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Analisis-de-las-muertes-en-fechas-significativas-y-muertes-en-serie-de-personas-fallecidas-en-el-Hospital-Ceylan-de-la-SS-2009-2012

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Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Estudios Superiores Iztacala 
 
 
 
Análisis de las muertes en fechas significativas y 
muertes en serie de personas fallecidas en el 
Hospital Ceylán de la SS 2009-2012 
 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
P R E S E N T A (N) 
 
Mary Carmen Landaverde López 
 
 
Director: Dr. Fernando Quintanar Olguín 
Dictaminadores: Mtra. Carlota Josefina García Reyes-Lira 
 Lic. María Estela de los Remedios Flores Ortiz 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los Reyes Iztacala, Edo de México, 2014 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
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Esta tesis contó con financiamiento de: 
PROYECTO PAPIME PE304410 “Diseño de un Test Proyectivo 
Tipo Frases Incompletas para obtener un perfil de la representación 
y actitudes ante la vejez” 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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DEDICATORIA 
Este trabajo de tesis está dedicado muy especialmente a “Bubik” y mi querido Abuelo 
quienes con su muerte me ayudaron a resignificar mi vida y mi pasión por la psicología, la 
tanatología y la vejez. A Fer, Juanito, Beto y Josefina mis tíos queridos que llevo instalados 
por siempre en mi corazón. 
AGRADECIMIENTOS 
Sin duda la tesis de licenciatura siempre suele ser un proyecto importante. Detrás de ella 
hay la finalización y cierre de muchos ciclos así como el inicio de nuevos planes y sueños. 
En mi experiencia no sólo representa el cierre de mi carrera universitaria, sino el cierre de 
una de las experiencias personales más difíciles por las cuales tuve que atravesar, 
haciéndolo un camino largo y difícil de transitar. Definitivamente no lo hubiera logrado sin 
el acompañamiento y presencia de mi maravillosa red de apoyo. 
Fernando Quintanar, un apoyo invaluable durante la elaboración de esta tesis. Por creer en 
mí y entusiasmarse conmigo en este proyecto, mostrándome su apoyo en innumerables 
ocasiones y maneras convirtiéndose ahora en mi amigo cercano y apoyador. Sin su ayuda 
siempre dispuesta y cariñosa nunca lo hubiera logrado. 
Carlota García quien con su paciencia y presencia siempre cálidas estuvo presente para 
escuchar mis dudas, mis sugerencias y hasta mis miedos. 
Estela Flores por sus sugerencias, comentarios y ayuda para finalizar con este proyecto. 
Fer y Carlota, en la trayectoria de mi carrera tuve muchos profesores pero MAESTROS 
muy pocos. Ustedes son mis amados maestros y no sólo hablando de manera intelectual 
sino de vida, su apoyo y estímulo me contiene y soporta, me motiva e inspira y sobretodo 
me invita a seguirme preparando, estudiando, reflexionando, trabajándome y esforzándome 
por cumplir mis objetivos. Infinitas gracias. 
Haydee Villa, sin su ayuda siempre dispuesta y cariñosa hubiera tardado mucho más en 
recobrar la motivación y las fuerzas para seguir adelante con este proyecto. Su cercanía me 
ha estimulado de muchas maneras tanto intelectual como emocionalmente. 
 
 
 
 
 
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Mi familia, quiero agradecer principalmente a mi padre, mi madre y mi hermano, por tener 
paciencia e impulsarme en la realización de todos mis proyectos. Gracias por su infinito 
amor siempre presente. 
A mi familia elegida, todos aquellos amigos por su apoyo silencioso pero muy presente, 
mostrando su fe y cariño hacia mí. 
Arni Palma, “mi chikis” ha tenido que soportar todo mi proceso de elaboración del 
presente trabajo, brindándome su amor, impulso y comprensión necesarios para mí en estos 
tiempos difíciles. Siempre presente y dispuesto a ayudarme con mis “dificultades 
tecnológicas” o bien a sólo permanecer y darme una caricia amorosa para permitirme 
recobrar fuerzas y continuar. A su lado y gracias a su apoyo, siento el doble de ganas de 
cumplir con todos mis sueños y proyectos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
ÍNDICE DE CONTENIDO 
RESUMEN .......................................................................................................................................... 7 
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 9 
1. DEFINICIÓN DE MUERTE .................................................................................................... 13 
1.1 Muerte como condición ........................................................................................................... 15 
1.2 Muerte como proceso .............................................................................................................. 17 
1.3 Muerte como hecho ................................................................................................................. 20 
2. LA MUERTE COMO FENÓMENO DE ESTÚDIO ................................................................ 23 
2.1 La muerte cómo un dato .......................................................................................................... 25 
2.2 Otra mirada en la investigación ............................................................................................... 30 
3. ESTUDIO SOBRE MUERTES EN FECHAS SIGNIFICATIVAS ............................................. 38 
4. ESTUDIO SOBRE MUERTES EN SERIE .............................................................................. 41 
5. MÉTODO .................................................................................................................................. 45 
Tipo de investigación ........................................................................................................................ 45 
Población ........................................................................................................................................... 45 
Instrumentos ...................................................................................................................................... 46 
Procedimiento ................................................................................................................................... 46 
6. RESULTADOS ............................................................................................................................. 49 
6.1 Resultados demográficos......................................................................................................... 49 
6.1.1 Frecuencia de muertes registradas por año ....................................................................... 49 
6.1.2 Frecuencia de muertes registradas por género.................................................................. 49 
6.1.3 Frecuencia de muertes registradas por grupo generacional .............................................. 50 
6.1.4 Frecuencia de muertes registradas por estado civil .......................................................... 51 
6.1.5 Frecuencia de muertes registradas por escolaridad .......................................................... 52 
6.1.6 Frecuencia de muertes registradas por ocupación ............................................................ 52 
6.1.7 Frecuencias de muerte registradas por lugar de defunción .............................................. 536 
6.1.8 Frecuencia de muertes registradas por hora de defunción ................................................ 54 
6.1.9 Frecuencia de muertes y causa de defunción ................................................................... 55 
6.1.10 Frecuencia de muertes y causas con relación al género ................................................. 57 
6.1.11 Frecuencias de muerte y causa con respecto al grupo de edad ....................................... 57 
6.2 Resultados sobre el fenómeno de inclinación de la muerte a fechas significativas. ............... 59 
6.2.1 Inclinación de la muerte alrededor de fechas significativas ............................................. 59 
6.2.2 Frecuencias de muerte alrededor de las fechas significativas con respecto al año de 
defunción. .................................................................................................................................. 66 
6.2.3 Frecuencias de muerte alrededor de las fechas significativas con respecto al género. ..... 74 
6.2.4 Frecuencias de muerte alrededor de las fechas significativas con respecto al grupo de 
edad ........................................................................................................................................... 84 
6.3 Resultados sobre el fenómeno de muertes en serie ................................................................. 98 
6.3.1 Resultados sobre el fenómeno de muertes en serie con respecto al servicio del hospital 
Ceylán ..................................................................................................................................... 105 
DISCUSIÓN ................................................................................................................................... 119 
CONCLUSIÓN ............................................................................................................................... 123 
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................. 128 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
RESUMEN 
El objetivo de dicho trabajo es el de identificar diferencias en la distribución de las 
muertes en series reales y muertes al azar de personas que ya fallecieron en el hospital de 
Ceylán a lo largo del periodo 2009-2012. Así como identificar si existe el fenómeno de la 
inclinación a la muerte asociada a fechas significativas. Se trató de una investigación de 
tipo exploratoria, descriptiva, retroprospectiva no manipulativa y se consideraron algunos 
datos de tipo epidemiológico tales como las causas particulares de la muerte. Se realizó una 
revisión de 872 expedientes de defunción y para poder analizar el fenómeno de inclinación 
a la muerte asociada a eventos significativos se clasificaron los datos de las muertes en 
intervalos de 5 semanas antes y 5 semanas después de la fecha de cumpleaños, y otros 
eventos y se analizó la frecuencia de muertes en relación a dichas fechas y a variables como 
género, año de defunción y grupo de edad. Para identificar si existían diferencias en la 
distribución de las muertes en series reales contra las esperadas por azar, se graficaron día a 
día los reportes de las muertes y se realizó un análisis estadístico mediante la prueba T de 
Student. Como resultados generales se encontró que efectivamente hay una diferenciación 
en relación de los fallecimientos bajo ciertas características demográficas como género, 
grupo de edad, tipo de fecha o bien fecha significativa. Con respecto a las muertes en serie 
se observó que en el caso de los hospitales de tercer nivel con un alto índice de incidencias 
para diferentes tipos de servicios se saturan las muertes en serie lo cual hace difícil 
reconocer su presencia. Finalmente se llega a la conclusión de que para el personal médico 
y de salud, incluidos los psicólogos, el reconocimiento de las fechas significativas y en 
serie permitiría reconocer patrones de comportamiento característicos del riesgo de muerte 
y da la posibilidad de planear estrategias terapéuticas. 
 
Palabras clave: muertes en series reales, muertes en series al azar, muerte en fechas 
significativas. 
 
