Logo Studenta

TO-Prevalencia de la infeccion por chlamydia trachomatis_V04

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Abstract
Objective: to ascertain the prevalence of Chlamydia trachomatis (CT) in adolescents and young women and its 
relationship with epidemiological factors.
Material and methods: prospective study with 516 sexually active women between ages 18 and 24. Endocervical 
samples have been obtained for determination of CT, Neisseria gonorrhoeae (NG) and Human Papilloma Virus 
(HPV). 
Results: a prevalence of 4.5% (23/516) [95% CI: 2.7%; 6.2%] of CT infection was found. The infection rate increa-
sed with: number of sexual partners (7.3±5.5 CT+ and 4.2±3.7 in CT-), sexual partners in last year (2.7±1.8 vs. 
1.8±1.3) and HPV (34.8% (8/23) [95% CI: 15.3%; 54.2%] in CT+ and 8.7% (43/493) [95% CI: 6.2%; 11.2%] in CT-). 
No relationship was found between CT and educational level, type of sexual relationships, age of first sexual 
intercourse or with contraceptive method. 
Conclusions: the prevalence of CT infection in our population is 4.5% [95% CI: 2.7%; 6.2%]. The infection rate 
increases with the number of sexual partners, the number of sexual partners in the last year and HPV infection.
Resumen
Objetivo: estimar la prevalencia de Chlamydia trachomatis (CT) en una población determinada de mujeres 
jóvenes y su relación con distintos parámetros epidemiológicos.
Material y métodos: estudio prospectivo con 516 mujeres de 18 a 24 años sexualmente activas. Se realizó deter-
minación endodocervical de CT, Neisseria gonorrhoeae (NG) y virus del papiloma humano (VPH). 
Resultados: la prevalencia de CT fue del 4,5% (23/516) [95% CI: 2,7%; 6,2%]. La infección aumentó con: número 
de parejas sexuales (7,3 ± 5,5 CT+ vs. 4,2 ± 3,7 CT-), número de parejas sexuales en el último año (2,7 ± 1,8 vs. 
1,8 ± 1,3) e infección por VPH (34,8% (8/23) [95% CI: 15,3%; 54,2%] en CT+ frente a 8,7% (43/493) [95% CI: 
6,2%; 11,2%] en CT. No se encontró asociación entre CT y nivel de estudios, tipo de relaciones sexuales y edad 
de inicio, ni método anticonceptivo. 
Conclusiones: la prevalencia de la infección por CT en nuestra población es del 4,5% [95% CI: 2,7%; 6,2%] y 
aumenta con el número de parejas sexuales, las parejas sexuales en el último año y la infección por VPH.
Trabajo Original
Key words: 
Chlamydia. 
Adolescents. 
Youth. Screening.
Palabras clave: 
Chlamydia. 
Adolescencia. 
Juventud. Cribaje.
Recibido: 23/07/2020
Aceptado: 31/07/2020
Parera N, Suárez M, Aguilar C, Martínez Vargas L, Rodríguez I, García S, Tresserra F, Adserà M, 
Martínez F. Prevalencia de la infeción por Chlamydia trachomatis en mujeres adolescentes 
y jóvenes que acuden a una consulta ambulatoria de ginecología. Prog Obstet Ginecol 
2020;63:218-223. 
