Vista previa del material en texto
1 2 ¡Apoya al autor comprando sus libros! Este documento fue hecho sin fines de lucro, ni con la intención de perjudicar al Autor (a). Ninguna traductora, correctora o diseñadora del foro recibe a cambio dinero por su participación en cada uno de nuestros trabajos. Todo proyecto realizado por estos foros es a fin de complacer al lector y así dar a conocer al autor. Si tienes la posibilidad de adquirir sus libros, hazlo como muestra de tu apoyo. ¡Disfruta de la lectura! 3 STAFF Moderadoras de Traducción Tessa, Yess & Neera Traductoras Sarita Neera Tessa Corazon_de_Tinta Micafp_2530 Maggiih Cjuli2516zc Lvic15 Yess Moderadoras de Corrección Neera, Correctoras Claudiavero Daliam Jessibel Neera Lectura Final Neera Diseño orwzayn 4 Índice Sinopsis Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Epílogo 1 Epílogo 2 Epílogo 3 5 Sinopsis Kenton Monroe la ha querido por demasiado tiempo. Pero Madeline Caldwell no le está dando ni la hora. Madeline está buscando salir de su inocente caparazón, pero Kenton definitivamente no es el tipo con el que experimentar. Ella necesita un tipo agradable, no uno que haga que su negocio de dama brille como diamantes. Kenton ha sido paciente durante meses, pero ella no se doblegará. Conseguirla sola en una isla desierta es la única forma. Mantenerla varada y toda para él le hará ver la razón. ¿Cierto? Advertencia: si te gustan las piñas coladas y ser atrapada bajo la lluvia... entonces tal vez esta lectura sucia de verano es solo para ti. Si te gusta hacer el amor a medianoche, baja este libro y despierta a tu pareja. 6 1 Madeline Traducido por Neera iempre es así de muerto por aquí? —le pregunto al camarero, mirando el restaurante vacío mientras tomaba otro sorbo de mi burbujeante bebida de fresa. Tal vez debería haber ido al lugar italiano en su lugar, pero se supone que este es el mejor restaurante del complejo. Mirando a todas las sillas vacías, me hace pensar que tal vez el sitio web mintió. —Solo una semana lenta —dice, volviendo mis ojos hacia él. Al igual que todos los demás por aquí, tiene un bronceado increíble, haciendo que sus brillantes ojos azules parezcan aún más brillantes en el restaurante con poca luz. Creo que trabajar en una isla le daría a cualquiera un bronceado. Me acosté en la piscina la mitad del día y me puse roja, pero afortunadamente se desvaneció rápidamente y no me quemó. Nunca me bronceo. Voy de blanco pálido a rojo cereza y luego de nuevo a pálido. —Noté que la piscina también estaba vacía —le digo. De hecho, todo ha sido algo así como muerto. Solo había llegado esta mañana, pero parece que no hay nadie cerca excepto las personas que trabajan aquí. Tal vez es por eso que están dando viajes gratis a cualquiera que participe en una encuesta gratuita, una encuesta que me ha llevado veinte minutos completar. Tenía las preguntas más tontas y ridículas, pero no iba a parecer un caballo de regalo en la boca. El complejo podría estar desierto, pero es hermoso. —¿No hay nadie que te haga compañía? —bromea, inclinándose sobre la barra y lanzándome una sonrisa torcida. Un poco de rosa me golpea en las mejillas cuando me doy cuenta de que está coqueteando conmigo. —A menos que cuentes mi libro o el servidor junto a la piscina, entonces no. —Le devuelvo la sonrisa. No estoy acostumbrada a que me coqueteen. Fui a una universidad de artes liberales para niñas en Nueva York, donde me gradué hace solo tres meses. Después, mis hermanos me obligaron a volver a casa. Los cuatro —¿S 7 poseen una firma privada de seguridad, y los hombres no están permitidos a menos de tres metros de mí. Normalmente no es un problema porque mis hermanos parecen un poco atemorizantes a menos que los conozcas. Todos ellos han estado en algún tipo de servicio en un momento u otro. Probablemente estén perdiendo la mierda en este momento después de descubrir que no estoy escondida en casa. No puedo evitar reírme internamente cuando pienso en cómo les di el resbalón. Finalmente, un punto para la hermana pequeña. —Bueno, estoy libre mañana así que si... —Está ocupada. —Escucho una voz demasiado familiar decir detrás de mí, haciendo que mi corazón saltara un latido. Giro la cabeza lentamente y veo al hombre que protagoniza mis sueños todas las noches. Ha estado allí durante los últimos tres meses, desde que conocí a su yo arrogante y guapo en una actividad para recaudar fondos. Fue un evento de caridad al que uno de mis hermanos me llevó. Tenían un boleto adicional ya que su empresa estaba cubriendo la seguridad. El invitado de honor del evento no era otro que Kenton Monroe, uno de los hombres más ricos de Nueva York. No, tacha eso, uno de los hombres más ricos del mundo. Solo lo había sabido por mis hermanos. No le presto mucha atención a las personas de riqueza o las páginas de la sociedad en Nueva York. No es mi escena, pero para ser justos, realmente no tengo una escena. Y ahora que me gradué, me siento aún más a la deriva. No tardé mucho en darme cuenta de lo poderoso que era. Todos en la habitación parecieron notarlo. Entonces sus ojos se dirigieron hacia mí con una mirada de disgusto y su mandíbula se había endurecido. Sus ojos se estrecharon, exactamente como la mirada que me está dando en este momento. Solo que esta vez, sus ojos están puestos en el barman. —Sr. Monroe. Lo siento, señor, no sabía que ella era una de los suyos. ¿Uno de los suyos? ¿Cuántos tiene el hombre? Probablemente mucho con cuántas mujeres cayeron sobre él la noche de la recaudación de fondos. Esas mujeres no se parecían en nada a mí. En realidad parecían pertenecer allí y no habían sacado un vestido de descuento de la parte posterior de su armario. Peor aún, no obtuvieron el aspecto que yo había obtenido. —No soy de él. —Finalmente protesto, me estoy orientando. Estoy tan lejos de ser suya. Nunca seré suya, no importa lo que mi cuerpo quiera, sin importar el hecho de que mi cerebro siga tirando de él hacia la superficie cada vez que cierro los ojos. —Sigue diciéndote eso, dulzura —dice Kenton suavemente mientras finalmente atrae sus ojos azul oscuro hacia los míos. Me congelo mientras se inclina y besa mi hombro desnudo. Me alejo un poco, fingiendo que no me gusta, aunque mi cuerpo quiere apoyarse en el toque suave. 8 —Deja de llamarme así —grito mientras se desliza en el taburete junto a mí, arrojando casualmente uno de sus brazos a lo largo de la parte posterior de mi asiento. Su otro brazo descansa en la barra frente a mí. Es como si estuviera tratando de encerrarme. Si alguien entrara a esta área del restaurante, no creo que ni siquiera puedan verme. Su tamaño y su posición me impiden ver. —Comeré lo que sea que esté teniendo y tomaré mi bebida normal — le dice al barman, haciendo caso omiso de lo que acabo de decir. Odio ese nombre estúpido. Me hace sentir joven, y esa no es la razón por la que vine aquí. Llegué a tener una pequeña aventura y quizás finalmente perder mi virginidad. No quiero ser dulce. Quiero ser sexy. Tal vez incluso pecaminosa. O cualquier otra palabra que me haga sentir más como una mujer. No solo la dulce hermana pequeña de los hermanos Caldwell. —¿Qué estás haciendo aquí? ¿Te enviaron mis hermanos? ¿Qué dijeron? —Dispare las preguntas con agitación. No pueden hacer que me vaya—. No puedo creerlo. Tengo 22 años, por el amor de Dios. Oh, solo espera hasta que regrese. Estoy obteniendo mi propio lugar. A ver cuánto les gusta eso. —Me enfado. Una sonrisa lenta comienza a extenderse a través de la cara de Kenton, haciéndolo parecer aún más estúpidamente guapo. Un hombre no debería verse tan bien y verse tan bien como él lo hace. Desde su corto pelo negro y sus ojos azul oscuro hasta su gran y musculoso cuerpo,parece que Adonis cobra vida. ¿No se supone que debe estar, como sentado detrás de un escritorio, sin levantar pesas o lo que sea que los hombres hagan para verse así? Oh Dios, apuesto a que ni siquiera tiene que intentarlo. Él ha sido construido así. —En realidad, soy el dueño del lugar —dice con una pequeña sonrisa, como si le resultara gracioso mi pequeño berrinche. Ruedo los ojos a eso. O por supuesto, es el dueño del lugar. Me sorprendería, pero es tan rico que es fácil creer que posee todo lo que toca. Se inclina un poco más e intento fingir que no noto su cercanía. Recojo mi bebida y tomo unos grandes tragos. Las burbujas me queman la parte posterior de la garganta. —Por supuesto que sí. —Trato de mirar a cualquier lado menos a él mientras vuelvo a poner mi vaso en la barra con un clic. —Sabía que eso no te impresionaría. Ni siquiera en lo más mínimo. — Sus palabras son flojas, y puedo decir que las dice con una sonrisa, pero mantengo mis ojos en el camarero mientras hace su camino de regreso con la bebida de Kenton. Él lo baja y nos dice que nuestra comida saldrá pronto. —Deja de mirarlo —gruñe al lado de mi oreja, haciéndome saltar. Finalmente muevo mis ojos a los suyos, y no puedo leer su expresión. 