 
 
 
 
 
8 
ABSTRACT 
The objective of this work is to identify differences in the distribution of actual deaths 
and deaths random series of people who have died in the hospital of Ceylán along the 
period 2009-2012. And identify if there is a phenomenon of the inclination to significant 
dates associated with death. It was an exploratory research, descriptive, non-manipulative 
retroprospective type, and some epidemiological data such as the particular causes of death 
were considered. A review of 872 cases of death was made, and to analyze the phenomenon 
of inclination to that associated with significant events death data of the deaths were 
classified into intervals of 5 weeks before and 5 weeks after the date of birth, and other 
events and frequency of deaths at these dates and variables such as gender, year of death 
and age group was analyzed in relation. To identify whether there were differences in the 
distribution of deaths against the expected real series by chance, they were plotted day by 
day reports of deaths and a statistical analysis was performed using Student's t test. As 
overall results found that there is indeed a distinction in relation to deaths under certain 
demographic characteristics such as gender, age, type of date or significant date. With 
respect to serial killing was observed in the case of tertiary hospitals with a high incidence 
rate for different types of services are saturated deaths in series making it difficult to 
recognize their presence. Finally we reach the conclusion that for the medical and health 
personnel, including psychologists, recognizing the significant dates and series would 
recognize patterns of behavior characteristic of the risk of death and the possibility of 
planning therapeutic strategies. 
Keywords: real series deaths, deaths in series at random meaningful death dates. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
INTRODUCCIÓN 
La muerte como proceso natural, es un fenómeno inherente al ciclo vital que cumple 
todo ser vivo, y el hombre muere como parte de este proceso. Se puede decir también que 
se trata de un misterio, pues a pesar de que morir sea una condición del ser humano, se 
encuentra tan alejada de nuestras vidas. ¿Por qué nos resulta tan difícil, explicarla, definirla, 
nombrarla? Pareciera que el concepto de muerte es ignorado y es mucho, creo yo, por el 
miedo y los mitos que vamos introyectando, que la propia cultura tiene sobre este 
fenómeno. Es más, la muerte está tan apartada de nuestras vidas que es casi de mal gusto 
hablar de ella y de lo que le rodea, volviéndola a menudo un drama que se oculta, que se 
niega, que se minimiza y que se vuelve hasta muchas veces banal. 
Su negación es tal que su presencia, aceptación y nombramiento es confinado a ciertos 
lugares, tales como hospitales, cementerios, funerarias, demostrando que solamente cuando 
no es posible hacer otra cosa hablamos de ella, como mero fenómeno accidental y de 
carácter estrictamente inevitable, sin nombrarla realmente , pues su mismísimo nombre se 
elude recurriendo a eufemismos tales como “pasó a mejor vida”, “ el sueño eterno”, 
“descansar”, “el más allá”, “estirar la pata”, “se lo llevó”, “se fue al cielo”, “descanse en 
paz” entre muchos otros. Por lo tanto, se convierte en un tema aterrador, desagradable, 
penoso, se convierte en un "tabú” con el que como seres humanos aprendemos a vivir en la 
vida cotidiana ejerciendo una función para sostener la angustia que nos provoca. Mas sin 
embargo, como profesionistas de la salud no podemos escapar de su presencia. 
Esta investigación se origina en la reflexión práctica de psicólogos en formación, así 
como de otros que ya son practicantes y maestros en la materia, al encontrarque en el 
campo profesional se enfrenta constantemente con el tema de la muerte. Se visualiza en los 
pacientes quienes llegan con un profundo dolor al estar enfrentando la muerte de un ser 
querido, en algunos otros cuyo familiar padece un enfermedad crónico degenerativa o bien 
ellos mismos la padecen, se presenta en las pérdidas cotidianas. Al referirnos a los aspectos 
psicológicos en torno al tema de la muerte, aludimos al nivel de los pensamientos, 
actitudes, sentimientos, emociones y comportamientos de los individuos como seres 
biopsicosociales. Pero también hace referencia a las formas y tiempos de morir, un 
fenómeno de la muerte reflejada en información recientemente reportada que obliga a 
 
 
 
10 
cuestionarnos sobre cómo la miramos, cómo nos acercamos a su comprensión y de qué 
manera enfrentamos las situaciones que desencadena. 
A este tipo de fenómenos Quintanar (1994) los llama “muertes en serie” y “muertes en 
fechas significativas” y su estudio surgió de la observación del comportamiento de los 
datos y tipos de información reportada acerca de la muerte en diferentes instituciones. En 
ambos tipos de estudios se observa que hay una condición sobre la muerte que casi nunca 
se toma en cuenta pues los reportes institucionales suelen hacerse en tablas de totales y 
gráficas de barras tomando los datos en conjunto no pudiendo identificarse las 
particularidades de la forma de morir. Pues se ha puesto en evidencia que también se puede 
manifestar una relación temporal entre las muertes que en la mayor parte de los estudios no 
es considerado, así como la reflexión de que el momento de la muerte está determinado no 
sólo biológicamente sino también psicológicamente. 
Por lo anterior, la finalidad de este estudio fue retomar estas investigaciones e identificar 
si existe el fenómeno de la inclinación a la muerte en fechas significativas en personas que 
ya fallecieron haciendo revisión de los expedientes de defunción en un hospital, así como 
identificar mediante un análisis día a día si es que existen diferencias en la distribución de 
las muertes en series reales o si son debidas únicamente al azar. 
Es así, que para fines de este trabajo iniciamos con un primer capítulo donde se 
reflexiona sobre la propia concepción de muerte y la dificultad de su definición al ser un 
fenómeno multidimensional. Por lo que, para poder aproximarnos a su comprensión el 
capítulo se divide en tres enfoques o aspectos de la muerte: la muerte como condición, 
como proceso y como hecho. Acercándonos a una concepción más amplia del fenómeno 
que permite mirarlo de forma más integral encontrando que no es algo ajeno a la vida 
misma, sino por el contrario, es algo interno o intrínseco que procede del propio organismo 
dándole un sentido a la existencia, que toma fuerza y se manifiesta a través de las faltas en 
un proceso de declive o agonía, haciéndose finalmente presente a través de las ausencias. 
 Pero hacer una definición conceptual integrada del fenómeno de la muerte a partir de 
sus aspectos de condición, proceso y hecho, pone de manifiesto que es un aspecto del ser 
humano nada sencillo de explicar y por tanto tampoco lo es su acercamiento como 
 
11 
fenómeno de estudio. Es por ello que se dedica un segundo capítulo a la reflexión de cómo 
ha sido el acercamiento al estudio de la muerte por algunas de las ciencias del hombre que 
nos lleva a observar que la tendencia principal en la investigación con respecto a este 
fenómeno se ha centrado en el aspecto biológico, epidemiológico o bien discusiones 
filosóficas y de actitudes principalmente. Demostrando que la ciencia en mucho limita sus 
observaciones, y por tanto sus conclusiones, a dimensiones concretas del proceso y el 
hecho de la muerte. Pues por una parte observamos que se pone demasiada atención en 
estudiar costumbres, sentimientos, actitudes, reacciones y comportamientos, etc, al 
momento de morir, o bien la muerte se convierte en cifras o en un dato, generalmente 
correlacionadas con algún tipo de diagnóstico y con la plena ignorancia de los aspectos 
sociales y psicológicos que rodearon la presencia de las muertes reportadas. 
Sin embargo, en otro apartado del mismo capítulo se hace una recopilación de diversos 
estudios científicos que no se limitan a estos aspectos, aventurándose a poner el ojo de la 
investigación en aspectos aún más complejos que muchas veces los tomamos como banales 
o imposibles de estudiar desde un aspecto meramente científico, pero que autores como 
Moody (1977) y Osiris y Haraldsson (1977) demuestran con sus estrategias metodológicas 
y sus hallazgos que existen otras alternativas para plantear y comprender los aspectos que 
rodean la muerte y que hay otros factores en juego que participan en las formas de morir. 
Algunos de estos factores se tratan de los eventos significativos o bien ocasiones 
simbólicas o personalmente significativas que como veremos en el tercer capítulo algunos 
estudios en los últimos años encuentran un aumento de la mortalidad asociada a éstos, a lo 
cual en el presente estudio lo llamamos el fenómeno de la muerte en relación a fechas 
significativas. Por ejemplo, Philips, Van Voorhess y Ruth (1992) mencionan que las 
ocasiones simbólicas o fechas significativas pueden tener dos funciones en las formas de 
morir. La primera es que pueden tener la función de “fecha límite”, es decir, un evento que 
se evita pues se espera con dolor o es rechazado. Al contrario, la segunda tiene una función 
de “línea de vida” refiriéndose a un evento que se espera con placer. 
En el capítulo cuatro reflexionaremos con respecto al fenómeno de las “muertes en 
serie” remitiéndonos a estudios que muestran que hay muertes que se producen 
simultáneamente o una después de otra, en serie. Por lo que Quintanar (1994) las define 
 
