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1 
DESARROLLO SOSTENIBLE Y EMPRESA. 
 Oscar Humberto García Vargas. 
*
 
 
Resumen. 
 
Tratar el tema sobre desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente natural, hoy, 
parece una premisa ineludible, sobre todo porque, cada día que transcurre, más voces en todo el 
mundo elevan su plegaria y rogativa para que se detenga el actual ritmo de destrucción de los 
ecosistemas que mantienen el frágil equilibrio del planeta. 
 
Como consecuencia de lo anterior, se han tratado de identificar diferentes actores en el planeta 
que de alguna u otra manera, favorecen u obstaculizan el desarrollo sostenible, y entre éstos se 
encuentran las empresas, vistas como protagonistas en un mundo, cuyas acciones lideradas por 
los gerentes que las dirigen, para muchos, poco o nada favorecen el desarrollo sostenible del 
medio ambiente natural. 
 
El texto se desarrolla en cuatro partes; la primera de ellas pretende acercar al lector a realizar una 
interpretación de la significación del desarrollo sostenible; la segunda aborda el tema de la 
empresa y la viabilidad de la implementación por parte de ésta, de procesos conducentes al logro 
de un desarrollo sostenible sin afectar sus objetivos, aún los económicos; la tercera, ilustra un 
caso empresarial con el ánimo de dejar constancia del grado de complementariedad positiva entre 
desarrollo sostenible y empresa; por último se expresan algunas conclusiones. 
 
Palabras Clave. 
 
Desarrollo, Equilibrio, Ventaja Competitiva, Satisfacción y Estrategia. 
 
 
*
 Actualmente cursa el Ph. D. en Administración de la Universidad EAFIT de Medellín (Colombia) en convenio con 
la Escuela de Altos Estudios Comerciales de la Universidad de Montreal. HEC (Canadá). Magíster en 
Administración de Empresas, Universidad del Valle, Colombia. Administrador de Empresas, Universidad del Valle, 
Colombia. Profesor Asistente de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias Empresariales y Económicas de la 
Universidad del Magdalena. Director del grupo de Investigación Organización y Empresa, debidamente registrado 
ante Colciencias, 2006. Correo electrónico: ogarciav@eafit.edu.co 
 
 2 
Introducción. 
 
La dirección empresarial actualmente se encuentra afectada por diferentes conceptos y posiciones 
asumidos en variados contextos que tocan el ejercicio administrativo; tales como el espíritu 
capitalista, la libertad y el utilitarismo. 
 
La formación de capitales en las grandes compañías actuales, se presenta como consecuencia de 
las acciones que emprenden dichas empresas con el ánimo de extender cada vez más su capital, a 
través de la maximización de su productividad, en contra de los seres humanos que trabajan en 
sus organizaciones, de la sociedad donde sus empresas tienen su campo de acción y de la 
naturaleza misma. 
 
Desde la teoría se habla de la máxima productividad como la causa de la máxima prosperidad 
(Taylor, F. W, 1997, p.19), incluso aludiendo algunos casos que desde la práctica así lo 
demuestran, seguramente dicha situación no corresponde a este tiempo, pues la realidad 
organizacional de hoy, dedica gran parte del esfuerzo gerencial a lograr el máximo de 
productividad, solo con al ánimo de maximizar el capital, no logrando que el entorno tanto 
interno como externo en el cual se desarrolla, perciba esa misma dedicación por parte de la 
gerencia, con el objetivo de alcanzar una máxima prosperidad que beneficie a todos y conduzca a 
un desarrollo sostenible.
1
 
 
Se puede aplicar a las empresas de hoy que; consideradas desde el punto de vista sistémico, como 
un sistema abierto que interactúa con el entorno donde existen otras organizaciones dedicadas a 
ofrecer los mismos productos y/o servicios; solo buscan en la dinámica organizacional actual, 
competir para lograr la mayor cantidad de recursos que les permitan sobrevivir; recursos que para 
este caso y como lo menciona Paul Hopkins se ven reflejados en la necesidad de una rentabilidad 
monetaria que deja claro los riesgos que esta propuesta implica, relacionados con una confusión 
de intereses entre las organizaciones y la sociedad que generan divergencias. 
 
1
 Es pertinente aclarar, no confundir la prosperidad de la que se habla aquí, con la que puede pregonar la alta 
dirección de la organización, en el ofrecimiento a los demandantes de los productos o servicios que ella ofrece y que 
al adquirirlos les permite lograrla. 
 
 3 
Divergencias que se hacen explicitas en la acusación, por parte de algunos grupos y asociaciones 
en el mundo, a las empresas, relacionada con sus altas dosis de culpabilidad en el deterioro del 
medio ambiente natural, la cual, las organizaciones minimizan, aduciendo la idea de 
supervivencia absoluta que rige el entorno empresarial de hoy en la lucha del logro económico, a 
la cual se ven abocadas todas las organizaciones; desatendiendo que dicha supervivencia, solo 
analizada desde la óptica del plano económico, desconoce los intereses reales de la comunidad, 
focalizados actualmente en un alto porcentaje en el medio ambiente natural y el desarrollo 
sostenible. 
 
Así las cosas, parece inevitable el surgimiento de una idea excluyente entre desarrollo sostenible 
y empresa, título de este escrito; sin embargo, para la intención del mismo, la diferencia sutil que 
pudiese implicar la utilización de la “y” como figura excluyente, significa todo lo contrario, y 
debe ser vista por el lector, como algo que indica complemento, es decir, el desarrollo sostenible 
y la empresa, son dos concepciones que pueden coexistir e incluso lograr los objetivos que cada 
una se propone, si se decide por parte de la empresa, jugar un rol protagónico en asuntos 
relacionados con el desarrollo sostenible del medio ambiente natural que le implicarían la 
adopción de nuevas formas de gestión. 
 