Prevalencia de la infección por Chlamydia trachomatis en mujeres 
adolescentes y jóvenes que acuden a una consulta ambulatoria de 
ginecología
Prevalence of Chlamydia trachomatis infection in adolescent and young women seen at a 
gynecological outpatient department
Nuria Parera Junyent1, María Suárez Mayor1, Clara Aguilar Guanyabens1, Laura Martínez-Vargas Degollada1, Ignacio 
Rodríguez García1, Sandra García Martínez1, Francesc Tresserra Casas2, Marta Adserà Quesada1 y Francisca Martínez San 
Andrés1
1Departamento de Obstetricia, Ginecología y Reproducción. Hospital Universitari Dexeus, Barcelona. 2Servicio de Patología y Citología. Hospital 
Universitari Dexeus, Barcelona
Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia
P R O G R E S O S D E
O b s t e t r i c i a G i n e c o l o g í a
y
Revista Oficial de la Sociedad Española
de Ginecología y Obstetricia
Prog Obstet Ginecol 2020;63:218-223
Correspondencia: 
Nuria Parera Junyent
Department d`Obstetricia, Ginecologia i 
Reproducció
Dexeus Salut de la Dona
08028 Barcelona
e-mail: nurpar@dexeus.cat
219PREVALENCIA DE LA INFECCIÓN POR CHLAMYDIA TRACHOMATIS EN MUJERES ADOLESCENTES Y JÓVENES QUE ACUDEN 
A UNA CONSULTA AMBULATORIA DE GINECOLOGÍA 
[Prog Obstet Ginecol 2020;63:218-223]
INTRODUCCIÓN
Diversos organismos internacionales recomiendan la 
detección de la infección por CT en mujeres jóvenes y ado-
lescentes sexualmente activas, ya que se considera que 
esta es más frecuente en comparación con otros grupos 
de edad (1,2). Actualmente se considera que es la infec-
ción de transmisión sexual (ITS) bacteriana más frecuente.
Entre un 70-80% de las mujeres y un 50% de los hom-
bres infectados son asintomáticos, por lo tanto, existe un 
gran reservorio no reconocido. La inmunidad tras la infec-
ción es específica del tipo y solo parcialmente protectora, 
por lo que son frecuentes las reinfecciones, y el riesgo de 
desarrollar secuelas como enfermedad inflamatoria pélvi-
ca, embarazo ectópico, dolor pélvico crónico o esterilidad 
aumenta con cada episodio infeccioso sucesivo.
En Estados Unidos (2) se encuentra una prevalencia 
de CT en adolescentes y jóvenes de un 4,7%, y un 0,4% 
de NG. Los autores nos confirman la evidencia de que el 
screening reduce las complicaciones posteriores causadas 
por estas infecciones.
En Europa también se describe una frecuencia mayor de 
infección por CT en mujeres jóvenes y el European Centre 
for Disease Prevention and Control (3) recomienda testar 
a esta población.
En España la declaración de infección por CT se incluye 
como enfermedad de declaración obligatoria desde 1992.
En Cataluña la prevalencia global de CT descrita es del 
4%. Esta prevalencia fue significativamente más elevada 
en el grupo de menores de 25 años (5,8%) frente a solo 
un 2% entre los mayores de esta edad (4).
La prevalencia de la infección por CT depende de la 
población estudiada, variando en función de las carac-
terísticas de la paciente: edad, estatus socioeconómico, 
número de parejas. 
Existen pocos datos sobre la prevalencia de ITS en una 
población de menos de 25 años que acude a una consulta 
ginecológica general, por lo que no se puede de momento 
conocer el beneficio para la salud reproductiva que com-
portaría una política de cribado de ITS. 
El objetivo principal del presente estudio es conocer la 
prevalencia de CT en una población de mujeres jóvenes 
que acude a una consulta ambulatoria de ginecología en 
un hospital privado de la mayor ciudad de Cataluña (Bar-
celona).
Como objetivos secundarios se busca valorar la asocia-
ción entre ITS y nivel de estudios, tipo de relaciones sexua-
les y edad de inicio de las mismas, número de parejas 
sexuales y método anticonceptivo utilizado. 
MATERIAL Y MÉTODOS
Entre mayo de 2017 y mayo de 2019 se incluyeron en el 
estudio un total de 516 mujeres de 18 a 24 años sexualmen-
te activas, usuarias de una consulta externa de ginecología 
de un hospital universitario privado en una zona urbana. 
La consulta ofrece atención ginecológica especializada 
a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes. Esto incluye ase-
soramiento sobre pubertad, cambios de la adolescencia 
y asesoramiento menstrual. También se ofrece asesora-
miento en salud sexual y reproductiva: anticoncepción, 
sexo seguro y prevención de ITS. Asimismo, se diagnostica 
y trata la patología ginecológica de este grupo de edad. 