12 
como “aquellos fallecimientos que se presentan en una población de forma simultánea o 
consecutiva a lo largo de una semana o con siete días como máximo entre muerte y muerte 
independientemente de la causa del fallecimiento” (pp 89). 
Posteriormente el capítulo cinco hace referencia al método de investigación utilizado, 
explicándolo de manera específica. Siguiendo con la presentación de los resultados en los 
que se inicia con un primer apartado que hace mención de los resultados generales de la 
población estudiada. El segundo apartado de los resultados está dedicado especialmente al 
análisis de los resultados con respecto a la inclinación de la muerte alrededor de las fechas 
significativas generales, así como la frecuencia de muertes alrededor de las fechas 
significativas con respecto al año de defunción, al género y al grupo de edad. El tercer 
apartado de los resultados se enfoca en el análisis sobre el fenómeno de muertes en serie 
que consiste en identificar, mediante un análisis día a día, si existen diferencias en la 
distribución de las muertes en series reales contra las esperadas por azar durante el periodo 
estudiado y su distribución por cada unidad de servicio en el hospital. 
Finalmente se presenta una discusión relacionada con los hallazgos encontrados y su 
reflexión a partir de la revisión bibliográfica, llevándola a una postura personal que se 
reporta a manera de conclusiones en el presente texto y una invitación para la realización de 
futuras investigaciones sobre el tema. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13 
1. DEFINICIÓN DE MUERTE 
El presente estudio se inicia mediante el intento por definir el concepto principal y 
central de la tesis. ¿Qué es la muerte?, ¿Cómo se define, qué significa, qué entendemos por 
ella? Bien “sabemos” que la muerte como proceso natural es un fenómeno que le ocurre a 
todo ser vivo, y por ende el hombre no está exento de ello y muere como parte de este 
proceso. Se puede decir también que es un misterio, un evento que impacta a todos los 
hombres, pero que a la vez asusta mencionar, y ni se diga, estudiar. 
Elconcepto de muerte es ignorado y es mucho por el miedo y los mitos que se 
construyen a lo largo del desarrollo cultural. Este temor se favorece por los medios de 
comunicación, el lugar en que se muere, la agonía y la soledad que implica tanto para el 
que muere, como para los que deja. 
El hombre teme a la agonía, lo cual significa lucha y sufrimiento. Mucha gente se 
pregunta qué sucederá al momento de morir, si dolerá, si estará solo o acompañado, 
produciendo que en la mayoría de las ocasiones a que los individuos nieguen la realidad de 
su propia muerte durante un tiempo. 
Para Bravo (2006), la muerte es un tránsito y un descanso, un amanecer y un anochecer, 
una despedida y un encuentro, una realización y una promesa, una partida y una llegada. El 
autor da a entender que nuestra vida no comienza cuando se nace y no termina cuando 
muere, sino que sólo es pasar un tiempo para madurar y crear un poco y muy sabiamente 
recalca que si comenzamos a intuir qué es la vida, nos será más fácil llegar a comprender el 
modo en que a todo fenómeno vital le sigue un declive y un nuevo comienzo. Es una 
invitación a comprender la muerte desde el proceso mismo de vivir, pues se trata de dos 
fenómenos inseparables, es claro que sin vida no puede darse la muerte. De igual manera 
Marín (2000) indica que es preciso entender lo que es la muerte para poder comprender lo 
que es la vida. Por ejemplo al entender cuáles son los aspectos psicológicos (cogniciones, 
actitudes, sentimientos, emociones y comportamientos del individuo como ser 
biopsicosocial) de una persona que se “aproxima” a la muerte propia o la de un ser 
querido, es que podemos comprender que lo más difícil de lograr para la mayoría de los 
seres humanos es la aceptación. 
 
 
 
14 
Para éste mismo autor los científicos, filósofos y religiones se encargan de construir 
cada uno desde sus elementos teóricos su definición de la muerte, cuyas ideas en gran 
medida se mezclan y al mismo tiempo se contraponen unas contra otras, dando como 
resultado un concepto matizado de ciencia, filosofía y religión que lejos de ser claro y 
favorable, está rodeado de misterio miedo, depresión, dolor, manipulación, etc. Para 
muchos la muerte significará lo más transcendental de la vida humana, mientras que para 
otros es el fin de la existencia. 
Por ésta y más razones se da la gran dificultad de definir qué es la muerte, pues hemos 
de considerar que se trata de un fenómeno multidimensional que para poder aproximarnos a 
comprenderla será pertinente abordarla desde distintos enfoques o aspectos que más que 
contraponerse se complementan. Por ello, en este capítulo se abordará el concepto de 
muerte a partir de tres aspectos: 
1) La muerte como condición. La muerte puede ser concebida como algo interno o 
intrínseco, que procede del propio organismo y con la que, en cierto modo y aunque 
parezca paradójico "convivimos" desde que nacemos. 
2) La muerte como proceso. Es decir la agonía o el proceso de morir. 
3) La muerte como hecho. Concepto abstracto de finalidad, el acto final de la vida del 
hombre (la muerte propiamente dicha). 
Estos tres aspectos permitirán comprender el concepto de muerte desde una mirada más 
amplia, saliéndonos del esquema de una mera definición de diccionario que nos dejaría una 
vez más en lo ajeno y despersonalizado que nos es la muerte. 
 
 
 
 
 
 
15 
1.1 Muerte como condición 
El animal conoce la muerte tan sólo cuando muere; 
el hombre se aproxima a su muerte con plena conciencia de ella 
en cada hora de su vida. 
Shopenhauer 
Podemos entender la muerte como condición dado que es un evento fisiológico 
predeterminado y concomitante a la existencia. Esto es, que la única condición necesaria 
para morir, es la de estar vivos. Scheler (1962, en Pérez, 2002) dice que la muerte se nos da 
por anticipado, pues acompaña a la vida en todos los momentos y, por tanto, no debe de 
sorprendernos como algo accidental. Es decir, que es una compañera en todo el viaje de 
vivir en donde las patologías que suelen desencadenarla y acompañarla son independientes 
y sólo formaran una parte de la muerte misma, puesto que ella ya era parte de nuestro andar 
por la vida. 
Muchos pensadores a lo largo de la historia encuentran que la muerte sólo podría cobrar 
sentido en su unión dialéctica con la vida. En nuestra propia cultura se puede observar, pues 
sabemos bien que los aztecas entre muchas de sus divinidades algunas eran dedicadas a la 
muerte y a los muertos, así como a la tierra donde estos iban, concibiendo una catolice, que 
parece ser el símbolo máximo de conjunción de vida y muerte. 
En el mundo occidental la filosofía existencial destaca muy bien esta conjunción de vida 
y muerte postulando que este proceso es parte de la vida, más que su terminación, y sólo 
mediante la integración del concepto de la muerte en la propia persona llega a ser posible 
una existencia autentica y genuina. El precio que se paga por su negación es una ansiedad y 
enajenación intensas. 
En este sentido, Heidegger, filósofo existencial muestra en sus obras que la muerte es 
parte constitutiva de la vida del ser del hombre. Desde que nace comienza a morir, 
comienza a vivir con la muerte. Tan pronto como el hombre viene a la vida ya es 
suficientemente viejo para morir. La muerte no es, o no debe ser, un hecho vivido 
externamente sino que debe ser vivido como algo que es intrínseco a la propia vida del 
hombre, ya que se tara de: 
 
16 
• Un hecho inexorable de la condición humana 
• El punto en el que todos nuestros proyectos y posibilidades se cierran. 
• Evento propio e íntimo del cual somos conscientes, y es ésta conciencia es la que 
tiene un papel central en nuestras vidas. (Martínez, 2009) 
Es por eso que Pérez (op.cit) menciona que la muerte moldea la existencia, es decir que 
no es algo que simplemente acontece, sino algo sin lo cual nada en realidad acontecería por 
lo que da sentido a nuestra existencia. Se puede decir entonces que no es sólo límite, sino 
línea divisoria que además de poner fin da sentido. 
Marin (2000), menciona que la existencia de la muerte, el saber de nuestras finitudes es 
lo que permite significar toda nuestra obra, todo nuestro hacer y sentir. Si algún día nos 
fuésemos a morir ¿cuál sería el sentido de todo nuestro vivir? Hoy amamos, sufrimos, 
trabajamos, odiamos y el sentido de todo este bregar está dado por la certidumbre de que en 
algún momento la vida se terminaría. Si nuestra vida no corriese riesgos, si no existiera la 
posibilidad, siempre presente y acechante, de que esta pudiese terminar ¿para que 
esforzarse, para que sentir? Todo sería postergado. Ningún placer, ningún dolor hallaría 
lugar. Tan solo el tedio se apoderaría de los individuos, el letargo triunfaría sobre la vida. 
Sin embargo, toda esta conciencia de finitud nos llena de miedo y ansiedad, temas que 
ampliamente estudiados en el ámbito de la psicología. Por ejemplo Zilboorg (en Becker 
2003) señala que este miedo es, en realidad, una expresión del instinto de auto 
conservación, que funciona como un aliciente constante para asegurar la vida y dominar los 
peligros que la amenazan. Con respecto a esto Rebolledo menciona que: 
Nuestra existencia por si misma tiene entonces un porqué y un para qué ser. 
Evolucionar. Ascender a la vida en cuanto se cumple con el orden que por sí 
misma determina y en consecuencia alcanzar la realidad. Alcanzar el entorno, 
haciéndolo referente a nosotros "tocar al otro" como un límite preestablecido para 
llegar a "tocarnos" a nosotros mismos. Definir la completitud de lo que se es. 
Morir es dar el acabado, es una condición definitiva que no puede ser otra cosa 
más que, sí misma. Es "tocar" la realidad (1999, p.85). 
 
