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Verón - del sujeto a los actores doc

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Verón/Boutard – Del sujero a los actores. La semiótica abierta a las interfaces
Cuestión del sujeto. Siguen en la óptica de una semiótica abierta, y la cuestión del sujeto
debe ser reemplazada por la de actores de la comunicación.
La expulsión del sujeto hablante del paraíso de la lengua fue uno de los aspectos decisivos
de la operación que ha vuelto posible la fundación de la lingüística contemporánea (en el Curso de
Lingüística General).
Jackobson tendió la mano al sujeto hablante (abandonado por el sassurismo). Chomsky no
encontró interés en las intenciones del sujeto hablante para comunicarse con sus semejantes,
reconoció una potencia creadora. Benveniste cree que sin sujeto no hay lengua y viceversa.
Figuras del sujeto
Jackobson realiza un teoría de la comunicación enteramente dependiente del concepto de
intención. Los trabajos de Austin, Strawson, Searle, en el contexto anglosajón de Ducrot, Recanati y
de otros de Francia, han llegado a la figura de un sujeto cuyo perfil es más explicito y más riguroso,
el trazado por Grice: para el sujeto hablante, el éxito comunicacional consistiría en comunicar bien
sus intenciones. Verón lo califica de reduccionista: la teoría de la comunicación sería sólo una
teoría de las intenciones del comunicador.
La gran teoría sociológica del funcionalismo, la etnometodología inspirada por Goffman,
han sido discursos sobre sociedades en las que no había aparentemente tecnologías de
comunicación, o sea sociedades sin medios. En el funcionalismo hay modelos probabilistas, que
dan lugar a análisis estadísticos en los que el sujeto de la acción social estaba ausente. El interés por
los medios nació y se desarrolló sobre el terreno del mass media research, y su problemática
permaneció desconectada de la teoría sociológica. Es en el campo de la investigación sobre los
“mass media” que otra figura tomó forma: el sujeto pasivo, poco inteligente y poco dispuesto a
ejercer alguna intencionalidad. Un sujeto que pertenece a una masa indiferencida que no hacía nada
más que consumir los medios y sufrir sus efectos.
Los estudios “de la recepción” comenzaron a multiplicarse y se encuentran con individuos
que forman parte de lectorados, audiencias, públicos. Más inteligentes, activos y atrevidos que lo
que reconocían las primeras teorías de los “mass media”.
El desarrollo de estudios de recepción sucita una cuestión teórica central, la de la
construcción de los colectivos: se trata de una cuestión cualitativa y no cuantitativa. En el “giro de
la recepción”, la semiótica, que interviene en el campo de la comunicación, tiene un rol
fundamental, a condición de no limitarse a plantear el problema de la recepción en producción, sino
enfrentándose a la articulación entre la semiosis sostenida por los discursos mediáticos y la de los
actores individuales que son sus consumidores, los intérpretes.
La no linealidad de la comunicación
Para abordar los problemas de la recepción, la primera condición es evaluar las
consecuencias de la asimetría radical del modelo de la comunicación, que expresa la no linealidad
de la circulación discursiva.
Si partimos en una investigación de un conjunto de discursos tomado como “corpus” (D),
puede ser encarado como una configuración de superficies discursivas constituidas por operaciones
que reenvían a una gramática de producción (GP), la cual se explica por un conjunto de condiciones
de producción (CP). Si la reconstitución de una GP puede ser considerada como un trabajo
descriptivo, de identificación de invariantes operatorias identificadas en el conjunto D de
superficies discursivas, la GP, una vez caracterizada, permite definir a D como una clase de
discurso: GP como contrato de lectura.
La clase D de discurso está sometida, en recepción a la pluralidad de “lecturas” o
interpretaciones, que designamos como gramáticas de reconocimiento (GR) de D, y que reenvían a
su vez a condiciones de reconocimiento (CR) determinadas. Hay una prueba capital sobre la
no-linealidad de la comunicación que resulta del estudio empírico de la circulación discursiva.