El perfil socioeconómico corresponde a jóvenes de nivel 
medio-alto. 
Las muestras se obtuvieron mediante cepillado endo-
cervical en el transcurso de un examen vaginal con la 
colocación de un especuloscopio. El material obtenido se 
introdujo en un medio líquido (Presev Cyt PAP, Hologic, 
Marlborough, MA). La determinación tanto de CT/NG 
como de HPV se llevó a cabo en el laboratorio del mismo 
departamento de la consulta externa utilizando una PCR 
a tiempo real mediante el sistema automatizado Cobas® 
480 (Roche Diagnostics, Mannheim, Alemania). 
Para CT/NG se utilizó el kit Cobas 4800 CT/NG AMP DET 
240T IVD (Roche Diagnostics, Mannheim, Alemania). Para 
la determinación de HPV se utilizó el kit Cobas 4800 HPV 
AMP/DET 240T (Roche Diagnostics, Mannheim, Alemania) 
que detecta por separado los genotipos de HPV 16 y 18 
además de otros 12 genotipos de alto riesgo (31, 33, 35, 39, 
45, 51, 52, 56, 58, 59, 66 y 68). El precio de coste de la prue-
ba es de 24€.En la práctica totalidad el coste de la prueba 
fue sufragado por el propio seguro médico de la paciente.
El proyecto de estudio fue aprobado por el comité de 
estudios clínicos del centro Hospital Universitari Dexeus.
Se seleccionó un tamaño muestral de 500 mujeres con 
un intervalo de confianza del 95%. Teniendo en cuenta la 
prevalencia de otros estudios, se consideró una precisión 
de +/- 2% de la población alrededor de un 5,8%.
Las jóvenes estudiadas fueron informadas sobre las 
características del estudio y firmaron un consentimiento 
informado. Asimismo, se les realizó un cuestionario con 
las preguntas que se describen a continuación:
 – Fecha de nacimiento y fecha en la que se realiza el 
estudio.
 – Raza.
 – Profesión y nivel de estudios.
 – Vacunación frente al virus del papiloma humano 
(VPH) y frente al virus de la hepatitis B (VHB).
 – Uso de drogas: tabaco, alcohol, hachís, cannabis, 
cocaína, heroína, de diseño, y contactos sexuales 
después de su uso (excepto tabaco).
 – Motivo de la consulta por la cual se acude al centro 
ginecológico.
 – Edad de inicio de las relaciones sexuales.
 – Orientación sexual.
 – Tipos de relación sexual: vaginal, oral, vulvar, anal.
 – Número de parejas sexuales desde el inicio de las rela-
ciones sexuales y en el último año.
220 N. Parera et al.
[Prog Obstet Ginecol 2020;63:218-223]
 – Nueva pareja sexual en los últimos 3 meses
 – Embarazos
 – Antecedentes de ITS
 – Tipo de anticoncepción
 – Si usa anticoncepción diferente al preservativo, ¿lo 
usa además como protección frente a ITS?
La información obtenida se introdujo en una base de 
datos para poder realizar el análisis estadístico mediante 
el paquete IBM© SPSS© Statistics. Las pruebas estadísticas 
para la comparación de medias y de frecuencias se realiza-
ron mediante Chi Cuadrado para las variables categóricas 
y la T de Student o Prueba U de Mann-Whitney para las 
variables continúas teniendo en cuenta la normalidad de 
los datos. Se consideró una diferencia significativa cuando 
el valor p era inferior a 0,05.
RESULTADOS
Se analizaron un total de 516 mujeres de 18 a 24 años, 
con una edad media de 22,0 ± 1,9 años. 
El 96,7% (498/515) de las pacientes eran de raza 
caucásica, 1,9% (10/515) latinoamericana, 1,2% (6/515) 
asiática y 0,2% (1/515) de otras razas. 
