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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
 
 
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
 
 
ENSEÑANZAS 
DEL PROFETA 
JOSÉ SMITH 
 
 
 
Selecciones de sus sermones y escritos 
Escogidas y arregladas por el Historiador de la Iglesia 
de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 
José Fielding Smith 
 
 
 
 
 
 
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días 
SALT LAKE CITY, UTAH E.U.A. 1982 
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
 
 
 
 
 
Tomadas de la Historia Documental de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de 
los Últimos Días, así como de otras obras escritas o publicadas en los días del 
ministerio del profeta José Smith 
Traducidas al español bajo la dirección del 
Comité Misionero 
de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días 
por Eduardo Balderas 
 
Copyright 1954 
By the Corporation of the President 
of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints 
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
PROLOGO 
 
Respondiendo a las muchas solicitudes que se han recibido, de que hubiese una compilación 
extensa de los discursos y escritos del profeta José Smith, se consideró el asunto en la Oficina del 
Historiador, y se ha preparado tal compilación, la que después de someterse al dictamen de la Primera 
Presidencia, por ellos fué aprobada, y autorizada su publicación. 
Debe tenerse presente que esta compilación contiene algunos discursos y declaraciones tomados 
de las actas de los concejos y reuniones del sacerdocio, que no son transcripciones literales de las 
palabras del Profeta, mas han sido aprobados en dichas actas. 
No se ha procurado recopilar estas enseñanzas según el tema que tratan, porque con frecuencia se 
presentan varios temas en el mismo artículo o discurso. Se ha concluido que sería mejor seguir un 
orden cronológico para cada artículo o parte del artículo, y añadir un extenso índice para ayudar a 
encontrar los distintos temas. Se han suprimido los asuntos históricos y otras cosas incidentales o de 
poca importancia. Para indicar estas omisiones, se ha hecho uso de asteriscos. 
Hay ciertos artículos, como José Smith Relata su Propia Historia, que se ha publicado como 
folleto y también en La Perla de Gran Precio, que no se incluyen en este tomo. Se ha hecho referencia 
a las revelaciones que se hallan en las Doctrinas y Convenios, cuando ha sido necesario, pero dichas 
revelaciones no forman parte de este libro. 
Con la esperanza de que esta obra pueda satisfacer la necesidad que había de una colección de las 
palabras del gran Profeta de los últimos días entre los miembros de habla española de la Iglesia, y así 
aumentar su fe, hoy se traduce a su idioma; y con el objeto que se acaba de expresar es enviada a 
cumplir con su misión como testimonio adicional del llamamiento divino del profeta José Smith. 
José Fielding Smith, Cronista de la Iglesia. 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
ABREVIATURAS 
Empleadas en la Presente Obra 
 
MSS.—Se refiere a Manuscript History, una historia de la Iglesia recopilada por Juan Whítmer, primer 
cronista de la Iglesia, que aún se conserva en manuscrito. 
J.H.—Se refiere a Journal History of the Church,, historia manuscrita de la Iglesia, recopilada por 
Andrew Jenson. 
D.H.C.—Se refiere a Documentary History of the Church, historia documentada de la Iglesia de 
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, recopilada y publicada por el Cronista de la Iglesia 
bajo la dirección de la Primera Presidencia. 
E. and M.S.—Evening and Morning Star, (La Estrella Vespertina y Matutina), periódico publicado por 
la Iglesia en Independence, Edo. de Misurí. 
T. and S.—Times and Seasons (Tiempos y Estaciones), periódico publicado por la Iglesia en Nauvoo, 
Edo. de Illinois. 
F.W.R.—Für West Record (Crónica de Far West), historia manuscrita de la Iglesia, que se conserva en 
los archivos de la Oficina del Historiador. 
M. and A.—Messenger and Advócate (Mensajero y Defensor), periódico publicado por la Iglesia en 
Kírtland, Edo. de Ohio. 
Los números se refieren al tomo y la página; de modo que D.H.C. 1:71 indica la página 71 del 
primer tomo de Documentary History of the Church. 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
SECCIÓN I 
1830-1834 
6
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSÉ SMITH 
LA PORTADA DEL LIBRO DE MORMÓN 
 