Desarrollo Sostenible. 
El tema de la conservación y uso sostenible de los recursos y del ambiente en general ha sido una 
preocupación visible desde la década de los 70. Desde la primera reunión mundial sobre el medio 
ambiente, en 1972
2
, se ha avanzado no sólo en la conceptualización de los problemas 
ambientales, sino también en el diseño de políticas que permitan dar una solución integral a los 
problemas de compleja magnitud. 
En años anteriores, los países habían centrado sus esfuerzos en lograr altos niveles de crecimiento 
económico, o en mejorar el bienestar social, e inclusive en desarrollar el capital humano. Estas 
metas de las naciones se mostraban incompletas ya que no se garantizaba su permanencia en el 
 
2
 En 1972 se realiza en Estocolmo la primera reunión sobre medio ambiente con la participación de más de cien 
naciones. 
 4 
tiempo. Por lo tanto, en los años noventa, los países empiezan a incorporar el concepto de uso 
sostenible de los recursos naturales y del ambiente en su concepción de desarrollo. 
Más, cuando se viene observando que el precio que se paga por ese progreso o desarrollo es 
demasiado alto; como lo plantea Bobby Banerjee en su artículo titulado “Who Sustains Whose 
Development? Sustainable Development and Reinvention of Nature” afirmando que las 
consecuencias de dicho desarrollo han sido el recalentamiento global, la pérdida de la 
biodiversidad, la corrosión de la tierra y el aire, la contaminación del agua; trayendo consigo 
impactos negativos de gran alcance en las poblaciones humanas. 
Así, el concepto de desarrollo sostenible ha surgido recientemente en un esfuerzo por lograr la 
concentración en los problemas medio-ambientales causados por el crecimiento económico. 
Desde la aparición del Informe sobre nuestro futuro común (1987-1988) coordinado por Gro 
Harlem Brundtland en el marco de las Naciones Unidas, se fue poniendo de moda elobjetivo del 
desarrollo sostenible, entendiendo que “es el desarrollo que satisface las necesidades actuales de 
las personas sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas.”
3
 
A partir de aquí, al concepto de desarrollo sostenible se le han atribuido varias definiciones de las 
cuales se permite citar algunas; 
“Desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las 
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.”
4
 
“Conduce hacia un equilibrio dinámico entre todas las formas de capital o patrimonio que 
participan en el esfuerzo regional: humano, físico-natural, financiero y cultural. Se trata de un 
concepto solidario, en el tiempo, dado que asegura la utilización y mejora de los recursos actuales 
hacia el futuro; en el espacio, ya que se basa en la redistribución de la riqueza, no sólo en la 
perspectiva social, sino en la territorial.”
5
 
 
3
 Cita del Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland): Nuestro 
Futuro Común. (Oxford: Oxford University Press, 1987). 
4
 Definición dada por la organización DERES que aglutina a las principales empresas y empresarios de Uruguay que 
buscan desarrollar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). 
5
 Definición que hace parte del glosario museológico de la Revista Digital Nueva Museología, cuyo sitio Web 
corresponde a www.nuevamuseologia.com.ar. 
 5 
“El que conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de vida y al bienestar 
social, sin agotar la base de los recursos naturales renovables en que se sustenta, ni deteriorar el 
medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para la satisfacción de sus 
propias necesidades.”
6
 
Durante el Congreso de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrado en Río 
de Janeiro en 1992, los lideres mundiales aceptaron la aplicación internacional del principio 
preventivo: "Si una actividad supone una amenaza para el medio ambiente o la salud humana, 
deben tomarse medidas preventivas, incluso si algunas de las relaciones de causa y efecto no 
están completamente probadas científicamente". (Videla, 2007, p. 1). 
En este sentido, el planteamiento del desarrollo sostenible tiene que conseguir a la vez: satisfacer 
las necesidades del presente, fomentando una actividad económica que suministre los bienes 
necesarios a toda la población mundial y satisfaga las necesidades del futuro, reduciendo al 
mínimo los efectos negativos de la actividad económica, tanto en el consumo de recursos como 
en la generación de residuos, de tal forma que sean soportables por las próximas generaciones. 
Sin embargo, la aceptación de estas definiciones se ha debido en buena medida al halo de 
ambigüedad que las acompaña: se trata de enunciar un deseo tan general sin precisar mucho su 
contenido ni el modo de llevarlo a la práctica, ni los responsables de implementarlo. 
Porque mientras la definición sea ambigua no habrá acción práctica eficaz, por mucho que el 
pragmatismo reinante trate de buscar atajos afinando el instrumental antes de haber precisado las 
metas. Sólo precisando las metas se podrán elegir instrumentos de medida apropiados para ver si 
nos alejamos o no de ellas y para evaluar las políticas y los medios utilizados para alcanzarlas. 
(Naredo, 1996, p. 1). 
Para ahondar en su implementación y práctica, se hace necesario entonces, que el hombre se 
indague sobre ciertos cuestionamientos como: ¿Qué significa la vida? y ¿Cuál es la interpretación 
que de ello ha hecho? En este sentido Erwing Schrodinger plantea “La vida es la capacidad de 
extraer orden de su entorno” (Aktouf, 2001, p. 225) y aunque efectivamente el hombre lo hace 
para poder vivir, lo cierto es que es el único ser, como lo menciona el profesor Aktouf, que extrae 
 
6
 Definición dada por la Organización de los Estados Americanos. 
 6 
de su medio ambiente natural más recursos de los que son necesarios para mantenerse como una 
estructura viva. 
 
Pero si bien, lograr el crecimiento y la supervivencia obliga al hombre a extraer de su medio 
ambiente natural más recursos de los necesarios, la interpretación maximalista impuesta por el 
paradigma neoclásico, ha interpretado el crecimiento como un máximo indefinido que supone la 
posibilidad de una acumulación indefinida, que es imposible de lograr, cuando los recursos que 
se extraen del medio ambiente natural no son indefinidos. 
 
Lo anterior va en contravía del equilibrio que debe existir entre la vida y la naturaleza, y si se 
considera a las empresas como sistemas vivos y abiertos que necesitan para sobrevivir extraer 
recursos de su entorno, la única manera de lograrlo es intercambiando materia por el uso de 
recursos naturales producidos en ese mismo entorno (Aktouf, 2001, p. 229). 
 
