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NOAEL (non observed adverse effect level): es la mayor ingesta (o dosis experimen tal) de un nutriente con la cual no se han observado eefctos adversos en los individuos es tudiados. LOAEL, que es la cantidad más baja de ingesta (o dosis experimental) a la cual se ha iden tificado un efecto adverso. La transformación de la NOAEL o LOAEL en UL implica una se rie de elecciones acerca de que factores se utilizarán como “incertidumbres” (UF). Se debe tener en cuenta que el consumo de alimentos tradicionales no suele implicar riesgo, salvo en casos excepcionales, mientras que la adición de nutrientes a alimentos forti ficados o el consumo de suplementos implica riesgos de efectos adversos. M. L. R M. DE PO RTELA Indice' Capítulo I Vitaminas. Introducción y generalidades...................... 15 Capítulo II Vitamina A......................................................................... 21 Capítulo III Vitamina D ........................................................................ 32 Capítulo IV Vitamina E ......................................................................... 39 Capítulo V Vitamina K ........................................................................ 44 Capítulo VI Vitamina B , ....................................................................... 48 Capítulo VII Riboflavina (Vitamina B j) ............................................... 54 Capítulo VIII Vitamina Bg (Piridoxina)................................................. 58 Capítulo IX N iacina............................................................................... 62 Capítulo X Acido fólico.............................. ........................................ 67 Capítulo XI Vitamina B12...................................................................... 73 Capítulo XII Vitamina C (ácido ascórbico).......................................... 77 Capítulo XIII Acido pantoténico. Biotina.............................................. 84 12 5/81 Capítulo XIV Elementos minerales. Introducción y generalidades.... 85 Capítulo XV Sodio y potasio.................................................................. 89 Capítulo XVI Calcio - Fósforo.......................... ..................................... 92 Capítulo XVII M agnesio........................................................................... 100 Capítulo XVIII H ierro ................................................................................. 102 Capítulo XIX Zinc - C obre..................................................................... 112 Capítulo XX Iodo - Selenio - Fluoruro - Crom o............................... 117 Capítulo XXI Molibdeno - Manganeso - Elementos ultranza Interrelaciones entre nutrientes..................................... 123 Apéndice 1..........................................................................................127 Apéndice I I ........................................................................................134 Apendice III.......................................................................................144 Referencias bibliográficas........................................................ .......145 C a p í t u l o I Vitaminas - Introducción y generalidades Las vitaminas son nutrientes orgánicos necesarios en pequeñas cantidades para el normal crecimiento, desarrollo y manteni miento de la homeostasis de los animales que no son capaces de sintetizarlas; por ello deben ser provistas necesariamente por los alimentos; aunque, en algunos casos sus re querimientos pueden ser parcialmente cu biertos a través de su síntesis por la microflo- ra intestinal, si existe posterior absorción. La incapacidad para sintetizar las vitami nas no es idéntica para las distintas especies animales. Así, el ácido ascórbico (vitamina C) no puede ser sintetizado por el hombre, los primates o el cobayo; en cambio sí puede ser lo por casi todas las otras especies animales. En este caso particular, el organismo humano carece de una enzima, gulonolactona-oxida- sa, capaz de transformar el ácido gulónico, producto normal de su metabolismo, en áci do ascórbico. En otros casos, el organismo cuenta con los sistemas enzimáticos necesarios para la for mación de una vitamina a partir de un precur sor, pero es incapaz de sintetizar este precur sor, el cual debe ser provisto por la dieta; así los carotenos, por acción de una oxigenasa, se transforman en el organismo en un compues to con actividad vitamínica, el retinol (vit. A). Estos precursores se denominan provitaminas. . La incapacidad del organismo humano para la síntesis de las vitaminas tiene, sin em bargo, dos excepciones: la vitamina D que puede ser generada a nivel de la piel, por ac ción de la irradiación solar (rayos ultraviole tas), en cantidades importantes con respecto a sus necesidades. A su vez, otra vitamina, la niacina se ori gina como un metabolito normal de! tripto- fano, pero en este caso las cantidades forma das en ese proceso alcanzan a cubrir sólo en parte sus requerimientos fisiológicos. Si bien han pasado varias décadas desde el descubrimiento de las vitaminas y su papel en nutrición, todavía existe una considerable brecha entre el conocimiento de sus acciones bioquímicas y los efectos clínicos que se pro ducen por su deficiencia. Nomenclatura de las vitaminas En el período previo al aislamiento de las vitaminas y a la determinación de su estructu ra química, se las comenzó a denominar en forma genérica con las letras del alfabeto; pos teriormente, conocida su fórmula, el nombre químico se utiliza indistintamente como sinó nimo del nombre genérico: vitamina o tia- mina, vitamina 63 o riboflavina, etc. Sin embargo, la existencia de varios com puestos con similar acción vitamínica, ha obligado a adoptar normas para su correcta nomenclatura. Actualmente, la denominación genérica es utilizada para designar a cada familia de compuestos que poseen una misma actividad fisiológica. Así, por ejemplo, el término “vitamina D ” es el nombre genérico de todos los este- roides que poseen similar actividad biológica, identificándose a su vez con su nombre quí mico los compuestos de ese grupo, como ser: ergocalciferol, colecalciferol, etc. Cuando se hace referencia a la actividad biológica, ésta se refiere al nombre genérico, así se habla de “actividad vitamínica D ” o “estados de defi ciencia de vitamina D ”, etc. 15 Capítulo XIV Elementos minerales. Introducción y generalidades.... 85 Capítulo XV Sodio y potasio.................................................................. 89 Capítulo XVI Calcio - Fósforo.......................... ..................................... 92 Capítulo XVII M agnesio........................................................................... 100 Capítulo XVIII H ierro ................................................................................. 102 Capítulo XIX Zinc - C obre..................................................................... 112 Capítulo XX Iodo - Selenio - Fluoruro - Crom o............................... 117 Capítulo XXI Molibdeno - Manganeso - Elementos ultranza Interrelaciones entre nutrientes..................................... 123 Apéndice 1..........................................................................................127 Apéndice I I ........................................................................................134 Apendice III.......................................................................................144 Referencias bibliográficas........................................................ .......145 C a p í t u l o I Vitaminas - Introducción y generalidades Las vitaminas son nutrientes orgánicos necesarios en pequeñas cantidades para el normal crecimiento, desarrollo y manteni miento de la homeostasis de los animales que no son capaces de sintetizarlas; por ello deben ser provistas necesariamente por los alimentos;aunque, en algunos casos sus re querimientos pueden ser parcialmente cu biertos a través de su síntesis por la microflo- ra intestinal, si existe posterior absorción. La incapacidad para sintetizar las vitami nas no es idéntica para las distintas especies animales. Así, el ácido ascórbico (vitamina C) no puede ser sintetizado por el hombre, los primates o el cobayo; en cambio sí puede ser lo por casi todas las otras especies animales. En este caso particular, el organismo humano carece de una enzima, gulonolactona-oxida- sa, capaz de transformar el ácido gulónico, producto normal de su metabolismo, en áci do ascórbico. En otros casos, el organismo cuenta con los sistemas enzimáticos necesarios para la for mación de una vitamina a partir de un precur sor, pero es incapaz de sintetizar este precur sor, el cual debe ser provisto por la dieta; así los carotenos, por acción de una oxigenasa, se transforman en el organismo en un compues to con actividad vitamínica, el retinol (vit. A). Estos precursores se denominan provitaminas. . La incapacidad del organismo humano para la síntesis de las vitaminas tiene, sin em bargo, dos excepciones: la vitamina D que puede ser generada a nivel de la piel, por ac ción de la irradiación solar (rayos ultraviole tas), en cantidades importantes con respecto a sus necesidades. A su vez, otra vitamina, la niacina se ori gina como un metabolito normal de! tripto- fano, pero en este caso las cantidades forma das en ese proceso alcanzan a cubrir sólo en parte sus requerimientos fisiológicos. Si bien han pasado varias décadas desde el descubrimiento de las vitaminas y su papel en nutrición, todavía existe una considerable brecha entre el conocimiento de sus acciones bioquímicas y los efectos clínicos que se pro ducen por su deficiencia. Nomenclatura de las vitaminas En el período previo al aislamiento de las vitaminas y a la determinación