Mientras tanto, aproximándose el fin de nuestra traducción, fuimos a Palmyra, distrito de Wayne, 
Estado de Nueva York, donde adquirimos el título de propiedad literaria e hicimos arreglos con el Sr. 
Egbert B. Grandin para que imprimiera cinco mil ejemplares del Libro de Mormón por la cantidad de 
tres mil dólares. 
Deseo manifestar aquí que la portada del Libro de Mormón es una traducción literal de la última 
hoja del lado izquierdo de la colección o libro de planchas, en las cuales se encerraba la historia que se 
ha traducido; que el lenguaje de toda la obra está dispuesto como todo escrito hebreo en general; y que 
dicha portada en ningún sentido es composición moderna, ni mía ni de cualquier otro hombre que ha 
vivido o vive en esta generación. Por consiguiente, para corregir un error que respecto de ello se ha 
generalizado, pongo en seguida1 esa parte de la portada de la versión inglesa del Libro de Mormón, la 
cual constituye una traducción genuina y literal de la portada del Libro de Mormón original, tal como 
se grabó sobre las planchas.—D.H.C. 1:71. (1830.) 
VALOR DE LAS REVELACIONES Y MANDAMIENTOS 
Durante casi dos semanas pasé la mayor parte del tiempo repasando los mandamientos y 
asistiendo a conferencias, porque desde el primero hasta el doce de noviembre de 1831 celebramos 
cuatro conferencias especiales. En la última de éstas, que se verificó en casa del hermano Johnson 
en Hiram, después de atenta consideración—por motivo de que el libro de revelaciones, que estaba 
para ser publicado,2 era el fundamento de la Iglesia en estos últimos días y un beneficio al mundo, pues 
mostraba que las llaves de los misterios del reino de nuestro Salvador nuevamente se han conferido al 
hombre, y que las riquezas de la eternidad están al alcance de aquellos que se disponen a vivir de 
acuerdo con toda palabra que procede de la boca de Dios—la conferencia determinó estimar que el 
valor de las revelaciones era, para la Iglesia, como el de las riquezas de toda la tierra, hablando en 
sentido temporal. Fueron debidamente apreciados los grandes beneficios que vienen al mundo por 
causa del Libro de Mormón y las revelaciones, que el Señor en su infinita misericordia se ha dignado 
concedernos para la salvación de nosotros y de cuantos quieran creer; y como respuesta a una 
pregunta, recibí lo siguiente.3 —D.H.C. 1:235, 236. (Nov. de 1831.) 
SE PENETRA EL VELO MEDIANTE LA FE PERFECTA 
El hermano José Smith, hijo, declaró: Nos hemos reunido para atender a los asuntos del Señor, y 
es por la gran misericordia de nuestro Dios que se nos permite estar juntos. Muchos de nosotros hemos 
salido por mandato del Señor, arrostrando todo lo que es malo, y hemos obtenido bendiciones 
inefables, de lo cual ha resultado que nuestros nombres han quedado grabados en el libro de la vida del 
Cordero, porque el Señor lo ha dicho. Todo élder tiene el privilegio de hablar de las cosas de Dios; y si 
todos pudiésemos lograr ser de un corazón y ánimo, con fe perfecta, el velo bien pudiera partirse hoy o 
la semana entrante o cualquier otro tiempo; y si tan sólo nos purificamos y hacemos convenio con Dios 
de servirlo, es nuestro el privilegio de tener la seguridad de que Dios nos protegerá a toda hora.4 
F.W.R., págs. 13-14. (Oct. 25 de 1831.) 
EL AMOR PERFECTO NOS LIBRA DE CAER DE LA GRACIA 
El hermano José Smith dijo: Que tenía la intención de cumplir con su deber ante el Señor y 
esperaba que los hermanos fuesen pacientes porque les faltaba una distancia considerable (que andar). 
También declaró que la promesa de Dios consistía en conceder sus bendiciones mayores a los que 
contribuyeran al sostén de su familia mientras él estuviese traduciendo laplenitud de las Escrituras. 
Hasta que hayamos logrado el amor perfecto, corremos peligro de caer, y cuando tengamos el 
testimonio de que nuestros nombres han quedado grabados en el libro de la vida del Cordero, 
tendremos el amor perfecto, y entonces será imposible que nos engañen los falsos Cristos. También 
7
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
manifestó que el Señor imponía a la Iglesia la obligación de sostener las familias de los élderes 
ausentes mientras éstos se hallaran proclamando el evangelio; además, que Dios repetidas veces había 
cerrado los cielos por causa de la codicia que había en la Iglesia. El Señor acortaría su obra en justicia, 
y a menos que la Iglesia recibiese la plenitud de las Escrituras, aún podría fracasar.5—F.W.R., pág. 16. 
(Oct. 25 de 1831.) 
COMENTARIOS SOBRE LA REVISIÓN DE LAS ESCRITURAS 
Al volver de la conferencia de Amherst, reanudé la traducción de las Escrituras.6 A juzgar por las 
varias revelaciones que se habían recibido, era aparente que se habían quitado de la Biblia muchos 
puntos importantes tocantes a la salvación del hombre, o se habían perdido antes de su compilación. A 
juzgar por las verdades que quedaban, era de por sí evidente que si Dios iba a premiar a cada uno de 
acuerdo con las obras hechas en la carne, el término Cielo, como lugar destinado para el hogar eterno 
de los santos, tendría que incluir más de un reino. Por consiguiente, el 16 de febrero de 1832, mientras 
traducía el Evangelio según S. Juan, yo y el hermano Rigdon vimos la siguiente visión.7—D.H.C. 
1:245. (Feb. 16 de 1832.) 
EL PARECER DEL PROFETA SOBRE LA VISIÓN 
Nada podría dar mayor gozo a los santos, tratándose del orden del reino del Señor, que la luz que 
bañó al mundo por medio de la visión anterior. Toda ley, todo mandamiento, toda promesa, toda 
verdad, y todo punto relacionado con el destino del hombre, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, 
donde la pureza de las Escrituras no ha sido manchada por la insensatez de los hombres, manifiestan la 
perfección de la teoría (de los diferentes grados de gloria en la vida futura), y dan testimonio del hecho 
de que ese documento es una transcripción de los anales del mundo eterno. La sublimidad de las ideas; 
la pureza del lenguaje; el campo de acción; la duración continua para la consumación, a fin de que los 
herederos de la salvación confiesen al Señor y doblen la rodilla; los premios por la obediencia y los 
castigos por los pecados, sobrepujan de tal manera los estrechos pensamientos de los humanos, que 
todo hombre justo se ve constreñido a exclamar: "Vino de Dios."—D.H.C. 1: 252-253. (Febrero de 
1832.) 
ESCUDRIÑAD LAS REVELACIONES DE DIOS 
Se han tomado los siguientes párrafos del segundo número del Evening and Morning Star 
(Estrella Vespertina y Matutina), publicado en agosto de 1832. El Profeta preparó el artículo del cual 
se han tomado estas palabras, y se publicó en este número del Star. 
Escudriñad las Escrituras; escudriñad las revelaciones que publicamos y pedid a vuestro Padre 
Celestial, en el nombre de su Hijo Jesucristo, que os manifieste la verdad; y si lo hacéis con el sólo fin 
de glorificarlo, no dudando nada, El os responderá por el poder de su Santo Espíritu. Entonces podréis 
saber por vosotros mismos y no por otro. No tendréis entonces que depender del hombre para saber de 
Dios, ni habrá lugar para la especulación. No; porque cuando los hombres reciben su instrucción de 
Aquel que los hizo, saben cómo los salvará. Por lo que de nuevo os decimos: Escudriñad las Escrituras; 
escudriñad las profecías, y aprended qué porción de ellas pertenece a vosotros y a la gente del siglo 
diecinueve. Indudablemente vosotros estaréis de acuerdo con nosotros, y diréis que no tenéis derecho 
de reclamar lo que se prometió a los habitantes antes del diluvio; que no podéis fundar vuestra 
esperanza de la salvación en la obediencia de los hijos de Israel cuando viajaban en el desierto, ni 
podéis creer que las bendiciones pronunciadas por los apóstoles sobre las iglesias de Cristo hace mil 
ochocientos años eran para vosotros. Además, si las bendiciones de otros no son vuestras, sus 
maldiciones tampoco lo son; por consiguiente, así como todos los que han sido antes de vosotros, sois 
vuestros propios agentes, y seréis juzgados de acuerdo con vuestras obras. 
Todo Hombre es su Propio Agente 
Todo hombre vive para sí mismo. Adán fué creado para iniciar el curso del mundo y cultivar el 
jardín. Noé nació para preservar la descendencia de todas las cosas, cuando el mundo fué purificado de 
su iniquidad por el diluvio; y el Hijo de Dios vino al mundo para redimirlo de la caída. Pero el hombre 
que no renaciere, no puede ver el reino de Dios. Esta verdad eterna determina el asunto de la religión 
8
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
de todo hombre. Después del juicio, el hombre podrá salvarse en el reino terrestre o el reino telestial, 
pero jamás podrá ver el reino celestial de Dios sin nacer del agua y del Espíritu. Podrá recibir una 
gloria semejante a la luna [es decir, que tiene como tipo la luz de la luna] o a una estrella [es decir, que 
tiene como tipo la luz de la estrella], pero jamás podrá venir al monte de Sión, ni a la ciudad del Dios 
viviente, la Jerusalén celestial, ni a una compañía innumerable de ángeles; ni a la asamblea general e 
Iglesia del Primogénito, que están escritos en los cielos, ni a Dios, el juez de todos, ni a los espíritus de 
hombres hechos perfectos, ni a Jesús, el Mediador del nuevo convenio, a menos que se vuelva como 
un niño, y sea instruido por el Espíritu de Dios. Por consiguiente, otra vez os decimos, escudriñad las 
revelaciones de Dios, estudiad las profecías, y gózaos de que Dios concede al mundo videntes y 
profetas. Estos son los que vieron los misterios de la Divinidad; vieron el diluvio antes que llegase; 
vieron a ángeles ascender y descender por una escalera que llegaba de la tierra hasta los cielos; vieron 
la piedra cortada del monte, que llenó toda la tierra; vieron al Hijo de Dios venir de las regiones de 
gloria y morar con los hombres sobre la tierra; vieron al libertador salir de Sión y limpiar la impiedad 
de Jacob; vieron la gloria del Señor cuando mostró la transfiguración de la tierra sobre el monte; 
vieron allanarse toda montaña y todo valle exaltarse cuando el Señor se vengaba de los inicuos; vieron 
la verdad brotar de la tierra y la justicia mirar desde los cielos en los últimos días, antes que el Señor 
viniese la segunda vez para juntar a sus escogidos; vieron el fin de la iniquidad sobre la tierra y el 
sábado de la creación, coronado de paz; vieron el fin de los mil años gloriosos, cuando Satanás va a 
quedar suelto por un corto tiempo; vieron el día del juicio, cuando todos los hombres recibirán según 
sus obras; y vieron desaparecer los cielos y la tierra a fin de que hubiera lugar para la ciudad de Dios, 
cuando los justos recibirán una herencia eterna. Así pues, compañeros en esta peregrinación sobre la 
tierra, es vuestro el privilegio de purificaros, alcanzar la misma gloria, y ver y conocer por vosotros 
mismos. Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y os será abierto.—E. and M. S. de agosto de 
1832. D.H.C. 1:282-284. 
CARTA AL SR. N. E. SEATON 
Con fecha del 4 de enero de 1833, el Profeta escribió al Sr. N. E. Seaton, director de un periódico, 
las siguientes palabras de consejo y amonestación concernientes al estado del mundo y el propósito del 
Señor en la restauración anunciada por los antiguos profetas. 
Kírtland, a 4 de enero de 1833. Sr. Director: 
Considerando los liberales principios de acuerdo con los cuales se publica su interesante e 
inestimable periódico, y en vista de que yo soy uno de sus subscriptores y tengo un profundo interés en 
la causa de Sión y en la felicidad de mis hermanos del género humano, gozoso tomo mi pluma para 
aportar mi grano de arena en esta sumamente interesante e importante ocasión. 
Llevo algún tiempo de estar observando atentamente las condiciones actuales en todonuestro país 
cristiano; y las he considerado con un sentimiento de penosa ansiedad. Mientras que por una parte veo 
el patente alejamiento del Espíritu Santo de Dios, y el velo de estupidez que parece envolver el corazón 
del pueblo, veo, por otra parte, los juicios de Dios que han barrido, y aún siguen barriendo, a cientos y 
miles de los de nuestra raza hasta las sombras de la muerte, y temo que sin estar preparados. Con este 
hecho solemne y alarmante ante mí, me veo constreñido a exclamar: "¡Oh, si mi cabeza fuera un 
océano, y mis ojos una fuente de lágrimas, para que pudiese llorar día y noche!" 
El Cristianismo Duerme 
Me parece que ya ha llegado la hora en que el mundo cristiano debe despertar de su sueño y 
clamar con vehemencia a ese Dios, día y noche, en cuya ira justamente hemos incurrido. ¿Acaso no 
son estas cosas estímulo suficiente para excitar las facultades y despertar las energías de todo hombre, 
mujer o niño que siente simpatía hacia sus semejantes, o que en cualquier grado siente amor por la 
causa floreciente de nuestro glorioso Señor? La respuesta a esta importante pregunta la dejo a una 
comunidad inteligente, con esta confesión, que esto es lo que me ha hecho pasar por alto mi propia 
inhabilidad y manifestar mis debilidades a un mundo instruido; pero, confiando en ese Dios que ha 
dicho que estas cosas se esconden de los sabios y prudentes y se revelan a los niños, paso adelante a 
9
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
indicar lo que el Señor está haciendo, y lo que todos deben hacer para disfrutar de la buena disposición 
de su Salvador en estos últimos días. 
El Convenio con Israel 
Por fin ha llegado el tiempo en que el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob ha puesto su mano 
por segunda vez para recobrar las reliquias de su pueblo que han quedado, de Asiría, de Egipto, y de 
Patros, y de Etiopía, y de Persia, y de Caldea, y de Amat, y de las islas del mar, y con ellos traer la 