Lo que esta ocurriendo básicamente se reduce a decir que bajo el proceso de maximización de la 
riqueza y la acumulación de capital, el sistema empresa se esta quedando poco a poco sin 
recursos naturales utilizables que usar para transformar, y como tampoco esta en la capacidad de 
producirlos, significa que esta llegando a su propia destrucción, además de estar originado un 
desequilibrio entre la vida y la naturaleza. 
Es decir, la justificación del desarrollo sostenible proviene tanto del hecho de tener unos recursos 
naturales limitados (nutrientes en el suelo, agua potable, etc.), susceptibles de agotarse, como por 
el hecho de que una creciente actividad económica sin más criterio que el económico, produce 
problemas medioambientales tanto a escala local como planetaria graves, que pueden en el futuro 
tornarse irreversibles. 
En este sentido, la aceptación generalizada del propósito de hacer más sostenible el desarrollo 
económico es, sin duda, ambivalente. Por una parte, evidencia una mayor preocupación por la 
salud de los ecosistemas que mantienen la vida en la tierra, desplazando esta preocupación hacia 
el campo de la gestión económica. Por otra, la grave indefinición con la que se maneja este 
término empuja a hacer que las buenas intenciones que lo informan, se queden en meros gestos 
 7 
en el vacío, sin que a penas contribuyan a reconvertir la sociedad industrial sobre bases más 
sostenibles. (Naredo, 1996, p. 3). 
Debe reconocerse que los problemas medioambientales han surgido como consecuencia del 
crecimiento económico más que su desarrollo. Pues no hay que olvidar, por un lado, que 
desarrollo económico no siempre es sinónimo de crecimiento económico y, por otro, que 
cualquier medida de dimensión relativa a las actividades productivas no sólo tiene efectos sobre 
la economía de las empresas, sino también sobre el empleo y el tejido social en que se realizan 
dichas actividades, efectos que pueden ser tanto negativos como positivos. 
Haciendo inevitable la unión entre desarrollo sostenible y el crecimiento económico que promete 
en la medida de su incremento, aliviar la pobreza creando riqueza para invertir en la solución de 
los problemas de orden social, donde la empresa en la actualidad debe jugar roles protagónicos. 
(Banerjee, 2003, p.150). 
El uso inadecuado de los recursos naturales y del ambiente, constituye un problema que rebasa 
los límites de los países. A diferencia de los esquemas de desarrollo de décadas pasadas, lograr la 
meta del desarrollo sostenible en los distintos países, implica la necesidad de una respuesta 
global. 
Entre estas respuestas de orden global se encuentran la Declaración de Río sobre el Medio 
Ambiente y el Desarrollo
7
, en cuyos principios se definen los derechos y responsabilidades de las 
naciones; la Agenda 21
8
, que establece normas tendientes al logro de un desarrollo sostenible 
desde el punto de vista social, económico y ecológico; una Declaración de Principios paraorientar la gestión, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo de bosques. 
 
7
 Se reconoce como la Declaración de Río a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el 
Desarrollo, que se llevó a cabo en Río de Janeiro del 3 al 14 de Junio de 1992, la cual reafirmó la Declaración de la 
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, aprobada en Estocolmo el 16 de Junio de 1972. 
8
 La Agenda 21 es un programa de las Naciones Unidas (ONU) para promover el desarrollo sostenible. Es un plan 
detallado de acciones que deben ser acometidas a nivel mundial, nacional y local por entidades de la ONU, los 
gobiernos de sus estados miembros y por grupos principales particulares en todas las áreas en las cuales ocurren 
impactos humanos sobre el medio ambiente. Agenda es una lista detallada de asuntos que requieren atención, 
organizada cronológicamente, 21 hace referencia al siglo XXI. 
 8 
Es importante destacar que la Agenda 21 insta a los gobiernos a adoptar estrategias nacionales 
para el desarrollo sostenible y destaca la necesidad de que éstos trabajen en asociación con 
organizaciones internacionales, las empresas, autoridades locales, regionales, provinciales y 
estatales, así como con asociaciones civiles y no gubernamentales. 
Además, se han negociado dos acuerdos globales: la Convención Marco de las Naciones Unidas 
sobre el Cambio Climático y la Convención sobre la Diversidad Biológica. La primera, busca la 
estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera; y la 
segunda, tiene tres objetivos: conservación de la diversidad biológica, utilización sostenible de 
sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la 
utilización de los recursos genéticos. 
Desde los años 90, el desafío ha consistido en generar acciones orientadas a la transición hacia 
esquemas de vida y desarrollo sostenibles. La dimensión global de los problemas ambientales se 
explica por la complejidad de los sistemas naturales y por la relación que se establece entre éstos 
y los sistemas económicos. Así, el manejo inadecuado de determinado recurso natural puede 
tener efectos adversos no sólo para el causante del daño sino para otros agentes. Más aún, los 
efectos pueden inclusive ser trasladados a generaciones futuras, limitando sus posibilidades de 
desarrollo. 
A esta altura para el lector, lograr observar un nivel de complemento entre el desarrollo 
sostenible y el crecimiento económico, objetivo de las empresas, puede parecer una tarea difícil 
de conseguir por lo expuesto hasta ahora, que parece solo conducir a una divergencia absoluta 
entre los dos conceptos, en tal sentido, y con el ánimo de colaborar en el entendimiento de esta 
relación que permita avanzar en el objetivo de este escrito, se recurre a Charles Harper quien 
presenta una premisa difícil de negar “todo esta relacionado con todo y es casi imposible que lo 
que se haga en un sistema no afecte a otros sistemas.” (Harper, 1996, p. 30). 
 
La afirmación anterior, relacionada con la definición que de sistema social humano hace el 
mismo Harper “es una red de actores interdependientes (individuos, organizaciones, subsistemas) 
que poseen patrones relativamente estables de interacción e intercomunicación y este sistema se 
distingue de otros sistemas en un ambiente social más amplio.” (Harper, 1996, p. 30). 
 9 
El sistema social humano compuesto por los diferentes actores arriba mencionados, tiene relación 
directa con la naturaleza y los sistemas industriales, así, cualquier acción emprendida por 
cualquiera de ellos afecta de manera directa o indirecta a los otros, otra cosa es el análisis que de 
esa afectación se haga, para este caso en particular, lo que se ha venido diciendo esta relacionado 
con una consecuencia negativa por parte de las acciones emprendidas por el subsistema empresa 
sobre la naturaleza, dando la percepción de una divergencia, que puede ser redefinida como 
complemento y una consecuencia positiva, si las empresas mediante nuevas formas de gestión 
que involucren procesos de desarrollo sostenible logran el beneficio de los dos actores (empresa-
naturaleza). 
 
