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City University of New York (CUNY) City University of New York (CUNY) CUNY Academic Works CUNY Academic Works Capstones Craig Newmark Graduate School of Journalism Fall 12-16-2022 Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York Ariana G. Perez-Castells Craig Newmark Graduate School of Journalism How does access to this work benefit you? Let us know! More information about this work at: https://academicworks.cuny.edu/gj_etds/594 Discover additional works at: https://academicworks.cuny.edu This work is made publicly available by the City University of New York (CUNY). 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Estaba en una lavandería en Queens, cuando un conocido que trabajaba en quitar asbestos le contó lo que se podía ganar en la industria. En ese entonces Luz aún no sabía que su nuevo trabajo le haría cuidar de su ropa sucia de otra manera. Mas adelante, al llegar a casa, guardaría la ropa en una bolsa para que las partículas de asbestos que pudiese haber traído del trabajo, no contaminaran su casa. Al final del trabajo, después de una semana, 15 días, o lo que durase, llevaría esa bolsa a la lavandería para lavar sus bluyines y camisetas y ponérselas otra vez para ir a trabajar. Pero todo eso llegaría luego. En ese entonces, en el año 2000, Luz, originalmente de Colombia, tenía 43 años y trabajaba mucho, pero ningún trabajo le pagaba como ella quería. Se interesó por la oportunidad en la industria del asbestos porque podía ganar mucho mas de lo que estaba ganando—alrededor de unos $38.5 la hora, hoy en día, unos $3 por encima de la media en la area de Nueva York, y New Jersey. No solo era una situación económica mejor—“mejor, no, guau, grandísima la vi para mi”, recuerda Luz. Se apuntó a los cursos necesarios para obtener la licencia y en el 2000, empezó su carrera en la limpieza de asbestos limpiando un tejado. El asbestos es un grupo de minerales, que se encuentra en la naturaleza, y se explotó y usó comercialmente en Estados Unidos desde finales de los años 1800s. Es un material relativamente barato y versátil, reconocido por sus características de aislante y de incombustible. Se ha usado en varias industrias, desde los automóviles hasta la construcción de casas. Pero, progresivamente se descubrió el peligro que representa el asbestos para la salud y en los años 1970 se redujo su uso en muchas industrias. Hoy en día, se sabe qué inhalar asbestos puede resultar en enfermedades letales. En la historia del asbestos, nos encontramos ahora en el momento de su retirada, sacándolo de las ciudades en las que representó un momento de progreso. El asbestos que no está expuesto, no representa un peligro. Es al renovar casas y tirar paredes que aparece el peligro, ya que la liberación de partículas del material en el aire son susceptibles de ser inhaladas. El trabajo de limpieza es necesario para impedir que las personas se expongan al material y evitar problemas de salud. Unos 44,000 trabajadores de recogida de materiales peligrosos existen en todo el país, que tratan con plomo, asbestos, mohos, y desechos radioactivos. Son los que poco a poco limpian ciudades enteras. En el estado de Nueva York, se empezó la limpieza de asbestos en año 1987, según el Departamento de Trabajo. Luz recuerda sus primeras impresiones cuando se unió a la industria en el 2000. Ir a sacar asbestos “era como ir a la luna”, explica. Para ir a trabajar, sé tenía que vestir con mascarilla industrial y una traje de cuerpo entero, como si fuera una astronauta. “Cuando una va para la luna, se tiene que vestir de una forma que es diferente a todas—así era el asbestos,” recuerda. Luz se jubiló de la industria en el 2017, tras un accidente de trabajo: se cayó de una escalera, se fracturó un hombro y se lesionó la cadera. Hoy en día, recuerda sus andanzas en la industria. Reflexiona sobre las exigencias físicas del trabajo, y cómo los trabajadores ponen en peligro su salud cada día por su paga. No se sabe bien cuánto asbestos queda por quitar, y cuánto durará la industria de retirada. Tampoco se ha prohibido el uso del material del todo en Estados Unidos, aunque han habido intentos a través de los años. Estas dos cosas podrían cambiar próximamente. https://www.bls.gov/regions/new-york-new-jersey/news-release/occupationalemploymentandwages_newyork.htm