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3 - Documento de cátedra El método de problematización recursiva y la caja de

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Documento de cátedra: “El método de problematización recursiva y la caja de 
herramientas para el coordinador grupal” 
Autoras: Mg. María Margarita Tomás y Espec. Rita Pamela Aráoz 
Cátedra: Teorías e intervenciones en el campo grupal y comunitario 
Teorías y Técnicas de grupos 
Año 2020 
Introducción: 
Este documento de cátedra desarrolla dos aspectos fundamentales para el trabajo con 
grupos: el método de problematización recursiva, propuesto por Ana María Fernández y la 
caja de herramientas para el coordinador de grupos. 
En primer lugar, realizaremos un recorrido por la metodología propuesta por Ana María 
Fernández para las intervenciones en el campo grupal. La misma se denomina: Método de 
Problematización Recursiva (Fernández, 2007). Esta metodología es pertinente para poder 
indagar sobre los distintos imaginarios sociales, las lógicas colectivas, institucionales y 
también sobre los modos de subjetivación que pueden pensarse cuando abordamos lo grupal. 
El método supone clarificar en principio dos nociones: el pensar los problemas, lo cual 
implicaría no homogeneizar los sentidos, abandonar la idea de buscar respuestas únicas y 
cerradas, ampliando de este modo la perspectiva y considerando la riqueza de los múltiples 
elementos o hilos que fundan y atraviesan lo grupal. Y, por otro lado, supone la noción de 
recursividad, que implica encontrar causas y efectos interrelacionados y multideterminados, 
unidos de manera recursiva. Esto implica que no pensaremos en el binarismo causa – efecto, 
sino que las causas fundan los efectos y al mismo tiempo pueden ser fundadas por los efectos 
en un movimiento recursivo, imposible de separar. 
Vamos a presentar herramientas imprescindibles para el coordinador de grupos. Un 
gasista, un médico, un enfermero disponen de una caja de herramientas para intervenir. Nos 
llamaría mucho la atención que alguien pretenda realizar su tarea sin tener la suya a 
disposición. El coordinador de grupos lleva en la caja de herramientas conceptos teóricos y 
recursos técnicos que en la praxis se ponen en movimiento y se deben revisar de manera 
 
sostenida. Con este documento de cátedra queremos transmitir una multiplicidad de recursos 
para que cada uno de los alumnos elabore su propia caja, acorde a su singularidad y al campo 
de trabajo en el que elijan intervenir. 
Del positivismo al método de la problematización recursiva: 
La marca del positivismo ha hecho que en la investigación social exista todavía un 
prejuicio generalizado: toda ciencia sigue un solo y mismo método: el método científico, que 
garantiza el acceso al conocimiento verdadero. El mito del método científico generaliza una 
experiencia de construcción del conocimiento para crear un consenso acerca de que “esa 
forma” es la única posible y aceptable de hacer ciencia. 
El llamado método científico supone la existencia de una verdad y sólo una vía para 
alcanzarla. Sin embargo, la verdad es un saber construido socialmente; no puede ser, por lo 
tanto, un saber universal; por el contrario, la verdad es el efecto de un entramado de 
condiciones histórico-sociales, en el cual se articula el saber con el poder. 
Pero este método positivista no se adapta, por ejemplo cuando el equipo de 
investigación de Ana María Fernández se abocó a trabajar la temática de las diversidades 
sexuales, amatorias, conyugales y familiares. Al tratarse de un tema complejo, el mismo 
implicó a los integrantes del equipo de diferentes maneras. Frente a esto Ana María 
Fernández realiza una propuesta metodológica para las intervenciones grupales: propone el 
Método de Problematización Recursiva (MPR). Considera que en la construcción del “met-
odhos” de investigación grupal es necesario hacer un ejercicio de desnaturalización y 
desdisciplinamiento para crear campos problemáticos para poder indagar los múltiples 
atravesamientos presentes. 
Para ello retoma la acepción griega del término met-odhos: cuyo significado es ponerse 
en camino. Así afirma que en el camino se va armando el método. Se busca más que 
responder a una pregunta, demarcar un campo de problemas a partir de las múltiples 
cuestiones que en él confluyen. Se intenta sostener una tensión, mantener una incomodidad, 
no procurar consolidar certezas, se trata de pensar problemas más que en sistemas teóricos. 
 