Otra forma de entender esta relación se fundamenta en la concepción convencional de desarrollo 
sostenible, basada en el modelo de los “tres pilares” que contempla las dimensiones ambiental, 
social y económica de la sostenibilidad expresada en The World Conservation Union del año 
2006, bajo el título “The future of Sustainablility. Re-thinking “Environment and Development in 
the Twenty-first century.” el cual desde el punto de vista gráfico es representado de la siguiente 
manera, 
 
 
 
Desarrollo sostenible 
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 10 
Esto debe ser entendido como el grado de cooperación que debe existir entre los diferentes 
pilares encargados de dar fortaleza al desarrollo sostenible, para que éste sea la garantía del logro 
de lo que cada uno de ellos se propone, esto debe implicar que el avance en el crecimiento, la 
protección y el progreso deberán ser homogéneos y continuos. 
 
Lo anterior remite necesariamente a otra visión de desarrollo sostenible relacionada con el 
concepto de equilibrio, el cual parte de la divergencia que apunta a la existencia entonces de un 
desequilibrio entre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente natural y el 
progreso social, como consecuencia de las acciones empresariales de hoy, en la búsqueda de la 
maximización de su capital, trayendo consigo efectos negativos en la protección y el progreso, lo 
cual podría graficarse de la siguiente manera, 
 
 
Este concepto de equilibrio respecto al avance de los tres elementos que lo conforman, 
significaría que el desarrollo homogéneo y continuo que se ha mencionado, implicaría que el 
campo social, económico y ambiental se desarrollen en un mismo nivel sin ventaja alguna de uno 
sobre otro, como parece ser, es lo que sucede en la actualidad cuando de desarrollo sostenible y 
empresa se habla. 
 
P
ro
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S
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cial. 
Crecimiento 
Económico 
Protección 
del medio 
ambiente 
 11 
Así las cosas, se trataría entonces de lograr que las empresas mediante sus diferentes dinámicas 
productivas, satisfagan las necesidades de la sociedad y a la vez logren rendimiento económico 
sin sacrificar el medio ambiente natural. 
 
¿Pero pueden las empresas lograr sus cometidos de orden económico con la implementación de 
procesos de desarrollo sostenible, haciendo de la divergencia, que parece les es inherente, un 
complemento? 
 
La Empresa y su rol en los Procesos de Desarrollo Sostenible. 
 
El mundo ha empezado a pensar en el logro de un equilibrio de orden económico y social que no 
afecte de forma negativa el medio ambiente natural, existen tendencias y hechos globales que 
muestran como el mundo esta en búsqueda de un equilibrio o simplemente caminando hacia uno 
nuevo en diversos campos. 
 
Algunos hechos son: (a) una renovada preocupación de las organizaciones para que la eficiencia 
no se contraponga con el desarrollo de otros aspectos de la vida de sus trabajadores; (b) una 
preferencia cada vez mayor por lo natural u orgánico, reflejado en el crecimiento sostenido de la 
demanda mundial y local por productos agrícolas de este tipo; (c) la consolidación de nuevas 
potencias al otro lado del mundo, como la China y la India, que no solo están configurando un 
nuevo escenario político y económico, sino que también han despertado un mayor interés desde 
la racionalidad occidental por comprender la forma oriental de ver el mundo. 
 
Hay una preocupación para que el crecimiento económico apunte a una mayor inclusión social y 
considere el cuidado del medio ambiente como factor clave para un desarrollosostenible. Así 
mismo e igual de importante para acabar con el lastre de lo que en la historia se conoce como el 
péndulo, es la desideologización del debate económico, donde lo ortodoxo y lo heterodoxo van 
pasando a la historia como teorías antagónicas para convertirse en lo que debieron ser siempre: 
aportes en la medida que permitan resolver problemas concretos dependiendo de cada realidad. 
(Rivera, 2007, p. 2) 
 12 
Hay otros ejemplos puntuales: TLC (Tratados de Libre Comercio) los cuales adelantan varios 
países de América Latina, búsqueda de consensos entre trabajadores y empresarios, empresas 
más preocupadas por su aporte a la comunidad. Pero, de que depende que encontremos los 
equilibrios, variables hay muchas, pero como en todo, las personas en general y los lideres en 
particular seguirán siendo los elementos clave para alcanzarlos. 
Muchos de estos objetivos tal vez parezcan estar en conflicto entre ellos en el corto plazo. Por 
ejemplo, el crecimiento industrial puede estar en conflicto con la preservación de los recursos 
naturales como ya se ha mencionado. A largo plazo, sin embargo, el uso responsable de los 
recursos naturales en la actualidad ayudará a asegurar que se cuente con recursos para el 
crecimiento industrial sostenido dentro de muchos años. 
Los países en la actualidad tienen que buscar esquemas de desarrollo que permitan depender 
menos de los recursos naturales, y más bien, promover actividades en las cuales la información, 
conocimiento e innovación sean privilegiadas. Se debe propender al desarrollo de actividades 
generadoras de valor agregado sobre aquellas netamente extractivas. 
Así mismo, existe una tendencia hacia el desarrollo de nuevos mercados dispuestos a pagar por la 
conservación del ambiente, lo que representa para los países una oportunidad para el 
aprovechamiento sostenible de los recursos con que cuentan. 
Lo anterior, deja claro la necesidad que tienen hoy las empresas, de adoptar procesos de 
desarrollo sostenible que las pongan a tono con lo que en el mundo esta sucediendo, sin embargo, 
si se hiciera una encuesta entre los gerentes y directivos miembros de la administración y de las 
empresas, sobre lo que ellos entienden por desarrollo sostenible; lo cual se espera haya quedado 
claro en la parte inicial de este escrito; seguramente los resultados serían heterogéneos y porque 
no hasta contradictorios. 
Obligando a iniciar por la consideración entonces de ¿Qué se debe entender por empresa 
sostenible? Se había mencionado ya, que tradicionalmente el objetivo primordial de las empresas 
es crear valor económico, tesis cuyo representante más conocido ha sido el economista Milton 
Friedman, en su clásico artículo “The Social Responsibility of Business is to Increase its 
Profits” en el cual muchos de los gerentes de hoy se apoyan para justificar sus acciones 
 13 
aduciendo la búsqueda del cumplimiento de tal objetivo, cumpliendo las leyes a las que las 
empresas están obligadas, como si en la actualidad dicha condición fuera suficiente. 
Es pertinente entonces remitirse de nuevo, a lo mencionado en la primera parte relacionado con 
lo que implica el desarrollo sostenible, que no es más que el avance a un desarrollo que tenga en 
cuenta al mismo tiempo de manera homogénea y continua, la variables de tipo económico, social 
y ambiental. 
Una empresa sostenible será aquella en que el valor central nos es el crecimiento económico, sino 
el desarrollo sostenible, lo que la obliga no solamente a crear valor monetario, sino también 
ambiental y social. La empresa sostenible no sólo busca la satisfacción de los accionistas y 
clientes, sino la de todas las partes interesadas de forma legítima en sus actividades. (Rodríguez 
et al., 2002, p. 2). 
Vale la pena aclarar aquí, que no puede ser considerada como sostenible una empresa que esté 
obteniendo buenos resultados económicos y que por filantropía, caridad o imagen, dedique una 
parte de los mismos a determinadas actividades de índole social. 
Las nuevas tendencias a nivel mundial y las presiones de orden ciudadano a través de 
organismos, asociaciones, clubes, etc. e incluso mecanismos de orden legal, inducen a la empresa 
de hoy, a redefinir su estrategia de negocio por una que además de tener en cuenta los elementos 
competitivos tradicionales, involucre una responsabilidad de la misma en el mantenimiento y 
desarrollo de los recursos escasos sociales y naturales de los que se nutre. (Rodríguez et al., 2002, 
p. 3). 
Las empresas que han decidido asumir una redefinición de su estrategia de negocios enmarcada 
dentro de un proceso de desarrollo sostenible, realizaron como lo plantean los profesores 
Rodríguez y Ricart del IESE Business School un replanteamiento de los ejes que deben ser el 
motor que jalonan la empresa y sobre los cuales toda decisión empresarial debe ser tomada, 
donde lo económico por supuesto existe, pero donde también se abren nuevos caminos para el 
ingreso de los elementos del desarrollo sostenible y de la interiorización de nuevos valores 
empresariales. La idea gráfica de esta nueva propuesta empresarial propuesta por Rodríguez y 
 14 
Ricart, la cual se comparte por considerarla un fundamento importante para la intención de este 
escrito, sería, 
 