9 —¿Lo saben? —pregunto, queriendo saber si mis hermanos lo enviaron aquí para ver cómo estaba, porque él está cerca de ellos. Me pregunto si quieren asegurarse, una vez más, de que un hombre no esté a menos de tres metros de mí. Pero Kenton lo está. Está tan cerca que puedo sentir el calor de su cuerpo. Oler el sol en su piel. —Estoy seguro de que es solo cuestión de tiempo, pero no, no se los dije, si eso es lo que estás preguntando. Me relajo un poco al respecto. Les había dejado una nota diciéndoles que me iba a ir por unos días y que no se preocuparan. Pero nada que podría haber hecho haría que no se preocupen. Soy su hermanita por unos buenos diez años, un oops que mis padres tuvieron tarde en la vida. Su sobreprotección fue lindo cuando era más joven, pero adquirió una forma completamente nueva cuando nuestros padres murieron. Tenía quince años y me habían dejado a su cuidado. Sería una mentira si dijera que a veces no me gusta. Es dulce, y sé que solo están tratando de protegerme, pero ha comenzado a cansarme desde que dejé la escuela. —¿Hay algo que necesites? ¿O puedo comer en paz? —Levanto mi cabeza hacia él. Todavía no puedo tener una idea de él. Las primeras veces que lo conocí me hizo sentir fuera de lugar, como si no me quisiera tener cerca. Luego comenzó a tratar de hablar conmigo. Le di la misma frialdad glacial que él me había dado, y de hecho creo que eso podría haber explotado en mi cara. Ahora él actúa como si quisiera un pedazo de mí. Los niños quieren lo que no pueden tener, y el dicho sonó fuerte en mi cabeza. Está sonando ahora, y por alguna razón, quiero aferrarme a él, porque Kenton es arrogante. Me miró como si no perteneciera, pero no le di la hora del día, y ahora está interesado. Esto se siente como una pequeña venganza, y probablemente estoy disfrutando demasiado. —¿No puedo disfrutar de la compañía de una mujer hermosa? —Me da esa media sonrisa de nuevo. —Estoy segura de que hay muchas mujeres hermosas para hacerle compañía, señor Monroe, pero no estoy entre ellas. —Corro mis ojos sobre él—. Y tú no eres mi tipo —miento y siento que su cuerpo se pone rígido a mi alrededor. Ni siquiera sé cuál es mi tipo, independientemente de lo que me digan mis sueños nocturnos. El barman regresa, colocando nuestros platos frente a nosotros. —¿Puedo obtener una caja para llevar, por favor? —le pregunto. Él asiente y se dirige hacia la parte posterior una vez más. No estoy preparada para una pelea verbal con un hombre como Kenton. 10 —No te vayas. —Su tono es diferente ahora. Es suave y dulce, y casi suena como una súplica. Empujo mi taburete hacia atrás y me levanto, y él no hace ningún movimiento para levantarse. Su brazo todavía está en la barra frente a mí, pero el otro se cayó del respaldo de mi silla. —No sé lo que está pasando aquí. En un momento eres una especie de imbécil y me despides, y al siguiente estás haciendo esta cosa rara de coquetear conmigo —digo, sacudiendo la cabeza. Al menos, creo que está coqueteando. Mi experiencia con los hombres es casi cero, después de todo—. De cualquier manera, no importa. No está sucediendo. Esto… — Señalo entre nosotros—, nunca funcionaría. Quiero decir, piensa en la primera noche que nos encontramos. Apenas puedes soportar verme. —Eso no es cierto. YO… Levanto mi mano, cortándolo. —Déjame ser sincera para que podamos detener esto. Mis hermanos trabajan para ti, y seguimos encontrándonos. No quiero que sea raro, y no quiero que pierdan su negocio, pero tú y yo no podemos pasar. Me romperías el corazón. —Agarro el borde de la barra, mis uñas se clavan en la madera— . Cuando me enamore, va a ser con un hombre dulce que no me asuste. Insisto en el amor en lugar del sexo, porque por alguna razón no quiero que él sepa que soy virgen. Quiero perder mi virginidad con alguien que no va a romper mi corazón en el proceso. Afortunadamente, el barman regresa al final de mi pequeño discurso y comienza a empacar mi comida. Kenton solo se queda mirándome mientras yo solo miro al cantinero empacar la comida y agarrar la bolsa. —Lo tengo —dice Kenton, tomando la cuenta desde la barra superior. —Gracias. —Le doy una sonrisa apretada, como si una parte de mí no le doliera el cerrar lo que podría haber sido. Que no había pensado ni por un minuto que tal vez, solo tal vez, podría pasar unas noches sexy con este hombre en el paraíso. Pero las consecuencias serían demasiado dolorosas. Soy como dijo, dulce. No tengo idea de cómo empezar a ser sexy. Tendría que volver a verlo en Nueva York. ¿Y cómo sería si, después de todo eso, tuviera que verlo con otra mujer? Diablos, había estado celosa esa noche en el evento de caridad y nos habíamos dicho tal vez dos palabras el uno al otro. —Siempre es un placer —dice, levantándose y moviendo su propia silla un poco para que pueda salir adelante. —Buenas noches, Sr. Monroe. 11 2 Kenton Traducido por Sarita Corregido por Neera bservo a Madeline alejarse, y tengo que sujetar la barra de la silla para evitar seguirla. Miro al barman, dándole una mirada y se va, murmurando algo sobre hacer un inventario en la parte trasera. Dejo caer mi cabeza en mis manos e intento sacudir los sentimientos, pero después de meses de intentarlo, no sirve de nada. Es por eso que ella está aquí, ¿no es así? Porque no he podido controlar nada cuando se trata de ella. Mi Madeline. La seguridad de Caldwell ha trabajado para mi empresa durante algunos años. Son los mejores en el negocio, y eso es todo lo que empleo. Lo mejor. Cuando el hospital necesitó seguridad para la recaudación de fondos, sugerí a su equipo. Incluso me había asegurado de que tuvieran boletos adicionales en caso de que uno de los hombres quisiera llevar a alguien. Nunca pensé que tuvieran una hermana. Una hermana que era tan jodidamente hermosa que no podía apartar mis ojos de ella. Me avergoncé esa noche por la forma en que actué con ella. Estaba tan abrumado por las emociones, que no sabía cómo comportarme. Emociones que nunca antes había sentido. Una mirada a su hermanita y estaba desahuciado. Las veces que su hermano mayor, Mark, la había mencionado, pensé que se refería a una adolescente. Pero una mirada a Madeline aseguraría que ningún hombre lo malinterpretaría. Es baja, de piel clara y cabello castaño oscuro. Cuando miré en sus ojos marrones, parecía que tenía algo de inocencia allí, pero su cuerpo era todo lo contrario. Sus curvas eran pecaminosas y se derramaban del vestido negro que llevaba puesto. Pudo haber tenido algunos años, porque sus pechos habían crecido más allá de lo que el vestido estaba preparado para sostener. Verla era obsceno, y sentí que la ira me recorría todala noche. Cada vez que un hombre veía su amplio escote, sentía mis puños apretados. Ver el balanceo de su gran culo y caderas anchas le hacía cosas a mi polla, y estaba avergonzado de las imágenes que pasaron por mi mente. Me puse tan duro que casi me avergüenzo a mí mismo frente a cientos de personas. O 12 Cuando finalmente tuve el coraje de hablar con ella, me sacudió. Traté de decir hola, pero tropecé con mis palabras y me hice un idiota. Uno de sus hermanos había intervenido para ver si necesitaba algo, confundiendo mi conversación con Madeline como relacionada con el trabajo. Pero nada sobre mis sentimientos hacia Madeline era profesional. Oh no, quería hacerle cosas indecentes esa noche y todas las noches desde entonces. Vengo de una larga lista de famosos Monroes. Los hombres antes que yo tenían sus manos en todo tipo de negocios, haciendo dinero desde el principio de los tiempos. Hice mi parte para hacer crecer nuestras propiedades, y como el único heredero sobreviviente, soy lo que la mayoría conoce como asquerosamente rico. Pero el dinero solo puede comprar tanta mierda antes que empieces a pensar que hay algo más que eso. Nunca he disminuido la velocidad para pensar sobre el amor antes, y como sería establecerse. He trabajado la mayor parte de mi vida, y esa siempre ha sido la prioridad. Nunca había pensado en otra cosa que no fuera mi carrera, pero todo cambió esa noche. La noche en que puse los ojos en Madeline, entendí lo que me estaba perdiendo. Como si ella hubiese accionado un interruptor para encender la luz, de repente me di cuenta que estaba en la oscuridad. Y cuando se alejó, fui arrojado a las sombras una vez más. Esa noche, sabía que tenía que tenerla. Tenía que tener la luz. Normalmente contrataría a Caldwell para un proyecto como este, pero viendo que esta era su hermanita, no veía a los cuatro de ellos renunciando a ninguna información. Y sortearlos sería complicado. Me tomó dos días terriblemente largos encontrar cualquier información sobre Madeline. E incluso entonces fue solo un desperdicio. Recibí su dirección de correo electrónico de un amigo que podría hacer algo de acoso cibernético por mí. Eso era todo lo que tenía, así que necesitaba hacerlo bien. Después de algunos intentos fallidos más al intentar acercarme a ella de nuevo, tropezar con mis propios pies y parecer un asno, sabía que tenía que intentar algo diferente. Necesitaba algo que la hiciera acercarse a mí sin que ella pudiera eludirme. Y necesitaba asegurarme que sus hermanos no se entrometieran. Le presentaría una encuesta de doscientas palabras bajo el pretexto de unas vacaciones gratis. Iba a llevarla a la isla si me mataba. Lejos de su familia, lejos de miradas indiscretas. Iba a tenerla sola. Despejé a todos los huéspedes que tenían planes de visitar, afirmando que un huracán había hecho que sus vacaciones fueran imposibles. No me importaba si apestaba a mierda. Quería esto tan mal. La gente no parecía muy molesta cuando devolví el doble de sus gastos de vacaciones y luego les dije que podían cambiar la reserva en cualquier momento después de esta semana. Todo lo que necesitaba era una semana. Podía hacer que se enamore de mí en ese período de tiempo. ¿Verdad? El personal no estaba al tanto de lo que estaba pasando. Se les informó que habría mejoras en el complejo de la isla y que estaría cerrado 13 al público. Recibirían vacaciones pagas y solo le pediría al personal mínimo que viniera. Hasta ahora ha sido un día y no he podido hacer ningún progreso. Nada sobre mí parece afectarla de ninguna manera. Madeline no se inmuta por mi posición y lo que potencialmente podría hacer por ella. Casi todas las mujeres con las que estoy en contacto siempre buscan un ángulo para llegar a mí. Creo que me ven como una oportunidad para enriquecerse o como un desafío para conquistar. No me ven con frecuencia con mujeres por una razón. Ha pasado mucho tiempo desde que sentí algún tipo de inclinación para estar con una mujer, e incluso más tiempo desde