de su estructu ra química, se las comenzó a denominar en forma genérica con las letras del alfabeto; pos teriormente, conocida su fórmula, el nombre químico se utiliza indistintamente como sinó nimo del nombre genérico: vitamina o tia- mina, vitamina 63 o riboflavina, etc. Sin embargo, la existencia de varios com puestos con similar acción vitamínica, ha obligado a adoptar normas para su correcta nomenclatura. Actualmente, la denominación genérica es utilizada para designar a cada familia de compuestos que poseen una misma actividad fisiológica. Así, por ejemplo, el término “vitamina D ” es el nombre genérico de todos los este- roides que poseen similar actividad biológica, identificándose a su vez con su nombre quí mico los compuestos de ese grupo, como ser: ergocalciferol, colecalciferol, etc. Cuando se hace referencia a la actividad biológica, ésta se refiere al nombre genérico, así se habla de “actividad vitamínica D ” o “estados de defi ciencia de vitamina D ”, etc. 15 Al tratar en particular cada una de las vi taminas se precisará la correcta denomina ción de las mismas. Clasificación y funciones nutricionales La división de las vitaminas en dos gran des grupos, hidrosolublesy liposolubles, que se adoptó desde el comienzo de su estudio, aún hoy se mantiene en vigencia, lo cual fa cilita el conocimiento de su distribución en los alimentos. Las vitaminas hidrosolubles participan, en general, como coenzimas en los procesos liga dos al metabolismo de los nutrientes orgáni cos: hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Pertenecen a este grupo la vitamina (tiamina), la vitamina B2 (riboflavina), la vita mina B(5 (piridoxina), la niacina, la vitamina B ,2 (cobalamina), el ácido fólico’, el ácido pantoténico, la biotina y vitamina C (ácido ascórbico). Estas, una vez absorbidas son transforma das en una o más formas activas (coenzimas) que luego han de formar, con proteínas espe cíficas, las correspondientes holoenzimas. Así por ejemplo, una de las coenzimas activas de la vitamina B, es el pirofosfato de tiamina. Cualquier anormalidad funcional, que impida o altere la formación de una coenzima activa, o su posterior unión con la apoenzima, produce los mismos efectos que una deficien cia de esa vitamina en la dieta, por adecuado CUADRO 1 CARACTERISTICAS DE LAS VITAMINAS Y CLASIFICACION LAS VITAMINAS SON COMPUESTOS ORGANICOS NECESARIOS R\RA EL M ANTENIM IENTO DE FUNCIONES VITALES Y PARA EL CRECIMIENTO NORMAL SON M ICRONUTRIENTES ESENCIALES, YA QUE N O PUEDEN SER SINTETIZADOS POR EL ORGANISMO N O SUMINISTRAN MATERL\ NI ENERGIA, PERO INTERVIENEN EN LA UTILIZACION DE LA ENERGIA Y LA SINTESIS Y MANTENIMIENTO DE TEJIDOS SU DEFICIENCIA OCASIONA ENFERMEDADES NUTRICIONALES CON SINTOMATOLOGLA CLINICA Y BIOQUIMICA CARACTERISTICA QUE PUEDE CONDUCIR A TRASTORNOS IRREVERSIBLES Y MUERTE SU F:KCES0 PUEDE PRODUCIR FENOMENOS DE TOXICIDAD LIPOSOLUBLES HIDROSOLUBLES IN T E R V IE N E N E N SINTESIS DE ESTRUCTURAS METABOLISMOS ENERGETICO Y PROTEICO R E A C C IO N E S E N Z IM A T IC A S N O BIEN CONOCIDAS CONOCIDAS SE ACUMULAN EN EL ORGANISMO SU EXCESO SE ELIMINA P/ORINA SO N : A, D , E, K C Niacina, ác. fólico, biotina, ác. pantoteico 16 8/1 que sea el aporte vitamínico de ésta. Por lo ge neral, este tipo de anormalidades se presenta en sistemas enzimáticos que se hallan bajo control genético (ver vitamina Bg). Las vitaminas liposolubles por su parte, se hallan relacionadas principalmente a los procesos de formación o mantenimiento de estructuras tisulares. Así, las vitaminas A y E participan en la protección de las membranas celulares y sub- celulares y las vitaminas D y K en la síntesis de proteínas específicas ligadas al metabolis mo del calcio y fósforo. En las vitaminas liposolubles, su simili tud se extiende también a su estructura quí mica: en efecto, en todas ellas el resto isopre- no (2-metil-4- butadieno) es característico de su fórmula. La vitamina C, pese a ser hidrosoluble, presenta características biológicas que la acer can a las liposolubles: en efecto, una de sus funciones principales se halla relacionada con la síntesis del colágeno, es decir con la forma ción de compuestos estructurales. Por otra parte, su participación en sistemas enzimáti cos, es indirecta. Una importante diferencia entre las vita minas de ambos grupos está dada por su des tino final en el organismo. U n exceso de las hidrosolubles es rápidamente excretado por la orina: en cambio las vitaminas liposolu bles, en especial las vitaminas A y E, que no pueden ser eliminadas en esa forma, se acu mulan en tejidos y órganos. La vitamina A forma depósitos considerables en el hígado, en especial en algunas especies de peces. Esta característica se asocia también al mayor riesgo de toxicidad que significa la in gestión de cantidades excesivas de vitaminas liposolubles, especialmente las vitaminas A y D, que no se presenta con las hidrosolubles. La vitamina hidrosoluble, constituye una excepción a esta regla, pues también se almacena en el hígado en cantidades impor tantes. En el cuadro 1 se han sintetizado las principales características de las vitaminas y su clasificación. Absorción y excreción de las vitaminas En los alimentos las vitaminas hidroso lubles se hallan en general en forma de co enzima, unidas a un resto proteínico; luego de su hidrólisis son absorbidas por simple difusión o por transporte activo (ver vitami nas B¡ y B2). En otros casos la biodisponibi- lidad c|e alguna de las formas activas se halla disminuida, como en el caso del ácido fólico cuando se halla unido a varios restos gluta- matos; aquí se hace necesaria la acción de otras enzimas intestinales (conjugasas) para que la absorción pueda realizarse (ver ácido fólico). La vitamina 6,2 se absorbe a través de un proceso complejo en el que participa un transporte orgánico específico denominado factor intrínseco, cuya deficiencia produce los mismos efectos que la deficiencia de la vi tamina B52 (ver vitamina Bij)- Las vitaminasliposolubles se integran en general en los procesos de digestión y absor ción de los lípidos, siendo absorbidas con juntamente con éstos, en la fracción micelar. Papel de la microflora intestinal La síntesis de algunas vitaminas que rea liza la microflora intestinal de los animales monogástricos, en ciertos casos, representa un factor importante para cubrir sus requeri mientos; así, el requerimiento de vitamina K en el hombre puede ser satisfecho parcial mente por su flora intestinal. En la rata es im posible producir una deficiencia experimen tal en ácido fólico si no se inhibe el desarro llo de su microflora, que la produce en canti dades elevadas. La biotina y otras vitaminas del grupo B son también sintetizadas por la flora intesti nal, proceso que en diverso grado contribu ye a cubrir las necesidades en algunos ani males. B1 17 Determinación de los requerimientos y las ingestas recomendadas Los requerimientos de las vitaminas no pueden ser determinados por los procedi mientos generales utilizados para otros nu trientes, como el procedimiento factorial o el método de balance, debido, fundamental mente, a las muy pequeñas cantidades en que se encuentran en el organismo; además, de varias de ellas, no se conocen en forma preci sa ni sus metabolitos ni las vías de excreción de éstos. Ello obliga a utilizar otros procedimien tos, relacionados con la función que cada vita mina desempeña en el organismo, sea animal o humano y que consisten en la estimación de la cantidad necesaria para prevenir o curar los síntomas incipientes de su deficiencia. Estos procedimientos luego se comple mentan con los métodos epidemiológicos, que permiten corroborar los hallazgos expe rimentales. El espectro del estado de nutrición vita mínico se extiende entre dos límites bien de finidos; un extremo, el de la nutrición ópti ma, cuando las necesidades son cubiertas sa tisfactoriamente, y el otro, el de la deficiencia (avitaminosis franca), cuando la carencia ori gina alteraciones metabólicas y orgánicas, que en último término se manifiestan en una serie de síntomas clínicos característicos de las enfermedades carenciales (raquitismo, es corbuto, pelagra, etc.). Entre ambos extremos existe una variada gama de estados intermedios (hipovitamino- sis o avitaminosis latente), que pueden aún ser corregidos con una adecuada alimenta ción. Su reversibilidad por la ingesta de la co rrespondiente vitamina representa un dato de valor para establecer el requerimiento de ésta. Para la identificación precoz de estos es tados pueden utilizarse ciertos criterios bio químicos, dietéticos o clínicos (cuadro 2 ). Los primeros se basan en la determina ción de índices relacionados con el estado nutriciona!, cuyas modificaciones revelan al teraciones funcionales. Así, en algunos casos resulta de utilidad la determinación de la concentración de una vitamina en sangre u otros tejidos, como sucede con las vitaminas A y C. En otros casos son más significativas las variaciones en la cantidad de la vitamina o de alguno de sus metabolitos, eliminados por orina, como para tiamina, riboflavina y niaci- na. La valoración de algunos sistemas enzi- máticos es otra de las pruebas bioquímicas recomendadas, es el caso de la actividad de la transcetolasa en hematíes para la tiamina. Fi nalmente, pueden efectuarse pruebas de so brecarga por la administración de un exceso de la vitamina, determinando luego el por centaje de su excreción: la retención es ma yor en los estados de deficiencia. El criterio dietético es empleado en los estudios epidemiológicos, en los cuales se re laciona la ingesta diaria de una vitamina, esta blecida en base a encuestas alimentarias, con el estado nutricional respecto a la misma, en una determinada población. Los resultados obtenidos se comparan luego con los que co rresponden a poblaciones cuyas ingestas