No se busca establecer programas para controlar lo que es seguro, calculable, 
mensurable. Se busca construir estrategias para abordar lo imprevisible, lo aleatorio, lo 
inesperado. 
El Método de Problematización Recursiva incluye la caja de herramientas, los 
dispositivos en acción, la elucidación de experiencias y la reformulación conceptual. 
Muy brevemente recordamos aquí lo anteriormente señalado, y es que el MPR concibe sus 
procedimientos desde la noción de campo de problemas. La metodología con la que 
indagamos el campo de problemas contempla la posibilidad de la recursividad. 
Específicamente planteamos que la composición de la caja de herramientas se realiza 
gradualmente a medida que la indagación avanza, habilitando circuitos de ida y vuelta entre 
herramientas conceptuales, elucidación de experiencias y reformulaciones conceptuales 
- La caja de herramientas: implica una permanente construcción, no un único 
marco teórico a aplicar para analizar los materiales que surgen en el terreno. Por lo 
tanto, las herramientas teóricas o técnicas que utilicemos irán cambiando de acuerdo 
a la intervención o investigación que se realice. 
- Los dispositivos en acción: también están en permanente construcción las 
consideraciones metodológicas. No se procura definir una metodología previamente 
sino que se la define a partir de los problemas que se necesitan pensar. Se elaborarán 
metodologías en situación que permitirán indagar las situaciones específicas de cada 
intervención o investigación. Por ejemplo, no se utilizará la misma metodología para 
las asambleas barriales de Buenos Aires que para los dispositivos organizados por los 
empleados en fábricas recuperadas. Los dispositivos se construirán para pensar y 
hacer en situación. 
- La Elucidación crítica: concepto tomado de Castoriadis procura: “pensar lo 
que se hace y saber lo que se piensa”. Problematizar es abrir a la elucidación para 
trabajar así las significaciones sociales imaginarias, presentes en el grupo en el que 
se interviene. 
- La Reformulación conceptual: el método permite pensar en situación, por eso 
cada diseño de intervención y las tecnologías que se despliegan son propios de cada 
 
intervención, en función de su especificidad. Con este método se vuelve borrosa la 
distinción clásica de teoría y práctica, ya que los dispositivos en acción son teorías en 
acto y a su vez las prácticas que ellos despliegan interpelan permanentemente saberes 
instituidos y se abren a reconceptualizaciones. 
A continuación, se tomarán las herramientas que conformarían esta “caja”, 
desarrollando los principales aspectos de cada una de ellas y su posible implicancia en la 
práctica. 
 La Elucidación crítica: 
Esta herramienta es tomada del filósofo, sociólogo, economista y psicoanalista greco-
francés Cornelius Castoriadis, y supone “pensar lo que se hace y saber lo que se piensa”, 
elucidar es una invitación a pensar críticamente lo que se hace, abrir la crítica no en tanto 
buscar y evidenciar errores, sino en evidenciar los puntos ciegos de una teoría, aquello que 
deja sin ver. Esto implica abandonar esa forma “bíblica” de ver los textos y autores, que nos 
haría caer en la ilusión de creer que una teoría es completa, acabada o que con una teoría 
alcanza para entender la complejidad de la subjetividad. 
Como dice A. M. Fernández en el capítulo Haciendo Met-odhos, un trabajo elucidativo 
se nutre de diferentes procedimientos de indagación: entre ellos, el principal trabajo de la 
elucidación es la de-construcción: es decir, el esfuerzo por desnaturalizar patrones de 
significadoque utilizamos diariamente, y que los cuerpos teóricos incorporan sin advertir las 
implicancias epistémicas y políticas que los sostienen. Aquí Castoriadis trabaja la noción de 
imaginario social, para referirse a la capacidad imaginante de una sociedad para producir e 
inventar sus propias significaciones. Esto refiere a esas significaciones de las que no somos 
plenamente conscientes, sino que operan de manera implícita, y establecen formas de ser de 
las cosas, los valores de una sociedad, etc. 
Para poder acercarnos más en la comprensión de este concepto vamos a apelar a un 
ejemplo que nos puede ayudar a pensar esta herramienta. Tomamos un relato del equipo de 
investigación de Fernández. En una ocasión una de las investigadoras (con amplia formación 
en perspectiva de género) relata la entrevista que realizó a una mujer de aproximadamente 
30 años, (separada y con dos hijos varones). En relación a su experiencia dice: “la entrevista 
 
