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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala Análisis de las muertes en fechas significativas y muertes en serie de personas fallecidas en el Hospital Ceylán de la SS 2009-2012 T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A (N) Mary Carmen Landaverde López Director: Dr. Fernando Quintanar Olguín Dictaminadores: Mtra. Carlota Josefina García Reyes-Lira Lic. María Estela de los Remedios Flores Ortiz Los Reyes Iztacala, Edo de México, 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Esta tesis contó con financiamiento de: PROYECTO PAPIME PE304410 “Diseño de un Test Proyectivo Tipo Frases Incompletas para obtener un perfil de la representación y actitudes ante la vejez” 3 DEDICATORIA Este trabajo de tesis está dedicado muy especialmente a “Bubik” y mi querido Abuelo quienes con su muerte me ayudaron a resignificar mi vida y mi pasión por la psicología, la tanatología y la vejez. A Fer, Juanito, Beto y Josefina mis tíos queridos que llevo instalados por siempre en mi corazón. AGRADECIMIENTOS Sin duda la tesis de licenciatura siempre suele ser un proyecto importante. Detrás de ella hay la finalización y cierre de muchos ciclos así como el inicio de nuevos planes y sueños. En mi experiencia no sólo representa el cierre de mi carrera universitaria, sino el cierre de una de las experiencias personales más difíciles por las cuales tuve que atravesar, haciéndolo un camino largo y difícil de transitar. Definitivamente no lo hubiera logrado sin el acompañamiento y presencia de mi maravillosa red de apoyo. Fernando Quintanar, un apoyo invaluable durante la elaboración de esta tesis. Por creer en mí y entusiasmarse conmigo en este proyecto, mostrándome su apoyo en innumerables ocasiones y maneras convirtiéndose ahora en mi amigo cercano y apoyador. Sin su ayuda siempre dispuesta y cariñosa nunca lo hubiera logrado. Carlota García quien con su paciencia y presencia siempre cálidas estuvo presente para escuchar mis dudas, mis sugerencias y hasta mis miedos. Estela Flores por sus sugerencias, comentarios y ayuda para finalizar con este proyecto. Fer y Carlota, en la trayectoria de mi carrera tuve muchos profesores pero MAESTROS muy pocos. Ustedes son mis amados maestros y no sólo hablando de manera intelectual sino de vida, su apoyo y estímulo me contiene y soporta, me motiva e inspira y sobretodo me invita a seguirme preparando, estudiando, reflexionando, trabajándome y esforzándome por cumplir mis objetivos. Infinitas gracias. Haydee Villa, sin su ayuda siempre dispuesta y cariñosa hubiera tardado mucho más en recobrar la motivación y las fuerzas para seguir adelante con este proyecto. Su cercanía me ha estimulado de muchas maneras tanto intelectual como emocionalmente. 4 Mi familia, quiero agradecer principalmente a mi padre, mi madre y mi hermano, por tener paciencia e impulsarme en la realización de todos mis proyectos. Gracias por su infinito amor siempre presente. A mi familia elegida, todos aquellos amigos por su apoyo silencioso pero muy presente, mostrando su fe y cariño hacia mí. Arni Palma, “mi chikis” ha tenido que soportar todo mi proceso de elaboración del presente trabajo, brindándome su amor, impulso y comprensión necesarios para mí en estos tiempos difíciles. Siempre presente y dispuesto a ayudarme con mis “dificultades tecnológicas” o bien a sólo permanecer y darme una caricia amorosa para permitirme recobrar fuerzas y continuar. A su lado y gracias a su apoyo, siento el doble de ganas de cumplir con todos mis sueños y proyectos. 5 ÍNDICE DE CONTENIDO RESUMEN .......................................................................................................................................... 7 INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 9 1. DEFINICIÓN DE MUERTE .................................................................................................... 13 1.1 Muerte como condición ........................................................................................................... 15 1.2 Muerte como proceso .............................................................................................................. 17 1.3 Muerte como hecho ................................................................................................................. 20 2. LA MUERTE COMO FENÓMENO DE ESTÚDIO ................................................................ 23 2.1 La muerte cómo un dato .......................................................................................................... 25 2.2 Otra mirada en la investigación ............................................................................................... 30 3. ESTUDIO SOBRE MUERTES EN FECHAS SIGNIFICATIVAS ............................................. 38 4. ESTUDIO SOBRE MUERTES EN SERIE .............................................................................. 41 5. MÉTODO .................................................................................................................................. 45 Tipo de investigación ........................................................................................................................ 45 Población ........................................................................................................................................... 45 Instrumentos ...................................................................................................................................... 46 Procedimiento ................................................................................................................................... 46 6. RESULTADOS ............................................................................................................................. 49 6.1 Resultados demográficos......................................................................................................... 49 6.1.1 Frecuencia de muertes registradas por año ....................................................................... 49 6.1.2 Frecuencia de muertes registradas por género.................................................................. 49 6.1.3 Frecuencia de muertes registradas por grupo generacional .............................................. 50 6.1.4 Frecuencia de muertes registradas por estado civil .......................................................... 51 6.1.5 Frecuencia de muertes registradas por escolaridad .......................................................... 52 6.1.6 Frecuencia de muertes registradas por ocupación ............................................................ 52 6.1.7 Frecuencias de muerte registradas por lugar de defunción .............................................. 536 6.1.8 Frecuencia de muertes registradas por hora de defunción ................................................ 54 6.1.9 Frecuencia de muertes y causa de defunción ................................................................... 55 6.1.10 Frecuencia de muertes y causas con relación al género ................................................. 57 6.1.11 Frecuencias de muerte y causa con respecto al grupo de edad ....................................... 57 6.2 Resultados sobre el fenómeno de inclinación de la muerte a fechas significativas. ............... 59 6.2.1 Inclinación de la muerte alrededor de fechas significativas ............................................. 59 6.2.2 Frecuencias de muerte alrededor de las fechas significativas con respecto al año de defunción. .................................................................................................................................. 66 6.2.3 Frecuencias de muerte alrededor de las fechas significativas con respecto al género. ..... 74 6.2.4 Frecuencias de muerte alrededor de las fechas significativas con respecto al grupo de edad ........................................................................................................................................... 84 6.3 Resultados sobre el fenómeno de muertes en serie ................................................................. 98 6.3.1 Resultados sobre el fenómeno de muertes en serie con respecto al servicio del hospital Ceylán ..................................................................................................................................... 105 DISCUSIÓN ................................................................................................................................... 119 CONCLUSIÓN ............................................................................................................................... 123 BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................. 