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La Investigacion sobre las experiencias Cercanas a la Muerte

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1 
 
 
 
LA INVESTIGACIÓN SOBRE LAS 
EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE 
 
 
 
 Por Félix Fernández Palacio 
 
 
 
 1ª ed, marzo 2013 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Vía de contacto: 
 
 Para comentarios y comunicaciones escribir a la dirección de e-mail siguiente: 
 
 ecmfelix@gmail.com 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Portada: La Escalera de Jacob, William Blake 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
ABREVIATURAS Y SIGLAS 
FRECUENTEMENTE UTILIZADAS 
 
 
 
Anabiosis: Anabiosis: The journal for near-death studies. 
ECM: Experiencia cercana a la muerte. Traducción de NDE. 
EEC: Experiencia extracorporal. Traducción de OBE. 
IANDS: International Association for Near Death Studies. 
JNDS: Journal of Near Death Studies. 
NDE: Near death experience. 
OBE: Out of body experience. 
OMEGA: OMEGA. Journal of death and dying. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
VOCABULARIO 
 
 
 La palabra inglesa “experiencer” tiene un uso constante en la investigación sobre 
ECMs. En español la traducción más adecuada tal vez sea la de “experimentador”, de 
raro uso en este idioma, pero aún así, aunque sea una palabra poco utilizada, será la que 
se utilice en este trabajo al ser considerada como la más aproximada a la palabra 
inglesa. 
 La palabra inglesa “after-effect” también se usa con mucha frecuencia en la 
investigación sobre ECMs. Se suele traducir de diversas maneras: efecto, consecuencia, 
efecto secundario, etc. La traducción literal más adecuada al español tal vez sea la de 
“post-efecto”, indicando con el “post” que se trata de un efecto posterior, no inmediato. 
 
 
 
 
 
 
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ÍNDICE 
 
 
SIGLAS 
 
VOCABULARIO 
 
INTRODUCCIÓN 
 
ESTRUCTURA DEL LIBRO 
 
 
 
1ª PARTE: LA ECM 
 
 1ª SECCIÓN: CARÁCTER GENERAL DE LAS ECMS 
 
 1ª subsección: Carácter cualitativo general. La definición de ECM 
 
 Capítulo 1: Algunas definiciones de ECM. 1.1. Según Raymond Moody. 1.2. Según 
Bruce Greyson. 1.3. Según Michael Sabom. 1.4. Según Scott Rogo. 1.5. Según David 
Lorimer. 1.6. Según Cherie Sutherland. 1.7. Según Gracia Fay Ellwood. 1.8. Según van 
Lommel. 1.9. Según Atwater. 1.10. Según Jefrey Long. 1.11. Según la IANDS. 1.12. 
Definición sociológica de Kellehear. 1.13. Definiciones de acuerdo a elementos 
fenoménicos frecuentes. 
 
 Capítulo 2: Definición de ECM. 2.1. Experiencia. 2.2. Cercanía. 2.3. Muerte. 2.4. 
Síntesis. 
 
 2ª subsección: Carácter cuantitativo general. Frecuencia de las ECMs 
 
 Capítulo 3: Frecuencia de las ECMs. 3.1. Frecuencia según varias investigaciones. 3.2. 
Tablas comparativas de frecuencia de ECMs. 3.2.1. Tabla de prevalencias. 3.2.1. Tabla 
de incidencias. 3.3. Falsos positivos y falsos negativos. 3.4. Síntesis y conclusión: 
Problemas para hallar una frecuencia. 
 
 
 2ª SECCIÓN: CARÁCTER FRECUENTE DE LAS ECMS 
 
 1ª subsección: Fenomenología frecuente de las ECMs 
 
 Capítulo 4: Tipología fenomenológica de las ECMs: 4.1. Interioridad y exterioridad. 
4.2. Mundanas y ultramundanas. 4.2.1. Experiencias mundanas y extracorporales. 
4.2.2. Autoscópicas y trascendentales. 4.3. Agradables y desagradables. 4.4. ECMs más 
o menos detalladas. 4.5. Otras tipologías. 4.5.1. Experiencia nuclear y no nuclear. 4.5.2. 
Tipología de Greyson. 4.5.3. Tipología de Atwater. 
 
4 
 
 Capítulo 5: Elementos fenoménicos frecuentes de las ECMs. Con anterioridad a 
Moody. Según Moody. Según Ring. Según Sabom. Según Greyson. Según Grey. Según 
Atwater. Según Morse. Según Fenwick. Según Rommer. Según Long. 
 
 Capítulo 6: Descripción de los elementos fenoménicos frecuentes de las ECMs 
agradables-neutrales. 
 6.1. Experiencia mundana: 
 6.1.1. Aspectos internos: Aspectos perceptuales. Aspectos emocionales. Actitud 
hacia el propio cuerpo físico. Conciencia amplificada. 
 6.1.2. Aspectos externos: Características externas del ser consciente 
extracorporal. Otro cuerpo. Iluminación y colorido. Encuentro con seres 
personales. Interacción con el exterior. Retorno al cuerpo. 
 6.2. Experiencia ultramundana: 
 6.2.1. Aspectos internos: Aspectos emocionales. Percepción. Sentido del 
cuerpo. Sentido del tiempo. Pensamiento durante la ECM. Creencias y 
pensamientos específicos. Aspectos cognoscitivos. 
 6.2.2. Aspectos externos: Ámbitos oscuros y vacíos. El túnel. La luz. Ámbitos 
paradisiacos y celestiales. Encuentros con seres personales. Animales. Sonidos. 
Retrocognición y precognición. Límite. Retorno al cuerpo físico. 
 6.3. ECMs con pocos detalles 
 
 Capítulo 7: ECMs desagradables. 7.1. Definición de ECM desagradable. 7.2. Tipología 
y temática de las ECMs desagradables. 7.3. ECMs desagradables similares a las ECMs 
agradables-neutrales. 7.4. ECMs nihilistas. 7.5. ECMs infernales. 7.6. ECMs 
desagradables de otro tipo. 
 
 Capítulo 8: ECMs agradables y desagradables. 
 
 Capítulo 9: ECMs extrañas 
 
 Capítulo 10: Conexión y secuenciación entre los elementos fenoménicos de la ECM. 
10.1. Patrones de secuenciación. 10.2. Patrón hipotético. 
 
 Capítulo 11: Ponderación fenomenológica de las ECMs. 11. 1. Índice de Kenneth Ring. 
11.2. Escala ECM de Greyson. 11.3. Críticas de las escalas de ECM 
 
 Capítulo 12: Frecuencia de los elementos fenoménicos. 12.1. Frecuencias según los 
estudios más relevantes. Estudios de Kenneth Ring. Estudios de Bruce Greyson. Estudio 
de Recollections of death. Encuesta Gallup. Estudio de Return from death. Estudio de 
Holden sobre las EECs. Estudio chino sobre supervivientes de terremoto. Estudio de 
Arvin Gibson. Estudio de The truth in the light. Estudio de Kelly sobre encuentros con 
fallecidos. Estudio alemán de Knoblauch et al. Estudio de Southampton. Estudio 
holandés de van Lommel. Estudio de Schwaninger et al. Estudio de Nelson et al. 
Estudio taiwanés con enfermos en diálisis. Estudio de Migliore. Encuesta NDERF. 
 12.2. Frecuencia de las ECMs desagradables. 
 12.3. Síntesis y conclusión. 
 
 
 
 
5 
 
2ª subsección: Carácter de los episodios de casi-muerte 
 
 Capítulo 13: Estudios relevantes. Estudio de Rosen sobre suicidas. Estudios de Bruce 
Greyson. Estudios de Kenneth Ring. Estudios de Michael Sabom. Estudio de Twemlow 
y Gabbard. Estudio de Seattle de Morse. Estudio chino sobre supervivientes de 
terremoto. Estudio de Fenwick. Estudio holandés de van Lommel. Estudio taiwanés de 
Lai et al. Estudio de Migliore. 
 Capítulo 14: Cercanía amenazante y subjetiva a la muerte. 
 Capítulo 15: Síntesis y conclusión. 
 
 
 
 
2ª PARTE: INDIVIDUO 
 
1ª SECCIÓN: CARACTERÍSTICAS PERSONALES DE LOS 
EXPERIMENTADORES ANTERIORES A LA ECM 
 
 Capítulo 16: Estudios relevantes. Estudios de Ring. Estudios de Bruce Greyson. 
Estudios de Michael Sabom. Encuesta Gallup. Estudio de Twemlow y Gabbard. Estudio 
de Serdahely y Walker sobre un experimentador con cuadriplejia espástica. Estudio 
chino sobre supervivientes de terremoto. Estudio de Arvin Gibson. Estudio de Peter 
Fenwick. Estudio holandés de van Lommel. Estudio de Schwaninger et al. Estudio 
taiwanés de Lai et al. Estudio de Migliore. 
 
 Capítulo 17: ECMs infantiles. 17.1. Estudios de Melvin Morse. 17.2. Estudio de Cherie 
Sutherland. 17.3. Estudio de Atwater. 17.4. Edad de los niños que tienen ECMs. 17.5. 
Semejanzas y diferencias entre las ECMs infantiles y adultas. 17.6. ECMs 
desagradables en niños. 17.7. Embellecimiento de los recuerdos y testimonios de ECMs 
infantiles. 
 
 Capítulo 18: ECMs en ciegos. 18.1. Estudio de Ring y Cooper. 18.2. Conclusiones. 
 
 Capítulo 19: Síntesis y conclusiones. La frecuencia de ECMs. Aspectos particulares 
personales. 
 
 
2ª SECCIÓN: CARACTERÍSTICAS PERSONALES DE LOS 
EXPERIMENTADORES TRAS LA ECM 
 
 Capítulo 20: Posibles efectos negativos de las ECMs. 
 
 Capítulo 21: Estudios relevantes sobre los posibles efectos positivos. 2.1. Raymond 
Moody. 21.2. Estudios de Kenneth Ring. 21.3. Estudios de Michael Sabom. 21.4. 
Estudios de Bruce Greyson. 21.5.Estudio de Margot Grey. 21.6. Estudio de Flynn. 
21.7. Estudios de Melvin Morse. 21.8. Estudio de Cherie Sutherland. 21.9. Estudio de 
Arvin Gibson. 21.10. Estudio de Peter Fenwick. 21.11. Estudio de Liester sobre 
comunicaciones internas. 21.12. Estudio de Bonenfant sobre visitaciones. 21.13. 
Estudio holandés de van Lommel. 21.14. Estudio de Schwaninger et al. 21.15. Estudio 
taiwanés de Lai et al. Estudio de Migliore. 
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 Capítulo 22: Posibles efectos de las ECMs desagradables. 22.1. Estudio de Rommer. 
22.2. Estudio de Bush. 
 