Este desarrollo implica la puesta en relación de la teoría de la comunicación con los modelos
de los sistemas complejos alejados del equilibrio, lo que permitiría rendir cuenta del hecho de que la
mediatización de nuestras sociedades no se traduce en fenómenos de homogeneización y de
uniformización de las relaciones y las prácticas sociales, sino que ha mostrado que la interfaz
producción/reconocimiento es el vínculo de engendramiento de una creciente complejidad de las
sociedades.
La asimetría producción/reconomiento es la heteregeneidad que recubre el concepto de
“condiciones”. Tando en producción como en recepción, las “condiciones” comportan otros
discursos (en relación al conjunto D que es punto de referencia). Pero las reglas “formalizadas” en
las gramáticas de producción resultan condiciones que son fenómenos del orden de la organización
colectiva, ya que los medios son instituciones complejas, que operan en el mercado de los discursos
mediáticos, lo que no es el caso de las gramáticas de reconocimiento, que expresan las lógicas de
los individuos-consumidores. Los colectivos en producción son organizaciones estructuradas en
instituciones, aunque los colectivos que la teoría debe conceptualizar en recepción no son ni masas
indiferenciadas, ni agrupamientos sometidos a reglas institucionales, sino configuraciones
complejas de operaciones semióticas nutridas por lógicas individuales.
Cómo construir estos colectivos: esa es la cuestión crucial de los estudios en recepción,
cuestión complicada en tanto los medios mismos están produciendo constantemente sus propios
colectivos (públicos, audiencias, lectorados) obtenidos por procedimientos estadísticos, en el marco
de sus esfuerzos permanentes por articular lo mejor posible la oferta y la demanda, reduciendo el
desfasaje estructural creciente entre producción y reconocimiento.
Figuras de la recepción
Los estudios realizados a partir del 82 sobre medios de prensa escrita, aplicando la
metodología del contrato de lectura nos han permitido identificar lógicas de reconocimiento como
“respuestas” de lectorados a estrategias enunciativas de los medios.
A partir de los 80, la prensa escrita se ha puesto al día con el marketing de los lectorados,
incorporando recorridos cualitativos que provienen del campo de las ciencias del lenguaje y de la
semiótica. Un resultado es que la prensa se convirtió en un laboratorio para el estudio de las
estrategias enunciativas, siendo la enunciación el nivel privilegiado de creación de valor en el
mercado de los medios.
Una pluralidad de gramáticas de reconocimiento parece operar en el marco de un contrato de
comunicación presupuesto por el lazo estabilizado y regular entre un medio y sus consumidores. La
noción del “contrato” es una metáfora que designa este vínculo.
En la medida en que los fenómenos de regulación entre oferta y demanda, no tiene nada que
ver con las intenciones subjetivas del sujeto hablante, los argumentos de Jost pueden parecer
escépticos: “La proposición de contrato desde un punto de vista crítico, se encuentra en el interior
del texto escrito o audiovisual, sin prejuzgar la recepción final”. La noción de contrato se ubica en
el contexto de una teoría no-lineal de la comunicación. Jost remarca “Contratiamente al contrato,
que compromete a todas las partes que lo firman, la promesa es un acto unilateral que sólo
compromete al que promete”. La segunda alusión al contrato (subrayada por Verón) está en
contradicción con la primera, ya que ella supone una concepción lineal del vínculo
producción/reconocimiento. El concepto de “contrato” y el de “promesa” se aplican al análisis en
producción. La cuestión es saber lo que pasa en recepción. Jost distingue tres modos de ver
programas de tv: modo autentificantes (programas sostienen verdaderas aserciones sobre nuestro
mundo, como noticiero), el modo ficcional (no se apoya en laverdad del discurso, sino en la
coherencia creada con los postulados y las propiedades que la fundan), modo lúdico.
