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Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York

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City University of New York (CUNY) City University of New York (CUNY) 
CUNY Academic Works CUNY Academic Works 
Capstones Craig Newmark Graduate School of Journalism 
Fall 12-16-2022 
Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York 
Ariana G. Perez-Castells 
Craig Newmark Graduate School of Journalism 
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Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York
El trabajo de sacar el material tóxico de edificios continúa años después de que se dejó de
construir con asbestos. No se sabe bien cuánto asbestos queda por limpiar y tampoco se ha
prohibido del todo el material. Estas dos cosas podrían cambiar próximamente.
Por Ariana Perez-Castells
15 de diciembre de 2022
Panorámica de la ciudad de Nueva York, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells
Queens, Nueva York — Luz Duche trabajaba limpiando casas y en una fábrica de vidrios
cuando se enteró de que podía ganar más dinero quitando asbestos de las construcciones.
Estaba en una lavandería en Queens, cuando un conocido que trabajaba en quitar asbestos le
contó lo que se podía ganar en la industria. En ese entonces Luz aún no sabía que su nuevo
trabajo le haría cuidar de su ropa sucia de otra manera. Mas adelante, al llegar a casa,
guardaría la ropa en una bolsa para que las partículas de asbestos que pudiese haber traído del
trabajo, no contaminaran su casa. Al final del trabajo, después de una semana, 15 días, o lo que
durase, llevaría esa bolsa a la lavandería para lavar sus bluyines y camisetas y ponérselas otra
vez para ir a trabajar. Pero todo eso llegaría luego.
En ese entonces, en el año 2000, Luz, originalmente de Colombia, tenía 43 años y trabajaba
mucho, pero ningún trabajo le pagaba como ella quería. Se interesó por la oportunidad en la
industria del asbestos porque podía ganar mucho mas de lo que estaba ganando—alrededor de
unos $38.5 la hora, hoy en día, unos $3 por encima de la media en la area de Nueva York, y
New Jersey. No solo era una situación económica mejor—“mejor, no, guau, grandísima la vi para
mi”, recuerda Luz. Se apuntó a los cursos necesarios para obtener la licencia y en el 2000,
empezó su carrera en la limpieza de asbestos limpiando un tejado.
El asbestos es un grupo de minerales, que se encuentra en la naturaleza, y se explotó y usó
comercialmente en Estados Unidos desde finales de los años 1800s. Es un material
relativamente barato y versátil, reconocido por sus características de aislante y de
incombustible. Se ha usado en varias industrias, desde los automóviles hasta la construcción de
casas. Pero, progresivamente se descubrió el peligro que representa el asbestos para la salud y
en los años 1970 se redujo su uso en muchas industrias. Hoy en día, se sabe qué inhalar
asbestos puede resultar en enfermedades letales.
En la historia del asbestos, nos encontramos ahora en el momento de su retirada, sacándolo de
las ciudades en las que representó un momento de progreso. El asbestos que no está expuesto,
no representa un peligro. Es al renovar casas y tirar paredes que aparece el peligro, ya que la
liberación de partículas del material en el aire son susceptibles de ser inhaladas. El trabajo de
limpieza es necesario para impedir que las personas se expongan al material y evitar problemas
de salud. Unos 44,000 trabajadores de recogida de materiales peligrosos existen en todo el
país, que tratan con plomo, asbestos, mohos, y desechos radioactivos. Son los que poco a poco
limpian ciudades enteras.
En el estado de Nueva York, se empezó la limpieza de asbestos en año 1987, según el
Departamento de Trabajo. Luz recuerda sus primeras impresiones cuando se unió a la industria
en el 2000. Ir a sacar asbestos “era como ir a la luna”, explica. Para ir a trabajar, sé tenía que
vestir con mascarilla industrial y una traje de cuerpo entero, como si fuera una astronauta.
“Cuando una va para la luna, se tiene que vestir de una forma que es diferente a todas—así era
el asbestos,” recuerda.
Luz se jubiló de la industria en el 2017, tras un accidente de trabajo: se cayó de una escalera, se
fracturó un hombro y se lesionó la cadera. Hoy en día, recuerda sus andanzas en la industria.
Reflexiona sobre las exigencias físicas del trabajo, y cómo los trabajadores ponen en peligro su
salud cada día por su paga.
No se sabe bien cuánto asbestos queda por quitar, y cuánto durará la industria de retirada.
