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Estudo do léxico espanhol

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ESTUD霊O Y ENSE舟ANZA DEL I.色XICO ESPA癖OL
Po富Jua皿A. Frago G重acia
Un主versidad de Sevilla
1. S6lo unas pocas cuestiones de las muchas que sugiere el preceden亀e
titulo voy a tratar en lo que sigue con la brevedad que exige el espacio puesto
a mi disposici6n. Confio, n○ ○bstante, en que las sencillas consideraciones que
aqui expondr6 puedan ser de alguna utilidad para el profesor de lengua
espa丘ola de bachillerato que tenga el animo o la curiosidad para acometer la
lectura de este trabajo. Pretendo en 61 que mis planteamientos no se alejen
demasiado de las reflexiones m各s inmediatas de un usuario del espa充ol que
a esta cualidad natural une la de ser profesional de la investigaci6n filol6gica.
1.1. Nadie podrまnegar la clara desproporci6n existente en los manuales
al uso en la Ense五anza Media entre las materias gramaticales y ling壷sticas
y el lugar que dedican al estudio del 16Ⅹico, aspecto idiomatico que sin ningtin
96nero de duda sale malparado de la comparaci6n. Y no es 16gico ni con-
veniente que se exija a los esc○lares tanto esfuerzo en la adquisici6n de con-
ceptos abs七rusos -algunos de rigor o de utilidad m各s que dudosos一, ni en
el manejo de cambiantes y a menudo va五〇pintas terminolog王as ling毘sticas (1) ・
No dire que ello sea male en七〇da su extensi6n, pero si que deberia darse un
mayor equilibrio entre la teoria y la practica, y en el tratamiento de los dis-
tintos apartados de la lengua. No se me alcanza, en efecto, qu6 beneficios haya
podido reportar semejante acumulaci6n de c○nocimientos ling壷sticos a la
formaci6n intelectual de estudiantes que en las inserⅤibles Pruebas de Selec-
tividad (㌶) no s6lo hacen gala de una deplorable ortograf王a y de una chocante
carencia de medios expositivos, y aun de correcci6n idiomatica, sino tambi6n
de una extraordinaria pobreza en el empleo del vocabulari〇・ A la orden del
d王a estan en tales examenes -y nadie que conozca el pa充o me tachar台de
exagerado- faltas c○m〇億at重6pic礼me虹te o血虹僻むc富asia, no digamos nada del
uso delバcultismo''cmc富etiz紺, por conc富e七aす, tan corriente asimismo en los
medios de comunieaci6n social. Incluso en七re no pocos alumnos de la especia-
1idad universitaria de Filolog王a Hispanica no resulta muy claro el significado
de bbvio o de la expresi6n sin so工uc亀6皿de co出血uidad, por no hablar de la casi
total generalizaci6n de elite per elite o de extrove富ti血o por extravertidoタfre暮
cuente hasta en escritos de autores muy eonocidos.
1.2. Pero, en fin, de poco valdrまlamentarse si en boca de profesores de
todos los niveles es posible escuchar constmcciones come este a血a es佑obsc耽oタ
seguramente por desc○nocimient○ 0 menosprecio del consejo academic○ (2),
o el empobrecedor ba血arismo a血ve重de, adoptado con fervor digno de mejnr
eausa incluso por quienes dictan lecciones de lengua espa五〇la en aulas univer-
sitarias, poc○ predispuestos, per lo que se ve, a aceptar en este七erreno ad-
moniciones de nadie, aunque vengan de la autorizada pluma de F. Lまzaro
1与
Carreter (3). Y, mal que mos pese, alguna responsabilidad mos toca a l。s d。_
centes・ sobre todo a los que mos ocupamos de七emas ling尊王sticos o literarios,
en el maltrato que nuestros alumnos puedan causar al idioma de todos, s○○
metido hey a todo tipo de desmanes, y no precisamente en el medio social
que se ha dado en llamar el pueblo llan〇・ SirⅤa de bot6n de muestra el asen-
tamiento que en el seno de la clase politica tiene la voz detentar, utilizada con
significado totalmente opuesto al que le sirve de definici6n en el diccionario
acad台mico‥ `retener uno sin derecho工o que manifiestamente no le pe巾enece'.