Los nuevos valores que las empresas enmarcadas en una noción de desarrollo sostenible deben 
interiorizar, basadas en la claridad que del concepto deben tener, podrían ser; el de la 
sostenibilidad misma, la diversidad, la apertura al diálogo, la integridad y la responsabilidad. 
(Rodríguez et al., 2002, p. 4). 
El eje de la satisfacción de las partes interesadas, en el marco del desarrollo sostenible, ha traído 
un nuevo rol que jugar a las empresas, que tradicionalmente cuando se hablaba del mismo solo 
contemplaba a los accionistas y los clientes como únicos interesados de la labor empresarial. Hoy 
por hoy, además de la satisfacción de las dos partes enumeradas con anterioridad, también se 
deben considerar la administración pública, las comunidades locales, nacionales e 
internacionales, los creadores de opinión, los empleados, las instituciones financieras, los 
proveedores, los subcontratistas y los socios estratégicos.
9
 
 
9
 Nota técnica preparada por Miguel Rodríguez, colaborador científico, y el profesor Joan Enric Ricart. IESE 
Business School. Octubre de 2002. 
Empresa sostenible 
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 15 
La creación de valor económico dentro del concepto de desarrollo sostenible no se desconoce 
para nada, es claro que toda empresa debe percibir por su labor empresarial ingresos que le 
permitan sobrevivir y proyectarse al futuro, solo que ahora bajo esta visión, dichos ingresos 
deben contemplar además, su origen a partir de la atención sobre elementos del orden social y 
ambiental. 
Sin desconocer tampoco que para el logro de la creación de dicho valor económico, la empresa 
debe competir con éxito, logrando diferenciarse de sus competidores mediante la implementación 
de modelos de negocio que le permitan la creación de tal valor de una forma duradera en el 
tiempo aceptada por los mercados y el entorno. 
Por lo tanto, pensar que la empresa dirigida bajo un esquema de desarrollo sostenible disminuye 
en el mercado sus posibilidades, es desconocer la presión mundial que la sociedad 
incuestionablemente hace en la dirección de exigir a las empresas un comportamiento que 
permita el avance hacia un desarrollo más sostenible, lo que por el contrario abre al mundo 
empresarial un banco de oportunidades. (Rodríguez et al., 2002, p. 7). 
Oportunidades que las empresas podrán alcanzar solo a partir de su grado de innovación y la 
reputación que empiecen a ganar por ser reconocidas como organizaciones que implementan 
procesosde desarrollo sostenible, lo cual en el mundo de hoy, es la clave de la diferenciación y la 
ventaja competitiva. 
Lo anterior obliga a las empresas a fortalecer sus investigaciones y desarrollos de manera que 
logren innovaciones importantes que les permitan realizar un redireccionamiento estratégico 
enmarcado por políticas de desarrollo sostenible, que deberá conducir como lo plantea Gary 
Hamel a la capacidad de volver a concebir el modelo industrial existente de modo que se cree 
nuevo valor para el cliente y produzca nueva riqueza para todas las partes interesadas. 
Los retos que se derivan de la exigencia de avanzar hacia el desarrollo sostenible ayudan a las 
empresas a cuestionarse los modos habituales de pensar y de actuar, y plantean la necesidad de 
desarrollar nuevos productos, servicios y tecnologías, por lo que se constituye una motivación y 
una innegable fuente de oportunidades de innovación. 
 16 
En resumen, hoy día, empresas dirigidas bajo políticas de desarrollo sostenible, encuentran una 
fuente indudable de ventajas competitivas persistentes que aumentan sus posibilidades de éxito y 
supervivencia. 
Es decir, el desarrollo sostenible es un elemento que en la actualidad, debe hacer parte integral de 
la estrategia organizacional, sin embargo, ¿Por qué no ha encontrado el eco necesario en la 
gestión empresarial? 
El interrogante anterior es necesario de realizar; pues lo que se observa, es el constante conflicto 
entre el crecimiento industrial y la preservación de los recursos naturales. Su respuesta podría ser 
de diversa magnitud, sin embargo, se ha pretendido recoger aquellos elementos que podrían 
ayudar a su construcción a partir de las investigaciones y aportes hechos por autores como: 
Barney, Gladwin, Greeno, Hass, Hunt, Rodríguez y Ricart. 
Es claro, que para que una empresa avance hacia procesos de desarrollo sostenible, es de vital 
importancia el compromiso que sus máximos dirigentes deben tener, el cual, la mayoría de la 
veces no se presenta como consecuencia de: 
- Las urgencias que constantemente debe asumir la dirección empresarial para resolver asuntos 
que ocupan gran cantidad de su tiempo y que mantienen sus decisiones netamente enfocadas 
hacia situaciones del presente y el futuro inmediato. 
- El escepticismo que ronda a la clase empresarial sobre el tema del desarrollo sostenible, en la 
mayoría de los casos por su falta de conocimiento sobre la importancia del tema, el cual sigue 
siendo considerado como un asunto netamente ético que es apoyado por un grupo de ecologistas 
y diferentes grupos que, según ella, no tienen idea de para que es que existe una empresa. 
- La confusión de algunos directivos empresariales relacionada con el encontrar como sinónimos 
el desarrollo sostenible con la filantropía. Sin duda, el desarrollo sostenible tiene implicaciones 
de orden ético y filantrópico, sin embargo, según las investigaciones de los autores mencionados 
con anterioridad, lo que sucede es que la máxima dirigencia empresarial no encuentra una 
relación íntima entre el concepto y las actividades de la empresa, lo que les impide introducir 
cambios significativos es sus estrategias de negocio. 
 17 
Si bien, las investigaciones apuntan a un análisis de la respuesta planteada, desde la labor de la 
alta dirigencia en las empresas, éstas también se han ocupado de tener en cuenta elementos 
externos que de alguna manera afectan la implementación de procesos de desarrollo sostenible a 