La mayoría de las jóvenes estudiaba (71,2% [314/441]), 
un 14,7% (65/441) trabajaban y un 14,1% (62/441) com-
binaban estudio y trabajo. El nivel de estudios era univer-
sitario en un 83,1% (429/516) de las mujeres, educación 
secundaria en un 15,3% (79/516), educación primaria en 
un 0,2% (1/516) y desconocido en un 1,4% (7/516).
Un 80,6% (411/510) estaban vacunadas frente al VPH, 
y un 93,8% (480/512) frente al VHB.
Tomaban drogas un 86,9% de las mujeres, con la siguien-
te distribución: 55,3% (244/441) consumían solo alcohol, 
2,5% (11/441) solo tabaco, 29,5% (130/441) consumían 
conjuntamente alcohol y tabaco y un 12,7% (56/441) con-
sumían otro tipo de drogas juntamente con el alcohol y/o 
el tabaco. Un 66,1% (285/431) de las usuarias de drogas 
(exceptuando el tabaco) tuvieron sexo posterior al uso de 
las mismas.
El motivo de consulta por el que acudieron al centro 
ginecológico fue en el mayor grupo de casos para revi-
sión ginecológica (89,7% [462]), seguida de trastornos 
menstruales (17,9% [92]), anticoncepción (13,6% [70]) y 
patología mamaria (1,4% [7]). Acudieron a la consulta por 
otros motivos un 10,5% (54) de las mujeres analizadas.
La media de edad de inicio para las relaciones sexuales 
fue de 16,7 ± 1,6 años. Su orientación sexual fue hetero-
sexual en un 90,1% (465/516), homosexual en un 1,2% 
(6/516) y bisexual en un 8,7% (45/516). Los tipos de rela-
ción sexual fueron vaginal en un 97,9% (505), oral en un 
85,9% (443) y anal en un 12,4% (64). El número medio de 
parejas sexuales desde el inicio de las mismas fue de 4,3 
± 3,9, y de 1,8 ± 1,4 en el último año. Un 26,2% (134/512) 
de mujeres tuvieron una nueva pareja sexual en los últi-
mos 3 meses. Solo un 2% (10/516) de las encuestadas 
habían tenido embarazos previos. Un 4,3% (22/514) de 
las participantes declararon una ITS previa, siendo la más 
frecuente el VPH, seguido por la clamidiasis. 
Respecto a los métodos anticonceptivos usados, fue-
ron en porcentaje: preservativo 66,8% (342), píldora 
30,9% (158), anillo 5,7% (29), parche 0,8% (4), implante 
0,4% (2), dispositivo intrauterino 0,8% (4), coito inter-
rumpido 3,5% (18), y ningún método 1,6% (8). El pre-
servativo era utilizado como doble método en el 66,6% 
de los casos. 
La infección por CT se detectó en 23 mujeres (4,5% [95% 
CI: 2,7%-6,2%]). Se observó un test positivo para HPV en 
el 9,9% (51) de las participantes, y no hubo ningún caso 
de NG.
No se observó asociación entre chlamydiasis geni-
tal y edad, raza, trabajo, nivel de estudios, orientación 
sexual, edad de inicio de las relaciones sexuales (Tabla 
I). La relación entre infección por CT y edad se amplió 
con un análisis en forma de regresión logística (Fig. 1), 
donde se observa un Odds Ratio de 1,04 con intervalo de 
confianza [0.84-1.29]. La infección aumenta de forma leve 
con la edad, pero sin diferencias significativas. Tampoco 
se encontró relación significativa entre positividad a CT y 
tipo de anticoncepción (Tabla II).
Tabla I.
