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INTELIGENCIA_ESPIRITUAL_Y_NEGOCIOS

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INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y NEGOCIOS
Alumno: José Enrique Carrasco Ramos.
En este mundo cambiante de manera cada vez más acelerada, somos testigos del surgimiento de una nueva espiritualidad en las personas. Cada vez un número mayor de gente incorpora a sus hábitos cotidianos, actitudes que implican una moralidad retomada como hacía muchas décadas no estaba presente. Como todas las cosas en la vida, la espiritualidad sigue una espiral a lo largo del tiempo, que a su vez se conforma de olas de desarrollo. Para fijar un marco en el tiempo, quiero referirme a su evolución desde el término de la segunda guerra mundial, donde gran Bretaña cede el liderazgo económico a los Estados Unidos, y el formato del capitalismo inicia un cambio acelerado. La prosperidad creciente llega a la casa de las personas, que dejan de ocuparse de la inmediatez del comer y el vestir, y tratan de asimilar la experiencia que ha dejado tantos horrores para quienes vivieron la violencia, como las penurias y estrecheces del resto. Ante la estabilidad, la moral y los valores de la preguerra resurgen fortalecidos. Los 50’s del siglo pasado son la década de los valores a la alza. En los 60’s y 70’s la desigualdad económica entre el primer mundo con respecto al segundo y al tercer mundo donde se padece hambre en éstos dos últimos bloques, debilita los valores y los vuelve laxos. Se pierde consciencia en ambos y la espiritualidad se oscurece. El movimiento de la “primavera de Praga” en 1968 exhibe la crisis económica de gran parte de la humanidad, y la consecuente crisis espiritual, que vive un rebrote de los valores morales, aunque también se hacen presente los “boomers”.
En las décadas siguientes del siglo XX los vaivenes económicos van de la mano del flujo y reflujo de la espiritualidad. Las olas. En los 80’s que se ha dado en llamar la “década perdida” para la economía mundial, la globalización hace su aparición y la distancia entre el que tiene y el que no, se hace mayor; se acuña un nuevo grado de pobreza: la “pobreza extrema”. Difícil hablar de espiritualidad cuando no hay pan en la mesa. Hasta fines del siglo, persisten la desigualdad económica y la laxitud moral que inevitablemente la acompaña.
En el renglón de las finanzas y los negocios, en las últimas tres décadas del siglo pasado sin embargo, los dineros ya no los maneja el empresario dueño, sino que surge una casta de ejecutivos que lo hacen por él. Cito a “Buda para Managers”:
“La característica más destacada del manager moderno es que, al contrario que su predecesor, no tiene su capital invertido en la empresa, pero sí muchas ideas sobre cómo invertirlo”.
Las empresas se tornan “más corporativas”, menos dependientes de las decisiones del dueño o sus familiares. La dirección se asume en un consejo y éste a su vez deja el accionar en manos de ejecutivos, que con mayor o menor libertad operan y aplican su experiencia.
En el nuevo milenio, un cambio se aprecia:
Las dificultades económicas promueven la búsqueda interna. Especialmente en occidente, más y más personas del mundo de los negocios, practican yoga, hacen meditación, y vuelven la mirada hacia la filosofía perenne, si bien “occidentalizando” las ideas que, al fin y al cabo, son reglas morales y la moralidad es universal. El interés no es gratuito: se cae en la cuenta y se tiene por parte de cada vez un número mayor de ejecutivos de mandos medios y alta dirección, que el punto toral del buen liderazgo es el dominio de uno mismo, y para llegar a ejercer ese dominio, sólo hay un camino: la práctica espiritual. 
Esta masa crítica en gestación de gente idónea cuyas ideas de manera esperanzadora esperamos permeen al mayor número de negocios, también ha aprendido que para el dominio de uno mismo es primer requisito el autoconocimiento, que a su vez lleva al único camino de vivir con las reglas morales de conducta, y darle un sentido y propósito a su vida.