plenitud de los gentiles, y establecer con ellos el convenio prometido cuando les sean borrados sus 
pecados. Véase Isaías 11; Romanos 11:25, 26 y 27; también Jeremías 31:31, 32 y 33. Jamás se ha 
establecido dicho pacto con la casa de Israel, o con la casa de Judá; porque para hacer un convenio, 
debe haber dos partes, y ambas deben estar de acuerdo o no puede hacerse ningún convenio. 
Cristo ofreció hacer convenio con ellos mientras estuvo en la carne, pero lo despreciaron y 
rechazaron sus ofertas, y dió por resultado que fueron desgajados y no se hizo convenio con ellos en 
esa ocasión. Mas su incredulidad no ha anulado la promesa de Dios; no, porque había otro día 
señalado en David, que era el día del poder de Dios; y entonces su pueblo, Israel, sería un pueblo 
obediente; y El escribiría su ley en sus corazones y la grabaría en sus pensamientos; y de sus pecados e 
iniquidades no volvería a acordarse. 
El Convenio con los Gentiles 
De modo que después que esta familia escogida rechazó a Cristo y sus promesas, los heraldos de 
la salvación le dijeron: "He aquí, nos volvemos a los gentiles"; y los gentiles recibieron el convenio y 
fueron injertados en el lugar donde había sido desgajada la familia escogida. Mas los gentiles no han 
perseverado en la bondad de Dios, sino que se han apartado de la fe que en un tiempo fué entregada a 
los santos, y han violado aquel convenio en que sus padres fueron establecidos (véase Isaías 24:5); y se 
han vuelto altivos y no han temido; por consiguiente, tan sólo unos pocos de ellos serán reunidos con 
la familia escogida. ¿No han provocado al Santo de Israel el orgullo, altivez e incredulidad de ios 
gentiles a que les retire su Santo Espíritu, y envíe sus juicios para castigarlos por sus iniquidades? 
Ciertamente tal ha sido el caso. 
La Tierra se Inficionó 
Cristo dijo a sus discípulos (Marcos 16:17, 18) que estas señales seguirían a los que creyeren: "En 
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; quitarán serpientes, y si bebieren cosa 
mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán"; y relacionado con esto, 
léase también el capítulo 12 de I Corintios. Por los testimonios anteriores podemos considerar el 
mundo cristiano y notar la apostasía que ha habido del programa apostólico; ¿y quién, al mirar esto, no 
exclamaría en el lenguaje de Isaías: "La tierra se inficionó bajo sus moradores; porque traspasaron las 
leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno"? 
El hecho escueto es éste: El poder de Dios empieza a descender sobre las naciones; la luz de la 
gloria de los últimos días empieza a esclarecer por entre la tenebrosa atmósfera de la maldad sectaria y 
su iniquidad se hace manifiesta; y las naciones de los gentiles son como las ondas del mar que arrojan 
lodo y tierra, todas en conmoción, y rápidamente se están preparando para desempeñar la parte que se 
les ha dado, cuando el Señor reprobará a las naciones, cuando las rija con vara de hierro y las 
despedace como el vaso del alfarero. El Señor declaró a sus siervos, hará unos dieciocho meses, que 
estaba entonces a punto de retirar su Espíritu de la tierra; y podemos ver que tal ha sido el caso, porque 
no tan solamente están decayendo las iglesias, sino que no hay conversiones, y si las hay, son muy 
pocas; y esto no es todo, los gobiernos de la tierra se hallan confundidos y divididos, y la palabra 
Destrucción, para el que ve espiritualmente, parece haber sido escrita por el dedo de una mano 
invisible, en letras mayúsculas, sobre casi todo lo que vemos. 
Cómo Podemos Escapar los Juicios 
Y ahora, ¿qué queda por hacer en circunstancias como éstas? Voy a deciros lo que el Señor exige 
de todos—nobles y bajos, ricos y pobres, hombres y mujeres, ministros y pueblo, los que profesan 
10
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
religión y los que no profesan— a fin de que disfruten del Santo Espíritu de Dios cabalmente y se 
libren de los juicios de Dios que están a punto de derramarse sobre las naciones de la tierra. 
Arrepentios de todos vuestros pecados y bautizaos en el agua para la remisión de ellos, en el nombre 
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y recibid la ordenanza de la imposición de las manos de 
aquel que ha sido ordenado y sellado para tener este poder, a fin de que os sea conferido el Santo 
Espíritu de Dios; y esto va de acuerdo con las Santas Escrituras y el Libro de Mormón, y es la única 
manera en que un hombre puede entrar en el reino celestial. Son éstos los requisitos del nuevo 
convenio o los primeros principios del evangelio de Cristo; entonces "mostrad en vuestra fe virtud, y 
en la virtud ciencia; y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor de 
Dios; y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad. Porque si en vosotros hay 
estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor 
Jesucristo." 
Sión y Jerusalén 
El Libro de Mormón es la historia de los antepasados de nuestras tribus occidentales indias. Dicho 
libro ha salido a luz mediante el ministerio de un santo ángel, y se ha traducido a nuestro idioma por el 
don y el poder de Dios, después de estar oculto en la tierra durante los últimos mil cuatrocientos años, 
y contiene la palabra de Dios que les fué dada. Por él sabemos que nuestros indios de las tribus del 
oeste son descendientes de aquel José que fué vendido en Egipto, y que la tierra de América es un país 
de promisión, y a ella vendrán todas las tribus de Israel con todos aquellos gentiles que cumplieren con 
los requisitos del nuevo convenio. Pero la tribu de Judá volverá a la Jerusalén antigua. La ciudad de 
Sión, de que habla David en el Salmo 102, será edificada sobre las Américas. "Y los redimidos de 
Jehová volverán, y vendrán con son de alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas." (Isaías 35:10) 
Entonces serán librados de la desbordante plaga que se extenderá por el país. Pero Judá recibirá 
liberación en Jerusalén. Véase Joel 2:32; Isaías 26:20-21;Jeremías 31:12; Salmo 1:5; Ezequiel 34:11, 
12 y 13. Estos son testimonios de que el Buen Pastor reconocerá a sus propias ovejas, y las conducirá 
de entre todas las naciones donde fueron esparcidas en un día obscuro y tenebroso, y las llevará a Sión 
y a Jerusalén; y muchos otros testimonios también se podrían presentar. 
Y ahora estoy preparado para decir, por la autoridad de Jesucristo, que de aquí a pocos años en los 
Estados Unidos se verá una escena de derramamiento de sangre, sin paralelo en la historia de nuestra 
nación; las pestilencias, el granizo, el hambre y los terremotos arrollarán a los inicuos de esta 
generación de sobre la faz de la tierra, a fin de establecer y preparar el camino para que vuelvan las 
tribus perdidas de Israel de los países del norte. El pueblo del Señor, aquellos que han cumplido con los 
requisitos del nuevo convenio, ya han comenzado a congregarse en Sión, que se halla en el estado de 
Misurí; por consiguiente, os declaro la amonestación que el Señor me ha mandado revelar a esta 
generación, recordando que los ojos de mi Hacedor están sobre mí, y que a El tengo que responder por 
toda palabra que diga, y deseando a todos mis semejantes su eterna salvación; por consiguiente: 
"Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida." Arrepentios, arrepentios, abrazad 
el convenio eterno y huid a Sión antes que el castigo desbordante os alcance, porque viven hoy en la 
tierra aquellos cuyos ojos la muerte no cerrará hasta que hayan visto el cumplimiento de todas estas 
cosas de que he hablado. Acordaos de estas cosas; "buscad a Jehová mientras puede ser hallado, 
llamadle en tanto que está cercano," es la exhortación de vuestro indigno siervo. 
José Smith, hijo 
—D.H.C. 1:312-316. 
IMPORTANTE CORRESPONDENCIA CON LOS HERMANOS EN SIÓN 
La "Hoja del Olivo" es el nombre que dió el Profeta a la maravillosa revelación que se conoce 
como la Sección 88 en las Doctrinas y Convenios. Pocas son las revelaciones, si acaso las hay, dadas a 
la Iglesia—y al mundo, si el mundo quiere recibirlas—mayores que esta "Hoja del Olivo", arrancada 
del Árbol del Paraíso. En esta carta dirigida a Guillermo W. Phelps, uno de los hermanos que presidían 
en Misurí, el Profeta hace una amonestación basada en las palabras del Señor, como se ve en la 
11
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
revelación y la correspondencia recibida de Misurí. 
Kírtland, a 14 de enero de 1833. 
Hermano Guillermo W. Phelps: 
Os enviamos la "hoja del olivo" que hemos arrancado del Árbol del Paraíso, el mensaje de paz del 
Señor a nosotros; pues a pesar de que nuestros hermanos en Sión tienen sentimiento contra nosotros, 
cosa que no concuerda con los requerimientos del nuevo convenio, sin embargo, nos complace saber 
que contamos con la aprobación del Señor, y que nos ha aceptado, y ha establecido su nombre en 
Kírtland para la salvación de todas las naciones; porque el Señor tendrá un lugar del cual su palabra 
saldrá en pureza, en estos últimos días; porque si Sión no se purifica al grado de ser aprobada de El en 
todas las cosas, el Señor se buscará otro pueblo; porque su obra seguirá adelante hasta que Israel quede 
congregado, y los que no quieran oír su voz deberán sentir su ira. Quisiera deciros: Tratad de 
purificaros, y también los habitantes de Sión, no sea que se encienda la ira del Señor. 
Sión Es Amonestada 
Arrepentios, arrepentios, es lo que Dios dijo a Sión; y aunque parezca extraño, es cierto, no 
obstante, que el género humano persistirá en justificarse a sí mismo hasta que se manifieste toda su 
iniquidad y sea demasiado tarde para redimir su carácter, y todo cuanto se hallare en sus corazones se 
revelará a la vista de todo el mundo. Os digo esto (y lo que digo a vosotros lo digo a todos): Escuchad 
la voz amonestadora de Dios, no sea que Sión caiga y el Señor jure en su ira que los habitantes no 
entrarán en su reposo. 
Los hermanos de Kírtland oran por vosotros sin cesar, porque, conociendo los terrores del Señor, 
temen en gran manera por vosotros. Veréis que el Señor nos ha mandado edificar una casa de Dios 
aquí en Kírtland, y establecer una escuela para los profetas. Esta es la palabra del Señor a nosotros, y 
debemos obedecerla, sí, y con la ayuda del Señor, la obedeceremos; pues con la condición que 
obedezcamos, El nos ha prometido grandes cosas; sí, visitarnos de los cielos y honrarnos con su 
presencia misma. Tememos grandemente ante el Señor que vayamos a perder este gran honor que el 
Maestro propone conferirnos; estamos buscando la humildad y una fe grande a fin de no avergonzarnos 
en su presencia. Nuestros corazones se afligen grandemente por el espíritu que se manifiesta tanto en 
vuestra carta como en la del hermano Gílbert; es precisamente ese espíritu que está consumiendo la 
fuerza de Sión como una pestilencia. Y si no se discierne y es expulsado de entre vosotros, dejará a 
Sión expuesta a los juicios inminentes de Dios. Recordad que Dios ve las fuentes secretas de los 
hechos humanos y conoce el corazón de todos los vivientes. 
Hermanos, permitidnos hablar con claridad, porque Dios considera los sentimientos de sus santos, 
y no permitirá que sean atormentados impunemente. . . . Todo lo que podemos decir en conclusión es 
que si la fuente de nuestras lágrimas no se seca, seguiremos llorando por Sión. Esto os dice vuestro 
hermano que tiembla por Sión, y por la ira del cielo que descenderá sobre ella si no se arrepiente. 
José Smith, hijo —D.H.C. 1:316-317. 
UNA EPÍSTOLA 
De la Primera Presidencia a la Iglesia de Cristo en Thompson, Edo. de Ohio. 
Kírtland, a 6 de febrero de 1833. Queridos hermanos: 
Os saludamos, mediante esta epístola nuestra, en los lazos del amor, felices por vuestra firmeza en 
la fe que es en Cristo Jesús nuestro Señor; y os deseamos prosperidad en el camino de la verdad y la 
justicia, rogando por vosotros continuamente para que no desmaye vuestra fe y podáis vencer todos los 
males que os rodean, y lleguéis a ser puros y santos delante de Dios, nuestro Padre, a quien sea la 
gloria para siempre jamás. Amén. 
Con la aprobación del Espíritu Santo, nos ha parecido bien enviaros esta epístola nuestra por 
medio de nuestro querido hermano Salmón Gee, mensajero vuestro, a quien hemos ordenado, de 
acuerdo con los mandamientos de Dios, confiriéndole el oficio de élder para presidir a la Iglesia en 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
Thompson, haciéndose cargo de ella para dirigiros y enseñar las cosas que son según Dios. Tenemos la 
mayor confianza en él, como suponemos que vosotros también la tenéis, por lo que os decimos, sí, no 
solamente nosotros, sino también el Señor, recibidlo como tal, sabiendo que el Señor le ha dado este 
cargo para vuestro bien, y sostenedlo con vuestras oraciones, orando por él continuamente para que 
reciba sabiduría y entendimiento en el conocimiento del Señor, a fin de que por medio de él seáis 
librados de los malos espíritus y de toda contienda y disensión, y podáis crecer en gracia y en el 
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 
Queridos hermanos, seguid en el amor fraternal, andando en mansedumbre, atendiendo a vuestras 
oraciones para que no seáis vencidos. Seguid la paz, como dijo nuestro querido hermano Pablo, para 
que seáis hijos de nuestro Padre Celestial y no dar ocasión a santo o pecador para que tropiece. Por 
último, hermanos, rogad por nosotros a fin de que podamos cumplir con la obra a la cual se nos ha 
llamado, para que disfrutéis de los misterios de Dios cabalmente. La gracia de nuestro Señor Jesucristo 
os atienda a todos. Amén. 
José Smith, hijo 
Sídney Rigdon 
Federico G. Williams 
—D.H.C. 1:324, 325. (Feb. 6 de 1833.) 
 
