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Consideraciones anatomo-fisiológicas para el uso racional y prudente de fármacos en cabras Augusto M. Lorenzutti, Ma Soledad Aguilar1 Resumen Las cabras son animales gregarios que viven en manadas, adaptados a pastorear y a ramonear en ambientes muy secos y/o montañosos y se han adaptado a diversos sistemas ecológicos, algunos de ellos muy frágiles, ubicados en zonas áridas y semiáridas, donde los suelos poseen bajo contenido en materia orgánica y nutrientes. Los principales productos obtenidos son carne, leche y fibra. España es el segundo país de la Unión Europea con más existencias de ganado caprino. Dado que existe poca información sobre regímenes posológicos de diferentes fármacos en la especie caprina, en el ámbito clínico es común extrapolar datos provenientes de diferentes especies de rumiantes, como bovinos u ovinos, lo que podría conducir a un fallo terapéutico, aumentar la toxicidad, promover la aparición de resistencia antimicrobiana y antiparasitaria y la presencia de residuos de medicamentos en productos de origen animal. De esta manera, el objetivo de esta publicación es describir algunas características anatómicas y fisiológicas de la especie caprina que pueden determinar diferencias en el comportamiento farmacocinético y farmacodinámico de algunos fármacos utilizados en esta especie. Introducción Dentro de la clasificación zoológica, las cabras se encuentran en el orden artiodactyla, suborden ruminantia, infraorden pecora, familia Bovidae, sufamilia Caprinae. Dentro de esta subfamilia existen varios géneros, entre ellos Capraaegagrus. La cabra doméstica, Capraaegagrus hircus, es una subespecie domesticada de dicho género. Son animales gregarios que viven en manadas, adaptados a pastorear y a ramonear, pueden nutrirse de 1 Universidad Católica de Córdoba - Unidad Ejecutora CONICET. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Carrera de Veterinaria (Argentina). matiaslorenzutti@hotmail.com arbustos y matas que crecen en ambientes muy secos y/o montañosos. Estos animales se han adaptado a diversos sistemas ecológicos, algunos de ellos muy frágiles, ubicados en zonas áridas y semiáridas, donde los suelos poseen bajo contenido en materia orgánica y nutrientes, que a su vez, pueden ser muy sueltos y salinos, con alta radiación solar y escasas lluvias. Las cabras son una especie que se adapta a diferentes sistemas productivos, extensivos, semi- intensivos e intensivos y poseen un gran potencial en el aumento de su producción si se mejoran sus condiciones de nutrición, manejo y cuidados sanitarios (FAO, 1987). En la actualidad existen más de 60 razas de cabras (FAO, 1987), muchas de ellas originadas naturalmente y otras seleccionadas por el hombre. Algunas razas se especializan en la producción de leche, de carne, de carne y leche, o de fibra (cachemir y mohair); también pueden ser utilizadas para control de malezas e incendios. Por otra parte, algunos subproductos como huesos, cuernos y pezuñas se destinan a la producción de instrumentos musicales u ornamentales, mientras que las pieles se utilizan para la fabricación del tambor. Hace unos años se ha incrementado su uso en experimentación animal (particularmente como modelos de digestión de rumiantes, enfermedad cardíaca humana y como animales transgénicos), también se utilizan para producción de anticuerpos comerciales y como animales de compañía para zooterapia (Smith y Sherman, 2009). España contaba al primero de enero de 2016 con 78.656 explotaciones caprinas y 3.027.715 cabezas, lo que supone un crecimiento del 11,96% con respecto al año 2015 y el 23,6% de las existencias en Europa, según el censo europeo, ocupando el segundo lugar después de Grecia y por encima de Francia. En la región sureste del país (principalmente Andalucía y Castilla-La Mancha) se concentra la producción de leche, alcanzando 480 millones de litros en el año 2015, lo que significa aproximadamente el 15% de la producción europea. El mercado de la producción de carne es más limitado, aunque sigue en crecimiento, representando un 20% de la producción total en Europa. Finalmente, la producción de lana alcanzó las 23.336 toneladas, un 3,8% más que en el año 