Tampoco se ha prohibido el uso del material del todo en Estados Unidos, aunque han habido
intentos a través de los años. Estas dos cosas podrían cambiar próximamente.
https://www.bls.gov/regions/new-york-new-jersey/news-release/occupationalemploymentandwages_newyork.htm
https://www.bls.gov/oes/current/oes474041.htm#(1)
Una nueva propuesta de reglamento que anunció la Agencia de Protección Ambiental (EPA por
sus siglas en inglés) en abril 2022, y un proyecto de ley que se introdujo en el senado en mayo,
podrían de una vez por todas prohibir el último tipo de asbestos que se continúa importando y
usando hoy en día, el asbestos crisotilo tambien conocido como amianto blanco. Por otra parte,
un nuevo estudio que llevara a cabo la EPA sobre el asbestos que se encuentra aún en los
edificios, nos podría dar una mejor idea de lo que le queda por delante en la industria de retirada
del material.
Luz en un parque de Queens, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells
Como llegó el asbestos a casa
Mis padres cuentan que cuando compraron la casa en la que creci en Boston en 1995, el
propietario les dio un descuento porque había que cambiar la caldera. En el sótano, la caldera
estaba recubierta de un aislante hecho a base de asbestos. Vinieron unos trabajadores vestidos
con trajes de cuerpo entero en 1996 a sacar la caldera y poner una nueva. Esta es la manera en
la cual muchas personas hoy en día llegan a tener una relación con el asbestos—cuando se
https://www.regulations.gov/docket/EPA-HQ-OPPT-2021-0057/comments
https://www.epa.gov/newsreleases/epa-proposes-ban-ongoing-uses-asbestos-taking-historic-step-protect-people-cancer-risk
hace una renovación en un edificio o una casa. Pero el asbestos en un momento de la historia
de este país estuvo en todas partes de nuestras vidas.
Se empezó a extraer en Estados Unidos a finales del siglo 19, y en el auge de la industria, el
asbestos se usaba como aislante de tuberías, en cerámicas para los techos o suelos, y en otras
áreas de servicios dentro de los edificios. Materiales con asbestos invadieron las ciudades: se
utilizo en nuevos edificios, y para renovaciones que se efectuaron en casas, colegios,
hospitales, teatros y edificios del gobierno. Se usó asbestos a través de diversas industrias: para
crear nieve falsa que adornaba las casas en navidad, y en las producciones cinematográficas de
“El Mago de Oz” de 1939, y “Citizen Kane” de 1941. Se tejió asbestos en textiles para guantes
de cocina y cortinas de teatro a prueba de fuego para aumentar la seguridad del publico en caso
de un incendio. Se uso de aislante en electrodomésticos como tostadoras y secadores de
pelo.1973 fue el año en que se consumió más asbestos en Estados Unidos—unas 803,000
toneladas—estimado por el Centro Nacional de Información Mineral (National Minerals
Information Center, en inglés). Eso se compara a un consumo de alrededor de 500 toneladas
por año desde 2017.
Pronto, el boom de la industria se enfrentó a una realidad inconveniente. En 1907 se documentó
en Inglaterra la primera muerte relacionadacon el asbestos de un trabajador de una fabrica de
textiles, causada por fibrosis pulmonar. Gracias a los estudios que se llevaron a cabo por
expertos, durante los años 1970 se entendió mejor los peligros del asbestos y su uso disminuyó
en muchas industrias, a través de regulaciones.
En el 2002, se cerró la ultima mina de asbestos de Estados Unidos en California, y no más tarde
del año 2015, se dejó de usar el material por completo en la industria de construcción en el país,
estima el Centro Nacional de Información Mineral. Pero aún no se ha prohibido el uso de
asbestos del todo en Estados Unidos, como se ha hecho en más de 50 países a través del
mundo, como en Islandia, Chile o la Union Europea entera. El caso particular de Estados Unidos
es diferente porque la EPA se enfrenta a una fuerte industria comercial que ha batallado para
que no se deje de usar asbestos.