CARTA DE INSTRUCCIONES PARA LA IGLESIA 
Kírtland, a 13 de abril de 1833. Estimado hermano Cárter: 
Acaba de llegar a mis manos su carta dirigida al hermano Jared. He estudiado cuidadosamente su 
contenido y aprovecho esta oportunidad para contestarla. Damos respuesta a sus preguntas, 
primeramente en lo que conciernea su obra en la región donde vive: Concordamos con sus 
sentimientos respecto de este asunto hasta que la palabra del Señor indique otra cosa. En cuanto a la 
visión que usted menciona, no consideramos que tenemos la obligación de recibir revelación alguna de 
cualquier hombre o mujer, si no ha sido legalmente constituido y ordenado con tal autoridad, y ha dado 
amplia prueba de ello. 
El Orden Según el Cual Viene la Revelación 
Permítame informarle que es contrario al sistema de Dios que un miembro de la Iglesia, o 
cualquier otro, reciba instrucciones para los que poseen una autoridad mayor que la de ellos; por 
consiguiente, desde luego verá usted la impropiedad de hacerles caso; mas si una persona tiene una 
visión o recibe la visita de un mensajero celestial, debe ser para su propio beneficio e instrucción, 
porque los principios, gobierno y doctrina fundamentales de la Iglesia están comprendidos en las 
llaves del reino. Concerniente a un apóstata o uno que ha sido excomulgado de la Iglesia, y desea 
entrar de nuevo, la ley de nuestra Iglesia expresamente dice que tal persona debe arrepentirse y ser 
bautizada y admitida como al principio. 
El deber de un Sumo Sacerdote es administrar las cosas espirituales y santas, y tener 
comunicación con Dios; pero no debe ejercer dominio absoluto ni señalar reuniones para los élderes 
sin el consentimiento de éstos. Además, los sumos sacerdotes tienen la obligación de estar mejor pre-
parados que los élderes para enseñar los principios y doctrinas; porque el oficio de élder es 
dependencia del sacerdocio mayor, y se reconcentra en uno. Además, en cuanto a la obra de los 
miembros: Hemos de tratarlos precisamente como las Escrituras indican. Si tu hermano te ofendiere, lo 
tomarás entre ti y él a solas; y si te hace reparación, has salvado a tu hermano; y si no, lleva contigo a 
otro, etc., y cuando no hay obispo, serán juzgados por la voz de la Iglesia; y si estuviese presente un 
élder o sumo sacerdote, éste debe encargarse del asunto; pero si no, el que tuviere la autoridad mayor 
debe presidir. 
Respecto de los preparativos para ir a Sión: En primer lugar, sería del agrado del Señor que se 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
organicen la rama o ramas de la Iglesia que van a Sión, y se nombre a una persona apta, que esté bien 
enterada de la condición de la Iglesia, y sea enviada a Kírtland para informar al obispo y obtener de él 
una licencia de acuerdo con la revelación. Haciendo esto, se evitará la confusión y el desorden, y se 
librarán de muchas dificultades con que tropieza una banda desorganizada en un viaje en los últimos 
días. 
Asimismo, aquellos que han contraído deudas deben pagarlas, sin excepción; y los ricos en 
ningún sentido han de menospreciar a los pobres o dejarlos atrás, porque se ha dicho que los pobres 
heredarán la tierra. 
Respecto del viaje a Sión, usted citó un pasaje de Jeremías. La palabra del Señor permanece; 
hágase, pues, así. 
Su carta contiene dos párrafos que no me parecen bien porque se han escrito ciegamente. Uno se 
refiere a los élderes que son enviados como el relámpago del arco de Judá; el siguiente que no hay 
secretos en los concilios de Sión. Usted habla de estas cosas como si hubiera algún temor en su mente; 
de no ser así, no podemos entenderlas. Además, nunca pedimos una revelación especial a Dios, sino 
cuando no se ha dado una revelación anterior que venga al caso; y esto en un concilio de sumos 
sacerdotes . . . 
Es cosa grave preguntar a Dios o allegarse a su presencia; y sentimos temor de acercarnos a El 
sobre temas que son de poca o ninguna importancia, para satisfacer las preguntas de individuos, 
especialmente acerca de asuntos cuyo conocimiento los hombres deberían obtener por sí mismos con 
toda sinceridad ante Dios, con humildad y por la oración de fe; y con más particularidad al tratarse de 
un maestro o sumo sacerdote de la Iglesia. Digo estas cosas no por vía de reprensión, sino de 
instrucción; y hablo como si yo lo conociera a usted, cuando en realidad somos desconocidos en 
cuanto a la carne. 
Estimo a su alma y las almas de los hijos de los hombres, y ruego y hago cuanto puedo por la 
salvación de todos. Concluyo con un saludo de paz en el nombre del Señor Jesucristo. Amén. 
Las bendiciones de nuestro Señor Jesucristo os acompañen y permanezcan con todos vosotros. 
Amén. 
José Smith, hijo —D.H.C. 1:338-339. (Abril 13 de 1833.) 
 