2014 (MAPA, 2015). Fuente: EUROSTAT. Elaboración: SG Productos Ganaderos Dado que en la bibliografía existe poca información sobre regímenes posológicos de diferentes fármacos en la especie caprina, en el ámbito clínico es común extrapolar datos provenientes de diferentes especies de rumiantes como bovinos u ovinos. La extrapolación de los regímenes de dosificación de diferentes fármacos podría conducir a un fallo terapéutico, aumentar la toxicidad, promover la aparición de resistencia antimicrobiana y antiparasitaria y la presencia de residuos de medicamentos en productos de origen animal, lo cual afecta directamente las producciones y la salud pública. Por tanto, es necesario contar con información farmacocinética y farmacodinámica en las especies objetivo para optimizar las posologías. El objetivo de esta publicación es describir algunas características anatómicas y fisiológicas de la especie caprina que pueden determinar diferencias en el comportamiento farmacocinético y farmacodinámico de diversos fármacos utilizados en esta especie. Aspectos anatómicos y fisiológicos Las cabras adultas pueden pesar entre 20-140 kg de peso en función de la raza y el sexo (los machos son más grandes que las hembras), pero el peso promedio general para la mayoría de las razas de producción es de aproximadamente 50 kg. Estos animales tienen un período de gestación de 150 días, y las crías nacen con un peso entre 1,5-4 kg de peso. Piel La piel es el órgano más extenso del cuerpo y nos muestra el estado de salud del animal; varias carencias alimenticias y diferentes patologías presentan sintomatología sobre la piel. Las diversas razas caprinas muestran algunas particularidades a tener en cuenta. Las que han sido seleccionadas para la producción de fibra, presentan un crecimiento particular del pelo y cualquier factor que afecte adversamente la calidad y/o cantidad de la fibra producida (incluyendo patologías cutáneas), puede tener consecuencias económicas severas. Los folículos pilosos en cabras se agrupan en paquetes o racimos. Dentro de cada paquete hay folículos primarios (generalmente uno central y dos laterales) y una cantidad variable de folículos secundarios. Los folículos primarios producen pelos gruesos de protección, mientras que los folículos secundarios producen una capa profunda denominada comúnmente “undercoat” o “down”. En la raza Angora, proveniente de Asia menor, los folículos secundarios han sido modificados para producir mohair. Con respecto a la termorregulación, la fibra presenta un papel importante. Las cabras adaptadas a las regiones tropicales tienen poca capa interna, mientras que la capa “down” contribuye a la resistencia al frío que se observa en las razas adaptadas a estos tipos de clima. Como hemos indicado, el mohair producido por la cabra de Angora, se compone de fibras no meduladas que crecen en general de folículos secundarios de forma continua. Termorregulación La especie caprina posee una gran capacidad para adaptarse a diversos hábitats. El clima y las diferentes épocas del año determinan la temperatura corporal y los hábitos alimenticios de los animales y promueven la activación de mecanismos homeostáticos que colaboran con la regulación del balance térmico. Si bien la cabra es un animal homeotermo, tiene la facultad de ajustar la temperatura corporal a la de ambiente. Esta es una característica propia de los animales heterotermos y se denomina “termolabilidad”. Las adaptaciones de esta especie al estrés térmico de interés farmacológico (principalmente con baja humedad relativa ambiental) sonlas siguientes: • En respuesta a las altas temperaturas se presentan cambios hemodinámicos producidos por disminución de la resistencia vascular periférica y presencia de anastomosis arterio-venosas y una disminución en la tasa metabólica, que permiten disipar el calor a través de la piel por convección y conducción, como adaptación a ambientes con altas temperaturas. • Por otra parte, en respuesta a las bajas temperaturas, las cabras tienen la capacidad de incrementar notablemente su tasa metabólica, temblar para aumentar el calor corporal, provocar vasoconstricción periférica, disminuir la temperatura y frecuencia respiratoria. • El sistema