De acuerdo con el sentido correcto de este verbo, resulta evidente que el pre-
sidente del grupo parlamentario socialista en el Congreso de diputados, Eduar-
do Martin冒oval・ no quer王a decir lo que dijo en una reciente intervenci6n
televisiva en la que se releria al cargo que antes "habia detentado" dentro de
la misma cまmara legislativa (4).
2. Si se estまde acuerdo en que el 1enguaje es herramienta insustituible del discu_
呪ir intelectual, y si se admite que facilitando al individuo un riguroso y culto
dominio iせiom細co se favorece su promoci6n social, de todo punto 16gico parece
que en la Ense五anza Media se contemple un adecuado equilibrio entre teoria
y practica, y a nadie se le oculta que en ese enfoque practico, aparte del con-
sabiclo an鍋sis gramatical, deber三a atende購e a ejercicios de c○nversaci6n
orientados desde un espiritu cr王tico, a la redacci6n di正gida y corregida, a la
lectura comprensiva y, lo que ahora m台s me interesa destacar, en todas estas
facetas educativas deber王a estar siempre presente la pe聯pectiva lexicol6gica,
porque no en vano en el vocabulario se expresan las ideas, los conocimientos
humanistic○s y tecnicos・ en suma, todo aquello que configura工a tradici6n
eultural y el progreso de cada pueblo.
2・1・ Muchos son los planteamientos que pemite el estudio del 1exico,
tantos mss, c工aro estま, cuanto mayor y mejor sea el nivel acad6mico del alum_
no, pues el analisis lexicol6gico requiere una amplia suma de conocimientos.
De cualquier manera, incluso en la Ense五anza Media cabe ya un prudente
intento de explicaci6n diacr6nica, a prop6sito, por ejemplo, del empleo en
textos literarios de expresiones fijas como po富te量a (e皿te量a) de juicio, s血o債・
cio皿i bene帥io y血po富esas (5), o del valor documental que per diversos
conceptos tiene el registro en un mismo autor de voces como almilla) barraca,
ca富ti重量a, c仰cho `chando, chapin',皿ube (de重ojo), pe重〇 ・variedad de manzana
o de pera', plinto, rancho, runfla, etc. (6). Inter6s tanto 16xico como gramatical
encierra la ir6nica sentencia graciana�Vツ�f�2�W2�6Vf薮&��rrツ���"�FVヨ�2�6没譁f漬
cativa del descr全dito social a que a mediados del XVII hab王a工legado el antigi⊥o
tratamiento con el vus de respeto (7).
2.2. F5cil y agradable ejercicio en la linea del m6todo de "Palabras y
Cosas” puede realizarse, ya que de Graci5n hablamos, estableciendo las con-
notaciones folcl6ricas de la palabra do血in糾i量量o mediante la simple c○mpara-
ci6n entre las de血iciones que le da el D駅AE y su despojo en el C富itic6n: "los
domi皿gui重los de borra, los hombrecillos de paja, convert王a en hombres de ve_
ras''(8)・ De i糾al modo, aprovechando lecturas literarias se har各ver con n。
demasiado esfuerzo que el pa血icu工arismo lexico abunda en escritores naturales
de regiones biling茸es o en las que se habl6 un dialecto arcaic○ sometido a
proceso de castellanizaci6n, sea el aragon全s sea e=eones con sus respectivas
areas de transito, 1o cual se verifica, verbi gratia, en Juan de Timoneda o en
la precitada obra de Baltasar Gracian (9), mientras que en La Lozana andalu.
za, cronol6gicamente anterior, apenas son dos las palabras, zahinas y xopaipas
(sopaipa en el D恥AE), que podrian considerarse anda工ucismos (10).
