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Recuerdo de la entrevista a
Facundo Cabral en Radio María
Argentina
https://radiomaria.org.ar/_audios/89.mp3
Esta es la entrevista realizada en el programa "Entre
Nosotros" el 23 de marzo de 2009 al cantautor recientemente
fallecido en Guatemala, Facundo Cabral:
Gabriela Lasanta: Facundo Cabral nació en 1937, y desde que
aprendió a caminar, no se detuvo nunca más. Cuando se fue de
su casa, era un niño aún. Su mamá lo acompañó a la estación, y
cuando se subió al tren le dijo: “este es el segundo y último
regalo que puedo hacerte. El primero fue darte la vida, y
segundo, la libertad para vivirla”. Y Facundo cuidó de esa
libertad como nadie. Por eso es uno de los pocos hombres
independientes que anda por este planeta, un lobo estepario
que pasa por las ciudades, para amar y excitar a la gente. Con
los años, y casi todo el mundo recorrido, su fuego ganó en
calidad porque antes quemaba, y ahora ilumina tanto, que
muchos dejan las drogas o la idea del suicidio después de
escucharlo. Nunca se detuvo en ningún lugar: ni en la fama,
que dice “es asunto de los demás, porque yo no vivo ni con
ella ni por ella. La fama es un bullicio que sucede fuera de
mí”.
Facundo Cabral: Me siento totalmente identificado con la
expresión de que “desde que aprendí a caminar no me detuve
nunca más”. Tengo 72 años, y mi vida ha sido –y digo ha sido
porque uno ya está en el ‘tiempo de descuento’- fantástica.
Fue un regalo de Dios. La Madre Teresa me decía una vez que
llegamos juntos a Nueva Cork porque se inauguraba la primera
casa de las Hermanas de la Caridad. Uno de los periodistas le
dijo a ella: “Ah, Madre, tiene amigos artistas”. Ella preguntó
“¿por quién dice usted esto?”. El periodista contesta “Por
Facundo”, y ella responde “Facundo no es un artista. Es un
testigo, un testimonio de vida, de lo que puede hacer Dios si
https://radiomaria.org.ar/programacion/recuerdo-de-la-entrevista-a-facundo-cabral-en-radio-maria-argentina/
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uno se deja llevar por El”. Nunca escuché una definición mejor
de la vida. Lo que la gente aplaude de la vida de uno, son
regalos de Dios.
GL: ¿Por qué no todos sienten que tienen esa posibilidad?
FC: No tengo idea, a mí me sigue asombrando que la gente no se
asombre de este regalo que es la vida, me sigue asombrando que
haya gente que se muera de sed entre fuentes y jardines, que
se aburra en 5 continentes con volcanes, montañas, nieve,
cerros, lagos, mares, ríos…No entiendo esa negación a la vida,
esa negación a la felicidad, porque la felicidad no es la
conquista de esto, o lo otro, o lo soñado. Es estar con
alegría. Y nunca pude entender a la alegría fuera de la fe ni
a la fe sin alegría. Jamás pude pensar a mi Padre como un juez
sino como un Padre tan abierto que me da la posibilidad
constante de que yo rehaga el camino, que lo limpie. Mi madre
decía que hay un “bichito” que nos separa a los seres humanos:
es la curiosidad. Hay gente que se pregunta cosas y se entrega
a esa cosa que lo asombra y otra que pasa indiferente por la
vida. Hay gente que cree que solo es de Argentina o de boca,
que cree que solo es negra o rica, que solo cree que es judío
o musulmán, hay gente que se cree pobre, y hay gente que se
siente rica. Si yo pensara solamente lo que tenemos, cualquier
ser humano que pudiera estar escuchando la radio en Vietnam o
en Boston, todos tenemos corazón, cerebro, alma, espíritu,
algunos todavía tenemos las dos piernas, algunos todavía vemos
algo. ¡Mi Dios! ¡Cómo sería posible que me sienta pobre y
desdichado! Si yo solo gozo esos elementos que me ha dado Dios
y los pongo a trabajar: la vista para ver, el oído para
escuchar, los pies para caminar, las manos para hacer,,,
caramba! Seríamos una sociedad extraordinaria. Por algo, Jesús
en la cruz dijo: “perdónalos Señor, no saben lo que hacen…”.
Creo que si viera la sociedad hoy, diría lo mismo: Perdónalos
Señor, siguen sin saber lo que hacen. Se niegan la felicidad.
GL: Después volveremos a tu infancia, para que la gente sepa
que la vida te hizo un regalo que supiste descubrir, y que el
regalo no es lo que hoy la generalidad de la gente piensa que
es un regalo, pero ¿Alguna vez pasaste algún momento muy duro,
muy negro interiormente, en el que no tuviste la posibilidad
de saborear estas cosas sencillas porque todo se te puso negro
por dentro?
FC: No, jamás. Pero esto viene de mi madre. Mi madre fue
extraordinaria. Hay una escena que recuerdo con la vivacidad
del momento: Estábamos saliendo de Bahía Blanca –porque
andábamos de pueblo en pueblo porque durante muchos años no
tuvimos casa-, y cuando nos arrodillábamos para comer de la
basura, ella antes de comer, daba las gracias. Esa categoría
de ser humano era mi madre. El ser humano grande es
agradecido. El agradecimiento nos hace grandes. Y unos años
después, esa mujer por la gracia de Dios que me dio este
oficio terminamos cenando con Palacios y otros, y se paró, se
arrodilló en el piso para dar las gracias por la comida. Y
toda la gente la siguió: se pusieron de rodillas a agradecer
la comida. Y una persona diciendo, besándole las manos: “Este
milagro pasa por primera vez”. Ni sabían que esa mujer se
había arrodillado años atrás para comer de la basura. Ella
decía: “El agradecido termina siendo agraciado, y la gracia
que recibe el agradecido es la paz, el más alto don del cielo
que podemos gozar aquí y ahora en la tierra. El agradecimiento
nos hace tomar conciencia de que somos ricos: somos príncipes
y princesas, hijos del Rey. Esa aristocracia es el linaje del
ser humano. El hombre se olvida, mata, corta calles, se droga,
se envenena con alcohol, embaraza a cualquiera y abandona
hijos. El ser humano está sordo.
