la vitamina D. El agotamiento resultante de vitamina D reduce la absorción de calcio en los intestinos; lo que a su vez, puede provocar una enfermedad nutricional conocida como ra- quitismo, que ablanda y deforma los huesos. En las mujeres, la deformación de los huesos pélvi- cos por raquitismo puede interferir con el parto. En las áreas frías del norte, la piel de color claro maximiza la absorción de rayos UV y la síntesis de vitamina D por las partes del cuerpo que están expuestas a luz solar directa. En las áreas del norte, se dio la selección contra el color de la piel oscura, porque la melanina fi ltra la radiación UV. En la actualidad continúa dicho proceso de se- lección natural: los asiáticos que migraron re- cientemente de India y Pakistán hacia áreas del RECAPITULACIÓN 6.1 Ventajas y desventajas (dependiendo del ambiente) del color de la piel oscura y clara También se muestran alternativas culturales que pueden contrarrestar las desventajas biológicas y ejemplos de selección natural que se presentan en la actualidad en relación con el color de la piel. ALTERNATIVAS CULTURALES SN EN ACCIÓN ACTUAL PIEL DE COLOR OSCURO La melanina es protector solar natural Ventaja En los trópicos: fi ltra la UV reduce la susceptibilidad a: destrucción de folato, y por tanto a defectos del tubo neural (DTN), in- cluida la espina bífi da evita quemaduras solares y por tanto mejora la sudoración y la termorregulación reduce la susceptibilidad a enfermedades reduce el riesgo de cáncer de piel Desventaja Afuera de los trópicos: reduce la absorción de rayos UV aumenta la susceptibilidad a: raquitismo, osteoporosis Alimentos, suplementos de vitamina D Asiáticos del este en el norte del Reino Unido Inuit con dietas modernas PIEL DE COLOR CLARO No es protector solar natural Ventaja Afuera de los trópicos: admite rayos UV el cuerpo fabrica vitamina D evita el raquitismo, osteoporosis Los blancos todavía tienen más DTN Desventaja Aumenta la susceptibilidad a: destrucción de folato, y por tanto produce defec- tos del tubo neural DTN, incluida espina bífi da espermatogénesis deteriorada Quemadura solar y por tanto deterioro en sudoración: pobre termorregulación aumento en susceptibilidad a enfermedad cáncer de piel Suplementos de ácido fó- lico/folato Abrigos, protectores sola- res, lociones, etcétera 148 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural Los antropólogos tienen mucho que decir acerca del concepto de raza. Todavía es considerable la confusión pública sobre el signifi cado y la rele- vancia de la “raza”, y también prevalecen afi r- maciones falsas acerca de las diferencias biológicas entre las “razas”. Como producto de acciones de la Asociación Americana de Antro- pología (AAA) creadas para orientar sobre las malinterpretaciones o ideas erróneas acerca de la raza y la inteligencia, surgió la necesidad de que dicha asociación hiciera una declaración so- bre los aspectos biológicos y políticos de la raza que fuera educativa e informacional. La siguiente declaración fue adoptada por la mesa directiva de la AAA, basada en un ante- proyecto escrito por un comité representativo de antropólogos. Esta declaración representa el pensamiento y las posiciones académicas de la mayoría de los antropólogos, incluyéndome a mí, el autor de este libro de texto. En Estados Unidos, tanto estudiosos como público en general contemplan las razas hu- manas como divisiones naturales y separa- das dentro de la especie humana, con base en diferencias físicas visibles. Sin embargo, en este siglo, con la gran expansión del conoci- miento científi co, es claro que las poblacio- nes humanas no son grupos biológicos distin- tos, fáciles de defi nir y claramente delimitados. A partir del análisis genético (por ejemplo, del ADN), la evidencia indica que la mayor varia- ción física, alrededor de 94%, se encuentra dentro de los llamados grupos raciales. Los agrupamientos “raciales” geográfi cos con- vencionales difi eren uno del otro sólo en aproximadamente un 6% de sus genes. Esto signifi ca que existe mayor variación dentro de los grupos “raciales” que entre ellos. Entre poblaciones vecinas hay mayor coincidencia de genes y de sus expresiones fenotípicas (físicas). A lo largo de la historia se comprueba que cuando los diferentes grupos entran en contacto se cruzan. El continuo compartir de material genético mantiene a toda la humani- dad como una sola especie. A través de áreas geográfi cas las variacio- nes físicas, en cualquier rasgo dado, ocurren de manera gradual no abruptamente. Y dado que los rasgos físicos se heredan de manera independiente unos de otros, reconocer un rasgo no predice la presencia de otros. Por ejemplo, las variaciones que se dan en el co- lor de la piel, en las áreas templadas del norte, son más claras y en las tropicales del sur más oscuras; su intensidad no se relaciona con la forma de la nariz o la textura del cabe- llo. La piel oscura puede asociarse con cabello crespo o ensortijado o rizado u ondulado o lacio; esos tipos a su vez, se pueden encon- trar entre diferentes indígenas en las regiones tropicales. Tales hechos muestran lo arbitra- rio y subjetivo de cualquier intento por esta- blecer líneas de división entre poblaciones biológicas. La investigación histórica demuestra que la idea de “raza” siempre ha tenido más signi- fi cados que las meras diferencias físicas; de hecho, las variaciones físicas en la especie humana no poseen signifi cado alguno, más que las sociales que asignan los humanos. Los estudiosos de hoy en muchos campos argumentan que la categoría “raza”, como se entiende en Estados Unidos, fue un meca- nismo social que se inventó durante el siglo XVIII para referirse a aquellas poblaciones re- unidas en la América colonial: la inglesa y otros asentamientos europeos, los indígenas conquistados y las personas de África traídas para suministrar mano de obra esclava. Desde su comienzo, este concepto mo- derno de “raza” se modeló con base en un antiguo teorema de la Gran Cadena del Ser, que planteaba categorías naturales en una jerarquía establecida por Dios o la naturaleza. Por tanto, la “raza” era un modo de clasifi ca- ción ligado específi camente a personas en la situación colonial; así mismo, incorporó una ideología diseñada para racionalizar las acti- tudes europeas y el trato desigual hacia los conquistados y esclavizados. Quienes avala- ron la esclavitud, en particular durante el siglo XIX, usaron la “raza” para justifi carla.La ideolo- gía amplió las diferencias entre europeos, africanos e indígenas, estableció una jerar- quía de categorías rígidas, socialmente exclu- yentes, subrayó y apuntaló diferencias inequi- tativas de rango y estatus, y favoreció la construcción racional de que la desigualdad era natural o dada por Dios. Los diferentes rasgos físicos de los afroamericanos e indíge- nas se convirtieron en marcadores o símbo- los de sus diferencias de estatus. Mientras construían la sociedad estado- unidense, los líderes europeo-americanos fa- bricaron las características culturales/con- ductuales asociadas con cada “raza”, y vincularon los rasgos superiores con los euro- peos y los negativos e inferiores con los ne- gros e indígenas. Así, se institucionalizaron numerosas creencias arbitrarias y fi cticias acerca de los diferentes tipos de personas, que se enraizaron profundamente en el pen- samiento americano... valorar el quehacer ANTROPOLÓGICO ¿Qué está mal con la raza?
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