https://www.bls.gov/oes/current/oes474041.htm#(1) Una nueva propuesta de reglamento que anunció la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) en abril 2022, y un proyecto de ley que se introdujo en el senado en mayo, podrían de una vez por todas prohibir el último tipo de asbestos que se continúa importando y usando hoy en día, el asbestos crisotilo tambien conocido como amianto blanco. Por otra parte, un nuevo estudio que llevara a cabo la EPA sobre el asbestos que se encuentra aún en los edificios, nos podría dar una mejor idea de lo que le queda por delante en la industria de retirada del material. Luz en un parque de Queens, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells Como llegó el asbestos a casa Mis padres cuentan que cuando compraron la casa en la que creci en Boston en 1995, el propietario les dio un descuento porque había que cambiar la caldera. En el sótano, la caldera estaba recubierta de un aislante hecho a base de asbestos. Vinieron unos trabajadores vestidos con trajes de cuerpo entero en 1996 a sacar la caldera y poner una nueva. Esta es la manera en la cual muchas personas hoy en día llegan a tener una relación con el asbestos—cuando se https://www.regulations.gov/docket/EPA-HQ-OPPT-2021-0057/comments https://www.epa.gov/newsreleases/epa-proposes-ban-ongoing-uses-asbestos-taking-historic-step-protect-people-cancer-risk hace una renovación en un edificio o una casa. Pero el asbestos en un momento de la historia de este país estuvo en todas partes de nuestras vidas. Se empezó a extraer en Estados Unidos a finales del siglo 19, y en el auge de la industria, el asbestos se usaba como aislante de tuberías, en cerámicas para los techos o suelos, y en otras áreas de servicios dentro de los edificios. Materiales con asbestos invadieron las ciudades: se utilizo en nuevos edificios, y para renovaciones que se efectuaron en casas, colegios, hospitales, teatros y edificios del gobierno. Se usó asbestos a través de diversas industrias: para crear nieve falsa que adornaba las casas en navidad, y en las producciones cinematográficas de “El Mago de Oz” de 1939, y “Citizen Kane” de 1941. Se tejió asbestos en textiles para guantes de cocina y cortinas de teatro a prueba de fuego para aumentar la seguridad del publico en caso de un incendio. Se uso de aislante en electrodomésticos como tostadoras y secadores de pelo.1973 fue el año en que se consumió más asbestos en Estados Unidos—unas 803,000 toneladas—estimado por el Centro Nacional de Información Mineral (National Minerals Information Center, en inglés). Eso se compara a un consumo de alrededor de 500 toneladas por año desde 2017. Pronto, el boom de la industria se enfrentó a una realidad inconveniente. En 1907 se documentó en Inglaterra la primera muerte relacionadacon el asbestos de un trabajador de una fabrica de textiles, causada por fibrosis pulmonar. Gracias a los estudios que se llevaron a cabo por expertos, durante los años 1970 se entendió mejor los peligros del asbestos y su uso disminuyó en muchas industrias, a través de regulaciones. En el 2002, se cerró la ultima mina de asbestos de Estados Unidos en California, y no más tarde del año 2015, se dejó de usar el material por completo en la industria de construcción en el país, estima el Centro Nacional de Información Mineral. Pero aún no se ha prohibido el uso de asbestos del todo en Estados Unidos, como se ha hecho en más de 50 países a través del mundo, como en Islandia, Chile o la Union Europea entera. El caso particular de Estados Unidos es diferente porque la EPA se enfrenta a una fuerte industria comercial que ha batallado para que no se deje de usar asbestos. La nueva propuesta de reglamento que anunció la EPA en abril 2022 podría prohibir el ultimo tipo de asbestos que se continúa importando y usando hoy en día—el asbesto crisotilo. Su mayor uso es en la industria cloroalcalina para producir cloro. Los que se oponen, argumentan que el nuevo reglamento podría poner en riesgo el suministro de agua y las industrias de energía verde que dependen del cloro, ya que se adoptaría la regla muy apresuradamente. La versatilidad y el precio bajo del asbestos lo hacen un material muy valioso para las industrias comerciales. Un informe de 1996 del Centro Nacional de Información Mineral, que menciona materiales