17 
Pero la muerte, si es entendida desde esta condición, se trata de un símbolo complejo 
con el que convivimos todo el tiempo, no es una cosa concreta y claramente definida,la 
propia muerte no es un estado, sino una simbología que varía de persona a persona. Y es 
Freud con el psicoanálisis quien muestra que la represión se encarga de que podamos vivir 
ante ese símbolo complejo pues si esta conciencia de muerte y la ansiedad y miedo que 
provoca estuvieran siempre presentes seriamos incapaces de funcionar. Lo hemos de 
reprimir como es debido para mantenernos vivos con un mínimo de bienestar. A esto 
Becker (2003) menciona que el organismo trabaja activamente contra su propia fragilidad 
buscando su desarrollo y perpetuándose en la experiencia de vivir. 
Podemos observar entonces que los seres humanos tienen intrínsecamente la condición 
de seres mortales funcionando además cómo el único animal consciente de ello por lo que 
realizan procesos como la represión o negación para sobrellevarlo, sin embrago el paso de 
la condición de seres mortales, a la condición de estar a punto de morir y finalmente a la de 
estar moribundos puede darse rápidamente, lo que lleva a encarar la condición de seres 
mortales a partir de un proceso distinto. 
 
1.2 Muerte como proceso 
"La vida, lejos de ser el conjunto de las funciones que se resisten a la muerte, 
es, más bien, el conjunto de las funciones que nos arrastran a ella" 
CIORAN 
Se sabe bien que la historia natural de todo ser vivo comprende nacer, crecer, 
reproducirse y morir. Históricamente los intentos por definir el momento preciso de la 
muerte han sido problemáticos. Antiguamente se definía la muerte (hecho) como el 
momento en que cesan los latidos del corazón y la respiración. Ello propicio casos en que 
los presuntos difuntos volvían a la vida, llegando así toda clase de supersticiones. Pero el 
desarrollo de la ciencia permitió establecer que realmente la muerte es en sí misma también 
un proceso, el cual en un determinado momento se torna irreversible, pero ¿cuándo se 
inicia el proceso de muerte? Thomas (1991) menciona que se inicia cuando el individuo 
pierde las capacidades de adaptación a los cambios internos y externos que le suceden. Así 
 
18 
comienza un proceso terminal de falla orgánica múltiple. Asimismo, en otro escrito Thomas 
dice que: 
 …la muerte es un proceso de transformación e intercambios energéticos de un 
ente hacia una condición entrópica. Sin embargo la muerte es a su vez un 
fenómeno que actúa como mecanismo regulador dentro del sistema de orden 
superior mediante la retroalimentación negativa que mantienen la relación de los 
fenómenos de especie (1993, p. 23). 
Así la muerte es el estado final de cualquier biosistema, íntimamente vinculado a su 
máximo nivel de entropía, es decir, no dispone de energía útil, lo que supone un estado 
final irreversible. Un organismo muerto, incluyendo a los humanos, jamás retornará a la 
vida, ya que ello implicaría la violación de la naturaleza de la entropía, al haber alcanzado 
el máximo de ésta, según la tendencia de los procesos naturales o espontáneos. Patrick-
Johansson explica que: 
La entropía, en termodinámica, es la magnitud física que mide la parte de la 
energía que no puede utilizarse para producir trabajo, pudiendo compararse con el 
desorden. Su valor, en un sistema aislado, crece en el transcurso de un proceso que 
se dé de forma natural o espontánea. Cada cuerpo cuenta con su valor máximo de 
entropía, aunque éste no se pueda saber de antemano, ya que sólo se pueden 
calcular variaciones de entropía (2004,p.112). 
La ausencia de la generación de energía interna de forma autónoma se producirá por la 
falta de aporte de oxígeno y glucosa que llevan a la muerte celular irreversible. 
 Por otra parte Thomas W. Furlow concibe el morir como: 
... un proceso (a modo de tres círculos concéntricos): primero se da la muerte 
social; es el círculo exterior más vulnerable y constituye el primer síntoma de 
muerte. En seguida viene la vida intelectual humana, que se caracteriza por la 
conciencia y las funciones racionales. Dichas funciones derivan de la región 
superior del encéfalo (del cerebro). Finalmente es la vida biológica, que depende 
del tronco cerebral (no es específicamente humana) y controla el latido del 
 
19 
corazón, la respiración y otras funciones biológicas básicas. La definición de 
muerte tiende a desplazarse del círculo biológico al cerebral (en Pérez 2002, p. 
54). 
Podemos observar que el proceso de muerte es reconocible a partir de signos, síntomas, 
reacciones, actitudes y circunstancias socioculturales y del medio ambiente que afectan al 
individuo que, en la incapacidad de respuesta al daño, progresa mediante un proceso 
fisiológico concomitante al de la enfermedad y que es propiamente lo que entenderemos 
como estado terminal. Es en este estado donde se desencadenan los fenómenos o fases de 
duelo ante la muerte descritos por la doctora Kübler-Ross (1975) que constituyen el modelo 
más conocido del proceso de morir, constando de cinco fases: 
1) La negación. Se caracteriza por los mecanismos de negación y de aislamiento 
rechazando una realidad que por lo general aparece en forma de un diagnóstico 
médico. 
2) La ira. La autora lo describe como un estado egoísta puesto que el moribundo sólo 
está preocupado por sí mismo. Expresa sentimientos de ira que se mezclan con 
envidia y resentimiento, que corresponderían a la pregunta ¿Por qué a mí? Con una 
hostilidad dirigida a la enfermedad y la muerte. 
3) El regateo. Consiste en que la persona moribunda implora a Dios, al médico o a 
otras figuras de influencia que su vida sea prolongada o disminuyan su dolor, por lo 
general haciendo promesas que la mayoría de las veces no logra cumplir. 
4) La depresión. En un primer momento las personas se lamentan de las pérdidas 
pasadas, las cosas que no se hicieron o dejaron de hacer, los errores cometidos; 
posteriormente hay una resignación y aislamiento acompañado de tristeza, sin 
aceptar aún la muerte. 
5) La aceptación. Finalmente progresando así, en los casos favorables hacia una 
aceptación que le permita acoger la muerte con serenidad. El paciente acepta la 
muerte inminente en una actitud por lo general de tranquila y de entrega. 
 
20 
Este modelo, ejemplar y pionero en su género, es referencia obligada para todo trabajo o 
atención al proceso de morir. Sin embargo ha sido sujeto a revisiones y críticas, sobre todo 
por su aparente estructura lineal pero es importante recalcar que este proceso es dinámico, 
no debe verse como receta de cocina, como pasos consecuentes a seguir, el proceso ante la 
muerte y los mecanismos de defensa dependerán de un sinfín de circunstancias como la 
edad, el sexo, las causas de la muerte, etc. las etapas pueden superponerse, tener ciertos 
retrocesos o simplemente omitirse. De igual forma la vivencia de los allegados presenta 
cierta semejanza con la del individuo en estado terminal. 
 
1.3 Muerte como hecho 
Morir, no es dejar de ser 
Sino dejar de estar 
Dr.J.F. Rebolledo Mota 
Finalmente la muerte se convierte en un hecho. Flores, Pérez, Thambo, & Valdivieso 
(2004) mencionan que la muerte requiere un diagnóstico perse y hasta ahora contamos con 
cierta metodología que permite indicar que alguien está muerto. Para morir se requiere de la 
participación directa de una enfermedad, la cual podrá ser repentina, aguda o crónica, la 
que a su vez se acompaña de un proceso terminal de falla orgánica múltiple. Se podría decir 
que la ausencia de signos vitales se traduciría por sí mismo lo que conocemos como muerte, 
sin embargo, dado que ha sido posible revivir a algunas personas después de un periodo de 
tiempo sin respiración, actividad cardiaca o cualquier otro signo visible de vida, o bien, el 
que hoy en día exista la posibilidad de mantener la actividad respiratoria y el flujo 
sanguíneo artificialmente, las ciencias neurológicas han tenido que resignificar el hecho de 
la muerte e incluir los términos de “muerte cerebral” o “muerte encefálica”. Estos 
conceptosson utilizados cuando es posible mantener una actividad cardiaca y ventilación 
artificial en cuidados intensivos, en una persona cuyo corazón ha dejado de latir y no es 
capaz de respirar por sí misma pero aún sigue con vida. 
En el pasado algunos consideraban que era suficiente con el cese de actividad eléctrica 
en la corteza cerebral (lo que implica el fin de la consciencia) para determinar la muerte 
 
21 
encefálica, es decir, el cese definitivo de la conciencia equivaldría a estar muerto, pero hoy 
se considera, en casi todo el mundo, difunta a una persona (aún si está conectada a un 
ventilador y con actividad cardiaca), tras el cese irreversible de la actividad vital de todo el 
cerebro incluido el tallo cerebral, comprobada mediante protocolos clínicos neurológicos 
bien definidos y soportada por pruebas especializadas. Por ejemplo, los autores anteriores 
indican que deberá constatarse por lo menos los siguientes signos para que sea tomada 
como muerte clínica: 
 Ausencia de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de la conciencia 
 Ausencia de ventilación y respiración 
 Ausencia de pulso y latidos cardiaco 
 Ausencia de llenado capilar 
 Pupilas persistentemente dilatadas 
 Ausencia de reflejos pupilares 
 Ausencia de tono ocular 
 Disminución progresiva de la temperatura 
 Electroencefalograma plano, demostrativo de inactividad bioeléctrica cerebral 
De esta manera la muerte será por principio el fin último de la existencia del individuo 
por lo que Rebolledo menciona que: 
La muerte es la ausencia de los signos vitales, la ausencia de la expresión 
conductual, una ausencia prolongada consecuencia última de la "desorganización" 
integral del individuo, es un cambio de energía a un estado entrópico. La muerte 
no es ni buena ni mala, se sujeta a órdenes superiores y está por encima de nuestro 
propio orden de las cosas, de tal suerte que queda más allá de cualquier orden 
moral. De la misma manera está por encima de cualquier orden científico. Es así 
que la muerte humana suele diferirse porque científicamente no se tiene manera de 
caracterizarla formalmente. Pero la muerte está ahí, la entiendo y se puede 
 