 Capítulo 23: Síntesis y conclusiones. 23.1. Cambios personales y de valores. 23.2. 
Cambios religiosos y espirituales. 23.3. Cambios de actitud hacia la muerte. 23.4. 
Capacidades psíquicas. 23.5. Relaciones entre los cambios personales de los 
experimentadores y los elementos fenoménicos. 23.6. El fenómeno más transformador 
de la ECM. 
 
 
 
 
3ª PARTE: SOCIEDAD 
 
 Capítulo 24: Relaciones familiares y de pareja. 24.1. Estudio de Mori Insinger. 24.2. 
Estudio de Cherie Sutherland. 24.3. Estudio de Sandra Rozan Christian. 
 
 Capítulo 25: Cambios personales de los no experimentadores influenciados por las 
ECMs. Kenneth Ring. Charles Flynn. 
 
 Capítulo 26: Interculturalidad de las ECMs. 26.1. África. Zambia 26.2. Asia. China. 
India. Israel. Tailandia. Taiwán. 26.3. Europa. Alemania. España. Holanda. Reino 
Unido. 26.4. Norteamérica. Nativa. 26.5. Oceanía. Australia. Melanesia. Polinesia. 26.6. 
Sudamérica. Mapuches.26.7. Síntesis y conclusiones. 
 
 
 
4ª PARTE: EXPLICACIONES 
 
 Capítulo 27: Fisiológicas. 27.1. Niveles de gases en a sangre. Anoxia e hipoxia. 
Hipercarbia. 27.2. Neurotransmisores. Endorfinas. Glutamato y NMDA. 27.3. 
Neuroanatómicas. Lóbulo temporal. 27.4. Sueños. Intrusión REM. 27.5. Drogas. 
Anestesia. 27.6. Argumentos analógicos. 27.8. Conclusiones. 
 
 Capítulo 28: Psicológicas. 281. Personalidad propensa a la ECM. 28.2 Disociación. 
28.3. Despersonalización y mecanismo de defensa. 28.4. Desorden de personalidad 
múltiple. 28.5. Reconstrucciones ficticias y falsos recuerdos. 28.6. Expectativas. 
 
 Capítulo 29: Explicaciones supervivencialistas empíricas. 29.1. Actividad mental sin 
actividad cerebral. 29.2. EECs reales. 29.3. Contacto con fallecidos. 29.4. Justificación 
por varios factores. 
 
 Capítulo 30: ECMs y el problema mente-cerebro. 30.1. Metafísica. 30.2. Teorías 
mente-cerebro. 30.3. Conclusión. 
 
 
 
 
 
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ANEXOS 
 
 Anexo 1: Definición de muerte. 
 
 Anexo 2: Casos célebres de ECMs. George Ritchie. 
 
 Anexo 3: Breve historia de la investigación sobre ECMs. 
 
 
 
 
DOCUMENTACIÓN 
 
 Recursos bibliográficos sobre ECMs. 
 Documentación sobre ECMs 
 Documentación temática sobre ECMs 
 Otra documentación utilizada. 
 Webgrafía sobre ECMs. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
 
 El objetivo principal de este libro consiste en dar al lector una perspectiva de 
conjunto, introductoria pero amplia y lo más rigurosa posible, sobre lo que ha sido la 
investigación de las ECMs, desde mediados de los años setenta hasta la actualidad. Tras 
leer este escrito, el lector podrá saber cuáles han sido hasta el momento las principales 
temáticas de investigación y lo que los diversos investigadores han aportado a dichas 
temáticas. 
 Es necesario advertir que aunque el libro versa sobre las ECMs tal vez sería algo más 
apropiado decir que versa sobre los testimonios de ECMs, o mejor dicho, sobre la 
investigación de las ECMs basándose en los testimonios sobre éstas. La investigación 
de las ECMs no puede, al menos hoy por hoy, llevarse a cabo de manera directa; sino 
que se realiza indirectamente por medio de los testimonios que se dan de estas 
experiencias.
1
 Tras un testimonio recogido por un investigador, hay el recuerdo de una 
ECM, y tras ese recuerdo hay la experiencia; pero puede ocurrir que haya un testimonio 
sin recuerdo (un falso testimonio), o un recuerdo sin experiencia (un falso recuerdo). 
Por esta razón, es importante indicar siempre cual es la entidad que se está estudiando, 
el testimonio, el recuerdo, o la experiencia; algo que es necesario advertir porque en 
muchas investigaciones los autores hablan directamente de las ECMs y no de los 
testimonios de las ECMs, presuponiendo que tras cada testimonio existe una 
experiencia real, lo cual, sin lugar a dudas, es mucho suponer. En este texto se ha 
intentado hablar siempre con propiedad de la entidad precisa de la que se está tratando; 
lo que no excluye de que tal vez, en algunas partes, pueda haber errores a este respecto, 
que espero que el lector pueda subsanar fácilmente remitiéndose al contexto de lo que 
esté leyendo. Tengo que advertir que yo personalmente no conozco la validez de los 
testimonios que aparecerán en muchas partes del escrito. No puedo justificar 
adecuadamente la fiabilidad de los narradores y sus narraciones, ni la de los recolectores 
o investigadores de estos testimonios.
2
 Pero hay que recordar que este escrito versa 
principalmente sobre la investigación y tratamiento de las ECMs, más que de las ECMs 
en sí mismas; es decir, no se trata tanto de decir que es la ECM, como de decir que es lo 
que los investigadores han dicho que es la ECM. 
 Se ha realizado una exposición bastante detallada de los campos más trabajados en la 
investigación sobre ECMs (como se puede observar tanto en el índice de este libro 
como en la estructura del mismo a continuación de esta introducción). Pero no se han 
tratado en este texto otros campos más secundarios; considerados así, no porque quizás 
sean menos importantes, sino porque cuantitativamente no han recibido tanta atención 
como los otros. Las temáticas secundarias más importantes que se encuentran 
ausentes en este texto son: Las semejanzas entre ECMs y otros tipos de experiencias, 
 
1
 Pero aunque no haya un acceso directo a las ECMs, solo mediado por los testimonios, no se puede dudar 
de su existencia, la cual está más que justificada de manera general; especialmente por razones 
cuantitativas, la gran cantidad de testimonios que se encuentran registrados a lo largo de toda la historia, 
además de cualitativa, la semejanza entre estos testimonios. Que la existencia en general de las ECMs 
esté justificada no implica que todo testimonio tenga que ser verdadero; hay que darse cuenta que existen 
variadas razones por las que alguien puede inventarse un testimonio de ECM, por ejemplo, monetarias, 
recordemos que en EE.UU. varios testimonios de ECM se convirtieron en bestsellers. 
2
 Salvo mediante métodos racionales, específicamente, comprobando que hay consistencia, semejanza, 
con otros testimonios pertenecientes a otros estudios. Pero el método de la comprobación por semejanza 
tiene el problema de excluir testimonios raros de posibles ECMs. 
9 
 
tales como: experiencias religiosas, espirituales y místicas de diversa índole; las 
experiencias extra-corporales producidas en un contexto de no cercanía a la muerte; 
revisiones vitales producidas en un contexto de no cercanía a la muerte; otras 
experiencias anómalas sí producidas en un contexto de cercanía a la muerte, como la 
visiones en el lecho mortuorio; experiencias de quirófano; alucinaciones; experiencias 
oníricas; experiencias psicotrópicas; experiencias de abducidos; etc. Implicaciones de 
la investigación de las ECMs, tales como: científicas, especialmente en el ámbito de la 
neurociencia y la psicología; biomédicas, psiquiátricas y psicoterapéuticas; religiosas; 
etc. Análisis filosófico de acuerdo a varias disciplinas, tales como: metafísica y filosofía 
de la mente; epistemología, tanto de las ECMs como de la investigación realizada sobre 
ellas; ética; filosofía de la religión; etc.
1
 Y por último, hermenéutica de la 
fenomenología de las ECMs. 
 El librotiene más un carácter reproductivo que productivo o creativo; es decir, se 
reproduce resumidamente la investigación relevante sobre ECMs, más que exponer una 
investigación original realizada por el propio autor. De todas maneras, tengo que 
advertir que hay ciertas cosas de mi propia cosecha: estructuras, muchas definiciones, 
algunas tipologías, muchos comentarios y críticas (normalmente localizados en las notas 
a pie de página para evitar que se confundan con la investigación expuesta), y la 
mayoría de las síntesis y conclusiones. El trabajo está completamente referenciado, por 
lo que el lector podrá saber en cada momento cuando algo pertenece al que escribe esto 
o pertenece a otro autor diferente. En este sentido, se ha intentado recoger un gran 
número de referencias a la obra fundadora de Raymond Moody, para que el lector pueda 
comparar como se ha desarrollado el campo de las ECMs en relación a la obra de este 
autor.
2
 
 El mejor libro de características similares a éste es The handbook of near-death 
experiences.
3
 Este manual y mi texto se asemejan en muchos aspectos, la bibliografía y 
la investigación realizada son las que son, por lo tanto los textos recopilatorios de 
conjunto acabarán siendo muy semejantes; aunque también se diferencian en las 
aportaciones personales, y en diversas temáticas que no son tratadas en una u otra obra. 
También el hecho de que mi texto esté escrito por una sola persona ayuda a dar más 
unidad y consistencia al escrito. 
 Pero lo más importante es que con este texto los lectores en español podrán disponer 
de una obra introductoria extensa a la investigación sobre ECMs, sin necesidad de tener 
que acudir a literatura escrita en otros idiomas. En español no hay casi literatura sobre 
ECMs, algunas traducciones de bestsellers, como Moody o Morse, y de otras obras 
divulgativas. Y peor aún está el panorama sobre la creación de literatura sobre ECMs en 
este idioma, que es prácticamente inexistente.
4
 
 
1
 Este es mi campo particular de estudio y en el que ahora estoy trabajando, con la esperanza de llegar a 
obtener resultados en el futuro, sobre todo en relación a cuestiones metafísicas y de filosofía de la mente 
vinculadas a las ECMs. 
2
 Aunque me abstengo en este escrito, por no ser cometido del mismo, de tratar la cuestión de la 
influencia, si es que la hay, de Moody, tanto en la investigación como en los testimonios, recuerdos o 
experiencias de los experimentadores. 
3
 Holden & Greyson & James (ed.) (2009). También en Perera et al. (ed.) (2012) se puede encontrar una 
introducción de conjunto bastante aceptable, aunque no tan buena como la de Holden & Greyson & James 
(ed.) (2009). Aunque ha habido otras obras que han adoptado una perspectiva de conjunto recopilatoria de 
la investigación sobre ECMs, éstas son deficientes por diversas razones; o son demasiado introductorias y 
poco rigurosas, como Atwater (2007), o no son más que recolecciones de artículos referidos a diversas 
temáticas, como Lundahl (ed.) (1982), Greyson & Flynn (ed.) (1984), o Bayley & Yates (ed.) (1996), que 
además fueron publicados hace tiempo y no incorporan las investigaciones recientes. 
4
 Con la salvedad del libro de Vila (2010), el de León (2010) sobre darwinismo y ECMs, y el de Gaona 
(2012) que es una obra de conjunto pero de tipo divulgativo. 
10 
 
 
ESTRUCTURA DEL LIBRO 
 
 
 
 El libro está dividido en cuatro partes: ECM, individuo, sociedad y explicaciones. 
 