respiratorio participa activamente en la regulación de la temperatura corporal, mediante el jadeo, que permite la eliminación de calor mediante convección. Por otra parte, los cambios que se observan en la ventilación responden a cambios en la tasa metabólica, determinada por la temperatura corporal. De esta manera, las cabras son capaces de incrementar o disminuir la ventilación pulmonar como adaptación a altas o bajas temperaturas, respectivamente. La frecuencia respiratoria normal de las cabras adultas es entre 10-20 respiraciones por minuto, mientras que las crías es de 20-40 respiraciones por minuto. Sistema cardiovascular La volemia de las cabras oscila entre el 5,7-9% del peso vivo. El gasto cardíaco de las cabras oscila entre 56 ± 14 y 96 ± 28 ml/kg/min, aunque puede incrementarse en la gestación (134 ± 14 ml/kg/min) o la lactancia (122 ± 10 ml/kg/min). Es importante tener en cuenta que el gasto cardíaco determinará, en última instancia, el aclaramiento plasmático total del organismo, ya que determina el flujo sanguíneo de los principales órganos de metabolismo y excreción de fármacos y éstos determinarán, en última instancia, el comportamiento farmacocinético y la posología de los mismos. Existen diferencias en el gasto cardíaco entre las cabras con otras especies de rumiantes como las ovejas o las vacas, y particularmente, con otras especies de monogástricos como cerdos, perros, gatos o el hombre, como se muestra en la Tabla 1. Esto pone de manifiesto la importancia de individualizar los esquemas posológicos de los fármacos para cada especie en particular. Tabla 1: Diferencias en el gasto cardíaco entre especies animales domésticas y el hombre. Especie Ratón Gato Perro Cerdo Vaca Oveja Cabra Hombre Peso vivo (kg) 0,2 3 10 100 500 50 50 70 Gasto cardíaco (ml/kg/min) 244 146 116 75 55 86 56 80 Clmax (ml/kg/min) 122 73 58 37,5 27,5 43 28 40 Adaptado de Toutain y Bousquet Mèlou, 2004. Clmax es el aclaramiento total máximo que se obtendría en una situación hipotética en donde la tasa de extracción de los órganos de metabolismo o eliminación fuera igual a 1 (metabolizaran o eliminaran el 100% del fármaco). Los valores de frecuencia cardíaca, varían de acuerdo a la edad, el nivel de actividad, estrés y el clima en el cual habitan los animales, pero en general se observan frecuencias cardíacas de 209 ± 6 en crías y de 125 ± 30 en adultos. Para la extracción de sangre o la administración de fármacos, la vena yugular es la más utilizada por su buen calibre y su fácil acceso, aunque también la vena y arterias femorales o safenas son fáciles de punzar (Figura 1). Figura 1: Extracción de sangre en vena yugular caprina. Sistema digestivo La anatomía del aparato digestivo de la cabra es muy similar al de la vaca y de la oveja, observándose un retículo, un rumen, un omaso y un abomaso (estómago verdadero, también denominado cuajar). Las grandes diferencias se observan en el comportamiento alimenticio y en su fisiología, que deben ser tenidas en cuenta a la hora de diagnosticar y medicar. En general, existen diferencias importantes entre especies rumiantes con respecto a monogástricos, principalmente en la absorción y biodisponibilidad de muchos fármacos, que se desarrollarán en este artículo. Esta especie está preparada para ramonear, pastorear, ingerir tubérculos y/o alimentos balanceados, lo que brinda la posibilidad de confeccionar diferentes dietas, posee gran capacidad para consumir vegetación más nutritiva y palatable; sus labios finos, móviles y prensiles, son muy útiles al momento de buscar pequeñas hojas entre espinas largas, característica propia de arbustos y árboles de zonas áridas y semiáridas. La lengua no es utilizada para la aprehensión de pasturas como ocurre en las vacas. A diferencia de las ovejas, las cabras tienen una mayor tasa de ingestión y un menor tiempo de tránsito ruminal, hecho que también puede modificar la absorción de diferentes fármacos. Como en otras especies de rumiantes, las crías nacen con un retículo y rumen no desarrollado y un abomaso de gran tamaño, observándose una “gotera esofágica” que determina un efecto de by pass lácteo, que permite que la leche desemboque desde el esófago directamente en el abomaso para