Características demográficas y prevalencia de Chlamydia
Chlamydia
 + (23)
Chlamydia
- (493) p valor
Edad media (años) 22,1 ± 2,2 22,0 ± 1,9 0,746
Parejas sexuales 
(media)
7,3 ± 5,5 4,2 ± 3,7 0,002
Edad de inicio de las 
relaciones sexuales 
(media)
16,2 ± 1,1 16,7 ± 1,6 0,213
Parejas sexuales en el 
ultimo año (media)
2,7 ± 1,8 1,8 ± 1,3 < 0,001
Nueva pareja sexual en 
los últimos 3 meses (%)
21,7% (5/23)
26,4% 
(129/489)
0,621
Orientación sexual
Heterosexual 100% (23/23)
89,7% 
(442/493)
0,267Homosexual 0% (0/23) 1,2% (6/493)
Bisexual 0% (0/23) 9,1% (45/493)
Raza
Caucásica 
95,7%
(22723)
96,7% 
(476/492)
0,592Latina 4,3% (1/23) 1,8% (9/492)
Otras 0% (2/23) 1,4% (7/492)
221PREVALENCIA DE LA INFECCIÓN POR CHLAMYDIA TRACHOMATIS EN MUJERES ADOLESCENTES Y JÓVENES QUE ACUDEN 
A UNA CONSULTA AMBULATORIA DE GINECOLOGÍA 
[Prog Obstet Ginecol 2020;63:218-223]
Se dispone de pocos estudios en España para comparar 
nuestros resultados. En nuestro entorno, Corbeto y cols. 
(4) reportan un porcentaje de infección por CT del 5,8%, 
algo superior al porcentaje hallado en nuestro estudio 
(4,5%). Corbeto y cols. observan una diferencia estadísti-
camente significativa entre adolescentes y personas jóve-
nes hasta 24 años en relación a personas de mayor edad 
(solo un 1,6%). En nuestro estudio solo se han analizado 
a jóvenes, por lo que no disponemos de resultados para 
comparar con personas de mayor edad. Aun así, los estu-
dios de Corbeto y cols. analizan a mujeres del sistema 
público sanitario de Cataluña. Recordemos que nuestro 
estudio analiza a mujeres de un hospital privado, con 
cobertura del test por parte de una entidad aseguradora. 
Al tratarse de un estudio realizado en una consulta 
externa ginecológica solo se han analizado mujeres. En 
general, sabemos que las mujeres se realizan más pruebas 
de ITS que los hombres (5), y que los hombres acuden 
principalmente a centros para diagnóstico específico de 
ITS (6).
El método que se ha utilizado para el diagnóstico de 
la infección por CT ha sido la toma endocervical. En una 
población de nuestro entorno (7) se determinó el análisis 
en pooling de muestras de orina, hallando un porcenta-
je de positividad del 8,5%. Los autores admiten que las 
muestras de orina tienen menos sensibilidad y más falsos 
negativos. Respecto a tomas extragenitales, un reciente 
estudio de Brown y cols. (8) en jóvenes de Escocia (Reino 
Unido) nos habla de autotomas por la propia mujer, sien-
do la de garganta ampliamente aceptada, y la ano-rectal 
menos aceptada.
Existen otros métodos de determinación clásicamente 
divididos en los que requieren técnicas de laboratorio y 
los métodos de diagnóstico rápido en los que se incluyeel NAATS (Nucleic Acid Amplification Tests). Los test de 
diagnóstico rápido permiten tener un resultado en apro-
ximadamente 30 minutos (9).
En nuestro estudio se realizó la toma de muestras 
mediante exploración ginecológica y colocación de 
espéculo vaginal. Determinados autores recomiendan 
el diagnóstico de la infección por CT mediante PCR en 
muestras orina. Su principal ventaja sería poder incluir 
mayor número de pacientes. También se puede realizar 
el diagnóstico mediante autotoma vaginal por la propia 
mujer (10). De todas maneras, el test endocervical tiene 
mayor sensibilidad (1,10).
La prevalencia de infección por CT varía según la raza 
(1,2). Es más frecuente entre mujeres de raza negra con 
respecto a las de raza blanca. La raza de la población de 
nuestro estudio fue caucásica en el 96,7% de los casos. 
Este porcentaje tan elevado limita las comparaciones a 
nivel étnico con los otros grupos. 
Un estudio londinense publicado en 2019 analiza a 130 
mujeres sexualmente activas de 16 a 24 años mediante 
autotoma vaginal y test rápido, hallando una prevalencia 
Tabla II.