que he sido físico con alguien. Pero la noche que vi a Madeline, todo eso cambió. Ya no quiero evitar que me fotografíen con una mujer en mi brazo. Quiero que el mundo vea que ella es mía, que ya no estoy en el juego, pero sigue eludiéndome. Como esta noche. Bajé esperando cenar con ella. La había estado mirando todo el día. Estaba tumbada junto a la piscina, y me senté a escondidas como un lascivo, solo mirándola. Podía oírme gruñir cada vez que el camarero se acercaba a ella, pero ¿qué iba a hacer? ¿Ponerme una camisa playera y tomar su orden? Dudo que hubiera querido eso si su comportamiento esta noche era una indicación. El tiempo se acaba. Tengo que volverla loca por mí, como soy para ella, para cuando se ponga en marcha y vuelva a Nueva York. Tengo un plan, mi opción B, pero puedo estar yendo demasiado lejos. Empujo mi plato de comida sin comer y recuerdo lo rápido que trató de alejarse de mí esta noche. Esta es una medida extrema, pero una que debe tomarse. Me alejo del bar y miro mi reloj. Creo que ha tenido tiempo suficiente para llegar a su habitación, así que puedo ir arriba. Tomo el ascensor hasta el último piso y me paro en el pequeño pasillo. Solo hay dos puertas en todo este nivel, y no me siento culpable por ponerla junto a mí. Miro ansiosamente la puerta a la derecha. Me acerco a ella, y por un segundo me quedo de pie allí y debato tocar. Tal vez podría intentarlo de nuevo. Podría tratar de mantener mi mierda bajo control y dejarle ver que no soy solo un gilipollas. Presionando mi palma a su puerta, respiro y luego la dejo caer. ―Mantente en el plan ―me susurro a mí mismo y luego giro y entro en mi habitación. Cuando entro, me quito mi polo blanco y pantalones de lino. Camino al baño, enciendo la ducha y paso directamente. El golpe del agua fría es doloroso, pero es lo único que me impedirá intentar liberarme. De nuevo. Me he frotado casi crudo con todas las veces que he tratado de saciar mi necesidad de Madeline. Nunca me importó hacerlo antes, pero desde la 14 primera noche que la vi, mis fantasías se han vuelto salvajes. Pero lo triste es que mi mayor fantasía sobre ella es probablemente la cosa menos erótica con la que me he tocado. Tengo esta visión de ella sentada frente a mí en una cafetería mientras la tomo de la mano. Verla sonreírme me enciende cada vez. Su maldita sonrisa. Eso es todo lo que quiero. Y es todo lo que se necesita para enviarme al límite. Al pensar en ello, ahora mi polla palpita bajo la corriente helada, y agarro el jabón, cediendo a lo inevitable. Cierro los ojos y allí está ella. Usando un suéter que tiene una tela fruncida alrededor de su cuello, y está sosteniendo una taza de chocolate caliente. Extiendo la mano y coloco mi mano sobre la mesa, con la palma hacia arriba, y ella pone la suya en la mía. Mira hacia abajo donde nuestros dedos están unidos, y luego, por solo un segundo, creo que no me mirará. Pero finalmente lo hace, y cuando sus hermosos ojos marrones encuentran los míos, estoy perdido en la fantasía. Me acaricio con movimientos largos y apretados, imaginando lo que sentirá en el interior de su pequeño cuerpo curvilíneo. Me siento hinchado y palpitando a medida que me acerco al clímax. Y en mi mente, ella está justo frente a mí cuando sus labios rosados y llenos se separan y me sonríe. Toda su cara se ilumina, y parece como si estuviera enamorada. Me está mirando cómo me siento por ella, y el momento es demasiado perfecto. Me corro en la ducha, dejando que la gruesa semilla ruede por mi eje y sobre mi mano. Sigo bombeando a la imagen de su sonrisa, y el placer que me recorre no es suficiente. Mi mano es insatisfactoria, pero es mejor que nada. Cuando se trata de Madeline, creo que lo único que será suficiente es cuando finalmente la tenga debajo de mí. Termino la ducha y salgo, pensando que la ducha fría fue contraproducente. Una vez que salgo, me secoy me dirijo a la cama. Echando hacia atrás las sábanas, trepo desnudo y me tumbo sobre mi espalda, mirando hacia el techo. Repaso los planes en mi cabeza para mañana, y aunque debería sentirme un poco culpable, parece que no puedo encontrar nada en mi interior que lo haga. Haría cualquier cosa por tener a Madeline. Mañana, cruzaré una línea que nunca podré deshacer, pero espero que, por los dos, sea la decisión correcta. 15 3 Madeline Traducido por Sarita Corregido por Neera e miro en el espejo de cuerpo entero y debato mi elección de traje de baño. Traje dos conmigo. El primero es un simple traje de baño negro de una sola pieza. Lo he tenido por unos años, pero es cómodo. El segundo es uno blanco dos piezas que escogí antes de venir aquí. Un arrebato de último minuto para recordarme por qué estoy haciendo este viaje. Estoy aquí para encontrarme a mí misma. Probar algo nuevo y tener una aventura. No ser el yo normal que solo pasa por las mociones del día a día haciendo lo que pensé que debía hacer, porque eso era lo que había estado haciendo. Nunca queriendo ser demasiado problema para nadie. Estoy agradecida por mis hermanos y todo lo que han hecho por mí. Siempre estoy tratando de asegurarme de no hacer nada para molestarlos o interferir aún más en sus vidas. Diablos, todavía me pregunto si habrían abierto una empresa de seguridad en Nueva York si no fuera por la muerte de mis padres. Alguien tenía que volver a casa y cuidarme. Odiaba pensar que podía haberles hecho dejar algo atrás para hacer algo que no habían querido. Es por eso que elegí una universidad con la que sabía que ellos se sentirían seguros y felices. Sabía dónde Mark, mi hermano mayor, quería que fuera. Estaba cerca de casa, y era una escuela para chicas, así que fui. Pero ahora todos somos lo suficientemente mayores. Ya no quiero ser la carga de nadie. También quiero salir de la pequeña caja en la que me dejé poner. Es una bonita caja, una por la que siempre estaré agradecida, pero quiero salir. Quiero una vida de mi propia elección. Me giro un poco, mirando al espejo. La chica de la tienda de trajes de baño me prometió que el blanco no se vería todo cuando el agua lo golpeara, pero estoy un poco más preocupada por la ceñida correa que rodea mi cuello cediendo y mis tetas saliendo. Me veo sexy, pienso para mí misma. Más como una mujer que una niña inocente. Tal vez pierda parte de la inocencia antes de que termine este viaje. La cara de Kenton aparece en mi cabeza otra vez, haciéndome gemir. Me dirijo a mi equipaje y saco cosas que podría necesitar hoy para la salida que M 16 planeé en recepción, colocando los artículos en una pequeña bolsa impermeable. Ese hombre no parece salir de mi cabeza. Después de volver a mi habitación anoche y de haber comido, había dado vueltas durante unas horas antes que finalmente me durmiera, solo para que él me encontrara en mis sueños. El hombre es enloquecedor. Y sin embargo, un pensamiento sigue apareciendo en mi cabeza. Si Kenton solo intenta meterse en mis pantalones porque lo rechacé y me ve como un desafío, tal vez yo podría hacer lo mismo. Tal vez podría encontrar una manera de separarme emocionalmente para poder usarlo de vuelta. Él podría ser mi aventura. La idea me empuja fuerte. Antes de Kenton, ni siquiera podía recordar una persona a la que le había mostrado un leve interés. Incluso el barman de anoche, cuando pensé que estaba coqueteando conmigo, fue halagador, pero aun así esa chispa no estaba allí. Tal vez soy una de las chicas a las que le gustan los idiotas. Solo mi suerte. Agarrando mi bolso de la cama, recojo mi celular y lo enciendo. La pantalla se ilumina, mostrando veinte mensajes de correo de voz y sesenta mensajes de texto. Todos de mis hermanos. Podría hacerlo todo de una vez, así que llamo al líder del grupo. Mark contesta antes de que el teléfono pueda sonar por completo. ―¿Dónde estás? ―grita en el teléfono en un tono que nunca antes lo había escuchado usar conmigo. Me congelo por un segundo y lo escucho respirar profundamente―. Maddie, quiero decir, ¿estás bien? ―Su voz se suaviza un poco, pero puedo decir que es forzada. ―Estoy bien. Como decía la nota ―le aseguro. ―No puedes simplemente irte así. ―¿Por qué, Mark? Tengo 22 años. Está en silencio por un largo segundo, y puedo imaginarlo agarrándose el puente de la nariz como suele hacer cuando está estresado. Lo ha hecho desde que tengo memoria, y lo hace cuando cualquiera de mis hermanos lo está volviendo loco. ―Lo sé ―dice finalmente con un largo suspiro―. Solo me preocupo, Maddie. ―No hay nada de qué preocuparse. Estoy bien. ―Intento tranquilizarlo nuevamente, y probablemente no esté haciendo ningún bien. ―No me gusta no saber dónde estás. ―Te lo diría, pero estoy llamándolo tu farol. Creo que sabes dónde estoy ―respondo. Trabajando en el ejército, mis hermanos tienen amigos en lugares altos. A veces creo que incluso hacen trabajos independientes para los militares. Eso es solo una suposición. No pregunto, y ellos no comparten. 