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RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios ISSN: 1856-9161 publicaciones@idea.gob.ve Fundación Instituto de Estudios Avanzados Venezuela Franco, Alicia Y.; Longart, Marinés Aplicaciones de la proteína verde fluorescente (GFP) en la biología celular y en la visualización del sistema nervioso RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios, vol. 1, núm. 2, julio-diciembre, 2009, pp. 84-96 Fundación Instituto de Estudios Avanzados Caracas, Venezuela Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179214945007 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1792 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179214945007 http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=179214945007 http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1792&numero=14945 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179214945007 http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1792 http://www.redalyc.org 84 RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 85 Aplicaciones de la proteína verde fluorescente (GFP) en la biología celular y en la visualización del sistema nervioso Applications of Green Fluorescent Protein (GFP) in Cell Biology and Visualization of the Nervous System. Alicia Y. Franco,¹* Marinés Longart²* La medusa bioluminiscente Aequorea victoria provee una herramienta útil para la biología celular, una proteína que tiene la propiedad de emitir luz verde. La proteína verde fluorescente (GFP, por sus siglas en inglés) ha sido modi- ficada para emitir colores en muchas y diversas longitudes de onda. La GFP, junto con proteínas derivadas de otros organismos, ofrece nuevas variedades de proteínas fluorescentes. Entre otras características que la hacen, sin duda, especial, la proteína fluorescente destaca por no necesitar intermediarios para su expresión en cualquier organismo vivo, ser susceptible de modificación para mejorar su intensidad, cambiar colores de emisión, construir quimeras con otras proteínas y servir de gen reportero, sensor bioquímico y medidor sensible de pH intra e intercelular, etc. Desde su descubrimiento en 1962, la proteína ha sufrido muchos cambios y sus aplicaciones involucran todas las áreas de la biología. La neurociencia ha sido una de las más beneficiadas por los múltiples usos de la GFP. Uno de ellos ha sido marcar neuronas in vivo hasta con 90 colores fluorescentes, lo que ha permitido visualizar las redes de la arquitectura neural de un mismo organismo de una manera sin precedentes. La presente revisión bibliográfica se enfoca en la descripción de parte del descubrimiento de la proteína GFP, así como de sus variantes, principales aplicaciones y su actual utilización en la visualización de neuronas del sistema nervioso central. Palabras clave GFP, GFP supereclíptica, GFP fotoactivable, aquorina Keywords GFP, supereclíptic GFP, fotoactivable GFP, aequorin. The bioluminiscent jelly fish Aequorea victoria provides a powerful tool to cell biology, a protein that fluo- resces with the emission of green light. The green fluorescent protein (GFP) has been modified to emit in many different wavelengths. The GFP, together with other proteins derived from different organisms, of- fers an immense variety of fluorescent proteins. This protein shows features that make it special; no other factors are needed for its expression in any living organism, it can be modified to improve its intensity, to change emission colors, to construct chimera with other proteins, it can also be used as a reporter gene, biochemical sensor, sensitive intra and intercellular pH meter, etc. Since the discovery of the protein in 1962 it has experienced many changes and its applications extend to all areas in biology. Neuroscience is one of the areas more benefited with the application of GFP. One of these applications involves the in vivo labeling of neurons with multiple fluorescent colors which allow visualizing the neural network architecture as never seen before, up to 90 different colors in a same organism. In the present work, we performed a review that goes from the discovery of GFP, its variants, main applications and to its use in the visualiza- tion of neurons in the central nervous system. ¹ Universidad Simón Bolívar, Decanato de Estudios Profesionales. ² Unidad de Neurociencias, Centro de Biociencias y Medicina Molecular, Instituto de Estudios Avanzados, Caracas, Venezuela 84 85 ALICIA Y. FRANCO Y MARINÉS LONGART. Historia de la GFP En el año 1962, Shimomura, Johnson y Saiga publicaron sus hallazgos sobre el aislamiento de un extracto obteni- do de la medusa bioluminiscente Aequorea victoria, del que lograron obtener a su vez dos proteínas: la aquorina (nombre derivado de la especie con que trabajaban) y la proteína verde (Shimomura et al., 1962; Shimomura, 2005). Aunque el objetivo principal de esa investigación era la obtención de aquorina, proteína dependiente del calcio, estos investigadores identificaron de manera accidental una segunda proteína de color verde (Shimomura et al., 1962; Shimomura, 2005). Se determinó que la proteína verde tenía un pico en el espectro de emisión a 508 nm, cercano al que emite el tejido vivo de la medusa, mien- tras que la aquorina pura lo tenía a 470 nm en la zona azul del espectro visible; esto indicaba cierta interacción entre las dos proteínas. De estas observaciones se deter- minó que la proteína verde convertía la emisión azul de la aquorina en verde brillante mediante un proceso de transferencia de energía, sin emisión y reabsorción de radiación (Tsien, 1998; Fernandez et al., 2006). En 1969, Morin y Hastings (citado por Shimomura, 2005) la llamaron por primera vez proteína verde fluorescen- te (GFP) por sus características luminiscentes emitidas en cierta longitud de onda. En 1974 esta proteína fue fi- nalmente purificada y cristalizada (Morise et al., 1974; Tsien, 1998). En