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Argentina en los años 70 y su contexto social

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Argentina en los años 70-76 y su contexto social.
La dictadura del general Juan Carlos Onganía había planteado algunos objetivos en 1966: crecimiento económico (con acumulación de capitales y modernización) para la redistribución de los ingresos, a fin de lograr la "paz social". Hacia 1970 era muy obvio el fracaso o Mel incumplimiento de esas metas. Por el contrario, los capitales se habían concentrado en pocas manos y las políticas favorecieron la desnacionalización de las empresas. Tampoco se veía voluntad del gobierno para comenzar una apertura democrática. Si los que lo apoyaron a Onganía pensaron que el peronismo desaparecería de la Argentina, se equivoca- ron: gracias a las políticas desnacionalizantes, no sólo eran peronistas los que ya lo eran como jóvenes o adultos en 1955, sino que nuevas generaciones de militantes se volcaron al peronismo porque vieron la injusticia de la proscripción y contrastaron las políticas sociales de Perón con las de las dictaduras posteriores.
Hubo numerosas acciones concretas de oposición a la dictadura, que habían comenzado en la década anterior. Entre ellas, podemos mencionar:
La disconformidad de los trabajadores contra el accionar de la cúpula sindical y del gobierno se plasmó en la formación de la CGT de los Argentinos (1968, CGT"A"), con líderes combativos. La CGT "A" existió en forma paralela a la CGT porque, aunque sus dirigentes habían ganado las elecciones en la CGT, no fue- ron reconocidos por los sindicalistas participacionistas de la dictadura. Tras el asesinato de los dirigentes cuestionados Augusto Vandor (junio de 1969) y José Alonso (agosto de 1970), la CGT tuvo la conducción de José Ignacio Rucci (hasta septiembre de 1973 en que también fue asesinado). Mientras tanto, la mayoría de los dirigentes de la CGT"A" caían en prisión. El afiche de Ricardo Carpani ilustra el reclamo por su libertad. El conflicto de los estudiantes universitarios en distintos puntos del país (primero en Corrientes y Rosario, luego en Córdoba, La Plata, Tucumán, Mendoza, Buenos Aires, Salta, Santa Fe y Resistencia), que se movilizaron entre otras causas en contra del recorte presupuestario, por la ampliación del cupo de ingreso a la universidad, y contra el quite de subsidios y el consecuente aumento de precio de los comedores estudiantiles.
La dictadura respondió con represión y la muerte de estudiantes, lo que incrementó la indignación popular.
Los estudiantes se unieron al reclamo obrero en Córdoba, y se produjo el Cordobazo, la mayor rebelión civil que le hizo frente a Onganía. La violencia de la represión dejó un saldo de unos 30 muertos, 500 heridos y 300 detenidos, pero logró la renuncia del gobernador de Córdoba y del ministro de Economía Krieger Vasena.
A estas situaciones se añadía una toma de conciencia que se había generado desde distintos sectores sociales y en distintos lugares del mundo sobre la falta de libertad y la injusticia social y económica que imperaban. En Estados Unidos el movimiento pacifista se expresaba contra la guerra de Vietnam, al mismo tiempo, alli donde los afroamericanos sufrían más crudamente la discriminación, la lucha contra la segregación racial tuvo distintos lideres, quienes propiciaban diferentes formas de conquistar los derechos, entre ellos Martin Luther King (1929-1968) у Malcolm X (1925-1965). Ambos líderes fueron asesinados. Eran apoyados por contingentes de jóvenes de diversos estados norteamericanos, y juntos lograron la abolición de leyes segregacionistas. Tarnbién en Estados Unidos, el movimiento hippie se declaró en contra del modelo consumista, y en muchos casos sus integrantes adoptaron el misticismo oriental. En París, en mayo de 1968, se produjo el Mayo francés, que comenzó como una protesta estudiantil por el sistema acrítico de enseñanza y que, con la represión, terminó en una huelga general que mostró su oposición al régimen.
La Primavera de Praga fue el nombre que se le dio a la lucha estudiantil en Checoslovaquia. para la liberación de la dominación soviética en su país, pero fue violentamente reprimida.
La Iglesia y la opción por los pobres
La exhortación para cambiar la orientación de la Iglesia Católica había comenzado con el papa Juan XXIII y el Concilio Ecuménico Vaticano II (1962). En 1967, el papa Paulo VI difunde la encíclica Populorum progressio (Sobre el desarrollo de los pueblos) en la que habla, entre otros topicos, de la lucha contra el hambre, del combate contra la miseria, de la inequidad en las relaciones comerciales por la distorsión creciente en el comercio: "Los pueblos pobres permanecen siempre pobres y los ricos se hacen cada vez más ricos", y de la injusticia del racismo. Retoma sentencias cristianas abandonadas desde hacía mucho tiempo por la Iglesia cuando habla de la propiedad
"Si alguno, tiene bienes de este mundo, y viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios?" 1 Juan, 3,17. [...]
"No es parte de tus bienes "así dice San Ambrosio" lo que tú des al pobre; lo que le das le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el uso de todos, tú te lo apropias. La tierra ha sido dada para todo el mundo y no solamente para los ricos".