INSTRUCCIONES CONCERNIENTES A LA CONSAGRACIÓN 
DE BIENES 
Hermano Eduardo Partridge: 
Voy a dar respuesta a sus preguntas respecto de la consagración de bienes: En primer lugar, no 
conviene entrar en muchos detalles en el asunto de hacer inventarios. El hecho es éste: La ley de la 
Iglesia obliga a un hombre a hacer la consagración al obispo, antes de poder ser considerado heredero 
legal del reino de Sión; y esto también debe ser sin compulsión; y a menos que haga esto, no puede ser 
reconocido ante el Señor en los registros de la Iglesia. Por tanto, diré con más particularidad que todo 
hombre debe ser su propio juez respecto de lo que ha de recibir; y cuánto debe permitir que quede en 
manos del obispo. Me refiero a aquellos que consagran más de lo que necesitan para el sostenimiento 
de ellos mismos y sus familias. 
Por Consentimiento Mutuo 
Este asunto de la consagración debe hacerse por consentimiento mutuo de ambas partes; porque si 
se da al obispo el derecho de decir cuánto debe tener cada hombre, y éste se ve obligado a cumplir con 
la decisión del obispo, es dar a éste más poder que el de un rey; por otra parte, permitir que cada 
hombre diga cuánto necesita, y el obispo se ve obligado a conceder lo que ha pedido, es sembrar el 
desorden en Sión y hacer un esclavo del obispo. El hecho es que debe haber igual poder entre el obispo 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
y el pueblo; y de esta manera se puede preservar entre vosotros la armonía y la buena voluntad. 
Consiguientemente, las personas que consagran bienes al obispo de Sión, y entonces reciben de él 
una herencia, deben razonablemente mostrar al obispo que necesitan lo que piden. Y en caso de que las 
dos partes no puedan llegar a un acuerdo mutuo, el obispo nada tendrá que ver respecto de recibir esa 
consagración, y el asunto debe presentarse a un consejo de doce sumos sacerdotes. El obispo no debe 
formar parte de este consejo, pero sí presentará el caso ante ellos. 
* * * 
No poca sorpresa nos causó saber que no llegaron al conocimiento del obispo algunas de nuestras 
cartas de índole público que enviamos para el bien de Sión. Esta manera de proceder desaprobamos 
terminantemente. 
 