 
 LA PRIMERA PARTE: CARÁCTER GENÉRICO Y ESPECÍFICO DE LAS 
ECMS 
 
 La generalidad/especificidad tiene diferentes niveles, desde lo más genérico hasta lo 
más específico o individual, pasando por niveles semi-genéricos o semi-específicos. 
Estos niveles también los podemos ver en el ámbito de las ECMs. Desde este punto de 
vista, pueden establecerse una serie de niveles de generalidad/especificidad en función 
al carácter de las ECMs: 
1) Carácter genérico de las ECMs. 
2) Tipos de experiencias, y tipos de casi-muertes. 
3) Elementos fenoménicos frecuentes de las ECMs. 
4) ECMs individuales. 
 
 En el apartado sobre el carácter genérico de las ECMs, se dará una caracterización 
genérica o definición de ECM; es decir, se considerará cual es el carácter propio de las 
ECMs (que solo poseen como tal las ECMs) que todas comparten entre sí. 
 Después, se pasará a los siguientes niveles de generalidad/especificidad. Aquí se 
dividirá el tratamiento de las ECMs en dos subsecciones: 
a) Fenomenológica. Que se dedicará a estudiar el carácter semi-general de la 
experiencia, incluyendo también casos individuales. 
b) Tanatológica y circunstancial. Que se dedicará a estudiar el carácter semi-general y 
específico de la casi-muerte y las circunstancias en las que se da la experiencia. 
 
 
 LA SEGUNDA Y TERCERA PARTES: CARÁCTER PERSONAL Y SOCIAL 
DE LAS ECMS 
 
 Las ECMs se dan en personas y las personas, a su vez, se dan en sociedades. La ECM 
es una parte del individuo, y éste es una parte de la sociedad; lo que implica, que la 
ECM puede mantener relaciones de algún tipo con otras partes de la persona o de la 
sociedad de las que forma parte. 
 En estas partes se expondrán los caracteres personales y sociales que han podido estar 
en estrecha relación con las ECMs, según las investigaciones más relevantes a este 
respecto. 
 
 El carácter personal y social se puede considerar en función a dos tiempos: 
a) Carácter de la persona o la sociedad anterior a, o durante, la ECM. 
b) Carácter de la persona o la sociedad posterior a la ECM. 
 
 
 
11 
 
 
 LA CUARTA PARTE: EXPLICACIONES DE LAS ECMS 
 
 La cuarta parte está dedicada a las principales explicaciones que la investigación ha 
dado de las ECMs. Se exponen cuatro áreas de explicación: fisiológicas, psicológicas, 
supervivencialistas y de la filosofía de la mente. 
 
 
 
 OTRAS CONSIDERACIONES ESTRUCTURALES 
 
 Caracterización y cuantificación. La caracterización o cualificación de las ECMs, o 
de aspectos individuales o sociales, irá acompañada en numerosas partes por una 
cuantificación de tal caracterización. 
 Como verá el lector, hay muchos apartados en este texto en el que se presentan 
sucesiones resumidas de estudios tratando un tema más o menos común. El orden de 
exposición de estos estudios será cronológico, pero al mismo tiempo éstos estarán 
agrupados por autor, es decir, primero se presentará el estudio más antiguo seguido de 
los estudios de ese mismo autor, aunque no sean los más antiguos comparados con los 
de otros autores, para después pasar al estudio más antiguo perteneciente a otro autor, y 
así sucesivamente. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1ª PARTE: LA ECM 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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1ª SECCIÓN: CARÁCTER 
GENERAL DE LAS ECMS 
 
 
1ª SUBSECCIÓN: LA DEFINICIÓN 
DE ECM 
 
 
CAPÍTULO 1: ALGUNAS DEFINICIONES DE 
ECM 
 
 La definición de ECM es uno de los temas que más han solido traer de cabeza a los 
investigadores; hasta hoy en día no se ha logrado establecer un acuerdo común entre 
éstos sobre la definición de ECM.
1
 
 
 Esta falta de acuerdo sobre la definición tiene claras implicaciones negativas. Una de 
las más evidentes es la dificultad para comparar la información perteneciente a 
diferentes investigadores, ya que al poseer diferentes definiciones, o poseer definiciones 
mal construidas, no está claro el que se esté tratando del mismo asunto en los diversos 
estudios.
2
 
 
 A continuación se podrán observar algunas definiciones dadas en la literatura de ECMs. 
Ninguna de estas definiciones es, a mi juicio, válida, como se podrá observar en los 
comentarios realizados al respecto, por lo que en el siguiente capítulo se ofrecerá una 
definición de ECMde propia construcción que, en principio, parece superar muchas de 
las deficiencias de las otras definiciones aquí recogidas. 
 
 
1.1. SEGÚN RAYMOND MOODY 
 
 La expresión “near-death experience” (“experiencia cercana a la muerte”) fue acuñada 
por Moody en Life after life.
3
 
 En Reflections on life after life, Moody define la ECM como “cualquier experiencia 
perceptual consciente [conscious perceptual experience] que tenga lugar en una 
situación de proximidad a la muerte.”
4
 Define proximidad a la muerte “como un 
 
1
 Greyson (1999), p. 7; French (2005), p. 353; Kelly & Greyson & Kelly (2007), p. 369; Long & Perry 
(2010), p. 5. 
2
 Greyson (1999), p. 7. 
3
 Moody (1975), pp. 36-37. 
4
 Moody (1977), p. 142. Ahora bien, ¿solamente las experiencias perceptuales pueden constituirse como 
ECM?, ¿qué ocurre con otro tipo de experiencias, como las emocionales, cognoscitivas, etc.? A no ser 
que Moody entienda algo muy genérico por experiencia perceptual, resulta evidente que esta definición 
14 
 
acontecimiento en que una persona podría fácilmente morir o ser muerta –llegando 
incluso a creérsela o a considerársela como clínicamente muerta-, pero de la que 
sobrevive, continuando su vida física.”
1
 
 Hace una tipología de estas situaciones de casi muerte:
2
 
a) Situación en la que el sujeto cree que va a morir pero sale ileso del trance. 
b) Situación en la que el sujeto se encuentra en estado grave y desahuciado por los 
médicos pero sin llegar a producirse una muerte clínica, y del cual llega a 
recobrarse. 
c) Situación de muerte clínica a la que el sujeto sobrevive por reanimación sin que 
se haya dictaminado fallecimiento. 
d) Situación de muerte clínica en la que en un primer momento las técnicas de 
reanimación no funcionan, se dictamina fallecimiento, pero luego se reintenta la 
reanimación y en este caso sí funcionan. 
e) Situación de muerte clínica en la que ni siquiera se realizan técnicas de 
reanimación, se dictamina fallecimiento, aunque luego se aplica reanimación y 
esta surte efecto. 
f) Situación de muerte clínica de la cual el sujeto sobrevive sin que intervengan 
técnicas de reanimación. 
 Moody nos dice que ha recopilado testimonios correspondientes a todos los tipos de 
situaciones salvo el “f”, o reanimación espontánea.
3
 
 
 Más adelante, diría Moody que nunca había estado completamente satisfecho con la 
expresión “near death experience” (experiencia cercana a la muerte). Y propuso 
sustituirla por la de “paranormal death experience”.
4
 Como indica Kastenbaum,
5
 el 
problema con esta expresión es que no está muy clara la diferencia entre una 
experiencia normal de muerte y una paranormal; entre otras cosas, porque ni siquiera se 
sabe que es una experiencia normal de muerte. 
 
 
1.2. SEGÚN BRUCE GREYSON 
 
 En los escritos de Greyson se pueden encontrar, según la época, varias definiciones de 
ECM. En un artículo de Greyson y Stevenson, se da la siguiente definición, centrándose 
en la noción de evento subjetivo: “eventos subjetivos profundos experimentados en el 
umbral de la muerte”; o, “eventos subjetivos profundos frecuentemente reportados por 
individuos que han estado cerca de la muerte”.
6
 En otro artículo un poco posterior, de 
1983, se define la ECM como un evento profundamente trascendental cercano a la 
muerte.
7
 Más adelante, define las ECMs como “experiencias místicas durante 
 
no es válida, ya que en lo que puede considerarse como ECM pueden entrar en juego muchos tipos de 
experiencia, no solamente las perceptuales. 
1
 Moody (1977), p. 142. 
2
 Moody (1977), pp. 143-144. 
3
 Aunque Moody no hubiera recogido por aquella época ningún testimonio a este respecto, no sé si más 
tarde daría con alguno, sí que existen. Véase por ejemplo el testimonio recogido en Gibson (1992), pp. 23 
y ss., en el que un camionero parece que consigue reanimarse sin intervención médica. 
4
 Kastenbaum (1995). 
5
 Kastenbaum (1996), p. 249. 
6
 Greyson & Stevenson (1980), p. 1193; Greyson (1985), p. 967; y Greyson (1993), p. 390. El problema 
aquí reside en la ambiguedad de la expression subjetividad profunda. 
7
 Greyson (1983). El problema reside en la ambiguedad de la expresión evento transcendental. 
15 
 
encuentros con la muerte”.
1
 O centrándose en la noción de experiencia inusual, 
“experiencias inusuales en la aproximación a la muerte”; y en otra parte: “no hay un 
acuerdo universal sobre las definición de las ECMs, pero generalmente se entienden 
como experiencias inusuales, frecuentemente vívidas y realistas, y algunas veces 
profundamente transformadoras de la vida, que les ocurren a personas que han estado o 
fisiológicamente cerca de la muerte, como en un paro cardiaco o otras condiciones de 
amenaza vital, o psicológicamente cerca de la muerte, como en accidentes o 
enfermedades en los que temieron que morirían.”; y más adelante: “generalmente se 
entiende que las ECMs son las experiencias inusuales, frecuentemente realistas, y 
algunas veces profundamente transformadoras, que les ocurren a la gente que han 
estado fisiológicamente cerca de la muerte, […], o psicológicamente cerca de la muerte, 
[…].”
2
 