el año 1992 fue secuenciada por primera vez mediante técnicas de cDNA (Prasher et al., 1992); pero no fue hasta 1994 que Chalfie (Chalfie et al., 1994), por un lado, e Inouye y Tsuji (citado por Tsien, 1998), por otro, lograron conservar su fluorescencia en un cul- tivo con otros organismos procarióticos y eucarióticos. Con ello demostraron que el gen de la GFP por sí solo contiene toda la información necesaria para sintetizar el cromóforo postraduccionalmente y que no requiere la acción de enzimas específicas de la medusa Aequorea victoria. Características de la GFP La proteína verde fluorescente presenta dos picos de excitación: el primero, cercano a los 395 nm; el segun- do, de 475 nm, y también dos picos de emisión: si es excitada a los 395 nm su pico de emisión será a los 508 nm, y si, por el contrario, es excitada a 475 nm, entonces la emisión ocurrirá a 503 nm (Tsien, 1998), cuando esto ocurre la proteína capta mayor luz fuera del espectro vi- Introducción La fluorescencia es la emisión de radiación electromag- nética en la región visible por parte de una molécula o átomo luego de la absorción inicial de un fotón. (Chang, 2002). El descubrimiento de proteínas que tienen capaci- dad fluorescente (proteínas fluorescentes, en inglés, fluo- rescent proteins o FP), nativas de organismos acuáticos que poseen bioluminiscencia, ha sido una revolución en la biología celular. Existen proteínas fluorescentes natu- rales que emiten su fluorescencia en rangos de distintos colores, como verde y rojo; éste último proveniente del coral Discosoma sp. (Shaner et al., 2003). Otras proteínas verdes fluorescentes se atribuyen a organismos como el cnidario Renilla reniformis (Ward et al., 1979; Loening et al., 2007). Sin embargo, la proteína proveniente de la medusa Aequorea victoria,que han denominado proteína verde fluorescente nativa (Green Fluorescent Protein, GFP, por sus siglas en inglés), ha sido la que más impacto dentro de la comunidad científica ha tenido; de hecho, en octubre de 2008, los investigadores Osamu Shimo- mura, Martin Chalfie y Roger Tsien fueron galardona- dos con el Premio Nobel de Química por sus trabajos con la proteína verde fluorescente. El descubrimiento tuvo gran impacto cuando se observó que la GFP con- servaba su propiedad fluorescente incluso dentro de or- ganismos distintos al de la medusa, lo que representaba una gran ventaja respecto a otros tipos celulares (Chalfie et al., 1994; Shaner et al., 2007). En la biología celular, estas proteínas permiten obtener datos sobre localización, dinámica y redes de interacción molecular con otras proteínas de gran resolución tem- poral y espacial (Tsien, 1998). A estas proteínas se les considera marcadores de localización (genes reporteros) porque permiten el monitoreo de los cambios bioquí- micos dentro y entre las células, o de cualquier otro fe- nómeno dinámico que se desee observar sin necesidad de tinción o fijación de la célula. Para la neurociencia es relevante, entre muchas otras razones, porque favorece el estudio de las redes neuronales y de las conexiones sinápticas in vivo. El presente trabajo tiene como objetivo desarrollar una breve historia de la proteína verde fluorescente y descri- bir algunas de sus aplicaciones, especialmente las utili- zadas para visualizar células del sistema nervioso. 86 RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 87 absorbancia y fluorescencia (Heim et al., 1994). Al analizar la estructura cuaternaria se hizo patente que las altas concentraciones de GFP resultan de un fenó- meno de agregación de subunidades de la misma proteí- na y de otras proteínas de la membrana, conocido como dimerización, que inhibe la fluorescencia o la reduce por debajo de la intensidad mínima requerida para ser visible. Es necesario 1 μM (aproximadamente 105 copias en un volumen celular de 1-2 pL) de GFP correctamente plegada (Tsien, 1998) para que la proteína pueda emitir luz. En el año de 1996, Yang y sus colaboradores (Yang et al., 1996) establecieron que en la formación de la interfase de dimerización intervienen residuos hidrofóbicos como Leu (206), Leu (221) y Phe (223), y residuos hidrofílicos como Tyr (39) y Glu (142), entre otros. El fenómeno de dimerización pudo ser solventado al crear una mutación en el residuo 206. En la figura 3 se muestran las imáge- nes del GFP dimerizado y del GFP monómero (Zhang et al., 2002). Otra característica de capital importancia de la GFP fue la observada por Chalfie y colaboradores, quienes al in- sertar ADN complementario en un vector de expresión en células procariotas (Escherichia coli) y eucarióticas (Caenorhabditis elegans), pudieron comprobar que la sible y la convierte en luz visible verdosa. La proteína está conformada por 238 aminoácidos, cuya secuencia, descifrada por Prasher y sus colaboradores (Prasher et al., 1992), se muestra en la figura 1. La estructura terciaria de la proteína consiste en un ba- rril beta de 40 Å, formado por once hojas β antiparalelas, acompañadas de una hélice α con el cromóforo al centro de dicha estructura, tal como se muestra en la Figura 2 (Ormo et al., 1996). La GFP presenta un cromóforo p-hidroxibenzilidenei- midazolinona (Prasher et al., 1992), sujeto a la hélice dentro del barril. Dicho cromóforo se forma por la ci- clización espontánea y la oxidación de los residuos 65 – 67, correspondientes a los aminoácidos Ser 65– Tyr 66 – Gly 67 (subrayados en la figura 1) de la proteína nativa, y es el responsable de la emisión de luz verde. Las se- ries de residuos de aminoácidos están acompañados de grupos polares que propician la presencia de moléculas de agua, adyacentes al cromóforo (Heim et al., 1994). La síntesis del cromóforo comienza con el plegamiento de la proteína en su conformación inicial y la formación de imidazolina por un ataque nucleofílico del grupo amino de Gly-67 sobre el carbonilo del residuo 65, para produ- cir deshidratación. Al final, el oxígeno