…”la belleza dramática de Bolivia, (buscando con google estas
palabras, en la web aparece un largo texto del cual forma
parte este párrafo) la mujer que la continúa, las nueces, las
uvas, el queso, la inteligencia de Borges, la inocencia de
Teresa, la nieve en Suiza, el café en Buenos Aires, los
antiguos chinos, Florencia, Atenas, Toledo, la leña ardiendo
en el invierno europeo y la carta de mi querida
sudamenticana…una nueva idea, una vieja amiga, la noruega
donde descubro mi verdadera identidad, y el sudafricano que me
devuelve mi perdido y antiquísimo sonido…la mujer que ahora
mismo descubro. Todas las hermosuras del amor, y el fuego, el
bendito fuego, el sagrado fuego, la paz, que tal vez sea fuego
quieto, el pez de donde vengo, la estrella donde voy…
Alguna copla en Granada, la primavera en París, Una aventura
en semillas con gran amor en Madrid. Los beduinos y el
misterio, Jerusalén y la luz. El desierto, los camellos y la
nostalgia del sur…
Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida,
silencio y canción
Un poema cada día, mi Venecia cada vez, las Nazaret y Galilea
y las huellas de Moisés, en el Jordán beber vino, en el mar
muerto flotar, en Londres abrir los ojos y en Holanda la
verdad, y el so, y el mar…
….. y las palomas…..y el placer, las maravillas del mundo
GL: ¿qué edad tenías cuando te separaste de tu mamá? Y ¿por
qué te separaste de ella?
FC: 9 años. Me separé porque iba a buscar más dinero afuera.
Cuando yo tenía 9 años en esa zona de Tandil había pocas
posibilidades de ganar dinero. El trabajo me lo dio Eva Perón.
Yo logré llegar al auto de ellos un día que iban a un Te Deum.
Yo me vine del sur a pedirle trabajo directamente al
presidente del país, porque nadie le daba trabajo a mujeres
solas en esa época. Y me acuerdo que a veces íbamos cruzando
un pueblo, y la gente cuando nos veía venir cambiaba de vereda
por un desprecio social absoluto a la mujer sola con todos sus
hijos y en andrajos. Muchos años después yo volví allí con mi
madre, y era todo lo contrario: todos agasajos en lasmismas
calles. La hipocresía de la sociedad hizo que en algunos
pueblos hasta me declararan personaje ilustre cuando años
antes nos habían echado a patadas.
GL: ¿Y no se los dijiste?
FC: No! ¡No! Porque si Dios me hizo crecer, fue para entender.
Bueno, yo llegué al auto de Perón y de Eva. Perón hizo detener
el auto muy gentil, y Eva se acercó al lado de Perón. Perón me
preguntó qué quería decirle. Le pregunté “¿hay trabajo? Y la
señora dijo la primer frase ética que yo escuché en mi vida:
“¡por fin alguien que pide trabajo y no limosna!”. Y eso fue
clave toda mi vida también. Nos dieron una escuela en Tandil.
Había que limpiar la escuela y cuidarla. Cuando se iban los
niños, sacábamos los bancos de un aula y dormíamos ahí, y
cuando mi madre y los dos hermanos que me quedaban se quedaron
allí con techo, sueldo, comida, yo salí a buscar mejor dinero
y lo fui consiguiendo. Cuando yo tenía 23-24 años mi madre ya
vivía como tenía que haber vivido siempre. Después viajó mucho
por el mundo también y logré que mi madre viviera como una
princesa. Por supuesto, hasta lograr todo eso, los primeros
años desde que me fui anduve muy perdido de muchas maneras. Yo
no fui nunca a la escuela y todo era muy difícil. A mí me
enseñó a leer un Jesuita cuando tenía 14 años. Después me
llegó una información extraordinaria y creo que el único acto
de inteligencia que tuve en mi vida fue dejarme llevar. Algo
me dio un detector de por dónde había una voz que tenía que
escuchar, dónde había una tierra donde había que trabajar, y
dónde había que seguir de largo. Yo tuve como ángel de la
guarda al mismísimo Dios porque siempre me estuvo soplando en
el corazón y crecí mucho después de todo aquello, hasta los 46
años. A esa edad recién conocí a mi padre. El se había ido
antes que yo naciera, yo había odiado a mi padre toda mi
infancia y parte de la adolescencia, pero el mundo me había
cambiado tanto…!. Cuando tenía 46 años había venido a un
teatro a Mar del Plata y cuando salí lo ví en el hall,
enseguida lo reconocí porque era igual a la foto que mi madre
había guardado y siempre la tenía en la mesa de luz. Mi madre
nunca me habló mal de mi padre. Me decía: “si algún día te
encontrás con tu padre, no cometas el error de juzgarlo.