22 
demostrar mediante las ausencias. La muerte es pues una ausencia y una ausencia 
presupone de suyo la existencia” (1999, p. 86). 
Es por eso que Marín (op.cit) sugiere que podemos tomar como concepto integral de 
muerte a “la ausencia de las funciones orgánicas vitales, que se acompaña de la ausencia de 
la relación cognitiva del individuo consigo mismo y con su entorno, provocando una 
ausencia que se prolonga en la consciencia colectiva” (pp.32).es evidente que esta forma de 
conceptualizar a la muerte es una definición centrada únicamente en su aspecto como 
hecho, en cambio sí se revisa y toma en cuenta los tres aspectos revisados con respecto a 
éste fenómeno (condición, proceso y hecho), parece pertinente que una concepción más 
integrada y que permite mirar el fenómeno de muerte de forma más integral es diciendo que 
no se trata de algo ajeno a la vida misma, sino por el contrario, es algo interno o intrínseco 
que procede del propio organismo dándole un sentido a la existencia, que toma fuerza y se 
manifiesta a través de las faltas en un proceso de declive o agonía, haciéndose finalmente 
presente a través de las ausencias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
23 
2. LA MUERTE COMO FENÓMENO DE ESTÚDIO 
En el capítulo anterior se hace una definición conceptual integrada del fenómeno de la 
muerte a partir de sus aspectos de condición, proceso y hecho poniendo en manifiesto que 
dicho fenómeno no es sencillo de explicar y por tanto tampoco lo será su acercamiento 
como fenómeno de estudio. 
La antropología, la psicología y la sociología son, entre otras, algunas de las principales 
ciencias del hombre. Cada una de estas ciencias posee su peculiar metodología, la que le 
sirve para sacar conclusiones de la observación de los fenómenos, sin embrago, de todas las 
instituciones sociales la de la muerte (y lo que la rodea en términos de ritos y 
representaciones sociales), tal vez sea una de las más estudiadas por las ciencias del 
hombre. 
Desde la “muerte domesticada” de la Edad Media, signada por una familiaridad de la 
experiencia cotidiana con los moribundos, hasta la actual “muerte prohibida”, en que la 
soledad de la privatización, la medicalización y la clandestinidad de la muerte son el efecto 
de una discreción moderna, empeñada en reducir los duelos y lutos, se ofrecen diferentes 
prácticas y representaciones institucionalizadas de ella. 
En los años transcurridos no se ha avanzado demasiado en los estudios sobre este tema; 
las razones de tal hecho no se tratarán aquí, pero sí se subraya el carácter obsceno que la 
muerte tiene actualmente, reemplazando al sexo y convirtiéndose en el nuevo tabú. Esto 
nos habla de cómo la muerte en su función de condición del ser humano, está ahí, pero se 
minimiza, se niega, deja de verse y es apartada de la vida como si en realidad pudiese 
hacerse esa separación. A pesar de ello algunas ciencias del hombre, sobre todo 
recientemente, manifiestan un gran interés por el estudio de la muerte y los moribundos, 
centrándose más o volteando la mirada a la parte del proceso de muerte y la muerte como el 
hecho más específicamente. 
Si se habla de algunos antecedentes históricos de la ciencia con relación a la muerte, se 
encuentra que el hombre aborda el fenómeno también desde el punto de vista científico 
centrándose más en la muerte como el hecho, apoyándose hasta hoy en las ciencias 
biológicas y de la salud. 
 
 
 
24 
Speck (1992) sostiene que desde la época medieval las órdenes religiosas eran las que 
proporcionaban consuelo y atención a los enfermos graves en sus monasterios. 
Posteriormente se forman los primeros hospicios donde se aceptan y cuidan a los enfermos 
graves. En el siglo XIX (1842) Jeannie Garnier forma los primero albergues en Francia, 
para enfermos de cáncer; en el siglo XX se forman los primeros hospicios en Inglaterra y en 
1974 se forma el primer hospicio en Estado Unidos. 
Existen desde la mitad del siglo pasado un reducido número de instituciones que 
ofrecían asistencia a enfermos terminales, que carecían de familiares que los cuidaran y que 
fueron fundadas debido al gran número de personas necesitadas que morían solas y con 
frecuencia en las calles. Al mismo tiempo el acceso al cuidado hospitalario se hizo más 
fácil y aceptable. 
Con la creciente aceptación del cuidado hospitalario para las enfermedades surgió la 
institucionalización del nacimiento y la muerte. En palabras de Perez “Morir en un 
hospital, más que en la casa, se volvió la norma” (2002, p.52). 
Con el desarrollo de la tan exitosa alta tecnología médica del siglo, se incrementó la 
dificultad de conciliar en énfasis entre el diagnóstico y la curación. Curar era el objetivo 
más importante de la medicina, por tanto, la muerte era considerada como un fracaso. 
Las expectativas en cuanto a la salud se modificaron, y con este cambio disminuyó el 
número de muertes y de experiencias en torno a ella. El diagnóstico de muerte ha cambiado 
como consecuencia del desarrollo de las ciencias biológicas y la muerte pasó a ser un 
suceso cada vez menos aceptado. Este panorama es compartido por el paciente y su familia 
y a menudo reforzado por médicos y enfermeras. Por lo tanto, puede ser común que el 
paciente terminal y su familia sean evitados dentro del ambiente hospitalario. 
Bravo (op.cit) indica que las necesidades emocionales del paciente y de quienes los 
cuidan eran con frecuencia ignoradas e insatisfechas, y dada la naturaleza y lo severo de la 
enfermedad, era natural ocultarle la gravedad de la situación al paciente dejándolo solo 
desde el punto de vista emocional. 
 
25 
La negativa ante la enfermedad se debía a la creencia de que si el enfermo lo sabía 
perdería la esperanza y aceleraríasu muerte. En general las necesidades físicas del enfermo 
eran descuidadas, así como también lo eran sus necesidades sociales, emocionales y 
psicológicas. Sólo a veces se consideraban los aspectos espirituales, ya que con frecuencia 
se hacían de manera inapropiada. 
Ante tantas necesidades según Speck (op.cit) y para compensar las fallas percibidas en 
el cuidado de estos enfermos, surgió el movimiento de los “Hospicios modernos”. Hoy en 
día se propone más atención física, emocional y espiritual para estos pacientes terminales. 
Como se pudo observar el concepto de muerte se encuentra rodeado por múltiples 
elementos, como los médicos, psicológicos, filosóficos, religiosos, por citar algunos y por 
tanto se requiere llevar a cabo un estudio desde diferentes perspectivas. 
El concepto de muerte se modifica con el transcurso del tiempo aún dentro del mismo 
marco cultural, con lo que se puede hablar de una evolución de este concepto. Siendo un 
proceso intelectual que llega a los niveles más profundos de la conciencia, y tiene que ver, 
principalmente, con el conocimiento interior, creencias, experiencias y vocación. 
Hasta aquí se observa cómo la ciencia en mucho a limitado sus observaciones, y por 
tanto sus conclusiones, a dimensiones concretas del proceso y el hecho de la muerte. 
Además, más que estudiar la muerte en sí misma, estudian todo lo que la rodea: 
costumbres, sentimientos, actitudes, reacciones y comportamientos, etc. Dejando de lado 
algunos otros aspectos que resultan importantes y que se desarrollan más adelante. 
 
2.1 La muerte cómo un dato 
Un aspecto muy importante con respecto al estudio de la muerte es generado a partir de 
preguntarse ¿De qué mueren las personas? ¿Con qué frecuencia y cuáles son las causas?, 
¿Quiénes mueren y a partir de qué?, es que se crea el estudio de la mortalidad, es así que 
con el objetivo de generar las estadísticas sobre defunciones generales y fetales, que 
permitan caracterizar el fenómeno de la mortalidad en el país, el Instituto Nacional de 
Estadística, Geografía e Informática (INEGI) nos muestra año con año la estadística de 
 
26 
defunciones generales gracias a los certificados de defunción, su principal formato de 
captación. 
Según el Instituto de Salud del Estado de México, la mortalidad se refiere “a las 
defunciones como un componente del crecimiento de la población. Eventualmente, todos 
los componentes de una población mueren, pero la proporción en que esto ocurre depende 
de muchos factores, tales como la edad, sexo, ocupación y clase social y su incidencia 
puede proporcionar gran cantidad de información acerca del nivel de vida y servicios de 
salud con que cuenta una población (2012).”es por ello que estas variables son algunas de 
las que capta la estadística de defunciones generales, permitiéndonos saber cuándo, dónde, 
cómo y de qué mueren los individuos y posiblemente deducir, en qué forma bastante 
aproximada, cuánto y cómo viven los mismos y a partir de ahí cuál es su situación de salud. 
Es así como Aguirre (2011) hace una recopilación de los datos publicados por la 
secretaria de Salud y el SINAIS consultando la base de datos interactiva del INEGI y 
muestra que las 20 principales causas de defunción para los años 2009, 2010 y 2011 son: 
1. Diabetes mellitus 
2. Enfermedades isquémicas del corazón 
3. Enfermedad cerebrovascular 
4. Cirrosis y enfermedades crónicas del hígado 
5. Agresiones (homicidios) 
6. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 
7. Enfermedades hipertensivas 
8. Accidentes de transporte 
9. Infecciones respiratorias agudas bajas 
10. Afecciones originadas en periodo perinatal 
11. Nefritis y nefrosis 
 