128 7 RESUMEN El objetivo de dicho trabajo es el de identificar diferencias en la distribución de las muertes en series reales y muertes al azar de personas que ya fallecieron en el hospital de Ceylán a lo largo del periodo 2009-2012. Así como identificar si existe el fenómeno de la inclinación a la muerte asociada a fechas significativas. Se trató de una investigación de tipo exploratoria, descriptiva, retroprospectiva no manipulativa y se consideraron algunos datos de tipo epidemiológico tales como las causas particulares de la muerte. Se realizó una revisión de 872 expedientes de defunción y para poder analizar el fenómeno de inclinación a la muerte asociada a eventos significativos se clasificaron los datos de las muertes en intervalos de 5 semanas antes y 5 semanas después de la fecha de cumpleaños, y otros eventos y se analizó la frecuencia de muertes en relación a dichas fechas y a variables como género, año de defunción y grupo de edad. Para identificar si existían diferencias en la distribución de las muertes en series reales contra las esperadas por azar, se graficaron día a día los reportes de las muertes y se realizó un análisis estadístico mediante la prueba T de Student. Como resultados generales se encontró que efectivamente hay una diferenciación en relación de los fallecimientos bajo ciertas características demográficas como género, grupo de edad, tipo de fecha o bien fecha significativa. Con respecto a las muertes en serie se observó que en el caso de los hospitales de tercer nivel con un alto índice de incidencias para diferentes tipos de servicios se saturan las muertes en serie lo cual hace difícil reconocer su presencia. Finalmente se llega a la conclusión de que para el personal médico y de salud, incluidos los psicólogos, el reconocimiento de las fechas significativas y en serie permitiría reconocer patrones de comportamiento característicos del riesgo de muerte y da la posibilidad de planear estrategias terapéuticas. Palabras clave: muertes en series reales, muertes en series al azar, muerte en fechas significativas. 8 ABSTRACT The objective of this work is to identify differences in the distribution of actual deaths and deaths random series of people who have died in the hospital of Ceylán along the period 2009-2012. And identify if there is a phenomenon of the inclination to significant dates associated with death. It was an exploratory research, descriptive, non-manipulative retroprospective type, and some epidemiological data such as the particular causes of death were considered. A review of 872 cases of death was made, and to analyze the phenomenon of inclination to that associated with significant events death data of the deaths were classified into intervals of 5 weeks before and 5 weeks after the date of birth, and other events and frequency of deaths at these dates and variables such as gender, year of death and age group was analyzed in relation. To identify whether there were differences in the distribution of deaths against the expected real series by chance, they were plotted day by day reports of deaths and a statistical analysis was performed using Student's t test. As overall results found that there is indeed a distinction in relation to deaths under certain demographic characteristics such as gender, age, type of date or significant date. With respect to serial killing was observed in the case of tertiary hospitals with a high incidence rate for different types of services are saturated deaths in series making it difficult to recognize their presence. Finally we reach the conclusion that for the medical and health personnel, including psychologists, recognizing the significant dates and series would recognize patterns of behavior characteristic of the risk of death and the possibility of planning therapeutic strategies. Keywords: real series deaths, deaths in series at random meaningful death dates. 9 INTRODUCCIÓN La muerte como proceso natural, es un fenómeno inherente al ciclo vital que cumple todo ser vivo, y el hombre muere como parte de este proceso. Se puede decir también que se trata de un misterio, pues a pesar de que morir sea una condición del ser humano, se encuentra tan alejada de nuestras vidas. ¿Por qué nos resulta tan difícil, explicarla, definirla, nombrarla? Pareciera que el concepto de muerte es ignorado y es mucho, creo yo, por el miedo y los mitos que vamos introyectando, que la propia cultura tiene sobre este fenómeno. Es más, la muerte está tan apartada de nuestras vidas que es casi de mal gusto hablar de ella y de lo que le rodea, volviéndola a menudo un drama que se oculta, que se niega, que se minimiza y que se vuelve hasta muchas veces banal. Su negación es tal que su presencia, aceptación y nombramiento es confinado a ciertos lugares, tales como hospitales, cementerios, funerarias, demostrando que solamente cuando no es posible hacer otra cosa hablamos de ella, como mero fenómeno accidental y de carácter estrictamente inevitable, sin nombrarla realmente , pues su mismísimo nombre se elude recurriendo a eufemismos tales como “pasó a mejor vida”, “ el sueño eterno”, “descansar”, “el más allá”, “estirar la pata”, “se lo llevó”, “se fue al cielo”, “descanse en paz” entre muchos otros. Por lo tanto, se convierte en un tema aterrador, desagradable, penoso, se convierte en un "tabú” con el que como seres humanos aprendemos a vivir en la vida cotidiana ejerciendo una función para sostener la angustia que nos provoca. Mas sin embargo, como profesionistas de la salud no podemos escapar de su presencia. Esta investigación se origina en la reflexión práctica de psicólogos en formación, así como de otros que ya son practicantes y maestros en la materia, al encontrarque en el campo profesional se enfrenta constantemente con el tema de la muerte. Se visualiza en los pacientes quienes llegan con un profundo dolor al estar enfrentando la muerte de un ser querido, en algunos otros cuyo familiar padece un enfermedad crónico degenerativa o bien ellos mismos la padecen, se presenta en las pérdidas cotidianas. Al referirnos a los aspectos psicológicos en torno al tema de la muerte, aludimos al nivel de los pensamientos, actitudes, sentimientos, emociones y comportamientos de los individuos como seres biopsicosociales. Pero también hace referencia a las formas y tiempos de morir, un fenómeno de la muerte reflejada en información recientemente reportada que obliga a 10 cuestionarnos sobre cómo la miramos, cómo nos acercamos a su comprensión y de qué manera enfrentamos las situaciones que desencadena. A este tipo de fenómenos Quintanar (1994) los llama “muertes en serie” y “muertes en fechas significativas” y su estudio surgió de la observación del comportamiento de los datos y tipos de información reportada acerca de la muerte en diferentes instituciones. En ambos tipos de estudios se observa que hay una condición sobre la muerte que casi nunca se toma en cuenta pues los reportes institucionales suelen hacerse en tablas de totales y gráficas de barras tomando los datos en conjunto no pudiendo identificarse las particularidades de la forma de morir. Pues se ha puesto en evidencia que también se puede manifestar una relación temporal entre las muertes que en la mayor parte de los estudios no es considerado, así como la reflexión de que el momento de la muerte está determinado no sólo biológicamente sino también psicológicamente. Por lo anterior, la finalidad de este estudio fue retomar estas investigaciones e identificar si existe el fenómeno de la inclinación a la muerte en fechas significativas en personas que ya fallecieron haciendo revisión de los expedientes de defunción en un hospital, así como identificar mediante un análisis día a día si es que existen diferencias en la distribución de las muertes en series reales o si son debidas únicamente al azar. Es así, que para fines de este trabajo iniciamos con un primer capítulo donde se reflexiona sobre la propia concepción de muerte y la dificultad de su definición al ser un fenómeno multidimensional. Por lo que, para poder aproximarnos a su comprensión el capítulo se divide en tres enfoques o aspectos de la muerte: la muerte como condición, como proceso y como hecho. Acercándonos a una concepción más amplia del fenómeno que permite mirarlo de forma más integral encontrando que no es algo ajeno a la vida misma, sino por el contrario, es algo interno o intrínseco que procede del propio organismo dándole un sentido a la existencia, que toma fuerza y se manifiesta a través de las faltas en un proceso de declive o agonía, haciéndose finalmente presente a través de las ausencias. Pero hacer una definición conceptual integrada del fenómeno de la muerte a partir de sus aspectos de condición, proceso y hecho, pone de manifiesto que es un aspecto del ser humano nada sencillo de explicar y por tanto tampoco lo es su acercamiento como 11 fenómeno de estudio. Es por ello que se dedica un segundo capítulo a la reflexión de cómo ha sido el acercamiento al estudio de la muerte por algunas de las ciencias del hombre que nos lleva a observar que la tendencia principal en la investigación con respecto a este fenómeno se ha centrado en el aspecto biológico, epidemiológico o bien discusiones filosóficas y de actitudes principalmente. Demostrando que la ciencia en mucho limita sus observaciones, y por tanto sus conclusiones, a dimensiones concretas del proceso y el hecho de la muerte. Pues por una parte observamos que se pone demasiada atención en estudiar costumbres, sentimientos, actitudes, reacciones y comportamientos, etc, al momento de morir, o bien la muerte se convierte en cifras o en un dato, generalmente correlacionadas con algún tipo de diagnóstico y con la plena ignorancia de los aspectos sociales y psicológicos que rodearon la presencia de las muertes reportadas. Sin embargo, en otro apartado del mismo capítulo se hace una recopilación de diversos estudios científicos que no se limitan a estos aspectos, aventurándose a poner el ojo de la investigación en aspectos aún más complejos que muchas veces los tomamos como banales o imposibles de estudiar desde un aspecto meramente científico, pero que autores como Moody (1977) y Osiris y Haraldsson (1977) demuestran con sus estrategias metodológicas y sus hallazgos que existen otras alternativas para plantear y comprender los aspectos que rodean la muerte y que hay otros factores en juego que participan en las formas de morir. Algunos