Respuestas a las Preguntas del Hermano Phelps en Su Carta 
del 4 de Junio 
Primeramente en cuanto a los pobres: Cuando son nombrados los obispos de acuerdo con nuestra 
recomendación, será su deber velar por los pobres, de acuerdo con 
las leyes de la Iglesia. 
* * * 
Decid a los hermanos Hulet y a todos los demás, que el Señor nunca los autorizó para que 
declarasen que el diablo, sus ángeles o los hijos de perdición podrán ser restaurados; porque no se 
reveló al hombre el estado de su destino, ni se ha revelado, ni jamás se revelará, sino a los que son 
hechos partícipes de ese castigo. Por consiguiente, los que enseñan esta doctrina no la han recibido del 
Espíritu del Señor. Por cierto, el hermano Oliverio declaró que era doctrina de demonios. Nosotros, 
por tanto, mandamos que no se enseñe más esta doctrina en Sión. Aprobamos la decisión del obispo y 
su consejo, respecto de que esta doctrina sea razón para negar la Santa Cena. 
* * * 
 Damos fin a nuestra carta con nuestro saludo de siempre, en señal del nuevo y sempiterno convenio. 
Damos fin porque el correo está a punto de salir. 
José Smith, hijo 
Sídney Rigdon 
F. G. Williams 
P.D.: Nos sentimos complacidos de la manera en que el hermano Guillermo W. Phelps está dirigiendo 
el Star (Estrella Vespertina y Matutina) en la actualidad. Esperamos que con cada número él procuraráhacerlo más interesante. En lo que concierne al tamaño de los obispados: Así que Sión se halle 
debidamente reglamentada, habrá un obispo para cada cuadra o manzana del tamaño que va con esta 
carta; pero en la actualidad se debe proceder como dicte la prudencia. Es preciso, hermanos, que todos 
seáis de un corazón y de un parecer, en el cumplimiento de la voluntad del Señor. 
Debe existir la mayor libertad y confianza entre los que dirigen en Sión. 
Nos causó mucho pesar enterarnos de la queja contenida en la carta del hermano Eduardo 
Partridge. de que no le fueron mostradas las cartas que acompañaban la Hoja del Olivo, porque es 
propio que él conozca todas las cosas que se relacionan con Sión, pues el Señor lo ha puesto por juez 
en Sión. Esperamos, queridos hermanos, que no suceda otra cosa semejante. Cuando escribimos cartas 
a Sión o a cualquiera de los sumos sacerdotes, que tienen que ver con la reglamentación de los asuntos, 
siempre es nuestra intención que se muestren al obispo, a fin de que él pueda cumplir con su deber. 
Decimos estas palabras con la esperanza de que se reciban con amor, y que nuestros hermanos tengan 
más cuidado de los sentimientos del uno y el otro, y anden en amor, estimándose el uno al otro más 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
que a sí mismos, como lo exige el Señor. 
Con el afecto de siempre, 
J. S. S. R. F. G. W. D.H.C 1:364-368. (Junio 25 de 1833.) 
SELECCIONES DE LA SEGUNDA COMUNICACIÓN A LOS HERMANOS EN SIÓN 
Kírtland, a 2 de julio de 1833. A los hermanos en Sión: 
* * * 
El Don de Lenguas 
Estamos escribiendo una carta a [la rama de] Eugene con respecto a los dos Smith, pues hemos 
recibido dos cartas de ellos, una de Juan Smith, la otra del élder de la Iglesia [Edén Smith]. En lo que 
respecta al don de lenguas, todo lo que podemos decir es que en este lugar lo hemos recibido como lo 
recibieron los antiguos; sin embargo, deseamos que tengáis cuidado, no sea que en esto seáis en-
gañados. Cuidaos de los perjuicios que puedan resultar de lo que digan las mujeres o algún otro; tened 
cuidado en todas las cosas, no sea que la raíz del rencor brote entre vosotros, y de ese modo muchos 
sean agraviados. Satanás indudablemente os causará molestias respecto del don de lenguas, a menos 
que tengáis cuidado; no puede uno cuidarse demasiado de él, ni orar de más. El Señor os dé prudencia 
en todas las cosas. En la carta que se os envió la semana pasada, antes de esta comunicación, 
indudablemente recibisteis las noticias sobre la nueva traducción. Consignad la caja del Libro de los 
Mandamientos a N. K. Whítney y Cía., Kírtland, Edo. de Ohio, al cuidado de Kelly y Walworth, 
Cleveland, Edo. de Ohio. 
Concluímos, dando nuestra más sincera aprobación a |oda medida que se tome para extender la 
verdad en estos últimos días; y nuestros más fuertes anhelos y oraciones más sinceras son para la 
prosperidad de Sión. Decid a todos los hermanos y hermanas de Sión que nuestros corazones y 
nuestros mejores deseos están con ellos, y que nuestros espíritus ansian su bienestar, temporal, 
espiritual y eterno. 
Os saludamos, como siempre, en el nombre del Señor Jesús. 
Amén. 
José Smith, hijo 
Sídney Rigdon 
—D.H.C. 1:368-370. F. G. Williams 
CARTA A VIENNA JAQUES 
El día 4 de septiembre escribí a la hermana Vienna Jaques, en Independence, Misurí, lo siguiente: 
Querida hermana: 
Teniendo unos momentos desocupados, me pongo a escribirle unas cuantas líneas, que tengo la 
obligación de dirigirle para satisfacción suya, si puede llamarse satisfacción recibir algunas palabras de 
este indigno hermano en Cristo. Hace ya algún tiempo que llegó a mis manos su carta, con la noticia de 
su viaje y llegada sin novedad, por lo cual doy gracias al Señor. Repetidas veces, desde que recibí su 
carta, he oído el susurro de una voz que me dice: "José, mucho debes a tu Dios por la ofrenda de tu 
hermana Vienna, que fué el aliento de vida en lo que concierne a tu estado económico. Por tanto, no 
debes olvidarla, pues el Señor ha hecho esto, y debes acordarte de ella en todas tus oraciones, así como 
por carta, porque muchas veces ha invocado al Señor diciendo: Oh Señor, inspira a tu siervo José a 
comunicar por carta alguna palabra a tu indigna sierva, y diga que todos mis pecados han sido 
perdonados, ¿pues no es suficiente para ti el castigo con que has castigado a tu sierva?" Sí, hermana, 
así parece susurrar el espíritu, y usted puede juzgar qué espíritu será. Cuando usted partió de Kírtland, 
yo sabía que el Señor la castigaría, pero oré fervientemente en el nombre de Jesús que pudiese usted 
vivir para recibir su herencia, de acuerdo con el mandamiento que se dió concerniente a usted. No me 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
causa mucho asombro lo que le ha sucedido ni lo que ha acontecido en Sión, y podría decirle el cómo y 
el cuándo de todas estas calamidades. Pero es en vano amonestar y dar preceptos, porque todos los 
hombres tienen la disposición natural de andar por sus propios caminos que con su propio dedo 
señalan, y no están dispuestos a considerar y seguir el camino que otro les indica, diciendo: "Este es el 
camino, anda por él", aunque dicho director fuese infalible y el Señor su Dios lo hubiese enviado. No 
obstante, no tengo deseos de censurar, sino más bien de clamar fervientemente al Señor que todas las 
cosas que han sucedido sean para bien; sí, siento deseos de decir: "Oh Señor, permite que Sión sea 
consolada, que sean poblados sus yermos y sean edificados cien veces tanto; permite que de todo país 
vengan a Sión tus santos; concede que sea ella ensalzada hasta el tercer cielo, y salga tu juicio a lograr 
la victoria; y después de esta gran tribulación, deja que tus bendiciones desciendan sobre tu pueblo y 
permite que viva tu sierva hasta que su alma quede satisfecha viendo la gloria de Sión; porque no 
obstante su aflicción presente, Sión aún se levantará y se vestirá de sus prendas hermosas, y será el 
gozo y gloria de toda la tierra." 
Por tanto, anime su corazón; rinda estricta obediencia a los mandamientos de Dios, y camine 
humildemente ante El y El la exaltará en su propio y debido tiempo. Permítame asegurarle que el 
Señor mira con aprecio la ofrenda que usted ha hecho. El hermano David W. Patten acaba de volver de 
su gira por el este, y su ministerio nos ha causado gran satisfacción. Ha establecido una rama de la 
Iglesia con unos ochenta y tres miembros en esa parte del país donde viven sus amigos, es decir, en el 
estado de Nueva York. Por conducto de él sanaron muchos, y varios cojos fueron restablecidos. 
Llegaron hasta doce afligidos de una vez, de una distancia considerable para ser sanados; él y otros los 
ungieron en el nombre de Jesús, y sanaron. Así verá usted que los obreros están trabajando en la viña 
con todas sus fuerzas mientras dura el día, sabiendo que "la noche viene, cuando nadie puede obrar" 
—D.H.C. 1:407-409. José Smith 
SALUDOS A LOS SANTOS EN EL CANADÁ 
Con fecha del 19 de noviembre escribí de Kírtland a Moisés C. Nickerson de Mt. Pleasant, 
Canadá, lo siguiente: 
Hermano Moisés: 
Llegamos aquí el día 4 del mes pp. pdo., después de un viaje muy cansado, durante el cual fuimos 
bendecidos con salud. Nos despedimos de sus padres en Búffalo, dejándolos en buena salud, y 
expresaron su satisfacción por la prosperidad y bendiciones de su viaje. 
Desde que llegamos aquí, el hermano Sídney ha padecido de los ojos, y a esto probablemente se 
debe que usted no había tenido noticias de nosotros antes, pues él tenía proyectado escribirle en 
seguida. Pero aunque me parece que indudablemente se comunicará con usted en breve, ya que sus 
ojos están mejorando, sin embargo, para que usted no se inquiete por no saber de nosotros, he juzgado 
que estas cuantas líneas, aunque quizá no con la afluencia de los letrados de la época, tal vez serán 
recibidas con cierta satisfacción por parte suya, cuando menos, si piensa usted en la intimidad con que 
nos unen los lazos sempiternos del evangelio de nuestroSeñor Jesucristo. 
En general hallamos bien a nuestras familias como también la Iglesia en ésta. No ocurrió nada de 
importancia durante nuestra ausencia, con excepción de la muerte de uno de nuestros hermanos, David 
Johnson, un joven que gozaba de mucha estimación como ciudadano privado entre nosotros, cuya 
pérdida justamente lamentamos. 
Nos vemos favorecidos con frecuentes comunicaciones de varias secciones de nuestro país 
respecto del progreso del evangelio; y diariamente oramos a nuestro Padre que se extienda en gran 
manera, hasta que todas las naciones oigan las gloriosas nuevas y lleguen al conocimiento de la 
verdad. 
Inquietud por los Santos Afligidos 
Recientemente hemos recibido cartas de nuestros hermanos en Misurí, pero no podemos 
determinar por su contenido hasta qué punto llevarán a cabo sus propósitos ilícitos e injustos aquellos 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
que desean expulsarlos de esas tierras. Nuestros hermanos se han dirigido al poder ejecutivo del estado, 
y éste les ha prometido cuanta ayuda pueda impartir la ley civil; y con toda probabilidad ya se habrá 
dado curso a una demanda ante los tribunales. 
No obstante, se nos comunica que esas personas son muy violentas, y amenazan exterminar 
inmediatamente a todos los que profesan nuestra doctrina. Hasta qué punto les será permitido realizar 
sus amenazas, no sabemos, pero confiamos en el Señor y dejamos el asunto en sus manos para que El 
lo dirija de acuerdo con su propia y sabia providencia. 
Espero respuesta suya a vuelta de correo, y le suplico me informe cómo están los hermanos, su 
salud, fe, etc., y también me diga concerniente a nuestros amigos, a quienes ya tuvimos el gusto de 
conocer. 
Querido hermano, usted indudablemente se da cuenta que mi mente está llena de ansiedad 
inexpresable por los santos, cuando considero las muchas tentaciones a que estamos expuestos, las 
cuales provienen de la astucia y lisonja del gran enemigo de nuestras almas; y puedo verdaderamente 
decir que he rogado fervientemente a nuestro Señor por nuestros hermanos en el Canadá. Y cuando me 
acuerdo cuán gustosamente recibieron la palabra de la verdad mediante el ministerio del hermano 
Sídney y su servidor, siento que tengo una grande obligación de humillarme delante del Señor. 
La Venida del Hijo del Hombre 
Cuando pienso en la rapidez con que está llegando el grande y glorioso día de la venida del Hijo 
del Hombre en que vendrá para recibir a sus santos en su seno, donde morarán en su presencia para ser 
coronados con gloria e inmortalidad; cuando considero que los cielos pronto serán sacudidos y la tierra 
temblará y se bamboleará de un lado para otro; que los cielos van a ser desplegados como un rollo 
cuando es desenrollado, y que tendrá que huir toda montaña e isla, exclamo con el corazón: ¡Qué clase 
de personas no deberíamos de ser en toda santa conversación y piedad! 
Usted se ha de acordar del testimonio que di en el nombre del Señor Jesús, concerniente a la gran 
obra que El ha manifestado en los últimos días. Usted conoce mi manera de expresarme, como con 
debilidad y sencillez declaré lo que el Señor, mediante la ministración de sus santos ángeles, me había 
revelado para esta generación. Ruego que el Señor le permita atesorar estas cosas en su mente, porque 
yo sé que su Espíritu da testimonio a todos los que diligentemente buscan conocimiento de El. Espero 
que ustedes escudriñarán las Escrituras para ver si no concuerdan estas cosas con aquellas que los 
antiguos profetas y apóstoles han escrito. 
Mis recuerdos para el hermano Freeman y su esposa Ransom también, y para la hermana Lidia y 
Carlitos, y todos los hermanos y hermanas. Les ruego que se acuerden de mí en todas sus oraciones 
ante el trono de la misericordia, en el nombre de Jesús. El Señor conceda que pueda ir para verlos a 
todos de nuevo, y más que todas las cosas, que podamos vencer y sentarnos juntos en el reino de 
nuestro Padre. 
Su hermano, José Smith —D.H.C. 1:441-443. (Nov. 19 de 1833.) 
REFLEXIONES DEL PROFETA CONCERNIENTES 
A SÍDNEY RIGDON 
En los siguientes párrafos se describe vivamente el carácter de Sídney Rigdon. También 
contienen una sincera oración por su salvación y una profecía concerniente a su posteridad. Es cierto 
que se ha buscado a sus descendientes y se ha encontrado a algunos de ellos. Su hijo, Juan W., se unió 
a la Iglesia después de andar errante por muchos años en el desierto de las tinieblas. Más re-