17 Si tan solo pudieran mantenerse fuera de mis asuntos como me quedo fuera de los de ellos. Está en silencio otra vez. ―No envíes a nadie. ―Hago mi voz firme, algo que nunca hago. Tal vez este bikini tiene poderes especiales, o tal vez estoy saliendo sola por una vez. Realmente por mi cuenta―. Necesito hacer esto, Mark. Volveré en una semana. ―Bien ―dice finalmente―. Mantente en contacto, Maddie. Espero que diga algo sobre Kenton, pero no lo hace, y yo tampoco. O tal vez piensa que puede usar a Kenton para espiarme. Probablemente ya ha hablado con él, o tal vez no sabe que Kenton es el dueño del lugar. Él podría pensar que esto es solo un resort, pero es poco probable. Lo que es probable es que ya tenga un plano del lugar. ―Está bien. ―Sé que soy autoritario. Todos lo somos ―corrige―. Pero no podemos evitarlo. Puede que no lo pienses Maddie, pero eres el corazón de esta familia, y no podemos perderte como perdimos... ―Sus palabras se desvanecen. No tiene que decirlo. Sé lo que iba a decir, "Mamá y Papá." ―Te llamare esta noche. ―Diviértete y te amo. ―Yo también te amo ―digo, sonriendo, antes de terminar la llamada sintiéndome un poco mejor. Un peso que no sabía estaba sobre mis hombros ha sido levantado. Nunca había pensado en mí misma como el corazón de la familia, pero tal vez nos mantengo a todos juntos. Siempre soy la que prepara todo para las vacaciones, haciendo cenas familiares una vez a la semana, y así sucesivamente. Lo hice para mostrarles cuánto los aprecio, pero tal vez estaba haciendo más de lo que sabía. Dejo mi teléfono en el cargador y recojo el papel que me da los detalles de mi aventura en kayak por la isla. Compruebo dos veces la hora y el lugar en que se supone debo encontrarme, me pongo los zapatos de agua y agarro una camiseta. Me pongo la camisa larga sobre mi traje de baño antes de dirigirme al vestíbulo. Salgo hacia el muelle y busco un barco llamado It Takes Two. Es fácil de detectar ya que solo dos embarcaciones están atracadas en el muelle. Un hombre que parece tener unos veinte años está de pie junto a él en bañador y sin camisa. Me ve y me da una gran sonrisa que ilumina toda su cara. 18 ―¿Señorita Madeline?1 Asiento, y extiende su mano para ayudarme a subir al bote y me sigue. Agarra el pequeño puente que acabamos de usar para subir al bote y comienza a sacarnos del muelle. Miro alrededor del bote y solo veo a otra persona, una mujer joven que se parece mucho al hombre que me ayudó a subir al bote. ―Soy Selena. ―Hace un pequeño saludo con la mano, pero no hace ningún movimiento para acercarse a mí. Está más centrada en leer una tableta en su mano―. Te llevaremos a las islas del sur. El agua allí debería ser perfecta para el kayak hoy ―me dice, levantando la vista de la tableta antes de colocarla sobre la mesita. ―Voy a ir abajo y comprobar algunas cosas,entonces seguiremos nuestro camino. ―Se da vuelta, caminando hacia la cabina del gran bote mientras el hombre viene a pararse junto a mí. ―¿Solo nosotros? ―pregunto, mirando alrededor del bote de nuevo, lo cual es ridículo porque no es como si fuera enorme o algo así. Supongo que pensé que irían más personas, como una excursión en grupo. ―Solo tu compañero de kayak, y él está abajo. ―Asiente hacia donde Selena acaba de desaparecer―. Por cierto, soy José. ―Extiende su mano, y la tomo. Levanto la mirada hacia sus oscuros ojos marrones mientras su hermoso rostro me sonríe. Aguardo, esperando algún tipo de atracción, y suspiro. Aún nada. Ni siquiera una maldita chispa. No tengo esperanzas. Risa femenina llena mis oídos, y doy vuelta para ver a Selena subir las escaleras con una sonrisa gigante en su rostro. Entonces mi cuerpo se congela cuando veo con quién se está riendo. Es Kenton. Él tiene una sonrisa igual de brillante en su rostro, hasta que sus ojos llegan a los míos. Luego, esa dureza que parece tener cuando me mira se forma, y se lleva esa sonrisa. Selena continúa hablándole en español, así que no puedo entender una palabra. No estoy segura que conseguiría nada de lo que están diciendo en este momento, incluso si supiera español. Estoy demasiado ocupada sintiendo cosas. Ira, celos y un toque de emoción. Aplasto lo último rápido y vuelvo a enojarme. ¿Qué pasó con permanecer fuera del camino del otro? Está claro que Kenton no tiene planes de hacer eso. Estar en su hotel podría haber sido una coincidencia, pero esto no puedo atribuirlo solo a la posibilidad de encontrarnos. ―Déjala ir. ―Lo escucho chasquear. Miro hacia abajo y me doy cuenta de que la mano de José y la mía aún están unidas en nuestro apretón de manos inicial. Él deja caer mi mano como si yo estuviera ardiendo, retrocediendo unos pasos en el proceso. Miro a Kenton. Tengo cuatro 1 En español en el original 19 hermanos, y estoy segura que no necesito un quinto. O tal vez Kenton simplemente no comparte bien. ¿Las mujeres pueden caer sobre él, pero no está bien al revés? Kenton no es el tipo de asentarse o incluso el tipo de tratar-de-asentarse. Había hecho mi desvergonzada búsqueda en Google y no había encontrado nada sobre otras mujeres, lo que me hizo creer que salta de una cama a otra antes de que alguien sepa que pasó. ―Estamos listos ―dice Selena en inglés, esta vez colocando su mano sobre el bíceps desnudo de Kenton. Al igual que José, él no tiene una camisa puesta. Pero a diferencia de José, no puedo apartar la mirada de su pecho. Está construido como un tanque. Sus abdominales no están definidos. Es sólido y duro. En todos lados. Como si pudiera luchar con un tiburón si encontramos uno. Y lo más probable es que él gane. Kenton le dice algo a Selena, esta vez en español, y ella deja caer su mano. Se acerca a los controles del barco y comienza a hablar con José. Le habla en español, y no puedo entender a ninguno de ellos. Mirando hacia arriba, solo miro a Kenton. ―¿No puedes ponerte una camisa o algo así? ―suelto. Las palabras están fuera de mi boca antes de que pueda pensar, y desearía poder recuperarlas. No necesita una camisa, pero no puedo apartar la mirada. ―No ―dice perezosamente, la dureza de su rostro se desvanece, y se forma una sonrisa. ¿Cómo lo hace? Dos pueden jugar ese juego. ―Supongo que tienes razón ―digo mientras me quito la camisa, tirándola en uno de los bancos mientras el bote comienza a alejarse del muelle. Kenton mira a José, que está al lado de Selena en los controles del barco. Estoy bastante segura que son hermanos cuando los miro uno al lado del otro. ―Póntela de nuevo ―gruñe, dirigiéndose hacia mí. Solo lo ignoro. ―¿Somos realmente compañeros de kayak? ―Sí ―dice rotundamente, levantando mi camisa desechada y entregándomela. La tomo y meto en mi bolsa con una sonrisa. ―¿No puedo ir con José? Kenton gruñe de nuevo, interrumpiéndome. Los sonidos que está haciendo me hacen pensar que quizás él sea parte canino o algo así. ―Puedes ir con tu novia ―empujo, asintiendo hacia Selena. Maldición. Lo hice otra vez. Dije algo que no quería. 20 ―¿Celosa? ―Levanta sus oscuras cejas como si no pudiera creerlo. ―Deberías saber lo que parece ―respondo. Su mano llega a mi barbilla, haciéndome inclinar más la cabeza para mirarlo. Su toque es suave, y odio cómo me derrito en él. ―No tienes motivos para estar celosa, mientras que yo tengo todo el derecho. Con eso, deja caer su mano de mi barbilla, agarra mi bolso y saca mi camisa. Aún estoy en una niebla por su toque cuando me doy cuenta que él está bajándola por mi cabeza. 21 4 Kenton Traducido por Neera stoy remando alrededor de la isla lejos del bote y tratando de no pensar en Madeline en bikini. La vista casi me hizo estallar una tienda de campaña frente a ella, pero canalicé mi enojo ante la situación en lugar de reaccionar ante la exposición de toda su piel. Cristo. Esto va a ser más difícil de lo que pensaba. Sin doble sentido previsto. Madeline está en el asiento delantero del kayak de mar y sosteniendo su remo. Le dije que me dejara conducir a través del agua más áspera hasta que llegáramos a la laguna de la isla. Nos montamos en el barco durante aproximadamente una hora hasta que llegamos al oasis privado. Es una isla pequeña posicionada con la laguna contra la corriente, por lo que tiene aguas tranquilas y cristalinas. Aquí también hace más calor, para poder bucear y luego almorzar en la playa. —Nos estamos alejando del bote —dice Madeline, mirando por encima del hombro—. No puedo verlo más. —Estoy seguro de que solo están dando vueltas o corriendo hasta que hayamos terminado. Regresarán para recogernos. Ella levanta la palma de su mano hacia su frente para bloquear el sol fuera de su rostro, y mira alrededor un poco más. —¿Eso fue lo que les dijiste cuando estábamos saliendo del bote? Yo no hablo español. —Algo así —murmuro. Luego hablo, dirigiendo la conversación hacia otro lado—. Traje mi mochila con algunos refrigerios, y hay un enfriador en el kayak que ha sido abastecido para el almuerzo. Tenemos mucho tiempo para explorar. Nos remonto entre dos rocas grandes que se abren hacia el área de la laguna. Cuando la marea está baja, es fácil maniobrar a su alrededor, pero cuando llega la marea, es demasiado alta para permitir el paso. Si estamos dentro de la laguna antes de que suba la marea, estaremos atrapados aquí. E 22 —Wow. —Escucho a Madeline susurrar mientras se abre y revela una playa prístina, digna de una postal—. Nunca he visto algo tan hermoso. —Ni yo tampoco —le digo, mirándola. Cuando le dije en el bote que no tenía motivos para estar celosa y que tenía todo el derecho a estarlo, no creo que entendiera lo que quería decir. No puede estar celosa porque le pertenezco desde el momento en que la vi por primera vez. Nunca hubo un segundo cuando no era completamente suyo y ni siquiera había pensado en nadie más desde entonces. No podía soportar la idea de otra mujer además de mi Madeline. Pero tengo todo el derecho de estar celoso. Ella no me pertenece. He visto la lucha interna que tiene consigo misma por ceder o no. Al menos una parte de Madeline me quiere, pero lo pelea. Tengo que preocuparme por todos los demás hombres que entran en contacto con ella mientras batalla con su cuerpo. Quiero ser dueño de cada parte de ella, y estoy dispuesto a tomar medidas drásticas para hacerlo. Después de remar hasta la orilla, salgo y la llevo a tierra firme. Sus ojos viajan sobre mi cuerpo sin camisa, y espero que le guste lo que ve. No soy un tipo delgado o uno que pasa horas en el gimnasio. Prefiero pasar mi tiempo adorando su cuerpo que trabajando en mi forma. Soy grueso, pero soy fuerte, y si la expresión de su rostro es una indicación, ella está de acuerdo con eso. Extiendo una mano, y luegode un segundo de vacilación, ella coloca su mano en la mía. Ella pierde un paso en el camino de salida, su pie se hunde en la arena húmeda. Su cuerpo curvilíneo se inclina contra el mío, y siento cada centímetro de su forma. Miro hacia abajo a sus ojos marrones, y por una fracción de segundo el calor se seca entre nosotros. Empiezo a inclinarme, deseando sentir mis labios sobre los de ella, pero parpadea y rompe el hechizo. Se aclara la garganta y mira hacia otro lado, y es todo lo que puedo hacer para no meter las manos en el hueco de sus caderas para evitar que se aleje de mí. —Gracias. Um, entonces, ¿qué hacemos ahora? Me gustaría decirle que la arrojaré y la follaré aquí en la costa, pero en su lugar la dejo ir y tomo una de las bolsas. —Vamos a bucear —le digo, sosteniendo la bolsa de malla con el equipo—. Así me puedo relajar. Murmuro la última parte, dándole la espalda y tratando de ocultar mi creciente erección. Una vez que he tenido algunas respiraciones, creo que estoy bajo control. Doy vuelta para ver a Madeline quitarse el encubrimiento y arrojarlo al kayak. 