La nueva propuesta de reglamento que anunció la EPA en abril 2022 podría prohibir el ultimo
tipo de asbestos que se continúa importando y usando hoy en día—el asbesto crisotilo. Su
mayor uso es en la industria cloroalcalina para producir cloro. Los que se oponen, argumentan
que el nuevo reglamento podría poner en riesgo el suministro de agua y las industrias de
energía verde que dependen del cloro, ya que se adoptaría la regla muy apresuradamente. La
versatilidad y el precio bajo del asbestos lo hacen un material muy valioso para las industrias
comerciales. Un informe de 1996 del Centro Nacional de Información Mineral, que menciona
materiales alternativos al asbestos, concluye que “no hay ningun solo sustituto tan versátil y
económico como el asbestos.” Sin embargo, el centro estima que solo un tercio de la produccion
del cloro en el pais depende del asbestos—existen otras maneras de producirlo.
https://www.regulations.gov/docket/EPA-HQ-OPPT-2021-0057/comments
https://www.epa.gov/newsreleases/epa-proposes-ban-ongoing-uses-asbestos-taking-historic-step-protect-people-cancer-risk
https://drive.google.com/file/d/1Gt5eHubYTJq6dX4sPaEoBY-T_NOzDZZL/view?usp=sharing
Linda Reinstein, co-fundadora de la Organización de Concienciación de Enfermedades
Generadas por el Asbestos (ADAO por sus siglas en inglés), no cree que el nuevo reglamento
de la EPA vaya lo suficientemente lejos. Ha liderado un proyecto de ley que se introdujo en el
senado en el verano 2022, que lleva el nombre de su marido que falleció por exposición a
asbestos. Reinstein reconoce el paso importante que esta dando la EPA con esta propuesta de
reglamento, pero a la vez le preocupa que se pueda anular en un tribunal. No seria la primera
vez que sucediera esto a un nuevo reglamento de la EPA que intenta prohibir el asbestos.
En 1976 se adoptó el acta de control de substancias toxicas (TSCA por sus siglas en ingles),
que la EPA administra y le permite limitar o prohibir substancias peligrosas. Diez años mas
tarde, en 1986, se adoptó el acta de respuesta de emergencia de asbestos, como una provisión
de la TSCA, que requiere que los colegios hagan inspecciones de asbestos y creen planes de
recogida. En 1989, la EPA tomó un paso histórico y emitió un reglamento que prohibía la
mayoría del uso de asbestos en el país, pero el plan nunca se pudo completar. En 1991, la
decisión de un tribunal anuló gran parte de la prohibición, citando que la EPA no había hecho lo
suficiente para buscar otras regulaciones alternativas antes de intentar prohibir el material de
forma definitiva. Las partes del reglamento que se mantuvieron fueron la prohibición de cualquier
nueva utilización de asbestos, la importación de productos que contienen asbestos, y el uso de
asbestos en ropa, tejados, ceramicas y unos otros materiales de construcción.
https://www.congress.gov/bill/117th-congress/senate-bill/4244/actions
https://www.govinfo.gov/content/pkg/STATUTE-90/pdf/STATUTE-90-Pg2003.pdf
https://www.govinfo.gov/content/pkg/USCODE-2011-title15/pdf/USCODE-2011-title15-chap53-subchapII.pdf
“Cuando es cuestión de regulación o legislación, es muy importante seguir lo que funciona.” dice
Reinstein. “La legislación es más probable que no acabe siendo litigada en tribunales por [las
industrias a] las que afecta….Esa es una razón por la cual la legislación es más efectiva,
especialmente en esta area del asbestos”
La limpieza de asbestos
Carteles de aviso en una obra de retirada de asbestos en Manhattan, 2022. Foto: Ariana
Perez-Castells
Un día de septiembre este pasado otoño, llegué a una obra de recogida de asbestos en un
edificio de una veintena de pisos en midtown Manhattan. El edificio estaba en proceso de ser
demolido para construir otro casi el doble de alto. Antes de la demolicion, había que quitar el
asbestos presente en los materiales de aislante, calafateo, y cerámicas de piso, entre otros
materiales. Desde fuera, el edificio estaba repleto de andamios, y recubierto de una malla negra.
Una verja metálica separaba la calle de lo que quedaba de la estructura del edificio.
Al entrar a la obra, se ven inmediatamente carteles con letras en mayúscula indicando
“PELIGRO. ASBESTOS puede causar cancer, causa daño a los pulmones.” Cerca de esta
puerta de entrada donde entran y salen camiones y personas, hay una area cerrada al costado
izquierdo donde se guardan las bolsas de asbestos selladas que esperan ser recogidas. Las
bolsas tienen una forma rectangular, y un celo grueso en las esquinas para sellarlas. La
habitación está llena de estas bolsas. Luego, Luz me contará que las bolsas que estoy viendo
en realidad son bolsas metidas dentro de otras bolsas, para que el asbestos no se pueda
escapar.
Unos pisos más arriba, está el área de trabajo que se ha acomodado con todas las
precauciones necesarias para quitar asbestos de esta planta del edificio. El asbestos se extrae
en una cámara cerrada: se crea un espacio aislado dentro de un edificio, cerrándolo con unas
cortinas de plástico. Primero se crea el perímetro del area y una vez contenido, se empieza el
trabajo.