重6
Esto es particularmente valido por referencia a siglos pasados, pues en
6poca ya m各s reciente ha estado tan bien identificada la norma culta del espa-
fiol estまndar, que apenas sera posible hallar dialectalismos o regionalismos si
no es en la literatura costumbrista o en creaciones donde se persiga el realismo
|ing茸istico, como en Los santos inocentes de Miguel Delibes. Mas alla del te-
rreno puramente literario, parece evidente el interes que, pongamos un ejem・・
plo, para el estudiante sevillano tendra saber que su empleo del verbo caer
como transitive ('derribar, tirar, arrojar') encuentra correspondencia en el
dominio leones, as王c○mo las razones hist6ricas de este hecho sihcr6nico (11).
Pero, ciertamente, muchas veces serまpreciso luchar contra las insuficiencias
lexicogr鑓icas de que el conocimiento cient王fico del espa盃ol adolece, y que son
sobre todo sensibles en lo que a la notaci6n dialectal y social de nuestro vo-
cabulario concieme (12).
3. En el campo de la lexicologia y de la semantiea tal vez sea la sinonimia
el capitulo mゑs atractivo dentro de no importa qu6 nivel de la ensefianza, el
bachillerato incluido; buena prueba de ello es que en los libros de texto no
suela olvidarse sutratamiento (13). El uso de sin6nimos se da en七〇dos los
niveles sociol6gic○s del habla y ha tenido lugar en las sucesivas etapas sin-
cr6nicas de la lengua, aunque, por lo que al espa充ol escrito se refiere, con
in七ensidad muy diversa seg竜n los distintos autores, los diferentes generos y las
cambiantes corrientes ideol6gicas o culturales. En la prosa alfonsi la sinonimia
se convierte en eficaz m6todo de definici6n 16xica (14), y el juego sinonimic`o
cobra un inusitado auge en el conceptismo barroco. En ocasiones se hallaran
razones puramente ling竜.王sticas que expliquen la suma sinonimica; as王, cuando
Gracian utiliza el doblete�6���問���6�襷�ニ��rvW7F���6ニ�&�襷��6��ニ����ニ�'&�
tradicional, c血孔p丘n, el sentido de la innovaci6n lexica sandalia, termino per
entonces a心n no del todo asentado en espa五〇l (15). En cambio, si Quevedo
arremete contra los poetas�ⅢW&�2ツ�6�&ニW2����&V觚2rvV��ニ��3fニV'&R��&Vヨ�F漬
ca (16), con esa triple sinonimia (17) n○ ○bedece a meros m〇七ivos comunicati-
vos, al menos no exclusivamente, sine que, con finalidad tal vez predominante,
esta construyendo una figura ret6rica por acumulaci6n conceptual.
3.1. Es claro, pues, que el recurso en la creaci6n literaria a voces seman-
ticamente id6nticas o muy afines abre muchos caminos a un analisis del que,
inec 1:is:’p|Per°ebj]ee:pais± f fcea c謹°rsf器]uae語ee?霊:rn烏r°,Vaesca霊S adef n害r:naoc霊: aAc:i.t霊
′ ●
come租ia: "que se querria hallar en un teso 0 ○e重富o, que est各fuera de la ciudad
[de Salamanca] media legua''(18); en el una voz de use general, ce富重o, apoya
la comprensi6n de otra de caracter regional, teso, que, de ser occidentalismo,
situaria en tierras leonesas o extreme五as la procedencia de quien escribi6
composici6n de tan desgarrada satira.