de estos factores se tratan de los eventos significativos o bien ocasiones simbólicas o personalmente significativas que como veremos en el tercer capítulo algunos estudios en los últimos años encuentran un aumento de la mortalidad asociada a éstos, a lo cual en el presente estudio lo llamamos el fenómeno de la muerte en relación a fechas significativas. Por ejemplo, Philips, Van Voorhess y Ruth (1992) mencionan que las ocasiones simbólicas o fechas significativas pueden tener dos funciones en las formas de morir. La primera es que pueden tener la función de “fecha límite”, es decir, un evento que se evita pues se espera con dolor o es rechazado. Al contrario, la segunda tiene una función de “línea de vida” refiriéndose a un evento que se espera con placer. En el capítulo cuatro reflexionaremos con respecto al fenómeno de las “muertes en serie” remitiéndonos a estudios que muestran que hay muertes que se producen simultáneamente o una después de otra, en serie. Por lo que Quintanar (1994) las define 12 como “aquellos fallecimientos que se presentan en una población de forma simultánea o consecutiva a lo largo de una semana o con siete días como máximo entre muerte y muerte independientemente de la causa del fallecimiento” (pp 89). Posteriormente el capítulo cinco hace referencia al método de investigación utilizado, explicándolo de manera específica. Siguiendo con la presentación de los resultados en los que se inicia con un primer apartado que hace mención de los resultados generales de la población estudiada. El segundo apartado de los resultados está dedicado especialmente al análisis de los resultados con respecto a la inclinación de la muerte alrededor de las fechas significativas generales, así como la frecuencia de muertes alrededor de las fechas significativas con respecto al año de defunción, al género y al grupo de edad. El tercer apartado de los resultados se enfoca en el análisis sobre el fenómeno de muertes en serie que consiste en identificar, mediante un análisis día a día, si existen diferencias en la distribución de las muertes en series reales contra las esperadas por azar durante el periodo estudiado y su distribución por cada unidad de servicio en el hospital. Finalmente se presenta una discusión relacionada con los hallazgos encontrados y su reflexión a partir de la revisión bibliográfica, llevándola a una postura personal que se reporta a manera de conclusiones en el presente texto y una invitación para la realización de futuras investigaciones sobre el tema. 13 1. DEFINICIÓN DE MUERTE El presente estudio se inicia mediante el intento por definir el concepto principal y central de la tesis. ¿Qué es la muerte?, ¿Cómo se define, qué significa, qué entendemos por ella? Bien “sabemos” que la muerte como proceso natural es un fenómeno que le ocurre a todo ser vivo, y por ende el hombre no está exento de ello y muere como parte de este proceso. Se puede decir también que es un misterio, un evento que impacta a todos los hombres, pero que a la vez asusta mencionar, y ni se diga, estudiar. Elconcepto de muerte es ignorado y es mucho por el miedo y los mitos que se construyen a lo largo del desarrollo cultural. Este temor se favorece por los medios de comunicación, el lugar en que se muere, la agonía y la soledad que implica tanto para el que muere, como para los que deja. El hombre teme a la agonía, lo cual significa lucha y sufrimiento. Mucha gente se pregunta qué sucederá al momento de morir, si dolerá, si estará solo o acompañado, produciendo que en la mayoría de las ocasiones a que los individuos nieguen la realidad de su propia muerte durante un tiempo. Para Bravo (2006), la muerte es un tránsito y un descanso, un amanecer y un anochecer, una despedida y un encuentro, una realización y una promesa, una partida y una llegada. El autor da a entender que nuestra vida no comienza cuando se nace y no termina cuando muere, sino que sólo es pasar un tiempo para madurar y crear un poco y muy sabiamente recalca que si comenzamos a intuir qué es la vida, nos será más fácil llegar a comprender el modo en que a todo fenómeno vital le sigue un declive y un nuevo comienzo. Es una invitación a comprender la muerte desde el proceso mismo de vivir, pues se trata de dos fenómenos inseparables, es claro que sin vida no puede darse la muerte. De igual manera Marín (2000) indica que es preciso entender lo que es la muerte para poder comprender lo que es la vida. Por ejemplo al entender cuáles son los aspectos psicológicos (cogniciones, actitudes, sentimientos, emociones y comportamientos del individuo como ser biopsicosocial) de una persona que se “aproxima” a la muerte propia o la de un ser querido, es que podemos comprender que lo más difícil de lograr para la mayoría de los seres humanos es la aceptación. 14 Para éste mismo autor los científicos, filósofos y religiones se encargan de construir cada uno desde sus elementos teóricos su definición de la muerte, cuyas ideas en gran medida se mezclan y al mismo tiempo se contraponen unas contra otras, dando como resultado un concepto matizado de ciencia, filosofía y religión que lejos de ser claro y favorable, está rodeado de misterio miedo, depresión, dolor, manipulación, etc. Para muchos la muerte significará lo más transcendental de la vida humana, mientras que para otros es el fin de la existencia. Por ésta y más razones se da la gran dificultad de definir qué es la muerte, pues hemos de considerar que se trata de un fenómeno multidimensional que para poder aproximarnos a comprenderla será pertinente abordarla desde distintos enfoques o aspectos que más que contraponerse se complementan. Por ello, en este capítulo se abordará el concepto de muerte a partir de tres aspectos: 1) La muerte como condición. La muerte puede ser concebida como algo interno o intrínseco, que procede del propio organismo y con la que, en cierto modo y aunque parezca paradójico "convivimos" desde que nacemos. 2) La muerte como proceso. Es decir la agonía o el proceso de morir. 3) La muerte como hecho. Concepto abstracto de finalidad, el acto final de la vida del hombre (la muerte propiamente dicha). Estos tres aspectos permitirán comprender el concepto de muerte desde una mirada más amplia, saliéndonos del esquema de una mera definición de diccionario que nos dejaría una vez más en lo ajeno y despersonalizado que nos es la muerte. 15 1.1 Muerte como condición El animal conoce la muerte tan sólo cuando muere; el hombre se aproxima a su muerte con plena conciencia de ella en cada hora de su vida. Shopenhauer Podemos entender la muerte como condición dado que es un evento fisiológico predeterminado y concomitante a la existencia. Esto es, que la única condición necesaria para morir, es la de estar vivos. Scheler (1962, en Pérez, 2002) dice que la muerte se nos da por anticipado, pues acompaña a la vida en todos los momentos y, por tanto, no debe de sorprendernos como algo accidental. Es decir, que es una compañera en todo el viaje de vivir en donde las patologías que suelen desencadenarla y acompañarla son independientes y sólo formaran una parte de la muerte misma, puesto que ella ya era parte de nuestro andar por la vida. Muchos pensadores a lo largo de la historia encuentran que la muerte sólo podría cobrar sentido en su unión dialéctica con la vida. En nuestra propia cultura se puede observar, pues sabemos bien que los aztecas entre muchas de sus divinidades algunas eran dedicadas a la muerte y a los muertos, así como a la tierra donde estos iban, concibiendo una catolice, que parece ser el símbolo máximo de conjunción de vida y muerte. En el mundo occidental la filosofía existencial destaca muy bien esta conjunción de vida y muerte postulando que este proceso es parte de la vida, más que su terminación, y sólo mediante la integración del concepto de la muerte en la propia persona llega a ser posible una existencia autentica y genuina. El precio que se paga por su negación es una ansiedad y enajenación intensas. En este sentido, Heidegger, filósofo existencial muestra en sus obras que la muerte es parte constitutiva de la vida del ser del hombre. Desde que nace comienza a morir, comienza a vivir con la muerte. Tan pronto como el hombre viene a la vida ya es suficientemente viejo para morir. La muerte no es, o no debe ser, un hecho vivido externamente sino que debe ser vivido como algo que es intrínseco a la propia vida del hombre, ya que se tara de: 16 • Un hecho inexorable de la condición humana • El punto en el que todos nuestros proyectos y posibilidades se cierran. • Evento propio e íntimo del cual somos conscientes, y es ésta conciencia es la que tiene un papel central en nuestras vidas. (Martínez, 2009) Es por eso que Pérez (op.cit) menciona que la muerte moldea la existencia, es decir que no es algo que simplemente acontece, sino algo sin lo cual nada en realidad acontecería por lo que da sentido a nuestra existencia. Se puede decir entonces que no es sólo límite, sino línea divisoria que además de poner fin da sentido. Marin (2000), menciona que la existencia de la muerte, el saber de nuestras finitudes es lo que permite significar toda nuestra obra, todo nuestro hacer y sentir. Si algún día nos fuésemos a morir ¿cuál sería el sentido de todo nuestro vivir? Hoy amamos, sufrimos, trabajamos, odiamos y el sentido de todo este bregar está dado por la certidumbre de que en algún momento la vida se terminaría. Si nuestra vida no corriese riesgos, si no existiera la posibilidad, siempre presente y acechante, de que esta pudiese terminar ¿para que esforzarse, para que sentir? Todo sería postergado. Ningún placer, ningún dolor hallaría lugar. Tan solo el tedio se apoderaría de los individuos, el letargo triunfaría sobre la vida. Sin embargo, toda esta conciencia de finitud nos llena de miedo y ansiedad, temas que ampliamente estudiados en el ámbito de la psicología. Por ejemplo Zilboorg (en Becker 2003) señala que este miedo es, en realidad, una expresión del instinto de auto conservación, que funciona como un aliciente constante para asegurar la vida y dominar los peligros que la amenazan. Con respecto a esto Rebolledo menciona que: Nuestra existencia por si misma tiene entonces un porqué y un para qué ser. Evolucionar. Ascender a la vida en cuanto se cumple con el orden que por sí misma determina y en consecuencia alcanzar la realidad. Alcanzar el entorno, haciéndolo referente a nosotros "tocar al otro" como un límite preestablecido para llegar a "tocarnos" a nosotros mismos. Definir la completitud de lo que se es. Morir es dar el acabado, es una condición definitiva que no puede ser otra cosa más que, sí misma. Es "tocar" la realidad (1999, p.85). 