su interior. Entre estos elementos encontrados, se ha decidido mencionar: 
- La llamada constante inflación legislativa sobre los temas de la sostenibilidad, que ha hecho que 
en la mayoría de los países, los diferentes gobiernos promulguen leyes que obliguen a las 
empresas a tratar el asunto, pero que muestran una gran debilidad en los mecanismos que 
obliguen a su cumplimiento. 
- Los mercados financieros no favorecen la inclusión por parte del sector empresarial, de 
procesos de desarrollo sostenible en sus actividades debido a su visión cortoplacista que va en 
contravía de la visión a largo plazo que supone el desarrollo sostenible en la actualidad. 
- En un porcentaje importante; que ha venido descendiendo con el avance del tiempo, aunque no 
en las proporciones que se quisiera; el comportamiento de los consumidores no refleja 
preocupaciones mayúsculas de orden medio-ambiental o social a la hora de decidir la compra de 
sus productos. 
- La falta de un consenso mucho más general sobre lo que puede significar el desarrollo 
sostenible, ha alimentado una falta de visión compartida sobre el camino hacia la sostenibilidad y 
el horizonte hacia el cual se debiera apuntar. 
- La falta de diálogo existente entre los diferentes grupos, asociaciones, ONGS y los gobiernos 
mismos con sus respectivas clases empresariales de manera que éstos últimos puedan influir en el 
avance de las empresas hacia la sostenibilidad. 
Conocidas algunas causas; según las investigaciones realizadas por los diferentes autores citados, 
la no implementación por parte de las empresas de procesos de desarrollo sostenible; no muestra 
que una verdadera causa relacionada con factores de orden económico sea lo principal, es decir, 
pareciese que los motivos no estuvieran estrechamente relacionados con este factor; no 
pretendemos ahora desconocer los argumentos expresados a lo largo de este documento, pues 
significaría tratar de ocultar el sol con un dedo; la influencia de las empresas en el deterioro del 
 18 
medio ambiente natural que ha conducido a la divergencia, que ya ampliamente se ha discutido, 
no tiene discusión. 
La intención radica en el hecho de hacer notar que las empresas si pueden alcanzar sus objetivos 
económicos, aún implementado procesos de desarrollo sostenible que las conducirían en la 
actualidad a lograr ventajas competitivas importantes, bajo la implementación de acciones que 
beneficien a las partes interesadas ya escritas en la propuesta de los profesores Rodríguez y 
Ricart. 
Por tanto, el mundo de la empresa ha de dejar de ver la búsqueda de un desarrollo económico 
medioambientalmente sostenible como una idea, para pasar a considerarla una imperiosa 
necesidad. 
En este sentido, las empresas han de introducir cambios importantes en la gestión empresarial, 
empezando por su forma de relación con la naturaleza, la cual siempre ha sido considerada como 
la dominación de las unas sobre la otra. La empresa ha estimado la naturaleza como capital o 
como recurso, rompiendo con el equilibrio que debe caracterizar un proceso de desarrollo 
sostenible. (Castro, 2004, p. 204). 
Así, como lo ha planteado Hamel, se hace necesario que el modelo industrial, conciba un nuevo 
valor para el cliente, que posibilite la creación económica y cambie los modos habituales de 
pensar y de actuar de las organizaciones, con el fin de encontrar nuevos productos, servicios y 
tecnologías, que desde el punto de vista medioambiental serán el resultado de abordar temas 
como: 
- Calidad y disponibilidad de las aguas. 
- Aires no contaminados. 
- Calidad del suelo. 
- Provisión de alimentos. 
- Uso sostenible de otros recursos naturales renovables. 
- Cambio climático. 
- Salud de los ecosistemas y preservación de la biodiversidad. 
 19 
Como es evidente, encontrar nuevos productos, servicios y tecnologías que se ocupen de los 
temas anteriores, representa para las empresas, grandes oportunidades de la creación de valor 
económico para las mismas. (Rodríguez et al., 2000, p. 3). 
Lograr estos objetivos, implica que las empresas deberán preocuparse además; por el uso de 
energía y materiales renovables, por el uso eficiente de los recursos, por la no producción de 
materiales tóxicos de manera persistente y por tener en cuenta las necesidades y derechos básicos 
tanto de las generaciones actuales como de las futuras.
10
 El caso que se describe más adelante es 
un claro ejemplo de esta situación.Es obvio que las empresas que cumplan con estas directrices, lograrán reducir de manera 
importante sus costos de electricidad, agua, materias primas, etc., como consecuencia de su 
proactividad medioambiental, logrando en todos los casos mejorar su posición competitiva si 
saben gestionar el proceso de forma adecuada y por tanto los factores de orden económico, no 
solo, no se afectarán sino que además podrán verse incrementados. 
Los cambios en la gestión empresarial conducentes al logro del desarrollo sostenible, que se 
permite enunciar al lector, y que las empresas deben someter a consideración, obedecen a la 
reunión que se ha hecho a partir de los aportes e investigaciones de los mismos autores citados 
para dar respuesta a la pregunta ¿Por qué el desarrollo sostenible no ha encontrado el eco 
necesario en la gestión empresarial? 
Estos cambios están relacionados con una nueva gestión empresarial que deberá ocuparse de 
temas como la estrategia, la responsabilidad, la gestión misma y la comunicación. 
Como ha sido tradicional, el concepto de estrategia de toda empresa se halla enmarcado en el 
desarrollo de ventajas competitivas, donde el concepto de lo medioambiental no ha sido un tema 
central de sus planteamientos estratégicos, con lo que se ha dicho hasta ahora, significa entonces 
que el medio ambiente natural debe pasar a ocupar un lugar importante a la hora de establecer las 
estrategias empresariales. Sólo de esta forma las empresas podrán descubrir y aprovechar las 
numerosas oportunidades que conlleva el reto medioambiental, tanto en términos de negocio 
 