son también conocidas, que no manifiestan sig nos de deterioro nutricional. Finalmente el criterio clínico se basa en el examen de ciertos signos clínicos, cuyos cambios se relacionan con una ingesta vita mínica inadecuada. Sin embargo, en muchos casos éstos no son específicos de la falta de una determinada vitamina y pueden ser pro ducidos por otros factores no relacionados con la alimentación. Además, como ya se ha dicho, los estados patológicos revelan un franco estado de avita minosis, en cuyo momento el proceso puede ser ya irreversible, por lo cual su valor, cuan do no se correlaciona con otros índices como los bioquímicos, puede resultar relativo. En la actualidad están determinados los requerimientos de la mayoría de las vitami nas; para algunas pocas (vitamina K, ácido pantoténico, biotina) aún no existen infor maciones precisas. Los requerimientos de la mayoría de ellas 18 9/81 se establecen en relación con la edad, sexo y estado fisiológico; en otros casos se lo hace en función del peso corporal (vitamina A, vita mina K); y para otras (tiamina, riboflavina) por lo ya visto, se relacionan con la ingesta energética. La ingesta recomendada se halla aumen tada en estados especiales (lactancia y emba razo). En ciertos casos se debe agregar un nue vo factor de corrección que surge de su dis ponibilidad en los alimentos: este aspecto hasta el mom ento se conoce en cierta m edi da para la niacina, ácido fólico y vitami na Bfi. Relaciones de las vitaminas con otros nutrientes Las necesidades de algunas vitaminas se hallan directamente relacionadas con los otros nutrientes. Así los requerimientos de vitamina y en menor grado de vitamina Bj, Por su participación en el metabolismo energético, se relacionan con el gasto energé tico total del organismo; sus necesidades va rían pues en la misma proporción en que va rían las de energía. La necesidad fisiológica de vitamina E, debido a su acción antioxidante de los ácidos grasos polinosaturados, guarda relación con la menor o mayor cantidad en C U A D R O 2 CAUSAS, CONSECUENCIAS E INDICADORES EN LAS ENFERMEDADES POR CARENCIAS VITAMINICAS CAUSAS CONSECUENCIAS INDICADORES PRIMARIAS - A L I M E N T O I baja ingesta baja biodisponibilidad antivitaminas SECUNDARIAS disminución de absorción transporte utilización aumento de excreción requerimiento FARMACOLOGICAS ►I NDI VI DUO i DISMINUCION DE RESERVAS NIVELES DE FLUIDOS ALTERACIONES METABOLICAS (LESION BIOQUIMICA) ALTERACIONES FISIOLOGICAS 1 SIGNOS Y SINTOMAS INESPECIFICOS i AGOTAMIENTO DE RESERVAS/O C O N C E N T M C IO N DE TEJIDOS ENFERMEDAD SIGNOS CLINICOS l DAÑOPERIVIANENTE i MUERTE HISTORIA DIESTETICA b) C ON CEN TM CION EN • bl) SANGRE • b2) ERITROCITOS » b3) ORINA c) ALTEIUCIONES ENZIMATICAS d) CONCENTRACION ANORMAL DE METABOLICOS e) METABOLITOS ANORMALES HORIZONTE CLINICO 19 que éstos se hallan presentes en los tejidos o dieta. El requerimiento de niacina guarda rela ción con la proporción de proteínas, y en es pecial con la de un aminoácido, triptofano, que como se ha señalado, actúa como precur sor de la misma. En otros casos esta interrelación se mani fiesta entre dos vitaminas cuando las mismas participan de un proceso metabólico común: así sucede con la vitamina Bj2 y el ácido fóli- co que intervienen conjuntamente en la sín tesis de ácidos nucleicos. tores tales como la temperatura, duración del tratamiento, contenido de agua, exposición a la luz y al aire y pH del medio. La concentración de cada compuesto vi tamínico presente en los alimentos se expre sa en casi todos los casos, en peso por 100 g de alimento. La unidad internacional como expresión de actividad biológica sólo sigue siendo empleada para la vitamina D y en for ma limitada para la vitamina A. Este criterio, por otra parte, es el adoptado también para la expresión de los requerimientos. Fuentes de vitaminas Los alimentos son los aportadores natu rales de las vitaminas, pero es muy variable el tipo y la cantidad en que éstos las contienen. Suconocimiento es esencial para poder esta blecer la dieta más adecuada compatible con un estado de salud satisfactorio. Para poder establecer el valor vitamínico total de cual quier alimento deben identificarse y valorar se todos los compuestos que, perteneciendo a una misma familia vitamínica poseen dife rente actividad biológica, como es el caso de los distintos tocoferoles que presentan una diferente actividad de vitamina E o de los ca rotenos con actividad de provitamina A. Entre los varios factores que influencian el contenido vitamínico de los vegetales, se pueden mencionar las variedades, épocas de cosecha y características climáticas y del sue lo. Por su parte, el contenido vitamínico de los alimentos de origen animal dentro de ca da especie está relacionado fundamentalmen te con su tipo de alimentación. Las técnicas modernas de elaboración in dustrial de los alimentos así como los trata mientos caseros pueden afectar en forma im portante, como se verá luego en cada caso particular, su contenido en ciertas vitaminas, ya que la estabilidad de éstas depende de fac Antivitaminas Se denominan de esta manera a una serie de compuestos químicos, algunos naturales, presentes en alimentos o microorganismos, y otros de síntesis, que son capaces de dismi nuir la actividad biológica de las vitaminas, pudiendo, en algunos casos, llegar a anularlas totalmente. Algunas de estas antivitaminas poseen una estructura química similar a las de la co rrespondiente vitamina y actúan como anta gonistas por inhibición competitiva (antime- tabolitos) (ver ácido fólico). En otros casos, la antivitamina reacciona con la vitamina modificando su estructura y consecuentemente su actividad (ver vitami na B,). Algunas antivitaminas son termolábiles y se destruyen, por lo tanto, por la cocción de alimentos; en otros casos, son estables al calor y su efecto fisiológico puede ser importante en relación con los requerimientos vitamínicos. También poseen acción antivitamínica ciertos medicamentos que pueden reaccionar con las vitaminas, y producir así deficiencias en los pacientes sujetos a esa medicación (ver vitamina Bf,). Finalmente también existen ciertas enzi mas que actúan sobre compuestos vitamínicos modificando su estructura (ver vitamina Bj). 20 1 0 . C a p í t u l o II Vitamina A a vitamina A, conocida como anti-infec- 'ciosa o antixeroftálmica, es esencial para el crecimiento y mantenimiento de ciertos tejidos, en la mayoría de los vertebrados, de sempeñando además un rol específico en el cielo visual en el hombre y en algunos inver tebrados. Los egipcios ya conocían que los tópicos de extractos de hígado curaban la ceguera nocturna y ciertos trastornos visuales. Sin embargo, pasaron muchos años hasta que, a principios del siglo xx, E. V M cCollum y M. Davis (1915), casi simultáneamente con Osborne y Mendel, comprobaron la exis tencia de un factor soluble en lípidos, que resultaba esencial para el crecimiento, m an tenimiento de la vida y prevención de la xe- roftalmia en la rata. Posteriormente Steenbook (1919) identi ficó dos tipos de compuestos con “actividad de vitamina A”: algunos de los pigmentos co loreados de los vegetales denominados caro- tenoides y un principio amarillento presente en el hígado de los animales, que se denomi nó específicamente vitamina A. Karrer y col. (1930) establecieron la fór mula de la vitamina A y del beta-caroteno, siendo sintetizada la primera en 1937 por Ai'ens y van Dorp y el segundo por Karrer en 1950. Nomenclatura y estructura química La denominación de vitamina A se aplica genéricamente a todos los compuestos deri vados de la beta-ionona, que poseen cualita tivamente la actividad biológica del transreti- nol. De éste derivan sus éstercs y, por oxida ción, el retinal (o retineno) y el ácido retinoi- co (fig. I). El retinol es un alcohol isoprenoide con cinco dobles enlaces conjugados todo-trans. Los isómeros cis son inestables, y pueden en contrarse en muy pequeñas cantidades en los alimentos y en el organismo; sin embargo, el 11-cis-retinol (5’-cis- retinol, según la nueva nomenclatura) juega un papel fundamental en el proceso visual. Para la actividad biológica es esencial la existencia de un anillo ciclo-hexano con un di metilo en C l, un metilo en C5, y un doble en lace entre C5 y C 6. La introducción de modi ficaciones en el anillo de ciclo-hexano, tales como cambios en la posición del doble enlace o la presencia de grupos OH, produce, en ge neral, disminución de la actividad biológica. Desde el punto de vista nutricional se de ben incluir con la denominación de “provita minas A” ciertos carotenoides y compuestos afines, los carotenales, que tienen la capaci dad de originar en el organismo retinol; para ello su molécula debe contener al menos un anillo de beta-ionona con las mismas sustitu ciones que el retinol. Existe otra categoría de retinoides, de síntesis, que se relacionan estructuralmente con el retinol y que, por sus efectos terapéu ticos sobre la diferenciación celular, son uti lizados en dermatología y oncología, pero no sustituyen a la vitamina A en las funciones nutricionales que se verán más adelante. En los alimentos de origen animal la vi tamina A se encuentra en su mayor propor ción en la parte lipídica, como retinol esteri- ficado con el ácido palmítico, y una pequeña proporción puede estar libre. En cambio, los alimentos vegetales contienen solamente ca /81 21 que éstos se hallan presentes en los tejidos o dieta. El requerimiento de niacina guarda rela ción con la proporción de proteínas, y en es pecial con la de un aminoácido, triptofano, que como se ha señalado, actúa como precur sor de la misma. En otros casos esta interrelación se mani fiesta entre dos vitaminas cuando las mismas participan de un proceso metabólico común: así sucede con la vitamina Bj2 y el ácido fóli- co que