la hice en su casa y estaban los hijos… para ser varones estuvieron muy tranquilos, se 
portaron muy bien”. Este comentario es analizado por el grupo de investigadores, ya que 
pone de manifiesto una naturalización de sentido: “los varones son más inquietos, tienen más 
energía y son más revoltosos‟. Este modo de significar a los niños define asimismo a las 
niñas como su par opuesto: ellas son tranquilas y obedientes. Vemos como en este ejemplo, 
el trabajo del equipo de investigadores fue elucidar, interrogar esos imaginarios sociales 
sobre las niñas y los niños que laten-ahí-todo el tiempo. 
Elucidar críticamente y de-construir la lógica de lo que se espera de lo femenino-
masculino es un esfuerzo difícil y complejo, ya que estas lógicas están instaladas en nuestros 
imaginarios sociales, en tanto habitantes de un tiempo histórico tendemos a pensar de ese 
modo, de manera naturalizada. Elucidar implica poder desnaturalizar las cristalizaciones del 
sentido común, lo instituido, las operatorias naturalizadas de la diferencia. 
 La Problematización: 
El concepto de problematización es muy importante para entender de qué manera 
determinados fenómenos se van configurando como problemas sociales. Para M. Foucault, 
problematización es el conjunto de las prácticas discursivas (o no discursivas) que hacen que 
algo entre en el juego de lo verdadero y de lo falso y lo constituye como objeto para el 
pensamiento (reflexión moral, conocimiento científico, análisis político, etc.) (Foucault, 
1999, p. 371). 
Pensar es problematizar. 
El concepto de problematización en Foucault puede oponerse al de naturalización. Se 
trata de conseguir que todo aquello que damos por evidente, todo aquello que damos por 
seguro, todo aquello que se presenta como incuestionable, que no suscita dudas, que, por lo 
tanto, se nos presenta como aproblemático, se torne precisamente problemático, y necesite 
ser cuestionado, repensado, interrogado. 
Lo fundamental de la problematización consiste en develar el proceso a través del cual 
algo se ha constituido como obvio, evidente, seguro. 
Problematizar es una actitud, la actitud de dudar de lo evidente e indudable, cuestionando lo 
incuestionable y haciendo, así, inseguro lo que todos damos por seguro. 
http://sociologianecesaria.blogspot.com/2013/01/naturalizacion-concepto-clave-en.html
 