alternativos al asbestos, concluye que “no hay ningun solo sustituto tan versátil y económico como el asbestos.” Sin embargo, el centro estima que solo un tercio de la produccion del cloro en el pais depende del asbestos—existen otras maneras de producirlo. https://www.regulations.gov/docket/EPA-HQ-OPPT-2021-0057/comments https://www.epa.gov/newsreleases/epa-proposes-ban-ongoing-uses-asbestos-taking-historic-step-protect-people-cancer-risk https://drive.google.com/file/d/1Gt5eHubYTJq6dX4sPaEoBY-T_NOzDZZL/view?usp=sharing Linda Reinstein, co-fundadora de la Organización de Concienciación de Enfermedades Generadas por el Asbestos (ADAO por sus siglas en inglés), no cree que el nuevo reglamento de la EPA vaya lo suficientemente lejos. Ha liderado un proyecto de ley que se introdujo en el senado en el verano 2022, que lleva el nombre de su marido que falleció por exposición a asbestos. Reinstein reconoce el paso importante que esta dando la EPA con esta propuesta de reglamento, pero a la vez le preocupa que se pueda anular en un tribunal. No seria la primera vez que sucediera esto a un nuevo reglamento de la EPA que intenta prohibir el asbestos. En 1976 se adoptó el acta de control de substancias toxicas (TSCA por sus siglas en ingles), que la EPA administra y le permite limitar o prohibir substancias peligrosas. Diez años mas tarde, en 1986, se adoptó el acta de respuesta de emergencia de asbestos, como una provisión de la TSCA, que requiere que los colegios hagan inspecciones de asbestos y creen planes de recogida. En 1989, la EPA tomó un paso histórico y emitió un reglamento que prohibía la mayoría del uso de asbestos en el país, pero el plan nunca se pudo completar. En 1991, la decisión de un tribunal anuló gran parte de la prohibición, citando que la EPA no había hecho lo suficiente para buscar otras regulaciones alternativas antes de intentar prohibir el material de forma definitiva. Las partes del reglamento que se mantuvieron fueron la prohibición de cualquier nueva utilización de asbestos, la importación de productos que contienen asbestos, y el uso de asbestos en ropa, tejados, ceramicas y unos otros materiales de construcción. https://www.congress.gov/bill/117th-congress/senate-bill/4244/actions https://www.govinfo.gov/content/pkg/STATUTE-90/pdf/STATUTE-90-Pg2003.pdf https://www.govinfo.gov/content/pkg/USCODE-2011-title15/pdf/USCODE-2011-title15-chap53-subchapII.pdf “Cuando es cuestión de regulación o legislación, es muy importante seguir lo que funciona.” dice Reinstein. “La legislación es más probable que no acabe siendo litigada en tribunales por [las industrias a] las que afecta….Esa es una razón por la cual la legislación es más efectiva, especialmente en esta area del asbestos” La limpieza de asbestos Carteles de aviso en una obra de retirada de asbestos en Manhattan, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells Un día de septiembre este pasado otoño, llegué a una obra de recogida de asbestos en un edificio de una veintena de pisos en midtown Manhattan. El edificio estaba en proceso de ser demolido para construir otro casi el doble de alto. Antes de la demolicion, había que quitar el asbestos presente en los materiales de aislante, calafateo, y cerámicas de piso, entre otros materiales. Desde fuera, el edificio estaba repleto de andamios, y recubierto de una malla negra. Una verja metálica separaba la calle de lo que quedaba de la estructura del edificio. Al entrar a la obra, se ven inmediatamente carteles con letras en mayúscula indicando “PELIGRO. ASBESTOS puede causar cancer, causa daño a los pulmones.” Cerca de esta puerta de entrada donde entran y salen camiones y personas, hay una area cerrada al costado izquierdo donde se guardan las bolsas de asbestos selladas que esperan ser recogidas. Las bolsas tienen una forma rectangular, y un celo grueso en las esquinas para sellarlas. La habitación está llena de estas bolsas. Luego, Luz me contará que las bolsas que estoy viendo en realidad son bolsas metidas dentro de otras bolsas, para que el asbestos no se pueda escapar. Unos pisos más arriba, está el área de trabajo que se ha acomodado con todas las precauciones necesarias para quitar asbestos de esta planta del edificio. El asbestos se extrae en una cámara cerrada: se crea un espacio aislado dentro de un edificio, cerrándolo con unas cortinas