3.2. Per supuesto, 1a recurrencia sinonimica no es exclusiva de la litera-
tura, ni siquiera de la aurea; efectivamente, se descubre tambi6n con gran
intensidad en protocolos notariales y en tratados tecnicos de los siglos XV工y
XVI工, aunque lo que parece predominar a este respecto en tales textos es el
factor practico de la claridad en la comunicaci6n y no el del efectismo est6-
tico. Sin animo de exhaustividad, sacar6 un breve espigueo probatorio de todo
ello de Los veinti血n libros de los ingenios y de las mfquinas, magnifico com-
pendio de ingenier王a escrito a丘nales de la decimosexta centuria (19). En su
despojo veri且co lo siguiente:
a) Se suceden t全minos equivalentes en su significado, pero con distinto
grado de popularizaci6n o de antig廿edad en la lengua: 〃1as quales aguas se
重7
「′an a a重工cgar o aju皿ta重en hacer rios con ellas'', ucave重的s y cuevas y co皿cavi-
dadesタタ, uco皿pa富a富o coteja富'', "que tenga con ella alguna se皿ejanza o si皿i量i-
tudタタ(20)・ Ya en estos ejemplos se apunta el fen6meno del cultismo, que en sus
diferen七es modalidades tiene una acusada incidencia en este corpus, igual que
en otros de la全poca, especialmente propicia para esa clase de elementos lexi-
cos: una "cspe賞u皿ca 0 ○ueva o co皿cavidad'', "agua estitica o富est富i珊iva'・ (21).
A veces el t6rmino culto, en este caso pr6stamo del griego, se ve explicado no
por una simple pa工abra・ sino por toda una constmcci6n oracional: "1as a卵種s
estiticas que reprietan” (22).
b) Asimismo・ hay equivalencias 16Ⅹico-semanticas en las que una voz
romance sirve para subrayar el significado de arabismos de difusi6n s6lo re-
gional o en trance de desapari6n:�6�f薮2����ニ6�GWヲW8�つ�&ニ�2�ニ�wVラ2����ニヨ�&ヲ�ミ
量es'', "alme勤重as o pue富tas [de hego]''(23).
c) De igual manera, los vocablos dialectales, aragonesismos ahora, suelen
ir acompafiados de sus correspondencias 16xicas pertenecientes a la lengua
com心n:くくvetas o fib重asタタ,買muy adentro de la tierra por sus vetas o ve勘s y
fib重as'', 〃cavas o bode鈎s'', 〃por jmtas y富e血e凪dijas y vetas de aquella y de王轟
七ierra'' (24).
d) Dentro del rigor expositivo, casi propio del lenguaje juridico, que per-
seguian aquellos escritos cientificos・ no debe extra五ar que la obra que e○○
mento -y parecido an社isis se desprenderia, seguramente, de corpus de otras
ascendencias regionales- muestre una floraci6n sinonimica plasmada en du-
plicaciones de tecnicismos de id6ntico contenido semまntico: "el alambique o
a重quita富a para distilar'',償cap紺rosa o veむio重・'(25). Ni siquiera faltan enume-
raciones mas amplias, como la que se inserta en este pasaje, extraordinaria_
mente exacto per su apreciaci6n工exicol6gica final: =en la parte de arriba se賞_e
ha de poner otras quatro anillas de yerTo con sus lafias muy reeias para que se
pueda tener co工gada esa gata o gaula o gavia como el vulgo la llama; 11まmenla
come quisieren pues ella haga el effecto de lo que se desea''(26). Efectiva_
mente, jaula (grafiado gaula en el texto) era de procedencia extranjera,
galicism〇・ mientras que, aun siendo del mism○ ○rigen etimol6gico (< lat. CA-
VEA), fue gavia la foma aut6ctona en los romances hisp5nicos.
3.3. Ni qu6 decir tiene, muchas m各s facilidades ofrece el estudio de los
sin6nimos en el espa充ol modemo que en su diacronia, pero, no mos engafiemos,
no tantas que eviten el riesgo de caer en in心tiles simplificaciones, por mucho
que en ocasiones se quiera disfrazarlas con el ropaje de lo "estructural''. Afor_
tunadamente, la lengua es algo bastante m各s complejo de lo que su sistemati-
zaci6n en gramaticas o manuales pudiera hacer creer, y es en su vertiente
l㌫ica donde resultan especialmente evidentes las dificultades reales que hay
para establecer lo que es est5ndar o com竜n y lo que es particu工arismo regional
o social, o・ si se prefiere, diferenciaci6n diat6pica y diastratica. De hecho, ni
siquiera existe acuerdo a la hera de aceptar el concepto mismo de sinonimia,
cuesti6n sobre工a cual acaba de pronuncia購e asi G・ Salvador: "Efectivamente,
s王hay sin6nimos・ Y quiero que vaya esta afirmaci6n per de工ante, e incluso
que工lame la atenci6n desde el t王tulo, porque lo que suele afirmarse en manua_
les, monograf王as y elucubraciones semanticas de todo tipo es mまs bien lo con-
trario: los sin6nimos absolutos no existen''(27).