cientemente, uno de sus nietos, hoy un hombre de edad, se unió a la Iglesia; y otro nieto ha 
manifestado su simpatía por la Iglesia. De esta manera, a lo menos en parte, vemos el cumplimiento 
de esta sincera plegaria del profeta José Smith. 
Nada fuera de lo común ocurrió desde la lluvia de estrellas del día 13, hasta esta fecha, 16 de 
noviembre, en que mi corazón siente un poco de tristeza; mas pongo mi confianza en el Señor, el Dios 
18
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
de Jacob. He visto en mis viajes que el hombre, con pocas excepciones, es traidor y egoísta. 
Sídney Rigdon 
El hermano Sídney es un hombre que amo; pero no hay en él ese amor puro y constante que un 
Presidente de la Iglesia de Cristo debe sentir hacia aquellos que son sus bienhechores. Estas—junto 
con otras cosas pequeñas como el egoísmo y un carácter caprichoso, que al manifestarse con 
demasiada frecuencia destruyen la confianza de aquellos que darían sus vidas por él—son sus faltas. 
Pero a pesar de estas cosas, es un hombre muy grande y muy bueno; un hombre de mucha fuerza en 
sus palabras, que puede captarse la amistad de sus oyentes en breves momentos. Es un hombre que 
Dios sostendrá, si sigue fiel en su llamamiento. Oh Dios, concede que pueda lograrlo, por amor del 
Señor. Amén. 
Y además, bienaventurado el hermano Sídney; pues a pesar de que será ensalzado, aun así se 
doblegará bajo el yugo como el asno que es agobiado por la carga y que aprende a obedecer a su amo 
por el golpe de la vara, dice el Señor. Sin embargo, el Señor tendrá misericordia de él y dará mucho 
fruto, así como la vid de uva escogida, cuando sus racimos están maduros, antes de la vendimia; y el 
Señor alegrará su corazón, como con vino dulce, por amor de Aquel que extiende su mano y lo saca 
del fango, y le indica el camino, y guía sus pies cuando tropieza y lo humilla en su soberbia. Benditas 
sean sus generaciones; no obstante, las buscarán como el hombre que sale a buscar el asno que se ha 
extraviado en el desierto, y luego lo halla, y lo vuelve al redil. Así velará el Señor por los de su 
generación, a fin de que sean salvos. Así sea. Amén. 
Máximas del Profeta 
Hemos de aplaudir las virtudes de aquel que desea hacer lo bueno, y no hablar de sus faltas a 
espaldas de él. El hombre que intencionalmente abandona a su amigo sin causa, no es perdonado 
fácilmente. Nunca hay que olvidar la bondad de un hombre. La persona que jamás abandona el puesto 
que le han confiado, para siempre debe ocupar el lugar de mayor estimación en nuestros corazones; y 
nuestro amor nunca debe dejar de ser, sino aumentar más y más; y tal es mi disposición, y tales mis 
sentimientos. —D.H.C. 1:443-444. (Nov. 19 de 1833.) 
INSTRUCCIONES RESPECTO DE LA VENTA DE TERRENOS EN SIÓN 
Se ha tomado el siguiente extracto de una comunicación dirigida a los santos de Sión que habían 
sido echados de sus casas e inicuamente perseguidos por el populacho en el distrito de Jackson en 
Misurí. 
Kírtland, a 5 de diciembre de 1833. 
* * * 
Desearía que al recibir esta carta, comenzarais a recoger todo particular concerniente al 
populacho, desde el principio, y nos mandaseis una relación correcta de los hechos, tal como 
sucedieron de cuando en cuando, para que podamos presentar al público los informes correctos sobre 
el asunto; y que también nos informaseis sobre la situación de los hermanos, en lo que concierne a su 
manera de sostenerse. 
Quisiera comunicaros que no es la voluntad del Señor que vendáis vuestros terrenos en Sión, si 
acaso podéis hallar losmedios para sosteneros sin tener que hacerlo. Se debe hacer cuanto esfuerzo sea 
posible por sostener la causa que habéis abrazado, y contribuir hasta donde se pueda, para las 
necesidades de uno y otro en esta gran calamidad; y recordad que no debéis murmurar por los hechos 
de Dios para con sus criaturas. Aún no os habéis visto en tan atenuantes circunstancias como los 
antiguos profetas y apóstoles. Acordaos de Daniel, de los tres jóvenes hebreos, de Jeremías, de Pablo, 
de Esteban y muchos otros demasiado numerosos para mencionar, que fueron apedreados, aserrados, 
tentados, muertos a cuchillo y anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, 
pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno. Anduvieron perdidos por los 
desiertos y por los montes, y se escondieron en las cuevas y en las cavernas de la tierra; sin embargo, 
todos fueron aprobados por el testimonio de la fe, y en sus aflicciones se regocijaron de que eran con-
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
siderados dignos de sufrir persecuciones por el amor de Cristo. 
No sabemos lo que tendremos que padecer antes que Sión sea rescatada y establecida; por 
consiguiente, tenemos gran necesidad de vivir cerca de Dios y obedecer estrictamente todos sus 
mandamientos, para que nuestra conciencia se encuentre libre de ofensas hacia Dios y hacia los hom-
bres. Tenéis el privilegio de emplear cuanto medio lícito esté a vuestro alcance para obtener 
reparación de vuestros enemigos por vuestros agravios, y procesarlos con todo el rigor de la ley; pero 
será imposible que os extendamos ayuda material, porque ya se han agotado nuestros recursos y nos 
hallamos muy endeudados, y no sabemos en qué manera nos vamos a librar. 
Los habitantes de este distrito amenazan destruirnos, y no sabemos cuándo les será permitido 
seguir el ejemplo de los de Misurí; pero tenemos depositada nuestra confianza en Dios, y estamos 
resueltos, con la ayuda de su gracia, a defender la causa y sostenernos firmes hasta el fin, para que 
seamos premiados con coronas de gloria celestial y entremos en ese reposo que se ha preparado para 
los hijos de Dios. 
Actualmente estamos preparando el tipo, y tenemos la intención de empezar a pararlo hoy, y 
terminar la impresión a fines de esta semana o al principio de la otra. Escribimos al hermano Phelps 
hace algún tiempo, y también solicitamos por medio del hermano Hyde, que nos envíe la lista de los 
subscriptores del Star, la cual todavía no hemos recibido; y hasta que la recibamos, la mayor parte de 
los subscriptores no recibirán su periódico. De manera que cuando recibáis esta carta, si todavía no se 
ha enviado la lista, deseo que lo hagáis inmediatamente, pues de la dilación resultará mucha 
inconveniencia. 
* * * 
Nos informa el hermano Phelps que los miembros de la Iglesia han entregado sus armas a los de 
Misurí y están huyendo al otro lado del río. Si tal es el caso, no conviene que vuelvan a empezar las 
hostilidades con ellos; pero si no, debéis defender el terreno mientras permanezca un hombre, porque 
las tierras en que os halláis son el sitio que el Señor os ha señalado por herencia, y es justo a los ojos 
de Dios que luchéis hasta lo último por ellas. 
Recordaréis que el Señor ha dicho que Sión no será movida de su lugar; por consiguiente, no se 
deben vender los terrenos, sino que los santos de la Iglesia deben retenerlos, hasta que el Señor, en su 
sabiduría, prepare el camino para que volváis; y hasta que llegue tal ocasión, si podéis comprar 
terrenos en el distrito de Clay para hacer frente a la emergencia actual, conviene que lo hagáis, si está 
dentro de vuestras posibilidades, más bien que vender vuestras tierras en el distrito de Jackson. No nos 
parece prudente enviaros una revelación escrita sobre el asunto, mas esto que os hemos dicho ha sido 
dictado por la prudencia. Doy fin para dejar el lugar a mi hermano Oliverio, y quedo de ustedes su 
hermano en los lazos del evangelio sempiterno. 
José Smith, hijo. —D.H.C. 1:448-451. (Dic. 5 de 1833.) 
CARTA DEL PROFETA JOSÉ SMITH A LOS SANTOS ESPARCIDOS EN MISURÍ 
Esta carta revela la ternura y simpatía del Profeta hacia los santos en Misurí, y su deseo de animarlos y 
fortalecerlos mediante la fe y esperanza en aquella grave hora de sus profunda aflicción. 
Kírtland, a 10 de diciembre de 1833. 
Sres. Eduardo Pártridge, Guillermo W. Phelps, A. Sídney Gílbert, Juan Corrill, Isaac Morley y todos 
aquellos santos a quienes corresponda: 
Queridos hermanos: 
En el correo de esta mañana llegaron cartas del obispo Pártridge y los hermanos Corrill y Phelps, 
depositadas el 19 de noviembre en Liberty, en las cuales recibimos la dolorosa noticia de que tuvisteis 
que huir de la tierra de vuestra herencia, habiendo sido echados por vuestros enemigos en ese lugar. 
Por algunas cartas anteriores supimos que varios de nuestros hermanos habían muerto, pero no 
pudimos precisar, por las cartas de referencia, si habían matado a alguien más aparte del hermano 
20
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
Barber, ni que el hermano Dibble hubiese sido herido en los intestinos. Estamos muy agradecidos por 
saber que no murieron otros, y diariamente oramos que el Señor no permita que sus santos, aquellos 
que han ido a su tierra para guardar sus mandamientos, manchen su santo monte con su sangre. 
Sión Ha de Sufrir Aflicciones 
En ninguna de las comunicaciones que recibo del Espíritu, se me hace saber que Sión, aunque el 
Señor, ha permitido que sea afligida de esta manera, haya perdido su derecho a una corona celestial, 
salvo quizá algunos individuos que han sido desobedientes y han abandonado el nuevo convenio; todos 
éstos serán manifestados por sus obras en el debido tiempo. Siempre he creído que Sión padecería al-
gunas aflicciones, según lo que he podido aprender en los mandamientos que se han dado. Pero 
quisiera recordaros de cierta expresión que contiene uno de ellos, donde se dice que después de mucha 
tribulación vienen las bendiciones. De acuerdo con éste, así como otros, y uno que se recibió 
recientemente, sé que Sión será redimida en el debido tiempo del Señor; pero cuántos serán los días de 
su purificación, tribulación y aflicción, el Señor no me ha revelado; y cuando pregunto concerniente a 
este asunto, la voz del Señor me dice: "¡Calla, y sabe que yo soy Dios! Todos los que sufren por mi 
nombre reinarán conmigo y el que diere su vida por causa de mí la hallará otra vez." 
Hay dos cosas que ignoro; y el Señor no desea mostrármelas, quizá para algún propósito sabio en 
El —quiero decir en algunos sentidos— y estas dos cosas son: ¿Por qué ha permitido Dios que caigan 
tan grandes calamidades sobre Sión, y qué ha causado esta grande aflicción?, y la otra es: ¿de qué 
manera la hará volver a su herencia con canciones de gozo sempiterno sobre ella? Estas dos cosas, 
hermanos míos, en parte me son retenidas, de modo que no se me han manifestado por completo; pero 
hay algunas cosas bastante claras que han causado el desagrado del Todopoderoso. 
Los Justos Sufren con los Pecodores 
Cuando observo todas las cosas que han sido manifestadas, sé que no debería murmurar, y no 
deseo quejarme sino en esto, que los inocentes tienen que sufrir por las iniquidades de los culpables; y 
no sé por qué causa, sino tal vez porque no se ha observado estrictamente esta palabra del Señor: "Si tu 
ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; y si tu mano derecha te fuere ocasión de 
caer, córtala, y échala de ti." Pero el hecho es que si uno de los miembros de nuestro cuerpo se 
descompone, queda afectado el resto del cuerpo, y entonces todos padecen juntamente; y sin embargo, 
a pesar de todo esto, difícilmente puedo contener mis sentimientos cuando sé que vosotros, hermanos 
míos, con quienes he pasado horas tan felices—sentados, por decirlo así, en lugares celestiales en 
Cristo Jesús; y teniendo el testimonio que siento y que siempre he sentido de la pureza de vuestros 
motivos—sois echadosfuera y venís a ser como extranjeros y peregrinos sobre la tierra, padeciendo 
hambre, frío, desnudez, peligros y la espada. Sí, cuando pienso en estas cosas, difícilmente puedo 
refrenarme de hablar y murmurar contra esta dispensación; pero sé que no sería bueno, y ruego a Dios 
que no obstante vuestras aflicciones y sufrimientos, El no permita que nada nos separe del amor de 
Cristo. 
Hermanos, cuando sabemos de vuestros sufrimientos, se despierta toda la simpatía de nuestros 
corazones; nos agobia; no podemos contener las lágrimas, y con todo, tan sólo en parte podemos 
entender vuestros sufrimientos; y a menudo oigo a los hermanos expresar el deseo de poder estar con 
vosotros para llevar parte de vuestros sufrimientos; y yo mismo habría estado con vosotros, si Dios, en 
su providencia no lo hubiese impedido, a fin de que el yugo de la aflicción no cayera tan pesadamente 
sobre vosotros, pues El me había advertido de estas cosas, por amor de vosotros; tampoco habría 
podido hacer menos gravosas vuestras aflicciones el hermano Cowdery, si hubiese permanecido entre 
vosotros, porque su presencia habría irritado aún más a vuestros enemigos. Por tanto, Dios ha obrado 
con nosotros misericordiosamente. ¡Oh hermanos míos, demos gracias que no nos ha ido peor! Todavía 
estamos vivos, y quizá Dios nos tiene reservados muchos beneficios en esta generación, y nos 
concederá que todavía podamos glorificar su nombre. 
El Valor de uno Herencia 
Estoy sumamente agradecido porque no es mayor el número de los que han negado la fe; ruego a 
21
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
Dios, en el nombre de Jesús, que todos vosotros permanezcáis en la fe hasta el fin. Por graves que sean 
vuestros sufrimientos, es mejor a la vista de Dios que muráis, y no que abandonéis la tierra de Sión, la 
herencia que habéis comprado con vuestro dinero; porque todo hombre que no traspasare su herencia, 
aunque muera, la recibirá cuando el Señor viniere, y como Job, verá en su carne a Dios. Este, pues, es 
mi consejo: Retened vuestras tierras hasta lo último, y emplead todo medio lícito para obtener 
retribución de vuestros enemigos; orad a Dios, día y noche, que os haga volver con paz y seguridad a 
las tierras de vuestra herencia; y si el juez no os oyere, apelad al poder ejecutivo; y si el poder 
ejecutivo no os hiciere caso, apelad al presidente, y si el presidente no os atendiere, ni las leyes os 