intervienen conjuntamente en la sín tesis de ácidos nucleicos. tores tales como la temperatura, duración del tratamiento, contenido de agua, exposición a la luz y al aire y pH del medio. La concentración de cada compuesto vi tamínico presente en los alimentos se expre sa en casi todos los casos, en peso por 100 g de alimento. La unidad internacional como expresión de actividad biológica sólo sigue siendo empleada para la vitamina D y en for ma limitada para la vitamina A. Este criterio, por otra parte, es el adoptado también para la expresión de los requerimientos. Fuentes de vitaminas Los alimentos son los aportadores natu rales de las vitaminas, pero es muy variable el tipo y la cantidad en que éstos las contienen. Su conocimiento es esencial para poder esta blecer la dieta más adecuada compatible con un estado de salud satisfactorio. Para poder establecer el valor vitamínico total de cual quier alimento deben identificarse y valorar se todos los compuestos que, perteneciendo a una misma familia vitamínica poseen dife rente actividad biológica, como es el caso de los distintos tocoferoles que presentan una diferente actividad de vitamina E o de los ca rotenos con actividad de provitamina A. Entre los varios factores que influencian el contenido vitamínico de los vegetales, se pueden mencionar las variedades, épocas de cosecha y características climáticas y del sue lo. Por su parte, el contenido vitamínico de los alimentos de origen animal dentro de ca da especie está relacionado fundamentalmen te con su tipo de alimentación. Las técnicas modernas de elaboración in dustrial de los alimentos así como los trata mientos caseros pueden afectar en forma im portante, como se verá luego en cada caso particular, su contenido en ciertas vitaminas, ya que la estabilidad de éstas depende de fac Antivitaminas Se denominan de esta manera a una serie de compuestos químicos, algunos naturales, presentes en alimentos o microorganismos, y otros de síntesis, que son capaces de dismi nuir la actividadbiológica de las vitaminas, pudiendo, en algunos casos, llegar a anularlas totalmente. Algunas de estas antivitaminas poseen una estructura química similar a las de la co rrespondiente vitamina y actúan como anta gonistas por inhibición competitiva (antime- tabolitos) (ver ácido fólico). En otros casos, la antivitamina reacciona con la vitamina modificando su estructura y consecuentemente su actividad (ver vitami na B,). Algunas antivitaminas son termolábiles y se destruyen, por lo tanto, por la cocción de alimentos; en otros casos, son estables al calor y su efecto fisiológico puede ser importante en relación con los requerimientos vitamínicos. También poseen acción antivitamínica ciertos medicamentos que pueden reaccionar con las vitaminas, y producir así deficiencias en los pacientes sujetos a esa medicación (ver vitamina Bf,). Finalmente también existen ciertas enzi mas que actúan sobre compuestos vitamínicos modificando su estructura (ver vitamina Bj). 20 1 0 . C a p í t u l o II Vitamina A a vitamina A, conocida como anti-infec- 'ciosa o antixeroftálmica, es esencial para el crecimiento y mantenimiento de ciertos tejidos, en la mayoría de los vertebrados, de sempeñando además un rol específico en el cielo visual en el hombre y en algunos inver tebrados. Los egipcios ya conocían que los tópicos de extractos de hígado curaban la ceguera nocturna y ciertos trastornos visuales. Sin embargo, pasaron muchos años hasta que, a principios del siglo xx, E. V M cCollum y M. Davis (1915), casi simultáneamente con Osborne y Mendel, comprobaron la exis tencia de un factor soluble en lípidos, que resultaba esencial para el crecimiento, m an tenimiento de la vida y prevención de la xe- roftalmia en la rata. Posteriormente Steenbook (1919) identi ficó dos tipos de compuestos con “actividad de vitamina A”: algunos de los pigmentos co loreados de los vegetales denominados caro- tenoides y un principio amarillento presente en el hígado de los animales, que se denomi nó específicamente vitamina A. Karrer y col. (1930) establecieron la fór mula de la vitamina A y del beta-caroteno, siendo sintetizada la primera en 1937 por Ai'ens y van Dorp y el segundo por Karrer en 1950. Nomenclatura y estructura química La denominación de vitamina A se aplica genéricamente a todos los compuestos deri vados de la beta-ionona, que poseen cualita tivamente la actividad biológica del transreti- nol. De éste derivan sus éstercs y, por oxida ción, el retinal (o retineno) y el ácido retinoi- co (fig. I). El retinol es un alcohol isoprenoide con cinco dobles enlaces conjugados todo-trans. Los isómeros cis son inestables, y pueden en contrarse en muy pequeñas cantidades en los alimentos y en el organismo; sin embargo, el 11-cis-retinol (5’-cis- retinol, según la nueva nomenclatura) juega un papel fundamental en el proceso visual. Para la actividad biológica es esencial la existencia de un anillo ciclo-hexano con un di metilo en C l, un metilo en C5, y un doble en lace entre C5 y C 6. La introducción de modi ficaciones en el anillo de ciclo-hexano, tales como cambios en la posición del doble enlace o la presencia de grupos OH, produce, en ge neral, disminución de la actividad biológica. Desde el punto de vista nutricional se de ben incluir con la denominación de “provita minas A” ciertos carotenoides y compuestos afines, los carotenales, que tienen la capaci dad de originar en el organismo retinol; para ello su molécula debe contener al menos un anillo de beta-ionona con las mismas sustitu ciones que el retinol. Existe otra categoría de retinoides, de síntesis, que se relacionan estructuralmente con el retinol y que, por sus efectos terapéu ticos sobre la diferenciación celular, son uti lizados en dermatología y oncología, pero no sustituyen a la vitamina A en las funciones nutricionales que se verán más adelante. En los alimentos de origen animal la vi tamina A se encuentra en su mayor propor ción en la parte lipídica, como retinol esteri- ficado con el ácido palmítico, y una pequeña proporción puede estar libre. En cambio, los alimentos vegetales contienen solamente ca /81 21 que éstos se hallan presentes en los tejidos o dieta. El requerimiento de niacina guarda rela ción con la proporción de proteínas, y en es pecial con la de un aminoácido, triptofano, que como se ha señalado, actúa como precur sor de la misma. En otros casos esta interrelación se mani fiesta entre dos vitaminas cuando las mismas participan de un proceso metabólico comtín: así sucede con la vitamina B -¡2 y el ácido fóli- co que intervienen conjuntamente en la sín tesis de ácidos nucleicos. tores tales como la temperatura, duración del tratamiento, contenido de agua, exposición a la luz y al aire y pH del medio. La concentración de cada compuesto vi tamínico presente en los alimentos se expre sa en casi todos los casos, en peso por 100 g de alimento. La unidad internacional como expresión de actividad biológica sólo sigue siendo empleada para la vitamina D y en for ma limitada para la vitamina A. Este criterio, por otra parte, es el adoptado también para la expresión de los requerimientos. Fuentes de vitaminas Los alimentos son los aportadores natu rales de las vitaminas, pero es muy variable el tipo y la cantidad en que éstos las contienen. Su conocimiento es esencial para poder esta blecer la dieta más adecuada compatible con un estado de salud satisfactorio. Para poder establecer el valor vitamínico total de cual quier alimento deben identificarse y valorar se todos los compuestos que, perteneciendo a una misma familia vitamínica poseen dife rente actividad biológica, como es el caso de los distintos tocoferoles que presentan una diferente actividad de vitamina E o de los ca rotenos con actividad de provitamina A. Entre los varios factores que influencian el contenido vitamínico de los vegetales, se pueden mencionar las variedades, épocas de cosecha y características climáticas y del sue lo. Por su parte, el contenido vitamínico de los alimentos de origen animal dentro de ca da especie está relacionado fundamentalmen te con su tipo de alimentación. Las técnicas modernas de elaboración in dustrial de los alimentos así como los trata mientos caseros pueden afectar en forma im portante, como se verá luego en cada caso particular, su contenido en ciertas vitaminas, ya que la estabilidad de éstas depende de fac Antivitaminas Se denominan de esta manera a una serie de compuestos químicos, algunos naturales, presentes en alimentos o microorganismos, y otros de síntesis, que son capaces de dismi nuir la actividad biológica de las vitaminas, pudiendo, en algunos casos, llegar a anularlas totalmente. Algunas de estas antivitaminas poseen una estructura química similar a las de la co rrespondiente vitamina y actúan como anta gonistas por inhibición competitiva (antime- tabolitos) (ver ácido fólico). En otros casos, la antivitamina reacciona con la vitamina modificando su estructura y consecuentemente su actividad (ver vitami na B,). Algunas antivitaminas son termolábiles y se destruyen, por lo tanto, por la cocción de alimentos; en otros casos, son estables al calor y su efecto fisiológico puede ser importante en relación con los requerimientos vitamínicos. También poseen acción antivitamínica ciertos medicamentos que pueden reaccionar con las vitaminas, y producir así deficiencias en los pacientes sujetos a esa medicación (ver vitamina Bg). Finalmente también existen ciertas enzi mas que actúan sobre compuestos vitamínicos modificando su estructura (ver vitamina Bj). 