Recordá el mandamiento ‘honrarás al padre y a la madre’, pensá
que ese hombre que vas a tener delante es el que más amó, mas
ama y más amará a tu madre. Dale un abrazo y las gracias,
porque por él estás aquí’. Eso hice. Tuvimos una buena amistad
y tuve una gran calma en mi corazón, porque era un viejo
enemigo que se había transformado en lo que tenía que ser: un
padre.
GL: A pesar de todo lo que te había dicho tu mamá, antes, de
niño, no pudiste evitar sentir bronca, tanta desprotección,
tanta soledad. Porque parte de esa vida tan dura se debió a
ese abandono. Y además el dolor que siente un niño al ver
sufrir a la madre… En esas circunstancias ¿cómo pudo ir
creciendo en vos la experiencia de Dios como Padre tan
amorosa, cuando en los trasfondos de tu alma tenías una imagen
de padre distinta?
FC: Hablaste de ver sufrir a la madre. Yo era el payaso para
mi madre: inventaba chistes, cuentos para hacerla reír, lo
único que quería era divertirla a ella. Cuando comencé a ir a
los canales,-no me gustaba mucho esta idea- pero lo hacía
porque sabía que ella iba conmigo y se divertía. Hasta que un
día me di cuenta de que lo que más felicidad le daba a mi
madre era que yo fuera feliz. Allí fue cuando decidí la
felicidad casi por decreto, y de por vida. Vivir en un estado
de felicidad, de creatividad, de agradecimiento, de gozo. Y lo
que no sospeché es de que iba a poder contagiar esa alegría a
tanta gente en el mundo. Eso para mí fue una cosa novedosa. Lo
de mi padre, a mi me lo aclaró un vagabundo, Simeón, en Mar de
Ajó. Por él yo me enteré que era príncipe, porque él me dijo
que era hijo del Rey levantando la mano al cielo. Y yo le dije
: “no, debe haber un error, porque yo soy Cabral”, y él me
dijo “no, ese debe ser el esposo de tu madre. Tu Padre es
Dios”. Por eso te digo que a los 46 años, conocí al esposo ce
mi madre, pero toda mi vida caminé de la mano de mi Padre. Y
mi Padre coincide con el de seis mil millones de seres
humanos. Tengo una familia de seis mil millones de hermanos, y
habito un solo país llamado tierra, porque esa es la noticia
que trajo Jesús: “Uno solo es el Padre”. Si esto se recordara,
no habría ‘Franja de Gaza’, no habría ‘torres gemelas’
cayéndose, no estarían cortados los caminos en este momento en
Argentina, no habría ningún niño fuera de la mesa ni de la
buena escuela. Todo cambiaría si recordáramos solamente eso.
Uno solo es el Padre, y si somos hijos de Rey, somos
príncipes. Cuento una anécdota. La madre del Rey de España,
vino una vez al teatro real en Madrid, y yo terminé de decir
un texto y la madre del Rey con la hija –la hermana del rey-
estaban en el palco real. La señora, al otro día decían los
periódicos que era la primera vez que un miembro de la familia
real levantaba la voz en público. La señora se puso de pie en
el palco y me dijo “Señor Cabral, cómo me gustaría que lo
escuchara el rey”. Le dije: “Señora, quédese tranquila porque
el Rey no solo me escucha. También antes separó la luz de las
tinieblas para mí”. Al otro día el rey de España me mandó
flores y chocolates agradeciéndome porque nunca antes habían
puesto a un miembro de la familia real tan en su lugar. Eso
habla muy bien de él.
GL: ¿Cómo se dio ese encuentro con el vagabundo que según he
leído fue quien te abrió la puerta para encontrarte con Dios?
FC: Yo acababa de escaparme de un reformatorio. Esos años
fueron duros. En el campo no había nada que hacer, entonces yo
era ‘peón golondrina’, o hacer de pueblo en pueblo trabajos
pequeños: repartir telegramas, alambrar campos, embolsar
papas, lo que sea, pintar paredes. A la noche en el campo
siempre se hace fuego, la gente se sienta alrededor, se come
carne asada y se toma alcohol, los viejos cuentan anécdotas,
aparece alguna guitarra y alguien canta. Eso es lo normal: no
es que alguien canta porque tiene buena voz o es afinado o
tiene lindas canciones. No: se canta porque no hay nada que
hacer. Y después me di cuenta con los años que cantar es una
manera de orar. Yo empecé a beber con los viejos y de pronto
era un alcohólico. A los 11 años, si tenía una botella de
alcohol a mano tomaba una botella por día. Un día robé tres:
dos de ginebra y una de güisqui, con muy poquita experiencia
de ladrón. Cerquita estaba la comisaría y me metieron, y
terminé en una cárcel de menores. La primera cita con Dios fue
esa: la cárcel. Dios es imprevisible. En la cárcel había un
jesuita que entretenía a los muchachos, le daba auxilio
espiritual. Era un tipo maravilloso. Y los jesuitas suelen ser
de una gran apertura intelectual. Lo que yo era bastante
violento y peleaba todo el tiempo, me sacó y me llevó a un
lugar aparte y me dijo: “acá no vas a poder pelear, porque es
un lugar donde no va nadie”. Y era una pequeña biblioteca. Me
pusieron un colchón allí y yo vivía entre libros que para mí
eran mudos, porque no sabía leer. De vez en cuando el cura
llegaba y me traía un café –que era un lujo eso-, y de vez en
cuando me charlaba, yo le preguntaba. No conocí hasta el día
de hoy otra persona con tanta gracia, con tanto encanto para
contar historias. Un dia me dijo: yo tengo mucho trabajo, no
tengo tiempo de contarte un libro cada vez. Si vos tenes
ganas, te voy a enseñar a leer. El me enseñó a leer y escribí
y en seguida se me llenó la vida de Stevenson, Dante, Homero,
los cuentos de las mil y una noche… fue una cosa
extraordinaria. Un día él me ayudó, me dijo. “Ya tenés algo en
la cabeza para defenderte. Esta noche te voy a ayudar a
escapar”. Y me escapé. Y dos meses después fue cuando me crucé
con el vagabundo que sin conocerme me saludó diciéndome “¡hola
príncipe!”. Yo temblando de emoción tuve por primera vez tuve
conciencia queestaba vivo, que estaba ‘naciendo a escribir’
sin saber que éste iba a ser mi oficio. Me escribí a mí una
canción de cuna, que hoy se canta en 16 o 17 lenguas en el
planeta, y fue, es y será la canción de cuna de niños desde
Bengala hasta Comodoro Rivadavia. Esa fue la primer canción
que compuse, sin pensar ni sospechar que iba a ser artista.