A toda acción sigue una reacción. Estos mismos ejecutivos a su vez, buscan trabajar en empresas que satisfacen la íntima necesidad personal de darle un propósito y significado a su vida; a cambio, ofrecen resultados más allá del compromiso contractual o meta esperada.
Hoy por hoy lamentablemente en nuestro país, la situación no es tan halagüeña. Pese a que la economía de USA se recupera con prontitud, la nuestra ni siquiera muestra indicios y la situación mundial es incierta. La oferta de trabajo es poca. Sin embargo, soy optimista. Me parece que el cambio viene de las personas y no viene dictado por la economía. Cuando el cambio de valores concuerda con la necesidad económica, la transformación arranca.
¿Sabrá el empresario mexicano reconocer y exaltar esa espiritualidad que surge después de un vacío existencial de los jóvenes en las últimas décadas? Ciertamente, las empresas reaccionan mucho más lentamente que las personas a los cambios. Esperamos se haga en buen tiempo.
Todavía existen empresas en México cuyos directivos imponen de mil maneras sus preceptos religiosos. Es ya sabida la clara diferencia entre espiritualidad y religión, si bien para ellos no hay distinción. Estas empresas cuentan con miles de empleados, por lo que tienen un peso específico considerable. Por citar algunas:
De Acero SA de CV
CEMEX
Soriana (alta dirección).
De manera sutil, se hace sentir que el divorcio, la unión libre, los hijos de padres solteros o la homosexualidad son experiencias de vida que sería “deseable que sus empleados no la vivieran”.
La búsqueda de la espiritualidad es la mayor megatendencia de nuestra era.
La espiritualidad en los negocios: ¿es posible?
Milton Friedman, afamado economista, opositor de las ideas Keynesianas y apoyador del libre mercado, ganador del premio Pulitzer en 1970, lanzó el decreto que encontró eco y resonancia en muchos empresarios, a más de aquellos que ya seguían la sentencia: “La responsabilidad social de los negocios es aumentar sus utilidades”.
Gordon Gekko, empresario y financiero, personifica el capitalismo fundamentalista con toda su crudeza en su conocido discurso en la Universidad de Berkeley: “La codicia, a falta de una palabra mejor, es buena; es necesaria y funciona. La codicia clarifica y capta la esencia del espíritu de evolución. La codicia en todas sus formas: la codicia de vivir, de saber, de amor, de dinero. Es lo que ha marcado la vida de la humanidad”.
Así ha operado hasta años recientes el capitalismo en el mundo; con las consignas de “las utilidades por encima de todo” y “la codicia es buena”.
Poco o ningún espacio encontramos para los valores morales, el respeto y el cuidado hacia el público usuario o consumidor.
Al inicio del milenio, nuevos vientos soplan al amparo de la espiritualidad que despierta en las personas, y que llevan a las empresas. Se hacen evidentes la corrupción, carencia de escrúpulos e inmoralidad del Sistema. El público reprocha y señala. Son los albores del capitalismo consciente.
Capitalismo consciente porque incluye en su proceso los valores humanos más trascendentes, como la honestidad y el respeto, y que aparecen en el escenario como contrincantes aparentes de la ganancia y la utilidad.
Contrincantes, sí, más de la ganancia indebida y la utilidad desproporcionada.
Las empresas RSC
A principio de los años 90 surge en San Francisco la entidad no lucrativa: Business for Social Responsability (BSR) a la que rápidamente empresas empiezan a afiliarse, deseosas de ser consideradas miembros de esta organización. BSR se traduce como RSC: Responsabilidad Social Corporativa. Su propósito es normalizar la actuación ética de aquellas que deseen ejercer el capitalismo consciente; serán las empresas que cumplan con la siguiente definición: 
La Responsabilidad Social Corporativa se define como un conjunto integral de políticas, prácticas y Programas que obtienen éxito financiero y al mismo tiempo honran los valores éticos y respetan a las personas, las comunidades y el ambiente natural.