 
 
1.3. SEGÚN MICHAEL SABOM 
 
 En Recollections of death, define la situación de casi-muerte (“near-death event”) como 
“cualquier enfermedad o episodio en el que el paciente haya estado inconsciente y 
físicamente cerca de la muerte”; o “como cualquier estado corporal causa de 
inconsciencia física y del que razonablemente sería de esperar que terminara en una 
muerte biológica irreversible a no ser que fuera dada una atención médica urgente”; o 
también, “definimos la situación crítica de casi-muerte como cualquier episodio de 
inconsciencia asociado con la casi-muerte física”. Define inconsciencia como “cualquier 
periodo específico de tiempo durante el cual la persona pierde toda conciencia subjetiva 
del entorno y de sí mismo.” Define casi-muerte física como “cualquier estado corporal 
resultado de una catástrofe fisiológica extrema, accidental o no, del que razonablemente 
sería de esperar que acabase, en la mayoría de los casos, en una muerte biológica 
irreversible, y que demanda una atención médica urgente.”
3
 
 
 En su obra Light & death, Sabom dice haberse encontrado muy sorprendido y 
desorientado a raíz de un caso, el de Pam Reynolds, en el que la definición usual de 
muerte (irreversible) no parecía ser aplicable. Como indica Sabom, él consideraba 
anteriormente que las ECMs eran eso, experiencias cercanas a la muerte y no 
experiencias posteriores a la muerte (“after-death experiences”); estar cerca de la 
muerte, no importa cuánto, siempre sería diferente de estar muerto. Hasta que se 
encontró con el caso de Pam Reynolds. La intervención quirúrgica de esta mujer está 
plenamente documentada y registrada; entre otras cosas, había que producirle un paro 
cerebral. Si hoy en día, el máximo criterio médico para considerar que una persona está 
muerta es el de muerte encefálica o cerebral, entonces, parece que esta mujer realmente 
estuvo muerta. Como indica Sabom, el electroencefalograma no mostraba actividad 
cerebral, tampoco había registros sonoros de actividad cerebral, y tampoco llegaba 
sangre a su cerebro, que son criterios clínicos habituales para establecer la muerte de 
 
1
 Greyson (2003)b, p. 1649. Ambiguedad con la noción de misticismo. 
2
 Greyson (2003), p. 269; Kelly & Greyson & Kelly (2007), p. 369; Greyson & Kelly & Kelly (2009), p. 
213. Ambiguedad con la noción de inusual y definición insuficientemente general. 
3
 Sabom (1982), pp. 7, 63, 56, 7, y 9. El problema de esta definición es la caracterización de la ECM 
como un estado inconsciente, lo cual implica unacontradicción, si no hay conciencia no hay experiencia. 
Habría que especificar qué tipo de conciencia o de estado de consciencia es el que se pierde, a saber, el de 
vigilia, pero dejando la posibilidad a que se den otros estados de conciencia. 
16 
 
una persona.
1
 Sabom concluye esta consideración considerando la muerte como un 
proceso y no como algo que ocurre en un momento determinado.
2
 
 
 
1.4. SEGÚN SCOTT ROGO 
 
 “[…] el término [ECM] sólo se utilizará para describir aquellas experiencias que 
cumplan dos criterios básicos: 
1. El testigo debe estar o bien cerca de la muerte física, amenazado por la muerte, o 
percibirse en un peligro semejante. 
2. La persona debe tener o bien una experiencia extracorpórea durante algún momento 
del episodio, o sus observaciones deben dar a entender que está funcionando en 
semejante estado.”
3
 
 Un poco más arriba, parece que se aclara un poco que se entiende por experiencia 
extracorpórea: “Experimentar la sensación de dejar el cuerpo y funcionar de pronto 
fuera de él”, o, “entrar en un lugar físico, pero trascendental, evidentemente separado 
del mundo normal.”
4
 
 
 
1.5. SEGÚN DAVID LORIMER 
 
 “La experiencia cercana a la muerte puede ser definida como la secuencia de 
experiencia consciente que continúa a pesar del hecho de que el sujeto no enseñe signos 
externos de vida en términos de resistencia de la piel, respiración, latidos cardiacos y, 
ocasionalmente, una EEG plana.”
5
 
 
 
1.6. SEGÚN CHERIE SUTHERLAND 
 
 “Se dice que la experiencia cercana a la muerte ocurre cuando una persona está cerca 
de la muerte (o en muchos casos de hecho clínicamente muerta), pero aun así es 
resucitada o de alguna manera sobrevive para relatar una experiencia intensa, 
profundamente llena de significado.”
6
 Según Sutherland, la ECM se define en función 
al contenido y la circunstancia; el contenido son los elementos fenoménicos, y la 
circunstancia es que la persona debe estar físicamente cerca de la muerte, y no tan solo 
psicológicamente esperando la muerte. La cercanía física a la muerte frecuentemente es 
concebida por los observadores como uno o más episodios de aparente inconsciencia, 
como resultado de un trauma físico; “en general, puede ser dicho que una persona ha 
estado cerca de la muerte si pudiera haber muerto, y si ha sido tomada por muerta o de 
hecho se la ha declarado clínicamente muerta, y se ha recuperado.”
7
 
 
 
1
 Sabom (1998), pp. 35, 47, y 49. 
2
 Sabom (1998), pp. 50-51. 
3
 Rogo (1989), p. 20. 
4
 Rogo (1989), p. 20. 
5
 Lorimer (1989), p. 256. El problema de esta definición es que se está presuponiendo la supervivencia y 
además utiliza la noción de conciencia en un sentido demasiado genérico. 
6
 Sutherland (1992)b, p. 3. Esta caracterización de la experiencia como intensa y muy significativa es 
demasiado genérica, una gran cantidad de experiencias podrían ser definidas así que no se considerarían 
como ECMs. 
7
 Sutherland (1992)b, pp. 43 y 44. 
17 
 
 
1.7. SEGÚN GRACIA FAY ELLWOOD 
 
 “Una ECM es un evento en el cual una persona está amenazada de muerte inminente, o 
percibe algo como tal amenaza, o está clínicamente muerta; bastante abruptamente entra 
en un estado alterado de conciencia; y finalmente retorna (relativamente) a la conciencia 
normal cuando ella o él reviven o la amenaza se aleja.”
1
 
 
 
1.8. SEGÚN VAN LOMMEL 
 
 “Definimos la ECM como el testimonio del recuerdo de todas las impresiones tenidas 
durante un estado especial de conciencia, incluyendo elementos específicos tales como 
la experiencia fuera-del-cuerpo, sentimientos placenteros, y ver un túnel, una luz, 
familiares fallecidos, o una revisión vital. Definimos muerte clínica como un periodo de 
inconsciencia causado por un suministro insuficiente de sangre al cerebro por una 
inadecuada circulación de la sangre, respiración, o ambas. Si, en esta situación, la RCP 
no comenzó en 5-10 minutos, daños irreparables se producirán en el cerebro y el 
paciente morirá.”
2
 
 
 Y en Consciousness beyond life, “una ECM es un estado especial de conciencia que se 
da ante una inminente muerte física, psicológica o emocional.”
3
 
 
 
 
1.9. SEGÚN ATWATER 
 
 “La experiencia cercana a la muerte (ECM) es un intenso estado de conciencia, una 
sensación, o una experiencia de “ultra-mundaneidad”, agradable o desagradable, que le 
ocurre a la gente que se encuentra al borde de la muerte.”
4
 
 
 
1.10. SEGÚN JEFFREY LONG 
 
 “No hay una definición extensamente aceptada de experiencia cercana a la muerte. El 
estudio NDERF siguió el enfoque de definir la experiencia cercana a la muerte mediante 
la casi-muerte y los componentes de la experiencia. Consideré que los individuos 
estaban “cerca de la muerte” si estaban tan físicamente comprometidos que morirían a 
no ser que su condición mejorase. Los ECMrs estudiados estaban generalmente 
inconscientes y con frecuencia y en apariencia muertos clínicamente, con ausencia de 
latidos y respiración. La “experiencia” tenía que ocurrir en el momento en el que ellos 
 
1
 Ellwood (2001), p. 9. Ambiguedad con la noción de estado alterado de conciencia. 
2
 Van Lommel et al. (2001), p. 2040. La ECM no es, por definición, el testimonio, sino la experiencia. 
Ambigüedad con la noción de estado especial de conciencia. 
3
 Van Lommel (2007), p. viii. 
4
 Atwater (2007), p. 7. Con esta definición el problema reside en la caracterización de la experiencia 
como ultramundana. Nadie diría que las EECs que se dan durante una ECM no forman parte de ésta, pero 
a éstas no se les puede calificar de ultramundanas, ya que se desarrollan en éste mundo. 
18 
 
estuvieran cerca de la muerte. También, la experiencia tenía que ser lúcida, para excluir 
descripciones únicamente fragmentarias y memorias desorganizadas.”
1
 
 
 Y en la página web de la NDERF, nos dice: “La experiencia cercana a la muerte (ECM) 
podría ser definida como "una experiencia lúcida asociada con la conciencia percibida 
al margen del cuerpo que se da en el momento actual o durante la amenaza de muerte 
inminente"” 
 “Hay alguna controversia sobre cómo definir una ECM. Los investigadores no han 
alcanzado el consenso sobre cómo definir la ECM.” A lo que añade, que su definición 
es muy similar a la que se daba en una carta enviada por la IANDS a los profesionales 
de la salud, la cual había sido desarrollaba por consenso de la junta de esta agrupación.
2
 
 
 
1.11. SEGÚN LA IANDS 
 
 La definición que se puede encontrar en la página web de la IANDS:
3
 “Una experiencia 
cercana a la muerte, o ECM, es un profundo evento psicológico que podría ocurrirle a 
una persona cercana a la muerte o que no está próximo a la muerte pero sí en una 
situación de crisis física o emocional. Estar en una situación de amenaza-vital no 
constituye, por sí mismo, una experiencia cercana a la muerte. Es el patrón de 
percepciones, dado como un evento reconocible en su conjunto, lo que ha sido 
denominado experiencia cercana a la muerte.” 
 