Y es muy posible que haya sin6nimos reales -yo no pretendo dilucidar
aqu王este problema-, pero, en cualquier caso, no e軸tan gran n止mero c○mo
quienes defienden esta opini6n tienden a admitir; hasta me incline a pensar
18
que su existencia no puede asegurarse en cada ejemplo particular sin un an各li・
sis previo, y ello a pesar de la casuistica que aparentemente encie士ra esta p調-
puesta・ Asi, entre los高sin6nimos recalcitrantes''aducidos per G・ Salvador est紅
a重q皿i量悌y a量q血量a重, por un lade,重e血a y amend紺, por otro, de mode que ser王a皿
frases de todo pun七〇 intercambiables "he alquilado un piso en la Plaza Mayor''
y "he arrendado un piso en la Plaza Mayor''(28)・ Concedido esto, aun dejando
aparte objeciones sociol6gicas siempre posibles, cabr王a pregun七arse si se puede
equiparar 〃he alquilado una bicicleta)'aバhe a重富endado una bicicleta)タ, yくくhe
詳a|dao r言霊na pdeese]taasb|Pc蒜]ee,]a,t;]盤:言霊teb誓c霊:,:c謹e. pdaeg霊,‡eyn ai:sue�」ィヒ�
en las cons七rucciones "Declaraci6n del Impuesto sobre la Renta''y "vive de
las rentas ''(29).
Aun en situaciones de七〇tal equivalencia sem各ntica entre dos o m各s voces,
el grado en la frecuencia de su empleo ha de tomarse en consideraci6n, porque,
a mi modo de ver, casi todos los sin6nimos, si no todos, se sujetan a este c轟te-
rio de gradualidad. El propio G. Salvador lo tiene presente cuando, al hablar
de la sinonimia de a皿g主nas y amigdalitis, nota: 〃Si reflexiono sobre mi idiolec-
to ahi estan ambos sin6nimos, con id6ntico significado; tal vez yo prefiera
hablar de瑳pero no re址yo amigdalitis si a mane viene''(30)・ La
gradaci6n sinommica a la que estoy refiri全ndome se produce incluso en con-
fluencias l全xicas tan asendereadas come las de asno・bu重富o-与調e皿to y can-pe富ro,
o血e種mosoーbe賞lo・1i血do○心onito〃guapo〃皿袖o, entre otras, a prop6sito de lo cual y
combinando los rasgos de ``denotaci6n''y de�6�踟F�6吐穩rツ�W67&�&R�「��fVヨ�簟
dez-Sevilla:�V蹠&R��FVニf�ツ���&�ニ�G&Rツ�V蹠&R�&��VW#f����V誣&�Vニ�2�V�7&�6�6�ヌW2タ
entre bumo y as皿o existe identidad de designaci6n y de denotaci6npero es
evidente que las diferencias connotativas son enormes''(31).
Pero es que, adem各s, muchisimos de los sin6nimos propuestos no pasan de
ser para numerosos hablantes meros 〃sin6nimos de diccionario'', c○sa que
probablemente ocurre con los casos alcacho掛-alcaucil, alubia-judia-habichuela-
器‡誓:ru°e (h#° reesn露語±霊teen 1:e霊:Ida:n:±aende°t器Se pein霊:,odre d?an]詰ま
mama muy n王tidamente diferencias en esta cuesti6n de uses lexic○○sem各nti-
cos, de forma que el aragon6s liza sera desconocido en el dominio hisp各nico de
g膿ita, de la misma manera que no pocos naturales de Arag6n ignoran que la
amapola de la conocid王sima canci6n sea, ni m各s ni memos, el humilde y rojo
ababo且que crece en sus campos.