molecular quita el hidrógeno del enlace Cα-Cβ del residuo Tyr 66 y crea un anillo fenólico con el imadazólico, el cual producirá ! MSE SER LYS GLY GLU GLU LEU PHE THR GLY VAL VAL PRO ILE LEU VAL GLU LEU ASP GLY ASP VAL ASN GLY HIS LYS PHE SER VAL SER GLY GLU GLY GLU GLY ASP ALA THR TYR GLY LYS LEU THR LEU LYS PHE ILE CYS THR THR GLY LYS LEU PRO VAL PRO TRP PRO THR LEU VAL THR THR PHE SER TYR GLY VAL GLN CYS PHE SER ARG TYR PRO ASP HIS MSE LYS ARG HIS ASP PHE PHE LYS SER ALA MSE PRO GLU GLY TYR VAL GLN GLU ARG THR ILE PHE PHE LYS ASP ASP GLY ASN TYR LYS THR ARG ALA GLU VAL LYS PHE GLU GLY ASP THR LEU VAL ASN ARG ILE GLU LEU LYS GLY ILE ASP PHE LYS GLU ASP GLY ASN ILE LEU GLY HIS LYS LEU GLU TYR ASN TYR ASN SER HIS ASN VAL TYR ILE MSE ALA ASP LYS GLN LYS ASN GLY ILE LYS VAL ASN PHE LYS ILE ARG HIS ASN ILE GLU ASP GLY SER VAL GLN LEU ALA ASP HIS TYR GLN GLN ASN THR PRO ILE GLY ASP GLY PRO VAL LEU LEU PRO ASP ASN HIS TYR LEU SER THR GLN SER ALA LEU SER LYS ASP PRO ASN GLU LYS ARG ASP HIS MSE VAL LEU LEU GLU PHE VAL THR ALA ALA GLY ILE THR HIS GLY MSE ASP GLU LEU TYR LYS ! !FIGURA 1. Secuencia aminoacídica de la GFP nativa. Los aminoácidos subrayados son los que conforman el cromóforo (Tomado de Prasher et al., 1992). FIGURA 2. Esquemas de la forma terciaria de la proteína nativa GFP: A) Esquema original tomado de Ormo et al., 1996, obsérvese la forma de barril (cilíndrica) de la proteína; B) Se observan las hojas β (color verde) dispuestas diagonalmente para formar la estructura cilíndrica y el cro- móforo en el centro del barril (color naranja); C) Vista superior de la GFP donde se observa la hélice α (fucsia) y las hojas β (mostaza). Esquemas tomados de la página web del laboratorio del Dr. Tsien, disponible en: http://www.tsienlab.ucsd.edu/Default.htm 86 87 ALICIA Y. FRANCO Y MARINÉS LONGART. Muchas otras FP que exhiben tonos desde el anaranjado hasta el rojo no derivan de la GFP de A. victoria, sino de una proteína fluorescente roja obtenida de un coral no bioluminiscente (Matz et al., 1999), por lo que no se desarrollarán en el presente trabajo. De todas las variantes hasta ahora obtenidas, la de ma- yor uso (actualmente producida por la casa comercial Clontech) es la EGFP (por sus iniciales en inglés, en- hanced green fluorescent protein), la cual es una versión mejorada de la GFP nativa. Este fue el primer grupo de FP que combinaba un alto brillo con sólo un pico de excitación (Tsien, 1998). La mutación más común, que causa ionización del fenol en el fluoróforo, es el rempla- zo de Ser 65 por Thr, también llamada S65T. El pico de absorbancia ocurre a 489 nm y el de emisión a 509 nm, de ahí su fluorescencia verde (Patersonn et al., 1997). Las variantes EGFP muestran un decremento paulatino del fotoblanqueamiento, en contraste con la GFP nativa que muestra un incremento inicial y luego un rápido descen- so en la fluorescencia (Patterson et al., 1997). Dentro de las ventajas que presenta la variante EGFP, se encuen- tran una oxidación cuatro veces más rápida que la de la GFP nativa, una formación del cromóforo mucho más rápida y una producción de fluorescencia también más rápida y con mayor estabilidad, cuando el plegado se ex- presa a temperatura ambiente y a 37° C (Tsien, 1998). La proteína fluorescente azul BFP (del inglés, Blue Fluorescent Protein) fue la primera variante creada y re- sultó de una mutación del aminoácido 66 Tyr por His (Y66H). Presenta un pico de excitación a los 384 nm y de emisión a los 448 nm. Esta variante inicialmente re- portó problemas con la velocidad de plegamiento y bajo rendimiento cuántico (Sharner et al., 2007). Esta variante también tiene versiones mejoradas, como EBFP(del in- glés, enhanced BFP), con mayor brillo y fotoestabilidad, obtenida por una mutación de la Y145F (Tsien, 1998), y SBFP2 (del inglés, strongly enhanced BFP), con aun me- jor brillo y estabilidad que la EBFP, que, sin embargo, permite monitorear las células vivas durante un tiempo considerablemente mayor que el que ofrecen el resto de las proteínas (Shaner et al., 2007). Dentro de las ventajas que presenta esta familia de FP azules está su utilidad como marcadores dobles (Sharner et al., 2007). La variante proteína fluorescente azul-verde CFP (del inglés, Cyan Fluorescent Protein) presenta un espectro de emisión de fluorescencia entre los 470 y los 500 nm, aproximadamente. Dentro de las mutaciones introduci- das se encuentran N146I, M153T y V163A, como versio- nes mejoradas (ECFP), con un pico de excitación a los 452 nm y de emisión a los 505nm, las cuales presentan Aequorea victoria no requería sustratos exógenos ni co- factores para producir fluorescencia. El trabajo de Chal- fie y su equipo fue, además, el primero atribuir a esta proteína la cualidad de marcador genético y localizador de proteínas en organismos vivos (Chalfie et al., 1994). Variantes de la GFP Se conocen decenas de proteínas mutadas derivadas de la GFP de Aequorea victoria (nativa), cuyas alteraciones producen propiedades físico-químicas distintas a la ori- ginal, y en las cuales se ha mejorado su expresión (ma- yor fluorescencia, cambios en el rango de excitación y emisión; cinética de oxidación del cromóforo, fotoesta- bilidad, etc), pero sin modificar el comportamiento ge- neral de la proteína (Knee et al., 1998). La clasificación de las variantes de la GFP son diversas porque toman en cuenta distintas características, como la estructura del cromóforo (Zacharias et al., 2006), el rango de emisiones en el espectro visible (Sharner et al., 2007) y las aplicacio- nes como sondas intracelulares (Miyawaki, 2003). La creación de estas mutantes fue originada por la ne- cesidad de frenar la tendencia de la proteína a dimerizar, porque esa propensión limitaba sus aplicaciones in vivo (Fernandez et al., 2006). De esta manera, la GFP nativa fue modificada para obtener variantes con emisión en diferentes rangos espectrales y estabilidad en la forma cuaternaria de la proteína (Heim 1994; Ormo, 1996). A continuación se mencionan las mutantes más impor- tantes y, en el Anexo 1, se muestra un cuadro resumen. FIGURA 3. El dímero de GFP se forma por altas concentraciones de dicha proteína y el monómero fue producido por una mutación en el aminoácido 206, que suprime la tendencia a dimerizar. Tomado y modi- ficado de Zhang et al., 2002. 