Uso del preservativo y prevalencia de Chlamydia
Chlamydia + Chlamydia - p valor
Preservativo y/o 
otro método 
anticonceptivo
13,0% (3/23) 10,4% (51/489)
0,724
Resto de métodos 
anticonceptivos
87,0% (20/23)
89,6% 
(438/489)
Tabla III.
Relación entre Chlamydia y VPH
Chlamydia + Chlamydia - p valor
VPH + 34,8% (8/23) 8,7% (43/493)
0,001
VPH - 65,2% (15/23)
91,3% 
(450/493)
Figura 1. Relación entre chlamydia y edad.
La infección por CT se asoció significativamente con 
un mayor número de parejas sexuales: 7,3 ± 5,5 parejas 
en los casos positivos frente a 4,2 ± 3,7 en los negativos 
(p = 0,002). El número de parejas sexuales en el último 
año fue significativamente superior (2,7 ± 1,8) en las muje-
res con infección por CT en comparación con las que no 
la tenían (1,8 ± 1,3) (p < 0,001) (Tabla I). También hubo 
relación significativa entre la infección por CT y la infección 
por VPH: 34,8% (8/23) en las participantes con CT versus 
8,7% (43/494) en las que no la tenían (p=0.001) (Tabla III).
DISCUSIÓN
En nuestro estudio prospectivo la prevalencia de CT es 
del 4,5% [95% CI: 2,7%; 6,2%], similar a los datos registra-
dos en USA (4,7%) (2). 
222 N. Parera et al.
[Prog Obstet Ginecol 2020;63:218-223]
de CT del 6,2% y de NG 0,6%, superior a la nuestra (11). 
Se trata de una población con bajo nivel socioeconómico 
y alta tasa de raza negro-africana, lo que puede influir en 
esta mayor frecuencia. El nivel socioeconómico de nuestro 
grupo de estudio es medio-alto, lo que puede justificar 
también nuestra baja prevalencia de infección por CT.
En Europa destacamos un estudio holandés de 2018 (5) 
en el que se envió una carta para participar en el mismo 
a personas de 18 a 34 años. Las participantes recibían en 
casa un autotest para detección de CT y NG. Detectaron 
una prevalencia de CT en las mujeres del 5,6% y ningún 
caso de NG. La prevalencia fue más alta en las participan-
tes jóvenes (18-24 años) y para ellas uno de los factores de 
riesgo era el bajo nivel educacional. Recordemos que en 
nuestro estudio el nivel educacional es medio-alto.
Un reciente estudio londinense publicado en 2019 (12) 
plantea la posibilidad de enviar mensajes por vía internet 
a jóvenes para realizar autotomas para detección de ITS, 
para así aumentar el acceso a las personas que no acudi-
eran a una consulta médica.
Hemos hallado una relación significativa de la infección por 
CT con el número de parejas sexuales, también reportado 
por Wiesenfeld (1). Asimismo, se ha observado asociación 
significativa con el número de parejas sexuales en el último 
año, también reportado por Corbeto y cols. (4) en Cataluña.
También se ha observado asociación significativa de la 
positividad de CT y VPH. En la revisión bibliográfica realizada 
no se han encontrado estudios que hablen de esta relación.
No hemos hallado relación significativa entre infección 
por CT y orientación sexual en las mujeres analizadas, aun-
que hubo una baja proporción de mujeres que solo tenían 
sexo con mujeres, y entre ellas no se observó ninguna 
positividad a CT. Algunas publicaciones (13) nos hablan 
de una mayor incidencia en esta población.
Una nueva pareja sexual en los últimos 3 meses se des-
cribe en la literatura como una asociación positiva con 
CT (4). En el presente estudio no se observó esta asocia-
ción. Corbeto y cols. (4) también observan relación entre 
la positividad de CT y el uso de tabaco, dato que no fue 
hallado en nuestro análisis.