ser digerida (evitando el paso por los proventrículos: rumen, retículo y omaso). Las cabras desarrollan su sistema digestivo en su etapa de crianza y maduración, observándose cambios anatómicos y funcionales muy importantes. La capacidad retículo-ruminal completa se alcanza generalmente a los tres meses, y puede acelerarse mediante la introducción temprana de forraje y concentrado en la dieta del cabrito lactante. Este hecho presenta especial importancia farmacológica, ya que existen importantes diferencias en cuanto a la absorción oral de diferentes fármacos entre las cabras, ovejas y vacas durante el período no rumiante con respecto al período de rumiante. El volumen promedio de los diferentes compartimentos difiere entre las razas de cabras con rangos entre 1,6-2,3 litros para el retículo, 12-20 litros para el rumen, 0,75-1,2 litros para el omaso y 2,1- 4 litros para el abomaso. El intestino delgado representa el 77% de la longitud total del tracto digestivo en distal a los estómagos y presenta una longitud entre 18-25 metros, siendo similar al de los bovinos y ovinos, sólo debiendo destacar la presencia de mayor acumulación de grasa mesentérica. El ciego representa el 2% de la longitud del tracto digestivo, con una longitud de 0,3 metros. El colon y recto son típicos a los observados en otras especies de rumiantes y representan el 21% de la longitud del tracto digestivo, con 5 metros de largo. El tiempo de tránsito del intestino grueso es prolongado, y, la mayor parte del agua intestinal, es absorbida a este nivel, otra característica adaptativa para el ahorro de agua. Esto determina que el contenido de materia seca de cabras y ovejas sea del 50-60%, en comparación con las vacas, que presentan un contenido de materia seca fecal entre el 15-30%. Sistema urinario La especie caprina presenta una gran capacidad de concentración de la orina en condiciones de escasez de agua, siendo la disminución en la tasa de filtración glomerular una de sus principales estrategias para combatir la amenaza de la deshidratación corporal, aumentando la eficiencia de funcionamiento de ciertos progresos homeostáticos que se ponen de manifiesto por el aumento de la eliminación de sodio en la orina, lo que ayuda a mantener la concentración sanguínea de este ion (y por consiguiente la osmolaridad plasmática) relativamente constante. Este hecho determina que, durante etapas de privación de agua, la eliminación renal de los fármacos pueda verse dramáticamente reducida, debido al menor gasto urinario. Los procesos de reabsorción tubular pueden potenciarse en estos casos, determinando una mayor permanencia en el organismo. Sistema locomotor De la buena salud del sistema músculo esquelético depende su alimentación y su reproducción. Presentan una gran coordinación motriz y son el único rumiante capaz de trepar árboles, además de trepar y saltar entre pendientes empinadas y piedras.Por otra parte no les gustanlos terrenos pantanosos y son capaces de dar grandes saltos para evitar el contacto de sus pezuñas con el agua, característica que hace muy difícil practicar pediluvios para el tratamiento de pezuñas. Disposición de fármacos en el caprino En la bibliografía existen relativamente pocos datos farmacocinéticos y farmacodinámicos específicos de la especie caprina, en comparación con las ovejas y las vacas. Además, se dispone de una cantidad limitada de formulaciones medicamentosas aprobadas para su uso en esta especie, por lo que en muchos casos se recurre al uso fuera de prospecto, mediante la prescripción en cascada, de medicamentos aprobados inicialmente para su uso en bovinos u ovinos. Por ello, la extrapolación de los esquemas posológicos propuestos para otras especies de rumiantes como bovinos y especialmente ovinos es una práctica muy frecuente en la clínica diaria. Si bien las cabras son rumiantes y se encuentran filogenéticamente muy emparentadas con las dos especies mencionadas, especialmente con las ovejas, sus particularidades anatómicas y fisiológicas anteriormente expuestas podrían determinar diferencias en los procesos de absorción, distribución, metabolismo y excreción de muchos fármacos, por lo que, la extrapolación de regímenes posológicos es una práctica