20 11 Ca p ít u l o I I Vitamina A La vitamina A, conocida como anti-infec- ciosa o antixeroftálmica, es esencial para el crecimiento y mantenimiento de ciertos tejidos, en la mayoría de los vertebrados, de sempeñando además un rol específico en el cielo visual en el hombre y en algunos inver tebrados.Los egipcios ya conocían que los tópicos de extractos de hígado curaban la ceguera nocturna y ciertos trastornos visuales. Sin embargo, pasaron muchos años hasta que, a principios del siglo XX, E. V M cCollum y M. Davis (1915), casi simultáneamente con Osborne y Mendel, comprobaron la exis tencia de un factor soluble en lípidos, que resultaba esencial para el crecimiento, man tenimiento de la vida y prevención de la xe- roftalmia en la rata. Posteriormente Steenbook (1919) identi ficó dos tipos de compuestos con “actividad de vitamina A”; algunos de los pigmentos co loreados de los vegetales denominados caro- tenoides y un principio amarillento presente en el hígado de los animales, que se denomi nó específicamente vitamina A. Karrer y col. (1930) establecieron la fór mula de la vitamina A y del beta-caroteno, siendo sintetizada la primera en 1937 por Arens y van Dorp y el segundo por Karrer en 1950. Nomenclatura y estructura química La denominación de vitamina A se aplica genéricamente a todos los compuestos deri vados de la beta-ionona, que poseen cualita tivamente la actividad biológica del transreti- nol. De éste derivan sus ésteres y, por oxida ción, el retinal (o retineno) y el ácido retinoi- co (fig. I). El retinol es un alcohol isoprenoide con cinco dobles enlaces conjugados todo-trans. Los isómeros cis son inestables, y pueden en contrarse en muy pequeñas cantidades en los alimentos y en el organismo; sin embargo, el 11-cis-retinol (S’-cis- retinol, según la nueva nomenclatura) juega un papel fundamental en el proceso visual. Para la actividad biológica es esencial la existencia de un anillo ciclo-hexano con un di metilo en C l, un metilo en C5, y un doble en lace entre C5 y C6. La introducción de modi ficaciones en el anillo de ciclo-hexano, tales como cambios en la posición del doble enlace o la presencia de grupos OLI, produce, en ge neral, disminución de la actividad biológica. Desde el punto de vista nutricional se de ben incluir con la denominación de “provita minas A” ciertos carotenoides y compuestos afines, los carotenales, que tienen la capaci dad de originar en el organismo retinol; para ello su molécula debe contener al menos un anillo de beta-ionona con las mismas sustitu ciones que el retinol. Existe otra categoría de retinoides, de síntesis, que se relacionan estructuralmente con el retinol y que, por sus efectos terapéu ticos sobre la diferenciación celular, son uti lizados en dermatología y oncología, pero no sustituyen a la vitamina A en las funciones nutricionales que se verán más adelante. En ios alimentos de origen animal la vi tamina A se encuentra en su mayor propor ción en la parte lipídica, como retinol esteri- ficado con el ácido palmítico, y una pequeña proporción puede estar libre. En cambio, los alimentos vegetales contienen solamente ca- /81 21 rotenoides, todos ellos pigmentos colorea dos, como el alfa, beta y gama caroteno, la criptoxantina (3-hidroxi-beta- caroteno), el licopeno, los carotenales y muchos otros. Sin embargo, no todos tienen actividad de provi tamina A, la cual está ligada, como ya se men cionó, a su estructura química. Absorción y metabolismo En los alimentos de origen animal, el reti- nol se encuentra, en su mayor parte, esterifi- cado con el ácido palmítico. En el intestino, en presencia de sales biliares, es emulsionado y posteriormente hidrolizado por la lipasa pancreática. El retinol se absorbe en la fase micelar. Su absorción depende, por lo tanto. R R R CH2OH: RETINOL (TODO-TRANS) COH: RETI NAL — COOH; ACIDO RETINOICO 11 — CIS-RETINAL l Ax ICOH ALGUNOS CAROTENOIDES PRESENTES EN ALIMENTOS v \ B — CAROTENO Y l o — CAROTENO Y — CAROTENO I I LICOPENO Fig. I — Fórmulas de los principales retinoides y carotenos de la presencia y absorción de los lípidos y en condiciones normales es elevada (80-90%). Sin embargo, está disminuida como conse cuencia de cualquier trastorno de las secrecio nes pancreática o biliar, cuando existen altera ciones de la mucosa intestinal, en la malnutri- ción proteico-calórica o por la presencia de parásitos (Ascaris, Ghiardias). En las células intestinales la mayor parte del retinol es rápi damente esterificado con ácido palmítico, siendo así incorporado a los quilomicrones, y, por vía linfática, pasa al torrente sanguíneo. Los remanentes de los quilomicrones son cap tados por las células del parénquima hepático, donde el retinol liberado, por acción de una hidrolasa, puede seguir dos caminos (fig. II): a) si no hay deficiencia o llega en grandes cantidades, los ésteres de retinilo se in corporan a las células “estrelladas” en los lipocitos y, uniéndose a una glicoproteína, forman los principales depósitos del orga nismo. Cuando la capacidad de almace namiento de las células “estrelladas” se ve excedida los ésteres de retinilo son volca dos a la circulación, siendo los responsa bles de los fenómenos de toxicidad de la vitamina A que se verán más adelante. b) si los tejidos periféricos lo requieren es transportado a través del sistema circula- , torio unido a una proteína específica, sin tetizada por el hígado, llamada Proteína de Enlace del Retinol (PER) (apo-RBP o Retinol Binding Protein), originando la holo-RBP; ésta tiene características de al fa-globulina y se une a la pre-albúmina para alargar su vida media al disminuir la filtración glomerular y el catabolismo a nivel renal. La RBP es una proteína lábil, sensible a la deficiencia proteica y a la de ficiencia de zinc; por ello, la movilización del retinol del hígado depende no sólo de las necesidades del organismo, sino de un correcto aporte de proteínas y de zinc. Por consiguiente, en ambas deficiencias nutricionales pueden aparecer trastornos de deficiencia de vitamina A, aunque su ingesta sea adecuada. 22 12/81 Los carotenos, presentes en los alimentos vegetales, se absorben también en la fase mi- celar, en menor proporción que el retinol (40- 50%) por ser menos polares. En la mucosa in testinal aquellos carotenos cuya molécula contiene a! menos un ciclohexano con susti tuciones similares a las del retinol son trans formados, por acción de una dioxigenasa es pecífica, en retina! y luego, por acción de una dehidrogenasa, en retinol, cjue es esterificado y absorbido por vía linfática, al igual que el procedente de los alimentos animales (fig. II). La absorción de los carotenos es muy ine ficiente en alimentos crudos y cuando el conte nido de los lípidos de la dieta es bajo. La efica cia de conversión en retinol, que es muy varia ble y, en general baja, depende no sólo de la es tructura de los carotenoides, sino también de la ingesta proteica. Por ello, cuando la ingesta de carotenos es muy elevada, los que no han sido alimentos ANIMALES VEGETALES PALMITATC:> DE RETINILC:) CAROTENOS (Actividad ¡ de pro-vic. s/cstructura I ____ J LIPASA + SALES BILIARES ¡ INTESTINO I + palmitil-CoA I ► RETIN AL Ac. retinoico - CAROTENOS - [di-oxigenasa] •t ' ¡ m m m m m m m m m m,------------------- Ifi CAROTENO I I I 9 TEJIDOS síntesis de gl\ y muco-po icoproteínas lisacáridos / ''I jpoX ▼ / PROTEINAS U A R O T E N O y CAROTENOS D E P O S IT O E N P IE L Y M U C O S A S (C O L O R A M A R IL L O C A R A C T E R IS T IC O ) “SCAVENGER” de radicales libres RETINIL-FOSFO-MANOSA g + GDP-manosa RFTINIL-FOSFATO + ATP ^ RETINOL ACIDO RETIN O ICO REGULA DIFERENCIACION CELULAR MEDIANTE LA U N IO N A RECEPTORES NUCLEARES ESPECIFICOS (RAR) C E T O R E S + COMPLEJi PREALBUi HIGADO células parcncjuimatosas células “estrelladas” [apo-R BP] de re tim lo ------► r e x IN O L " [lu d ro lasa j ^ lINA-liolo-RBP' -h o lo -R B P ALMACENAMIENTO PALMITATODERETINILO + GLUCO-PROTEINA vida media: 140 días A C ID O R ETIN IL R E T IN O IC O G L U C U R O N ID O -(Awarná RETIN RETINA CICLO VISUAL por vía biliar) productos diversos de escreción biliary urinaria Fig. II — Esquema del metabolismo de la vitamina A y de los carotenos 23 transformados en retinol en la mucosa intesti nal, son absorbidos inalterados unidos a las li- po-proteínas, y se depositan en piel y mucosas a las que confieren un típico color amarillento, constituyendo la hipercarotenosis. En los animales normales el ácido reti- noico constituye una muy pequeña parte de la vitamina A corporal. Es un producto de oxidación irreversible del retinol y el respon sable de algunas de sus funciones, como se verá a continuación. El administrado por vía oral es absorbido por vía porta, y circula uni do a la albúmina. No se almacena en el híga do y es rápidamente metabolizado. Tanto el retinol como el ácido retinoico se eliminan, en parte, como glucurónidos, por vía biliar (20-30%); una pequeña canti dad, luego de sufrir modificaciones en la ca dena lateral (oxidaciones), origina una gran variedad de compuestos no bien identifica dos que se eliminan por la orina en pequeñas cantidades. Funciones nutricionales En el cuadro 3 se han esquematizado las funciones más conocidas de la vitamina A y su relación con los síntomas de su deficiencia. La vitamina A es necesaria para el creci miento normal, la reproducción, el desarro llo fetal y la respuesta inmune. La mayoría de estas funciones dependen, directa o indirec tamente, de la diferenciación celular. A través de otro mecanismo mucho mejor conocido bioquímicamente, cumple una función fisio lógica fundamental en el ciclo visual. Su mecanismo de acción en el proceso de la diferenciación celular fue postulado ini cialmente por Chytil y Ong, quienes eviden ciaron en el núcleo de muchas células recep tores para el ácido retinoico (RA.R) que regu lan la transcripción genética. Más tarde (1992) A. A. Levin y R. A. Heyman, simultá neamente, han aislado y caracterizado otros receptores (RXR) para el ácido 9- cis-retinoi- co, lo cual abre nuevas perspectivas en el co nocimiento del mecanismo de acción de la