Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
I 2 16 table. El otro que es como lo universal respecto de lo par ticular, como si alguien dijera: es indicio de que tiene fie-’ bre porque jadea. Es (34 b) refutable aun cuando sea ver- 20 dadero; pues cabe que jadee el que no tiene fiebre. Qué es, pues, verosímil, y qué indicio, y qué argumento concluyente, y en qué se diferencian, lo he dicho ya ahora, pero más ampliamente acerca de ello y por qué causa irnos son inadecuados para el silogismo y otros encajan en él se 25 ha tratado en los Analíticos [pr. II 27] (35). E l e j e m p l o . Del ejemplo, que es una inducción y sobre qué es esta inducción, ya se ha dicho [1356 b 6 y 16]; mas no es res pecto de la proposición que apoya como la parte respecto del todo ni como el todo respecto de la parte ni como el todo respecto del todo, sino como la parte respecto de la parte y lo semejante respecto de lo semejante: cuando dos 30 proposiciones están comprendidas en el mismo género y una es más conocida que la otra, entonces hay ejemplo; como cuando se prueba que Dionisio intenta la tiranía pi diendo una escolta, pues también antes Pisistrato al inten tarla pedía una escolta, y habiéndola conseguido, se hizo tirano, y Teágenes en Mégara, y otros que se conocen; son todos estos ejemplos respecto de Dionisio, del que no se 35 sabe aún si por eso la pide. Todos estos casos quedan bajo el mismo universal de que el que intenta la tiranía pide una guardia personal. Los EN TIM EM A S SON, U N O S, R ETÓ RICO S, OTROS, ESPEC IA LES D E A R TES Y FA C U LTA D ES. De qué proceden los que se consideran argumentos de- 1358 & mostrativos, queda expuesto. Délos entimemas (36) la más importante diferencia, y que ha pasado muy inadvertida a casi todos, es la misma que hay también de los silogismos en 17 el método dialéctico; pues unos de éstos son conforme s al método retórico como también conforme al método dia léctico de los silogismos, otros conforme a otras artes y fa cultades, unas que ya existen, otras aún no desarrolladas; por eso pasan desapercibidos para el oyente, y cuanto más adecuadamente se tocan, más allá se pasa de los límites de la retórica y dialéctica. Más claro será lo que decimos si lo 10 decimos con más palabras (37). Los RAZONAM IENTOS RETÓRICOS Y D IA LÉCTIC O S SON LOS DE «LUGARES COMUNES». Digo que son silogismos dialécticos y retóricos aquellos con los cuales decimos los «lugares» (38), y estos lugares son los comunes acerca de cuestiones de derecho y ciencia natu ral (39) y política y muchas disciplinas que difieren en es pecie, como , el «lugar» de más y menos (40), pues de éste no será más sacar un silogismo que decir un entimema acerca is de cuestiones de derecho o de ciencia natural o cualquier otra disciplina, aunque éstas difieren en la especie; son es pecíficas las conclusiones derivadas de premisas (41) acer ca de cada especie y género, como acerca de la ciencia na tural hay premisas de las cuales no hay ni entimema ni si logismo acerca de ética; y acerca de ésta, otras de las cuales 20 no los habrá acerca de las cosas de la naturaleza, y de modo semejante es así para todas las disciplinas. Y aquellos ra zonamientos no harán sabio acerca de ningún género de ciencia, pues no son sobre ningún objeto; mas los específi cos (42), en cuanto se elijan mejor, crearán sin darse uno cuenta una ciencia distinta de la dialéctica y retórica; pues ^ si se habla con principios, ya no será dialéctica ni retórica, sino que será aquella ciencia de que tiene los principios.
Compartir