10
 Business for Social Responsibility Education Fund, “Moving towards Sustainability” Diciembre de 1998. 
 20 
desde el punto de vista económico, como del desarrollo sostenible y el beneficio social, estrategia 
que garantizará el desarrollo de nuevas ventajas competitivas. 
La responsabilidad del tema del medio ambiente natural en las empresas debe de dejar ser parte 
de lo técnico para convertirse en el compromiso que ha de asumir de forma permanente la 
dirección general de la empresa. 
Si el desarrollo sostenible ha de convertirse en el centro de la elaboración de cualquier estrategia 
empresarial, la gestión de la misma deberá involucrar el compromiso de toda la organización, 
incluyendo además de las áreas técnicas y de producción, las de diseño de producto, finanzas, 
contabilidad, talento humano, marketing, ventas, compras, mantenimiento, etc. 
La comunicación tanto externa como interna de la empresa, no puede seguir considerando la 
comunicación relacionada con temas del orden ambiental como meras relaciones públicas, ésta 
deberá estar orientada a que todos los actores involucrados en un proceso de desarrollo sostenible 
aprendan sobre el tema e interioricen que es la guía que orienta las decisiones estratégicas 
empresariales. 
Con el ánimo de describir de forma práctica lo que significa el poder alcanzar los objetivos del 
orden empresarial, incluso los económicos, bajo la implementación de procesos de desarrollo 
sostenible al interior de las empresas, se enuncia a continuación un caso empresarial que ilustra la 
posición que ha sido motivo de la orientación de este escrito. 
El Caso Interface.
11
 
 
11
 Este caso fue publicado en la revista de la Harvard Business School de Enero 25 del año 2007 por los profesores 
Robert Kaplan y Ricardo Reisen, la intención no ha sido transcribir de manera textual el caso mencionado, sino 
recoger de él, aquellos apartes que reflejan las acciones y resultados obtenidos por la empresa citada, con la 
implementación de un proceso de desarrollo sostenible que pueden dar claridad a las ideas expresadas en este 
documento. 
 
 
 21 
Interface es una empresa norteamericana fabricante de alfombras que cuenta con 24 plantas 
localizadas en seis países. En 1998 contaba con 7.300 empleados y sus ventas superaron los 
1.150 millones de dólares. En 1994, tras leer el libro de Paul Hawken, “The Ecology of 
Commerce”, su presidente y consejero delegado, Ray Anderson, se planteó como objetivo 
fundamental que Interface fuera una empresa orientada bajo políticas de desarrollo sostenible, y 
que con el tiempo, se convirtiera en una empresa regeneradora que contribuyera a mejorar el 
medio ambiente natural. Para conseguir tan ambiciosos objetivos, el programa de desarrollo 
sostenible implementado por Interface contempló los siguientes siete componentes: 
- Cero desechos. Su objetivo consistió en eliminar todo tipo de residuos de sus actividades, 
mediante el rediseño de sus productos y procesos. 
- Emisiones benignas. Como dicen sus directivos, su objetivo es eliminar las emisiones de 
“basura molecular.” 
- Energía renovable. Además de esforzarse por aumentar al máximo su eficiencia energética, 
Interface instaló tecnologías alternativas en sus plantas y contrata con las compañías eléctricas la 
compra de energía renovable. 
- Cerró el ciclo. Interface está rediseñando sus productos y procesos en flujos cíclicos de materias 
en los que los desechos pasan a ser “inputs.” 
- Transporte eficiente de recursos. Mediante cambios en los embalajes, fabricando más cerca del 
cliente y moviendo información en lugar de materia. 
- Aumento de la sostenibilidad. Estableciendo una buena comunicación con sus empleados, 
clientes y proveedores, con las comunidades en las que opera e incluso con sus competidores. 
- Rediseño del comercio. Interface lucha por crear nuevos métodos de aportar valor a sus clientes 
mediante el cambio de sus hábitos de compra y apoyando iniciativas que originen incentivos 
basados en el mercado para el desarrollo de un comercio sostenible. 
Para observar el resultado de la implementación de los siete componentes definidos por Interface 
en sus políticas de desarrollo sostenible, se puede decir que la empresa ha logrado la creación de 
 22 
un nuevo material para sus alfombras conocido como Solenium. Este material está hecho en un 
100% a partir de plástico reciclado (botellas de refrescos, etc.) y es reciclable en un 100%. Las 
alfombras fabricadas con Solenium han conseguido reducir la intensidad en el uso de materiales 
de sus alfombras en más del 85%. Así mismo, Interface no fabrica la alfombra en rollos, sino en 
losetas, lo que conlleva ventajas adicionales. Además, el Solenium no contiene cloro ni otros 
materiales tóxicos, está prácticamente a prueba de manchas, puede lavarse fácilmente con agua y 
es estéticamente superior a los materiales tradicionales. 
Desde el punto de vista económico, la estrategia de desarrollo sostenible implementada por la 
empresa Interface, le ha significado que entre los años de 1994 a 1998, usando la misma cantidad 
de materiales, ha más que duplicado sus ventas al tiempo que sus beneficios se han más que 
triplicado y su número de empleados se ha incrementado en un 73%. 
Conclusiones. 
Abordado el tema del desarrollo sostenible, se ha pretendido dar respuesta a la pregunta ¿Pueden 
las empresas lograr sus cometidos de orden económico con la implementación de procesos de 
desarrollo sostenible, haciendo de la divergencia, que parece les es inherente, un complemento? 
 