vitamina A. El retino! interviene en la incorporación de mañosa a ciertas glico-proteínas a través de la formación de un complejo retinil-fosfo- manosa; por ello, es indispensable para la sín tesis de mucopolisacáridos. Participa en el mantenimiento de la es tructura de las membranas celulares y subce- lulares, siendo esencial para la integridad de los tejidos epiteliales. Por ello, su deficiencia conduce a queratinización, que es responsable de la xeroftalmía y puede llevar a ulceraciones de la córnea y ceguera total irreversible. En 1989 el grupo de Bertram descubrió que, tanto los retinoides como los carotenoi- des, regulan la comunicación intercelular a través de su participación en la síntesis de una proteína, conexina, que forma canales (cone- CUADRCyS Funciones de la vit. A y relación con los síntomas de deficiencia Funciones Síntomas de deficiencia Diferenciación celular Detención de crecimiento Síntesis de proteínas Integridad de los epitelios Sequedad de piel y mucosas Síntesis de gluco-proteínas Disminución de secreciones Sistema inmunitario Fagocitosis disminuida Aumento de susceptibilidad a las infecciones Cielo visual Disminución de la adaptación a la luz crepuscular Liberación de hierro del hígado Anemia ferropenica Regulación de los canales de comunicación intercelular Prevención de la carcinogénesis 24 xones) en la membrana citoplasmática. Estos regularían el crecimiento celular, y serían responsables de la acción anticancerígena a nivel de tejidos como la tráquea y la glándula mamaria. Independientemente de su actividad co mo pro-vitamina A, los carotenoides poseen un efecto antioxidante, protegiendo contra la acción deletérea de los radicales libres, sobre todo a bajas tensiones de oxígeno. Esta pro piedad explica sus acciones anticancerígenas a nivel de ciertos tejidos, como el pulmonar. La vitamina A se interrelaciona con el metabolismo proteico. En la deficiencia pro teica está alterada la movilización hepática de retinol por deficiencia en la síntesis de la pro teína transportadora (RBP); a su vez, en la deficiencia de vitamina A está alterado el me tabolismo proteico, con disminución del cre cimiento, de la fagocitosis y aumento de la susceptibilidad a las infecciones. De un modo evidente, pero no fácilmen te explicado, es necesaria para la liberación del hierro de depósitos. Por ello, su deficien cia puede causar anemia ferropénica resisten te a la terapia con hierro. Función en el ciclo visual El proceso de fotorecepción es m uy com plejo; sin embargo, sus etapas se hallan bas tante bien estudiadas desde el punto de vista bioquímico, pudiendo esquematizarse de la siguiente manera: la retina humana contiene dos sistemas de fotoreceptores; uno de ellos, especialmente sensible a la luz de baja inten sidad, está constituido por los llamados bas toncillos; el otro, constituido por los conos, recibe la luz de alta intensidad y los colores. Los pigmentos visuales que componen am bos sistemas son dos cromo-proteínas, ro- dopsina y iodopsina, respectivamente, que contienen una parte proteica diferente, pero el mismo grupo prostético, el 11-cis-retinal. En la retina, el retinol todo-trans, que llega por vía circulatoria, es oxidado por un sistema de dehidrogenasas Zn-dependiente a ----------------- RODOPSINA luz (h.) ^ ^ +OPSINA M E T A -R O D O P S IN A II 4' G D P-TRA NSD UCIN A + G TP G D P-TR A N SD U C IN A + GTP FOSFODIESTARASA 4' G M P c 1 T GM P entrada de sodio e hiperpolarización de la membrana to do-trans-R E T IN A L +ATP N AD PH retineno-reductasa Zn-dependiente NADP+ -> ll- c is -R E T IN A L todo-trans-M T IN O L A CID O R E T IN O IC O 11-cis-R E T IN A L Figura III — Esquema del papel de la vitamina A en el ciclo visual de la membrana 3/81 25 retinal todo-trans; éste, a su vez, por la acción de una isomerasa, se convierte en 11-cis-reti- nal, compuesto activo que se combina con la proteína opsina para formar el compuesto ac tivo, la rodopsina (fig. III). Por la acción de los rayos de luz de baja intensidad, la rodopsina de los bastoncillos se descompone en 11-trans-retinal y metaro- dopsina; esta última interacciona con una proteína, la transducina, promoviendo la hi drólisis del cGMP y la hiperpolarización de la membrana debido a la entrada de iones so dio, lo cual origina una diferencia de poten cial que produce la excitación del nervio óp tico, originando los impulsos que son recogi dos en el cerebro como estímulos visuales. El trans retinal es nuevamente isomeri- zado a 11- cis-retinal, lo cual permite la rege neración de la rodopsina y la continuidad del ciclo. Sin embargo, una parte del retinal se oxida irreversiblemente, siendo necesario un aporte permanente de retinol para evitar el deterioro del proceso de visión crepuscular. Por ello la deficiencia de Vitamina A se mani fiesta precozmente por la incapacidad de dis tinguir los objetos con baja intensidad de luz. Este deterioro funcional se conoce con el nombre de hemeralopía o ceguera nocturna y se lo utiliza como prueba clínica de deficien cia (test de adaptación a la oscuridad). El proceso bioquímico que se produce en los conos es idéntico al descripto, pero la iodopsina presenta menor sensibilidad a la luz, por lo cual su alteración no es tan evi dente. Problemas nutricionales relacionados con la vitamina A La deficiencia de vitamina A produce anorexia, pérdida de peso, queratinización de los tejidos epiteliales y de la córnea (xeroftal- mia), disminución de las secreciones, de la re sistencia a las infecciones y de la adaptación a la luz de baja intensidad. Estos trastornos son reversibles, pero, de prolongarse la deficien 26 cia, se producen lesiones en la córnea (man chas de Bitot) y la conjuntiva, que conducen rápida e irreversiblemente a ceguera total. Si la deficiencia persiste se llega a la muerte. La deficiencia de vitamina A se halla muy extendidaen el mundo, siendo uno de los grandes problemas nutricionales que condu ce a un elevado número de casos de ceguera y de muerte, sobre todo en la infancia. Es prevalente en los países de Asia Oriental, en Africa, Medio Oriente y Améri ca Latina. Por ello, la Organización Mundial de la Salud y la Unicef han concedido priori dad a los programas para lograr su erradica ción. El grupo más vulnerable es el de los ni ños pequeños, donde se observan las lesiones más graves y las mayores tasas de mortalidad. Esto es consecuencia de la estrecha relación que existe entre la necesidad de vitamina A para el crecimiento y su efecto protector frente a las infecciones. Además, hay que te ner en cuenta que la desnutrición proteica agrava la deficiencia. En el hombre y, muy especialmente, en el niño, la deficiencia de vitamina A afecta fundamentalmente a los ojos, tanto en su parte externa, produciendo alteraciones del epitelio de la córnea y de la conjuntiva, como en su parte interna, disminuyendo la sensibi lidad de la retina a la luz de baja intensidad. Como ya se mencionó, el primer tipo de le siones origina la xeroftalmia y el segundo la ceguera nocturna. La xeroftalmia se agrava al disminuir las secreciones de las glándulas que lubrican la conjuntiva, se reseca su superficie y la de la córnea (xerosis), al tiempo que aparecen las típicas manchas de Bitot. Cuando la deficiencia es grave y la xerof talmia progresa se ulcera la córnea (querato- malacia) y de ello resulta la ceguera total irre versible. Existen varios criterios para establecer si el problema de la deficiencia de vitamina A alcanza proporciones de importancia en Sa lud Púbhca: 14/1 En los casos individuales se considera que existe una deficiencia del estado nutri- cional con respecto a la vitamina A teniendo en cuenta los signos clínicos, bioquímicos y biofísicos. Los signos clínicos se revelan por la aparición de la xeroftalmia. Los indicado res bioquímicos revelan una disminución importante de las concentraciones de vitami na A en plasma y en el hígado. El signo bio- fisico está representado por la visión defi ciente en la oscuridad (ceguera nocturna). Para evaluar el estado nutricional a nivel de una comunidad o población y considerar la deficiencia de vitamina A como un proble ma de Salud Piíblica se ha propuesto el crite rio clínico de prevalencia de incidencia de xe- rosis conjuntival, medida como manchas de Bitot, en más del 2% de la población. Este criterio se complementa con un enfoque bio químico que confirma aquella presunción cuando existen concentraciones plasmáticas de vitamina A inferiores a 10 /xg/dL en más del 5% de la población. Actualmente se acon seja sustituir estas pruebas por un test de im presión citológica conjuntival, que es un m é todo sensible y fácil de llevar a la práctica. Estudios realizados en los lugares con centros capaces de recoger muestras de ne cropsias de hígado, en individuos muertos accidentalmente, han establecido que existe carencia de vitamina A en la población cuan do se encuentran concentraciones hepáticas de vitamina A inferiores a 5 en más del 5% de los niños o inferiores a 20 /xg/g en más de un 20% de los adultos. La deficiencia de vitamina A se halla muy extendida actualmente en el mundo, calcu lándose que la xeroftalmia produce la pérdi da de la visión en más de 100.000 casos anua les; a su vez, asociada a la malnutrición pro- teico-calórica es responsable de una elevada mortalidad especialmente en los lactantes y niños menores de 2 años. Esto es una consecuencia natural de la relación estrecha que existe entre la vitamina A, el metabolismo proteico y, el ritmo de cre cimiento; por ello, en la deficiencia proteica se ve afectada la absorción, el transporte y la utilización de la vitamina A, a lo que debe su marse el efecto sinérgico de las enfermedades infecciosas y el aumento de la susceptibilidad a las infecciones. De cualquier manera, tanto en la prime ra edad como en el adulto el