de plástico. Primero se crea el perímetro del area y una vez contenido, se empieza el trabajo. No puedo entrar al area de trabajo de asbestos, por precauciones, pero luego, por teléfono, Luz me explica cómo se quita el asbestos desde su casa en Queens. Me dice que siempre se tiene que ir mojando el asbestos, ya que las fibras de asbestos se pueden quedar suspendidas flotando en el aire—lo que las hace más susceptible a ser inhaladas. El agua ayuda a que caiga el material al suelo. Se quita el asbestos con las manos, con palas, con cortadoras eléctricas, recuerda Luz. Depende mucho de cómo esta el material encajado, alrededor de una tubería o en una cerámica pegada. Los trabajadores de removida de asbestos, trabajan juntos para rellenar las bolsas. Uno abre la bolsa, otro la va rellenando de material, mientras otro tal vez esta mojando el area, dice Luz. Al final, se pasa una aspiradora especial, para dejar el espacio bien limpio, sin rastro de asbestos. Una vez rellenas, las bolsas se sellan y se bajan al primer piso del edificio, donde esperan en el área apartada hasta que llegue el camión de recogida. En diciembre de 2021, el estado de Nueva York tenía 25 vertederos que recibian materiales distintos, desde cadáveres de animales, a madera, desechos de jardín, y escombros de construcción y demolición. 21 de estos 25 vertederos reciben asbestos, y todos ellos tienen una fecha proyectada de cierre, cuando el vertedero se considerara lleno. El asbestos retirado ese día de septiembre, se llevaría a uno de estos vertederos dentro del estado, o tal vez a un vertedero en otro estado, que reciba materiales de fuera. Algunas compañías están liderando alternativas a los vertederos, desarrollando maneras innovadoras de transformar el asbestos, reciclandolo con un proceso de reciclaje termal, en el cual se calienta el asbestos para cambiar su estructura. Sin embargo, estas tecnicas aun no se han adoptado de manera amplia. https://www.dec.ny.gov/docs/materials_minerals_pdf/listmswlandfill.pdf Un monitor de aire afuera del area de trabajo, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells Cuando se acaba la retirada de asbestos, empieza la limpieza de uno mismo,de su cuerpo, para que los trabajadores no salgan de la obra con asbestos en la ropa, que no la lleven en el tranporte publico, y a sus casas. Cada area de limpieza de asbestos contiene por reglamento, duchas que conectan por un pasillo el área encerrada de la recogida, del mundo externo limpio, a través de un sistema de túnel con cortinas de plástico. Para salir del área contaminada, un trabajador entra en una primera cámara del túnel, donde se quita todo el equipo que lleva puesto, desde su mascarilla, al traje de cuerpo entero, y cualquiera ropa que lleve debajo de eso. De allí, pasa por una cortina a una segunda cámara del pasillo en la cual se ducha con agua y jabón. Una vez limpio, entra en la ultima cámara del túnel donde se viste con ropa de calle. Así salen del sistema de duchas los trabajadores, uno por uno, y se sientan a comer su almuerzo en una mesa. Luz recuerda que el proceso puede tardar unos diez minutos, y que uno se siente apurado por pasar por las duchas de manera rápida, para no perder tiempo. “Tiene que ser muy rápido porque ellos suman el dinero que están gastando,” explica Luz de los contratistas. Es un trabajo en el cual uno siento mucha presión, recuerda. Cámara del túnel de duchas en el cual los trabajadores se visten con ropa de calle, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells A pocos metros de las duchas, una docena de trabajadores se sienta a tomar su almuerzo, con un supervisor mirándolos. Entre los trabajadores hay hombres y mujeres, y muchos parecen ser hispanos. Cuando se entera un trabajador de que soy periodista, pregunta en voz alta “Te vas a poner un traje y venir a trabajar con nosotros?” Desvió la conversación, pero en realidad para ser un trabajador de recogida de asbestos, uno tiene que ser certificado por el estado y la ciudad para trabajar con este material peligroso. Estos trabajadores han tenido que tomar cursos en centros acreditados por el Departamento de Salud del estado, y recibir una certificación de especialización en retirada de asbestos por el Departamento de Trabajo y el Departamento de Protección Ambiental del estado. Una vez certificados