Continuando con el ejemplo de la investigación del equipo de Ana María Fernández 
sobre diversidades sexuales, relata que una integrante del equipo comentó la sorpresa que le 
produjo lo expresado por un varón gay en un grupo que ella estaba coordinando. Esta persona 
contó que solía tener relaciones sexuales con hombres casados de condición heterosexual. En 
la reunión hizo referencia a que en tales encuentros eróticos le causaba mucha gracia cómo 
esos hombres tenían hacía él un trato como “de minita”. “Prometen llamarme por teléfono y 
me dejan colgado. O me dicen cosas que se les dicen a las mujeres: bebé, mamita…yo me 
mato de risa y les digo ¡no me trates como a una minita, somos dos varones!”. La expresión 
“no me trates como a una minita” pone de manifiesto la naturalidad con que coloquialmente 
queda expresada la subalternidad en que se ubica a las mujeres. Pero lo que más impactó a la 
investigadora (con formación en género) fue que todas las expresiones coloquiales que en la 
situación eran consideradas obvias inferiorizaciones a las mujeres, a ella, a lo largo de su 
vida amorosa heterosexual siempre le habían resultado muy gratas muestras de cariño. 
La entrevistadora manifiesta que -en situación- lo expresado le hizo “ruido”. 
Particularmente comentó que pudo visibilizar allí cómo las diferencias entre varones y 
mujeres, en el sentido de relaciones de subalternidad, se ponen de manifiesto en esferas de la 
vida en las que difícilmente tenga lugar algún cuestionamiento. 
Vemos aquí el Método de Problematización Recursiva: Lo escuchado por la 
entrevistadora, algo del trabajo de campo la interroga, con-mueve significaciones propias 
nunca cuestionadas. La recursividad permitirá volver tanto sobre las preguntas que guían el 
trabajo como sobre las respuestas que se van construyendo. Al mismo tiempo permitirá alojar 
y producir nuevos interrogantes, por lo que se irá reconfigurando el campo de problemas que 
se está indagando. 
 La Multiplicidad: 
La noción deleuziana de multiplicidad, trata de aquello que escapa a dualismos y 
binarismos generalmente reductivos, que incita a pensar desde lógicas disyuntivas desde el 
“y” y el “entre”, y no desde las dialécticas de lo uno o lo otro. 
No se trata de pensar una multiplicidad como que tiene muchas partes, como meras 
adiciones de partes, sino como lo que está plegado de muchas maneras. Desde esta 
 
perspectiva, la multiplicidad es el don de lo diverso, de las diferencias que retornan como 
intensidades que se repiten configurando relaciones rizomáticas. En un rizoma no hay puntos 
o posiciones, como ocurre en una estructura de un árbol. En un rizoma sólo hay líneas. 
También la multiplicidad se vincula con la multirreferencialidad. Como lo indica el 
propio vocablo: se trata del uso simultáneo o sucesivo de múltiples relaciones, fuentes, 
conexiones y referencias para profundizar en un asunto o caracterizar un modo de pensar. No 
se trata de una mera suma acumulativa de las diversas referencias sino del reconocimiento 
de su incidencia conjunta sobre un tema. El concepto está próximo a los de complejidad, 
transdisciplinariedad y transversalidad. 
Una tercera situación se presentó cuando una integrante del equipo de investigación de 
Fernández comenta una entrevista que realizó a una mujer de treinta y cuatro años. En dicha 
reunión refiere que la entrevistada, luego de tres parejas heterosexuales, a los treinta años, 
conoce a una mujer con la que desde hace cuatro años está en pareja. También refiere que 
cuando la entrevistada conoce a su pareja actual fue para ella toda una novedad. Esa 
experiencia respecto de su sexualidad le permitió sentirse “más a gusto consigo misma”. 
Cuando la entrevista “formalmente” ya había finalizado y estaban despidiéndose, la 
entrevistada le dice: “el cambio es algo incorporado a mi vida”, es “algo” que cuando lo 
acepto me permite sentirme cada vez mejor, estar cada vez mejor parada respecto a otras 
elecciones de la vida. 
Llama la atención que la entrevistadora frente a su equipo de trabajo manifiesta: “¡Esta 
entrevista me conmovió, me impactó tanto… se trata de un cambio en la existencia!”. 
Entonces, ¿cómo se conecta-desconecta el cambio que expresó la entrevistada, con ese 
cambio en la existencia que refiere quien tomó la entrevista? 
La entrevistada hablaba del cambio como algo que incorpora a su vida luego de la 
experiencia de una relación amorosa con otra mujer, y la sorpresa que le produjo respecto de 
sí misma. Lejos de remitir a una identidad finalmente asumida: “salir del closet” como suele 
llamársele, parece referir a una experienciay a la sorpresa que la misma le provoca. Pareciera 
que se trata de experiencias que no remiten a identidades hétero, homo o bisexuales. Es un 
cambio incorporado a la vida; hay movimiento. 
 