3.4. Pueden existir, pues, sin6nimos exactos en una misma norma, sea
6sta de ambito general o restringida geografica y socialmente, pero con
gran freciナencia condicionados en sus respectivos usos per la diferenciaci6n
diastr各tica y diat6pica de la lengua, y tales palabras nunca ser各n sin6nimos
efectivos desde el momento en que caigan en semejante estado de particularis-
mo; las podra tener por sin6nimos el lingtiista, dependiendo de -la 6rbita te6-
rica en que se mueva, mas no, se diga lo que se diga, el usuario de la leng叫a
en cualquiera de sus modalidades regionales que venga al case. Y no se trata s6Io
de un problema que afecte con exclusividad a七台minos raros, reminiscentes
de los mまs viejos dialectos peninsulares, puesto que se refleja igualmente en
complejos sinon王micos, tal vez m各s aparentes que reales, formados por voces
de muy divers
ansia - fatiga ・ in
etc., y, desde lu
antaci6n territorial en el ancho dominio del espa五〇l:
na-nausea, aljofifa - bayeta,- rodilla, espumadera - rasera,
mismo les sucede a otras lenguas, rom5nicas o no (32).
冒odo ello no es sino consecuencia 16gica de que nuestro lexic○, per encima del
19
important王simo fondo patrimonial del castellano -que tampoc○ lia de to_組arse
C○mo un todo monoエゴtico en materia de vocabulario-, es en p負rte resultこd〇 de
la aportaci6n dialectal y de工a propia diversificaci6n intema de la lengua, sin
olvidar otras tendencias favorecedoras de la imovaci6n l㌫ica.
4・冒ratar de cuestiones lexic○l6gicas o工exicogr組cas requiere una gran
dosis de humildad y de prudencia por parte de quien por ellas se sienta atrai_
do; ahora bien, a despecho de todos los inc○nvenientes que la inabarcable ri-
queza lexica de工espa紬parezca presentar al estudioso, su investigaci6n y
ense充anza descubren asimismo los alicientes de un insospechado mundo de rna_
tices cu工turales. Por lo demまs, acercarse a beber en el siempre fluyente venero
del vocabulario ayudara sin duda a calmar ciertos fervores que alejan de la
realidad del hecho lingtiistico, pues en el aspecto que ahora me ocupa no se
ven ya tan un王vocamente aceptab]es conceptos come los de "sistema'', "oposi-
ci6n''y 〃neut富alizaci6n'', per poner s6lo a工糾nos ejemplos, que determinados
investigadores pretenden aplicar al vocabulario con igual unci6n reverencial
que en el apartado fonol6gic〇・ Po叫ue・ veamos, si el D前AE define c血a重eco
como `prenda de vestir, por lo com。n sin mangas...', iqu6 sera lo sistematico
y qu台lo normative, el empleo de esta voz en la regi6n aragonesa, y en otras
areas, con el sema `sin mangas', o su uso sevi工lano con el de `con mangas'? (33),
d5ndose, adem5s, Ia circunstancia de que en el primer caso tiene pleno sentido
el dicho�6W"�ヨ�2�6�'F���VR�ニ�2�ヨ�誚�2�FR�V��6��ニV6�rツ�FW66��6芳����"��ツミ
gunos de工os andaluces occidentales a quienes per el he preguntad〇・ Y, puesto
que a estos dos espacios hispanohab工antes nos referimos, en Sevilla el verbo
重ast王ma富se registra en七〇dos los nive工es socia工es, mientras que en Aragon
queda limitado a las capas m各s cu工tas. Y de las variantes alforzaJ a重horza, lorza
que incluye el DRAE, 6cu5l sera la forma sistematica y cuales las se工ecciona_
das por工as diferentes nomas?