27 
12. Desnutrición calórico protéica 
13. Tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón 
14. Lesiones autoinfligidas (suicidios) 
15. Tumor maligno de la próstata 
16. Tumor maligno del estómago 
17. Tumor maligno del hígado 
18. Tumor maligno de la mama 
19. VIH/SIDA 
20. Tumor maligno del cuello del útero 
Con respecto a esto, Moragas (1991, en Quintanar 2007) pondría el beneficio de la duda, 
pues este autor resalta que la clasificación de las causas de muerte resulta “errónea”. Esto es 
debido a que las estadísticas de mortalidad identifican una sola causa o enfermedad como 
determinante de la muerte, lo cual no es correcto ya que la causalidad de la muerte es 
siempre múltiple, hecho que se comprueba en el mismo certificado de defunción al utilizar 
los términos: causa inmediata, causa intermedia y causa inicial. 
Por otra parte, es importante resaltar que el INEGI a través de su consulta interactiva de 
datos de la estadística de mortalidad ofrece una opción para un mejor aprovechamiento y 
análisis de la información anual de las defunciones generales y fetales con una cobertura 
geográfica, esto es que tu búsqueda puede ser nacional, estatal o bien municipal que 
considera la posibilidad de realizar consultas con diferentes niveles de desagregación, de 
acuerdo a diversas variables seleccionadas, como sexo, edad, ocupación, nivel de 
escolaridad, causa de muerte, tipo de defunción ,etc. quizás por ello Pérez,V. (2002) 
menciona que para cierta mentalidad cientificista, positivista o neopositivista, la muerte es 
sólo un dato: una fecha, un sitio y una enfermedad. Que la muerte se cuenta por números y 
cifras, que a pesar de tener una función, da la sensación de una reducción de la persona a 
http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/registros/vitales/mortalidad/descripciones.aspx
http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/registros/vitales/mortalidad/descripciones.aspx
 
28 
su cuerpo, a su fachada exterior, a un fichero de datos, de medidas o a un inventario. Se 
conserva el dato y se pierde a la persona. 
Similar a esta visión se suma Quintanar (2007) al plantear que los reportes 
institucionales con respecto a la muerte suelen hacerse en tablas de totales y gráficas de 
barras, tomando sólo los datos de las muertes en conjunto, resaltando los aspectos 
epidemiológicos sobre la frecuencia de casos con respecto a los datos y el supuesto motivo 
de muerte, perdiendo de vista la condición a lo largo del tiempo al no representar los datos 
con una metodología más minuciosa o específica y representar los datos en gráficas 
particulares. El autor considera que “la atención proporcionada por las diferentes 
instituciones se ha enfocado a la restauración del daño y se ha subestimado la importancia 
de la identificación oportuna de factores temporales de riesgo de morir” (pp.113) 
Asimismo, Sudnow (1962) menciona que: 
 …se ha prestado poca atención a la condición metodológica de la investigación 
empírica de las circunstancias que rodean el acto de morir en la sociedad 
occidental contemporánea; además, las recientes recopilaciones de artículos sobre 
la muerte contienen casi exclusivamente discusiones filosóficas e investigaciones 
acerca de actitudes pero muy pocos estudios abordan, y menos aún cuestionan, los 
aspectos metodológicos y estadísticos utilizados (Quintanar, op.cit, p. 82). 
Es evidente que con las muertes se realizan muchas operaciones estadísticas. La muerte 
se convierte en cifras o en un dato, generalmente correlacionadas con algún tipo de 
diagnóstico y con la plena ignorancia de los aspectos sociales y psicológicos que rodearon 
la presencia de las muertes reportadas y con una completa negación de la participación de 
los propios actores o bien de las instituciones en esas muertes. La muerte se convierte en 
ajena al ser humano, un hecho accidental, se cae en concepciones mecanicistas, 
elementalistas y reduccionistas, error en el que pueden caer muchas corrientes psicológicas 
de una u otra manera, mientras otras surgirán como oposición a esta situación. Por ejemplo, 
la psicología humanista como nos menciona Muñoz (2010) parte de una concepción del ser 
humano en la que: 
 
29 
• El hombre vive subjetivamente: los sentimientos, emocionesy percepciones de toda 
persona están llenos de elementos y matices que los hacen muy personales, es un mundo 
interno experiencial del cual toma conciencia, pues percibirá el mundo externo de acuerdo 
a su realidad personal y subjetiva. No hay cuestiones preconcebidas. 
• La persona está constituida por un núcleo central estructurado: ya sea la persona o 
el sí mismo, es desde donde se explica la interacción de los procesos psicológicos, pues 
parece ser el regulador, portador y origen de tales procesos. 
• El hombre está impulsado por una tendencia hacia la autorrealización: el hombre 
muestra una clara capacidad y deseo de desarrollar sus potencialidades, una necesidad o 
motivo fundamental que orienta, da energía e integra el organismo humano, que lo lleva a 
organizar su experiencia en el sentido de la madurez y del funcionamiento adecuado, es 
decir, en el sentido de la conducta racional y social subjetivamente satisfactoria y 
objetivamente eficaz. 
• El hombre posee capacidad de conciencia y simbolización: tiene la capacidad de 
tomar conciencia plena de sí mismo, que le permite distinguirse del mundo exterior, le 
permite proyectarse, hacer abstracciones y poder verse como lo ven los demás y también de 
tener empatía. Esta conciencia no distorsionada de lo que vive y siente, esta apertura plena 
a las propias vivencias, y su correcta simbolización, conducirá inevitablemente a una vida 
más sensible con un radio de acción más amplio, de mayor variedad y riqueza personal. 
• Capacidad de libertad y elección: la libertad de que goza el hombre no es absoluta 
puesto que se encuentra en un mundo físico sometido , sin embrago los grados de libertad 
se acrecentaran a medida que la persona se abre y acepta sus vivencias; a medida que la 
persona es ella misma y de entrada hace accesible a su conciencia todos los datos 
disponibles y relacionados con la situación; las demandas sociales, sus complejas 
necesidades y conflictos posibles, sus memorias de situaciones similares, su percepción de 
la singularidad de la situación presente, etc… 
Estas son algunas de las características con las que el ser humano cuenta, características 
que forman parte de su estar en el mundo desde que es consciente de sí mismo, hasta el 
momento de su muerte. No deja de ser hombre sólo por estar en proceso de muerte. Sigue 
 
30 
siendo un ente bio-psico-social, en el que la parte simbólica y experiencial juega un papel 
crucial hasta el final. 
Es por ello que Seligman (1975) tomando de referencia un estudio realizado por Engel y 
sus colaboradores, menciona que se pueden presentar muertes repentinas durante estados de 
alta tensión psicológica, tales como: 
1. La enfermedad o muerte de un ser querido 
2. Duelo agudo 
3. Amenaza de pérdida de un ser querido 
4. Defunción o aniversario de defunción 
5. Perdida de estatus y/o autoestima 
6. Presencia de situaciones peligrosas 
7. Durante un proceso de rescate 
8. Durante finales felices 
Reportando que aunque la causa inmediata de muerte finalmente era un fallo cardiaco, 
este es precedido por un reporte de estado psicológico que muestra en casi todos los casos 
desamparo aprendido o desesperanza como las emociones más extendidas. 
Podemos ver entonces que la muerte no es un hecho determinado solamente por la parte 
biológica, médica, un diagnóstico en sí, que sólo permanezca a las estadísticas; también 
está rodeada por múltiples factores, entre ellos el psicológico que debe ser considerado para 
poder cambiar el panorama que le espera a los pacientes. 
2.2 Otra mirada en la investigación 
Es interesante observar que a pesar de que la tendencia en la investigación con respecto 
a la muerte es centrado en el aspecto biológico, epidemiológico o bien discusiones 
filosóficas y de actitudes ante la muerte, diversos científicos se han aventurado a poner el 
ojo de la investigación en aspectos aún más complejos, que muchas veces los vemos como 
 
31 
banales o fuera del alcance de la investigación científica por su aparente lejanía a la 
mentalidad científica o positivista. 
Por ejemplo, Moody (1977) en su libro “Vida después de la muerte” habla sobre las 
experiencias de personas declaradas clínicamente muertas que habían “regresado” a la vida. 
Si bien el libro parece dar un paso adelante con respecto a los estudios sobre el tema y 
mostrarnos las fronteras de la muerte, lo interesante es que su libro no pretende “probar” 
que hay vida después de la muerte sino sólo explorar los fenómenos de muerte cercana. 
El autor menciona dos dificultades para tratar el tema de la muerte: la negación a hablar 
de la muerte y las limitaciones del lenguaje para expresar esas experiencias. El autor 
investigó más de 150 relatos de experiencias cercanas a la muerte y basándose en ellas 
presenta un caso modelo en donde muestra los quince elementos presentes ante estas 
experiencias, no antes sin aclarar que ni en todas las personas se dan todos los elementos, ni 
algún elemento se encuentra en sólo una persona. Existen, además, quienes han sido 
declarados clínicamente muertos y no recuerdan nada de la experiencia. Los elementos que 
encuentra son los siguientes: 
a) Experiencia inefable: es decir, que no hay palabras para expresar lo que se vivió. 
b) Muchos afirman haber oído claramente la noticia o los informes que los daban por 
muertos. 
c) Muchos reportan extraordinarios sentimientos de paz y quietud 
d) Algunos oyen zumbidos molestos; otros, una especie de música agradable 
e) Frecuentemente narran que son empujados por un túnel oscuro, un cilindro o un 
valle de sombras 
f) El autor dedica veinte páginas a describir la sensación de sentirse fuera del cuerpo; 
surge una especie de cuerpo espiritual que puede atravesar y ser atravesado por 
otros objetos. 
 