88 RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 89 nativa es poco sensible a los cambios de pH en el rango cercano al fisiológico (Ward, 1988, citado por Ashby et al., 2004) y que no desarrolla fluorescencia en organelas ácidas como lisosomas, endosomas o el aparato de Gol- gi, si los valores de pKa son cercanos al 4,5 (Tsien, 1998). Las versiones mutadas de EGFP presentan mejorías con respecto al fotoblanqueado (disminución hasta de un 50%), pero aún insuficientes para aquellos estudios que requieran mayor sensibilidad (Ashby et al., 2004) El proceso de sensibilidad al pH por parte de la GFP fue propuesto y probado a finales de 1997 por dos grupos de investigadores (Kneen et al., 1998 y Palm et al., 1997, citado por Ashby, 2004), los cuales propusieron que la sensibilidad al pH es consecuencia de la protonación y desprotonación de importantes residuos aminoacídi- cos en el centro del cromóforo, el cual es críticamente sensible y, en consecuencia, susceptible de emitir o no fluorescencia, incluso al variar un protón, sobre todo en condiciones acídicas (Ashby, 2004). Nuevas mutaciones, con sensibilidad diferenciada al pH, pueden ser utilizadas para medir los ambientes in- tracelulares, el tráfico de proteínas (tanto por comparti- mentos subcelulares como en el citosol) y las cercanías de la membrana celular. De hecho, en el año 1998, fue- ron creadas dos variantes de GFP, llamadas pHluorins (Miensenbock et al., 1998). La primera, denominada pHluorins radiométrica, muestra cambios reversibles de excitación entre pH 7.5 y 5.5, y la otra, pHluorins eclíp- tica, decrece su absorbancia cuando el pH disminuye y, por debajo de 6.0, con el pico de excitación a 475 nm, no está presente y la proteína pierde su fluorescencia, mien- tras que a pH 7,4 se observa el máximo de su fluorescen- cia (Miensenbock et al., 1998). La pHluorin eclíptica está altos niveles de brillo, fotoestabilidad y poca sensibilidad a los cambio de pH, muy útiles para algunas estrategias de microscopia de fluorescencia, como FRET (que expli- caremos más adelante) y marcajes dobles. (Tsien, 1998; Sharnert et al., 2007). La proteína fluorescente amarilla YFP (del inglés, Yellow Fluorescent Protein) fue diseñada luego de dilucidar la estructura cristalizada de la GFP, que reveló que el re- siduo Thr 203 estaba cerca del cromóforo (Ormo et al., 1996). La mutación de este residuo a Tyr otorgó mayor estabilidad al cromóforo en su estado excitado, con un pico a los 514 nm y un pico de emisión a los 527 nm (Patterson et al., 1997). Sin embargo, la YFP presenta sensibilidad a cambios de pH y a los haluros, por lo que las versiones más utilizadas de esas PF son la mCitrine, mVenus, SYFP y YPet (en inglés,Yellow fluorescent pro- tein for energy transfer; en español, Proteína Fluores- cente Amarilla para Transferencia de Energía), las cua- les presentan más brillo que YFP y mayor resistencia a los ambientes ácidos (Patterson et al., 1997). Las variantes de la GFP no sólo establecen cambios en los espectros de emisión y absorción (al proporcionar distintos colores), o mejorías en la estructura del cromó- foro para darle mayor estabilidad a la proteína, también aportan otras características físicas que permiten eva- luar las actividades celulares, como sensibilidad al pH, concentraciones de calcio, etc. (Miyawaki, 2003). La GFP fotoactivable posee la particularidad que lue- go de una radiación intensa a 413 nm, que le produce apagamiento, incrementa su fluorescencia 100 veces cuando es activada con luz a 488 nm y prolonga su es- tabilidad por días bajo condiciones aeróbicas (Patterson et al., 2002). Al estudiar algunas variantes, como indica- dores no invasivos de pH intracelular, Kneen y colabo- radores, en 1998, observaron, por medio de mediciones con microscopios de fluorescencia acoplados a cámaras CCD, que la GFP es sensible a cambios en la acidez del medio en una unidad de pH, en aproximadamente el 50% de las células. También observaron que la fluores- cencia responde de forma reversible a cambios rápidos de pH tanto in vivo como in vitro, lo que constituye la única ventaja de las mutaciones estudiadas (GFP-S65T; Y66H; T203I; F64L). Comparada con otros indicadores químicos, la GFP fotoactivable tiene baja toxicidad para la célula por su inercia química y por su procedimiento no invasivo. Según estos autores, un indicador de pH fluorescente ideal debe tener alta sensibilidad, una respuesta rápida ante los cambios de pH y buenas propiedades ópticas (Kneen, et al., 1998). También se conoce que la GFP FIGURA 4. Espectro de pHluorins ecliptico a pH mayores y menores de 6.0. Eje de las X, longitud de onda de excitación. Eje de las Y, intensidad de fluorescencia. Consultado en Enero del 2009, en World Wide Web: http://www.bristol.ac.uk 88 89 ALICIA Y. FRANCO Y MARINÉS LONGART. proteínas. Esta capacidad se ha denominado Transfe- rencia de energía de resonancia fluorescente (del inglés, Fluorescence Resonance Energy Transfer, FRET. Zacco- lo, 2004). El FRET es un fenómeno mecánico cuántico que ocurre cuando existe transferencia de energía entre dos fluoróforos próximos, generalmente a distancias menores de 100 Å, y el espectro de emisión de uno, el fluoróforo donador, se superponecon la emisión del segundo, que actúa como receptor. De esta manera, la excitación del donador produce la emisión del receptor con la transferencia de energía (Tsien, 1998), y la fluo- rescencia del donador (molécula excitada) disminuye, mientras que la del receptor aumenta (Takanishi et al., 2006). Otros autores proponen que la