23 —¿Te aplicaste protector solar? —Mi voz es más profunda de lo que pretendo, y trago tratando de ganar algo de compostura—. Arderás rápidamente aquí. Se muerde el labio y niega con la cabeza, miro mi mochila y saco una botella. —Puedo hacer eso —casi grita, empujando su mano hacia mí. —A menos que seas mucho más flexible que la persona promedio, creo que necesitarás un poco de ayuda —le digo, recorriendo con la vista todo su impío cuerpo—. Pero si puedes, entonces por favor, Madeline, ilumíname. Incluso a la brillante luz del sol, puedo ver el rubor en sus mejillas, así que en vez de darle la botella, aprieto un poco de loción en mis manos y camino detrás de ella. —Levanta tu cabello para mí, dulzura. Ella deja escapar un pequeño bufido, pero extiende su mano hacia atrás y sostiene su cabello. Tengo que morderme la lengua para no gemir al sentir su suave piel bajo mis manos. Corro la loción por su hombro, masajeándola mientras voy. Esto debería ser inocente, pero es todo lo contrario. Mis manos sobre ella, de cualquier manera, se siente sexual, y mi cuerpo responde. Mirando hacia abajo, veo que mi pene ha hecho una tienda de campaña considerable en mis bañadores, y no hay absolutamente ninguna forma de ocultarlo. Casi le estoy tocando el culo, y si retrocede incluso una fracción, sabrá exactamente cuánto estoy disfrutando de esto. Incapaz de detenerme, empujo mis manos cubiertas de loción por los costados y hasta la parte superior de su traje de baño. Las yemas de mis dedos solo rozan los lados de sus pechos que están expuestos desde la parte superior del triángulo, y puedo ver un escalofrío pasar por su cuerpo. Me inclino y le susurro al oído—: Solo me aseguro de que estés protegida. Luego paso las manos por su espalda y cepillo mis dedos solo en el interior de los pantalones de baño. Frotando la loción a lo largo de la región inferior, me sumerjo dentro de ellos con cada pasada. Podría parar allí, pero soy un bastardo egoísta y no lo hago. Quiero todo lo que pueda de ella, y esta es una buena excusa. Arrodillándome detrás de ella, pongo más loción en mi mano, y luego comienzo a frotar la parte posterior de sus muslos. Ella se estremece al tacto al principio, pero luego se relaja en el masaje. Por lo que he escuchado, la mayoría de las mujeres son tan cohibidas con esta parte de su cuerpo. Los hoyuelos les hacen sentir que de alguna manera no son atractivos. No estoy seguro de otras mujeres, pero Madeline es exquisita en todas partes. Todas sus caídas y curvas son perfección absoluta, y no puedo dejar de tocarla. 24 Me tomo mi tiempo, y cuando sé que no puedo posponerlo más, me detengo. Pero en lugar de ponerme de pie, me voy a la quiebra. —Da la vuelta. Lentamente, hace lo que le pido, y me mira mientras estoy arrodillado ante ella, poniendo más loción en mis manos. —Puedo hacer eso, Kenton —dice ella, apenas por encima de un susurro. Dios, me encanta cuando dice mi nombre. —Lo sé, dulzura. Pero ya estoy aquí, así que también podría ocuparme de ti. Me adelanto, frotando sus piernas, y ella las sostiene para mí, permitiéndome seguir frotándola. Es tan bajita que no necesito levantarme para seguir, y gracias a Dios, porque mi polla ha cobrado vida propia. La gente correría con miedo si vieran a este monstruo acercándose a su aldea. Subiendo la parte superior de sus muslos, miro hacia arriba y cierro los ojos con ella mientras mis dedos se deslizan dentro de las correas de sus caderas y extienden la loción. Sus temblorosas manos se extienden y aterrizan en mi hombro para estabilizarse, y mis manos se mueven por su estómago. Cuando llego al final de su bikini, me doy cuenta de que solo tomaría un ligero tirón para soltar un seno y tener su pezón en mi boca. Me duelen los dientes y la lengua al sentir la yema dura, y tengo que apretar los dientes para aliviar la necesidad. Mis grandes manos abarcan su estómago y se mueven lentamente. Observo como sus labios se separan, y suelta un suspiro, y me pregunto si está mojada. El fondo blanco del traje de baño no revela nada, pero quiero tirar de él hacia un lado y echar un vistazo para ver si sus pliegues rosados están tan húmedos como mi bañador. Los dos estamos desesperados por entrelazarnos. —Me encargo desde aquí —dice de pronto Madeline, alejándose de mí y dando un paso atrás. Tengo que parpadear un par de veces y tomar una respiración profunda para recordar dónde estoy. Demonios, eso fue intenso, y malditamente sé que ella lo sintió. Entonces siento una siniestra sonrisa extenderse por mis labios. —Oye, dulzura. ¿Crees que podrías encargarte de mí? 25 5 Madeline Traducido por Sarita Corregido por Neera an pasado horas y todavía puedo sentirlo contra mis dedos, sin importar cuántas veces haya tratado de olvidar. Incluso después de todo el tiempo que pasamos buceando, sigue siendo en todo lo que puedo pensar. Miro a Kenton, que está sacando cosas de la bolsa que trajo, y me da una botella de agua. ―La marea está cambiando ―le digo, señalando hacia donde entramos en la laguna― ¿Cuándo regresará el bote? ¿No debería estar aquí ahora? Comienzo a caminar por la playa para ver mejor, pero es todo lo mismo. Hay un anillo de rocas alrededor de la laguna que mantiene el agua quieta y cálida. Pero más allá de eso es un océano gigante con olas que parecen cada vez más grandes. ―No creo que el kayak vaya a resistir esas olas ―dice Kenton detrás de mí, mucho más cerca de lo que esperaba. ―¿Qué vamos a hacer? El bote no puede entrar en la laguna, es demasiado grande. No podemos sacar el kayak en eso. ―Siento un poco de pánico empezar a subir sigilosamente por mi espina dorsal, y me vuelvo para mirar a Kenton―. Oh Dios, ¿y si no vuelven? El sol se está poniendo. Qué… ―Relájate, Madeline. ―Su voz es tranquilizadora, y extiende la mano, frotando sus grandes palmas arriba y abajo por mis brazos―. Solo toma una respiración profunda. La marea pudo haber estado demasiado ruda, y volvieron. Tengo muchos suministros, y estoy seguro que vendrán por nosotros pronto. Solo toma un respiro. No te asustes de mí. Me trago el nudo en la garganta y hago lo que dice. Tomando una profunda respiración, trato de calmar mi creciente miedo y solo me concentro en lo que podemos controlar. El sol se pondrá pronto, y por la apariencia del paquete que trajo Kenton, estoy segura que estaremos bien hasta la mañana. Todo esto estará bien. Tenemos nuestro kayak, suministros, y vendrán por nosotros. Tienen que hacerlo, el maldito dueño de su hotel está conmigo. Ese pensamiento me ayuda a calmarme. La gente H 26 lo buscará. Mucha gente. Estoy segura que es solo el cambio en la marea o la corriente, y volverán pronto. ―Está bien ―digo, tomando otro respiro―. Está bien. ―La segunda vez mi respuesta es más fuerte, y asiento, mirandoa nuestro alrededor. ―Echemos un vistazo y veamos si hay algo que podamos usar como refugio. Me muerdo el labio cuando el pánico vuelve. Vamos a tener que pasar la noche. ―Oye. ―Kenton agarra mi barbilla y me hace mirarlo―. Por si acaso, sé que no me quieres mucho, pero prometo cuidar de ti. ¿Está bien? No dejaré que nada te pase, Madeline. Lo juro por mi vida. Sus palabras no deberían calmarme, pero lo hacen. De alguna manera, sabiendo que él está aquí y que me mantendrá a salvo empuja el pánico de nuevo, y el miedo retrocede. No sé qué haría si él no estuviera aquí. ―Quédate a mi lado. Toma mi mano en la suya grande, y el calor se extiende a través de mí. Es la sensación que tuve cuando tenía sus manos sobre mí antes. No debería estar excitada en este momento, pero mi cuerpo está pensando lo contrario. Avanzo detrás de Kenton, agarrando su mano, mientras me lleva desde el borde del agua y lejos de la laguna. Hay una hilera de árboles más allá de la arena blanca, y los miro, tratando de ver más allá de la jungla de hojas. Apretando su mano más fuerte, empiezo a pensar en lo que podría estar acechando más allá de eso. ―Te tengo, dulzura. Mira hacia atrás por encima de su hombro, guiñándome un ojo, y el apodo hace el trabajo de molestarme, haciéndome olvidar lo que estamos haciendo. Caminamos hasta el borde, y Kenton nos guía adentro. Empuja las grandes hojas y enredaderas fuera de mi camino y las sostiene para mí cuando paso por lugares. Es genial a la sombra, pero sin el viento de la playa, todavía está un poco caliente y bochornoso. Tengo mi cabello apilado encima de la cabeza, pero los mechones que se han escapado se adhieren instantáneamente a mi cuello y siento brillar una capa de sudor. Creo que hemos recorrido unos cincuenta metros cuando escucho agua otra vez. Pensando que la isla debe ser pequeña y que estamos llegando al otro lado, me sorprendo cuando caminamos a través de la jungla y vemos una cascada. Es como algo salido de una película, y me quedo allí, sosteniendo la mano de Kenton en estado de shock. 