Paulo VI explica su cita: "Es decir, que la propiedad privada no constitüye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse en uso exclusivo lo que supera a la propia necesidad, cuando a los demás les falta lo necesario. En una palabra derecho de propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común, según la doctrina tradicional de los Padres de la iglesia y de los grandes teólogos' Si se llegase al conflicto 'entre los derechos privados adquiridos y las exigencias comunitarias primordiales, toca los poderes públicos 'procurar una solución, con la activa participación de las personas y de los grupos sociales En la misma Encíclica condena la violencia revolucionaria porque "engendra nuevas injusticias.
P. Carlos Mugica PERONISMO Y CRISTIANISMO
introduce nuevos desequilibrios y provoca nuevas ruinas No se puede combatir un mal real al precio de un mal mayor. Sin embargo, la justifica como excерción en caso de tiranía evidente y prolongada, que atentase gravemente a los derechos fundamentales de la persona y damnificase peligrosamente el bien común del país".
La acción concreta
En la Iglesia latinoamericana había grandes sectores conservadores. Algunos minoritarios pero con influencias eran "preconciliares" (rechazaba el Concilio Vaticano II y las acciones consecuentes de los papas Juan XXIII y Paulo VI. La mayoría prefería no pronunciarse en contra, pero trataba de dejarlo como letra muerta y criticar lo que hicieran los sectores renovadores.
Parte de los conservadores se mimetizaron con los que adoptaron la modernización, "motivada por una renovación que se dio sobre todo desde el exterior y que fue más diplomática y conciliadora frente a los conflictos".
5 Un buen número de religiosos (consideró que el Concilio Vaticano II y la Encíclica de Pau- lo VI respondían a lo más profundo del pensamiento cristiano y se enrolaron firmemente con la propuesta de "La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio" (tema de la Conferencia de Medellín, Colombia, en 1968) contribuyendo a formar la Teología de la Liberación. Los obispos que preparaban la conferencia emitieron un Manifiesto en el que, ya desde el nombre, fijaban su posicionamiento: del Tercer Mundo. Es decir, ni estaban con el bloque del Primer Mundo, capitalista, liderado por Estados Unidos, ni con el Segundo Mundo, comunista, liderado por la Unión Soviética. El Tercer Mundo engloba a los pueblos de Asia, África y América Latina, sometidos durante siglos a la dominación del Primer Mundo. Ningún obispo argentino firmó el Manifiesto, pero pronto una carta de adhesión al obispo brasileño Hélder Câmara (1909-1999) firmada por tres centenares de sacerdotes (número que se fue ampliando) ocupó ese espacio. De este modo se agruparon y formaron el Movimiento de Sacerdotesdel Tercer Mundo.
El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo
En esta carta de adhesión al Manifiesto de los obispos, los sacerdotes reflexionaban sobre la violencia generada por el hambre, el desamparo, el subdesarrollo, la persecución, la opresión y la ignorancia. Los "curas obreros", que consideraban que tenían que trabajar como cualquier otra persona humilde, no se generaron espontáneamente con el Con- cilio y la Encíclica: ya estaban trabajando, pero muy acotados por las jerarquías eclesiásticas conservadoras. Cuando tuvieron la aprobación desde el Vaticano, pudieron organizarse mejor para ayudar a los desposeidos. Entre otros ejemplos se puede destacar su actuación en el Movimiento Villero, en la organización de ollas populares, de ayunos, en tomas de fábricas y de ingenios azucareros. Frente a la violenta implementación del "Plan de Erradicación de villas de emergencia, el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo presentó una nota a Onganía y protestó negándose a plegarse a las celebraciones navideñas (1968). La preocupación por los temas sociales los insertó en la problemática política. Un porcentaje infimo se sumó a la lucha armada; el debate interno fue si integrarse o no al peronismo; había muchos que adherían al socialisno en clave nacional, popular, latinoamericana. Un grupo numeroso (60 sacerdotes) se reunió con Perón en su regreso de 1972. Se reunieron para la acción conjunta durante las dictaduras de Onganía, Levingston y Lanusse. Durante las 6 presidencias peronistas ya no firmaron documentos grupales, y entre 1974 y 1976 se fueron desgranando por la intensa represión tanto a ellos cono a los fieles laicos que colaboraban con su misión, por la indiferencia de sus jerarquías ante su persecución política, el asesinato de algunos, como el padre Carlos Mugica, y en menor grado, por diferencias internas Hubo obispos como Alberto Devoto, obispo de Goya, y Enrique Angelelli, obispo de La Rioja, que propiciaron la labor de sacerdotes del Tercer Mundo y de laicos en sus diócesis, y con su acción a favor de la organización de los más humiles se granjearon el odio de los poderosos Devoto impulsó las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), el Movimiento de las Ligas Agrarias para las necesidades del campesinado correntino, la Juventud Obrera Católica (JOC), las Vanguardias Obreras Católicas, la Pastoral Rural y a otras organizaciones de base obreras y campesinas. Con la represión, Devoto se dedicó intensamente a recorrer las principales cárceles del país gestionando la libertad de los luchadores de las clases
populares de la región y de los integrantes de movimientos sociales y religiosos [Angelelli promovió la creación de sindicatos para a la concientización de los derechos de los mineros, peones rurales y empleadas domésticas, las cooperativas de producción, la reactivación de latifundios ociosos de la Costa Riojana en manos de Trabajadores Denunció con nombre y apellido a los abusadores y explotadores y los investigó.

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