distancia para que se produzca la transferencia de energía puede variar en- tre 2 a 6 nm, si los dos cromóforos están adecuadamente orientados en el espacio con una eficiencia mayor al 30% (Zaccolo, 2004). La eficiencia de esta técnica del FRET va a depender de la diferencia de energía entre los fluoróforos donante y receptor, lo que implica que la velocidad de la transferen- cia de energía es proporcional al solapamiento entre el espectro de emisión del donante y el espectro de absor- ción del receptor (Fernandez et al., 2006). Al medirlo, la eficiencia de la transferencia de energía es inversamente proporcional a la sexta potencia de la distancia entre los dos fluoróforos (Takanishi et al., 2006). Los primeros pares de fluoróforos usados para estudiar la transferencia de energía entre proteínas pertenecen a las familias de las GFP y a las de BFP; sin embargo, las BFP tienen poca duración ya que presentan blanquea- miento (Zaccolo, 2004). Actualmente, la pareja que pre- senta mayores ventajas para este tipo de análisis son las mutantes de las familias de las CFP y las YFP, mucho más estables que las BFP (Heim et al., 1994). La fuerte dependencia con la distancia y la ventaja que presenta el poder utilizar el sistema de medición en or- ganismos in vivo y en tiempo real han hecho de FRET una herramienta muy útil en estudios biológicos de proximidad molecular y de cambios conformacionales (Takanishi et al., 2006). También ofrece una alta resolu- ción temporal y espacial en el seguimiento de la interac- ción proteína-proteína, en cualquier lugar de la célula, y la cuantificación del grado de disociación o de asocia- ción in situ (Tsien, 1998). Entre las desventajas, podemos mencionar la necesidad de la correcta orientación espa- cial de los fluoróforos para que sea eficiente la transfe- rencia de energía, y la necesidad de controles positivos y negativos (Tsien, 1998). Para cuantificar FRET se han descrito varias estrategias. fusionada a un receptor N-terminal de glutamato que le permite eliminar su fluorescencia al encontrarse con un pH menor de 6.0 (dentro de vesículas intracelulares, por ejemplo), mientras que si la proteína se acerca a la membrana celular, el pH aumenta y se observa una gran fluorescencia (Miensenbock et al., 1998). Aplicaciones de las Proteínas Fluorescentes (FP) Son múltiples las aplicaciones de las FP en la ciencia. Dentro de las más comunes está su utilización como marcador fusionado a polipéptidos o como indicador de estados químicos-fisiológicos intracelulares, en todo tipo de células, subcompartimentos celulares y organis- mos, desde procariotas hasta mamíferos. La FP también es útil a diversas disciplinas de la biología y la medicina. Esto se puede verificar simplemente mediante un bus- cador de artículos científicos reconocido, en donde con sólo introducir GFP en la palabra clave, miles de publi- caciones saldrán a la vista. Si la FP es usada como marcador fusionada a otra proteí- na, Tsien la clasifica como una aplicación pasiva que sólo refleja los niveles de expresión de la proteína diana o la ubicación subcelular de dicha proteína. Se debe recordar que la FP, al no ser una enzima, resulta un excelente indicador porque no interfiere con el mecanismo fisioló- gico de la célula (Tsien, 1998; Fernández et al., 2006). Si la FP es unida a otras proteínas, en donde la fluores- cencia depende de las condiciones del medio, se pueden crear sensores capaces de monitorear procesos comple- jos intracelulares, como actividad y visualización de las señales en cascadas, cambios de pH, calcio, voltaje, po- tasio, dinámica de segundos mensajeros, activación en- zimática, interacción proteína-proteína y cambios con- formacionales, por lo cual, entonces, serían clasificados como indicadores activos (Tsien, 1998; Miyawaki, 2003; Zaccolo, 2004). Aplicaciones más avanzadas son posibles si se unen las propiedades de las FP a otras técnicas, como las de mi- croscopia de fluorescencia para los estudios en células vivas. Estas técnicas confieren acertadas ventajas sobre los estudios en tejidos fijados, en los que no se aprecia la dinámica del sistema que se desea estudiar. Aplicaciones de las FP en la microscopia de fluorescencia De todas las aplicaciones mencionadas, la más frecuen- temente utilizada es la de sensor bioquímico, que mues- tra la transferencia de energía por resonancia entre dos 90 RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 91 métodos cuantitativos o cualitativos de FRAP. Si se de- sea determinar el coeficiente de difusión de la proteí- na, la cantidad de movimiento aleatorio de la moléculas no blanqueadas, la capacidad de recuperación mole- cular en una fracción determinada o la viscosidad del microambiente en donde está la proteína se utilizan los métodos cuantitativos de FRAP; pero si lo que se desea observar es el proceso de difusión de la proteína en una única célula, o si la proteína de interés es parte de un gran complejo proteico, se utilizan los métodos cualita- tivos, que requieren imágenes de alta calidad. (Snapp et al., 2003) La técnica del FLIP (del inglés, Fluorescence Loss In Photobleaching) está estrechamente relacionada con el FRAP, con la diferencia que FLIP sigue la ruta del fluo- róforo fotoblanqueado, mientras que el FRAP sigue la recuperación de la fluorescencia en la región fotoblan- queada. Esta técnica puede ser utilizada para examinar el movimiento o difusión de moléculas dentro de las células o membranas. Típicamente, una membrana ce- lular está marcada con un marcador fluorescente (pue- de ser expresión de una proteína de fusión con GFP), y un área específica de la membrana es fotoblanquea- da con el láser del microscopio confocal. La intensidad de la fluorescencia de esa región se mide a lo largo del tiempo. Ocurre un movimiento de moléculas fluores- centes dentro del área fotoblanqueada, la cual restaura lentamente la fluorescencia en dicha área mientras se extingue