por el estado, postulan para un certificado de la ciudad otorgado por el Departamento de Protección Ambiental. Los carteles que avisan del peligro del asbestos están en todas partes, visibles mientras comen los trabajadores. Me cambio la mascarilla de covid-19 quirúrgica por una N-94 más potente que llevo en la mochila. Tal vez no debería estar aquí, pienso, exponiéndome de esta manera. Estos trabajadores ganan $58 la hora en bruto, pero el trabajador normalmente ve en neto $38.55. Esto se considera buena paga se supone, explica Luz, ya que muchos no tienen estudios universitarios. Pero el esfuerzo fisico tiene un coste para el cuerpo, y mas adelante en sus vidas, podrían desarrollar enfermedades ligadas a este trabajo. “Tiene dos caras ese trabajo.” dice Luz. “Se ve bien pagado porque muchas veces dicen, ‘estos son gente que no han estudiado y ganan más que un profesional’….pero para mí no es un trabajo bien pagado porque los riesgos son…uno sabe a lo que va. Es bien peligroso. ” Tal vez me estoy envenenando, pienso. Empiezo a sentir pánico. Me despido rápidamente, con una excusa falsa, y bajo corriendo las escaleras a la calle. El sindicato de asbestos: Local 78 En 1992, el Departamento de Protección Ambiental de la ciudad de Nueva York llevó a cabo un estudio para medir el riesgo de exposición de los ciudadanos al asbestos. Se estudiaron 886 edificios de la ciudad, y se encontró que un 68% de los edificios tenían materiales que contenian asbestos, y la mitad de ese asbestos estaba presente en las areas de servicios de los edificios. Hoy en día, no se sabe cuánto asbestos queda por recoger y cuánto tiempo durara el trabajo, explica Joel Burgos, Tesorero Secretario de la Local 78, desde su oficina en Queens. En 1996, se formo la LIUNA Local 78, el sindicato de recogida de asbestos, plomo y residuos peligrosos, en Nueva York. Solo habían pasado nueve años desde 1987, cuando se empezó a quitar asbestos en el estado. Burgos, originalmente de Ecuador, es un hombre alto y de hombros anchos, con una cara redonda y amable. Lleva trabajando en la industria de la construcción desde los 18 años, cuando se metió gracias a su suegro. Se presentó como candidato a las elecciones del sindicato en el 2018 a los 31 años porque muchos años seguidos el sindicato anunció que no habría https://www.local78.org/our-union/ incremento de sueldo. Desde que pertenece al cuerpo gobernante del sindicato gana mejor sueldo, y aboga por los trabajadores para que tengan buenas condiciones de trabajo. Hoy en día el sindicato tiene 3,500 trabajadores, entre ellos unas 500 mujeres mayoritariamente inmigrantes. Luz fue una de ellas. A nivel nacional, los trabajadores de limpieza de asbestos, plomo y otros desechos peligrosos, tenían un sueldo medio anual de $46,000, según data de mayo 2021, del bureau de trabajo. Los carteros, que se exponen a temporales y accidentes, ganan un poco más, con un salario anual de $51,000. Utensilios de trabajo de Luz, 2022. Foto: Luz Duche Resulta imposible saber con certeza cuántos edificios en la ciudad de Nueva York aún contienen asbestos porque el material se usó de maneras distintas en los edificios, explica Burgos. “El volumen es algo que no sabemos. Es como preguntar, cuánto cemento hay en un edificio…no se puede calcular,” dice. Un nuevo estudio que llevara a cabo la EPA sobre el asbestos aún presente en los edificios, nos podría dar una mejor idea de lo que le queda por delante a esta industria de retirada. No ha sido fácil confirmar que este estudio se llevara a cabo—representa años de legislación, esfuerzos de activistas, y avances de la EPA. En 2016 se adopto la acta de seguridad de químicos de Frank https://www.bls.gov/ooh/construction-and-extraction/hazardous-materials-removal-workers.htm https://www.bls.gov/ooh/construction-and-extraction/hazardous-materials-removal-workers.htm https://www.congress.gov/bill/114th-congress/house-bill/2576 R. Lautenberg, que provee enmiendas a la TSCA, y entre otras cosas requiere que la EPA haga un estudio de riesgo de compuestos químicos. Entre los primeros diez compuestos químicos que la EPA anunció que estudiaría, estaba el asbestos. En diciembre de 2020, la EPA publico su estudio sobre los usos actuales de asbestos—específicamente el asbestos crisotilo. Algunas organizaciones sin ánimo de lucro, entre ellas la ADAO de