17 Pero la muerte, si es entendida desde esta condición, se trata de un símbolo complejo con el que convivimos todo el tiempo, no es una cosa concreta y claramente definida,la propia muerte no es un estado, sino una simbología que varía de persona a persona. Y es Freud con el psicoanálisis quien muestra que la represión se encarga de que podamos vivir ante ese símbolo complejo pues si esta conciencia de muerte y la ansiedad y miedo que provoca estuvieran siempre presentes seriamos incapaces de funcionar. Lo hemos de reprimir como es debido para mantenernos vivos con un mínimo de bienestar. A esto Becker (2003) menciona que el organismo trabaja activamente contra su propia fragilidad buscando su desarrollo y perpetuándose en la experiencia de vivir. Podemos observar entonces que los seres humanos tienen intrínsecamente la condición de seres mortales funcionando además cómo el único animal consciente de ello por lo que realizan procesos como la represión o negación para sobrellevarlo, sin embrago el paso de la condición de seres mortales, a la condición de estar a punto de morir y finalmente a la de estar moribundos puede darse rápidamente, lo que lleva a encarar la condición de seres mortales a partir de un proceso distinto. 1.2 Muerte como proceso "La vida, lejos de ser el conjunto de las funciones que se resisten a la muerte, es, más bien, el conjunto de las funciones que nos arrastran a ella" CIORAN Se sabe bien que la historia natural de todo ser vivo comprende nacer, crecer, reproducirse y morir. Históricamente los intentos por definir el momento preciso de la muerte han sido problemáticos. Antiguamente se definía la muerte (hecho) como el momento en que cesan los latidos del corazón y la respiración. Ello propicio casos en que los presuntos difuntos volvían a la vida, llegando así toda clase de supersticiones. Pero el desarrollo de la ciencia permitió establecer que realmente la muerte es en sí misma también un proceso, el cual en un determinado momento se torna irreversible, pero ¿cuándo se inicia el proceso de muerte? Thomas (1991) menciona que se inicia cuando el individuo pierde las capacidades de adaptación a los cambios internos y externos que le suceden. Así 18 comienza un proceso terminal de falla orgánica múltiple. Asimismo, en otro escrito Thomas dice que: …la muerte es un proceso de transformación e intercambios energéticos de un ente hacia una condición entrópica. Sin embargo la muerte es a su vez un fenómeno que actúa como mecanismo regulador dentro del sistema de orden superior mediante la retroalimentación negativa que mantienen la relación de los fenómenos de especie (1993, p. 23). Así la muerte es el estado final de cualquier biosistema, íntimamente vinculado a su máximo nivel de entropía, es decir, no dispone de energía útil, lo que supone un estado final irreversible. Un organismo muerto, incluyendo a los humanos, jamás retornará a la vida, ya que ello implicaría la violación de la naturaleza de la entropía, al haber alcanzado el máximo de ésta, según la tendencia de los procesos naturales o espontáneos. Patrick- Johansson explica que: La entropía, en termodinámica, es la magnitud física que mide la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo, pudiendo compararse con el desorden. Su valor, en un sistema aislado, crece en el transcurso de un proceso que se dé de forma natural o espontánea. Cada cuerpo cuenta con su valor máximo de entropía, aunque éste no se pueda saber de antemano, ya que sólo se pueden calcular variaciones de entropía (2004,p.112). La ausencia de la generación de energía interna de forma autónoma se producirá por la falta de aporte de oxígeno y glucosa que llevan a la muerte celular irreversible. Por otra parte Thomas W. Furlow concibe el morir como: ... un proceso (a modo de tres círculos concéntricos): primero se da la muerte social; es el círculo exterior más vulnerable y constituye el primer síntoma de muerte. En seguida viene la vida intelectual humana, que se caracteriza por la conciencia y las funciones racionales. Dichas funciones derivan de la región superior del encéfalo (del cerebro). Finalmente es la vida biológica, que depende del tronco cerebral (no es específicamente humana) y controla el latido del 19 corazón, la respiración y otras funciones biológicas básicas. La definición de muerte tiende a desplazarse del círculo biológico al cerebral (en Pérez 2002, p. 54). Podemos observar que el proceso de muerte es reconocible a partir de signos, síntomas, reacciones, actitudes y circunstancias socioculturales y del medio ambiente que afectan al individuo que, en la incapacidad de respuesta al daño, progresa mediante un proceso fisiológico concomitante al de la enfermedad y que es propiamente lo que entenderemos como estado terminal. Es en este estado donde se desencadenan los fenómenos o fases de duelo ante la muerte descritos por la doctora Kübler-Ross (1975) que constituyen el modelo más conocido del proceso de morir, constando de cinco fases: 1) La negación. Se caracteriza por los mecanismos de negación y de aislamiento rechazando una realidad que por lo general aparece en forma de un diagnóstico médico. 2) La ira. La autora lo describe como un estado egoísta puesto que el moribundo sólo está preocupado por sí mismo. Expresa sentimientos de ira que se mezclan con envidia y resentimiento, que corresponderían a la pregunta ¿Por qué a mí? Con una hostilidad dirigida a la enfermedad y la muerte. 3) El regateo. Consiste en que la persona moribunda implora a Dios, al médico o a otras figuras de influencia que su vida sea prolongada o disminuyan su dolor, por lo general haciendo promesas que la mayoría de las veces no logra cumplir. 4) La depresión. En un primer momento las personas se lamentan de las pérdidas pasadas, las cosas que no se hicieron o dejaron de hacer, los errores cometidos; posteriormente hay una resignación y aislamiento acompañado de tristeza, sin aceptar aún la muerte. 5) La aceptación. Finalmente progresando así, en los casos favorables hacia una aceptación que le permita acoger la muerte con serenidad. El paciente acepta la muerte inminente en una actitud por lo general de tranquila y de entrega. 20 Este modelo, ejemplar y pionero en su género, es referencia obligada para todo trabajo o atención al proceso de morir. Sin embargo ha sido sujeto a revisiones y críticas, sobre todo por su aparente estructura lineal pero es importante recalcar que este proceso es dinámico, no debe verse como receta de cocina, como pasos consecuentes a seguir, el proceso ante la muerte y los mecanismos de defensa dependerán de un sinfín de circunstancias como la edad, el sexo, las causas de la muerte, etc. las etapas pueden superponerse, tener ciertos retrocesos o simplemente omitirse. De igual forma la vivencia de los allegados presenta cierta semejanza con la del individuo en estado terminal. 1.3 Muerte como hecho Morir, no es dejar de ser Sino dejar de estar Dr.J.F. Rebolledo Mota Finalmente la muerte se convierte en un hecho. Flores, Pérez, Thambo, & Valdivieso (2004) mencionan que la muerte requiere un diagnóstico perse y hasta ahora contamos con cierta metodología que permite indicar que alguien está muerto. Para morir se requiere de la participación directa de una enfermedad, la cual podrá ser repentina, aguda o crónica, la que a su vez se acompaña de un proceso terminal de falla orgánica múltiple. Se podría decir que la ausencia de signos vitales se traduciría por sí mismo lo que conocemos como muerte, sin embargo, dado que ha sido posible revivir a algunas personas después de un periodo de tiempo sin respiración, actividad cardiaca o cualquier otro signo visible de vida, o bien, el que hoy en día exista la posibilidad de mantener la actividad respiratoria y el flujo sanguíneo artificialmente, las ciencias neurológicas han tenido que resignificar el hecho de la muerte e incluir los términos de “muerte cerebral” o “muerte encefálica”. Estos conceptosson utilizados cuando es posible mantener una actividad cardiaca y ventilación artificial en cuidados intensivos, en una persona cuyo corazón ha dejado de latir y no es capaz de respirar por sí misma pero aún sigue con vida. En el pasado algunos consideraban que era suficiente con el cese de actividad eléctrica en la corteza cerebral (lo que implica el fin de la consciencia) para determinar la muerte 21 encefálica, es decir, el cese definitivo de la conciencia equivaldría a estar muerto, pero hoy se considera, en casi todo el mundo, difunta a una persona (aún si está conectada