la fluorescencia en otras regiones. En estas úl- timas regiones se calcula la pérdida de fluorescencia a lo largo del tiempo, a través de la medición de la inten- sidad de fluorescencia (Lippincott-Schwartz et al., 2001). Esta técnica revela principalmente las conexiones entre diferentes regiones y compartimentos celulares y el es- tudio de flujo proteico entre ellos (Snapp, 2003). Para los análisis con FLIP es necesario obtener imágenes antes e inmediatamente después del primer blanqueado, y así sucesivamente con los blanqueados posteriores, hasta que desaparece la fluorescencia (Snapp et al., 2003). Por último, en iFRAP (FRAP inversa) toda la región de fluorescencia, por lo general toda la célula, excepto la zona de interés, es blanqueada. En las imágenes post- blanqueamiento se mide la disminución de la fluo- rescencia de la región no blanqueada (Goldman et al., 2004). Una de ellas consiste en la medición de la disminución de la fluorescencia del donante respecto al aumento de la fluorescencia del receptor (con mediciones basadas en el aumento de la emisión del donante si se destru- ye el aceptor; por ejemplo, por fotoblanqueamiento). Tal cuantificación permite determinar la eficiencia absoluta de FRET, método que se conoce como “acceptor photo- bleaching”. Otra estrategia contempla la medición de la separación espectral de las imágenes del donante de energía (en el caso de CFP) y la de la emisión del aceptor (en el caso de YFP), mediante algoritmos establecidos por la contribución de cada proteína en los dos canales de detección (emisión y recepción); a este método se le conocecomo emisión sensibilizada (Fernández et al., 2006). La cantidad de fluorescencia que emite el donador y la velocidad con la que las proteínas se unen y se separan (reacción que generalmente es muy rápida) también pueden ser medidas por medio de la microscopia. La técnica FLIM (por las siglas en inglés, Fluorescence Li- fetime Imaging Microscopy) permite saber la vida media de la fluorescencia de un cromóforo. (Bastiaens, 2006). La imagen microscópica es capaz, entre otras cosas, de evaluar FRET en tiempo real, al medir la intensidad de la fluorescencia que la señal emite y estudiar las reaccio- nes bioquímicas que ocurren en una localización parti- cular dentro de una célula (Bastiaens et al., 1999). Otro conjunto de técnicas avanzadas, que unidas a las FPs presentan múltiples aplicaciones, son las técnicas de fotoblanqueado. El fotoblanqueamiento es una alte- ración fotoinducida que destruye la fluorescencia de un cromóforo (Snapp, 2003). Estas técnicas difieren por el tamaño de la región a blanquear, el número de even- tos blanqueadores y la forma de analizar la fluorescen- cia. Las técnicas de blanqueamiento más comunes son FRAP, FLIP e iFRAP (Goldman et al., 2004) FRAP es una técnica que permite la recuperación de la fluorescencia después del fotoblanqueamiento (FRAP, del inglés Fluorescence Recovery After Photobleaching). Cuando se aplica un rayo láser de alta intensidad sobre cierta zona celular, que presenta una proteína unida a una FP, la fluorescencia desaparece de la zona y es ne- cesario recurrir a la microscopia confocal para seguir el movimiento de las moléculas no blanqueadas hacia la zona blanqueada. Con el uso de una luz de menor in- tensidad como la que provee el microscopio, es posible observar la recuperación paulatina de la fluorescencia, que se había perdido debido a la migración lateral de los fluoróforos no blanqueados (Snapp et al., 2003). Dependiendo de lo que se desee estudiar, se utilizarán 90 91 ALICIA Y. FRANCO Y MARINÉS LONGART. guieron, además, crear un ratón doble transgénico que expresaba dos PF simultáneamente (YFP y CFP o GFP y RFP) (Feng et al., 2000). Los ratones transgénicos fueron generados por DNA pu- rificado del complejo Thy 1, asociado a cada variante de la FP (específicamente EGFP, EYFP, ECFP y DsRed1 de clontech), dentro de oocitos fertilizados. Para seleccio- nar los ratones positivos visualizaron las uniones mus- culares in vivo y con estos ratones positivos estabilizaron la línea de animales transgénicos (Feng et al., 2000). El gen thy1 es un miembro de la superfamilia de las in- munoglobulinas y codifica una glicoproteína de la su- perficie celular, que se expresa en varios tipos celulares que incluyen fibroblastos, células de cáncer de ovario, células endoteliales, células hematopoyéticas, linfocitos T y neuronas (Rege y Hagood, 2006; Lewis, 2008). Feng y colaboradores (2000) lograron expresar las FP en uniones neuromusculares (mostradas en la figu- ra 5) y probaron la no toxicidad de las proteínas GFP, YFP y CFP en sus experimentos. La RFP mostró me- nor porcentaje de efectividad en la producción de ra- tones transgénicos (14% vs 84% de las otras tres FP). El marcaje con dos colores en neuronas fue posible en un mismo ratón al cruzar thy1-CFP con thy1-YFP o thy1-GFP con thy1-RFP. Los colores muestran algunas zonas del sistema nervioso periférico (SNP) y central (SNC), en donde las neuronas expresan las FP en pares (figura 6). La desventaja de la aplicación del marcaje con dos colo- res fue que en algunas zonas del sistema nervioso que debieron colorearse y mostrar la actividad de la zona no lo hicieron. Aunque lograron marcar selectivamente neuronas, estos marcajes no se expresaron en todo el sistema nervioso (Feng et al., 2000). En un estudio realizado en el 2005, que utilizó métodos Expresión de proteínas fluorescentes en el sistema nervioso Desde hace más de un siglo, el estudio del sistema ner- vioso ha atraído a un gran número de investigadores ansiosos de dilucidar su arquitectura y dinámica, para lo cual se hizo necesario poder visualizar la disposición de las neuronas. Hasta finales del siglo XIX no existían técnicas que lo permitieran. Golgi planteó entonces la técnica “reazione nera” (reacción negra), que permitió observar por primera vez una preparación histológi- ca del Sistema Nervioso