Convengamos, pues, en que para que las teor王as lexicol6gicas y semanticas
tengan la necesaria consistencia cientifica es necesario que se hallen basadas
en algo mas que la agudeza de quienes las formulan, en no pocas ocasiones
a partir de工a consideraci6n de cor七isimos inventarios de ejemplos cuidadosa-
mente escogidos ad hoc・ Para que tan ambiciosos objetivos merezcan plena
aceptaci6n lo primero que se requiere es que acometan el anまlisis de un acervo
lexicogr5fico lo mまs completo y acendrado posible. Creo que esta realidad
debe ser tenida en cuenta a la hera de planificar工a ense充anza de la lengua
en su cap王tulo工exic○l6gico y sem紬ic○; esto y,工o reitero una vez m各s, 】a
necesidad de poner coto a una degeneraci6n de los usos idiomまticos que puede
a工canzar c○tas de verdadero ridicule (34).
Finalmente・ entre todos hemos de intentar llenar las la即nas que en este
terreno todav子a existen, n○ ○bstante工os benemeritos compendios, varies de
ellos extraordinarios・ con que ya con七amos para trabajar sobre e工工全xic○ es_
pa抽・冒al vez hab壷que instar a la Real Academia Espa紬a para que inte!i七e
co富regir los equ壬vocos que en el D恥AE se acumulan como consecuencia de que
un dia se decidiera工a supresi6n de muchas notas de regionalismo contenidas
en el Diccio調重io de Auto富idades, circunstancia que, seg心n ha observado
G・ Salvador con conocimiento de causa (35), a血hemos de lamentar hoy. Asi-
mismo, ser王a precise urgir a esta docta工nstituci6n, y a los organismos o錆ales
capaces de d〇七ar工a de medios econ6micos y humanos, para que en su dicciona-
rio se presci血diera de no pocos terminos anticuados, del tipo de脚che ・azogue,
mercado', propio m急s bien del Diccionario Hist6rico y que ni siquiera estaba
recogido en el Autoridades (36). 0 para que se eliminen de sus paginas errores
20
tan chocantes come los c○nstituidos por pasama調y polio (esta forma en su
novena acepci6n) con definiciones que se quieren refe血r a palabras polise-
mi’eas cuando no lo son m各s que de homonimias, molestas donde las haya (37).
No書寄s:
(1〕 Con sa「casmo no exento de 「az6n c「itica G. Sa!vado「 e! caos teminoi6gico en
e! que hah cafdo no poc○s auto「es de iib「os de texto de bachi=e「ato:寸a termin○○
logfa de ling師stica general en los cursos de Lengua Espa再ola de Bachi=erato]t,
Semantica y lexico書og子a dei espa吊oI, Madrid, Paraninfo, 1984, pags. 126-132.
(2) Aunque no se condenan tajantemente los giros es置e agua y aquel agua, la R`ea!
Academia Espa吊ola recomienda:償A pesa「 de todo, este y aquel femeninos deben
evita「se. Afean ia dicci6n y pueden cont「ibui「 a la confusi6n dei gさne「o del nom・
bre: Esbozo de una nueva gramatica de la lengua espafiola, Madrid/Espasa-Calpe,
1974, segunda reimpresi6n, pag. 216.
迎 窪告:I g,ar,de°.c霊一盤;a”deApacp書em::av!`霊'd霊va-薯T控. (32.3_v�塔Wメ���R謦�6�レ�蹕�タ
uれa buena p「opo「ci6n de d盲putados y senadores -y de cualquie「 signo pol了tic○-
ha cursado estudios de Derecho, y forense es el termino en cuesti6n.
(5) , Se registran en Baltasar Gracian, EI Critic6n, edici6n de M. Pomera Navarro, Fila-
delfia, 1938-1940, I, pags. 160, 207; Ill, pag. 359.
(6) Critic6n, I, pags. 200, 233, 247, 334, 342; 11, pag. 107; 111, pags. 72, 142, 338, 365. Serfa
iiust「ativo compa「ar estos 「egist「os con lo que a! respecto se se再ala en ias corr・es〃
pondientes ent「adas de J, Corominas y 」。 A. Pascual, D盲ccionario c菓子tico etimo16gico
castellano e hispanico, Madrid, Credos, 1980 ss.
(7) CritEc6n, I pag. 189.