No puedo entrar al area de trabajo de asbestos, por precauciones, pero luego, por teléfono, Luz
me explica cómo se quita el asbestos desde su casa en Queens. Me dice que siempre se tiene
que ir mojando el asbestos, ya que las fibras de asbestos se pueden quedar suspendidas
flotando en el aire—lo que las hace más susceptible a ser inhaladas. El agua ayuda a que caiga
el material al suelo.
Se quita el asbestos con las manos, con palas, con cortadoras eléctricas, recuerda Luz.
Depende mucho de cómo esta el material encajado, alrededor de una tubería o en una cerámica
pegada. Los trabajadores de removida de asbestos, trabajan juntos para rellenar las bolsas. Uno
abre la bolsa, otro la va rellenando de material, mientras otro tal vez esta mojando el area, dice
Luz. Al final, se pasa una aspiradora especial, para dejar el espacio bien limpio, sin rastro de
asbestos. Una vez rellenas, las bolsas se sellan y se bajan al primer piso del edificio, donde
esperan en el área apartada hasta que llegue el camión de recogida.
En diciembre de 2021, el estado de Nueva York tenía 25 vertederos que recibian materiales
distintos, desde cadáveres de animales, a madera, desechos de jardín, y escombros de
construcción y demolición. 21 de estos 25 vertederos reciben asbestos, y todos ellos tienen una
fecha proyectada de cierre, cuando el vertedero se considerara lleno. El asbestos retirado ese
día de septiembre, se llevaría a uno de estos vertederos dentro del estado, o tal vez a un
vertedero en otro estado, que reciba materiales de fuera. Algunas compañías están liderando
alternativas a los vertederos, desarrollando maneras innovadoras de transformar el asbestos,
reciclandolo con un proceso de reciclaje termal, en el cual se calienta el asbestos para cambiar
su estructura. Sin embargo, estas tecnicas aun no se han adoptado de manera amplia.
https://www.dec.ny.gov/docs/materials_minerals_pdf/listmswlandfill.pdf
Un monitor de aire afuera del area de trabajo, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells
Cuando se acaba la retirada de asbestos, empieza la limpieza de uno mismo,de su cuerpo,
para que los trabajadores no salgan de la obra con asbestos en la ropa, que no la lleven en el
tranporte publico, y a sus casas.
Cada area de limpieza de asbestos contiene por reglamento, duchas que conectan por un
pasillo el área encerrada de la recogida, del mundo externo limpio, a través de un sistema de
túnel con cortinas de plástico. Para salir del área contaminada, un trabajador entra en una
primera cámara del túnel, donde se quita todo el equipo que lleva puesto, desde su mascarilla,
al traje de cuerpo entero, y cualquiera ropa que lleve debajo de eso. De allí, pasa por una cortina
a una segunda cámara del pasillo en la cual se ducha con agua y jabón. Una vez limpio, entra
en la ultima cámara del túnel donde se viste con ropa de calle. Así salen del sistema de duchas
los trabajadores, uno por uno, y se sientan a comer su almuerzo en una mesa.
Luz recuerda que el proceso puede tardar unos diez minutos, y que uno se siente apurado por
pasar por las duchas de manera rápida, para no perder tiempo. “Tiene que ser muy rápido
porque ellos suman el dinero que están gastando,” explica Luz de los contratistas. Es un trabajo
en el cual uno siento mucha presión, recuerda.
Cámara del túnel de duchas en el cual los trabajadores se visten con ropa de calle, 2022. Foto: Ariana
Perez-Castells
A pocos metros de las duchas, una docena de trabajadores se sienta a tomar su almuerzo, con
un supervisor mirándolos. Entre los trabajadores hay hombres y mujeres, y muchos parecen ser
hispanos. Cuando se entera un trabajador de que soy periodista, pregunta en voz alta “Te vas a
poner un traje y venir a trabajar con nosotros?” Desvió la conversación, pero en realidad para
ser un trabajador de recogida de asbestos, uno tiene que ser certificado por el estado y la ciudad
para trabajar con este material peligroso.
Estos trabajadores han tenido que tomar cursos en centros acreditados por el Departamento de
Salud del estado, y recibir una certificación de especialización en retirada de asbestos por el
Departamento de Trabajo y el Departamento de Protección Ambiental del estado. Una vez
certificados por el estado, postulan para un certificado de la ciudad otorgado por el
Departamento de Protección Ambiental.