al teñir varias células a la vez. Luego, Santiago Ramón y Cajal, al utilizar esta técnica y otras que desarrolló en sus estudios, dilucidó la teoría de la conexión nerviosa y descubrió que la neurona es la unidad anatómico-funcional del sistema nervioso, teoría que aún es válida en nuestros días. Otras técnicas que desarrolló fueron la tinción de las células del sistema nervioso con azul de metileno y con plata, que tuvo ma- yor acogida que la realizada con azul. (Cajal, 1907 citado por Jones, 2007). Aunque estas técnicas de tinción fueron muy útiles, la información obtenida resultaba bastante limitada. Con la llegada de las FP, algunos investigadores comenzaron a marcar neuronas de diversas formas, con el fin de es- tudiar la arquitectura del SNC con más detalle, e incluso lograron obtener imágenes de células in vivo (Niel et al., 2004). Dentro de las estrategias de marcado, se encuen- tran aquellas que involucran la expresión permanente de proteínas fluorescentes en mamíferos, con la cons- trucción de animales quiméricos. Entre los mamíferos, el ratón es el que se ha usado de manera más extensiva como modelo experimental, debido a que sus genes son homologables a los de los humanos, y porque los rato- nes representan un organismo único como modelo para el estudio de la organogénesis, inmunología, neurobio- logía y reproducción (Branda et al., 2004). En el año 2000, un grupo de investigadores (entre ellos Feng, Mellor, Berstein, entre otros) logró marcar selec- tivamente, con varias proteínas fluorescentes, neuronas en el ratón. Posteriormente, generaron ratones transgé- nicos que expresaban GFP, RFP, YFP y CFP, y con ello alcanzaron a etiquetar la totalidad de la morfología de algunas neuronas, como los axones, y de las termina- ciones nerviosas, dendritas y espinas dendríticas. Estos investigadores lograron que cada una de las variantes de las FP mencionadas se expresara en neuronas in vivo y demostraron que la expresión de todas estas proteí- nas fluorescentes no afecta la función de la neurona ni presenta toxicidad en las estructuras sinápticas. Consi- ! FIGURA 5. Uniones Neuromusculares en ratones transgénicos que expresan diversas PFs. a) Expresando thy1-YFP, b) Expresando thy1-GFP, c) Expresando thy1-CFP y d) Expresando thy1-RFP. (Tomado de Feng et al., 2000). 92 RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 93 DNA para catalizar su recombinación. La técnica tiene la particularidad de que la expresión de Cre está controlada por un promotor específico de la célula diana. Sólo en el momento y en el lugar donde el promotor esté activo, la enzima Cre también lo estará. (Lodish et al., 2005). Los resultados de la investigación se muestran en la figura 7. Basados en las investigaciones hasta ahora comenta- das, científicos de la Universidad de Harvard, a finales de 2007, lograron obtener imágenes sin precedentes al marcar diferencialmente neuronas hasta con 90 colores, con una técnica a la cual denominaron Brainbow (Livet et al., 2007). Brainbow (juego de palabras que combina brain, cerebro, y rainbow, arco iris) es un transgén crea- do con métodos de clonación estándar que usan XFPs y el sistema de recombinación Cre/lox. Las XFP son poli- péptidos compuestos por 3 o más FP, entre las cuales se encuentran las EGFP, EYFP, CFP y otras FP derivadas del coral Discosoma sp. (Livet et al., 2007). Estos autores también usaron recombinación aleatoria por medio de sitios Lox (loxN, loxp y lox2272) e incorporaron secuen- cias de algunas FP, ya mencionadas, con lo cualsólo una genéticos de mosaico, Zong y otros colaboradores gene- raron y marcaron, por recombinación de cromosomas homólogos de células somáticas de ratón, a las células progenitoras de los gránulos cerebelares de la capa mo- lecular de la corteza cerebelar. Con una, dos y hasta tres proteínas fluorescentes lograron marcar diferencial- mente parte del sistema nervioso de los ratones genéti- camente modificados. Estos investigadores modificaron un sistema de gen knockout condicional al utilizar la estrategia Cre – loxP (Zong et al., 2005). A esta modifica- ción metodológica la denominaron MADM (Análisis de mosaico con marcadores doble) y básicamente consis- tió en introducir dos genes quiméricos, cada uno con- teniendo el extremo N terminal de un marcador (GFP, color verde) y el C Terminal del otro marcador (ds Red, rojo), interrumpidos por un intrón conteniendo el sitio loxP. De esta manera es posible obtener los dos colores en las neuronas de los ratones. La estrategia Cre-loxP, que permite inactivar genes dia- na en tipos específicos de células somáticas, o en mo- mentos particulares de su desarrollo, consiste en la apli- cación de la enzima llamada Cre en sitios específicos del !!! FIGURA 6. Doble marcaje de PF en un mismo ratón transgénico. Izq.: Neuronas del ganglio espinal dorsal (SNP) provenientes del cruce entre rato- nes thy1-GFP y thy1-RFP. Centro: Neuronas del ganglio espinal dorsal (SNP) que expresan thy1-CFP con thy1-YFP. Der.: Neuronas de la corteza (SNC) provenientes del cruce entre ratones thy1-GFP y thy1-RFP (Tomado de Feng et al., 2000). FIGURA 7. Izquierda. Corte sagital de cerebro de ratón adulto que muestra la expresión de la GFP uniforme (1mm). Centro. Corteza cerebral de ratón adulto que muestra distinción entre neuronas verdes, rojas y con el doble coloreado (50 μm). Derecha. Grupo de células de los gránulos cerebelares que expresan la GFP y la RFP, pero no su combinación (100 μm). (Tomado de Zong et al., 2005) ! ! ! 