En el presente estudio no se observó diferencia entre 
infección por CT y método o métodos anticonceptivos 
utilizados. Tampoco observó esta diferencia el estudio 
de Mendoza y cols. (14), aunque ellos comparaban entre 
métodos de corta y larga duración, y no consideraban el 
uso del preservativo. Tampoco podemos comparar con 
este estudio ya que en nuestro caso el uso de métodos 
de larga duración es muy bajo (1,2%).
Proponer este tipo de estudio a las mujeres jóvenes nos 
ha dado la oportunidad de hablar más profunda y amplia-
mente sobre ITS en la consulta ginecológica. De esta forma 
las usuarias están más implicadas en su responsabilidad 
frente a los riesgos sexuales, y quizás pueda ayudar en que 
acudan más a la consulta ginecológica y se realicen más 
diagnósticos precoces de ITS. Este hecho fue reportado 
en un artículo de Wood y cols. (15) en 2019.
Limitaciones del estudio:
 – Al tratarse de una población que acude a un centro 
de ginecología privado, el nivel socioeconómico de las 
mujeres estudiadas es más alto que el de la población 
general. Quizás ello influye en la baja tasa de infección 
por CT que se ha encontrado. Además, la determina-
ción analítica de las muestras estaba cubierta econó-
micamente por una aseguradora privada, lo que pue-
de crear un sesgo económico para el estudio, también 
referido en el estudio de Playforth y cols. (16).
 – Sesgos de conveniencia personal y de memoria. Al 
realizarse una encuesta personal, puede ser que ello 
influya en que la encuestada pueda alterar volunta-
riamente la respuesta a ciertas preguntas de carácter 
personal, como por ejemplo la orientación sexual, el 
uso de drogas, los embarazos anteriores, el número 
de parejas o los antecedentes de ITS. Puede influir 
también en el tipo de anticoncepción referido o en 
el uso de doble método. También la mujer encues-
tada puede no recordar exactamente los datos y dar 
respuestas aproximadas. Estos sesgos también están 
referidos en los estudios de Corbeto y cols. (2) y 
Oakeshott y cols. (11).
 – No se han valorado en este trabajo los posibles ries-
gos psicosociales como consecuencia de los resulta-
dos positivos del test, como por ejemplo ansiedad o 
tensión en las relaciones sexuales, hechos descritos 
en el artículo de LeFevre y cols. (2).
CONCLUSIONES
La prevalencia de la infección por CT en mujeres entre 
18 y 24 años sexualmente activas que acuden a una con-
sulta privada es del 4,5%.
La infección por CT aumenta con el número de parejas 
sexuales, el número de parejas sexuales en el último año 
y la infección por VPH.
No se ha encontrado relación entre clamidiasis genital 
y nivel de estudios, tipo de relaciones sexuales, edad de 
inicio de las mismas, ni método anticonceptivo utilizado. 
Hablar del cribado de CT es una oportunidad para hablar 
más ampliamente sobre ITS en la consulta de ginecología.
AGRADECIMIENTOS
Bajo el auspicio de la Càtedra d’Investigació en Obstetrí-
cia i Ginecologia de la Universitat Autònoma de Barcelona.
223PREVALENCIA DE LA INFECCIÓN POR CHLAMYDIA TRACHOMATIS EN MUJERES ADOLESCENTES Y JÓVENES QUE ACUDEN 
A UNA CONSULTA AMBULATORIA DE GINECOLOGÍA 
[Prog Obstet Ginecol 2020;63:218-223]
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores no tienen ningún conflicto de intereses que 
declarar.
BIBLIOGRAFÍA
1. Wiesenfeld H. Screening for Chlamydia trachomatis infections in 
women. N Engl J Med 2017;376:765-73.
2. LeFevre M. Screening for Chlamydia andGonorrhea: U.S. preventive 
services task force recommendation statement. Annals of Internal 
Medicine 2014;161:902-10.
