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II 8 117 va a sentir compasión esté en situación tal que pueda creer que va a sufrir algún mal o bien él mismo o bien alguno de 20 los allegados, y un mal tal como se ha indicado en la defi nición, o semejante o casi igual; por eso no sienten compa sión los que están completamente perdidos (pues creen que nada les puede ocurrir porque ya les ha sucedido), ni los que se creen en una felicidad suprema, que son insolen tes (38), pues si creen que tienen todos los bienes es evidente 25 que también el de no poder sufrir ningún mal, pues cierta mente esto es uno de los bienes. Son capaces de pensar que puede ocurrirles los que han sufrido mal y se han librado de él, y los ancianos, por su prudencia y por su experiencia, y los débiles, y aún más los cobardes, y los instruidos, por que saben calcular. Y los que tienen padres o hijos o mu- 30 jeres, pues éstos son cosas propias que pueden sufrir el mal. Y los que no están dominados por una pasión valerosa, por ejemplo la ira o la cólera (que no tienen en cuenta el futu ro), ni los que están con ánimo insolente (porque tampoco éstos piensan que les pueda ocurrir nada); mas si los que se hallan en un punto medio; ni tampoco los demasiado 35 asustados, pues no sienten compasión los que están abru mados bajo el peso de su propio daño. Siéntese compasión si se cree que algunos son buenos, porque el que a nadie 1386 a cree tal, pensará que todos son dignos de sufrir daño. Y, en general, cuando se está en tal disposición que uno se acuerda de que tal cosa le ha ocurrido o a él mismo o a sus allegados, o espera que le ocurra a él o a sus allegados. En qué disposición se compadece queda dicho; lo que se compadece está claro por la definición: todas las cosas 5 graves entre las penosas y dolorosas, todas son dignas de compasión, y las que sean mortales, y todos los males cau sados por la fortuna que sean grandes. Son males dolorosos y graves las muertes y ultrajes corporales, los malos tra tamientos y la vejez y enfermedades y la falta de alimento; son males causados por la fortuna la carencia y escasez de 10 II 8 118 amigos (por eso es digno de lástima el ser arrancado de los amigos y compañeros), la fealdad, la debilidad, la mutila ción y el'que de donde procede que resulte un bien resulte un mal (39). Y el repetirse ésto. Y también el que suceda algo bueno después de haber sufrido el mal, por ejemplo, que a Diopeithes (40) le llegara el regalo del rey después de is morirse. Y o bien no ocurrirle a uno nada bueno o si le ocurre no disfrutarlo. Sobre lo que se siente compasión son las cosas dichas y las semejantes; se siente compasión por los conocidos, si no están demasiado cerca en la relación, pues por éstos se tie ne el mismo sentimiento que si le ocurriera a uno mismo. 20 Por eso Amasis (41) no lloró por el hijo llevado a la muerte, según cuentan, pero si por el amigo que pedía limosna, porque esto sí que era digno de compasión, mientras que lo otro era horrendo; y lo horrible es cosa diferente de lo lastimoso, y aleja la compasión, y muchas veces sirve para lo contrario; porque ya no se siente compasión cuando está 25 cerca de uno lo que es horrible. Se compadece también a los semejantes en edad, en carácter, en hábitos, en digni dad, en estirpe; pues en todos éstos parece más que le pue de ocurrir a uno mismo, porque, en general, es preciso de finir (42) aquí que cuanto se teme para uno es lo que se compadece cuando ocurre a otros. Puesto que son dignas 30 de compasión las desgracias que parecen cerca, las que ocu rrieron u ocurrirán a los diez mil años (43), como no se es peran ni se recuerdan, o no son compadecidas en absoluto o no igualmente, y así es forzoso que los que refuerzan el efecto con sus gestos, sus voces y vestido y, en general, con lo teatral despiertan más la compasión, porque hacen que 35 parezca cercano al ponerlo delante de los ojos, o como in minente o como recién sucedido. Y lo que ha poco ocurrió o amenaza para en seguida despierta más la compasión; por i3se b eso las señales, por ejemplo los vestidos de los que han sufri do desgracia y las demás cosas semejantes; y los hechos y las
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