no recomendada debido al riesgo que implica. Entre los riesgos asociados a la extrapolación de regímenes de dosificación podemos citar una eficacia inadecuada, mayor incidencia de toxicidad o efectos indeseables, mayor riesgo de presencia de residuos de medicamentos en productos de origen animal y mayor riesgo de desarrollo de resistencia a los quimioterápicos. En la sección de particularidades anátomo-fisiológicas, se expusieron algunas diferencias importantes entre las cabras y otras especies animales. Estas diferencias, principalmente en cuestiones relacionadas al gasto cardíaco y la tasa metabólica, podrían determinar diferencias en el aclaramiento plasmático corporal total. A su vez, las adaptaciones a los períodos de privación de agua también podrían tener influencia en la eliminación y la permanencia de muchos fármacos en el organismo. A continuación, abordaremos algunos ejemplos que demostrarán las diferencias farmacológicas existentes entre diferentes especies de rumiantes, centrándonos en los procesos de absorción, distribución, metabolismo y excreción de fármacos. Las principales diferencias se observan en los procesos de absorción, metabolismo y excreción, ya que en general la distribución de los fármacos suele ser similar entre las diferentes especies de mamíferos de interés veterinario. Diferencias en procesos de absorción Existen marcadas diferencias entre las distintas especies animales, principalmente en la absorción oral de fármacos, y especialmente, entre rumiantes y monogástricos. El estómago juega un rol preponderante en la desintegración y disolución de formas medicamentosas orales y el tránsito gástrico determina en gran medida la biodisponibilidad de los fármacos. En el caso de las especies rumiantes, el complejo rumino-reticular tiene una gran influencia en la disposición oral de los fármacos, debido a su gran volumen y capacidad de almacenamiento, sirviendo de depósito, lo cual afecta de manera directa al tiempo de permanencia del fármaco. Esto puede observarse con los benzimidazoles, fármacos antihelmínticos muy utilizados en medicina veterinaria y que presentan un fenómeno de almacenamiento en el rumen y fenómenos de recirculación enterohepática, lo que incrementa significativamente la permanencia en el organismo de estos compuestos en especies de rumiantes en comparación con monogástricos. Además, otros grupos de antimicrobianos, como las fluoroquinolonas o las tetraciclinas, presentan una biodisponibilidad oral menor al 10% en rumiantes, mientras que superan el 80% en especies monogástricas, incluido el hombre. Por otra parte, el rumen posee una gran microbiota (Tabla 2) que puede degradar algunos fármacos, como ocurre con algunos antimicrobianos como cloranfenicol, trimetoprim y derivados de la penicilina. Tabla 2: Composición de la microbiota ruminal. Bacterias Hongos Protozoos Fibrobacter succinogenes Ruminococcus spp. Butyrivibrio fibrisolvens Clostridium lochheadii Zoosporas fúngicas poliflageladas Oscilospiras spp. Zoosporas fúngicas Isotricha spp. Epidinium spp. Diplodinium spp. Dasytricha spp. Streptococcus bovis Ruminobacter amylophilus Prevotella ruminicola Succinimonas amylolytica Selenomonas ruminantium Lachnospira multiparus Succinivibrio dextrinosolvens Methanobrevibacter ruminarntium Methanosarcina barkeri Treponema bryantii Megasphaera eldsdenii Lactobacillus spp. Anaerovibrio lipolytica Eubacterium ruminantium Oxalobacter formigenes Wolinella succinogenes Entodinium spp. La celulosa tiene gran capacidad para unirse a los fármacos, retrasando su tránsito y la absorción hasta que la celulosa es digerida. Figura 2: Factores influyentes en la absorción y disposición de fármacos administrados por vía oral en rumiantes. En la absorción y disposición de los fármacos en el estómago de los rumiantes influyen una gran variedad de factores que se resumen en el siguiente esquema, modificado del propuesto por Koritz, (1988), si bien pueden existir algunas diferencias con respecto a las ovejas y a las cabras (Figura 2). Diferencias en procesos de metabolismo Los procesos de biotransformación de fármacos son uno de los factores determinantes de las diferencias farmacológicas observadas en las especies animales, principalmente