GL: Esa canción tiene una gracia especial. Hace 20 años yo
estaba en una crisis existencial importante. No sabía para
dónde rumbear en mi vida. En el espigón de Mar del Plata entro
a tomar un café y estaban pasando esa canción tuya. No sabés
la gracia, la significación profunda que tuvo para mi vida
escucharla
FC: Sí , es una canción que vino con gracia. Las canciones
vienen solas siempre. La gracia también viene sola. Solo hay
que estar atento, abierto y tranquilo. Pascal, el filósofo,
decía que todos los problemas del hombre radican en que no
saben quedarse quietos y en silencio de vez en cuando. Así
Jesús iba al desierto a hablar con su Padre, así va Juan
Bautista al desierto a buscar consejo, así se enriquecía
Moisés. La quietud, el silencio lo solucionan todo. Si nos
sentáramos ahora los seis mil millones un rato largo en
silencio y en soledad, todos los problemas tienden a
solucionarse por sí solos. Por eso el Mahatma Ghandi decía que
no hay que luchar por la verdad, porque la verdad, en mi
experiencia, tiende a imponerse por sí sola. Estamos
recordando a Jesús ahora, y no a los que no lo entendieron. En
todo el mundo saben en qué día nación Jesús y yo no encontré
en el mundo nadie que sepa qué día nació Herodes. El amor a la
larga vence. Porque el amor es la verdad. Porque la vida es
amor. Si uno conoce el amor conoce la verdad. No son dos cosas
diferentes.
GL: A través de esta, tu Canción de cuna, te invito que
hagamos unos minutos de silencio. Ojalá resuene también en el
corazón de todos los que están escuchando esta misma
experiencia: la de ser príncipes, hijos del Rey
‘Que espera Dios? que el hombre vuelva a ser un niño
para recibirlo en su seno perfecto, perfecto
No crezca mi niño, no crezca jamás
los grandes al mundo le hacen mucho mal
El hombre ambiciona cada día mas
y pierde el camino por querer volar
Vuele bajo porque abajo esta la verdad
esto es algo que los hombres no aprenden jamás
Por correr el hombre no puede pensar
que ni el mismo sabe para adonde va
Sigua siendo niño y en paz dormirá
sin guerras ni maquinas de calcular
Vuele bajo…
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado se reía porque
decía que le causaba mucha gracia y a la vez le hacía muy
feliz ver cuántas cosas había en el mercado que él no
necesitaba, es decir: rico no es el que más tiene sino el que
menos necesita. Es decir:
“mano ocupada, mano perdida”, es decir: “el conquistador, por
cuidar su conquista se transforma en esclavo de lo que
conquisto, es decir que, ‘jodiendo, se jodió’. San Francisco
tenía una de las fórmulas de la felicidad: “deseo poco, y lo
poco que deseo, lo deseo poco”
Dios quiera que el hombre pudiera volver
a ser niño un dia para comprender
Que esta equivocado si piensa encontrar
con una chequera la felicidad
Vuele bajo…
GL: “La vida es hambre o festín. Vos elegís. Para vivir mejor
hay que ser mejor. Nadie puede hacerlo por vos. El Señor no
nos va a preguntar qué hicimos con el dinero, sino qué hicimos
con la alegría inevitable para vivir”
GL: “Siempre con lo que tengo, puedo, debo empezar de nuevo.
Tenemos el deber de ser felices. Bienaventurado quien no
cambia el sueño de su vida por el pan de cada día,
bienaventurado el que sabe compartir un dolor, que es
dividirlo, y compartir una alegría, que es multiplicarla”
FC: Bienaventurados los que sean perseguidos en mi nombre” La
gente, los que tenían el poder, pensaban que yo era comunista.
Entonces estaba siempre censurado, y los lugares en que tenía
abrigo eran Córdoba, Montevideo, Rosario.
GL: ¿Te fuiste del país?