Los carteles que avisan del peligro del asbestos están en todas partes, visibles mientras comen
los trabajadores. Me cambio la mascarilla de covid-19 quirúrgica por una N-94 más potente que
llevo en la mochila. Tal vez no debería estar aquí, pienso, exponiéndome de esta manera.
Estos trabajadores ganan $58 la hora en bruto, pero el trabajador normalmente ve en neto
$38.55. Esto se considera buena paga se supone, explica Luz, ya que muchos no tienen
estudios universitarios. Pero el esfuerzo fisico tiene un coste para el cuerpo, y mas adelante en
sus vidas, podrían desarrollar enfermedades ligadas a este trabajo.
“Tiene dos caras ese trabajo.” dice Luz. “Se ve bien pagado porque muchas veces dicen, ‘estos
son gente que no han estudiado y ganan más que un profesional’….pero para mí no es un
trabajo bien pagado porque los riesgos son…uno sabe a lo que va. Es bien peligroso. ”
Tal vez me estoy envenenando, pienso. Empiezo a sentir pánico. Me despido rápidamente, con
una excusa falsa, y bajo corriendo las escaleras a la calle.
El sindicato de asbestos: Local 78
En 1992, el Departamento de Protección Ambiental de la ciudad de Nueva York llevó a cabo un
estudio para medir el riesgo de exposición de los ciudadanos al asbestos. Se estudiaron 886
edificios de la ciudad, y se encontró que un 68% de los edificios tenían materiales que contenian
asbestos, y la mitad de ese asbestos estaba presente en las areas de servicios de los edificios.
Hoy en día, no se sabe cuánto asbestos queda por recoger y cuánto tiempo durara el trabajo,
explica Joel Burgos, Tesorero Secretario de la Local 78, desde su oficina en Queens. En 1996,
se formo la LIUNA Local 78, el sindicato de recogida de asbestos, plomo y residuos peligrosos,
en Nueva York. Solo habían pasado nueve años desde 1987, cuando se empezó a quitar
asbestos en el estado.
Burgos, originalmente de Ecuador, es un hombre alto y de hombros anchos, con una cara
redonda y amable. Lleva trabajando en la industria de la construcción desde los 18 años,
cuando se metió gracias a su suegro. Se presentó como candidato a las elecciones del sindicato
en el 2018 a los 31 años porque muchos años seguidos el sindicato anunció que no habría
https://www.local78.org/our-union/
incremento de sueldo. Desde que pertenece al cuerpo gobernante del sindicato gana mejor
sueldo, y aboga por los trabajadores para que tengan buenas condiciones de trabajo.
Hoy en día el sindicato tiene 3,500 trabajadores, entre ellos unas 500 mujeres mayoritariamente
inmigrantes. Luz fue una de ellas. A nivel nacional, los trabajadores de limpieza de asbestos,
plomo y otros desechos peligrosos, tenían un sueldo medio anual de $46,000, según data de
mayo 2021, del bureau de trabajo. Los carteros, que se exponen a temporales y accidentes,
ganan un poco más, con un salario anual de $51,000.
Utensilios de trabajo de Luz, 2022. Foto: Luz Duche
Resulta imposible saber con certeza cuántos edificios en la ciudad de Nueva York aún contienen
asbestos porque el material se usó de maneras distintas en los edificios, explica Burgos. “El
volumen es algo que no sabemos. Es como preguntar, cuánto cemento hay en un edificio…no
se puede calcular,” dice.
Un nuevo estudio que llevara a cabo la EPA sobre el asbestos aún presente en los edificios, nos
podría dar una mejor idea de lo que le queda por delante a esta industria de retirada. No ha sido
fácil confirmar que este estudio se llevara a cabo—representa años de legislación, esfuerzos de
activistas, y avances de la EPA. En 2016 se adopto la acta de seguridad de químicos de Frank
https://www.bls.gov/ooh/construction-and-extraction/hazardous-materials-removal-workers.htm
https://www.bls.gov/ooh/construction-and-extraction/hazardous-materials-removal-workers.htm
https://www.congress.gov/bill/114th-congress/house-bill/2576
R. Lautenberg, que provee enmiendas a la TSCA, y entre otras cosas requiere que la EPA haga
un estudio de riesgo de compuestos químicos. Entre los primeros diez compuestos químicos
que la EPA anunció que estudiaría, estaba el asbestos. En diciembre de 2020, la EPA publico su
estudio sobre los usos actuales de asbestos—específicamente el asbestos crisotilo. Algunas
organizaciones sin ánimo de lucro, entre ellas la ADAO de Reinstein, dijeron que eso no era
suficiente. Llevaron a la EPA a los tribunales para que se viese obligada a estudiar todo el
asbestos dejado por las industrias que ya no existen—lo que se nombra ‘asbestos de legado’.
