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Cestodos 
Parasitología medica. 
Parcial
Cestodos 
Los cuerpos de los cestodos, tenias, son planos y tienen aspecto de cinta, y sus cabezas están dotadas de órganos de fijación. 
 La cabeza, o escólice, del gusano suele tener cuatro estructuras succionadoras musculares en forma de copa y una corona de ganchos.
 Una excepción es Diphyllobothrium latum, el cestodo del pescado, cuyo escólice está dotado de un par de largos surcos musculares laterales y carece de ganchos. 
Los segmentos individuales de los cestodos se llaman proglótides y la cadena de proglótides conforma el estróbilo.
 Conforme se desarrollan nuevas proglótides, las existentes maduran a medida que se hacen más distales. 
Las proglótides más distales están grávidas y ocupadas casi por completo por un útero repleto de huevos, que son traspasados a las heces del portador, bien dentro de proglótides completas o bien libres tras la rotura de las mismas. 
 Los cestodos carecen de aparato digestivo y el alimento se absorbe desde el intestino del hospedador a través de la blanda pared del gusano. 
La mayoría de los cestodos que se encuentran en el intestino humano tienen ciclos vitales complejos que implican a un hospedador intermediario y, en algunos casos (cisticercosis, equinococosis, esparganosis), el hospedador intermediario es el ser humano, que alberga los estados larvarios del gusano. 
Teniasis 
Infección por formas adultas de cestodos del genero tenia. (taenia saginata y taenia solium) que se desarrollan en el intestino delgado de su único hospedero definitivo, el hombre. 
Los hospedadores intermediarios naturales son los animales en cuyos tejidos se alojan los metacestodos o formas larvales (cisticercos). 
Ciclo. 
Patogenia 
Algunos cisticercos en áreas no vitales (p. ej., tejidos subcutáneos) pueden no provocar síntomas; sin embargo, cuando se alojan en áreas vitales como el cerebro y los ojos, puede desarrollarse una entidad grave. 
En el cerebro pueden producir hidrocefalia, meningitis, daños a los pares craneales, convulsiones, hiperreflexia y defectos de la visión. 
 En el ojo puede producirse pérdida de la agudeza visual y, si las larvas se alojan en la vía óptica, pueden producirse alteraciones del campo visual. 
La reacción tisular a las larvas viables puede ser sólo moderada, lo que minimiza los síntomas. Sin embargo, la muerte de las larvas tiene como resultado la liberación de material antigénico que estimula una acusada reacción inflamatoria; la exacerbación de los síntomas puede producir fiebre, mialgias y eosinofilia. 
Diagnostico. 
La presencia de cisticercos suele establecerse mediante la demostración radiológica de cisticercos calcificados en tejidos blandos, mediante la eliminación quirúrgica de nódulos subcutáneos y mediante la visualización de quistes en el ojo. 
Las lesiones del sistema nervioso central pueden detectarse por tomografía computarizada, gammagrafía isotópica o ecografía. 
Los estudios serológicos pueden resultar de utilidad; en los casos de individuos portadores de otras helmintosis pueden observarse resultados falsos positivos. 
Prevención 
 Resulta importante para la prevención y el control de la infección humana tratar los casos humanos que albergan la forma adulta de T. solium (con el fin de reducir la transmisión de huevos) y controlar la eliminación de las heces humanas. Estas medidas reducen también la posibilidad de infección de los cerdos.
diphylloBothrium latum
D. latum (tenia del pescado), uno de los gusanos más largos (7-10 m de largo) tiene un ciclo vital complejo que afecta a dos hospedadores intermediarios: los crustáceos y los peces de agua dulce.
 El estado larvario cintiforme del gusano que se encuentra en los músculos del pescado de agua dulce recibe el nombre de espargano. La ingesta de este espargano en carne poco cocinada o cruda da inicio a la infección. 
El escólice de D. latum tiene forma de lanza y presenta dos hendiduras (botrios) que le sirven de órgano de fijación.
Patogenia 
Como sucede con la mayoría de las infecciones por cestodos adultos, las infecciones por D. latum son asintomáticas desde el punto de vista clínico. Los pacientes refieren en algunas ocasiones dolor epigástrico, cólicos abdominales, náuseas, vómitos y pérdida de peso. 
Hasta el 40% de los portadores de D. latum tienen concentraciones séricas de vitamina B12 bajas, supuestamente debido a que el gusano y el hospedador compiten por la vitamina B12 de los alimentos. 
Un pequeño porcentaje (0,1-2%) de personas infectadas por D. latum desarrolla síntomas de deficiencia de vitamina B12 como anemia megaloblástica y manifestaciones neurológicas como entumecimiento, parestesia y pérdida de la sensibilidad vibratoria. 
Las formas larvarias de varios cestodos íntimamente relacionados con D. latum (la mayoría de las especies Spirometra) pueden ser causa de una enfermedad en el ser humano localizada en los tejidos subcutáneos y en los ojos. 
En estos casos, el ser humano actúa como hospedador final del estado larvario o espargano. Las infecciones se adquieren principalmente como consecuencia del consumo de agua de estanques que contienen crustáceos (copépodos) portadores de la larva del gusano. 
Esta forma larvaria penetra en la pared intestinal y migra hacia diferentes localizaciones del organismo, donde se desarrolla la fase de espargano.
Diagnostico. 
El examen de las heces pone de manifiesto la presencia de huevos operculados teñidos de bilis con un botón en la parte más baja de su envoltura. 
En muestras de heces también pueden observarse proglótides características con la estructura uterina en roseta. 
Prevención. 
La prevalencia de esta infección se reduce evitando la ingesta de pescado poco cocinado, controlando la eliminación de las heces de origen humano (especialmente mediante un tratamiento adecuado de las aguas residuales antes de verterlas a los lagos) y tratando las infecciones en una fase precoz.
Himenolepiosis
Hymenolepis nana, el cestodo enano, mide solamente de 2 a 4 cm de longitud, a diferencia de los microorganismos del género Taenia, que pueden llegar a medir varios metros. 
Su ciclo vital también es sencillo y no depende de ningún hospedador intermediario, aunque pueden infectarse ratones y cucarachas, que participarían como consecuencia de ello en el ciclo.
La infección se inicia cuando se ingieren los huevos embrionados y se desarrollan en las vellosidades intestinales hasta el estadio larvario de cisticerco. 
Esta larva cisticercoide se fija al intestino delgado con sus succionadores musculares y su corona de ganchos, y el gusano adulto produce un estróbilo de proglótides cargadas de huevos. 
Los huevos que se eliminan por las heces son directa e inmediatamente infectantes, con lo cual se inicia otro ciclo. La infección puede también adquirirse por la ingesta de insectos infectados, que actúan como hospedadores intermediarios. 
Patogenia. 
Si sólo hay algunos gusanos en el intestino no se experimentan síntomas. En las infecciones masivas, especialmente si ha habido autoinfección e hiperinfección, los pacientes sufren diarrea, dolor abdominal, cefalea, anorexia y otras molestias mal definidas.
Diagnostico. 
El examen de las heces revela la presencia de los huevos característicos de H. nana, con su embrión con seis ganchos y filamentos polare
Hidatidosis

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