agente etiológi- co de la deficiencia de vitamina A es la ali mentación. En la primera infancia la lactancia natural proporciona una buena protección contra la deficiencia, excepto cuando la ma dre presenta hipovitaminosis y, por lo tanto, su leche también es deficiente en vitamina A. El consumo de leche descremada, en la cual se ha eliminado la vitamina A conjunta mente con la separación de la grasa, puede con ducir a hipovitaminosis; por ello, se ha legisla do el agregado de vitamina A para restaurar su concentración al valor de la leche entera. El bajo consumo de hortalizas y frutas coloreadas, entre estas últimas mangos y pa payas en los trópicos, puede ser factor res ponsable de la deficiencia, aunque no se pue de asegurar que sólo con productos vegetales se puedan cubrir las necesidades de vitamina A. Apoyaría esta hipótesis el hecho que los productos naturales ricos en carotenos son abundantes en muchas de las zonas donde es prevalente la hipovitaminosis. La prevención de esta deficiencia puede ser lograda a través de dos tipos de procedi mientos: a) mediante el enriquecimiento de alimen tos de consumo masivo y generalizado. Los alimentos que resultan un vehículo adecuado son sobre todo los lácteos, las harinas y el azúcar. Este último se utilizó con éxito en Guatemala desde 1969, pero actualmente se ha discontinuado. En al gunos países de Asia se utiliza el glutama- to monosódico que es consumido por el 95% de las familias. b) mediante la administración periódica de una dosis masiva oral de vitamina A (200.000 UI de palmitato de retinilo), de la cual entre 30 y 50% es almacenado en 51 27 el hígado, protegiendo a un niño por al rededor de 3 meses. Este tipo de progra mas ha sido utilizado con éxito en luga res, como la India, Indonesia y Filipinas, donde el problema de la deficiencia es muy grave y se hace difícil implementar los programas de fortificación o enrique cimiento de alimentos. Cualesquiera que sean los programas ele gidos deben ser complementados con educa ción nutricional con objeto de hacer com prender a la población la necesidad del con sumo de alimentos que contengan vitamina A o carotenoides que son más económicos que los alimentos animales. En la Argentina los datos derivados de la disponibilidad promedio de alimentos apor- tadores revelan cifras de alrededor del 30% de las Recomendaciones. Encuestas parciales, realizadas en distintos grupos etáreos y com plementadas en algunos casos con indicado res bioquímicos corroboran la prevalencia de la deficiencia. Sin embargo, es probable que, en la po blación con un adecuado estado nutricional proteico, la deficiencia se mantenga en la zo na marginal, sin manifestarse clínicamente. Ingestas recomendadas Las cifras de ingesta recomendada y el contenido en los alimentos y en los medica mentos se han expresado, y atín se expresan, en Unidades Internacionales (lU). La UI se estableció en base a la mínima cantidad que producía respuesta biológica en individuos o animales deficientes, cuando no se contaba con métodos químicos de sensibilidad ade cuada para su cuantificación. Actualmente se puede determinar con precisión el contenido de vitamina A en los alimentos y muestras biológicas, por lo cual se aconseja que las in gestas de vitamina A se expresen como Equi valentes de retinol, teniendo en cuenta las si guientes equivalencias: 1 UI = 0.3 |0,g de retinol 1 [ig de retino! = 3.3 U.I. 1 Equivalente de retinol (EqR) = 1 |ig de retinol Además, teniendo en cuenta que en los alimentos vegetales existen carotenoides con actividad provitamínica A, se ha definido el Equivalente de retinol (EqR) como la suma del retinol proveniente de los alimentos ani males más el que deriva de la conversión de los carotenos. La conversión en retinol de los carotenos con actividad provitamínica A se realiza solamente en el epitelio intestinal y depende de la estructura química delos ca rotenos. Si bien, en teoría una molécula de beta-caroteno podría originar 2 de retinol, la reacción es muy ineficiente. Por otra parte, se debe tener en cuenta que la absorción de los carotenos depende de la cantidad de lípi- dos que se ingieran simultáneamente, por lo cual los factores de conversión han sido m o dificados en fecha reciente, introduciendo el concepto de Equivalentes de actividad de re tinol (EqAR) y los siguientes factores de conversión: en los alimentos: 1 EqAR= l|ig de retinol = 12 ^g Pcaroteno = 24 )Lig de a caroteno = 24 jiig de (3 cripto- xantina. Por ello, para calcular el EqAR a partir del ER de carotenoides provitamina A en los alimentos se deberá dividir el ER por 2. Para la vitamina A preformada en los alimentos o suplementos y para los carotenoides provita mina A de los suplementos se debe conside rar lER=lEqAR. Estas nuevas equivalencias y formas de expresión implican la revisión de las cifras de Equivalentes de retinol publicadas en las Ta blas de Composición de Alimentos hasta la fecha de la publicación del Documento del año 2000 . Se discute también si las necesidades de vitamina A podrían ser cubiertas solamente 28 15/ con alimentos vegetales. Ciertos estudios realizados en Cambia en 1987 parecerían confirmarlo. La absorción de los carotenos depende de la cantidad de lípidos ciue se in gieran simultáneamente y su conversión en retinol depende, además de su estructura química, de la actividad enzimática y de la saturación de la enzima por el sustrato. A bajas ingestas la conversión parece ser más eficiente, pero también está condicionada por la ingesta proteica y, quizás, por la de otros nutrientes esenciales. Por ello, se pre cisa intensificar este tipo de estudios en hu manos, así como la información acerca del contenido de los distintos carotenoides en los alimentos. La determinación de l^s cifi-as de ingestas recomendadas de vitamina A se ha basado en los estudios, llevados a cabo en 1949 en In glaterra, que determinaron la dosis mínima para corregir los signos clínicos de deficien cia en individuos que se sometieron volunta riamente a dietas deficientes en vitamina A. En 1974 Sauberlich repitió los estudios en individuos voluntarios y midió la veloci dad de recambio utilizando vitamina A mar cada isotópicamente. Con esta base se revisa ron las ingestas recomendadas y se establecie ron nuevas cifi'as basadas en la cantidad nece saria para: a) corregir la adaptación a la oscu ridad, el electroretinograma y la hiperquera- tosis folicular en individuos deficientes; b) aumentar los niveles plasmáticos de retinol hasta valores normales; c) mantener niveles plasmáficos normales con concentraciones de retinol en hígado superiores a 20 /xg/g. En 1988 la PAO revisó los datos experi mentales acumulados y estableció que las ci fras preventivas de la deficiencia eran infe riores a las curativas. Con esta base definió ingestas “basales” para prevenir la ceguera nocturna, las lesiones epiteliales de conjun tiva y córnea, así como para asegurar el cre cimiento normal en los niños. Además dio cifras “normativas” que representan las in gestas diarias necesarias para permitir la nor malidad de las funciones en las que intervie ne la vitamina A y reservas aceptables en hí gado para mantener niveles plasmáticos que aseguren buena defensa contra las infeccio nes y el “stress”. Estas cifras son de 9.3 /xg/Kg de peso/día. El NRC, en su Décima Edición (1989), tuvo en cuenta los criterios de FAO, pero concluyó que los datos son limitados y es preciso intensificar los estudios epidemioló gicos. Teniendo en cuenta el peso promedio de la población americana estableció las cifras de 1000 ¿ag/día para el hombre y 800 ¿ag/día para la mujer. En el Apéndice 1 figuran las ci fras del último Documento, así como los ci- terios utilizados para su elaboración. Por otra parte, sí bien los carotenoides no son estrictamente esenciales, el descubri miento de su acción antioxidante, base de los estudios epidemiológicos de la última década acerca de su función anticancerígena, ha llevado, muy recientemente, a aconsejar un consumo de alimentos vegetales que proporcione entre 4 y 6 mg^día de carote nos. Esta cifra sería aconsejable para reducir el riesgo de cáncer y, quizá de otros trastor nos derivados de los efectos nocivos de los radicales libres. Fuentes alimenticias El retinol, en su mayor parte esterificado, se encuentra únicamente en la parte lipídica de los alimentos de origen animal: leche en tera, manteca, crema, queso, hígado, huevo y pescados grasos. El aceite de hígado de baca lao constituye la fuente más rica en vitamina A, aunque en sentido estricto no puede ser considerado un alimento. El contenido de vitamina A de los ali mentos animales es sumamente variable y depende de la dieta consumida. Por otra par te, se elimina en el descremado, por lo cual es aconsejable restituirle su contenido original por medio del enriquecimiento. Esto ha lle vado a un agregado generalizado no sólo a la leche descremada, sino también a la entera. 