La EPA tiene hasta diciembre 2024 para producir un informe sobre el estado de ‘asbestos de
legado’. Sera la primera vez desde 1984 que se ha podido tener constancia del estado del
asbestos en el país, cuando se estudió asbestos en colegios y edificios públicos, pero no se
incluyeron las casas. El nuevo estudio que utilizará formulas y modelos para estimar cuanto
asbestos hay en edificios, sera histórico en que esta vez si se incluirán casas privadas también.
Próximamente podremos saber más sobre donde aún existe asbestos, una información que hoy
en día queda por conocer.
“Tenemos que saber dónde esta el asbestos dentro de nuestro entorno construido para prevenir
ser expuestos,” dice Reinstein, que lleva años abogando por el derecho a saber dónde se
encuentra el asbestos en nuestras vidas.
Cascos de
trabajadores de
asbestos en una
obra de
manhattan, 2022.
Foto: Ariana
Perez-Castells
Las enfermedades ligadas al asbestos
https://www.congress.gov/bill/114th-congress/house-bill/2576
https://www.epa.gov/sites/default/files/2020-12/documents/1_risk_evaluation_for_asbestos_part_1_chrysotile_asbestos.pdf
Hace ya más de treinta años, en 1989, cuando la EPA emitió su regla para prohibir asbestos, se
conocían bien los efectos dañinos que el asbestos podia tener sobre la salud. “Estudios han
demostrado que el asbestoses un un material altamente carcinógeno, y que puede inducir
efectos severos en la salud después de incluso una exposicion corta y de alto nivel o una
exposicion más a largo plazo, de nivel bajo,” lee la regla.
Sabemos que las personas expuestas a asbestos pueden desarrollar enfermedades letales
como cáncer de pulmón, mesotelioma (un cancer que puede afectar el pulmón, pecho y
abdomen), y asbestosis (una condición crónica que afecta los pulmones en la cual uno puede
tener dificultad para respirar), entre otras enfermedades.
En 1907 se documentó en Inglaterra la primera muerte relacionada a asbestos de un trabajador
de una fábrica de textiles, causada por fibrosis pulmonar. Luego, otros estudios confirmaron que
los que trabajaban procesando asbestos en fábricas no solo se podian enfermar ellos, sino que
podían exponer a sus familias al material, a través del asbestos que llevaban a casa en su ropa.
Mujeres que se pasaron años limpiando la ropa de sus maridos que tenia partículas de
asbestos, podian enfermarse también. Hoy en día, hay regulaciones para protejer a trabajadores
que tratan con asbestos, pero las enfermedades relacionadas al asbestos no son cosa del
pasado.
En octubre, ProPublica destacó la historia de trabajadores de una compañía que produce cloro
en el estado de Nueva York, que usan asbestos en el proceso. La compañía cerró la planta en
2021, y los trabajadores pudieron por fin relatar las condiciones peligrosas que ocurrian cuando
trataban con el asbestos. Algunos trabajadores que no estaban llevando a cabo trabajo con
asbestos, entraban al edificio sin protección ya que perdían tiempo vistiéndose con los trajes
necesarios o hacia calor, y luego se llevaban rastros de asbestos en su ropa. Los entrevistados
recordaban colegas y familiares de una generacion mayor que habian trabajado en la compañía
y se habian muerto de enfermedades generadas por el asbestos. En septiembre The New
Yorker contó la historia de mujeres a las que se les vendió talco como un material seguro sin
asbestos, y que hoy en día están litigando contra la compañía Johnson & Johnson después de
haber desarrollado cáncer de ovario. La Associated Press informó en noviembre, que la familia
de una mujer en Saint Louis, Missouri, había ganado un pleito de 6 millones de dólares por su
muerte, que alegan estaba ligada a la exposición de asbestos en los frenos de coches de la
fábrica Ford, donde trabajaba la mujer.