Este material y su resonancia en la entrevistadora colocó al equipo – en situación- frente 
a la posibilidad de resonar con la experiencia de alguien que saliendo de la heteronorma no 
se cuestiona su identidad sexual. 
Estas reconfiguraciones mueven las categorías con las que el equipo venía pensando. 
De esta forma, los investigadores ahí no sólo indagan sus pertenencias de género, opción 
sexual, etc., sino que además en situación, ellos mismos resuenan y son transformados por lo 
que “ven” en el trabajo de campo, en las reuniones de equipo. 
 La transdisciplina: 
Paras poder abordar esta herramienta, tomaremos algunas definiciones del diccionario 
de la real academia española: 
Interdisciplinario: el prefijo inter quiere decir “entre”. 
Dicho de un estudio o de otra actividad: Que se realiza con la cooperación de varias 
disciplinas. 
Mientras que el prefijo trans significa “a través de…o al otro lado de..” Se ha entendido 
la transdisciplina haciendo énfasis a) en lo que las atraviesa a todas, y c) en lo que está más 
allá de ellas. 
Este enfoque se enmarca en la propuesta del paradigma de la complejidad: el ser 
humano, su psiquismo o su subjetividad en nuestro caso, no puede ser explicado sólo desde 
la psicología. Eso sería caer en un reduccionismo, ya que estamos atravesados por otros 
“hilos” al decir de Fernández: culturales, sociales, biológicos, económicos, ideológicos, etc. 
Entonces lo transcipliplinario enfatiza la necesidad de que los conocimientos se nutran y 
aporten una mirada global que no se reduzca a las disciplinas ni a sus campos, que vaya en 
la dirección de considerar el mundo en su unidad diversa. Que no lo separe, aunque distinga 
las diferencias. 
La transdisciplina representa la aspiración a un conocimiento lo más completo posible, que 
sea capaz de dialogar con la diversidad de los saberes humanos. 
A esta herramienta la podemos ver a un nivel más operativo, al nivel de la acción: por 
ejemplo, cuando un equipo de profesionales se junta para abordar una problemática, puede 
comenzar siendo un equipo interdisciplinario que dialoga, cada uno desde sus saberes o 
 