diferencias de índole farmacocinético, ya que los procesos de biotransformación son uno de los principales determinantes de la disposición de fármacos en el organismo, junto con los procesos de excreción. Estos procesos presentan una gran variabilidad entre especies de interés veterinario (San Andrés M.D., 2016), e incluso pueden observarse diferencias entre razas animales dentro de la misma especie, como es el caso de la raza caprina “pigmeo” que metaboliza más rápidamente el cloranfenicol y las sulfamidas, afectando su disposición. Este hecho también ha sido reportado en diferentes poblaciones en los seres humanos. Es importante recalcar que los procesos metabólicos dependen de varios factores genéticos y ambientales, y entre estos últimos, la tasa metabólica basal es uno de los más importantes determinantes del metabolismo de fármacos. Esto presenta una gran relevancia en la especie caprina, ya que las variaciones en la tasa metabólica como respuesta al estrés térmico pueden significar cambios en la disposición de fármacos. El grupo de citocromos P450 es considerado una de las familias de oxidasas más importantes en el metabolismo de xenobióticos en mamíferos. En un estudio en donde se evaluaron las actividades in vitro de diferentes grupos de enzimas hepáticas (incluido el grupo de citocromo P450) en cerdos, vacas, ovejas y cabras, se observaron diferencias entre los cerdos y las especies rumiantes, aunque también se observaron diferencias importantes entre las ovejas y las cabras (ambas más relacionadas filogenéticamente) con respecto a las vacas y también entre las ovejas y las cabras. Esto pone de manifiesto la importancia de no considerar a estas dos últimas especies como similares desde el punto de vista metabólico, lo cual explica en parte las diferencias observadas en la disposición de muchos fármacos. Otro estudio mostró que las cabras presentan una mayor actividad de esterasas plasmáticas y hepáticas con respecto a ovejas y vacas. Diferencias en procesos de excreción Los principales sistemas de eliminación de xenobióticos son el sistema urinario (mediante filtración glomerular y excreción tubular) y el sistema digestivo (principalmente por bilis), siendo otras vías de eliminación de importanciarelativa, como la leche o saliva. En animales en lactación, esta vía puede representar un porcentaje importante para ciertos fármacos, especialmente aquellos que son sustrato de las bombas de eflujo, como los benzimidazoles o las fluoroquinolonas. También la saliva puede suponer una vía de excreción, ya que estos rumiantes pueden llegar a producir hasta 30 litros de saliva al día (150 litros una vaca) y con un pH alcalino (pH = 8-8,4), son capaces de atrapar algunos fármacos, que de nuevo llegarían al rumen, estableciendo circuitos rumen -sangre -saliva. El gasto cardíaco es uno de los determinantes más importantes de la filtración glomerular, mientras que el pH urinario, que depende principalmente de la dieta, puede ser un factor importante en la eliminación de fármacos por vía urinaria. Las especies carnívoras presentan orinas ácidas (pH 5-6), mientras que los herbívoros orinas alcalinas (pH 7.8-8.4). Este hecho puede modificar la eliminación de fármacos, por diferencias de relación entre el pK del fármaco y el pH del medio, como es el caso de las fluoroquinolonas. Por ejemplo la semivida de eliminación del marbofloxacino (2 mg/kg) es de aproximadamente 7 h en cabras, 4 h en ovejas, 5 h en vacas, 14 h en perros y 10 h en gatos. Por otra parte, la eliminación de algunos fármacos por bilis puede resultar en ciclos de recirculación enterohepática, lo que en última instancia puede modificar significativamente la disposición de los xenobióticos en el organismo. Ejemplos de diferencias en disposición de fármacos entre cabras y ovejas En la Tabla 3 se exponen las diferencias en cuanto a área bajo la curva y semividas de eliminación plasmáticas de cabras y ovejas para una variedad de fármacos utilizados de rutina en la clínica diaria. Tabla 3: Parámetros farmacocinéticos de diferentes fármacos en cabras y ovejas. Cabra Oveja Vía Dosis (mg/kg) AUC (µg/ml*h) t1/2β (h) AUC (µg/ml*h) t1/2β (h) Albendazol PO 4,75 38,4 ± 9,50 7,9 ± 1,7 55,3 ± 11,1 