FC: Yo había salido mucho antes porque yo siempre caminé. Pero
una vez sí tuve que salir. Porque yo tuve la mala idea de
venir mas o menos en 1975, cuando estaba Lopez Rega, y había
una asociación que se llamaba “La triple A”: Asociación
Anticomunista Argentina. Anunciaban a quién iban a matar, y mi
nombre salía en los diarios. No sabían qué hacer conmigo,
dónde ubicarme, porque no tenían idea del “Libro Sagrado”,
entonces creían que yo venía de “El Capital” de Marx, o del
Peronismo, o de cualquier cosa que pusiera en discusión sus
asuntos. Un día no sabían qué hacer, le sacaron la firma a un
psiquiatra y a cuatro a 5 psicoanalistas y me metieron en un
manicomio: me acusaron de ‘delirio místico’. Y ahí por suerte,
un médico uruguayo y dos de aquí me ayudaron a escapar y
llegué a Brasil: ¡otra vez afuera! Después, yo estaba medio
encaprichado con esto de volver, y volví en la mitad de la
época de Videla. Otra vez durísimo. Pero me pasó en todos
lados: en Chile, en Haití…Con los años…Te voy a contar una de
las grandes victorias de Dios, el éxito del amor. En el único
país que había un dictador que nunca me molestó fue en España:
Franco. Y todos mis amigos: Serrat, Cortez, Paloma San
Basilio…no podían creer que no me censuraran. Pasaron muchos
años. El año pasado fui a grabar un programa de tv a Sevilla,
de un señor que se llama Jesús quinteros, que tenía una
audición muy interesante que se llamaba “el perro verde”, y
ahora tiene un programa de una charla como esta pero en tv que
se llama “El loco de la colina”. No es un programa con
público, pero había una señora detrás de cámara que me llamó
la atención porque estaba muy atenta, o sea, había venido a
escucharme, y cuando termina el programa viene Jesús Quinteros
y me dice “la señorate quiere saludar”. “Señor Cabral, es un
honor. Yo estoy emocionada porque yo me crié escuchándolo a
usted. Mi abuelo me sentaba en su falda y ponía sus discos y
me decía: escuchá a este hombre”. Y ahí Jesús Q. me dice “la
señora es la nieta del generalísimo Franco”. Ahí pensé:
Realmente, el amor lo puede todo, cruza todo tipo de
fronteras. Después, con los años, algunos dictadores como
Pinochet me mandaron a pedir sus disculpas
GL: ¿Y vos creés que se arrepintieron?
FC: Siempre. Hay una cosa que se llama conciencia. Yo puedo
mentirte, burlarme, escapar, esquivar. Hasta puedo ser un
experto en fugas. Pero cuando me quedo quieto antes de
dormirme, la conciencia me va a decir: ‘estuviste mal, y no
vas a dormir’. Y si no me dice nada es porque estuve bien.
¿quién puede dejar de escuchar a la conciencia?
GL:¿no hay gente que ya se tornó sorda a la conciencia?
FC: No. Queda por ahí debajo de todo, pero en los momentos
clave aparece. Pedir perdón…yo he hecho miles de kilómetros
para disculparme y poder seguir durmiendo en paz, y tener
derecho a seguir hablando de esto que estamos hablando.
Nosotros estamos benditamente poseídos por el amor. Yo vivo
mimado. A mi la sociedad me becó. Mirá: yo veo muy poco y
nada. Salgo a la calle, levanto el bastón porque siempre pasa
un taxi. El otro día, levanto el bastón, para un auto y una
voz me dice: Señor Cabral, esto no es un taxi, pero lo llevo a
donde quiera ir. Cuando no consigo taxi seguro que el primer
patrullero que pasa me lleva al hotel. Cuando voy a un
restaurante pido un vino y alguien de por ahí viene y me lo
cambia por uno de mejor calidad como invitación…¿por qué este
privilegio? Porque diste amor
GL: No hay duda de que has amado mucho. Es la fórmula que nos
da el mismo Jesús: al que ama mucho se le perdona mucho, y al
que se le perdona mucho ama mucho. Vos entraste en ese río.
FC: Fijate lo que a mí me perdonaron: me perdonaron que odiara
a mi padre cuando era chico. Y tantas cosas yo me perdoné! Y
la conciencia, una vez que se da cuenta de que uno entra en
ese río del que hablabas, en el río de la vida, que siempre es
saludable. Teresa decía eso. Hay cosas que nunca voy a
olvidar. Ella entraba a un aeropuerto,y la gente hacía
silencio y se arrodillaba, y paraban la música funcional del
aeropuerto. Y ella decía “¿por qué? Todos debiéramos vivir
llenos de gozo. Me lo aplauden a mí, y todos lo tienen”. Lo
que pasa es que hay que ser muy valiente para amar. Poder
perdonar. Después ya no hay perdón porque ya no hay castigo.
Si se entregó, ya está.
GL: El perdón es una tarea, o es un don. Si es un don ¿cómo se
hace para pedirlo, para recibirlo, para buscarlo, dónde se lo
encuentra?
FC: La cabeza siempre pregunta porque nunca termina de
aprender. El corazón sabe una sola cosa y la ejecuta. El
corazón no mide: ama. Yo voy a hacer ahora una cosa que hice
hace muchos años que se llama “Ferro Cabral”, y en final,
cuando llega a la estación, que es el cementerio, dice “Aquí
termina el viaje de los pocos que se sintieron ricos y de los
muchos que se creyeron pobres”. Dicen ‘¡qué lástima: ahora que
sé de qué se trata la vida se termina. Era tán fácil! Había
que escuchar al corazón antes que interviniera la cabeza, que
nos lleva de conflicto en conflicto. El corazón es el que sabe
que para Dios siempre somos niños. Por lo tanto, la vida es un
juego. Y la mejor manera de jugar ese maravilloso juego es el
amor. Ya san agustín lo decía: “Ama y haz lo que quieras” Ese
es el secreto
LOS OYENTES INTERVIENEN: PREGUNTAN
FC: Tenía fama de ser muy desaforado, por eso me decían indio.
Después con los años, vaya curiosidad, soy embajador de los
pueblos andinos: taraumaras, chamelas y lacandones de Chiapas,
canciller de los xiux en Estados Unidos, viví mucho con ellos.