a un ventilador y con actividad cardiaca), tras el cese irreversible de la actividad vital de todo el cerebro incluido el tallo cerebral, comprobada mediante protocolos clínicos neurológicos bien definidos y soportada por pruebas especializadas. Por ejemplo, los autores anteriores indican que deberá constatarse por lo menos los siguientes signos para que sea tomada como muerte clínica: Ausencia de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de la conciencia Ausencia de ventilación y respiración Ausencia de pulso y latidos cardiaco Ausencia de llenado capilar Pupilas persistentemente dilatadas Ausencia de reflejos pupilares Ausencia de tono ocular Disminución progresiva de la temperatura Electroencefalograma plano, demostrativo de inactividad bioeléctrica cerebral De esta manera la muerte será por principio el fin último de la existencia del individuo por lo que Rebolledo menciona que: La muerte es la ausencia de los signos vitales, la ausencia de la expresión conductual, una ausencia prolongada consecuencia última de la "desorganización" integral del individuo, es un cambio de energía a un estado entrópico. La muerte no es ni buena ni mala, se sujeta a órdenes superiores y está por encima de nuestro propio orden de las cosas, de tal suerte que queda más allá de cualquier orden moral. De la misma manera está por encima de cualquier orden científico. Es así que la muerte humana suele diferirse porque científicamente no se tiene manera de caracterizarla formalmente. Pero la muerte está ahí, la entiendo y se puede 22 demostrar mediante las ausencias. La muerte es pues una ausencia y una ausencia presupone de suyo la existencia” (1999, p. 86). Es por eso que Marín (op.cit) sugiere que podemos tomar como concepto integral de muerte a “la ausencia de las funciones orgánicas vitales, que se acompaña de la ausencia de la relación cognitiva del individuo consigo mismo y con su entorno, provocando una ausencia que se prolonga en la consciencia colectiva” (pp.32).es evidente que esta forma de conceptualizar a la muerte es una definición centrada únicamente en su aspecto como hecho, en cambio sí se revisa y toma en cuenta los tres aspectos revisados con respecto a éste fenómeno (condición, proceso y hecho), parece pertinente que una concepción más integrada y que permite mirar el fenómeno de muerte de forma más integral es diciendo que no se trata de algo ajeno a la vida misma, sino por el contrario, es algo interno o intrínseco que procede del propio organismo dándole un sentido a la existencia, que toma fuerza y se manifiesta a través de las faltas en un proceso de declive o agonía, haciéndose finalmente presente a través de las ausencias. 23 2. LA MUERTE COMO FENÓMENO DE ESTÚDIO En el capítulo anterior se hace una definición conceptual integrada del fenómeno de la muerte a partir de sus aspectos de condición, proceso y hecho poniendo en manifiesto que dicho fenómeno no es sencillo de explicar y por tanto tampoco lo será su acercamiento como fenómeno de estudio. La antropología, la psicología y la sociología son, entre otras, algunas de las principales ciencias del hombre. Cada una de estas ciencias posee su peculiar metodología, la que le sirve para sacar conclusiones de la observación de los fenómenos, sin embrago, de todas las instituciones sociales la de la muerte (y lo que la rodea en términos de ritos y representaciones sociales), tal vez sea una de las más estudiadas por las ciencias del hombre. Desde la “muerte domesticada” de la Edad Media, signada por una familiaridad de la experiencia cotidiana con los moribundos, hasta la actual “muerte prohibida”, en que la soledad de la privatización, la medicalización y la clandestinidad de la muerte son el efecto de una discreción moderna, empeñada en reducir los duelos y lutos, se ofrecen diferentes prácticas y representaciones institucionalizadas de ella. En los años transcurridos no se ha avanzado demasiado en los estudios sobre este tema; las razones de tal hecho no se tratarán aquí, pero sí se subraya el carácter obsceno que la muerte tiene actualmente, reemplazando al sexo y convirtiéndose en el nuevo tabú. Esto nos habla de cómo la muerte en su función de condición del ser humano, está ahí, pero se minimiza, se niega, deja de verse y es apartada de la vida como si en realidad pudiese hacerse esa separación. A pesar de ello algunas ciencias del hombre, sobre todo recientemente, manifiestan un gran interés por el estudio de la muerte y los moribundos, centrándose más o volteando la mirada a la parte del proceso de muerte y la muerte como el hecho más específicamente. Si se habla de algunos antecedentes históricos de la ciencia con relación a la muerte, se encuentra que el hombre aborda el fenómeno también desde el punto de vista científico centrándose más en la muerte como el hecho, apoyándose hasta hoy en las ciencias biológicas y de la salud. 24 Speck (1992) sostiene que desde la época medieval las órdenes religiosas eran las que proporcionaban consuelo y atención a los enfermos graves en sus monasterios. Posteriormente se forman los primeros hospicios donde se aceptan y cuidan a los enfermos graves. En el siglo XIX (1842) Jeannie Garnier forma los primero albergues en Francia, para enfermos de cáncer; en el siglo XX se forman los primeros hospicios en Inglaterra y en 1974 se forma el primer hospicio en Estado Unidos. Existen desde la mitad del siglo pasado un reducido número de instituciones que ofrecían asistencia a enfermos terminales, que carecían de familiares que los cuidaran y que fueron fundadas debido al gran número de personas necesitadas que morían solas y con frecuencia en las calles. Al mismo tiempo el acceso al cuidado hospitalario se hizo más fácil y aceptable. Con la creciente aceptación del cuidado hospitalario para las enfermedades surgió la institucionalización del nacimiento y la muerte. En palabras de Perez “Morir en un hospital, más que en la casa, se volvió la norma” (2002, p.52). Con el desarrollo de la tan exitosa alta tecnología médica del siglo, se incrementó la dificultad de conciliar en énfasis entre el diagnóstico y la curación. Curar era el objetivo más importante de la medicina, por tanto, la muerte era considerada como un fracaso. Las expectativas en cuanto a la salud se modificaron, y con este cambio disminuyó el número de muertes y de experiencias en torno a ella. El diagnóstico de muerte ha cambiado como consecuencia del desarrollo de las ciencias biológicas y la muerte pasó a ser un suceso cada vez menos aceptado. Este panorama es compartido por el paciente y su familia y a menudo reforzado por médicos y enfermeras. Por lo tanto, puede ser común que el paciente terminal y su familia sean evitados dentro del ambiente hospitalario. Bravo (op.cit) indica que las necesidades emocionales del paciente y de quienes los cuidan eran con frecuencia ignoradas e insatisfechas, y dada la naturaleza y lo severo de la enfermedad, era natural ocultarle la gravedad de la situación al paciente dejándolo solo desde el punto de vista emocional. 25 La negativa ante la enfermedad se debía a la creencia de que si el enfermo lo sabía perdería la esperanza y aceleraríasu muerte. En general las necesidades físicas del enfermo eran descuidadas, así como también lo eran sus necesidades sociales, emocionales y psicológicas. Sólo a veces se consideraban los aspectos espirituales, ya que con frecuencia se hacían de manera inapropiada. Ante tantas necesidades según Speck (op.cit) y para compensar las fallas percibidas en el cuidado de estos enfermos, surgió el movimiento de los “Hospicios modernos”. Hoy en día se propone más atención física, emocional y espiritual para estos pacientes terminales. Como se pudo observar el concepto de muerte se encuentra rodeado por múltiples elementos, como los médicos, psicológicos, filosóficos, religiosos, por citar algunos y por tanto se requiere llevar a cabo un estudio desde diferentes perspectivas. El concepto de muerte se modifica con el transcurso del tiempo aún dentro del mismo marco cultural, con lo que se puede hablar de una evolución de este concepto. Siendo un proceso intelectual que llega a los niveles más profundos de la conciencia, y tiene que ver, principalmente, con el conocimiento interior, creencias, experiencias y vocación. Hasta aquí se observa cómo la ciencia en mucho a limitado sus observaciones, y por tanto sus conclusiones, a dimensiones concretas del proceso y el hecho de la muerte. Además, más que estudiar la muerte en sí misma, estudian todo lo que la rodea: costumbres, sentimientos, actitudes, reacciones y comportamientos, etc. Dejando de lado algunos otros aspectos que resultan importantes y que se desarrollan más adelante. 