3. European Centre for Disease Prevention and Control. Chlamydia 
infection. In: ECDC. Annual epidemiological report for 2017. Consul-
tado en abril 2021 en: https://www.ecdc.europa.eu/sites/default/
files/documents/AER_for_2017-chlamydia-infection.pdf
4. Corbeto E, Lugo R, Martó E, Falguera G, Ros R, Avecilla A, et al. 
Prevalencia de la infección por C. trachomatis y N. gonhorroeae y 
determinantes para su adquisición en jóvenes y adultos-jóvenes en 
Cataluña. Enferm Infecc Microbiol Clín 2011;29:96-101.
5. Heijne JCM, Van den Broek IVF, Bruisten SM, Van Bergen JEA, de 
Graaf H, Van Benthem BHB. National prevalence estimates of 
chlamydia and gonorrhoea in the Netherlands. Sex Transm Infect 
2018;0:1-7.
6. Batteiger TA, Dixon BE, Wang J, Zhang Z, Tao G, Tong Y, et al. Where 
do people go for gonorrhea and chlamydia tests: A cross-sectional 
view of the Central Indiana population, 2003-2014. Sex Transm Dis 
2019;46:32-6.
7. López-Corbeto E, González V, Lugo R, Rivaya B, Casabona J, Matas l, 
et al. Pooling of urine samples for molecular detection of Chlamydia 
trachomatis, neisseria gonorrhoeae and micoplasma genitalium as a 
screening strategy among Young adults in Catalonia. Enferm Infecc 
Microbiol Clin (Eng. Edition) 2020;38:65-71.
8. Brown S, Paterson C, Dougall N, Cameron S, Wheelhouse N. Unders-
tanding the attitudes and acceptability of extra-genital chlamydia 
testing in young women: Evaluation of a feasibility study. BMC Public 
Health 2019;19:992.
9. Sanz M, Millet A. Enfermedad pélvica inflamatoria de curso atípico. 
Métodos diagnósticos y cribado de Chlamydia trachomatis. Prog 
Obstet Ginecol 2006;49:679-84.
10. Holland-Hall E. Sexually transmitted infections in adolescents. In 
Sanfilipo J, Lara-Torre E, Gómez-Lobo V, editors. Sanfilippo´s Text-
book of Pediatric and Adolescent Gynecology. 2nd ed. Boca Ratón: 
CRC Press; 2020. p. 204-13
11. Oakeshott P, Kerry-Barnard S, Fleming C, Phillips R, Drennan VM, 
Adams EJ, et al. “Test’n treat”(TnT): A cluster randomized feasibili-
ty trial of on-site rapid chlamydia trachomatis tests and treatment 
in ethnically diverse, sexually active teenagers attending technical 
colleges. Clin Microbiol Infect 2019;25:865-71.
12. Wilson E, Leyrat C, Baraitser P, Free C. Does internet-accessed STI 
(e-STI) testing increase testing uptake for chlamydia and other STIs 
among a young population who have never tested? Secondary 
analyses of data from a randomised controlled trial. Sex Transm 
Infect 2019;95:569-74.
13. Singh D, Fine D, Marrazzo J. Chlamydia trachomatis infection among 
women reporting sexual activity with women screened in Family 
Planning Clinics in the Pacific Northwest, 1997 to 2005. Am J Public 
Health 2010;01:1284-90.
14. Mendoza RM, Garbers S, Lin S, Stockwell MS, Warren M, Gold MA. 
Chlamydia infection among adolescent long-acting reversible con-
traceptive and shorter-acting hormonal contraceptive users recei-
ving services at New York city school-based health centers. J Pediatr 
Adolesc Gynecol 2020;33:53-7.
15. Wood SM, McGeary A, Wilson M, Taylor A, Aumaier B, Petsis D, et 
al. Effectiveness of a quality improvement intervention to improve 
rates of routine chlamydia trachomatis screening in female adoles-
cents seeking primary preventive care. J Pediatr Adolesc Gynecol 
2019;32:32-8.
16. Playforth K, Coughlan A, Upadhya K. The association between 
insurance status and acceptance of chlamydia screening by tee-
nagers who present for preventive care visits. J Adolesc Gynecol 
2016;29:62-4.