(8). Critic6n, I, pag. 245. Claro esta que el cotejo saldrfa ganando si se tuvieran en
cuenta, ademas, Ias implicaciones =terarias de este tipo 16xico (pi6nsese en las
`ー5 '3ra[]dt:Scairasfcr器撃na’st舘j誓eiz9:oy t:r|t,? pdaeg.豊島.:d盤p霊,.E.etf端cC.a `edehrj°霊器
vease e! D各CH, s,w.
●●●● ● ●
(16)��&Vヨ�F�6��FVツ�FW6V誚�f薬�6�G&��ニ�2���F�2�t�&�2ツ�6�&ニW2����&V觚0(Cap. Ill
de!しibro Segundo de!寄りsc6n〕.
〔17) 0 cuasi sinonimia, a~ menos, teniendo en cuenta que e- sema ・sin substancia'es
fundamentai en !as definiciones que el 。iccionario academico (DRA各〕 da a estos
tres adjetivos.
[18) Carajicomedia (texto facs刷ar), edici6n de C. Varo, Madrid, Ed. Playor, 1981, pag.
204・ Hispanism○ ○ccidenta- cree co「ominasque es ia forma teso (D各cH, s,v.).
(19〕 Pseudo Juanelo Tur「iano・ Los veintitin libros de los ingenios y de las maqulnas, Ma-
d「id〕Ed・丁urner,1983,
(20) Ibidem, t. I, pags. 6o, 62, 64.
(21) Ibidem, t. I, pags. 69, 73.
(22) ibidem, t, I, p呑g. 75,
(23=bidem, t, ~・ pags, 59, 71; t. 11, pag, 599.
(24) Ibidem, t. I, pags. 59, 60. Las formas dialectales son veta y rehendija; cava 'bodega'
es catalanismo o ga!icismo pasado a !as hab~as a「agonesas,
(25) Ibidem, t. I, pags. 64, 67. A fines del XVI vidriol empezaba a ser ya forma arcaica.
(26) Ibidem, t. I, pag. 228.
(27) G・ Salvado巾S了hay sin6nimosめ事Sem猫ca y看exic吋直de営espa叫的. 51.
(28〕 1bidem, pag. 53.
(29) inec '諾,°a bdr:Sd:o e:opnu:tq°u轟:: fat:md°霊jgv嘉yn edse d`:Sa|iru°ifae.d i,in;e龍agee:°盤:
con alquiler y renta, respectivamente.
(30) G. Salvador,�6b�����6悶f譁ヨ�0, Semantica y lexicologia del espafroI, pag. 62.
(31) J. Fernandez-Sevilla,�6匁�蒙��������6Vヨ��R�ニラ�ニ�6�6柳觚2�F芳�7F�6�0, pag. 50,
(32) Cf. G. Col6n,�6匁�fヨ�����F��F���6ヨP, Randa. Homenatge a Francesc de 8, Moll,
111, Barcelona, Curial, 1981, pags. 45-61.
(33) Esto es asf cuando de p「endas de !ana se t「ata, mient「as que el cha音ieco del te「no
presenta ias mismas ca「acte「千sticas que en cua-quie「 ot「a pa鴨.
(34) Hoy se llega hasta el aberrante extremo de convertir en barbaras las formas 16xi_
cas mss seliectas. Me he referido antes al caso de concretizar, frecuente en los
medios de comunicaci6n socia-, y, en efect〇・ pa「ece existi「 u∩ at「ab掴ario abuso
認諾i嵩詩語豊島誤読豊富認諾
i985, pag. 24).
(35) G. Saivador, ttLexicograffa y geografia ling。fstica�ツ�6Vヨ�蹤�6����ニW映�6�����FX尠W2ミ
pa吊ol, pags. 138-144.(36'議義認寵寵輩豊轟諾譲
`37'霊藍譜mAa.nc緒:.P3: PFa盟.egrf°a�、�dテ、定�カ�#ヲ�2胯W㊥辭��ツ羚W�9>�9��c悶�;ヌ3ヲ�355�R贍�&8�ー
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