Estoy buscando mi camino, como Facundo ¿Qué consejo me darías
para empezar a ser un hombre agradecido en la vida?
FC: Escuchar al corazón, ese es el secreto. Antes que
intervenga la cabeza, escuchar al corazón en cada acto, cada
mañana. En el infinito todos son caminos y el centro es cada
uno.
Cuando murió mi mujer y mi hija (eran de Chicago, se cayó el
avión en el que viajaban), me llamó la Madre Teresa y me dijo:
“Caramba, ahora sí que estás en problemas: ¿dónde vas a poner
el amor que te va a sobrar?” Y me llevó a Calcuta a bañar
leprosos, y me salvó. Poné el amor donde haga falta, y también
dátelo, porque “amarás al prójimo como a ti mismo”. Cuando
tengas un problema grande, pon el fervor y el trabajo en el
que tenga uno mucho más grande que el tuyo. Eso es
maravilloso. Y va mucho más allá de ricos o pobres: hay muchos
ricos solos y muchos pobres acompañados. Para Dios no hay
clases sociales: universo, es singular
GL: Cuando estabas lavando leprosos en Calcuta, supongo que
también estarías lavando las heridas de tu corazón por ésta
pérdida. ¿cuánto tiempo estuviste allá?
FC: Sí, por supuesto, también estaba lavando las heridas de
Jesús. Durante muchos años iba dos o tres veces por año.
Después aprendí otra cosa extraordinaria: en mí están mi mujer
y mi hija, mi madre, Madre Teresa, Gardel… No los veo con los
ojos, pero los llevo en el alma. Somos lo amado. Si yo repito
al mal, soy el mal. Si repito al bien soy el bien. Está en
uno, eso no se va. Lo que se fue, no era tuyo. La vida solo te
puede quitar lo que no te pertenece: el esqueleto, pero no a
mi.
Amo a Buenos Aires. Buenos Aires me hizo artista, el arte me
llevó por el mundo y el mundo me hizo salvajemente creyente.
Cuando me quedé sin trabajo, recibí un mail con frases de
Facundo que me ayudaron a levantar la mirada. Decía así “NO
ESTAS DEPRIMIDO, ESTÁS DISTRAIDO”
FC: Ese texto nació porque una querida amiga, Verónica Castro,
tenía en televisa de México un programa muy singular, porque
se sabía cuándo empezaba pero no cuándo terminaba: era según
el interés de la audiencia. Ese día estuve con ella en el
programa desde las 11 de la noche hasta las 3,40 hs. En un
momento ella me dijo “qué bueno que llegaste, más en un día
como éste para mi. Estoy tan deprimida facundo!” y se me
ocurrió decirle “¿no estarás distraída? ¿La depresión, no será
distracción? Porque si yo estoy presente, atento al aquí y
ahora, no puede haber depresión. Ademas deprimir ¿qué es y
desde dónde? La gente empezó a hablar por teléfono y seguimos
hablando de este tema. Cuando terminó el programa me dijo “Eso
tenés que escribirlo urgente”. Me fui al hotel, lo escribí, a
la mañana lo grabé y ya estaba por todos lados en Internet.
Hay psicoanalistas que le sacan las pastillas a los pacientes
y le dan mi CD, hay sacerdotes que lo leen a la hora de la
homilía. Fue un regalo, porque además era un tema que nunca
había pensado, y fue por esa ‘aparente’ preocupación que tenía
Verónica.
Si te decidís ahora mismo a estar atento…porque en la
eternidad siempre se empieza de nuevo, y se va, porque no
podés evitar el aquí.
NO ESTÁS DEPRIMIDO, ESTÁS DISTRAÍDO, DISTRAÍDO DE LA VIDA QUE
TE PUEBLA.
Distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares,
montañas, ríos. No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre
por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones.
Además no es tan malo vivir solo.
Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero
hacer, y gracias a la soledad me conozco, algo fundamental
para vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque
tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80
y Rubinstein interpretaba como nadie Chopin a los 90. Solo por
citar dos casos conocidos.
No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que
perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado.
No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes
ser dueño de nada. Además, la vida no te quita cosas, te
libera de cosas. Te aliviana para que vueles mas alto, para
que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una
escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones.
No perdiste a nadie, el que murió simplemente, se nos
adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él,
el amor, sigue en tu corazón. Quién podría decir que Jesús
está muerto? No hay muerte: hay mudanza. Y del otro lado te
espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San
Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que
la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos
distrae con demasiadas cosas, y nos aleja por que nos hace
desconfiados.
Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama,
está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba
llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor.
Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y
sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la
que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija;
la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3
ó 4 meses de vida.
Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo. A ti
debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida
verdadera con los demás.
Recuerda a Jesús: “Amarás al prójimo como a ti mismo”.
Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa
criatura que estás viendo es obra de Dios; y decide ahora
mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición.
Además, la felicidad no es un derecho sino un deber, porque si
no eres feliz, estás amargando a todos los que te aman. Un
solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó
a matar seis millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es
tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para
gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el
chocolate de la Perugia, la baguette francesa, los tacos
mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de
los brasileiros, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el
Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las
poesías de Whitman, Mahler, Mozart, Chopin, Bethoven,
Caravaggio, Rembrant, Velásquez, Picaso y Tamayo entre tantas
maravillas.
Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos
son buenas; si te gana, te liberadel cuerpo que es tan
molesto: tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas,
tengo razón, tengo dudas….y si le ganas, serás humilde, más
agradecido, por lo tanto fácilmente feliz.Libre del tremendo
peso de la culpa, la responsabilidad, y la vanidad, dispuesto
a vivir cada instante profundamente como debe ser.
