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KANT RESUMEN – CRITICA DE LA RAZON PURA: PROLOGO DE LA SEGUNDA EDICION Kant comienza exponiendo que algunas clases de conocimientos han entrado en “el camino seguro de la ciencia” (los de lógica, matemática, física); pero no así los conocimientos referidos a la Metafísica ya que estos, a diferencia de los conocimientos de las ciencias ya nombradas, son conocimientos especulativos de la Razón que nada toman de la experiencia (“un conocimiento racional enteramente aislado que se eleva por encima de las enseñanzas de la experiencia”), y que sólo se sirven de meros conceptos; “es un conocimiento en el cual la razón misma tiene que ser su propio discípulo”. Se pone aquí ya de manifiesto el carácter propedéutico (enseñanza preparatoria para el estudio de una ciencia o disciplina) de la Crítica, en la medida en que con ella se pretende describir el alcance y los límites de la razón, para asegurar su correcto proceder. A modo de paréntesis, Kant establece en el texto la distinción entre el uso teórico de la razón y el uso práctico. Diferenciando ambas modalidades por la distinta relación que tienen con su objeto: una lo determina (la matemática y la física son conocimientos teóricos de la razón que deben determinar a priori sus objetos) y la otra lo constituye. Y resaltando la conveniencia de exponer la parte pura de ambas antes de su posible aplicación práctica, no sea que por no conocer su verdadero, alcance las posibilidades de la razón cuando la vayamos a utilizar. Volviendo a la Metafísica, según Kant, esta no pudo entrar en el seguro camino de una ciencia (aunque sea más antigua que todas las demás y que subsistiría, aunque todas las demás desapareciesen), ya que el camino que ella traza no es seguro, prueba de esto es el constante andar y desandar de los metafísicos basándose sólo en conceptos; “pues en ella la razón cae continuamente en atascamiento”. Reconoce Kant, que la Metafísica ha intentado regular los conocimientos por el objeto de análisis (postura realista); y que siendo su objeto de estudio algo que está más allá de la experiencia sensible –por lo cual no lo podemos conocer-, es necesario hacer un giro y aceptar que “los objetos sean los que deban reglarse por nuestros conocimientos”. Esto pudo hacerse con la Metafísica en lo relacionado a la intuición de los objetos. Porque si la intuición se regla por la naturaleza de nuestra facultad intuitiva, se podrá saber algo de ella a priori. El ser humano solamente puede tener seguridad en sus conocimientos que traten sobre los fenómenos, pero cuando intenta conocer la “cosa en sí”, no puede tener la seguridad con la que conoce algún fenómeno cualquiera, ya que la “cosa en sí” se escapa a la sensibilidad. Y lo que nos impulsa a ir más allá de los límites de la experiencia y de todos los fenómenos es lo incondicionado –que la razón pide, con “justa razón” para lo condicionado; exigiendo la serie completa de condiciones-. Negada la posibilidad de un conocimiento de la “cosa en sí” para la razón especulativa, sólo le queda reconocer a Kant que los conocimientos de la Metafísica son válidos para la razón práctica. Esto puede en principio parecer una limitación, pues le impide a la razón ocuparse con fruto de aquello a lo que naturalmente tiende: lo incondicionado, la cosa en sí, aquello de lo que por definición carecemos de experiencia. Pero más que una limitación es una delimitación y por ello es positivo, pues al poner una frontera al conocimiento deja abierta la posibilidad para que sea un uso distinto de la razón (la razón práctica) quien ocupe el campo que la razón teórica no alcanza. Entonces, las cosas en sí, si bien no podemos conocerlas, al menos podemos pensarlas. “Para conocer un objeto se requiere que yo pueda demostrar su posibilidad; pero para pensar, puedo pensar lo que quiera”, pero como el pensar es muy amplio y para que la razón, en su búsqueda incesante de lo incondicionado, no marche por cualquier camino, el límite que Kant pone a la facultad de la razón es la de no pensar algo que sea contradictorio. Si no hiciésemos la distinción entre “conocer” y “pensar” caeríamos en la contradicción que se derivaría de aplicar La UES Presidencia a los objetos sólo pensables características propias de los cognoscibles. Y así, en el tema del alma tendríamos que afirmar contradictoriamente a la vez que no es libre (cuando la sometemos a las exigencias de un objeto cognoscible conforme a las leyes naturales) y que es libre (en cuánto objeto pensable como postulado necesario que hace posible a la ética, cuya existencia en el hombre es innegable). Esos mismos criterios son aplicables a la idea de Dios y a la de la inmortalidad del alma. Se limita con ello a la razón su pretensión de conocimientos exagerados, que da lugar a la metafísica dogmática, pero se le abre la puerta que posibilita la extensión práctica de la razón pura: "tuve, pues, que suprimir el saber para hacer sitio a la fe" Finalmente, La Crítica de la Razón Pura permitirá encaminar la metafísica hacia el camino seguro de la ciencia, afirmando como necesarios (para la razón práctica) los postulados morales y religiosos (la libertad humana, la existencia de Dios y el alma). La crítica no se opone al proceder dogmático de la razón en su conocimiento puro como ciencia (pues ésta ha de ser siempre dogmática, es decir, estrictamente demostrativa por principios a priori seguros), sino al dogmatismo, es decir, a la pretensión de progresar sólo con un conocimiento puro por conceptos (el filosófico), según principios tales como la razón tiene en uso desde hace tiempo, sin investigar el modo y el derecho con que han llegado a ellos. Dogmatismo es, pues, el proceder dogmático de la razón pura, sin previa crítica de su propia facultad. Ejemplo de pregunta parcial: A partir del “Prólogo” a la segunda edición de