27 El agua azul cristalina desciende de una saliente de roca, creando una piscina de agua debajo. Hay rocas grandes y lisas alrededor del borde, y el sol cae sobre ellas. La arena es blanca, y puedo ver hasta el fondo del estanque. Parece estar a la altura de la cintura, y lamo mis labios con sed. ―¿Crees que es agua dulce? ―pregunto, deseando saber si podemos beberla. ―Probablemente salobre. Un poco de sal y un poco fresca. Pero traje suficiente agua ―dice Kenton, apretando mi mano, así que lo miro―. Solía ser un chico explorador. Ruedo mis ojos y trato de no pensar en lo bien que se siente sostener su mano. Y lo bien que luce su pecho desnudo con el bronceado que recibió hoy. Su piel aceitunada ya es de un marrón oscuro solo por una tarde de sol. El sudor resbala por su pecho, y miro caer una gota sobre su gruesa cintura. Jesús, él podría jugar fútbol con lo grande que es. Mis ojos recorren su cuerpo para encontrarlo sonriéndome. Me ha sorprendido mirando y aparto la mirada para que no pueda ver mi vergüenza. ―Parece que también podrías refrescarte. Tomemos un baño rápido. Me empuja hacia el borde del agua, y nos quitamos los zapatos. Dejo caer su mano y entro, odiando que ya no esté sosteniendo su mano pero necesitando la pequeña distancia. Estoy empezando a querer que me toque demasiado. Estoy sorprendida de lo fría que está el agua, pero se siente increíble después de caminar en la jungla. Cuando salgo y el agua llega justo por encima de mi cintura, siento que Kenton viene detrás de mí. Me hundo el resto del camino, enfriando mi cuerpo caliente e intentando esconderlo también. No sé por qué, pero de repente me siento tímida, como si viniendo a esta parte secreta de la isla hace esto mucho más íntimo. Observo mientras él se sumerge, y luego me sonríe. Parece que está por decir algo, cuando chillo. ―¡Ouch! ―grito, casi saltando fuera del agua. Kenton está a mi lado en un abrir y cerrar de ojos, tomándome en sus brazos. Subo por su cuerpo, el miedo golpea mi pecho mientras miro hacia abajo al agua y a nuestro alrededor. ―Creo que acabas de pisar un caparazón ―dice Kenton, mirándome el pie. Me tiene acunada en sus brazos, y veo solo un pequeño rasguño en el costado de mi pie. Me siento ridícula mirando la marca roja y tonta por reaccionar exageradamente. Pero luego me doy cuenta que estoy en los brazos de Kenton otra vez, y no me arrepiento de haberlo hecho. Me gusta estar aquí. 28 ―Solo un poco nerviosa ―digo, mirándolo a través de mis pestañas. ―Estás a salvo conmigo. No me suelta. En cambio, nos lleva donde el agua es más profunda y la cascada cae. Nos acercamos al rocío del agua, y el sonido es fuerte pero de alguna manera calmante. Mantengo mis brazos alrededor del cuello de Kenton, y él ajusta mi cuerpo. El agua es más profunda aquí, hasta su pecho, así que yo probablemente no podría tocar el fondo. Mueve mis piernas para que estén alrededor de su cintura, y sus manos van a mis muslos para sostenerme. Mi centro está presionado contra su estómago, y no puedo evitar preguntarme qué sentiría si me deslizara un poco más abajo. ―Acuéstate hacia atrás ―dice Kenton, y su voz es espesa. Es más profundo que antes, pero no lo cuestiono y hago lo que dice. La cascada cae suavemente sobre mi cabello, y arqueo mi espalda para acercarme, el agua fría se siente tan bien en mi cuerpo caliente. Está aún más caliente porque estoy en sus brazos. Siento que una de sus grandes manos se mueve hacia la parte inferior de mi espalda para apoyarme mientras me deslizo un poco más abajo en su cuerpo. Siento lo que solo puede ser su dura polla contra mi culo, y me congelo. Si no lo supiera, diría que había un bate de béisbol flotando alrededor de este estanque, pero por la forma en que se aprieta contra mí y exige atención, no tengo dudas de que es todo Kenton. Cuando miro hacia arriba, veo que los ojos de Kenton están entrecerrados, y tiene una expresión en su rostro que solo puede describirse como hambrienta. Antes de que pueda decir una palabra, su boca está en la mía. Cuando nuestros labios se encuentran, se siente como si se hubiera encendido un fusible y hubiera una explosión. Su lengua se cuela en mi boca, sin esperar una invitación. Su mano se mueve hacia mi trasero, y la vara de acero de su polla se mueve entre nosotros. Me aprieta contra él, y antes de que sepa lo que estoy haciendo, estoy trabajando mis caderas con sus manos. Mis brazos suben alrededor de su cuello, y la parte inferior de mi cuerpo trabaja su polla como un poste de stripper. Nunca en mi vida he actuado así. Algo sobre estar sola en una isla con un hombre como Kenton tiene mis instintos básicos reaccionando a él. Extiendo mis piernas más para darle lo que quiere. Mis manos se mueven hacia abajo y froto su pecho mientras su boca devora la mía. Su lengua es cálida y fuerte mientras toma el beso. Mis hormonas se disparan y me siento audaz. Lo suficientemente audaz como para pasar mi mano por su estómago y sus shorts. Sus labios carnosos nunca rompen el beso cuando mi mano alcanza dentro de ellos, y encuentro la longitud de este eje. Mis dedos pequeños 29 tienen dificultades para rodearlo todo, pero cuando me las arreglo, le doy un fuerte apretón, y luego sucede. ―Joder ―casi ruge cuando rompe el beso. Es entonces cuando siento calidez alrededor de mi palma, y me doy cuenta que solo lo hice correr. Santa mierda, soy como una diosa del sexo. Un toque e hice que este tipo se corriera. Me pregunto si siempre es tan fácil para las chicas hacer esto. Antes de saber lo que está pasando, sus labios están de vuelta en los míos y estoy perdida en la sensación de nuevo. Aún tengo mi mano en su polla, y no ha bajado en absoluto. ¿No se supone que eso sucede después de que un hombre se corre? Tal vez no lo hizo y eso no fue lo que pasó. Es entonces cuandosu boca se mueve a mi cuello, y nuevas sensaciones comienzan a atravesar mi cuerpo. Me lame en un lugar que no sabía que podría sentirse tan bien, y me estremezco. ―¿Te corriste? ―pregunto en un gemido mientras me lame en el mismo lugar otra vez. ―Sí ―gruñe, y me siento poderosa de nuevo―. Y estoy a punto de nuevo. Aprieto su longitud en mi mano otra vez, y luego siento que mi coño aprieta. Como si estuviera anhelándolo. Mueve su boca de mi cuello, y sus ojos me miran mientras se estira entre nosotros y toma mi muñeca. Por un segundo, creo que quitará mi mano, pero después de un intenso momento comienza a moverla arriba y abajo. Está usando mi mano para masturbarse, y por alguna razón, esa sucia acción me excita. Él suelta mi muñeca por un segundo y alcanza mi traje de baño. Empuja uno de los triángulos fuera del camino, luego el otro, antes de poner su mano de vuelta en mi muñeca. Sus ojos me penetran allí, su mirada es feroz y casi enojada. Veo su mandíbula apretarse, y me pregunto si está tratando de evitar poner su boca sobre mí allí. Dios, ¿qué se sentiría si alguien me chupa? Debería ser tímida por mostrarle mis pechos, pero esto se siente tan bien, no me detengo a pensarlo. Quiero que me vea y, sobre todo, quiero que me quiera. Saber que lo enciendo me hace sentir como si tuviera control sobre esta situación, y me siento cada vez más audaz. Uso mi otra mano para desatar la cuerda de sus shorts, dándonos un mejor acceso. Cuando está algo libre, inclino la muñeca sosteniendo su polla y la muevo hacia mi coño. Todavía tengo la parte de abajo del bikini puesta, pero lo froto allí y siento la gruesa cabeza contra mi clítoris. Cierro los ojos ante la sensación, la dura presión tan perfecta. 30 Después de unos momentos de fricción, necesito más y vuelvo a alcanzarlo. Todavía tengo una mano en su eje, y uso la otra para apartar a un lado mi traje de baño. Solo necesito piel con piel y me corro. Lo sé. Solo la punta contra mí es todo lo que tomará. ―Madeline ―dice Kenton, sus ojos mirando abajo al agua entre nosotros. No es una advertencia, pero hay un borde en su voz. Uno que me hace apretar de nuevo. ―Úsame ―finalmente dice y asiente. Froto su polla desnuda contra mi clítoris, y empiezo a temblar. Todo esto es como un sueño, y no quiero despertarme nunca más. La muevo lentamente arriba y abajo, la amplia cabeza perfecta contra mí. Son solo unos pocos golpes y sé que estoy cerca, así que la sumerjo un poco más abajo para que esté en mi entrada. Él no empuja hacia adelante, no trata de entrar en mí. En cambio, se mantiene inmóvil como una roca, lo que me permite utilizar su polla para venirme. El poder me hace sentir ebria, y la muevo de vuelta a mi clítoris, frotándola dos veces antes de deslizarla de regreso a mi abertura. Es como si estuviera molestando a un toro con una bandera roja gigante, esperando a ver qué lo romperá. Cuando repito el movimiento, dos golpes en mi clítoris y luego en mi apertura, siento que sus brazos comienzan a temblar. Él quiere follarme, y yo quiero que lo haga, pero está tratando de contenerse. Por ahora, necesito correrme. Mi propio cuerpo lo exige. Solo temo que una vez que este momento termine, el hechizo se romperá. Tal vez no será tan malo y todo estará totalmente bien. Al menos eso es lo que sigo diciendo en mi cabeza mientras me acerco a mi clímax. ―Kenton ―gimo mientras presiono la dura veta de su polla en mi clítoris y siento que palpita. Todo su cuerpo se tensa, y siento su cálida semilla derramarse entre nosotros mientras me corro con él. Mi coño se aprieta, esperando ser llenado, triste que esté vacío. Mi orgasmo rueda por mi cuerpo, el calor abrasando mis venas, y cuando bajo, estoy flácida. Es como si hubiera gastado toda mi energía en conseguir que nos viniéramos y ahora necesito una siesta. Apoyo mi cabeza en el pecho de Kenton, solo necesito que me sostengan por un segundo. ―Relájate, dulzura. Te tengo ―dice, besando la parte superior de mi cabeza. ¿Qué demonios acaba de pasar? 