81 29 En el caso de la Argentina la mayor parte de las leches fluidas comerciales, y las recons tituidas a partir de leche en polvo, contienen 200 UI/100 mL. Esta cantidad permite, que con dós vasos diarios de leche, se cubran, en el adulto, aproximadamente el 50% de las in gestas recomendadas. Los vegetales contienen solamente pro vitaminas o carotenos. Las hortalizas de hoja verde, la zanahoria, zapallo, batata y las frutas amarillas y rojas son los principales aporta- dores. Hay que tener en cuenta que su con tenido varía en función de la especie o varie dad, características del suelo y clima, condi ciones de cultivo, de recolección y de alma cenamiento. Además, existen numerosos ca rotenos que no poseen actividad provitamí- nica A (por ejemplo, el licopeno del tomate), aunque sí actúan como “neutralizantes” de radicales libres. Los cereales, en general, contienen muy poca cantidad de carotenos, con excepción del maíz amarillo. Una de las fuentes vegetales más rica en alfa y beta carotenos la constituye el aceite de palma, típico de zonas tropicales (Brasil) donde paradójicamente existe una elevada prevalencia de deficiencia de vitamina A. Los problemas relacionados con el con tenido provitamínico de los alimentos vege tales reside en la identificación química de los carotenoides y en los factores utilizados para su conversión en equivalentes de reti- nol. Por estos motivos, los valores presentes en Tablas de Composición de Alimentos es tán siendo actualmente revisados a la luz de los nuevos conocimientos, que todavía son bastante incompletos. Tanto el retinol como los carotenoides son sensibles a la oxidación, acelerándose és ta por la presencia de luz y por los compues tos derivados de la oxidación de los lípidos. Por ello la cantidad presente en los alimentos varía en función del tiempo y forma de con servación. Toxicidad e hipervitaminosis El cuadro de hipervitaminosis A general mente no es tenido en cuenta por muchos médicos clínicos, aunque las evidencias expe rimentales son suficientes como para consi derarlo un síndrome característico. Debido a la creencia popular de que los preparados vitamínicos pueden ser tomados indiscriminadamente, y que son necesarios para un buen estado de salud, los trabajos so bre la incidencia de este síndrome no abun dan, probablemente por la falta de reconoci miento más que por su incidencia. La Sociedad Americana de Pediatría reve ló que existe un porcentaje elevado de niños que presentan hipervitaminosis A y que m u chos son casos asintomáticos. Por ello, para prevenirlos, es importante controlar el acceso a los preparados vitamínicos que podrían ser potencialmente tóxicos, y evitar el consumo indiscriminado de suplementos dietarios o, inclusive, de alimentos fortificados o enri quecidos sin un criterio claro. Las primerasevidencias de intoxicación aguda con vitamina A se observaron en ex ploradores del Artico, que consumieron grandes cantidades de hígado de oso polar, y algunos de los cuales murieron. Esta toxici dad es conocida empíricamente por los es quimales y ya fue mencionada por I<ane en 1857. La sintomatología consistió en diarrea, vértigo, vómitos, jaqueca, somnolencia, vi sión borrosa, prurito generalizado, sequedad de la piel, pérdida de pelo y, en algunos casos, muerte. La hipervitaminosis crónica produce ano- rexia, pérdida de peso, extrema irritabilidad, hepatomegalia, alopecia, jaqueca, dolores arti culares, rarefación ósea, adelgazamiento de las epífisis y fracturas espontáneas. Las lesiones de los sistemas nervioso y óseo se deben a la liberación de las enzimas lisosomales que son responsables del daño celular. En los niños hay hidrocefalia e hipertensión craneana. En la mujer inhibe la implantación del óvulo fertilizado y causa reabsorción fetal en 30 16/1 el primer período del embarazo. En el feto produce microcefalia, trastornos del sistema nervioso central y teratogénesis. La toxicidad aguda de la vitamina A en ni ños es consecuencia de la administración de una única dosis masiva (superior a 500.000 UI) y se manifiesta rápidamente por vómitos y aumento de la presión intracraneal. Las intoxicaciones crónicas se producen por administración terapéutica de vitamina A durante períodos de tiempo variables, de acuerdo al contenido del medicamento. La medicación con dosis diarias superiores a las 10.000 UI deben controlarse con la determi nación de los niveles plasmáticos de retinol, para evitar la toxicidad. Tanto la intoxicación aguda como la cró nica no es probable que se presenten con una dieta normal, pero si podrá aparecer intoxica ción crónica por el consumo continuo de grandes cantidades de hígado, de productos alimenticios enriquecidos en forma no racio nal o de suplementos dietarios. Hipercarotenosis Se produce como consecuencia de la in gestión prolongada de grandes cantidades de hortalizas y verduras coloreadas, tales como zanahorias, zapallo y tomate. Debido a que las cantidades elevadas de carotenos no pue den ser convertidas en retinol en el epitelio intestinal, el exceso que se absorbe se acumu la en la piel, dando un color amarillo caracte rístico sobre todo a las palmas de las manos. N o está comprobado que éste efecto sea tóxi co y el color de la piel desaparece lemamente cuando se disminuye la ingesta de los ali mentos enumerados. Es de importancia destacar que se han obser"vado casos de hipovitaminosis A con hi percarotenosis lo cual hablaría en favor de la teoría de que sería difícil cubrir las necesida des de vitamina A solamente con alimentos vegetales. Sin embargo, como ya se mencio nó este tema merece posteriores estudios en humanos. 31 C a p ít u l o I I I Vitamina D El raquitismo de los niños y la osteomalacia de los adultos son enfermedades caracte rizadas por inadecuada calcificación del tejido óseo y que, desde el siglo XVII, se han asociado con la falta de exposición al Sol, debido a su gran prevalencia en las regiones frías. McCollum, en 1922, demostró que el aceite de hígado de bacalao poseía propiedades antirraquíticas y que la substancia responsable de dicha actividad era diferente de la vitamina A, identificada anteriormente en ese aceite. Steenbock y Black, en 1924, observaron que la irradiación ultravioleta de algunos ali mentos le confería actividad antirraquítiea, confirmando luego con Hess y Weinstock que la fracción activa se hallaba en los esteró les del insaponificable. En 1927 Windaus comprobó que la irradiación de otro esteroi- de, el ergosterol, daba origen a otro principio anti-raquítico que denominó ergocalciferol o vitamina Dj, y determinó la estructura quí mica de ambos compuestos en 1930 y 1932, respectivamente. Posteriormente, se comprobó su acción sobre el metabolismo, estructura, composi ción y función del tejido óseo, demostrándo se su esencialidad para el mantenimiento de la homeostasis del calcio y del fósforo. Nomenclatura y estructura química El término vitamina D es usado en forma genérica para identificar a todos los esteroi- des que poseen cualitativamente la actividad biológica del colecalciferol. Este esteroide proviene del 7-dehidro-colesterol (pre-vita- mina D 3), el cual por poseer un sistema de dos dobles enlaces conjugados permite la ab sorción de luz ultravioleta, con apertura del anillo B, originando un secosteroide, deno minado vitamina D 3 o colecalciferol (provita mina D3) (fig. IV). La reacción de fotolisis tiene lugar, en los animales, a partir del 7-dehidro-colesterol presente en la capa de Malpighi de la epider mis. La fotoconversión se realiza por la irra diación comprendida entre 290 y 320 nanó- metros, con una velocidad máxima a 295 na- nómetros, siendo mayor en los individuos de piel blanca y disminuyendo a medida que au menta el bronceado, debido a que la melani- na actúa como filtro. En esta reacción se pro ducen también como productos secundarios HO 7 — dehidro-colesteroi R 3 / . Colecalciferol (vit. D j) Colecalciferol (vit. D j) Ergocalciferol (vit. D 2) Fig. IV —- Esteroides con actividad de vitamina D. 32 17 lumisterol y taquisterol que no tienen accio nes fisiológicas conocidas. Por lo tanto, la vitamina D3 se encuentra presente naturalmente, aunque en pequeñas cantidades en la parte lipídica de los produc tos de origen animal tanto terrestres como marinos. Existe otro compuesto con actividad si milar, derivado de la irradiación del ergoste- ro l presente en hongos y levaduras, que se conoce como vitamina D2 o ergocalciferol (fig.IV). Absorción y metabolismo Como ya se mencionó, los seres huma nos pueden obtener la vitamina D de dos fuentes naturales; la primera, derivada de la fotoconversión del 7-dehidro- colesterol pre sente en la piel, y la segunda, por consumo de alimentos que la contengan preformada. El colecalciferol se puede formar en la piel humana y, por tal razón, sólo en los indi viduos que no se exponen al Sol la vitamina D es un nutriente cuyo aporte por la dieta re sulta indispensable. De allí también surge la necesidad del aporte dietario de esta vitamina en las personas que por razones climáticas, geográficas o culturales no reciben la in fluencia de los rayos solares; por ejemplo, los habitantes de regiones frías, los individuos que cubren la mayor parte de su cuerpo o los que viven recluidos en el interior de sus vi viendas. También la fotoconversión del 7-de- hidro-colesterol está condicionada por el co lor de la piel y, por tal razón, ha sido común el raquitismo y la osteomalacia en los negros trasladados a zonas templadas y frías. La vitamina D proveniente de los ali mentos es absorbida en el intestino delgado en la fase micelar; tanto la absorbida como la que se origina en la piel, por acción de la ex- posición al Sol, es transportada al hígado. La identificación de los metabolitos de la Vitamina D ha permitido aclarar una buena parte de su mecanismo de acción en trabajos llevados a cabo a partir de 1968, fundamen talmente en la Universidad de Wisconsin (USA) por De Luca y col. En el hígado, el colecalciferol es conver tido, por acción de una 25-hidroxilasa micro- somal específica, en 25-OH-colecalciferol (25-OH-D3), el derivado que se encuentra en mayor coricentración en el plasma y que, en realidad, hoy es considerado como una prohormona de naturaleza esteroide. En concentraciones fisiológicas el 25-OHD3 no posee ninguna de las acciones biológicas de la vitamina D y sólo representa la principal forma de vehiculización; en los mamíferos el hígado no la almacena, sino que es transportada rápidamente y, de no ser ne cesaria, es almacenada en el músculo o en el tejido adiposo. El 25 -O H -D 3. formado en el hígado es transportado por una alfa 2 globulina (DBP) y, por influencia de la PTH
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