Crítica de la razón pura, explique en qué consiste el famoso “giro copernicano” propuesto por Immanuel Kant, señalando las razones que lo llevan a ese planteo y las consecuencias que según el autor se siguen de él. En qué sentido diría usted que este planteo es propio de “una época de Ilustración”. RPTA: La metáfora del “Giro Copernicano” en Kant hace alusión a la revolución que en Astronomía realizó Copérnico al formular la teoría heliocéntrica y clocar al sol como centro del sistema solar. Si bien Kant en ningún momento menciona la metáfora, sí se refiere a que el cambio de método que debe sufrir la metafísica es similar al que Copérnico le dio a la Astronomía, de ahí que pasara a la historia con ese nombre. Para el autor el problema consistía en la pasividad que las teorías hasta ese entonces suponían en el sujeto, por lo que su giro consiste precisamente en situar al Ser Racional como sujeto cognoscente activo que modifica la realidad. De allí que acuñe el término sintético a priori, para identificar los juicios de este sujeto activo frente al objeto a conocer, es decir pone las condiciones formales (a priori) de posibilidad del conocimiento. En el afán de explicar en qué consiste el “Giro Copernicano”, es necesario remitirnos a los motivos que lo llevan a plantearse tal concepto en el momento histórico en el cual escribe el Prólogo a la segunda edición de Crítica a la Razón Pura. Hasta ese momento, el pensamiento tradicional se encontraba ante una dicotomía de teorías del conocimiento que no permitían el avance de la ciencia. El autor plantea, entonces, por un lado, una crítica al racionalismo dogmático (último párrafo del resumen), representado en el texto por la Filosofía tradicional descriptiva, que proponía que solamente mediante el razonamiento deductivo podía alcanzarse el conocimiento, sirviéndose de juicios a priori. Esta teoría sostiene que únicamente el razonamiento deductivo da la certeza necesaria para lograr el conocimiento, pero, por ser La UES Presidencia deductivo, este tipo de razonamientono agrega nada al concepto del cual parte. Por lo tanto, no permitiría aumentar los conocimientos ni el avance de la ciencia. Por otro lado, también critica la postura empirista, la cual considera que el conocimiento debe ser alcanzado siempre por el método propio de la Física, es decir, a partir de la observación y experimentación. Esto implica confiar en las impresiones de los sentidos, las cuales no pueden considerarse lo suficientemente seguras. La postura racionalista considera que sólo los razonamientos analíticos a priori son lo suficientemente confiables, en contraposición con los razonamientos sintéticos a posteriori que las ciencias fácticas como la física emplean. A partir de tales críticas, Kant propone una conciliación que permita finalmente el avance de la ciencia, realizando un tratado del método que permita compatibilizar los procedimientos empíricos con los valores promovidos por la Ilustracióni, fundamentalmente, la razón. La Ilustración planteaba al sujeto como protagonista del conocimiento y lo impulsa salir conscientemente de la minoría de edad, Kant refiere este concepto para definir la incapacidad del hombre de entender por sí mismo el mundo que lo rodea, sin que nadie le diga qué ni cómo pensar. En palabras del propio autor se ve reflejado: “¡Sapereaude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración!”(Kant, 2012, pág. 23). Kant nos propone que a través del uso práctico de la Razón podamos conocer aquellos fenómenos que son objetos producto de la experiencia necesariamente condicionados por el tiempo y el espacio como formas de la sensibilidad, son sensibilidad más entendimiento. A su vez la observación de la relación causal de la sustancia o sus atributos puede estar categorizada dentro del entendimiento por su cantidad, calidad, relación o modalidad, en otras palabras, puede demostrar su posibilidad. Este análisis de las condiciones de los fenómenos nos delimita que es lo que puede conocerse y es a lo que la razón debe limitarse. De esta misma definición parte la concepción de noúmeno que son aquellas cosas en sí, que no pueden conocerse. El fenómeno se produce en la mente del sujeto cognoscente a partir de las impresiones de los sentidos al tomar contacto con el objeto que no podemos conocer en sí mismo y las categorías que están en la razón. Los razonamientos, para Kant, están compuestos de juicios, lo que hoy llamaríamos, enunciados. Éstos son sintéticos a priori, que quiere decir que son extensivos, universales y necesarios. Comulga de esta manera los juicios analíticos a priori que no aportaban nuevos conceptos y los sintéticos a posteriori que sí lo hacían pero de modo poco confiable. La consecuencia lógica del “Giro Copernicano” de Kant aplicado al uso de la razón no es más que lo que el autor describe “(…) no podemos conocer esos objetos como cosas en sí, que queda reservado que, por lo menos, pueden pensarse” (Kant, 2007, pág. 138). Hay conceptos que sólo pueden pensarse, entre los que encontramos a Dios, a la libertad y al mundo, es decir, los noúmenos; y otras que se convierten en fenómenos. Kant es uno de los representantes del Iluminismo más importantes, como consecuencia de su giro y el foco puesto en la razón, se marca un punto de inflexión en la filosofía y la manera de conocer. Filósofos y científicos modernos se vieron influenciados por esta nueva forma de entender la realidad. i Ilustración hace referencia al movimiento intelectual y cultural que se originó con la revolución Francesa en la Europa del XVII y que se extendió hasta el s. XIX, si bien tuvo características La UES Presidencia particulares en cada país, tuvo su eje central en la razón humana como clave para desarrollo positivo de la ciencia, el arte y la sociedad en su conjunto) La UES Presidencia
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