NO ESTÁS DEPRIMIDO, ESTÁS DESOCUPADO. Ayuda al niño que te
necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos,
y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio
es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla
para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medidas.
Ama hasta convertirte en lo amado, más aún, hasta convertirte
en el mismísimo amor.
Y QUE NO TE CONFUNDAN UNOS POCOS HOMICIDAS Y SUICIDAS, EL BIEN
ES MAYORÍA PERO NO SE NOTA PORQUE ES SILENCIOSO, UNA BOMBA
HACE MÁS RUIDO QUE UNA CARICIA, PERO POR CADA BOMBA QUE LE
DESTRUYA HAY MILLONES DE CARICIAS QUE ALIMENTA A LA VIDA.
GL: Pocas cosas tan bellas he recibido como estas palabras que
me parecen salidas no solo de un alma buena. Sobre todo, de un
alma humana.
FC: Me gusta siempre contar esta anécdota. En las afueras de
Teherán había siempre un viejecito que estaba sentado en medio
de un basural tan atroz, con tantas ratas, que ni se
preocupaban cuando pasaba un ser humano porque total eran
mayoría. Y él estaba sentado ahí con una cara de felicidad
como si estuviera en Carlos Paz. No es fácil hablar con ellos
porque era un ‘derbiche’ y los derviches están en el silencio
y la meditación, pero al final de tanto vernos nos saludamos.
Me metí de a poquito en el basural con algunos amigos, para
que me ayudaran porque nunca pude entender una lengua árabe.
DE a poco comenzamos a tener pequeños diálogos. El me miraba
(se le había despertado mucho la curiosidad, porque mis amigos
le habían dicho que yo andaba por todo el mundo). Entonces me
decía ¿viste los elefantes?’ –sí abuelo, ‘¿viste al tigre?
–‘sí, cómo no’, ‘¿anduviste en los barcos?’ … preguntaba como
un niño. Como él me preguntaba muchas cosas, en un momento
sentí que yo podía hacerle una pregunta (allí no se le puede
preguntar gratuitamente a un hombre mayor: yo tengo que
decirle: ‘abuelo, ¿le puedo hacer una pregunta?’ y si él me
autoriza la hago, si no, no. Entonces cuando me dio la
autorización le pregunté ‘a usted ¿Cuál es el lugar que más le
gusta?’ y me dijo: ‘éste’. Nos quedamos azorados. Volví a
preguntar ‘¿por qué, abuelo?’ Respondió ‘porque aquí me trajo
Dios. Quién podría haber elegido un lugar mejor para mi’
Ahora siento en cualquier lugar donde esté, que ese es el
mejor lugar para mí, porque El me trajo, entonces no hay
ansiedad ni planes para mañana. Estoy aquí y ahora, y aquí y
ahora empiezo todo de nuevo
FC: Jesús ha vuelto a la tierra. Mi corazón y vuestro corazón
lo saben, pero tenemos tantas distracciones que todavía no lo
podemos encontrar. Tal vez nos sirvió café en Buenos Aires o
trabaja en Córdoba, o nos ayudó a recuperar la democracia, o
es zapatero en Tucumán. Pero mi corazón sabe, como sabe el
corazón de ustedes, que Jesús ha vuelto a la tierra.
Jesús anda por la tierra ¿quién lo pudiera encontrar ?Para
dejar la tinieblas que nos hacen tanto mal
Tal vez anda por los mares como anduvo alguna vez,..o está
cruzando el desierto o renaciendo en Belén
Esta es la cosa más triste que nos podía pasar: saber que está
con nosotros y no saber donde está
Será el que junta las uvas o el que cantas las canciones. Será
el que cuida las flores o el que limpia la ciudad.
Será el que amasa los panes o el que cuida a los caballos,
será el que estudia los astros o el que solo viene y va
Esta es la cosa más triste que nos podía pasar: saber que está
con nosotros y no saber dónde está.
Esa piedra en el oriente equilibrando la arena, ese sol en
occidente, la estrella en la primavera…
Estoy sorprendido por este señor. Conocí algunas de sus
canciones. Lo había encasillado como ‘revolucionario’, no
sabía que es un extraordinario ser humano. Todo lo que este
señor habla es una sola catequesis.
FC: Desde el 71 ando cantando por ahí. Tuve un gran amigo en
República Dominicana con el que coincidíamos en el apellido,
fue un gran poeta: Manuel del Cabral (fue embajador de su país
en nuestra argentina). El dice: “No vayas soldado al frente,
deja el casco y el fusil, que tú defiendes a todos. A todos,
menos a ti”.
Genial. Sólo Nuestro Señor puede haber derramado tanta gracia
sobre Facundo.
FC: No te quepa ninguna duda. Si hay algo que uno hace y que
tiene que ver con la vida, con el amor, ese es un regalo de
Dios: Él es el responsable, el autor, el que canta, el que
escucha
Facundo: gracias por cada palabra, por las semillas que lanzás
a donde vas…. Gaby: gracias por cada silencio…Te canto y: me
celebro, me celebro y me canto. Me enseñaste a tomar la vida
como fiesta. ¡Gracias!
FC: Esa es una versión que yo hacía de Wittman de “Canto a mi
mismo”: “Me canto y me celebro, me celebro y me canto, y si me
canto y me celebro, te celebro y te canto. Porque cada átomo
que me pertenece, te pertenece. Porque cada átomo que te
pertenece me pertenece. Porque vos y yo somos la misma cosa”.