2.1 La muerte cómo un dato Un aspecto muy importante con respecto al estudio de la muerte es generado a partir de preguntarse ¿De qué mueren las personas? ¿Con qué frecuencia y cuáles son las causas?, ¿Quiénes mueren y a partir de qué?, es que se crea el estudio de la mortalidad, es así que con el objetivo de generar las estadísticas sobre defunciones generales y fetales, que permitan caracterizar el fenómeno de la mortalidad en el país, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) nos muestra año con año la estadística de 26 defunciones generales gracias a los certificados de defunción, su principal formato de captación. Según el Instituto de Salud del Estado de México, la mortalidad se refiere “a las defunciones como un componente del crecimiento de la población. Eventualmente, todos los componentes de una población mueren, pero la proporción en que esto ocurre depende de muchos factores, tales como la edad, sexo, ocupación y clase social y su incidencia puede proporcionar gran cantidad de información acerca del nivel de vida y servicios de salud con que cuenta una población (2012).”es por ello que estas variables son algunas de las que capta la estadística de defunciones generales, permitiéndonos saber cuándo, dónde, cómo y de qué mueren los individuos y posiblemente deducir, en qué forma bastante aproximada, cuánto y cómo viven los mismos y a partir de ahí cuál es su situación de salud. Es así como Aguirre (2011) hace una recopilación de los datos publicados por la secretaria de Salud y el SINAIS consultando la base de datos interactiva del INEGI y muestra que las 20 principales causas de defunción para los años 2009, 2010 y 2011 son: 1. Diabetes mellitus 2. Enfermedades isquémicas del corazón 3. Enfermedad cerebrovascular 4. Cirrosis y enfermedades crónicas del hígado 5. Agresiones (homicidios) 6. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 7. Enfermedades hipertensivas 8. Accidentes de transporte 9. Infecciones respiratorias agudas bajas 10. Afecciones originadas en periodo perinatal 11. Nefritis y nefrosis 27 12. Desnutrición calórico protéica 13. Tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón 14. Lesiones autoinfligidas (suicidios) 15. Tumor maligno de la próstata 16. Tumor maligno del estómago 17. Tumor maligno del hígado 18. Tumor maligno de la mama 19. VIH/SIDA 20. Tumor maligno del cuello del útero Con respecto a esto, Moragas (1991, en Quintanar 2007) pondría el beneficio de la duda, pues este autor resalta que la clasificación de las causas de muerte resulta “errónea”. Esto es debido a que las estadísticas de mortalidad identifican una sola causa o enfermedad como determinante de la muerte, lo cual no es correcto ya que la causalidad de la muerte es siempre múltiple, hecho que se comprueba en el mismo certificado de defunción al utilizar los términos: causa inmediata, causa intermedia y causa inicial. Por otra parte, es importante resaltar que el INEGI a través de su consulta interactiva de datos de la estadística de mortalidad ofrece una opción para un mejor aprovechamiento y análisis de la información anual de las defunciones generales y fetales con una cobertura geográfica, esto es que tu búsqueda puede ser nacional, estatal o bien municipal que considera la posibilidad de realizar consultas con diferentes niveles de desagregación, de acuerdo a diversas variables seleccionadas, como sexo, edad, ocupación, nivel de escolaridad, causa de muerte, tipo de defunción ,etc. quizás por ello Pérez,V. (2002) menciona que para cierta mentalidad cientificista, positivista o neopositivista, la muerte es sólo un dato: una fecha, un sitio y una enfermedad. Que la muerte se cuenta por números y cifras, que a pesar de tener una función, da la sensación de una reducción de la persona a http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/registros/vitales/mortalidad/descripciones.aspx http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/registros/vitales/mortalidad/descripciones.aspx 28 su cuerpo, a su fachada exterior, a un fichero de datos, de medidas o a un inventario. Se conserva el dato y se pierde a la persona. Similar a esta visión se suma Quintanar (2007) al plantear que los reportes institucionales con respecto a la muerte suelen hacerse en tablas de totales y gráficas de barras, tomando sólo los datos de las muertes en conjunto, resaltando los aspectos epidemiológicos sobre la frecuencia de casos con respecto a los datos y el supuesto motivo de muerte, perdiendo de vista la condición a lo largo del tiempo al no representar los datos con una metodología más minuciosa o específica y representar los datos en gráficas particulares. El autor considera que “la atención proporcionada por las diferentes instituciones se ha enfocado a la restauración del daño y se ha subestimado la importancia de la identificación oportuna de factores temporales de riesgo de morir” (pp.113) Asimismo, Sudnow (1962) menciona que: …se ha prestado poca atención a la condición metodológica de la investigación empírica de las circunstancias que rodean el acto de morir en la sociedad occidental contemporánea; además, las recientes recopilaciones de artículos sobre la muerte contienen casi exclusivamente discusiones filosóficas e investigaciones acerca de actitudes pero muy pocos estudios abordan, y menos aún cuestionan, los aspectos metodológicos y estadísticos utilizados (Quintanar, op.cit, p. 82). Es evidente que con las muertes se realizan muchas operaciones estadísticas. La muerte se convierte en cifras o en un dato, generalmente correlacionadas con algún tipo de diagnóstico y con la plena ignorancia de los aspectos sociales y psicológicos que rodearon la presencia de las muertes reportadas y con una completa negación de la participación de los propios actores o bien de las instituciones en esas muertes. La muerte se convierte en ajena al ser humano, un hecho accidental, se cae en concepciones mecanicistas, elementalistas y reduccionistas, error en el que pueden caer muchas corrientes psicológicas de una u otra manera, mientras otras surgirán como oposición a esta situación. Por ejemplo, la psicología humanista como nos menciona Muñoz (2010) parte de una concepción del ser humano en la que: 29 • El hombre vive subjetivamente: los sentimientos, emocionesy percepciones de toda persona están llenos de elementos y matices que los hacen muy personales, es un mundo interno experiencial del cual toma conciencia, pues percibirá el mundo externo de acuerdo a su realidad personal y subjetiva. No hay cuestiones preconcebidas. • La persona está constituida por un núcleo central estructurado: ya sea la persona o el sí mismo, es desde donde se explica la interacción de los procesos psicológicos, pues parece ser el regulador, portador y origen de tales procesos. • El hombre está impulsado por una tendencia hacia la autorrealización: el hombre muestra una clara capacidad y deseo de desarrollar sus potencialidades, una necesidad o motivo fundamental que orienta, da energía e integra el organismo humano, que lo lleva a organizar su experiencia en el sentido de la madurez y del funcionamiento adecuado, es decir, en el sentido de la conducta racional y social subjetivamente satisfactoria y objetivamente eficaz. • El hombre posee capacidad de conciencia y simbolización: tiene la capacidad de tomar conciencia plena de sí mismo, que le permite distinguirse del mundo exterior, le permite proyectarse, hacer abstracciones y poder verse como lo ven los demás y también de tener empatía. Esta conciencia no distorsionada de lo que vive y siente, esta apertura plena a las propias vivencias, y su correcta simbolización, conducirá inevitablemente a una vida más sensible con un radio de acción más amplio, de mayor variedad y riqueza personal. • Capacidad de libertad y elección: la libertad de que goza el hombre no es absoluta puesto que se encuentra en un mundo físico sometido , sin embrago los grados de libertad se acrecentaran a medida que la persona se abre y acepta sus vivencias; a medida que la persona es ella misma y de entrada hace accesible a su conciencia todos los datos disponibles y relacionados con la situación; las demandas sociales, sus complejas necesidades y conflictos posibles, sus memorias de situaciones similares, su percepción de la singularidad de la situación presente, etc… Estas son algunas de las características con las que el ser humano cuenta, características que forman parte de su estar en el mundo desde que es consciente de sí mismo, hasta el momento de su muerte. No deja de ser hombre sólo por estar en proceso de muerte. Sigue 30 siendo un ente bio-psico-social, en el que la parte simbólica y experiencial juega un papel crucial hasta el final. Es por ello que Seligman (1975) tomando de referencia un estudio realizado por Engel y sus colaboradores, menciona que se pueden presentar muertes repentinas durante estados de alta tensión psicológica, tales como: 1. La enfermedad o muerte de un ser querido 2. Duelo agudo 3. Amenaza de pérdida de un ser querido 4. Defunción o aniversario de defunción 5. Perdida de estatus y/o autoestima 6. Presencia de situaciones peligrosas 7. Durante un proceso de rescate 8. Durante finales felices Reportando que aunque la causa inmediata de muerte finalmente era un fallo cardiaco, este es precedido por un reporte de estado psicológico que muestra en casi todos los casos desamparo aprendido o desesperanza como las emociones más extendidas. Podemos ver entonces que la muerte no es un hecho determinado solamente por la parte biológica, médica, un diagnóstico en sí, que sólo permanezca a las estadísticas; también está rodeada por múltiples factores, entre ellos el psicológico que debe ser considerado para poder cambiar el panorama que le espera a los pacientes. 