7,8 ± 0,7 Oxfendazol PO 7,5 19,9 ± 7 5,25 49,6 ± 12,3 7,5 Closantel IR 7,5 287 ± 88,2 3,7 ± 1,3 786,2 ± 335,2 14,3 ± 1,9 Amoxicilina IV 25 186,2 ± 21,3 1,1 ± 0,2 231,4 ± 23,2 1,4 ± 0,2 Ampicilina IV 10 3,6 ± 0,4 1,2 39,0 ± 2,8 2,5 Oxitetraciclina IV 5 12,8 ± 1,5 3,9 18,4 ± 1,7 6,3 Meloxicam IV 0,5 19,2 ± 2,2 6,7 ± 0,6 31,9 ± 3,0 10,8 ± 1,2 PO: oral; IR: intrarruminal; IV: intravenosa. AUC: área bajo la curva de concentración- tiempo. t1/2β: semivida de eliminación. Los resultados de AUC y t1/2β se expresan como media ± desviación estándar. Los benzimidazoles son antiparasitarios internos ampliamente utilizados en medicina veterinaria. Existen profundas diferencias farmacológicas entre diferentes especies que determinan esquemas posológicos particulares, en especial entre especies monogástricas y rumiantes. El efecto de reservorio del rumen y la capacidad de la microbiota ruminal de activar en el sistema digestivo metabolitos inactivos, hace que la biodisponibilidad y la permanencia de los benzimidazoles sea mayor en rumiantes que en carnívoros, lo que redunda en esquemas posológicos con dosis y frecuencias de administración más altas para estos últimos. Sin embargo, existen diferencias en la disposición de los benzimidazoles entre cabras y ovejas, en donde puede observarse que la biodisponibilidad de albendazol y oxfendazol en cabras es menor que la observada en ovejas, debido a un mayor metabolismo hepático del estos fármacos. Datos similares fueron reportados entre ovejas y vacas, lo que indica que tanto las cabras como las vacas presentan un metabolismo de los benzimidazoles mayor que las ovejas. Dado que la eficacia de estos antiparasitarios depende de las concentraciones alcanzadas, los autores recomiendan utilizar dosis mayores en cabras y vacas que en ovejas. Otro antiparasitario endectocida muy utilizado en veterinaria es el closantel, el cual es metabolizado en hígado y mostró una mayor biodisponibilidad en ovejas que en cabras, principalmente debido a un mayor metabolismo hepático en estas últimas, lo que también posee implicancias terapéuticas. Las diferencias farmacocinéticas también se reportaron con antimicrobianos de uso frecuente como la amoxicilina, la ampicilina y la oxitetraciclina, en donde en todos los casos la biodisponibilidad y la permanencia en el organismo fueron menores en las cabras con respecto a las ovejas. Sin embargo, en estos casos las diferencias no serían principalmente por un mayor metabolismo hepático, ya que estos fármacos no se metabolizan extensamente, sino principalmente por una mayor eliminación renal por filtración glomerular. Como se desarrollara anteriormente, el gasto cardíaco es mayor en cabras que en ovejas, y esto determinaría en última instancia una mayor tasa de aclaramiento renal debido a una mayor filtración glomerular. Por último, en un estudio realizado con meloxicam, un antiinflamatorio no esteroidal muy utilizado en rumiantes, se observó la misma tendencia que en los anteriores casos. En este caso en particular, el uso de una posología adecuada es importante no solo desde el punto de vista de la eficacia terapéutica, sino desde la toxicidad que este grupo de fármacos puede producir. Conclusiones De acuerdo a lo desarrollado, podemos concluir que las cabras se diferencian anatómica y fisiológicamente con otras especies animales no rumiantes e incluso presentan diferencias importantes con especies filogenéticamente más emparentadas como las vacas o las ovejas (que pertenecen a la misma familia Caprinae). Estas diferencias pueden redundar en diferencias principalmente de orden farmacocinético que condicionan la posología a utilizar. Dado que es deseable promover el uso racional y prudente de xenobióticos en especies de interés veterinario a los fines de maximizar la eficacia, minimizando al mismo tiempo la toxicidad, el desarrollo de resistencia antimicrobiana o antiparasitaria y la presencia de residuos en subproductos de origen animal, la extrapolación directa de regímenes posológicos entre una especie a otra no es recomendable, siendo necesaria la individualización y optimización de esquemas de dosificación para cada especie en particular. 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