La síntesis del conjunto de estos trabajos sobre contratos de lectura: cada producto
discursivo es una configuración de trayectorias semióticas posibles (operaciones de lectura en
prensa escrita), configuración sobredeterminada por las hipótesis del productor sobre el
público-blanco. Y cada gramática de reconocimiento puede ser caracterizada como un conjunto de
reglas que activan otras trayectorias (y sus combinaciones), en detrimento de otras. Estas gramáticas
son relativamente estables, pero su campo de aplicación así como sus condiciones (CR), sobrepasan
el marco de los discursos mediáticos específicos (clase D) que nosotros estudiamos en un momento
dado. En los estudios de la recepción, se obtiene lo que los individuos-consumidores tienen para
decir sobre los productos mediáticos.
En terminología de Peirce, cada estudio sobre la recepción está focalizado sobre un objeto
inmediato, pero las gramáticas de reconocimiento, que llegamos a reconstruir fragmentariamente,
reenvían a objetos dinámicos.
Primer encuentro con la pluralidad de lógicas individuales en recepción la hacen un el
campo de la tv en una investigación hecha entre 83-84. El objetivo era explorar las razones y
eventuales consecuencias de los programas de divulgación científica que aparecían en horarios de
gran audiencia, con índices de medición más elevados que antes. El formato periodista-presentador
que opera en el estudio y centraliza la enunciación de los contenidos en el programa era aplicado en
programas de divulgación científica. Se trabajó en producción y recepción a partir de un corpus de
programas referentes a la biología . En recepción se testean fragmentos de programas que ilustran
tres formatos diferentes desde la estrategia enunciativa. Un formato documental clásico (montaje de
imágenes, esquemas, gráficos anumados explicativos, entrevistas con voz-off, el enunciador está
ausente de la imagen) , informe periodístico (tenía algo de road-movie: científico y periodista en
automóvil por EEUU, yendo de un laboratorio a otro, interrogan científicos) y presentador en
estudio.
Aparecen 5 lógicas de recepción: “no-saber sin complejos”, espectador beneficiario.
Segunda lógica del beneficiario perturbado. Tercera lógica, excluido. Cuarta lógica, espectador
retraído. Quinta lógica, beneficiario retraído.
Conclusión. Lógicas de interfaz
Revelar la naturaleza complementaria del contrato de comunicación propuesto por un
producto mediático de divulgación, con el consecuente emplazamiento del destinatario en una
posición down, mostrar la importancia, más allá de las características “objetivas” del individuo de la
percepción que él podía tener de sus recursos y de su propia ignorancia; destacar el rol diferencial
que podía jugar, en el contexto de dierentes gramáticas de reconocimiento, el esfuerzo necesario
para comprender, experimentado en el momento del consumo de productos de divulgación, fueron
intuiciones durante la investigación.
Convendría ser concientes sobre la naturaleza histórica de lo que se observa. La llegada de
los programas científicos en horarios centrales era un fenómeno nuevo. Los formatos televisivos,
tanto como las lógicas de consumo en recepción, fueron tomados en el proceso de evolución.
Era preciso destacar la coherencia de la conceptualización en producción y en
reconocimiento sin medir, de entrada, el alcance de los fundamentos que encontramos en Peirce.
¿Es el estudio de los efectos o no parte del campo se la semiología? Para Verón sí. En la semiología
de tercera generación el verdadero objeto no es el mensaje mismo, sino la producción-
reconocimiento del sentido, sentido cuyo mensaje es sólo el punto de pasaje.
Una preocupación central es la de la extrema heterogeneidad de las materias discursivas a
las cuales se deben enfrentar en producción y reconocimiento. Se trata con discursos que son
productos formateados de la palabra individual (espontánea o provocada), en relación con todos los
aspectos del comportamiento o de la comunicación multimodal, en el momento de recepción.
La heterogeneidad de los materiales resulta del hecho de que, por definición, nos queremos
situar en dos niveles diferentes de la semiosis social y articularlos. La cuestión central es la de la
articulación. La diferencia de niveles no implica necesariamente una heterogeneidad del lenguahe
de descripción que utilizamos en un caso y en el otro.