“Para cada hombre guarda un camino Dios”. “El que camina un
solo metro sin amor, avanza amortajado mil metros hacia su
propio funeral”.
¿Qué Jesús es el Señor?
FC: No hay otro Jesús que el de Nazareth, y además está en
todos nosotros. El es la medida. Vino a vivir un rato entre
nosotros para mostrarnos cuál es la figura que él tiene. Todos
somos Jesús. El es el mejor espejo. Pero la medida, el
original, el prototipo, es ese hombre hermoso que festejamos
todos los diciembres, es uno solo. Pero si El es Dios hecho
hombre, ese Jesús es todos los hombres, porque Dios es
totalidad.
Gracias Facundo por tu ejemplo de vida. No muere lo que
desaparece sino lo que se olvida
Gracias por tus palabras, tu simpleza, y por devolvernos la
esperanza de la vida. Ruego a Dios que me sostenga en mi
tribulación como lo hizo contigo en la tuya.
FC: ¡Qué linda y grande toda esta familiade la radio, con
tantos oyentes en todo el mundo! Y digo qué lindo, porque si
somos lo que amamos estamos recordando al Más Grande. Yo amo a
los medios así, cuando están al servicio de lo mejor. Yo
conocí a la Madre Teresa por un programa de TV en Televisa
(Méjico). Era un programa así como este pero en tv, con
llamados. Y en un momento me alcanzan un papel que dice “La
Madre Teresa está en la línea” La conductora había recibido el
papel y no pudo leer, se lo pasó a un compañero y enmudeció,
me lo pasó a mi…¿te imaginás? Me tembló el planeta, porque yo
leí Ma.Teresa está en la línea y yo pensé que era una amiga
mía y comencé a contestarle, y detrás de cámara me dicen: no,
no, te estás equivocando feo. Hago silencio y escucho:
Facundo, habla la Madre Teresa. Ella no decía Jesús, decía ‘mi
esposo’. Me dice: el aire está lleno de mi esposo por vos.
¿cuándo te doy un abrazo? ¿cuándo vamos a orar juntos??
‘¿Madre, ¿dónde está usted?’. Me dice:
estoy acá, en la ciudad de Mexico. ¿Te levantás temprano?’ Le
respondo
‘Madre, ¿usted cree que yo voy a dormir?
Bueno, te espero a las 5 para que oremos juntos. Anotá la
dirección. Y me pasa la dirección al aire, por televisión. A
la mañana había quince mil personas. Tuve que entrar con la
policía. Me llevó de la mano a la capilla de las Hermanas de
la Caridad. Y estuve orando con ella una hora.
GL: ¿Qué sentisre?
FC: Dios: ¡un aire tan fresco en el esqueleto!. El alma
brillante, el corazón con las puertas y ventanas abiertas.
Sentí una gran purificación. Me lavó de una vez de todo lo que
no valía la pena. Y de ahí comenzó una gran amistad. Si hoy
pudimos conectarnos así a través del Purísimo Amor que es uno
solo, esta ha sido una mañana bendecida. Muchas gracias.
GL: Yo también quisiera correr a darte un abrazo. Y desde ya
te agradezco haber sido un instrumento de tanta vida, de tanta
gracia, de habernos salvado de tantas oscuridades, de tantas
muertes. Sos un profeta.También un poeta, un juglar , un
cantor, un escritor, pero fundamentalmente, con la falta que
hace, sos un profeta del amor de Dios.
FC: -¿Qué es lo más desdichado? Le pregunté al derviche en las
afueras de Teherán. “No encontrarle sentido a la vida”, me
dijo.
FC: ¿Qué hace el hombre maduro?
Hacer que todo termine en una monotonía, pero también goza la
diversidad de las reiteraciones. El hombre maduro, ante todo,
espera –privilegio del que ha superado la ansiedad-.
FC: ¿A dónde le gusta vivir, maestro?
Por ahora aquí. No podemos ser descorteses con el aquí que nos
eligió el Señor.Sería bueno que mañana quiera vivir donde
esté. Al fin y al cabo, el mundo está en uno
FC:¿Qué le gusta pensar?
Que siempre habrá otra oportunidad.
FC: ¿qué es lo que más le gusta, maestro?
Ver cómo se renueva la naturaleza, que no pierde tiempo con la
cultura que se le opone, que hace trampas para evitarla.
Yo espero cada mañana para agradecer la tremenda gentileza del
Señor de darme la chance de un nuevo día, es decir de empezar
de nuevo. Esta es la canción que más me gusta cantar : Decir…
Este es un nuevo día
Para empezar de nuevo
Para buscar al ángel
Que aparece en los sueños
Para cantar, para reír
Para volver a ser feliz
En este nuevo día
Yo dejare el espejo
Y tratare de ser
Por fin un hombre bueno
De cara al sol caminare
Y con la luna volare
Siempre hay un nuevo día, y esto quiere decir que siempre se
puede empezar de nuevo
Recuerden que Aristóteles escribió sus grandes obras después
de los 55 años
Que Kant escribió la crítica de la razón pura a los 66 años
Que Darwin escribió el origen de las especies a los 70 años
Es más: Moisés hizo el éxodo a los 80 años
Tamayo, el amado Tamayo pintó hasta los 91 años
Picaso y Sagal hasta los 92 años
Siempre se puede se puede empezar de nuevo
Siempre hay un nuevo día
Cada mañana el Señor espera nuestro corazón,
Solamente debemos escucharlo para que el día sea lo que debe
ser: una fiesta.

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