Reinstein, dijeron que eso no era suficiente. Llevaron a la EPA a los tribunales para que se viese obligada a estudiar todo el asbestos dejado por las industrias que ya no existen—lo que se nombra ‘asbestos de legado’. La EPA tiene hasta diciembre 2024 para producir un informe sobre el estado de ‘asbestos de legado’. Sera la primera vez desde 1984 que se ha podido tener constancia del estado del asbestos en el país, cuando se estudió asbestos en colegios y edificios públicos, pero no se incluyeron las casas. El nuevo estudio que utilizará formulas y modelos para estimar cuanto asbestos hay en edificios, sera histórico en que esta vez si se incluirán casas privadas también. Próximamente podremos saber más sobre donde aún existe asbestos, una información que hoy en día queda por conocer. “Tenemos que saber dónde esta el asbestos dentro de nuestro entorno construido para prevenir ser expuestos,” dice Reinstein, que lleva años abogando por el derecho a saber dónde se encuentra el asbestos en nuestras vidas. Cascos de trabajadores de asbestos en una obra de manhattan, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells Las enfermedades ligadas al asbestos https://www.congress.gov/bill/114th-congress/house-bill/2576 https://www.epa.gov/sites/default/files/2020-12/documents/1_risk_evaluation_for_asbestos_part_1_chrysotile_asbestos.pdf Hace ya más de treinta años, en 1989, cuando la EPA emitió su regla para prohibir asbestos, se conocían bien los efectos dañinos que el asbestos podia tener sobre la salud. “Estudios han demostrado que el asbestoses un un material altamente carcinógeno, y que puede inducir efectos severos en la salud después de incluso una exposicion corta y de alto nivel o una exposicion más a largo plazo, de nivel bajo,” lee la regla. Sabemos que las personas expuestas a asbestos pueden desarrollar enfermedades letales como cáncer de pulmón, mesotelioma (un cancer que puede afectar el pulmón, pecho y abdomen), y asbestosis (una condición crónica que afecta los pulmones en la cual uno puede tener dificultad para respirar), entre otras enfermedades. En 1907 se documentó en Inglaterra la primera muerte relacionada a asbestos de un trabajador de una fábrica de textiles, causada por fibrosis pulmonar. Luego, otros estudios confirmaron que los que trabajaban procesando asbestos en fábricas no solo se podian enfermar ellos, sino que podían exponer a sus familias al material, a través del asbestos que llevaban a casa en su ropa. Mujeres que se pasaron años limpiando la ropa de sus maridos que tenia partículas de asbestos, podian enfermarse también. Hoy en día, hay regulaciones para protejer a trabajadores que tratan con asbestos, pero las enfermedades relacionadas al asbestos no son cosa del pasado. En octubre, ProPublica destacó la historia de trabajadores de una compañía que produce cloro en el estado de Nueva York, que usan asbestos en el proceso. La compañía cerró la planta en 2021, y los trabajadores pudieron por fin relatar las condiciones peligrosas que ocurrian cuando trataban con el asbestos. Algunos trabajadores que no estaban llevando a cabo trabajo con asbestos, entraban al edificio sin protección ya que perdían tiempo vistiéndose con los trajes necesarios o hacia calor, y luego se llevaban rastros de asbestos en su ropa. Los entrevistados recordaban colegas y familiares de una generacion mayor que habian trabajado en la compañía y se habian muerto de enfermedades generadas por el asbestos. En septiembre The New Yorker contó la historia de mujeres a las que se les vendió talco como un material seguro sin asbestos, y que hoy en día están litigando contra la compañía Johnson & Johnson después de haber desarrollado cáncer de ovario. La Associated Press informó en noviembre, que la familia de una mujer en Saint Louis, Missouri, había ganado un pleito de 6 millones de dólares por su muerte, que alegan estaba ligada a la exposición de asbestos en los frenos de coches de la fábrica Ford, donde trabajaba la mujer. Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (the National Institute for Occupational Safety and Health, o NIOSH por sus siglas en inglés), no existe ninguna red de monitoreo de enfermedades desarolladas en el trabajo relacionadas a asbestos en Estados Unidos y por lo tanto no se sabe a nivel nacional cuantos trabajadores de asbestos actualmente han desarrollado enfermedades. Según Reinstein, “40,000 personas en Estados Unidos mueren cada año de enfermedades prevenibles causadas por asbestos, mientras que la importación y el uso [de asbestos] continúa.” Resintein explica que esta estimación viene de una base de datos que ha creado el Instituto de Metricas y Evaluacion de Salud (The Institute for Health Metrics and Evaluation, o IHME por sus siglas en inglés) en la escuela de medicina de la Universidad de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4240834/#CR1 https://www.propublica.org/article/asbestos-poisoning-chemical-plant-niagara-falls https://www.newyorker.com/magazine/2022/09/19/johnson-johnson-and-a-new-war-on-consumer-protection https://www.newyorker.com/magazine/2022/09/19/johnson-johnson-and-a-new-war-on-consumer-protection https://apnews.com/article/health-lawsuits-business-missouri-springfield-dbfcf61e477a230c49e77177576cb35e https://www.healthdata.org/about Washington. El Instituto ha estudiado la exposición ocupacional, por lo cual, estas 40,000 personas representan trabajadores que han sido expuestos en sus trabajos en algún momento de sus vidas. Algunas enfermedades ligadas al asbestos tardan años en desarrollarse. Un estudio concluyó que pacientes podrían desarrollar mesotelioma entre 13 y 70 años después de haber sido expuestos. Se ha estudiado como el asbestos afecta a los trabajadores que minaron o manufacturaron el asbestos a lo largo de la historia, pero sabemos poco sobre cómo el asbestos afecta a los trabajadores de limpieza de asbestos, como a Luz. Una carta al editor publicada en el Diario Internacional de Medicina Ocupacional y Salud Ambiental en el 2011 (International Journal of Occupational Medicine and Environmental Health, en inglés), argumenta que los trabajadores de limpieza de asbestos no están expuestos de la misma manera al asbestos como otros trabajadores que tratan con asbestos. La carta cita un estudio que se llevó a cabo en Polonia, en el cual se revela que los trabajadores de limpieza de asbestos tienen un nivel de exposición bajo, y que por lo tanto “este nivel de exposición resultará en una proporción desdeñable de enfermedades relacionadas al asbestos.” Sin embargo, la carta también da constancia de lo poco que se ha estudiado este grupo de trabajadores de limpieza de asbestos. Destaca que muchos estudios usan a los trabajadores de asbestos de otros oficios para hablar de los problemas medicos a los que se pueden enfrentar los trabajadores de limpieza de asbestos—algo erróneo y confuso, declaran los autores. Los trabajadores de limpieza de asbestos son los que ciertamente están más informados sobre los peligros de asbestos, ya que tienen que someterse a una formación para poder trabajar en la industria. Cada cierto tiempo, también toman cursos de capacitación para estar al tanto de novedades. Esto no era el caso de los trabajadores en las minas cuando se empezó a minar el material, o de los que trabajaban en las fábricas al principio, cuando se desconocía el peligro. Luz recuerda que en sus cursos de capacitación le explicaban como el asbestos afecta el cuerpo. “El asbestos llega a los pulmones como si fueran alfileres, punticas de alfileres, de a uno, de a uno, de a uno, hasta qué se van llenando, se van acumulando a lo largo del tiempo,” dice. El sindicato no tiene una base de datos de los trabajadores que se enferman. Tampoco es fácil saber quién acaba enfermándose ya que existe mucho estigma alrededor del tema. Burgos explica que algunos en la industria creen que enfermarse es un fallo personal en vez del resultado lógico de ser expuesto continuamente a un material peligroso durante años. “Tenemos muchos casos de personas que dicen de la noche a la mañana, “me voy a retirar y me voy a Ecuador”,” dice Burgos. “Regresan a su país y poco tiempo después nos enteramos de que tal vez esa persona falleció, de qué tal vez esa persona esta enferma, en una situación difícil. Eso es lo que nos lleva a pensar que nadie quiere compartir esa información.” https://drive.google.com/file/d/1Ur-HSARaaSg-YB4L033o0gyX94DDfSdr/view?usp=sharing https://drive.google.com/file/d/1RmNW265BlFSaePAGt_Qgmr-4U1-OhT0D/view?usp=sharing https://drive.google.com/file/d/18_KPQjsl1XY4kxRSmebE1A6zht4cSACY/view?usp=sharing https://drive.google.com/file/d/18_KPQjsl1XY4kxRSmebE1A6zht4cSACY/view?usp=sharing