disciplinas. Lo que buscamos desde el enfoque transdisciplinar es dar un paso más, y que en 
un esfuerzo de interrogar cada uno sus certezas, que exista la voluntad de desdisciplinar las 
disciplinas. 
Si seguimos con los ejemplos de intervenciones desde el enfoque de género, podemos 
pensar que como psicólogos en un equipo de trabajo, tendremos que estar dispuestos al 
diálogo verdadero, que permita interrogarnos y cuestionar nuestras certezas teóricas por 
ejemplo respecto a algunos conceptos como el freudiano de “la envidia fálica” o de la histeria 
como algo femenino. Para las temáticas de género el enfoque debe ser transdisciplinar, ya 
que implica lo psicológico, lo biológico, lo anatómico, y también lo social, cultural. 
Fernández dirá que “desdisciplinar las territorializaciones unidisciplinarias constituye un 
primer movimiento hacia la construcción de criterios transdisciplinarios tanto en la 
conformación de equipos de trabajo como en la ardua tarea de formación de conceptos”. Esto 
permitirá entonces, la construcción de un nuevo campo de saberes y prácticas. 
 La Genealogía: 
La genealogía no es la búsqueda de los orígenes y no es la construcción de un 
desarrollo lineal, sino que pretende mostrar el pasado plural y a veces contradictorio que 
revela las huellas de la influencia que ha tenido el poder sobre la verdad. 
Como una de las importantes teorías de Michel Foucault, la genealogía deconstruye la 
verdad, argumentando que ésta es, en la mayoría de los casos, descubierta por casualidad, 
respaldada por la operación del poder o la consideración de interés. 
También es conveniente procurar un rastreo histórico de los saberes sobre la cuestión, 
en el sentido de preguntarnos sobre el pasado de nuestras verdades. No se pretende, como 
señala Fernández (2007:33), hacer una genealogía de estos saberes pues implicaría una 
investigación en sí misma, pero sí implicará una indagación profunda sobre el origen y las 
situaciones sociales emergentes que hicieron posible la aparición de estos saberes. 
La genealogización implicó la indagación de las implicaciones de los integrantes de 
equipos con los temas que iban a investigar. Para ello se realiza un rastreo genealógico del 
significado del concepto de implicación. Etimológicamente el término “implicación” se 
construye a partir del prefijo “in” del verbo latino “plicare” que significa doblar, plegar y de 
 
la terminación “ción” que indica movimiento. Daría cuenta de algo doblado o plegado de 
forma tal que no sería visible, aunque esté ahí. Resulta interesante el recorrido genealógico 
que realiza la autora. Señala cuestiones relativas al compromiso y al posicionamiento del 
experto. Lo que debemos reconocer es que siempre estamos implicados, en cualquier trabajo 
hay una connotación de clase, género, ecológica. Hay cierta ingenuidad en las pretensiones 
de neutralidad. En toda intervención hay implicaciones institucionales, prácticas, 
paradigmáticas, 
Ana María Fernández dice que la indagación de implicaciones, tal como las pensó el 
equipo de investigación, se dirige más que a transparentar opacidades, a crear condiciones 
para que eventualmente lo plegado pueda desplegarse, se vuelva registrable aquello que no 
se veía aunque estuviera ahí, se pueda explicitar algo de aquello que permanecía implícito, 
en latencia, en quienes están operando en una intervención institucional, en un abordaje 
comunitario o en una investigación en el campo de problemas de la subjetividad. 
Algunos comentarios finales: 
A partir del recorrido realizado, podemos decir que la Metodología de 
Problematización Recursiva nos insta a trabajar desde criterios de lectura diferentes a los 
heredados del positivismo, en su afán de encontrar frente a un problema sus causas medibles 
y predecibles. Por el contrario, las herramientas aquí propuestas nos permiten visibilizar 
aquellas múltiples significaciones que se encuentran en constante tensión cuando 
intervenimos en lo grupal. 
 Nos interesa que, al pensar intervenciones con grupos, podamos abrir las diferentes 
lecturas posibles frente a las subjetividades con las que vamos a trabajar, considerando lo 
múltiple y lo diverso. Esto demandará asumir lo que podríamos llamar una “actitud 
epistémica”: una disposición a considerar los problemas desde distintos enfoques, 
problematizando nuestros conceptos y también nuestras prácticas, en la búsqueda de rastrear 
las distintas líneas de sentido que se tejen, atraviesan y configuran un grupo. 
Bibliografía: 
- Fernández, A.M. (2007): Las lógicas colectivas: imaginarios, cuerpos y 
multiplicidades. Editorial Biblos. Buenos Aires. (Cap.1). 
 
- Borakievich, S. y otros (2014): “La indagación de las implicaciones y el pensar-en-
situación: una contribución de la metodología de la problematización recursiva”. En 
Revista Sujeto Subjetividad y cultura. Número 8, Octubre 2014, Esc. Psicología 
UARCIS, Santiago de Chile, ISSN 0719-1553 pp.21-28

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