La mitad de las empresas que la integran, figuran entre las 500 empresas de mayor éxito según la revista “Fortune”, lo que da unaidea anticipada que es posible ser una entidad que cumpla con los lineamientos de RSC al tiempo que sus utilidades en proporción son de magnitud tal que merecen estar en esa lista. 
El capitalismo consciente se manifiesta en las empresas cuyos objetivos son por igual: las utilidades, el bienestar de sus empleados, la calidad de sus productos y su honestidad en la promoción.
CARACTERÍSTICAS DEL CAPITALISMO CONSCIENTE QUE SURGE:
1. Un movimiento popular de amplia base, que presiona en favor de mayor responsabilidad e integridad en los negocios.
2. Sostenido por centenares de la principales compañías del mundo.
3. Orientado a la prosperidad: un motor de rendimiento financiero superior.
4. Movido por los inversionistas: atrae a miles de millones de personas a fondos socialmente responsables.
5. Activista: un semillero de apoyo de todo tipo de interesados.
6. Demográfico: refleja el cambiante perfil humano de los negocios.
7. Consumista: gana cada vez más apoyo público en el mercado.
8. Espiritual: es la manifestación en el mundo real de la búsqueda de lo trascendental en los negocios.
El capitalismo consciente es la matriz dinámica de las tendencias sociales, económicas y espirituales que están transformando la libre empresa.
La Inteligencia Espiritual es el cimiento y las columnas del capitalismo consciente.
Si recordamos una definición de Inteligencia Espiritual:
La Inteligencia Espiritual es un conjunto de capacidades transpersonales para lograr el máximo bienestar. Sobresale la capacidad de ser feliz a pesar de las circunstancias y no a causa de ellas.
Dr. Ramón Gallegos.
La Inteligencia espiritual no tiene que ver nada con religión alguna, fe o creencia.
Atendiendo a lo anterior, el capitalismo consciente requiere de un proceso que se apoye en una actitud de las personas que lo ejercen, inquisitiva acerca de lo que sucede en cada momento, si puede cambiarse o mejorarse, o si simplemente puede evitarse. Requiere que las personas se pregunten ¿por qué? En cada evento.
La Mejora Continua surge desde la Inteligencia Espiritual.
Otra cualidad importante del Pensamiento Unificador o Inteligencia Espiritual, es la conexión con todos los seres vivientes y con el reino mineral. Esto permite desarrollar la sensibilidad para percibir el ambiente laboral, las necesidades de los empleados, las cualidades del producto si se perciben con tino las expectativas del usuario o consumidor.
La búsqueda del sentido de vida se ubica en las actividades de la Inteligencia Espiritual.
Si la búsqueda del sentido de vida en cada persona constituye su empresa más importante, esté consciente o no de ello, y las empresas son al fin un conjunto de personas con un proyecto común, y si las empresas tienen un sentido de existencia, ¿no deberían el sentido de vida de las personas ser semejante al sentido de existencia de la empresa?
Cuando una empresa exalta y promueve el espíritu de servicio en sus empleados, y con su producto pretende servir al público consumidor, encontramos la sincronía adecuada para el éxito en todos los aspectos.
Cuando el trinomio empleado-producto-usuario se alinea de manera armoniosa, los resultados sólo pueden ser positivos.
Esto se logra con la atención puesta en la Inteligencia Espiritual.
La Inteligencia Espiritual pone el pensamiento del Patrón en el contexto adecuado, para pulsar el ambiente laboral, y anticiparse a las necesidades de los empleados que cuando están satisfechas, su rendimiento supera cualesquiera expectativas:
“Los empleados constituyen claramente un grupo de interés. ¿Es conveniente tenerlos contentos? Una encuesta global de Watson-Wyatt entre 400 sociedades anónimas encontró que las que tenían más consideraciones con los empleados, tales como horarios flexibles y una capacitación, daban a los accionistas un rendimiento del 103% (en un período de 5 años), mientras que las que no ofrecían tales ventajas redituaron 53% en el mismo período.”