31 6 Kenton Traducido por Tessa Corregido por Claudiavero omo respiraciones largas y profundas, tratando de calmarme. No sabía que existiera algo tan intenso o que alguien pudiera tener una necesidad como la que acabo de tener. He sabido que la quería desde el momento en que la vi. Sentí profundamente que ella me pertenecía, sin importarme lo malditamente loco que sonaba. Pero cuando me tocó, cuando la vi iluminarse de deseo por mí, mi núcleo se hizo añicos. Era ella, y solo tengo días para que lo vea. Y rezo para que no descubra mis manipulaciones para traerla aquí conmigo. Pero ahora mismo, en este momento, no me arrepiento. Finalmente la tengo en mis brazos, justo donde pertenece. Siento que su respiración comienza a nivelarse, bajo la mirada a sus ojos cerrados, preguntándome si está dormida. No me muevo, no quiero romper este momento. Ella finalmente me deja abrazarla sin contraatacar. No puedo apartar mis ojos de ella, viendo su respiración entrar y salir, con su cabello cubriéndonos a ambos. La parte superior de su traje de baño está todavía en el medio de uno de sus grandes pechos. Mi boca se llena de agua con ganas. Quiero poner mi boca en cada parte de ella. Saber a qué sabe en todas partes. Lentamente, sus ojos marrones se abren de golpe, una sonrisa soñolienta se extiende por su rostro. —Siempre sueño contigo —susurra a medias, haciendo que el calor se extienda a través de mí. Probablemente me está dando algo que no quiere que sepa. Es cautelosa de dejarme saber la profundidad de su deseo por mí, que siente esta atracción tanto como yo. Me encerraré en torno a esa necesidad y la usaré para atraerla más profundamente a mí lo más rápido que pueda. El tiempo no está de nuestro lado. Me he robado estos pocos días, tal vez incluso unas pocas horas, y tengo que hacer que cada una cuente si quiero unirme a ella. Sus ojos se abren y se apresura a sentarse, tratando de alejarse de mí. No la dejo, tirando de ella hacia mí. T 32 —Sólo soy yo. —Yo... yo —tartamudea con una sola palabra antes de que su piel clara se sonroje hasta las tetas, que todavía cuelgan de la parte superior de su bikini. Dirijo mis ojos allí, y su mano sale para cubrirse. Tengo que tragarme un gruñido primario mientras ella se esconde de mí. No quiero asustarla. Sí, quiero que sepa que la deseo, pero si supiera las locuras que he hecho para mantenerla cerca, probablemente correría. Porque cuando se trata de ella, estoy un poco loco. —No puedo creer que hayamos hecho eso —dice finalmente, orientándose. —No puedo creer que solo te hice correr una vez cuando me vine dos veces. Tendré que arreglar eso —digo sonriéndole, haciendo que su rubor se extienda aún más. Sus labios carnosos y llenos se abren, y envuelvo mi mano en su cabello, tirando de ella hacia mí. Aprovecho su boca abierta, porque no puedo dejarla retroceder ahora. Ya no puedo seguir huyendo. Me está carcomiendo. Quiero que corra hacia mí, no lejos de mí. Entonces tal vez es hora de despejar el aire. Retrocedo y sonrío cuando ella se inclina, tratando de capturar mi boca otra vez. La dejo, y esta vez su lengua empuja en mi boca, tomando el beso por sí misma. Deja que el hambre que tiene por mí finalmente se libere. Abro mi boca y me relajo, queriendo sentir que me besa. Luego se mueve sobre mí hasta sentarse a horcajadas encima mí. Finalmente alejándose, me mira como si estuviera sorprendida por sus propias acciones. Me gusta así. Apuesto a que no hay un alma en todo el jodido mundo que la haya visto así. Un poco de agresividad se escapa de ella y es mía. Voy a tomarlo todo y quiero más. Después de los meses de su huida de mí, la necesito. Verla desearme tanto como yo la necesito es intoxicante. —No estoy seguro de que sea una buena idea —dice finalmente, mordiéndose el labio. —¿Por qué? —gruño levantando mi mano para arreglar su top. No puedo hablar con sustetas tratando de atraerme para tomarlas. —Ni siquiera te agrado —dice—. La primera vez que me viste pensé que me odiabas. Luego te ignoré, y eso pareció molestarte más. Quiero decir, lo he visto con mis hermanos cuando una mujer les da la espalda. Todo es un juego para ver si pueden atraparla. Entonces, una vez que lo hacen, ya está hecho. Eso me rompería el corazón. No soy así. —No es un juego —le digo, mis palabras son duras. Hundo los dedos en sus caderas en un agarre posesivo para mostrarle que no irá a ninguna parte. Nunca. Deja escapar un profundo suspiro. 33 —Incluso si trato de decirme a mí misma que puedo ser así. —Se inclina un poco hacia atrás, pero no aflojo mi agarre—. Pensé que podría salir y tratar de encontrarme, tal vez divertirme un poco. —Agacha la cabeza—. Tal vez tener una aventura de una noche. Oh, le daré una noche, pero no será la última. Van a ser todas las jodidas noches hasta que deje esta tierra, pero si quiere fingir que es solo una, la dejaré. Por la mañana, no ira a ningún lado fuera del alcance de mi brazo. Tal vez después de tenerla debajo de mí unos cientos de veces para enfriar estos pensamientos bárbaros que estoy teniendo de ella, pueda darle más de un brazo de distancia. Tal vez dos brazos. —¿Tendrías una aventura de una noche, pero no puede ser conmigo? —le pregunto, haciéndola mirar hacia arriba—. Te he deseado desde el momento en que te vi. No sabía qué hacer con todas las emociones que me golpearon cuando te vi por primera vez. Primero, estaba jodidamente enojado porque pensé que estabas allí en una cita. Entonces me sentí absolutamente aliviado cuando descubrí que era solo tu hermano. Ella me estudia como si estuviera tratando de leer si lo que digo es verdad. Entonces le doy más, necesito que lo entienda. Quizás de eso se trata todo esto. Un montón de jodidos malentendidos. —No tengo citas, y para ser sincero, no tenía idea de cómo conseguir tu atención. Aparentemente soy terrible en todo, porque pensaste que no te quería, luego pensaste que era un juego. No, cariño, lo que viste fue que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo por primera vez en mi vida, y de nuevo, por una vez en mi vida, fracasé. Sus ojos se abren. —No lo creo en absoluto. Ya sabes, porque soy solo 'una de las tuyas'. —Hace comillas con los dedos, y no sé a qué se refiere. —Cariño, no tengo idea de lo que estás hablando. Tú eres la única. La única que quiero. Ella pone los ojos en blanco, y puedo sentir que se aleja de mí, poniendo de nuevo esa pared, y no puedo permitir que eso suceda. No permitiré que eso suceda. No cuando finalmente llegué tan lejos. Puedo saborear sus labios en mi boca. La atraigo hacia mí. —El bartender. Dijo: “Yo no sabía que ella era una de las tuyas”. — Veo que sus ojos se iluminan con celos. Me encanta y lo odio todo a la vez. Me encanta porque sé que le importa, pero lo odio porque nunca quiero que sienta celos cuando se trata de nosotros. No hay razón para hacerlo. Ella es mi dueña. —Quería decir mis primas. Tengo un montón de ellas. Todas chicas, y le digo al personal que se mantenga alejado de ellas. Tuvimos un incidente 34 una vez cuando alguien rompió el corazón de Libby y lloró por eso durante semanas. No pasaría por esa mierda nunca más. Entonces ahora hay una regla de no malditamente-tocar-a-mis-primas. Niega con la cabeza, incrédula. —Pero te vi esa noche en el evento. Las mujeres estaban por todos lados —acusa, como si solo estuviera recordando y tiene un punto contra mí. Niego. —Tienes razón. Soy rico, y las mujeres a menudo tratan de arrojarse sobre mí. Tal vez si tuviera alguien a mi lado, no tendría ese problema. Quizás debería casarme. Poner un anillo en mi dedo para que todas sepan que no estoy en el juego. Creo que conozco a la mujer perfecta para el trabajo. Su boca se abre, y otra vez robo el momento para besarla. 35 7 Madeline Traducido por Corazon_de_Tinta Corregido por Claudiavero o puedo evitar poner mis brazos alrededor de su cuello y profundizar el beso. Hay tantas emociones y pensamientos que me recorren y no tengo idea de qué hacer con ninguno de ellos. Pero lo que dijo no fue nada parecido a lo que yo creía que sería. Incluso si solo está bromeando sobre la última parte. De ninguna manera quiso decir que quiere casarse. Apenas nos conocemos. Cuando finalmente me alejo, veo la mirada rasgada en su rostro de nuevo. No sé lo que es, pero cuando veo el deseo crudo por mí en su rostro, me provoca algo. Me hace sentir como una mujer por primera vez en mi vida. No solo una pequeña niña cuyos hermanos han intentado proteger del mundo. Quizás estoy encontrado lo que vine a buscar aquí. Un poco más de mí. Una parte de mí que no sabía que existía, está renaciendo. O quizás estaba esperando a Kenton. Eso es emocionante y atemorizante a la vez. —No hay nadie más, Madeline. Dice mi nombre y se siente extraño. Curiosamente, me hace extrañar el apodo que dio y que normalmente me hace enfadar. »No ha habido nadie más desde que puse los ojos en ti, cariño, y no hubo nadie más por un largo tiempo antes de ti. Demonios, nadie me importó antes de ti. Ni siquiera un poco. Mi corazón da un vuelco ante eso. Humedezco mis labios y veo sus ojos ir allí. —Está bien. —Es todo lo que puedo decir, sintiéndome tímida nuevamente. —¿Está bien? —Me observa, sus manos sueltan el firme agarre que tiene en mis caderas y se deslizan por mi espalda. —Está bien, dejaré de luchar contra esto —digo, haciéndolo sonreír. Él se inclina y deposita un beso en mi cuello y comienza a trazar más hasta mi oreja. Agarra el lóbulo entre sus dientes, haciéndome gemir y contonearme contra él. N 36 —Puedes luchar todo lo que quieras, cariño, pero de una forma u otra te tendré. —Entonces me alza con un agarre fácil, llevándome hasta donde dejó su bolso. Recuerdo que estamos en una isla, quizás incluso varados. Me deposita sobre mis pies en la arena, recoge