2.2 Otra mirada en la investigación Es interesante observar que a pesar de que la tendencia en la investigación con respecto a la muerte es centrado en el aspecto biológico, epidemiológico o bien discusiones filosóficas y de actitudes ante la muerte, diversos científicos se han aventurado a poner el ojo de la investigación en aspectos aún más complejos, que muchas veces los vemos como 31 banales o fuera del alcance de la investigación científica por su aparente lejanía a la mentalidad científica o positivista. Por ejemplo, Moody (1977) en su libro “Vida después de la muerte” habla sobre las experiencias de personas declaradas clínicamente muertas que habían “regresado” a la vida. Si bien el libro parece dar un paso adelante con respecto a los estudios sobre el tema y mostrarnos las fronteras de la muerte, lo interesante es que su libro no pretende “probar” que hay vida después de la muerte sino sólo explorar los fenómenos de muerte cercana. El autor menciona dos dificultades para tratar el tema de la muerte: la negación a hablar de la muerte y las limitaciones del lenguaje para expresar esas experiencias. El autor investigó más de 150 relatos de experiencias cercanas a la muerte y basándose en ellas presenta un caso modelo en donde muestra los quince elementos presentes ante estas experiencias, no antes sin aclarar que ni en todas las personas se dan todos los elementos, ni algún elemento se encuentra en sólo una persona. Existen, además, quienes han sido declarados clínicamente muertos y no recuerdan nada de la experiencia. Los elementos que encuentra son los siguientes: a) Experiencia inefable: es decir, que no hay palabras para expresar lo que se vivió. b) Muchos afirman haber oído claramente la noticia o los informes que los daban por muertos. c) Muchos reportan extraordinarios sentimientos de paz y quietud d) Algunos oyen zumbidos molestos; otros, una especie de música agradable e) Frecuentemente narran que son empujados por un túnel oscuro, un cilindro o un valle de sombras f) El autor dedica veinte páginas a describir la sensación de sentirse fuera del cuerpo; surge una especie de cuerpo espiritual que puede atravesar y ser atravesado por otros objetos. 32 g) No pocos tratan de describir su encuentro con otras personas conocidas o extrañas, algunos son identificados como una especie de ángeles de la guarda, “espíritus que ayudan” h) El fenómeno más común, más increíble e impresionante es el encuentro con una luz brillante, con una luminosidad no terrena, que no hiere ni encasilla. Es un ser de luz, un ser personal que emana amor y calor y atrae irresistiblemente. Se da con la luz una comunicación sin palabras. Tan clara que no puede haber ni malentendidos, ni mentiras. Casi siempre está la pregunta; ¿Estás preparado para morir? i) De manera instantánea, rápida, indescriptible, aparece desplegada toda la vida con increíble detalle; se revisa el sentido y orientación de la vida y su fundamentación en el amor. j) Después del examen, algunos relatan la percepción de un límite o frontera, una niebla gris, una puerta, una cerca o una línea, que, por supuesto, ninguno de los dos confidentes traspaso. k) En este punto viene el regreso. Unos consideran haber seguido adelante; otras agradecen el retorno, como una nueva oportunidad de terminar sus deberes, por ejemplo, la educación de sus hijos. l) Casi ninguno de los que tuvieron estas experiencias las quieren compartir. No encuentran palabras para expresarse y piensan que no van a ser comprendidos. m) Muchos consideran que estas experiencias los enriquecieron y los impulsaron a mejorar su vida, a conocer más y más y amar n) Nueva visión de la muerte: dejan de ver la muerte como algo terrible. Algunos la ven como un retorno a casa. o) Corroboración. Moody ha confirmado en algunos casos, la experiencia de sus confidentes con el testimonio de otras personas (médicos o parientes) a quienes el “clínicamente muerto” les había contado con gran detalle lo que sucedía a su alrededor cuando ellos estaban “fuera del cuerpo”. 33 Asimismo, pretende explicar y poner algunos reparos a otras explicaciones alternativas al hecho de que haya vida después de la muerte, la cual las divide en tres apartados: a) Explicaciones sobrenaturales b) Explicaciones naturales (científicas), bien seránfarmacológicas, fisiológicas o neurológicas; c) Explicaciones psicológicas: aislamiento, sueños, alucinaciones. Las explicaciones parapsicológicas o de fenómenos paranormales propiamente no son estudiadas. Otro libro que nos muestra un estudio sobresaliente e importante es el contenido en el libro de Lo que vieron …a la hora de la muerte por Osiris y Haraldsson (1977), ambos doctores en psicología. Lo interesante de este libro consta también de la introducción de la Dra. E. Kubler Ross quien menciona que “es un libro que deberían de leer todos los investigadores y científicos que se planteen problemas o cuestiones relativas a la reciente y ampliamente divulgada investigación sobre la muerte y la vida posterior (pp. 11). Su obra trata sobre el testimonio de más de mil casos de personas que pudieron comunicar sus experiencias antes de morir; visiones, palabras que escuchan, emociones que experimentan. El método es catalogado como verdaderamente científico puesto que se realizaron tres extensos exámenes a los testigos, médicos y enfermeras que atendían a moribundos; la investigación abarcó dos culturas la americana y la india, con la finalidad de hacer un análisis comparativo; los datos fueron recogidos cuidadosamente con técnicas de muestreo que incluía cuestionarios y entrevistas de prueba y; los datos fueron analizados estadísticamente, con muchas variables en computadora. El estudio piloto se realizó primero en Estados Unidos de 1959 a 1960, que consistió en la observación de treinta y cinco mil paciente moribundos. La segunda parte que ya incluía las entrevistas y el cuidadoso método de observación ocurrió de 1961 a 1964. En cuanto a la investigación en la India ocurrió de 1972 a 1973. 34 Primero se pedía a médicos y enfermeras contestar un cuestionario breve; en el segundo, a quienes decían haber tenido comunicaciones de visiones en el lecho de muerte se les entrevistaba detalladamente. Se manejaron, en ambos países, 1,708 encuestas útiles y se realizaron 877 entrevistas. Los autores en su cuidadoso y detallado análisis, se esfuerzan por distinguir entre las visiones y las alucinaciones, generalmente confusas y en ocasiones compensatorias, lo mismo que fantasías o sueños en estado de vigilia. Se toman en cuenta sobre todo las visiones que se dan en clara consciencia y profundo convencimiento, y se trata de prescindir de las observadas en estados febriles o bajo la probable influencia de las drogas. El valor de la investigación, a decir de los autores, muestra una nueva evidencia. La existencia de vida después de la muerte, ya que las otras explicaciones alternativas (psicológica, cultura, y otros condicionamientos) no pueden considerarse causas adecuadas de los hechos estudiados. En cuanto a sus conclusiones los autores mencionan que estas investigaciones con las primeras en su tipo; representan exploraciones todavía imperfectas, que pueden ser superadas por estudios de mayor rigor científico. Notaron que un número significativo de los pacientes “llamados” a la otra vida por una aparición murieron, no obstante el diagnóstico médico de recuperación. Cuando los moribundos vieron mensajes del más allá, se trataba en su mayoría de parientes cercanos difuntos. En cambio las visiones suscitadas por drogas raras veces se relacionan con parientes cercanos. Así como la finalidad predominante de las apariciones es invitar a los moribundos a pasar a la otra vida. Esto, exceptuando algunos casos de resistencia (un tercio de los indios) está dispuesto a ir. Las respuestas emocionales ante las apariciones, exceptuando una cuarta parte que no experimentó especial emoción, fueron en general positivas: sentimientos de serenidad, paz y alegría. Los casos de emociones negativas se relacionaron con alucinaciones de este mundo con pacientes indios que se resistían a morir. Las imágenes extraterrestres de las visiones contienen escenarios de este mundo pero dotados de especial colorido y brillantez. 35 Las emociones positivas representaron una ruptura en relación con la atonía o depresión de días anteriores. Se dio una elevación de ánimo; en algunos casos supresión del dolor y en diversos pacientes con perturbaciones nerviosas, el retorno a estados normales y lúcidos. Sin embrago, un dato interesante de su investigación es que los mismos autores hacen un análisis crítico de otras posibles causas diversas de la existencia de otra vida, como los son: 1) Factores médicos: la morfina, el demerol y otros medicamentos que frecuentemente se administran a enfermos terminales son poderosos alucinógenos, pero sólo una no significativa minoría de los pacientes estudiados recibió este tipo de tratamiento. También se constató que las perturbaciones nerviosas o los envenenamientos urémicos no tuvieron especial relación con las visiones de apariciones. 