Hasta aquí la cita de “Megatendencias 2010”.
Faltaría valorar lo imponderable: la calidad de vida de los empleados de uno y otro tipo de empresas; finalmente, el capitalismo consciente toma el tema con mucha seriedad.
La espiritualidad en los negocios, permea lentamente de los integrantes hacia la entidad. Una destacada ejecutiva habla de “espiritualidad horizontal” y “espiritualidad vertical”. La primera es aquella que se manifiesta de una persona hacia sus compañeros, ayudando a crear una atmósfera de trabajo amable y relajada, y exhibe y practica valores morales; la espiritualidad vertical -la más rara- es el reconocimiento explícito de la empresa, de un Poder Superior.
Personalmente, hace años y en vida de su fundador, propietario y Presidente del Consejo de Administración Sr. Jesús María Romo, tuve trato prolongado con la empresa fabricante de muebles para el comercio: “J.M. Romo S.A. de C.V. Pese a la diferencia de edades, llevé amistad íntima con “Don Chito Romo”. Esta es (de continuar igual), la empresa prototipo de la que llamamos de capitalismo consciente; empresa RSC. En ella se apreciaba lo siguiente:
· Contaba con cerca de 500 empleados y poco menos de la mitad era personal femenino. Para las madres, operaba dentro de las instalaciones de la fábrica, una guardería; aquellas con hijos lactantes, disponían (y se les alentaba) el tiempo que fuera necesario para amamantar, a cualquier hora de la jornada, sin detrimento de su jornal. Madres con hijos no lactantes, podían visitar a sus hijos en un breve descanso para ellas que se hacía coincidir con el alimento matutino de los niños. Fuera de la guardería se ubicaban columpios, toboganes y otros juegos infantiles tan elaborados, que los domingos y días de descanso los hijos mayores de los empleados que así lo quisieran, acudían a las instalaciones.
· Superando las obligaciones de la Ley del INFONAVIT, se construyeron y cedieron viviendas muy superiores en calidad y costo.
· Los trabajadores para sus vacaciones, recibían un bono extra en adición a la prestación de ley “para convivir y divertirse en familia”.
· Los trabajadores contaban con servicio médico particular en la propia fábrica, y fuera de horario también, en adición al servicio del IMSS.
· El patrón asistía al servicio religioso cada semana, en compañía de aquellos trabajadores que así lo quisieran.
· Como dato anecdótico, durante años los trabajadores pudieron negarse a formar un sindicato y afiliarse a la CTM. Al final venció el Sistema.
 
¿Empresa sustentable? No hay duda. Actualmente se ha expandido a otras ciudades. Desde siempre ha sido proveedor a nivel nacional; sus productos son de probada calidad por lo que su mercado es sólido y ha logrado resistir la competencia de corporaciones transnacionales.
Las corporaciones están formadas por personas. Los modelos económicos de capitalismo, etc. Son modulados y operados también por personas.
Es en la persona donde la espiritualidad hoy por hoy empieza a marcar el cambio hacia el capitalismo consciente. El despliegue y pleno uso de la Inteligencia Espiritual nos llevará al integralismo y la transmodernidad del meme amarillo.
La Inteligencia Espiritual se despliega cuando seguimos el Noble Óctuple Sendero, cuya enseñanza se agrupa en tres categorías:
· Sabiduría.
· Conducta ética.
· Entrenamiento de la mente Meditación.
Las dos primeras componentes se desarrollan con el diario vivir en la conducta moral. La sabiduría es resultado del conocimiento y su comprensión, sumado a la experiencia. La conducta ética se vive.