 
1.12. DEFINICIÓN SOCIOLÓGICA DE KELLEHEAR 
 
 El sociólogo Allan Kellehear ha criticado el tipo de descripción de ECMs que él 
denomina “ECM clínica” (“clinical NDE”), una descripción de tipo médico o 
psicológico que excluye los aspectos sociales de las ECMs.
4
 En contraposición a esto, 
este investigador desarrolla una caracterización de la ECM como “estatus social”. 
 Kellehear considera que la ECM clínica es un tipo de experiencia cercana a la muerte 
entre otros, como pueden serlo los de derrumbamientos mineros, las experiencias de 
naufragio, o las caídas de montañeros; y que por consiguiente no debería definirse al 
margen del resto de estos tipos.
5
 
 
1
 Long & Perry (2010), p. 5. No es correcto, como se puede leer más abajo, definir la algo genéricopor 
algo específico. 
2
 http://www.ECMrf.org/Media%20WriteUp.htm. El problema con la definición de Long, tal vez sea el 
restringir la ECM a los casos de experiencia lúcida; cuando experiencias fragmentarias también pueden 
aportar datos interesantes para la investigación. 
3
 http://www.iands.org/ECM_iECMx/ECMs/what_is_a_near-death_experience.html. Ambiguedad 
con la noción de evento profundo. 
4
 Kellehear (1996), pp. 10-11 y 44. La crítica de Kellehear es correcta en gran medida, es cierto que se ha 
desarrollado poca sociología de las ECMs, pero esto es una cuestión diferente a la de como se debe 
entender lo que es la ECM. Evidentemente es necesario desarrollar sociología de las ECMs, pero también 
biología, psicología, filosofía, etc.; por lo que, no se trata de adoptar una posición disciplinaria 
reduccionista, sino adoptar una posición interdisciplinar y complementarista que abarque todos los 
aspectos de la ECM. 
5
 Kellehear (1996), pp. 47-51. Pero tengo que objetar que cuando se trata la ECM clínica, siguiendo la 
terminología de este autor, se hace con ciertas intenciones cognoscitivas, hay un interés de fondo, que 
suele ser el demostrar o refutar el supervivencialismo, no se investiga por investigar, sin ningún objetivo; 
si el resto de experiencias a las que se refiere Kellehear puede ofrecer las mismas posibilidades de 
tratamiento, entonces tal vez sí que debieran ser tenidas en cuenta, pero esto no es así, no puede haber el 
http://www.ecmrf.org/Media%20WriteUp.htm
http://www.iands.org/ECM_iECMx/ECMs/what_is_a_near-death_experience.html
19 
 
 Este autor identifica tres características básicas de tipo social en las ECMs:
1
 
1. Separación repentina e inesperada del grupo social. 
2. Periodo de transición definido por la expectación ante la muerte. 
3. Retorno repentino al grupo social original. 
 Estas tres características se pueden considerar como un “cambio de estatus” (“status 
passage”) social;
2
 una transición desde una parte del sistema social a otra, como la 
madurez, el matrimonio, el avance profesional, etc. Según Glaser y Strauss, la muerte 
puede ser vista como un cambio de estatus con sus especiales características, es algo no 
anticipado, no hay una conducta social prescrita al respecto, suele ser algo indeseado e 
involuntario, el morir no siempre es un proceso claro, y el control sobre el proceso suele 
ser problemático. Kellehear considera que estas características pueden ser aplicadas, con 
alguna modificación, al caso de las ECMs. También se encuentra una característica 
similar entre la ECM y el morir como cambio de estatus, en el hecho de lo poco que se 
suele hablar sobre estos temas entre la gente; aunque en el caso de la muerte se ha 
avanzado bastante desde Glaser y Strauss, especialmente con el avance de la 
tanatología, con respecto a las ECMs ha solido haber un rechazo a tratar y hablar del 
tema. También hay que destacar otro rasgo especial de las ECMs, a diferencia de la 
mayor parte de los cambios de estatus social, que están regulados y controlados de 
alguna manera, las ECMs se instalan más allá de ese control, constituyéndose como 
algo con una elevada capacidad de crítica social.
3
 
 
 
1.13. DEFINICIONES DE ACUERDO A ELEMENTOS FENOMÉNICOS 
FRECUENTES 
 
 A veces, se pueden encontrar definiciones de ECM que no son más que enumeraciones 
de elementos fenoménicos frecuentes;
4
 es decir, se considera que una ECM es algo que 
posee todos o alguno de los elementos frecuentes de ECM.
5
 Pero estas “definiciones” 
no lo son en sentido estricto, ya que hay una contradicción en la intención de dar un 
carácter genérico de algo a partir de otra cosa que no es genérica, ya que frecuencia y 
generalidad son nociones diferentes; si los elementos frecuentes no fueran frecuentes, 
sino universales, entonces sí que se estaría dando algo genérico de la ECM, algo en 
función a lo que sí se podría definir la ECM, pero el caso es que no es así, por eso tales 
elementos son frecuentes y no absolutamente genéricos. 
 
 
mismo control científico en una UCI que en el monte Everest o en el naufragio del Titanic. De todas 
maneras, la ECM se refiere al hecho de vivir una experiencia en estado de inconsciencia física cuando 
casi se ha muerto o incluso se ha muerto reversiblemente; pero no se especifica si esto debe de ocurrir por 
un accidente, una enfermedad o por la caída desde una montaña con consecuencias casi fatales o el 
ahogamiento en un naufragio; éstas son variables que como tales, no son características generales de las 
ECMs, y por consiguiente no pueden formar parte de su definición. 
1
 Kellehear (1996), p. 45. 
2
 Kellehear se basa a este respecto, como él mismo indica, en la obra de los sociólogos B. G. Glaser y A. 
L. Strauss. 
3
 Kellehear (1996), pp. 45-47. La deficiencia en la definición de Kellehear, y posiblemente de cualquier 
otra definición sociológica, es decir, que considere el carácter social como algo común a toda ECM, es 
precisamente esa, que es sociológica; y resulta dudoso que el carácter social sea algo común a todas las 
ECM, al menos como posibilidad no es así; por ejemplo, podríamos pensar en un “niño lobo” que haya 
tenido una ECM. 
4
 Greyson (1999), p. 11. 
5
 Por ejemplo Moody dice que “es la presencia de una o más de estas características la que define a la 
ECM”; Moody (1988), p. 19. 
20 
 
 Estas pretendidas definiciones por enumeración de elementos frecuentes suelen basarse 
en enumeraciones burdas y aleatorias de dichos elementos. En algunos casos se pueden 
atender a criterios sobre la frecuencia de dichos elementos. Y en otros casos se basan en 
las escalas e índices de ponderación que algunos autores han desarrollado;
1
 pero las 
escalas de ponderación son eso mismo, mediciones, no definiciones. El problema con 
las escalas de ponderación es que se han utilizado para considerar si algo era ECM o no. 
 
 
 
 
CAPÍTULO 2: DEFINICIÓN DE ECM 
 
 
 Tras haber visto varios ejemplos de definiciones de ECM ysus deficiencias se pasará, a 
continuación, al tratamiento de la definición aquí propuesta. 
 
 Antes de nada, hay que advertir que a causa de la naturaleza tan compleja de la 
temática estudiada, y a causa de la no posesión actual de datos concluyentes sobre esta 
temática, parece que estamos abocados a generar definiciones que tengan un carácter 
abierto, es decir, definiciones que puedan ser revisadas y transformadas si el desarrollo 
de la investigación futura así lo exige. Una definición cerrada y acabada podría 
implicar que se excluyera material de estudio que no fuera acorde a la definición pero 
que sí debería ser estudiado como perteneciente al campo de la ECM. 
 
 La definición de ECM tiene dos aspectos esenciales o necesarios: uno es la experiencia 
en sí misma, en su carácter fenoménico, y otro es la cercanía a la muerte, o la relación 
de la experiencia con la muerte. Estos dos aspectos son características necesarias de la 
ECM, es decir, si algo no tiene ambos aspectos no puede ser considerado como ECM.
2
 
 
 La definición de ECM se desarrollará en dos momentos: uno analítico o de 
descomposición y otro sintético o de composición. Es decir, primero se descompondrá 
la noción en sus partes componentes, a saber: experiencia, cercanía y muerte. Una vez 
que se haya definido cada parte en relación al todo al que pertenecen (la ECM) se 
pasará, a continuación, a conjuntarlas para obtener la definición del todo o la expresión 
ECM. 
 
 
2.1. EXPERIENCIA 
 
 La expresión “experiencia cercana a la muerte” posee un carácter demasiado genérico; 
no indica el carácter específico que tienen las experiencias a las que se refiere la 
expresión. A partir de esta expresión, sin más aclaraciones, una experiencia cercana a la 
muerte puede ser cualquier experienciaque se dé en la situación entendida como estar 
cerca de la muerte o encontrarse al borde de la muerte. Pero la investigación de las 
ECMs no es la investigación de toda o cualquier experiencia que se dé en tales 
circunstancias, sino la investigación de cierto tipo de experiencias que se dan en dichas 
 
1
 Véase cap. 10. 
2
 Esto es un argumento analítico: experiencia cercana a la muerte es experiencia cercana a la muerte, o 
experiencia + cercanía a la muerte. 
21 
 
circunstancias.
1 
La experiencia de la ECM no es, por ejemplo, la experiencia de 
malestar que se siente durante un estado febril al borde de la muerte, o el dolor que 
puede sentir una persona ante un traumatismo mortal. La cuestión relevante aquí es 
definir el tipo de experiencias que se dan ante la proximidad de la muerte y que 
constituyen el objeto de estudio de las investigaciones sobre ECMs. 
 