32 
g) No pocos tratan de describir su encuentro con otras personas conocidas o extrañas, 
algunos son identificados como una especie de ángeles de la guarda, “espíritus que 
ayudan” 
h) El fenómeno más común, más increíble e impresionante es el encuentro con una luz 
brillante, con una luminosidad no terrena, que no hiere ni encasilla. Es un ser de luz, 
un ser personal que emana amor y calor y atrae irresistiblemente. Se da con la luz 
una comunicación sin palabras. Tan clara que no puede haber ni malentendidos, ni 
mentiras. Casi siempre está la pregunta; ¿Estás preparado para morir? 
i) De manera instantánea, rápida, indescriptible, aparece desplegada toda la vida con 
increíble detalle; se revisa el sentido y orientación de la vida y su fundamentación 
en el amor. 
j) Después del examen, algunos relatan la percepción de un límite o frontera, una 
niebla gris, una puerta, una cerca o una línea, que, por supuesto, ninguno de los dos 
confidentes traspaso. 
k) En este punto viene el regreso. Unos consideran haber seguido adelante; otras 
agradecen el retorno, como una nueva oportunidad de terminar sus deberes, por 
ejemplo, la educación de sus hijos. 
l) Casi ninguno de los que tuvieron estas experiencias las quieren compartir. No 
encuentran palabras para expresarse y piensan que no van a ser comprendidos. 
m) Muchos consideran que estas experiencias los enriquecieron y los impulsaron a 
mejorar su vida, a conocer más y más y amar 
n) Nueva visión de la muerte: dejan de ver la muerte como algo terrible. Algunos la 
ven como un retorno a casa. 
o) Corroboración. Moody ha confirmado en algunos casos, la experiencia de sus 
confidentes con el testimonio de otras personas (médicos o parientes) a quienes el 
“clínicamente muerto” les había contado con gran detalle lo que sucedía a su 
alrededor cuando ellos estaban “fuera del cuerpo”. 
 
33 
Asimismo, pretende explicar y poner algunos reparos a otras explicaciones alternativas 
al hecho de que haya vida después de la muerte, la cual las divide en tres apartados: 
a) Explicaciones sobrenaturales 
b) Explicaciones naturales (científicas), bien seránfarmacológicas, fisiológicas o 
neurológicas; 
c) Explicaciones psicológicas: aislamiento, sueños, alucinaciones. Las explicaciones 
parapsicológicas o de fenómenos paranormales propiamente no son estudiadas. 
Otro libro que nos muestra un estudio sobresaliente e importante es el contenido en el 
libro de Lo que vieron …a la hora de la muerte por Osiris y Haraldsson (1977), ambos 
doctores en psicología. Lo interesante de este libro consta también de la introducción de la 
Dra. E. Kubler Ross quien menciona que “es un libro que deberían de leer todos los 
investigadores y científicos que se planteen problemas o cuestiones relativas a la reciente y 
ampliamente divulgada investigación sobre la muerte y la vida posterior (pp. 11). 
Su obra trata sobre el testimonio de más de mil casos de personas que pudieron 
comunicar sus experiencias antes de morir; visiones, palabras que escuchan, emociones que 
experimentan. 
El método es catalogado como verdaderamente científico puesto que se realizaron tres 
extensos exámenes a los testigos, médicos y enfermeras que atendían a moribundos; la 
investigación abarcó dos culturas la americana y la india, con la finalidad de hacer un 
análisis comparativo; los datos fueron recogidos cuidadosamente con técnicas de muestreo 
que incluía cuestionarios y entrevistas de prueba y; los datos fueron analizados 
estadísticamente, con muchas variables en computadora. 
El estudio piloto se realizó primero en Estados Unidos de 1959 a 1960, que consistió en 
la observación de treinta y cinco mil paciente moribundos. La segunda parte que ya incluía 
las entrevistas y el cuidadoso método de observación ocurrió de 1961 a 1964. En cuanto a 
la investigación en la India ocurrió de 1972 a 1973. 
 
34 
Primero se pedía a médicos y enfermeras contestar un cuestionario breve; en el segundo, 
a quienes decían haber tenido comunicaciones de visiones en el lecho de muerte se les 
entrevistaba detalladamente. Se manejaron, en ambos países, 1,708 encuestas útiles y se 
realizaron 877 entrevistas. 
Los autores en su cuidadoso y detallado análisis, se esfuerzan por distinguir entre las 
visiones y las alucinaciones, generalmente confusas y en ocasiones compensatorias, lo 
mismo que fantasías o sueños en estado de vigilia. Se toman en cuenta sobre todo las 
visiones que se dan en clara consciencia y profundo convencimiento, y se trata de 
prescindir de las observadas en estados febriles o bajo la probable influencia de las drogas. 
El valor de la investigación, a decir de los autores, muestra una nueva evidencia. La 
existencia de vida después de la muerte, ya que las otras explicaciones alternativas 
(psicológica, cultura, y otros condicionamientos) no pueden considerarse causas adecuadas 
de los hechos estudiados. 
En cuanto a sus conclusiones los autores mencionan que estas investigaciones con las 
primeras en su tipo; representan exploraciones todavía imperfectas, que pueden ser 
superadas por estudios de mayor rigor científico. Notaron que un número significativo de 
los pacientes “llamados” a la otra vida por una aparición murieron, no obstante el 
diagnóstico médico de recuperación. 
Cuando los moribundos vieron mensajes del más allá, se trataba en su mayoría de 
parientes cercanos difuntos. En cambio las visiones suscitadas por drogas raras veces se 
relacionan con parientes cercanos. Así como la finalidad predominante de las apariciones es 
invitar a los moribundos a pasar a la otra vida. Esto, exceptuando algunos casos de 
resistencia (un tercio de los indios) está dispuesto a ir. 
Las respuestas emocionales ante las apariciones, exceptuando una cuarta parte que no 
experimentó especial emoción, fueron en general positivas: sentimientos de serenidad, paz 
y alegría. Los casos de emociones negativas se relacionaron con alucinaciones de este 
mundo con pacientes indios que se resistían a morir. Las imágenes extraterrestres de las 
visiones contienen escenarios de este mundo pero dotados de especial colorido y brillantez. 
 
35 
Las emociones positivas representaron una ruptura en relación con la atonía o depresión 
de días anteriores. Se dio una elevación de ánimo; en algunos casos supresión del dolor y 
en diversos pacientes con perturbaciones nerviosas, el retorno a estados normales y lúcidos. 
Sin embrago, un dato interesante de su investigación es que los mismos autores hacen un 
análisis crítico de otras posibles causas diversas de la existencia de otra vida, como los son: 
1) Factores médicos: la morfina, el demerol y otros medicamentos que frecuentemente 
se administran a enfermos terminales son poderosos alucinógenos, pero sólo una no 
significativa minoría de los pacientes estudiados recibió este tipo de tratamiento. 
También se constató que las perturbaciones nerviosas o los envenenamientos 
urémicos no tuvieron especial relación con las visiones de apariciones. 
2) Factores psicológicos: no se encontró especial relación entre factores psicogénicos 
(fuertes tensiones o expectativas) que producen alucinaciones y las visiones 
relacionadas con la otra vida. 
3) Factores culturales: los elementos culturales son más difíciles de discernir que los 
factores anteriores. Sin embrago, contra lo esperado, se constató que las creencias 
religiosas en la otra vida no se reflejan de modo decisivo en las visiones. Entre 
pacientes cristianos apenas si aparecen visiones del infierno o del demonio, como 
tampoco se mencionan en los moribundos hindúes ideas como la reencarnación, o 
alucinaciones al karma. 
Además de este análisis, destacan los autores la coincidencia básica de los diversos 
fenómenos investigados entre los tres estudios realizados, lo cual da al estudio, en su 
conjunto, una apreciable consistencia. 
Los autores señalan, sin embargo, diversos grados de confiabilidad de las 
comunicaciones de médicos y enfermeras. Otra fuente de distorsión lo constituyó el olvido, 
debido al lapso del tiempo transcurrido entre el conocimiento del fenómeno y la 
comunicación al entrevistador. 
El análisis de cada caso debe ser muy cuidadoso: se debe estar atento a los antecedentes 
médicos, psicológicos y culturales del paciente. Así, por ejemplo se debe poner atención a 
 