ayudaren, y la benevolencia de la gente os abandonare, y todas las demás cosas os fallaren salvo Dios 
solo, y si seguís importunándolo, corno la mujer al juez injusto, El no se negará a ejecutar juicio sobre 
vuestros enemigos y vengar a sus escogidos que claman ante El día y noche. 
¡He aquí, El no os desamparará! ¡Vendrá con diez mil de sus santos, y todos sus adversarios 
serán destruidos con el aliento de su boca! Todos los que retengan sus herencias, aunque sean 
golpeados y echados aquí y allá, serán semejantes a las vírgenes prudentes que llevaron aceite para sus 
lámparas. Pero los incrédulos y temerosos serán semejantes a las vírgenes insensatas que no llevaron 
aceite para sus lámparas; y cuando vuelvan y digan a los santos: "Dadnos de vuestras tierras", he aquí, 
no habrá lugar para ellos. En cuanto a los títulos de propiedad, quisiera aconsejaros a que expidáis 
dichos títulos a todos los hermanos que tengan justo y legal derecho a ellos, y entonces cada hombre 
responderá a Dios por lo que haga con él. 
Quisiera sugerir algunas cosas al hermano Phelps, no sabiendo si serán de beneficio alguno, pero 
las ofrezco para su consideración. Me daría mucho gusto que estuviera aquí, de ser posible que él 
pudiese venir, pero no me atrevo a aconsejarlo, no sabiendo lo que nos acontecerá, porque vivimos 
bajo muy pesadas y serias amenazas de parte de muchos de los de este lugar. 
Pero quizá la gente de Liberty—ya que Dios tiene el poder para ablandar el corazón de todos los 
hombres—estará dispuesta a permitir que se establezca allí una imprenta; y si no, en algún otro lugar, 
cualquier lugar que sea más conveniente, y a donde se pueda llegar. Dios conceda que sea algún sitio 
donde pueda establecerse con seguridad. Debemos ser prudentes como la serpiente y sencillos como la 
paloma. También quisiera que el hermano Phelps recogiese toda la información, y nos preparase una 
historia verdadera del principio y establecimiento de Sión y sus calamidades. 
Oración por los Santos Afligidos 
Escuchad ahora la oración de vuestro indigno hermano en el nuevo y sempiterno convenio: "Oh 
Dios mío, tú que has llamado y escogido a unos pocos, por mandamiento dado a tu débil instrumento, 
y los has enviado a Misurí, un lugar que tú llamaste Sión, y has mandado a tus siervos consagrar la 
tierra para ti a fin de que sea un sitio de refugio y seguridad para el recogimiento de tus santos y llegue 
a ser ciudad santa para ti; y como tú has dicho que no se nombrará otro lugar como éste, te ruego, por 
tanto, en el nombre de Jesucristo, que vuelvas a tu pueblo a sus casas y sus herencias, a fin de que 
tengan solaz en el fruto de sus obras; que sean edificados todos los yermos; que sean destruidos de 
sobre la faz de la tierra todos los enemigos de tu pueblo que no se arrepientan y vuelvan a ti; y permite 
que sea construida y establecida una casa a tu nombre; y que las pérdidas de tu pueblo le sean 
recompensadas en más de cuatro tantos, a fin de que se ensanchen para siempre los linderos de Sión; y 
concédele establecerse para no más ser derribada; y que todos tus santos, cuando fueren esparcidos 
como ovejas, y perseguidos, puedan huir a Sión y quedar establecidos en medio de ella; y permite que 
sea organizada según tu nombre, y que esta oración esté para siempre delante de ti. Confiere tu Santo 
Espíritu a mis hermanos, a quienes escribo; envía a tus ángeles para protegerlos, y líbralos de todo 
mal; y cuando vuelvan sus caras hacia Sión, y se inclinen ante ti y oren, no te acuerdes más de sus 
pecados, ni haya más lugar para ellos en el libro de tu memoria; y haz que se aparten de todas sus 
iniquidades. Dales alimento, como lo provees a los cuervos; concédeles ropa para cubrir su desnudez, 
y casas para abrigarse; dales amigos en abundancia, y queden inscritos sus nombres en el libro de la 
vida del Cordero, eternamente ante tu faz. Amén." 
José Smith, hijo —D.H.C. 1:453-456. (Dic. 10 de 1833.) 
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ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
BENDICIONES DADAS A OLIVERIO COWDERY Y 
A LA FAMILIA DEL PROFETA 
El día 18 de diciembre de 1833, se juntaron el Profeta y algunos de los élderes principales de la Iglesia en la 
imprenta que se acababa de edificar, la cual fué dedicada por el profeta José Smith. Terminada esta ceremonia, el 
Profeta bendijo a Oliverio Cowdery y a varios miembros de la familia Smith, después de haber conferido 
a José Smith, padre, el oficio y sacerdocio de Patriarca de la Iglesia. Las bendiciones son las 
siguientes: 
La Bendición de Oliverio Cowdery 
Bendito del Señor es el hermano Cowdery; no obstante, hay en él dos cosas malas de las que debe 
arrepentirse, o no podrá librarse enteramente de los bofetones del adversario. Si se aparta de estas 
cosas malas, será perdonado y será hecho semejante al arco que el Señor ha puesto en los cielos; y será 
por señal y pendón a las naciones. He aquí, bendito es del Señor por su constancia y firmeza en la obra 
del Señor; por consiguiente, será bendecido en sus generaciones, y nunca perecerán; y él recibirá ayuda 
para salir de muchas dificultades; y si guarda los mandamientos y escucha el consejo del Señor, su 
reposo será glorioso. 
Bendiciones del Profeta a sus Padres 
Así habló el Vidente, y éstas son las palabras que salieron de su boca, mientras las visiones del 
Todopoderoso se manifestaban delante de él, y dijo: 
Bendito del Señor es mi padre; pues se hallará en medio de sus descendientes y será consolado 
por las bendiciones de ellos cuando lo agobie el peso de los años. Y será llamado el príncipe de ellos, 
y será contado entre aquellos que tienen el derechodel Sacerdocio Patriarcal, sí, las llaves de este 
ministerio; y él juntará a su posteridad a semejanza de Adán; y la asamblea que éste convocó servirá 
de ejemplo a mi padre, porque así se ha escrito de aquél: 
"Tres años antes de su muerte, Adán llamó a Set, Enós, Cainán, Mahalaleel, Jared, Enoc y 
Matusalén, que eran sumos sacerdotes, y con ellos al resto de su posteridad que eran justos, al valle de 
Adán-ondi-Ahman, y allí les confirió su última bendición. Y el Señor les apareció, y se levantaron y 
bendijeron a Adán, y lo llamaron Miguel, el príncipe, el arcángel. Y el Señor suministró consuelo a 
Adán, y le dijo: Te he puesto a la cabeza; multitud de naciones saldrán de ti, y tú serás su príncipe para 
siempre." 
Así será con mi padre. Será llamado el príncipe de su posteridad, poseedor de las llaves del 
Sacerdocio Patriarcal en el reino de Dios en la tierra, sí, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los 
Últimos Días, y se sentará en la asamblea general de los patriarcas, sí, en concilio con el Anciano de 
Días, cuando se siente con todos los patriarcas para disfrutar de su derecho y autoridad bajo la 
dirección del Anciano de Días. 
Y bendita es también mi madre, porque es madre en Israel, y participará con mi padre de todas 
las bendiciones patriarcales. 
Y benditos también mis hermanos y hermanas, porque aún hallarán redención en la casa del 
Señor, y su descendencia les será por gozo y consuelo. 
Bendita sea mi madre, porque su alma siempre está llena de benevolencia y filantropía, y no 
obstante su edad, aun será fortalecida y consolada en medio de su casa; y así dice el Señor: Ella tendrá 
la vida eterna. 
Y además, bendito es mi padre, porque la mano del Señor lo cobijará, y será lleno del Espíritu 
Santo, pues profetizará todo lo que acontecerá a su posteridad hasta la última generación, y verá que la 
aflicción de sus hijos cesará, y que sus enemigos estarán bajo sus pies; y cuando alcance su madurez 
completa, se verá a sí mismo como un olivo cuyas ramas se doblan bajo el peso de mucho fruto. He 
aquí, las bendiciones de José, por mano de su progenitor, descenderán sobre la cabeza de mi padre y 
de su posteridad después de él, hasta la última generación; y será ramo fructífero, sí, ramo fructífero 
23
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
junto a fuente, cuyos vastagos se extienden sobre el muro, y su descendencia quedará en fortaleza, y 
los brazos de sus manos serán corroborados por las manos del Fuerte Dios de Jacob y el Dios de sus 
padres, sí, el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob, serán su ayuda y la de su posteridad después de él; sí, el 
Todopoderoso lo bendecirá, y a su posteridad después de él, con bendiciones de los cielos de arriba y 
con las bendiciones del abismo que está abajo; y sus generaciones se levantarán y le dirán 
bienaventurado. Será como la vid de la uva escogida cuando sus racimos están completamente 
maduros; y también poseerá una mansión en las alturas, sí, en el reino celestial. Miles buscarán su 
consejo y habrá lugar para él en la casa del Señor, porque será fuerte en el consejo de los élderes, y sus 
días aún serán alargados; y cuando salga de aquí, irá en paz, y su reposo será glorioso, y se tendrá en 
memoria su nombre hasta el fin. Amén. 
Oliverio Cowdery, secretario. —M.S.S. 18 de diciembre de 1833. 
BENDICIÓN DEL PROFETA A SU HERMANO HYRUM 
Bendito del Señor es mi hermano Hyrum por la integridad de su corazón; será ceñido de fortaleza, 
la verdad y la fidelidad serán la fuerza de sus lomos. De generación en generación será dardo en las 
manos de su Dios para ejecutar juicio sobre sus enemigos; y la mano del Señor lo protegerá a fin de 
que no sean descubiertas sus espaldas a sus enemigos para perjuicio de él. Su nombre se conocerá 
como bendición entre los hombres. Será reconocido entre reyes, y naciones y reinos lejanos lo 
buscarán para recibir sus consejos; y será instrumento en las manos de su Dios para traer a miles de 
almas a la salvación. Y cuando tropezare con dificultades y le sobreviniere grande tribulación, se 
acordará del Dios de Jacob, y El lo protegerá del poder de Satanás. Recibirá consejo en la casa del 
Altísimo, a fin de que sea fortalecida su esperanza. Será como fuente refrescante que brota al pie de la 
montaña, rodeada de árboles escogidos que se doblan bajo el peso del fruto maduro, que no sólo 
alimenta el apetito, sino apaga la sed, y de este modo da refrigerio al viajero fatigado; y sus pasos 
siempre irán junto a fuentes de agua viva. No le faltará el conocimiento ni carecerá de él, porque el 
Señor su Dios extenderá su mano y lo levantará y lo llamará con su voz por el camino que lleva, a fin 
de que quede establecido para siempre. Seguirá los pasos de su padre y será contado entre aquellos que 
tendrán el derecho de recibir el Sacerdocio Patriarcal, sí, el Sacerdocio del Evangelista, y recibirá 
poder para que en su vejez su nombre sea magnificado sobre la tierra. He aquí, será bendecido con la 
abundancia de las riquezas de la tierra: oro, plata y tesoros de joyas preciosas, de diamantes y platino. 
Sus carros serán numerosos, y su ganado se multiplicará abundantemente. Caballos, muías, asnos, 
camellos, dromedarios y animales veloces, para que pueda magnificar el nombre del Señor y beneficiar 
a los pobres. Sí, será el deseo de su alma consolar a los necesitados y aliviar a los de corazón 
quebrantado. Sus hijos serán muchos, y su posteridad numerosa, y se levantarán, y le dirán bienaventu-
rado; y tendrá la vida eterna. Amén. 
Oliverio Cowdery, secretario. Dada en Kírtland, el 18 de diciembre de 1833. 
BENDICIONES DADAS A SAMUEL Y A GUILLERMO SMITH 
Bendito del Señor es mi hermano Samuel, porque el Señor le dirá: "Samuel, Samuel." Por tanto, 
será puesto por maestro en la casa del Señor, y el Señor madurará su criterio en el juicio, y así logrará 
la estimación y asociación de sus hermanos, y su alma será establecida, y él beneficiará la casa del 
Señor, porque recibirá la contestación a sus oraciones en su fidelidad. 
Mi hermano Guillermo es como león feroz, que no reparte la presa por causa de su fuerza; y en el 
orgullo de su corazón desatenderá los asuntos más importantes hasta que la aflicción agobie su alma, y 
entonces volverá e invocara el nombre de su Dios, y hallará perdón y se tornará valiente, y así será 
preservado hasta el fin; y como león que ruge en el bosque en medio de su presa, así levantará la mano 
su generación para luchar contra aquellos que se enaltecen, que luchan contra el Dios de Israel; e irán a 
la lucha valientes e intrépidos para vengar los ultrajes del inocente y librar al oprimido; por 
consiguiente, las bendiciones del Dios de Jacob se hallarán en medio de su casa, no obstante su 
corazón rebelde. 
Y ahora, oh Dios, acuérdate para siempre del resto de la casa de mi padre, para que los libres de la 
24
ENSEÑANZAS DEL PROFETA JOSE SMITH 
mano del opresor y establezcas sus pies sobre la Roca de la Eternidad, a fin de que haya lugar para 
ellos en tu casa y se salven en tu reino; y sean hechas todas las cosas así como he dicho, por el amor de 
Cristo. Amén. —D.H.C. 1:466-467. (Dic. 18 de 1833.) 
CIRCULAR DE LOS ÉLDERES EN KÍRTLAND 
A SUS HERMANOS ESPARCIDOS 
Consejo y Amonestación 
Queridos hermanos en Cristo, y compañeros en la tribulación: 
Nos parece conveniente escribiros unas cuantas líneas para daros algunas instrucciones relativas a 
la manera de dirigir los asuntos del reino de Dios que nos ha sido confiado en estos últimos tiempos 
por la voluntad y el testimonio de nuestro Mediador, cuyas intercesiones por nosotros se hallan 
depositadas en el seno del Padre Eterno, y dentro de poco redundarán en bendiciones sobre la cabeza 
de todos los fieles. 
Todos hemos sido niños, y en la actualidad seguimos siéndolo más de lo necesario; mas 
confiamos en el Señor que podamos crecer en gracia y estemos preparados en todas las cosas que lo 
futuro nos revele. El tiempo está pasando rápidamente, y las profecías se deben cumplir. Los días de 
tribulación se

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Jhonatan Barragán García

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