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INTRODUCCIÓN El impétigo es una infección bacteriana de la piel causada predominantemente por estreptococo del grupo A y/o estafilococo aureus. La forma de presentación más frecuente es la aparición de llagas rojas en la cara, manos y pies que evolucionan a costras melicéricas. Existe una variedad menos común denominada impétigo bulloso que provoca grandes ampollas dolorosas en lactantes y niños pequeños. CASO CLÍNICO Recién nacida a término de 9 días de vida que consulta por grandes lesiones ampollosas en región periumbilical, inguinal y tercio proximal de miembros inferiores. Antecedente de tercer embarazo controlado y parto eutócico inducido por GEG y polihidramnios. Serologías maternas y frotis vaginal negativos. Afebril. LM exclusiva; la madre niega ingesta de fármacos. Hermano mayor que acude a guardería, sin contacto con personas con lesiones similares. EXPLORACIÓN FÍSICA Las lesiones aparecen como micropápulas que evolucionan a vesículas y finalmente a ampollas flácidas de contenido purulento, algunas con base eritematosa exudativa. EVOLUCIÓN Ingresa en la Unidad de Neonatología. Se solicita analítica, hemocultivo y cultivo de exudado de heridas y se inicia antibioterapia empírica con Cloxacilina y Cefotaxima IV y curas tópicas de las lesiones. Por la agresividad inicial de las lesiones y la edad de aparición, se plantea la posibilidad de epidermólisis ampollosa, pero la evolución clínica es excelente, hacia placas circulares denudadas con collarete descamativo periférico y signos de epitelización progresiva. Las mucosas se encuentran respetadas en todo momento. Además, existe una rápida mejoría tras instauración de antibioterapia. Esto último y la positividad del frotis de las lesiones para S. aureus y E. coli nos conducen al diagnóstico de impétigo ampolloso. CONCLUSIÓN M. Muñoz Torres, M.J. Moreno Varela, S. Castro Valdeolmillos La mayoría de las dermatosis neonatales son de características benignas, no obstante, ante lesiones ampollosas es imprescindible diferenciar entre una etiología infecciosa, medicamentosa, hereditaria o autoinmunitaria, pues tienen un pronóstico y manejo muy diferente. En nuestro caso, un correcto diagnóstico y tratamiento es importante para evitar complicaciones como la celulitis, los queloides cicatriciales o la afectación renal (si origen estreptocócico). EL IMPÉTIGO Y SUS DISTINTAS FORMAS DE PRESENTACIÓN Tras la eficacia de la antibioterapia IV, se completa el tratamiento con Amoxicilina- Clavulánico oral (80 mg/kg/día) hasta 10 días. En el control ambulatorio persiste buena evolución con resolución completa de las lesiones y sin cicatrización atrófica secundaria. TRATAMIENTO