Se han dado, con base en aportes e investigaciones de diferentes autores, elementos que permiten 
que la respuesta a la pregunta planteada, sea positiva, incluso se han mencionado pautas que las 
empresas deben asumir a la hora de implementar procesos de desarrollo sostenible, sin embargo, 
seguramente el lector podrá considerar la existencia de muchas otras con igualdad de resultados, 
cuando de esta temática se habla, y por lo tanto se considera que lo expuesto aquí no puede 
representar una verdad absoluta. 
 
Es la intención acercar las empresas a un tema que algunas ven aún con mucho escepticismo, 
logrando un proceso de sensibilización que les permita empezar a considerarla implementación 
de procesos de desarrollo sostenible como parte de su estrategia empresarial con el fin de 
igualmente alcanzar sus objetivos y generar ventajas competitivas que beneficien a todos los 
actores que se han mencionado y se deben tener en cuenta. 
 
 23 
Resaltar la importancia del cambio de la relación que debe darse entre la empresa y la naturaleza, 
dejando de percibir que son las lógicas del mercado quienes conducen a la naturaleza, para 
concluir que es la naturaleza a través de sus lógicas la que debe jalonar los mercados. 
Con respecto a la primera parte de este documento relacionada con el desarrollo sostenible, se 
puede concluir que este planteamiento tiene que conseguir a la vez: 
- Satisfacer las necesidades del presente, fomentando una actividad económica que suministre los 
bienes necesarios a toda la población mundial. 
- Satisfacer a las necesidades del futuro, reduciendo al mínimo los efectos negativos de la 
actividad económica, tanto en el consumo de recursos como en la generación de residuos, de tal 
forma que sean soportables por las próximas generaciones. 
Las Características de un desarrollo sostenible son: 
- Busca la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el sistema ambiental. 
- Asegura que la actividad económica mejore la calidad de vida de todos, no sólo de unos pocos 
selectos. 
- Usa los recursos eficientemente. 
- Promueve el máximo de reciclaje y reutilización. 
- Pone su confianza en el desarrollo e implantación de tecnologías limpias. 
- Restaura los ecosistemas dañados. 
- Promueve la autosuficiencia regional 
- Reconoce la importancia de la naturaleza para el bienestar humano. 
 24 
Para la segunda parte se ha considerado de suma importancia que conseguir la implementación 
por parte de las empresas de procesos de desarrollo sostenible amerita un cambio de mentalidad 
por parte de la dirección empresarial. 
En la mentalidad empresarial de hoy, está firmemente asentada una visión de las relaciones entre 
las empresas y la naturaleza que lleva a pensar que: 
- Las empresas están por fuera de la naturaleza y que no las afectan sus leyes. 
- El éxito empresarial se basa en el control y el dominio de la naturaleza. 
- La tierra tiene una ilimitada cantidad de recursos a disposición de las empresas. 
Estos planteamientos se encuentran firmemente asentados en la capa empresarial formada, 
especialmente en la cultura occidental que, desde hace unos cuatro siglos, ha visto el éxito de una 
forma de pensar técnica y centrada en el dominio de la naturaleza por las organizaciones. 
El punto de vista del desarrollo sostenible pone el énfasis en que las empresas deben plantear sus 
actividades "dentro" de un sistema natural que tiene sus leyes. Deben usar los recursos sin 
trastocar los mecanismos básicos del funcionamiento de la naturaleza. 
Sin embargo, un cambio de mentalidad es lento y difícil, requiere afianzar unos nuevos valores 
empresariales como se ha mencionado. Pero resulta de mucho beneficio iniciar por dar a conocer 
ejemplos de actuaciones sostenibles, promover declaraciones públicas y compromisos políticos y 
desarrollar programas que se propongan fomentar este tipo de desarrollo. 
En este sentido, es muy beneficioso que las empresas que decidan iniciar estos procesos de 
gestión enfocados en el desarrollo sostenible, identifiquen en que nivel se encuentran y cuales 
son las acciones que deben iniciar para lograrlo, a través del análisis que cada una debe hacerse 
con base en lo planteado por el profesor Raufflet en su artículo “Re-maping Corporate 
Environemental Management Paradigms.” Lo cual se resume en la tabla propuesta por el profesor 
citado, denominada: Tres paradigmas en la gerencia ambiental corporativa. Se trataría pues, que 
cada empresa se ubicara dependiendo de su propia reflexión, en el paradigma que considere en la 
actualidad sigue sobre el tema, para luego iniciar las acciones, que bajo un cambio de mentalidad, 
 25 
le permitan pasar de un paradigma a otro hasta llegar a la implementación de procesos de 
desarrollo sostenible que puedan dar cuenta del logro de beneficios en lo económico, lo social y 
lo ambiental. 
A continuación se presenta la tabla referenciada, 
Tres paradigmas en la gerencia ambiental corporativa.
12
 
Paradigmas GAC Incremental Adaptativo Radical 
Marco. ¿Cómo hace la 
empresa para reducir 
su impacto en el 
medio ambiente? 
¿Qué hace la empresa 
para que funcione 
como un sistema? 
¿En que medida la empresa contribuye 
a la evolución de la sociedad hacia más 
o menos indicadores de contaminación 
en la producción y el consumo? 
Procesos. Ajuste. Adaptación y lógica 
de la interdependencia 
en los procesos de 
flujo y energía 
integrados. 
Reformulación de la misión y de las 
competencias según la necesidad de la 
biosfera. 
Desafíos para la 
empresa. 
Ajuste al consumidor 
específico o a los 
grupos de presión 
legales. 
Adoptar el medio de 
producción al 
funcionamiento del 
ecosistema. 
Cuestionamientos actuales sobre la 
producción y el consumo y el papel de 
la empresa en estos modos. 
Represtación del 
medio ambiente 
natural. 
El medio ambiente 
natural como un 
depósito inútil para la 
empresa. 
El medio ambiente 
natural como 
ecosistema. 
El medio ambiente natural como una 
esfera que obra recíprocamente con la 
sociedad. 
Literatura. Sistema de control 
sobre las emisiones 
atmosféricas que 
contaminan. ISO 
14001 
Ecología Industrial. 
Concebir la empresa 
como un sistema 
basado en la 
producción orgánica. 
Sustituir un modo contaminante y 
desigual en la producción y el consumo 
por modos más sanos. 
 
12
 Traducción libre del autor a partir del artículo de RAUFFLET, Emmanuel. “Re-maping Corporate Environemental 
Management Paradigms” Int. Studies of Mgt & Org., 36 (2). 54-72. 2006. 
 
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