Misa de los heridos y fallecidos Cada año, Luz asiste a un misa que se imparte en la iglesia de San Patricio para conmemorar a los trabajadores de la construcción que se han herido o han muerto. “Es algo difícil, pero lo hago mucho por estar apoyando a mi sindicato que con mucho cariño tiene esa costumbre, ese buen gesto de acordarse de los que se van,” dice Luz. El pasado 28 de abril de 2022, a las 3:15pm las escaleras delante de la catedral ya estaban llenas de trabajadores con sus cascos de trabajo, cada uno distinto y decorado con una colección de pegatinas que se han ido acumulando. La mayoría de las personas allí ese día eran hombres, pero un grupo pequeño de mujeres estaba sentado esperando poder entrar a la misa que empezaría a las 4:00pm. No son las mujeres de los fallecidos, o las novias de los que trabajan en la construcción. Son las mujeres de la local78 que trabajan en recoger asbestos. Luz les acompañaba ese día, aunque ella esta jubilada. Luz con otras compañeras de la local 78 esperando afuera de la catedral de San Patricio el pasado 28 de abril, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells Al abrirse las puertas principales de la iglesia, entran los trabajadores por el pasillo central, acompañados del padre Brian Jordan, quien también lleva un casco de construcción. El padre es el capellán de los sindicatos de construcción de Nueva York, y lleva años entregado a esta industria. Una vez dentro de la catedral, Luz y sus compañeras se acomodan en un banco juntas. La misa empieza con el padre Jordan pidiéndoles a los trabajadores que se quiten los cascos protectores que llevan. Procede la misa en ingles, de vez en cuando con intervenciones en español del padre. “Esta es una industria maravillosa. Rezamos hoy en día por [los trabajadores]…les agradecemos la dignidad del trabajo humano que hacen. Amen.” dice el padre. El trabajo es duro, y las consecuencias son peligrosas. Un hombre en la catedral, pasa por delante del banco donde está Luz, con un gancho en vez de una mano. Otro congregante toma el micrófono. “Recemos por los que han adquirido enfermedades debilitantes de oficio, en el área de trabajo. Que la misericordia de Dios les dé consuelo”, dice. “Te rogamos señor, que oigas nuestra oración” responde la congregación. La misa es un recordatorio de las consecuencias reales y cercanas que pueden vivir los trabajadores. Luz tiene a compañeros que se han enfermado y se han muerto, pero no sabe bien si ha sido por consecuencia del asbestos. Existe aún un estigma de hablar de eso. “Las personas hispanas somos muy de taboos, todo lo ocultamos…nosotros venimos de una cultura así,” dice Luz. Se paga caro el trabajo, aunque uno no desarrolle una enfermedad ligada al asbestos. Luz tiene problemas de artritis en la columna, como muchos de sus compañeros, dice. También por su accidente tiene problemas en la cadera, y cojea levemente al andar. “Fisicamente es un trabajo que cuando uno termina ya con la edad, cuando uno cumple cierta edad, ya va mal del artritis, de la espalda, de hacer fuerza…es un precio que se paga muy caro,” explica Luz. Trabajadores de la construcción entran a la catedral de San Patricio, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells Recuerdo lo que me comentó Luz cuando hablamos una tarde por teléfono. Este trabajo supuestamente esta bien pagado porque muchos no tienen estudios de universidad, me dijo. En nuestra sociedad, hemos aceptado que no tener una educación formal le destina a uno a trabajar con su cuerpo, a entregarle su cuerpo al oficio. La pandemia nos reveló que los trabajadores esenciales, muchas veces son a la vez, los menos remunerados por sus esfuerzos, los que se arriesgan más y no pueden trabajar desde sus casas. La próxima vez que se encuentren en Manhattan, rodeados de rascacielos, miren para arriba. Miren los rascacielos, qué se hicieron con la educación, e inteligencia de los ingenieros y los arquitectos que estudiaron años para dibujar y construirlos. Pero antes de eso, para tumbar lo que había allí antes, para remodelar el edificio, para seguir construyendo la ciudad, se tuvo que limpiar el asbestos. Y eso se hizo con las manos tal vez de unas mujeres, o de unos inmigrantes. Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York Perez-Castells, Capstone_12152022