 La investigación sobre ECMs es fundamentalmente una investigación sobre la 
experiencia del morir o de la muerte; pero no sobre cualquier experiencia de muerte. 
Tras esta investigación hay un claro interés por la cuestión de la supervivencia del alma 
o la conciencia, que en la mayoría de los autores se muestra explícitamente, ya sea en 
una dirección supervivencialista o anti-supervivencialista. Por lo tanto, lo que en última 
instancia busca la investigación de las ECMs es aclarar el misterio de la supervivencia o 
de la aniquilación. De aquí se deriva la solución al problema planteado, ¿cuáles son las 
experiencias que pueden constituirse como algo existente independientemente de, o 
superviviente a, un cuerpo físico o un cerebro?; es decir, interesan las experiencias que, 
como posibilidad, tal vez se den cuando el cuerpo o el cerebro estén muertos o casi 
muertos. Por esta razón, todas aquellas experiencias que un sujeto tenga vinculadas a su 
vida física, aunque se den en circunstancias de casi-muerte, no son objeto de estudio de 
la investigación sobre ECMs. 
 
 Hay que diferenciar entre una conciencia física y una conciencia no física.
2
 Una 
conciencia física es una conciencia vinculada a un cuerpo físico; lo que significa que es 
una conciencia consciente, atenta o alerta, en algún grado, de lo físico, ya sea el exterior 
extra-corporal o ya sea su propio cuerpo físico; pero alerta mediante su propio cuerpo 
físico. Un sujeto es consciente físicamente cuando capta algo físico mediante su cuerpo 
físico. Hay que puntualizar que lo de estar consciente de lo físico mediante lo físico no 
es lo mismo que ser consciente de lo físico en general, ya que como posibilidad, podría 
darse el caso, tal vez, de que un sujeto sea consciente de lo físico por medios no físicos.
3
 
A este estado se le suele denominar estado de vigilia o estar despierto; pero esta 
expresión es algo ambigua por su generalidad, ya que se podría decir, por ejemplo, que 
un sujeto durante un sueño está despierto, consciente, pero en otro estado de conciencia; 
por lo tanto, habría que especificar que se trata de un estar atento, despierto o vigilante 
del mundo físico, y no estar despierto a secas. 
 Hay que aclarar que aunque un sujeto tenga su atención depositada en algo no físico, se 
considerará que sigue vinculado a su cuerpo físico si al mismo tiempo sigue 
manteniendo su atención, en algún grado, hacia lo físico; por ejemplo, una persona 
puede estar imaginando algo, y por lo tanto no estar dirigiendo su atención hacia lo 
físico, pero puede estar realizando este acto de imaginar mientras sigue físicamente 
despierto, por lo que se considerará que su conciencia sigue vinculada a lo físico.
4
 Este 
criterio, nos ayuda a descartar experiencias que no pueden considerarse como ECM; 
cualquier experiencia que se tenga en estado de vigilia física no se considerará como 
 
1
 Esta opinión también podemos verla en Greyson (1999), p. 9. 
2
 Se entiende lo físico en un sentido ordinario, es decir, lo físico tal y como se experimenta normalmente 
por la mayoría de las personas; no se entiende lo físico en el sentido de la física o la química. 
3
 Este sería el caso de las EECs, en el que la conciencia de lo físico, subjetiva o fenomenológicamente 
(independientemente de que sean percepciones reales o no), se realiza por medios no físicos, en el sentido 
ordinario de la palabra, es decir, no se realiza mediante los medios físicos normales, los sentidos 
corporales usuales. 
4
 Sería diferente si el sujeto imaginase rompiendo con toda su atención sobre lo físico, como ocurre en 
esas experiencias denominadas “sueños lúcidos”, en este caso no se puede decir que su conciencia sea 
física. 
22 
 
ECM, ya que se supone que es una prueba clara de que el sujeto no se ha separado de su 
físico. Esto posibilita que el sueño sí se pueda considerar como ECM, porque en un 
sueño, la atención claramente ya no está vinculada a lo físico; y gracias a esto, se deja 
abierta la posibilidad a que las ECMs sean sueños o algo parecido a estos. 
 
 Lo más correcto sería dividir las experiencias cercanas a la muerte en dos tipos: 
a) Conciencia física cercana a la muerte. 
b) Conciencia no física cercana a la muerte. 
 Pero el hecho es que, en la práctica, las ECMs solo se han identificado con el tipo “b”, 
que además es el tipo más relevante en relación al estudio de la cuestión de la 
supervivencia, como ya se indicó más arriba. Por lo que aquí, como ya se ha dicho, solo 
se entenderá la ECM como la conciencia no física o experiencia no física que se tiene al 
estar cerca de la muerte. 
 
 Ya tenemos la definición de la experiencia: cualquier experiencia que no sea física, que 
no sea un estar atento, vigilante o despierto a lo físico mediante lo físico. 
 
 
 
 
2.2. CERCANÍA 
 
 La cercanía se puede entender de dos maneras: 
a) Estática. Estáticamente, que algo esté próximo a otra cosa no implica que 
necesariamente valla a pasar a esa otra cosa; ej.: si estamos en el segundo piso de un 
edificio entonces estamos próximos al primer y tercer pisos de ese edificio, pero esta 
proximidad no implica que tengamos que ir a alguno de esos pisos vecinos, 
podemos permanecer en el segundo piso. 
b) Dinámica. Dinámicamente, que una cosa esté cerca de otra, significa que hay un 
movimiento o dinámica por el cual una entidad se dirige hacia algo, y al estar cerca, 
le falta poco por recorrer para alcanzar eso cercano; independientemente del tiempo 
que le lleve ese proceso, más rápido o más lento; ej.: se está subiendo de un piso a 
otro de un edificio, cuando se esté llegando a ese piso, entonces se podrá decir que 
se está cerca dinámicamente de él. Como en toda dinámica, en la cercanía dinámica, 
es importante el tiempo, la velocidad con la que se desarrolla algo; por lo que hay 
que diferenciar entre: 
b.1. Velocidad rápida de acercamiento. 
b.2. Velocidad lenta de acercamiento. 
 La cuestión que surge aquí es la siguiente: ¿se producen ECMs en ambos casos, es 
decir, en situaciones cercanas a la muerte tanto estáticas o estables como dinámicas o 
procesuales? Esta es una cuestión que la investigación debe responder. Aunque en 
principio parece que sí es así. Personas que han estado en una situación estable de coma 
por algún tiempo y que luego han recuperado la salud, han testimoniado ECM.
1
 
Aunque, evidentemente, son más numerosos los casos de ECMs en situaciones 
dinámicas de proximidad a la muerte; ya que, conjeturando, parece que es más difícil 
que se produzca la situación en la que una persona se pone en estado de cercanía a la 
muerte y queda estable en ese estado, sin ir en una dirección o en otra. 
 
 
1
 Por ejemplo Alexander (2012). 
23 
 
 La cercanía a la muerte se puede entender de otras dos maneras (no dicotómica o 
excluyente): 
a) Vital o salud. Vital, en términos generales, aplicable a cualquiercaso de 
vida/muerte; salud, en un sentido más específico, más referido a la vida/muerte 
física. La persona está en un estado vital cercano al de muerte o acercándose a la 
muerte; o, específicamente, la persona se encuentra en un estado de salud 
cercano a la muerte física.
1
 Esta noción de cercanía vital a la muerte solo es 
posible en función a una concepción gradual de la oposición vida/muerte; es 
decir, que se necesita un estado o grado intermedio entre los extremos 
vida/muerte que pueda ser considerado como más cercano al extremo muerte 
que al extremo vida. 
b) Amenaza. La persona está amenazada mortalmente; por lo que tiene una muerte 
cercana pero de forma amenazadora, independientemente de cómo sea su estado 
de salud. Ej.: si alguien va en un coche por una carretera a 200 km/h, e 
incrementando su velocidad, esa persona está amenazadora y dinámicamente 
cerca de la muerte, aunque su estado de salud en ese momento sea bueno; y si 
alguien está al borde de un precipicio sin moverse, se encuentra amenazadora y 
estáticamente al borde de la muerte. 
 
 La cercanía a la muerte pude estar en función a la subjetividad y la objetividad (no 
excluyente): 
a) Subjetiva. Creer que se está cerca de la muerte, independientemente de que así 
sea objetivamente. 
b) Objetiva. Estar cerca de la muerte objetivamente, independientemente de que el 
sujeto lo crea así o no. Por ejemplo, en un accidente repentino e inesperado, el 
sujeto puede entrar en un estado de casi-muerte sin darse cuenta de lo que ha 
ocurrido o está ocurriendo. 
 
 Dadas todas estas tipologías, lo que hay que preguntarse ahora es si todos los tipos 
mencionados, por si solos y combinados entre sí, definen o no la ECM. 
 La situación de casi-muerte por excelencia es la de casi-muerte vital, estática o 
dinámica, objetiva; este es el tipo de casi-muerte, con sus variables, que principalmente 
debería tener en cuenta la investigación sobre ECMs. 
 En función a la casi-muerte por amenaza, sin que en ese momento haya casi-muerte 
vital, y la casi-muerte subjetiva, sin que haya algo objetivo en esa casi-muerte, no está 
claro si deberían ser incluidas como casos de casi-muerte que puedan definir a la ECM. 
El problema reside en saber si las mismas experiencias que se producen en un caso vital 
de casi-muerte, también se pueden producir en un caso no vital pero amenazante, de casi 
muerte; y lo mismo con los casos subjetivos sin carácter objetivo. Ha habido bastante 
polémica a este respecto, especialmente con lo que respecta a las denominadas 
“experiencias de miedo a la muerte”.
2
 En el campo de la investigación de las ECMs se 
puede encontrar de todo, y como esta cuestión no está ni mucho menos resuelta, lo más 
prudente será considerar provisionalmente todos los tipos de casi-muerte como 
definidores de la ECM.
3
 Pero hay que recordar que aunque la cercanía a la muerte fuera 
 
1
 Cual sea ese estado de salud o momento cercano a la muerte es algo que, en su carácter específico, debe 
establecer la biomedicina. 
2
 Véase cap. 14. 
3
 En las investigaciones, se debería indicar siempre cual ha sido el tipo de casi-muerte bajo el que el 
sujeto ha tenido la experiencia, para poder diferenciar y llevar las comparaciones de rigor entre las 
diferentes situaciones; pero esto es algo que no se suele hacer. 
24 
 
solamente amenazante o solamente subjetiva, tendría que producirse una pérdida de la 
consciencia física para que se dé una ECM; es decir, el mero hecho de creer que uno va 
a morir inminentemente, no es suficiente como condición de una ECM, si esta creencia 
es capaz de producir un estado de inconsciencia física y producir una consciencia no 
física, es otra cuestión que no se va a tratar aquí, pero tendría que ser así para que se 
pudiera hablar de ECM; obviamente, una mera pérdida de conciencia física ante una 
amenaza mortal, sin que haya una experiencia durante ese periodo de inconsciencia 
física, no puede ser considerado como experiencia cercana a la muerte, ya que no hay 
tal experiencia. 
 