36 
que frecuentemente a enfermos terminales se les administra morfina para contrarrestar el 
dolor, y estas drogas suelen producir extrañas experiencias. 
Como bien se ha mencionado la investigación sobre la muerte y la supervivencia es 
planteada desde la filosofía, la religión y la ciencia. Los dos primeros caminos para los 
autores son insuficientes. Creen que en la ciencia esta la respuesta y mencionan que en esta 
línea se pueden explorar cinco vías independientes entre sí: 1) médiums; 2) apariciones; 3) 
recuerdos de reencarnaciones; 4) experiencias fuera del cuerpo; y 5) observaciones en el 
lecho de muerte, tópico en el que se basa su investigación 
Por otra parte, otra de las investigaciones que van más allá de los típicos estudios con 
respecto al tema de muerte, recaen en Andrau (1992) quien en sus investigaciones y 
recopilación de datos observó que a veces la muerte parece hacer por anticipado una señal 
de que esta próxima y que debería prevenirnos, estar preparados si es que estuviéramos 
atentos a ellas. Observó que dichas advertencias casi siempre son dirigidas a los allegados 
antes que directamente al que esta próxima su muerte. De todas maneras queda la pregunta 
de si, aún con todo se podría cambiar el suceso. No lo parece, pues según Andrau la 
anunciada muerte se presenta a pesar de las precauciones tomadas. Muchas veces estas 
muertes son encasilladas a causas generales según la estadística a la que se está 
acostumbrada y no a estadística seria. Andrau analiza un conjunto de formas de morir y 
sucesos de muerte, en forma anecdótica, que cataloga en nueve rubros con el título "las 
señales que nos hace la muerte": 
a) la muerte se anuncia: incluye las predicciones, los presentimientos,los sueños 
premonitorios, sus mensajes (por comentarios de otros) y sus "huellas" en lugares y 
construcciones. 
b) La muerte asociada a objetos, nombres y lugares. 
c) Los sobrevivientes en condiciones extremas. 
d) La "mala suerte": accidentes, circunstancias y coincidencias. 
e) La muerte en los compromisos: bodas, viajes, fiestas, vacaciones, jubilación y otros. 
 
37 
f) Los juegos de la muerte: muertes en circunstancias extrañas o coincidencias 
g) La muerte de los niños y centenarios: salvamentos milagrosos, incendios o 
conmemoraciones. 
h) Muertes en serie: el misterio de las series comienza de dos en dos: muertes familiares, 
momentos, encuentros, profesiones y arrastres. 
i) Muertes en grupo: lugares públicos, transportes y viviendas. 
Antes de finalizar este capítulo cabe señalar que el tema tratado en este apartado debe 
ser entendido como una forma de plantear otra alternativa para comprender la muerte. El 
tema no puede ser estudiado desde un planteamiento básicamente biológico o estadístico, 
pues hay otros factores en juego que participan en las formas de morir. Lo interesante de 
este tipo de investigaciones es que no niegan en ningún momento el aspecto biológico, pero 
tampoco niegan la intervención emocional y del propio ser humano como actor principal de 
su propia muerte, me parece que su visión es integradora antes que negadora. No tenemos 
todas las respuestas por lo cual las preguntas están en el aire y este tipo de investigaciones 
son valiosas aportaciones para un aspecto a estudiar del misterio de la muerte. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
38 
3. ESTUDIO SOBRE MUERTES EN FECHAS 
SIGNIFICATIVAS 
Algunos estudios en los últimos años han encontrado un aumento de la mortalidad 
asociada a eventos significativos, a ocasiones simbólicas y personalmente significativas. En 
la literatura psiquiátrica se han acuñado términos tales como síndrome de la fiesta, neurosis 
de verano, y reacción de aniversario para describir la coincidencia de enfermedad mental 
y/o muerte en otras fechas importantes de la vida personal. 
Philips, Van Voorhess y Ruth (1992) mencionan que las ocasiones simbólicas o fechas 
significativas pueden tener dos funciones. La primera es que pueden tener la función de 
“fecha límite”, es decir, un evento que se evita pues se espera con dolor o es rechazado. Al 
contrario, la segunda tiene una función de “línea de vida” refiriéndose a un evento que se 
espera con placer. 
Los autores mencionan que en diversos estudios relacionados con la muerte a partir de la 
fecha de cumpleaños, encuentran su función como fecha límite, encontrando que hay un 
descenso en las muertes antes de este evento y un pico justo después. Aunque menciona 
otra investigación en la que sucede todo lo contrario. Por lo que estos resultados mixtos 
pueden haber surgido por al menos dos razones. En primer lugar, la gente parece abordar el 
cumpleaños de dos maneras diferentes. Para algunos es un hecho positivo, que se anticipa 
con placer, y se asocia con regalos y atenciones. Para otros, es una ocasión negativa, se 
acerca con desagrado o incluso temor. 
Los autores mencionan su desconfiar en los estudios previos realizados con respecto a 
las muertes en fechas significativas, esto a partir de que dichos estudios o han sido con 
muestras muy pequeñas o sólo se enfocaron en fechas muy específicas, generalizando y 
apelando a sólo pequeños segmentos de la población. 
Con la finalidad de evitar estas limitaciones, los autores en su estudio utilizan dos 
muestras muy grandes (na = 1.309.334; n2 = 1435815) para examinar una fecha 
significativa (o bien evento simbólico, como ellos le llaman) de significado muy amplio, el 
cumpleaños. 
 
 
 
39 
 Los resultados que obtuvieron fue que hay más muertes 0-6 días después de la fecha de 
nacimiento (semana 0) que en cualquier otra semana del año. También revelan un descenso 
en las muertes antes de la fecha de nacimiento y una frecuencia más baja varias semanas 
después. 
En el caso de las mujeres se encontró que es más común que prolonguen su vida con el 
fin de alcanzar el cumpleaños, así que funciona como una "línea de vida". En cambio en el 
caso de los hombres hay un pico antes y no sólo después del cumpleaños por lo que hay 
una función de fecha límite en su caso. Es decir que las mujeres tienen más probabilidades 
de morir durante la semana siguiente a su cumpleaños que en cualquier otra semana del 
año. Además, la frecuencia de disminución de muertes en las mujeres por debajo de lo 
normal justo antes del cumpleaños. A esto los autores señalan que los resultados no 
parecen deberse a fluctuaciones estacionales, declaración de datos inexactos en el 
certificado de defunción, el aplazamiento de la cirugía que pone en peligro la vida, o los 
cambios de comportamiento asociados con el cumpleaños, sino que dicen que la mejor 
explicación disponible del fenómeno de muertes alrededor del cumpleaños es que las 
mujeres son capaces de prolongar la vida brevemente hasta que hayan alcanzado una 
ocasión positiva, simbólicamente significativa. Por lo tanto, el cumpleaños parece 
funcionar como un "salvavidas" para algunas mujeres. 
En marcado contraste, los picos de mortalidad masculinas sugieren a las funciones de 
cumpleaños como una "fecha límite" para los hombres. Aunque los autores mencionan que 
las razones para la diferencia entre hombres y mujeres no se entienden actualmente, pero 
puede estar relacionada con consideraciones, que son puramente especulativas, como el 
hecho de que la experiencia indica que algunas personas usan el cumpleaños como una 
ocasión para hacer un balance de sus ambiciones frente a sus logros por lo que los autores 
concluyen que las personas son más propensas a morir en la semana después de su 
cumpleaños que en cualquier semanas del año. 
Asimismo, Baltes (1977) realizó un estudio en la que comparó la frecuencia de muertes 
de 991 sujetos en el cumpleaños y de 932 para navidad. Todos fueron niños y adolescentes 
clasificados en 6 grupos de edad, se especificaron ocho intervalos semanales comparando 
cuatro semanas antes y cuatro semanas después de navidad o cumpleaños, de los grupos de 
 
40 
edad se tomaron a los más jóvenes y a los más viejos y fueron graficando los resultados. 
Los dos grupos graficados, para cumpleaños y navidad, formaban una línea en forma de U, 
más acentuada para navidad y menos marcada para el cumpleaños. Este dato también fue 
corroborado en el estudio que realizaron Quintanar, García, Puente, Robles y Balzadura 
(2006) donde argumentaban que el momento de muerte está determinado no sólo 
biológicamente sino también psicológicamente. 
Con respecto a las implicaciones teórico prácticas Philips, Van Voorhess y Ruth (op.cit) 
mencionan que estos y estudios anteriores han indicado que los niveles de morbilidad y 
mortalidad son afectados, a veces marcadamente, por la anticipación o la experiencia de 
ocasiones simbólicas. Estos hallazgos pueden tener implicaciones para la práctica clínica y 
la investigación debido a que las ocasiones simbólicas o fechas significativas parecen tener 
efectos psicosomáticos. Los médicos podrían contemplar en la historia clínica información 
sobre la naturaleza, oportunidad e importancia de los acontecimientos que son 
significativos para el paciente. Además, los cuidadores en hogares de ancianos y 
comunidades similares pueden servir mejor al paciente si pueden identificar sus ocasiones 
simbólicas, y proporcionar apoyo social, cultural y psicológico para estos eventos. Por 
último, algunos cirujanos pueden desear identificar oportunidades simbólicamente 
cargadas, y pueden preferir evitar la programación de operaciones electivas que coinciden 
con ellos. 
También mencionan que un diseño de investigación posible sería realizar pruebas 
bioquímicas y psicológicas inmediatamente antes y después de las fechas significativas y 
así observar

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