92 93 ALICIA Y. FRANCO Y MARINÉS LONGART. de las proteínas podía expresarse. Construyeron 4 tipos de constructos que denominaron Brainbow 1.0; 1.1; 2.0; y 2.1. Por ejemplo, Brainbow 1.0 posee EGFP, EYFP y M-CFP, los cuales, al expresarse en cada célula, per- mite sólo uno de los eventos. Incorporaron también al constructo el gen Cre, que invierte el segmento de ADN independientemente en cada célula, y cuando este gen es usado, se obtienen múltiples expresiones de las XFP (Livet et al., 2007). Inicialmente, para probar sus constructos, utilizaron cé- lulas HeK 293 y luego transfectaron estos mismos trans- genes en neuronas (Figura 9) y en glias (Fig. 10). Estos autores probaron que Brainbow es una técnica muy pro- misoria con múltiples ventajas, no sólo en el trazado de mapas entre conexiones neurales, sino también con las glias y con las células postsinápticas musculares (Livet et al., 2007). Conclusiones y Perspectivas - Para expresar GFP no es necesaria la acción de cofac- tores de la medusa A. victoria. Con tan sólo oxígeno (ne- cesario para sintetizar el cromóforo) se puede expresar esta proteína en cualquier organismo eucarionte o pro- carionte. - La GFP está formada por 238 aminoácidos y posee un cromóforo constituido por 3 residuos aminoacídicos. Su estructura cuaternaria es de barril b. - Se crearon variantes (modificadas por unos pocos ami- noácidos) que logran expresar longitud de ondas dife- rentes y que proporcionan así varios tonos de fluores- cencia y características en su intensidad (fotoactivable) y sensibilidad al pH (pHluorins). - Una de sus grandes ventajas es que la GFP no presen- ta toxicidad para la célula y permite su observación con una mínima alteración del sistema in vivo. - Aplicado a la microscopía de fluorescencia, la GFP y sus variantes pueden ser utilizadas en técnicas como FRET, FRAP, FLIM y FLIP. - En su aplicación a estudios en el Sistema Nervioso, téc- nicas como Brainbow pueden utilizarse para descifrar el diagrama de conexiones del sistema nervioso, no sólo en personas sanas, sino también en enfermas, pues es útil para observar los cambios anatómicos y fisiológicos que sufre el cerebro en estados de enfermedad. Sin duda, las PF tienen un amplio futuro como indica- dores lumínicos que permiten aplicar sus potenciales fotoquímicos a la biología celular, estructural, medici- na, diagnóstico, embriología, biotecnología, botánica y muchas otras áreas de la ciencia. A pesar de que son muchos los investigadores que estudian y utilizan estas proteínas actualmente, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que son muchas las aplicaciones que aún no se han descubierto, pero que en un futuro próximo nos sorprenderán. ! FIGURA 8. Brainbow 1.0 aplicado a células Hek 293 donde se muestra la expresión de las XFP bajo efectos de Cre. Tomado y modificado de Levit et al., 2007. FIGURA 9. Se muestran a la izquierda fibras musgosas del hipocampo que expresan Brainbow 1.1. A la derecha, el giro dentado del hipocampo que expresa Brainbow 1.1. Tomado de Levit et al., 2007. FIGURA 10. Expresión de Brainbow 1.1 en astrocitos. Tomado de Levit et al., 2007. ! ! ! 94 RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 95 12. Lewis,B. 2008. Genes IV. 2ª edición. Editorial Reverté 13. Lippincott-Schwartz, J., E. Snapp, A. Kenworthy (2001). Studying protein dynamics in living cells. Nat Rev Mol Cell Biology. 2 (6): 444-456. 14. Livet J, T. Weissman, H. Kang, R. Draft, J. Lu, R. Ben- nis, J. Sanes, J. Lichtman (2007). Transgenic strategies for combinatorial expression of fluorescent proteins in the nervous system. Nature. 450: 56- 63. 15. Lodish, H., A. Berk, P. Matsudaira, C. Kaiser, M. Krieger, M. Scott, L. Zipursky, J. Darnell (2005). Biología celular y molecular. 5ª edición. Editorial Panamericana. Buenos Aires. 1088 p. 16. Loening, A., T. Fenn, S, Gambhir (2007). Crystal structures of the Luciferasa and green fluorescente pro- teína from Renilla reniformes. Journal Molecular Biolo- gy. 374:1017- 1028. 17. Matz, M., A. Fradkov, Y.Labas, A. Savilsky, A. Zaraisky, M. Markelov, S. Lukyanov (1999). 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Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 1. Nº 2. Serie verde | Caracas, julio- diciembre 2009 97 Anexo 1 Nombre común Según la estructura del cromóforo Color de fluorescencia en el espectro Pico de excitación (nm) Pico de emisión (nm) Ventajas / Desventajas GFP nativa Clase I: Equilibrio fenol- fenolato Verde Presenta 2 picos 395-397/ 475 508 / 503 Aunque requiere uso de filtro, la excitación con UV es conveniente porque es invisible; sin embargo, hay que tomar en cuenta que la autofluorescencia y la posibilidad de fotodegradación de los tejidos son más severas con excitación por UV. EGFP Clase II: Cromóforo fenolato Verde 488 507-509 La oxidación del fluoróforo es cuatro veces más rápida que en la proteína salvaje. Es estable cuando se expresa a temperatura ambiente y el plegado fue mejorado a 37º C, pero tiende a plegarse mal y producir agregados no fluorescentes a temperaturas mayores H9 clase III: Fenol en el cromóforo Verde 399 511 Estas mutantes poseen la ventaja de ser fotoquímicamente más simples, carecen del pico de excitación a 479-490 nm, por lo que pueden emplearse junto con las GFP clase II para un doble marcaje. EYFP / Topaz Clase IV: Fenolato en sistema electrónico ! apilado amarillo 508-512 518-529 Algunas de estas mutantes exhiben un decaimiento en el rendimiento cuántico con pérdidas de fluorescencia superiores al 90%, por cortos períodos de vida. Otras versiones provenientes de PF de coral han sido mejoradas. ECFP Clase V: Indol en el cromóforo Turquesa (Cyan) 434-452 476-505 Muy útiles para FRET y marcajes dobles. Una versión mejorada mTFP1 introduce una variante monomérica a esta familia con alto brillo y fotoestabilidad, pero esta mutación no es derivada de Aequorea victoria. BFP /EBFP Clase VI: Imidazol en el cromóforo Azul 380-384 440-448 Son útiles para marcajes dobles. A pesar de que mediante mutaciones se ha mejorado su velocidad de plegamiento, las BFP tenían bajo rendimiento cuántico, pero nuevas versiones han sido mejoradas (SBFP2). TABLA I. Se muestra la clasificación por familias de las variantes derivadas de GFP de Aequorea Victoria. Tomado y modificado de Tsien 1998 y Sharnet et al., 2007.
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