 Hay otro problema importante que versa sobre la diferencia entre estar cerca de la 
muerte y estar muerto reversiblemente (lo que a veces se denomina muerte clínica). 
La solución a este problema depende de cómo se defina la muerte, como algo 
irreversible o como algo reversible. 
 En este escrito se va a utilizar, para evitar un exceso de términos, la expresión “cercanía 
a la muerte” con el sentido tanto de estar cerca de la muerte sin haber muerto 
reversiblemente, como en el sentido de muerte reversible o clínica, es decir, cerca de la 
muerte irreversible. Aunque en toda investigación rigurosa deba indicarse siempre 
cuando se está tratando de cada caso, es decir, de casi muerte (en el sentido estricto de 
la expresión) o de muerte reversible. 
 
 
2.3. MUERTE 
 
 
 Lo primero que hay que aclarar es que hay muchos tipos de vida/muerte;
1
 la definción 
de muerte que se va a utilizar aquí se elaborará en función a estos tipos. 
 
 Entendiendo la vida/muerte como totalidad/parcialidad, la muerte en las ECMs se 
refiere a una muerte, en principio, parcial, la muerte de la parte física, 
independientemente de que esto implique también, o no, la muerte de la parte anímica. 
 
 Entendiendo la vida/muerte como esencialidad/accidentalidad, la muerte en las ECMs 
se refiere a una muerte de una parte esencial del hombre, que, según la concepción 
actual, es el encéfalo, o alguna parte más esencial de éste. Es decir, que cuando se habla 
de muerte en relación a las ECMs se está hablando de la muerte encefálica. Entendiendo 
la muerte encefálica no como una inexistencia del encéfalo, sino como una inexistencia 
de algo del encéfalo, la actividad encefálica; es decir, la muerte se entenderá aquí como 
inactividad encefálica. 
 
 Entendiendo la vida/muerte como reversibilidad/irreversibilidad, la muerte en las 
ECMs es una muerte que, al menos en algunos casos, es reversible. Es decir, que puede 
haber una parada de actividad encefálica y ésta retornar, por las causas que sean, tras un 
determinado lapso de tiempo. Como ya se indicó un poco más arriba, las expresiones de 
“cercanía a la muerte” y de “casi-muerte” se utilizarán con ambos sentidos, cercanía a la 
muerte sin más, y muerte reversible; en el sentido específico de cercanía a una parada 
encefálica o parada encefálica reversible. 
 
 
1
 Véase apéndice 1. 
25 
 
 Entendiendo la vida/muerte como dualidad y gradualidad, la muerte en relación a las 
ECMs es una muerte que se considera como el extremo de una oposición graduada entre 
vida/muerte. Esta graduación es lo que permite que haya grados intermedios entre los 
opuestos vida/muerte que estén o más cercanos a la vida o más cercanos a la muerte, y 
gracias a lo cual, la noción de cercanía a la muerte cobra sentido. 
 
 
 
 
 
2.4. SÍNTESIS 
 
 
 ECM es toda experiencia que se da durante un estado de inconsciencia física, entendida 
la inconsciencia física como la no atención al mundo físico mediante el cuerpo físico, en 
una situación de cercanía a la muerte o de muerte reversible, entendida la muerte como 
inactividad encefálica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
26 
 
2ª SUBSECCIÓN: FRECUENCIA 
DE LAS ECMS 
 
 
 
CAPÍTULO 3: FRECUENCIA DE LAS ECMS 
 
 Contar sin más cuantas ECMs, o testimonios de éstas, se han producido no es 
suficiente, obviamente, como investigación cuantitativa, se necesita estudiar la 
frecuencia con la que se dan o pueden dar las ECMs o testimonios de éstas. 
 
 Como han indicado algunos autores,
1
 en el campo de la investigación de las ECMs no 
se ha solido diferenciar entre “prevalencia” e “incidencia”; nociones que suelen usarse 
habitualmente en el campo de la epidemiología para cuantificarla enfermedad dentro de 
una población. En general, la prevalencia y la incidencia son diferentes tipos de 
frecuencia, que pueden aplicarse a cualquier caso en el que pueda haber frecuencia; 
obviamente, su aplicación no se reduce a la medicina poblacional, por lo que se puede, y 
se debe, estudiar la prevalencia y la incidencia de las ECMs. 
 La prevalencia de un determinado carácter se calcula dividiendo el número de 
entidades que actualmente tienen ese determinado carácter por la totalidad de las 
entidades que potencialmente pueden tener ese determinado carácter; es decir, si el 
carácter es haber vivido una ECM, recordar una ECM o testimoniar una ECM, ECM a 
secas, el número actual serán los individuos o casos en los que se ha dado una ECM, y 
el número potencial, será la totalidad de individuos o casos a considerar en los que 
potencialmente podría darse una ECM.
2
 Prevalencia ECM = nº actuales ECMs / nº 
potencial ECMs. El resultado se suele dar en porcentaje, es decir una proporción basada 
en el cien, o el número de casos actuales que se dan por cada cien potenciales. 
 La incidencia de las ECMs es el número de nuevas ECMs que se dan dentro de un 
conjunto potencial de ECMs, independientemente del número de ECMs que se hayan 
dado en el pasado. La principal función de la incidencia es establecer el 
aumento/disminución de algo, comparando lo nuevo con lo pasado; y, a partir de esto, 
poder realizar predicciones sobre incidencia futura. 
 
 Otro problema que se puede destacar con respecto al cálculo de la frecuencia de las 
ECMs es el de que no todos los investigadores tienen la misma noción de ECM, con 
lo que en los diversos estudios se podrían estar cuantificando cosas diferentes.
3
 Aunque 
a nivel general, casi todos los investigadores relevantes mantienen una noción de ECM 
más o menos parecida, a nivel específico esta noción puede diferir bastante, y en 
algunos casos mucho; el problema es que en muchos estudios se considera que algo es 
una ECM a partir de cierto carácter específico y no a partir del carácter genérico, más 
compartido entre los investigadores; los casos más importantes a este respecto son los 
del Índice Ring y la Escala Greyson, dependiendo de la puntuación mínima que sea 
 
1
 Greyson (1998); Zingrone & Alvarado (2009), pp. 29-36; Perera & Jayasuriya (2012). 
2
 Específicamente hablando, una entidad potencial de ECM es una persona que ha estado al borde de la 
muerte o que ha fallecido reversiblemente. 
3
 Zingrone & Alvarado (2009), pp. 29-36. 
27 
 
requerida para que algo sea considerado como ECM, el número de ECMs podrá variar 
considerablemente en función a que la ponderación sea más o menos exigente. 
 
 
3.1. LA FRECUENCIA DE ECMS SEGÚN DIVERSAS INVESTIGACIONES 
 
 En el Estudio de Conética se consideró a 208 personas como potencialmente 
candidatos para la investigación. Los criterios de la selección fueron: el paciente tiene 
que haber estado cercano a la muerte o haber muerto clínicamente y haber sido 
resucitado, como resultado de enfermedad grave, accidente o intento de suicidio; el 
paciente tiene que haberse recobrado lo suficiente de su casi muerte como para hablar 
de ello coherentemente; el paciente tiene que ser angloparlante; y, el paciente tiene que 
tener por lo menos dieciocho años. De los 208 posibles, finalmente acabaron 
participando en el estudio 102. Estos 102 provenían de ámbitos variados: 54 de varios 
hospitales de Conética y un hospital de Maine, 5 aportados por médicos y psiquiatras, 
16 de ámbito no médico, 21 por anuncio en prensa local, y 6 aportados por el mismo 
Ring. Los casos de casi-muerte fueron: 52 enfermedad grave, 26 accidentados, 24 
suicidas. De los 102 entrevistados se obtuvieron 104 testimonios. De esos 102 
pacientes, 48 se consideraron experimentadores nucleares (de acuerdo al Índice de 
Ring) y el resto, 54, no.
1
 
 
 En el estudio de Recollections of death, Michael Sabom y Sarah Kreutziger recogieron 
datos entre mayo de 1976 y marzo de 1981, en el University Florida Hospitals: Shands 
y Veterans Administration. Se siguieron los criterios siguientes de selección: se 
excluyeron todos los pacientes con alguna conocida enfermedad psiquiátrica o 
discapacidad mental; y, los participantes tienen que adecuarse a la definición de ECM 
estipulada por Sabom.
2
 116 pacientes supervivientes de una situación crítica de casi-
muerte fueron entrevistados; de aquí se excluyeron 10 pacientes que estuvieron en 
situación de casi-muerte bajo anestesia general durante una operación de quirófano, con 
lo que habría 106 pacientes; de los 106 pacientes restantes, 78 fueron obtenidos 
prospectivamente
3
 (66 casos de paro cardiaco, 8 comas y 4 accidentados); de estos 78 
pacientes, algunos estuvieron varias veces en situación de casi-muerte a lo largo de su 
vida, resultando de ello un número total de 156 casos de casi-muerte; de los 78 
pacientes obtenidos prospectivamente, 34 testimoniaron ECM,
4
 un 43%;
5
 de estos 34 
pacientes, algunos tuvieron varias ECMs a lo largo de su vida, arrojando un total de 42 
ECMs; por lo que la frecuencia que se da a partir de este estudio es de: en un 27% de los 
casos de casi-muerte se produce una ECM (42 ECMs ocurridas durante 156 casos de 
casi-muerte).
6
 
 
 
1
 Ring (1980), pp. 27-28, 106, 191-192 y 271-274. Al ser un estudio retrospectivo, la prevalencia de esta 
investigación no tiene mucho valor indicativo de la frecuencia con la que se producen ECMs. 
2
 Para esta definición véase el cap. 1. 
3
 Tal y como Sabom entiende la noción de estudio prospectivo, véase Sabom (1982), p. 6. No queda muy 
claro el que Sabom utilice correctamente la noción de “prospectivo”, no queda claro si se delimitó 
correctamente el campo de recolección de datos, algo fundamental a la hora de llevar a cabo un estudio 
prospectivo. 
4
 En Sabom (1982), p. 57, dice que son 34, en la p. 202 dice que son 33. 
5
 Se supone que en el tiempo estudiado prospectivamente, aunque Sabom no deja claro este punto. 
6
 Sabom (1982), pp. 56-57 y apéndices. Tal vez el estudio realizado por Sabom se desarrolló 
rigurosamente, para saberlo con certeza habría que haber estado allí, pero la exposición que hace de estos 
resultados en su libro deja mucho que desear. 
28 
 