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (the National Institute for
Occupational Safety and Health, o NIOSH por sus siglas en inglés), no existe ninguna red de
monitoreo de enfermedades desarolladas en el trabajo relacionadas a asbestos en Estados
Unidos y por lo tanto no se sabe a nivel nacional cuantos trabajadores de asbestos actualmente
han desarrollado enfermedades. Según Reinstein, “40,000 personas en Estados Unidos mueren
cada año de enfermedades prevenibles causadas por asbestos, mientras que la importación y el
uso [de asbestos] continúa.” Resintein explica que esta estimación viene de una base de datos
que ha creado el Instituto de Metricas y Evaluacion de Salud (The Institute for Health Metrics and
Evaluation, o IHME por sus siglas en inglés) en la escuela de medicina de la Universidad de
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4240834/#CR1
https://www.propublica.org/article/asbestos-poisoning-chemical-plant-niagara-falls
https://www.newyorker.com/magazine/2022/09/19/johnson-johnson-and-a-new-war-on-consumer-protection
https://www.newyorker.com/magazine/2022/09/19/johnson-johnson-and-a-new-war-on-consumer-protection
https://apnews.com/article/health-lawsuits-business-missouri-springfield-dbfcf61e477a230c49e77177576cb35e
https://www.healthdata.org/about
Washington. El Instituto ha estudiado la exposición ocupacional, por lo cual, estas 40,000
personas representan trabajadores que han sido expuestos en sus trabajos en algún momento
de sus vidas.
Algunas enfermedades ligadas al asbestos tardan años en desarrollarse. Un estudio concluyó
que pacientes podrían desarrollar mesotelioma entre 13 y 70 años después de haber sido
expuestos.
Se ha estudiado como el asbestos afecta a los trabajadores que minaron o manufacturaron el
asbestos a lo largo de la historia, pero sabemos poco sobre cómo el asbestos afecta a los
trabajadores de limpieza de asbestos, como a Luz.
Una carta al editor publicada en el Diario Internacional de Medicina Ocupacional y Salud
Ambiental en el 2011 (International Journal of Occupational Medicine and Environmental Health,
en inglés), argumenta que los trabajadores de limpieza de asbestos no están expuestos de la
misma manera al asbestos como otros trabajadores que tratan con asbestos. La carta cita un
estudio que se llevó a cabo en Polonia, en el cual se revela que los trabajadores de limpieza de
asbestos tienen un nivel de exposición bajo, y que por lo tanto “este nivel de exposición resultará
en una proporción desdeñable de enfermedades relacionadas al asbestos.” Sin embargo, la
carta también da constancia de lo poco que se ha estudiado este grupo de trabajadores de
limpieza de asbestos. Destaca que muchos estudios usan a los trabajadores de asbestos de
otros oficios para hablar de los problemas medicos a los que se pueden enfrentar los
trabajadores de limpieza de asbestos—algo erróneo y confuso, declaran los autores.
Los trabajadores de limpieza de asbestos son los que ciertamente están más informados sobre
los peligros de asbestos, ya que tienen que someterse a una formación para poder trabajar en la
industria. Cada cierto tiempo, también toman cursos de capacitación para estar al tanto de
novedades. Esto no era el caso de los trabajadores en las minas cuando se empezó a minar el
material, o de los que trabajaban en las fábricas al principio, cuando se desconocía el peligro.
Luz recuerda que en sus cursos de capacitación le explicaban como el asbestos afecta el
cuerpo. “El asbestos llega a los pulmones como si fueran alfileres, punticas de alfileres, de a
uno, de a uno, de a uno, hasta qué se van llenando, se van acumulando a lo largo del tiempo,”
dice.
El sindicato no tiene una base de datos de los trabajadores que se enferman. Tampoco es fácil
saber quién acaba enfermándose ya que existe mucho estigma alrededor del tema. Burgos
explica que algunos en la industria creen que enfermarse es un fallo personal en vez del
resultado lógico de ser expuesto continuamente a un material peligroso durante años.
“Tenemos muchos casos de personas que dicen de la noche a la mañana, “me voy a retirar y me
voy a Ecuador”,” dice Burgos. “Regresan a su país y poco tiempo después nos enteramos de
que tal vez esa persona falleció, de qué tal vez esa persona esta enferma, en una situación
difícil. Eso es lo que nos lleva a pensar que nadie quiere compartir esa información.”
https://drive.google.com/file/d/1Ur-HSARaaSg-YB4L033o0gyX94DDfSdr/view?usp=sharing
https://drive.google.com/file/d/1RmNW265BlFSaePAGt_Qgmr-4U1-OhT0D/view?usp=sharing
https://drive.google.com/file/d/18_KPQjsl1XY4kxRSmebE1A6zht4cSACY/view?usp=sharing
https://drive.google.com/file/d/18_KPQjsl1XY4kxRSmebE1A6zht4cSACY/view?usp=sharing
Misa de los heridos y fallecidos
Cada año, Luz asiste a un misa que se imparte en la iglesia de San Patricio para conmemorar a
los trabajadores de la construcción que se han herido o han muerto.