La meditación es el camino del ejecutivo, de la persona de empresa que vive de acuerdo a sus valores y desea llevarlos y vivirlos en su círculo de trabajo; que desea una empresa que comparta su visión de la vida y su último sentido.
Para ello, es preciso conocerse.
Antes de continuar, una reflexión: 
· La primera etapa por la que de ordinario transita la persona en su camino hacia una vida espiritual, es la de “el creyente”: la trascendencia del espíritu la visualiza siguiendo los preceptos religiosos de una iglesia. En laactualidad, con las religiones en crisis, me parece que la estadía es breve y sin embargo persiste el anhelo.
· Posteriormente pasa a la etapa siguiente que es la de “el buscador” (y al momento que lo escribo me doy cuenta del tiempo que duré estacionado en ella); hollar caminos espirituales, indagando en el exterior la respuesta que se halla en el corazón. 
· La tercera etapa, la de “el observador”, ocurre cuando encuentra el camino de la meditación, que lo conduce a estadios prolongados de Atención Plena en vigilia, y actúa con asertividad, en armonía con el mundo, con sus valores, con compasión y con una energía renovada.
El solo día en que una persona
comprende el surgir y cesar
de los estados físicos y mentales
vale· más que una vida de cien años
donde nunca se consiga verlos.
Dhammapada
El Camino Real hacia la espiritualidad es la meditación
La meditación diluye, consume y finalmente elimina la tensión, la frustración y el dolor que oscurecen y contaminan nuestras vidas. Promueve el despertar de la consciencia y la Visión Cabal, esto es, “ver las cosas como son”.
Disminuye la tensión arterial y el ritmo cardiaco; lleva al cerebro a los niveles de frecuencia de las ondas alfa (la contemplación) y theta (el umbral del sueño). Por principio, es un ejercicio de voluntad; con la práctica, el meditador aprende a acallar el parloteo de la mente y, con la concentración, permite que la intuición plantee soluciones inesperadas a conflictos no planeados. Lo coloca en su hara y desde su centro toma decisiones más asertivas. Si la disciplina de meditación la lleva más allá de la concentración y la hace introspectiva, esa asertividad y ese “bien estar” de prolongan más allá del momento.
El trabajo se orienta a intentar observar la actividad mental de manera natural, sin apego a nada, con atención plena, y comprensión clara de lo que está sucediendo en el presente, momento a momento (vipassana).
Cuando una persona practica la meditación, los beneficios de la calma, la energía, el discernimiento y la actitud más reflexiva que impulsiva, la lleva a todas partes y desde luego, en la empresa que labore ese ejecutivo u obrero también estarán presentes esas cualidades. Ya se pueden inferir las ventajas que conlleva para el negocio, el contar con una persona que muestra esa actitud; sus valores puestos en marcha actuarán a nombre de la empresa. Cuando llegue la masa crítica, estaremos frente a una empresa RSC.
Guanajuato Gto. Enero de 2016
 
AUTOEVALUACIÓN
No resulta fácil calificar mi propio trabajo. Para realizarlo, he estudiado y tratado de entender cada tema; he apelado a mi memoria y buen juicio para incluir lo solicitado por el Maestro Ramón Gallegos, tratando de no omitir nada al tiempo de evitar comentarios ociosos. Siempre habré dejado un párrafo en el tintero, o al releer, pensar que desvié el ensayo sin proponérmelo. 
Por todo eso:
Propongo una calificación de 90.
Aprovecho este espacio final para decirte, Ram (que ya no quiere que le digan Ram, pero así me siento más cerca), que tus intervenciones en vivo o por Sky, siempre fueron amenas e interesantes. Hay mucho que aprender de ti. Agradezco tu modo amable y educado, que me hizo sentirme a mis anchas.
Respetable Maestro Ramón Gallegos: GRACIAS.
José enrique Carrasco Ramos.
Es mirar con el ojo de la contemplación a la experiencia que se vive
 
 
 
 
 
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