mis zapatos y los guarda en su mochila. Luego, se pone sus zapatos y me vuelve a alzar, haciéndome chillar. —Puedo caminar. Solo me sonríe, afirmando su agarre. Parece hacerlo con frecuencia. Como si fuera a desaparecer ante él o algo así. Me gusta. Me gusta que tenga estos sentimientos posesivos por mí. —Te heriste el pie y me gusta cargarte. Envuelvo mi mano alrededor de su cuello, recostando mi cabeza sobre su hombro. —Está bien —digo una vez más. —Estás muy dispuesta de repente —bromea mientras comienza a caminar de regreso hacia donde vinimos. —Quizás sean los orgasmos —digo, bromeando también y haciéndolo reírse por lo bajo. —Tendré que tenerlo en cuenta. —¿A dónde vamos? —pregunto, mis ojos comienzan a cerrarse. El sol se está poniendo y siento que vamos a estar aquí toda la noche. Debería estar más asustada, pero, por alguna razón, con Kenton sosteniéndome, solo me siento feliz. —Creo que vi algo por allí. Levanto la cabeza y miro hacia donde apunta. Lo veo. —¿Eso es…? —Parece una pequeña cabaña. —Apresura el paso y nos acercamos lo suficiente para verla. Allí, refugiada entre dos árboles, hay una pequeña cabaña, no más grande de diez metros cuadrados y construida en madera. Incluso tiene una pequeña ventana junto a la puerta y una hamaca en el porche. —Quien sea el dueño de la isla probablemente la mandó a construir. —Quizás haya un teléfono o algo —digo, mirándolo a él. Extrañamente, no quiero que haya uno. No esta noche, de todas formas. Solo quiero recostarme un rato mientras estoy con él. Me está agradando un poco más la idea de estar atrapada con él. Disfrutarnos el uno del otro. Sin ningún hermano que fastidie para ver qué estamos haciendo. Nadie que me pregunte por los motivos de Kenton y haga comentarios. 37 Él solo se encoge de hombros como si tampoco le gustara la idea. —Si es así, deberíamos esperar a mañana —le digo. —Me gusta esa idea. —Él sonríe y me besa la frente antes de empujarla puerta abierta con su pie. La cabaña está vacía. Solo una pequeña cama y una mesa, pero la cama no luce mal en absoluto. Podría ser pequeña, pero parece casi nueva. Kenton me coloca sobre la cama, depositando la mochila sobre la mesa mientras comienza a sacar cosas de allí: desde agua hasta comida, incluso una diminuta linterna eléctrica que enciende, poniéndola en el centro de la mesa. —En verdad fuiste un niño explorar, ¿no es así? —bromeo, haciendo que me eche un vistazo. Algo atraviesa su rostro. Voy a pararme para ir con él, pero regresa a la cama, dejándose caer frente a mí y tomando mi pie para examinar el corte. —No es nada. Ni siquiera me duele —le aseguro, pero lo besa de todas formas y, por algún motivo, mi corazón aletea. Es loco cómo han cambiado mis sentimientos por él en tan solo unas horas. ¿Cómo es que no se parece en nada a lo que pensé que era? O al menos como me dije a mi misma que era. Estaba segura que era un multimillonario mujeriego que tenía una enorme polla congelada, pero nada sobre Kenton había sido frío desde que aterricé en el paraíso con él. Está bien, quizás no aterricé. Él apareció en mis vacaciones. Sin embargo, quizás fue el destino quien nos juntó. El pensamiento me hace sonreír. Él se inclina hacia adelante, depositando un dulce beso en mis labios. —Necesitas comer. —Me da otro beso—. Quédate en la cama y descansa tu pie —dice antes de regresar a la mesa. Comienza a abrir paquetes. Ruedo los ojos, incluso aunque me parezca agradable que se preocupe por un pequeño rasguño en mi pie. Me tiende una barra de granola y le doy un mordisco, luego otro. Desaparece en cuestión de segundos. Él hace lo mismo, luego me ofrece una manzana, que líquido a continuación junto con una botella de agua. La comida me hace sentir cansada. Entre el sol y toda la natación de hoy, y no olvidemos el increíble orgasmo, me sorprende que pueda mantener mis ojos abiertos en este punto. Kenton se sienta a mi lado en la cama. —Recuéstate conmigo por un rato. Asiento mientras se acuesta, jalándome contra él. Envuelvo mis brazos a su alrededor y coloco una pierna sobre su cintura, enterrando mi rostro en su cuello. Luego, mis ojos se sienten pesados. —¿De verdad te quieres casar? —le pregunto adormecida. 38 —No pensé que lo hacía hasta unos meses atrás —admite fácilmente, como si no fuera importante que siga implicando que nos vamos a casar. Deposito un beso en su cuello porque no tengo una respuesta a ello. Quiero creer todo lo que dice, porque crecí con cuatro hermanos y conozco los juegos de los hombres. Harían cualquier cosa por meterse en los pantalones de una mujer, pero, por algún motivo, no me importa. Quizás romperá mi corazón en mil pedazos, o quizás me enamoraré locamente y en verdad me casaré con Kenton. De cualquier forma, aprovecharé la oportunidad. Me dije a mi misma que quería encontrar un poco más de mí y, en cuestión de horas con Kenton, sé que he encontrado mucho. Y quiero ver cuánto más puedo encontrar. Sea con el corazón roto o no. 39 8 Kenton Traducido por micafp_2530 Corregido por Claudiavero e levanto de una de las mejores noches de sueño que he tenido en años. Una pequeña corriente de luz solar entra a la cabaña. Es temprano, tal vez las 5 a.m. El sol está saliendo y echa una astilla de naranja a través de la pequeña ventana. Inmediatamente estoy al tanto de cada centímetro de Madeline encima de mí. De alguna manera, durante la noche rodó sobre mí, su cuerpo se extendió sobre el mío. Su cabeza está sobre mi pecho, pero sus piernas han caído a cada lado de mis caderas. Su pequeño bañador blanco es lo único que le impide estar completamente desnuda. La idea tiene mi erección matutina doliendo con necesidad. No me muevo. En vez de eso, simplemente me quedo allí y disfruto la sensación de ella presionada contra mí. Cada centímetro de ella me está tocando, y se siente como si estuviera en el cielo. He esperado tanto tiempo para estar tan cerca de ella. Para poder sostenerla en mis brazos y hacerla sentir lo que siento. La he deseado desde el momento en que la vi, y nada ha cambiado desde entonces. Ella luchó conmigo y me empujó, pero finalmente se siente como si fuera mía. Que hemos limpiado ese aire. Le hice ver cuánto deseo estar con ella. No estaba bromeando cuando dije que estaba listo para el matrimonio, y quise decir con ella. Nunca pensé que sucedería antes de conocer a Madeline, y ahora sé que es porque no había conocido a la mujer adecuada. Cuando conocí a Madeline, eso fue todo para mí. Sabía que, si ella no me quería, estaría solo el resto de mi vida. Pero espero poder convencerla. Que de alguna manera puedo hacerla mía, y podemos tenerlo todo. La casa con la cerca blanca, bebés, nietos: una vida. Los latidos de su corazón son constantes y siento que mi propio ritmo es el mismo. Me enamoré de ella con fuerza y rapidez el primer día, y no me he detenido a pensar qué hacer una vez que finalmente la tuviera en mis brazos. Quería esa dulzura que sabía que tenía, pero que nunca lograría que dirigiera hacia mí. Me volvía loco. M 40 Oh, había planeado muchas cosas sucias que quería hacer, pero ahora que está aquí conmigo, solo quiero que este momento dure. Lo saboreo y a cada parte de ella. Quiero pasar la eternidad inventando formas de mantenerla y hacer que se enamore de mí. ¿Eso está tan mal? Siento que Madeline se está moviendo, y sonrío mientras levanta la cabeza para mirarme. Su cabello es un desastre anudado, pero luce tan adorable cuando se sonroja. —Supongo que te use como almohada anoche —dice, mordiéndose el labio. —Eso hiciste. Pero no me importó ni un poco. Coloco mi mano en la parte posterior de su cuello y acerco sus labios a los míos. Debía ser suave, como diciéndole buenos días. Pero cuando nuestros labios se conectan, todo eso sale por la ventana. Madeline lo profundiza, deslizando su lengua en mi boca. Sus manos van a mi pecho desnudo, y siento sus uñas clavarse ligeramente, y mis manos van a sus caderas. Después de solo un segundo de que ella nos guíe, tengo suficiente y nos volteo. Le aprieto los brazos por encima de la cabeza y me muevo entre sus piernas, la necesidad que tengo de ella lo supera todo. He esperado demasiado para tenerla, y todo parece estar desangrándose ahora. Mi boca vuelve a ella, y gruño en su boca mientras como sus gemidos. Se mueve debajo de mí, pero mi peso sobre ella es sólido, y no puede liberarse. No creo que lo intente, pero si lo quisiera, lo pasaría mal. Rompo el beso, necesitando mirarla a los ojos. Son tan hermosos, y quiero que me miren. Casi me quedo sin aliento, y mi corazón late con fuerza desde mi pecho, pero le paso suavemente el pulgar por la mejilla y me arriesgo. —Déjame hacer el amor contigo, Madeline. Me ocuparé de ti, pase lo que pase. —Me humedezco los labios y le doy un suave beso antes de retirarme y mirarla de nuevo—. Soy todo tuyo, cariño. Déjame tenerte toda. Ella mira hacia otro lado y luego me mira, y puedo ver indecisión en su rostro. —Soy virgen, Kenton. Ella actúa como si fuera difícil de admitir, pero yo solo sonrío de oreja a oreja. No sabía lo experimentada que era, y realmente no me importaba. Pero estoy más que emocionado de ser el primero. Y su último. Lo haré perfecto para ella. —Estoy limpio. No he estado con nadie en años, y me he hecho pruebas varias veces desde entonces, —digo, frotando mi nariz contra la suya—. ¿Estás con algo? 41 —Tomo la pastilla, pero soy terrible para recordarla. Empecé a tomarlas en la escuela secundaria porque mis períodos eran muy malos, y simplemente lo mantuve así. Pero no las necesitaba mucho, así que no soy muy confiable para cumplir el calendario. No las tengo conmigo ahora, obviamente. No es como si hubiera planeado quedarme atrapada aquí. — Suelta una pequeña risa nerviosa—. Pero solo me he perdido un día, así que debería estar bien. —Duda y luego me