2) Factores psicológicos: no se encontró especial relación entre factores psicogénicos (fuertes tensiones o expectativas) que producen alucinaciones y las visiones relacionadas con la otra vida. 3) Factores culturales: los elementos culturales son más difíciles de discernir que los factores anteriores. Sin embrago, contra lo esperado, se constató que las creencias religiosas en la otra vida no se reflejan de modo decisivo en las visiones. Entre pacientes cristianos apenas si aparecen visiones del infierno o del demonio, como tampoco se mencionan en los moribundos hindúes ideas como la reencarnación, o alucinaciones al karma. Además de este análisis, destacan los autores la coincidencia básica de los diversos fenómenos investigados entre los tres estudios realizados, lo cual da al estudio, en su conjunto, una apreciable consistencia. Los autores señalan, sin embargo, diversos grados de confiabilidad de las comunicaciones de médicos y enfermeras. Otra fuente de distorsión lo constituyó el olvido, debido al lapso del tiempo transcurrido entre el conocimiento del fenómeno y la comunicación al entrevistador. El análisis de cada caso debe ser muy cuidadoso: se debe estar atento a los antecedentes médicos, psicológicos y culturales del paciente. Así, por ejemplo se debe poner atención a 36 que frecuentemente a enfermos terminales se les administra morfina para contrarrestar el dolor, y estas drogas suelen producir extrañas experiencias. Como bien se ha mencionado la investigación sobre la muerte y la supervivencia es planteada desde la filosofía, la religión y la ciencia. Los dos primeros caminos para los autores son insuficientes. Creen que en la ciencia esta la respuesta y mencionan que en esta línea se pueden explorar cinco vías independientes entre sí: 1) médiums; 2) apariciones; 3) recuerdos de reencarnaciones; 4) experiencias fuera del cuerpo; y 5) observaciones en el lecho de muerte, tópico en el que se basa su investigación Por otra parte, otra de las investigaciones que van más allá de los típicos estudios con respecto al tema de muerte, recaen en Andrau (1992) quien en sus investigaciones y recopilación de datos observó que a veces la muerte parece hacer por anticipado una señal de que esta próxima y que debería prevenirnos, estar preparados si es que estuviéramos atentos a ellas. Observó que dichas advertencias casi siempre son dirigidas a los allegados antes que directamente al que esta próxima su muerte. De todas maneras queda la pregunta de si, aún con todo se podría cambiar el suceso. No lo parece, pues según Andrau la anunciada muerte se presenta a pesar de las precauciones tomadas. Muchas veces estas muertes son encasilladas a causas generales según la estadística a la que se está acostumbrada y no a estadística seria. Andrau analiza un conjunto de formas de morir y sucesos de muerte, en forma anecdótica, que cataloga en nueve rubros con el título "las señales que nos hace la muerte": a) la muerte se anuncia: incluye las predicciones, los presentimientos,los sueños premonitorios, sus mensajes (por comentarios de otros) y sus "huellas" en lugares y construcciones. b) La muerte asociada a objetos, nombres y lugares. c) Los sobrevivientes en condiciones extremas. d) La "mala suerte": accidentes, circunstancias y coincidencias. e) La muerte en los compromisos: bodas, viajes, fiestas, vacaciones, jubilación y otros. 37 f) Los juegos de la muerte: muertes en circunstancias extrañas o coincidencias g) La muerte de los niños y centenarios: salvamentos milagrosos, incendios o conmemoraciones. h) Muertes en serie: el misterio de las series comienza de dos en dos: muertes familiares, momentos, encuentros, profesiones y arrastres. i) Muertes en grupo: lugares públicos, transportes y viviendas. Antes de finalizar este capítulo cabe señalar que el tema tratado en este apartado debe ser entendido como una forma de plantear otra alternativa para comprender la muerte. El tema no puede ser estudiado desde un planteamiento básicamente biológico o estadístico, pues hay otros factores en juego que participan en las formas de morir. Lo interesante de este tipo de investigaciones es que no niegan en ningún momento el aspecto biológico, pero tampoco niegan la intervención emocional y del propio ser humano como actor principal de su propia muerte, me parece que su visión es integradora antes que negadora. No tenemos todas las respuestas por lo cual las preguntas están en el aire y este tipo de investigaciones son valiosas aportaciones para un aspecto a estudiar del misterio de la muerte. 38 3. ESTUDIO SOBRE MUERTES EN FECHAS SIGNIFICATIVAS Algunos estudios en los últimos años han encontrado un aumento de la mortalidad asociada a eventos significativos, a ocasiones simbólicas y personalmente significativas. En la literatura psiquiátrica se han acuñado términos tales como síndrome de la fiesta, neurosis de verano, y reacción de aniversario para describir la coincidencia de enfermedad mental y/o muerte en otras fechas importantes de la vida personal. Philips, Van Voorhess y Ruth (1992) mencionan que las ocasiones simbólicas o fechas significativas pueden tener dos funciones. La primera es que pueden tener la función de “fecha límite”, es decir, un evento que se evita pues se espera con dolor o es rechazado. Al contrario, la segunda tiene una función de “línea de vida” refiriéndose a un evento que se espera con placer. Los autores mencionan que en diversos estudios relacionados con la muerte a partir de la fecha de cumpleaños, encuentran su función como fecha límite, encontrando que hay un descenso en las muertes antes de este evento y un pico justo después. Aunque menciona otra investigación en la que sucede todo lo contrario. Por lo que estos resultados mixtos pueden haber surgido por al menos dos razones. En primer lugar, la gente parece abordar el cumpleaños de dos maneras diferentes. Para algunos es un hecho positivo, que se anticipa con placer, y se asocia con regalos y atenciones. Para otros, es una ocasión negativa, se acerca con desagrado o incluso temor. Los autores mencionan su desconfiar en los estudios previos realizados con respecto a las muertes en fechas significativas, esto a partir de que dichos estudios o han sido con muestras muy pequeñas o sólo se enfocaron en fechas muy específicas, generalizando y apelando a sólo pequeños segmentos de la población. Con la finalidad de evitar estas limitaciones, los autores en su estudio utilizan dos muestras muy grandes (na = 1.309.334; n2 = 1435815) para examinar una fecha significativa (o bien evento simbólico, como ellos le llaman) de significado muy amplio, el cumpleaños. 39 Los resultados que obtuvieron fue que hay más muertes 0-6 días después de la fecha de nacimiento (semana 0) que en cualquier otra semana del año. También revelan un descenso en las muertes antes de la fecha de nacimiento y una frecuencia más baja varias semanas después. En el caso de las mujeres se encontró que es más común que prolonguen su vida con el fin de alcanzar el cumpleaños, así que funciona como una "línea de vida". En cambio en el caso de los hombres hay un pico antes y no sólo después del cumpleaños por lo que hay una función de fecha límite en su caso. Es decir que las mujeres tienen más probabilidades de morir durante la semana siguiente a su cumpleaños que en cualquier otra semana del año. Además, la frecuencia de disminución de muertes en las mujeres por debajo de lo normal justo antes del cumpleaños. A esto los autores señalan que los resultados no parecen deberse a fluctuaciones estacionales, declaración de datos inexactos en el certificado de defunción, el aplazamiento de la cirugía que pone en peligro la vida, o los cambios de comportamiento asociados con el cumpleaños, sino que dicen que la mejor explicación disponible del fenómeno de muertes alrededor del cumpleaños es que las mujeres son capaces de prolongar la vida brevemente hasta que hayan alcanzado una ocasión positiva, simbólicamente significativa. Por lo tanto, el cumpleaños parece funcionar como un "salvavidas" para algunas mujeres. En marcado contraste, los picos de mortalidad masculinas sugieren a las funciones de cumpleaños como una "fecha límite" para los hombres. Aunque los autores mencionan que las razones para la diferencia entre hombres y mujeres no se entienden actualmente, pero puede estar relacionada con consideraciones, que son puramente especulativas, como el hecho de que la experiencia indica que algunas personas usan el cumpleaños como una ocasión para hacer un balance de sus ambiciones frente a sus logros por lo que los autores concluyen que las personas son más propensas a morir en la semana después de su cumpleaños que en cualquier semanas del año. Asimismo, Baltes (1977) realizó un estudio en la que comparó la frecuencia de muertes de 991 sujetos en el cumpleaños y de 932 para navidad. Todos fueron niños y adolescentes clasificados en 6 grupos de edad, se especificaron ocho intervalos semanales comparando cuatro semanas antes y cuatro semanas después de navidad o cumpleaños, de los grupos de 40 edad se tomaron a los más jóvenes y a los más viejos y fueron graficando los resultados. Los dos grupos graficados, para cumpleaños y navidad, formaban una línea en forma de U, más acentuada para navidad y menos marcada para el cumpleaños. Este dato también fue corroborado en el estudio que realizaron Quintanar, García, Puente, Robles y Balzadura (2006) donde argumentaban que el momento de muerte está determinado no sólo biológicamente sino también psicológicamente. Con respecto a las implicaciones teórico prácticas Philips, Van Voorhess y Ruth (op.cit) mencionan que estos y estudios anteriores han indicado que los niveles de morbilidad y mortalidad son afectados, a veces marcadamente, por la anticipación o la experiencia de ocasiones simbólicas. Estos hallazgos pueden tener implicaciones para la práctica clínica y la investigación debido a que las ocasiones simbólicas o fechas significativas parecen tener efectos psicosomáticos. Los médicos podrían contemplar en la historia clínica información sobre la naturaleza, oportunidad e importancia de los acontecimientos que son significativos para el paciente. Además, los cuidadores en hogares de ancianos y comunidades similares pueden servir mejor al paciente si pueden identificar sus ocasiones simbólicas, y proporcionar apoyo social, cultural y psicológico para estos eventos. Por último, algunos cirujanos pueden desear identificar oportunidades simbólicamente cargadas, y pueden preferir evitar la programación de operaciones electivas que coinciden con ellos. También mencionan que un diseño de investigación posible sería realizar pruebas bioquímicas y psicológicas inmediatamente antes y después de las fechas significativas y así observar
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