La observación de la interfaz (conexión física y funcional entre dos aparatos o sistemas
interdependientes) producción-reconocimiento como proceso no lineal alejado del equilibrio, hace
de esta puesta en relación, en tensión, entre el campo de la semiótica y el de la teoría de los sistemas
complejos autoorganizantes (autónomos) y auto-poiéticos (condición de existencia de los seres
vivos en la continua producción de sí mismos), un acercammiento bastante natural.
Hay importancia decisiva de distinguir el acercamiento a un conjunto discursivo dado, desde
la instancia o en contexto de producción, del acercaminto a este mismo conjunto discursivo
enfocado sobre su reconocimiento. Pero se trataba de un principio de método fundado sobre una
instuición empírica que se derivaba de la constatación de un desfasaje estructural que caracteriza los
procesos de la semiosis, de la circulación discursiva. Se deben remontar razones teóricas. La teoría
y la investigación actuales sobre los sistemas complejos autoorganizantes ofrecen el comienzo de
una respuesta. El observador situado en la interfaz producción-reconocimiento está activando
procesos auto-poiéticos de dos sistemas autónomos: el sistema de los medios y el sistema
“psíquico” (Luhmann) y que es quizás preferible designar como el sistema del “actor”. El desfasaje
producción-reconocimiento no es otra cosa que la interfaz, donde el sistema de los medios, que
opera como entorno de los actores, pone su propia complejidad a disposición de estos últimos, y
recíprocamente: el sistema del actor, que opera como entorno del sistema de los medios, pone su
complejidad a disposición del sistema de los medios. Encontramos el concepto de interpenetración:
no es una relación general entre sistema y entorno, sino una relación de intersistema entre sistemas
que son entorno uno para el otro (Luhmann). Hablamos de “penetración” si un sistema produce su
propia complejidad como disponible para la construcción de otro sistema. Los materiales
discursivos a los cuales el observador accede proveyéndose de “fragmentos” de la semiosis,
recortador en la interfaz producción-reconocimiento, son tomados en dos procesos de
autoorganización diferentes, el del sistema de medios y el de los actores.
Notas de prácticos:
Para Verón el Sujeto es el lugar de soporte donde se produce asignación de sentido en
producción-reconocimiento. Hay indeterminación del sentido cuando circula: desfasaje entre
producción y reconocimiento. El sujeto formula un texto y da una interpretación posible de él.
La unidad de análisis del analista de los discursos sociales es la Interdiscursividad (unidad de
intercambio). Todo producto deja huellas de su sistema productivo, se arranca un fragmento, lo que
el analista lee es el sistema productivo social, se reconstruye una gramática en producción y
gramáticas de reconocimiento. La sociedad es un proceso de intercambio.
Fenómenos de sentido aparencen al analista:
− Remitiendo al funcionamiento de la red semiótica concebida como un sistema productivo.
− Bajo forma de conglometados de materia significante (alojan lo icónico, indicial y
simbólico). Estos están en todos lados, porque los discursos están en todos lados.
Se estudia un proceso “estático” artificialmente tomado para el análisis. Hay restricciones
sistemáticas en él: reglar, gramáticas: operaciones de asignación de sentido. Y esas reglas se
manifiestan en la interdiscursividad.
La recepción también tienerestricciones: recae sobre el campo de desempeño semiótico.
El sistema productivo social es complejo y heterogénero, no hay una gramática, sino varias.
Heterogeneidad del sistema es
− Intra: heterogeneo al interior
− Inter: heterogeneo entre distintos sistemas
Todo texto es heterogeneo.
Estudiamos discursos que son mercancía: hay condiciones de producción que son económicas,
tiende a homogeneizarse, la producción tiende al menos costo (producir al menor precio).
Reconocimiento: lógica social. Procesos de singularización, construcción de lo identitario.
Hay dos lógicas distintas en producción-reconocimiento. Cómo se pone en articulación ambas? Son
dos sistemas autónomos (autoorganizantes, se explican en función de sus propias reglas). Un
sistema pone complejidad a disposición del otro sistema con su propia complejidad. Los sistemas
interpenetran y producen efectos en uno y en otro.

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