 La encuesta realizada por Gallup. Encuesta sobre las creencias en la vida tras la muerte 
de los norteamericanos mayores de 18 años. La encuesta se realizó en un año y medio, 
desde el comienzo de 1980 hasta septiembre de 1981. El método consistió en una 
selección ejemplar de gente, a la que se le realizaban entrevistas cara a cara, 
consistentes en preguntas de contenido escatológico que después se ponían en relación 
con datos personales variados. Aunque la encuesta trataba sobre cuestiones 
escatológicas en general, se dio una importancia especial al tema de las experiencias 
cercanas a la muerte.
1
 Según la encuesta, un 15% de los encuestados dijeron haber 
tenido una ECM, un 85% respondieron negativamente, y un 2% no estuvieron seguros.
2
 
Como indican los investigadores, si se proyectan sus hallazgos sobre el total de la 
población norteamericana, los resultados serían: 23 millones de personas habrían tenido 
una experiencia al borde de la muerte o de muerte temporal, y ocho millones habrían 
tenido algún tipo de encuentro místico vinculado al evento de muerte.
3
 
 
 Greyson realizó varios estudios retrospectivos con personal de la IANDS. Algunos 
ejemplos a este respecto: En un estudio sobre valores personales, de entre 264 
participantes, 89 testimoniaron ECM y 175 no.
4
 En otro estudio sobre variedades de 
ECM, de entre 246 participantes, 186 (76%) testimoniaron ECM (según la Escala 
Greyson), y 59 (24%) declararon casi-muerte sin ECM.
5
 Llevó a cabo una investigación 
investigación retrospectiva sobre estrés postraumático en experimentadoresde ECM.
6
 
Los participantes eran personas que habían contactado con el investigador, no 
solicitados por éste. En el estudio participaron 194 personas que declararon casi-muerte, 
de las cuales, 148 (76%) testimoniaron ECM (según la Escala Greyson). 
 
 Bruce Greyson dirigió un estudio sobre ECMs en enfermos cardiacos.
7
 En el estudio 
participaron todos los pacientes admitidos, en un periodo de treinta meses, en la UCI 
cardiaca o en la unidad de cardiología del University of Virginia Hospital; excluyendo a 
aquellos impedidos, por razones de salud física, mental o congénita, para realizar la 
entrevista. Se entrevistaron a 1595 pacientes, de los que 116 (7%) fueron admitidos 
como pacientes de paro cardiaco, 490 (31%) como infarto de miocardio, 624 (39%) 
como angina inestable, y los 365 (23%) restantes como pacientes con otros diagnósticos 
cardiacos; de los 1595, 27 (2%) puntuaron siete o más en la Escala Greyson, y 
constituyeron el grupo de experimentadores, el resto constituyeron el grupo de no 
experimentadores;
8
 el 10% de los pacientes de paro cardiaco testimoniaron ECM, 
mientras que en el resto de los grupos de enfermos cardiacos solo fue el 1% en cada 
uno, por lo que los testimonios de ECM son diez veces más habituales entre los 
pacientes de paro cardiaco que entre otros enfermos cardiacos.
9
 También indica 
 
1
 Gallup & Proctor (1982), pp. 1-4 y 221-222. 
2
 Gallup & Proctor (1982), p. 198. 
3
 Gallup & Proctor (1982), p. 6. 
4
 Greyson (1983). Los problemas de esta prevalencia son varios. No se aclara que es un experimentador y 
que no lo es, Greyson todavía no había publicado su escala. Y el problema habitual de que es un estudio 
realizado sobre personal de la IANDS; aunque el mismo Greyson reconoce este problema, p. 619. 
5
 Greyson (1993). 
6
 Greyson (2001). 
7
 Greyson (2003). 
8
 81 pacientes más dijeron haber tenido una ECM en el pasado, pero no fueron incluidos en este estudio. 
9
 Lo que supone, según Greyson, que hay una correlación entre la cercanía a la muerte real (no mental) y 
la ECM, Greyson (2003), p. 273. 
29 
 
Greyson que 81 (5%) pacientes adicionales declararon haber tenido una ECM con 
anterioridad.
1
 
 En este estudio puede observarse un problema con la noción de ECM; de los 27 
experimentadores, 17 declararon haber perdido la conciencia, 7 tener la conciencia 
disminuida, 3 estar normalmente conscientes,
2
 pero la definición más aceptada de ECM 
se caracteriza por una pérdida de la conciencia de vigilia (física), con lo que según esta 
noción de ECM, solamente 17 podrían ser realmente considerados como 
experimentadores. También hay un problema con la noción de cercanía a la muerte; 
para que haya ECM tiene que haber, obviamente, cercanía a la muerte o incluso muerte 
reversible o clínica, en el estudio de Greyson, médicamente hablando, en 7 
experimentadores se constató ausencia de signos vitales, en 9 experimentadores se 
constató una progresión hacia toda ausencia de signos vitales, en 9 experimentadores se 
constató una condición grave pero no cercana a la muerte, y en 2 experimentadores la 
condición no era grave; pero en el artículo no aparecen los datos médicos sobre casi-
muerte de los 1568 no experimentadores, solo aparecen los datos subjetivos al respecto, 
7 experimentadores consideraron que habían muerto frente a 30 no experimentadores, 
14 experimentadores se consideraron cerca de la muerte frente a 232 no 
experimentadores, 3 experimentadores consideraron que no habían estado cerca de la 
muerte frente a 425 no experimentadores, y 3 experimentadores no supieron decir cuál 
fue su estado frente a 881 no experimentadores.
3
 En función a estos datos, se puede 
observar que la frecuencia de ECMs en personas que han muerto reversiblemente o que 
han estado casi muertos, se eleva en un porcentaje muy elevado. 
 Un aspecto interesante, en función a ese escaso 2% de los enfermos cardiacos, es que la 
gente no es proclive a inventarse historias de ECMs. 
 
 Greyson realizó un estudio retrospectivo con pacientes psiquiátricos externos 
pertenecientes a la clínica psiquiátrica de la Universidad de Conética.
4
 Se solicitó a 
todos los pacientes de la clínica, entre julio de 1994 y junio de 1995, que participasen en 
el estudio, con la obtención de 832 participantes; pero no se obtuvieron datos de cuantos 
pacientes de la clínica al que se les solicitó participar en el estudio, al final no 
participaron. De 832 participantes, 272 (33%) declararon haber estado cerca de la 
muerte, y de estos, 61 (22%, 7% del total de los participantes) testimoniaron ECM 
(según la Escala Greyson). Pero no hubo datos de cuanto pacientes de la clínica al que 
se les solicitó participar en el estudio, al final no participaron. 
 
 
 En una investigación realizada por Greyson y otros colaboradores para verificar las 
EECs, no se dio ningún testimonio de ECM entre 25 pacientes a los cuales se les había 
inducido 52 paradas cardiacas, con la finalidad de implantar un “marcapasos”. Los 
investigadores sugieren tres explicaciones hipotéticas de porque no se produjeron 
ECMs: Las expectativas de los pacientes de no sentirse en peligro; la breve duración de 
la parada cardiaca; o, el efecto de la anestesia.
5
 
 
 
1
 Greyson (2003), p. 271. Estos pacientes no fueron incluidos en este estudio, con lo que la investigación 
puede considerarse como prospectiva. 
2
 Greyson (2003), p. 272. 
3
 Greyson (2003), p. 272. 
4
 Greyson (2003)b. 
5
 Greyson et al. (2006). 
30 
 
 Walker y Russell realizaron un estudio sobre el conocimiento que poseía un grupo de 
psicólogos sobre ECMs.
1
 De 117 participantes en el estudio, 8 (7%), declararon haber 
tenido una ECM, pero los investigadores indican que este dato puede estar hinchado, 
basándose en el contenido inadecuado de sus testimonios.
2
 De los 117 psicólogos, de los 
cuales un 81% eran psicólogos clínicos, el 19% declararon haber tenido pacientes que 
habían pasado por una ECM, y un 28% declararon haber tenido contacto personal con 
experimentadores. 
 
 En el estudio chino sobre supervivientes del terremoto de Tangshan, realizado por Zhi-
ying y Jian-xun, se encontró una elevada frecuencia de ECMs.
3
 
 
 Aunque se mencione aquí el estudio alemán de Knoblauch, Schmied y Schnettler,
4
 
hay que advertir que esta investigación no posee una gran utilidad con respecto a la 
cuestión de la frecuencia de las ECMs, el problema reside en su ambigua noción de 
ECM, en la que incluyen personas, más de la mitad, que no han vivido un episodio de 
casi-muerte;
5
 pero no indican cuantos sí lo han vivido, dato que permitiría obtener una 
frecuencia. 
 
 En el estudio de Parnia, Waller, Yeates y Fenwick se incluyó a todos los 
supervivientes de paro cardiaco que se dieron durante un año en el Southampton 
General Hospital; 63 supervivientes de paro cardiaco, de los cuales 7 (11,1%) 
testimoniaron haber tenido algún recuerdo vinculado a su episodio de inconsciencia. 
Aplicando la escala Greyson, y considerando una puntuación mínima de siete como 
ECM, 4 (6,3%) pacientes testimoniaron ECMs; los otros 3 no reunieron los criterios, 
según la escala Greyson, para que sus testimonios fueran considerados como de ECM, 
aunque de estos tres, dos pacientes si testimoniaron temas comunes de ECM, y el 
testimonio del restante no coincidía con los modelos usuales de ECM al respecto.
6
 
 
 En el estudio de van Lommel y su equipo desarrollado en Holanda, participaron 344 
pacientes de diez hospitales holandeses, supervivientes de 509 paros cardiacos. De 
acuerdo al índice Ring de ponderación: 282 pacientes (82%) ponderaron 0, es decir, no 
tenían ningún recuerdo; 21 (6%) ponderaron 1-5; 18 (5%) ponderaron 6-9; 17 (5%) 
ponderaron 10-14; y, 6 (2%), ponderaron 15-19. O sea, 62 (18%) pacientes 
testimoniaron ECM, de los que 41 (12%) testimoniaron

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