“Es algo difícil, pero lo hago mucho por estar apoyando a mi sindicato que con mucho cariño
tiene esa costumbre, ese buen gesto de acordarse de los que se van,” dice Luz.
El pasado 28 de abril de 2022, a las 3:15pm las escaleras delante de la catedral ya estaban
llenas de trabajadores con sus cascos de trabajo, cada uno distinto y decorado con una
colección de pegatinas que se han ido acumulando. La mayoría de las personas allí ese día
eran hombres, pero un grupo pequeño de mujeres estaba sentado esperando poder entrar a la
misa que empezaría a las 4:00pm. No son las mujeres de los fallecidos, o las novias de los que
trabajan en la construcción. Son las mujeres de la local78 que trabajan en recoger asbestos.
Luz les acompañaba ese día, aunque ella esta jubilada.
Luz con otras compañeras de la local 78 esperando afuera de la catedral de San Patricio el pasado 28 de
abril, 2022. Foto: Ariana Perez-Castells
Al abrirse las puertas principales de la iglesia, entran los trabajadores por el pasillo central,
acompañados del padre Brian Jordan, quien también lleva un casco de construcción. El padre
es el capellán de los sindicatos de construcción de Nueva York, y lleva años entregado a esta
industria. Una vez dentro de la catedral, Luz y sus compañeras se acomodan en un banco
juntas. La misa empieza con el padre Jordan pidiéndoles a los trabajadores que se quiten los
cascos protectores que llevan. Procede la misa en ingles, de vez en cuando con intervenciones
en español del padre.
“Esta es una industria maravillosa. Rezamos hoy en día por [los trabajadores]…les
agradecemos la dignidad del trabajo humano que hacen. Amen.” dice el padre.
El trabajo es duro, y las consecuencias son peligrosas. Un hombre en la catedral, pasa por
delante del banco donde está Luz, con un gancho en vez de una mano.
Otro congregante toma el micrófono. “Recemos por los que han adquirido enfermedades
debilitantes de oficio, en el área de trabajo. Que la misericordia de Dios les dé consuelo”, dice.
“Te rogamos señor, que oigas nuestra oración” responde la congregación.
La misa es un recordatorio de las consecuencias reales y cercanas que pueden vivir los
trabajadores. Luz tiene a compañeros que se han enfermado y se han muerto, pero no sabe
bien si ha sido por consecuencia del asbestos. Existe aún un estigma de hablar de eso. “Las
personas hispanas somos muy de taboos, todo lo ocultamos…nosotros venimos de una cultura
así,” dice Luz.
Se paga caro el trabajo, aunque uno no desarrolle una enfermedad ligada al asbestos. Luz tiene
problemas de artritis en la columna, como muchos de sus compañeros, dice. También por su
accidente tiene problemas en la cadera, y cojea levemente al andar.
“Fisicamente es un trabajo que cuando uno termina ya con la edad, cuando uno cumple cierta
edad, ya va mal del artritis, de la espalda, de hacer fuerza…es un precio que se paga muy caro,”
explica Luz.
Trabajadores de la construcción entran a la catedral de San Patricio,
2022. Foto: Ariana Perez-Castells
Recuerdo lo que me comentó Luz cuando hablamos una tarde por teléfono. Este trabajo
supuestamente esta bien pagado porque muchos no tienen estudios de universidad, me dijo. En
nuestra sociedad, hemos aceptado que no tener una educación formal le destina a uno a
trabajar con su cuerpo, a entregarle su cuerpo al oficio. La pandemia nos reveló que los
trabajadores esenciales, muchas veces son a la vez, los menos remunerados por sus esfuerzos,
los que se arriesgan más y no pueden trabajar desde sus casas.
La próxima vez que se encuentren en Manhattan, rodeados de rascacielos, miren para arriba.
Miren los rascacielos, qué se hicieron con la educación, e inteligencia de los ingenieros y los
arquitectos que estudiaron años para dibujar y construirlos. Pero antes de eso, para tumbar lo
que había allí antes, para remodelar el edificio, para seguir construyendo la ciudad, se tuvo que
limpiar el asbestos. Y eso se hizo con las manos tal vez de unas mujeres, o de unos
inmigrantes.
	Limpieza de asbestos en la ciudad de Nueva York
	Perez-Castells, Capstone_12152022