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DESARROLLO DEL SISTEMA RESPIRATORIO

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Desde el punto de vista Histogenético el 
Desarrollo Pulmonar se divide en los 
siguientes períodos: 
1. Período Pseudoglandular, transcurre entre la 6 y 16 semanas, se genera el Sistema de Conducción del Aire, integrado por los Bronquios, los Bronquiolos Propiamente Dichos y los Bronquiolos Terminales. En esta etapa aún no se forman los elementos del intercambio gaseoso, es por este motivo que si un feto nace en éste período no pueden sobrevivir 
2. Período Canalicular. Etapa comprendida entre las 16 y 26 semanas, aparecen los Bronquiolos Respiratorios y los Conductos alveolares. Además aumentan de calibre los conductos formados en el período anterior y se intensifica la vascularización del tejido pulmonar. Hacia la semana 24 cada Bronquiolo Terminal ha dado lugar a dos o más Bronquiolos Respiratorios, los que luego se dividen en tres a seis conductos tubulares denominados Conductos Alveolares. 
La Respiración es posible a finales del Período Canalicular, ya que se han desarrollado algunos Sacos Terminales (primordios de los alvéolos) de pared delgada en los extremos de los Bronquiolos Respiratorios y la vascularización del tejido pulmonar es adecuada. 
3. Período Sacular Terminal, comprende desde las 26 semanas hasta el nacimiento; se forman los Sacos Terminales y su epitelio se torna muy delgado. Los capilares comienzan a expandirse hacia estos alvéolos 
en desarrollo. El contacto íntimo entre las células epiteliales y endoteliales establece la Barrera Sangre-Aire, que permite un adecuado intercambio gaseoso 
para que el feto sobreviva si nace antes de término. 
Hacia las 26 semanas, los Sacos Terminales se recubren principalmente de células epiteliales escamosas de origen endodérmico, las Células Alveolares de Tipo I o Neumocitos I, a través de las cuales se produce el intercambio gaseoso. La red capilar prolifera con rapidez en el mesénquima situado alrededor de los alvéolos en desarrollo y existe una formación activa simultánea de capilares linfáticos. 
Entre las células epiteliales escamosas se encuentran diseminadas células epiteliales secretoras redondeadas, las Células Alveolares de Tipo II o Neumocitos II, que secretan el Surfactante Pulmonar, una mezcla compleja de fosfolípidos. El surfactante forma una película monomolecular sobre las paredes internas de los sacos terminales, reduciendo la tensión superficial en la zona de contacto aire-alvéolo. 
La maduración de las Células Alveolares de Tipo II y la producción de Surfactante es variable en fetos de distintas edades gestacionales. Esta producción aumenta durante las etapas terminales del embarazo, especialmente a lo largo de las dos últimas semanas.
El Surfactante contrarresta las fuerzas de tensión superficial y facilita la expansión de los Sacos 
Terminales (Alvéolos Primordiales). Por consiguiente, 
los fetos que nacen de forma prematura entre las 24 y 26 semanas tras la fecundación pueden sobrevivir si reciben cuidados intensivos; no obstante, pueden padecer dificultad respiratoria por la deficiencia del surfactante.
La producción de surfactante se inicia en la semana 20, pero sólo está presente en pequeñas cantidades en niños prematuros y no alcanza niveles adecuados hasta finales del período fetal. 
 4. Período Alveolar. Se extiende desde las 32 
 semanas del desarrollo intrauterino hasta los 8 años
 de edad, los Pulmones aumentan su vascularización y 
 desarrollan los Sacos Alveolares. Las paredes de los
 Alvéolos quedan revestidas por células muy delgadas,
 las Células Alveolares Tipo I ó Neumocitos I-, en
 íntimo contacto con el Endotelio de los capilares
 sanguíneos que transitan por el tejido conectivo
 circundante, estableciéndose la Barrera Sangre-
 Aire que permite el intercambio adecuado de gases
 para que el feto sobreviva si nace prematuramente. 
En esta etapa aparecen también las Células Alveolares Tipo II ó Neumocitos II, células que secretan un Agente Tensoactivo -la Sustancia Surfactante o Surfactina- que tiene la propiedad de a) Reducir la Tensión Superficial en las paredes Alveolares, manteniendo la Distensión Alveolar; b) Facilita el Intercambio Gaseoso y c) Evita el deterioro del Revestimiento Epitelial por la acción corrosiva del aire. 
 Formación de las circulaciones pulmonar y sistémica 
 paralelas.
La transición de la dependencia de la placenta para el intercambio gaseoso al intercambio gaseoso pulmonar requiere los siguientes cambios adaptativos en los pulmones:
 Producción de una cantidad adecuada de 
 Surfactante en los alvéolos.
 Transformación de los pulmones de órganos 
 secretores a órganos de intercambio gaseoso.
El desarrollo pulmonar durante los primeros meses de vida se caracteriza por un incremento exponencial de la superficie de la Barrera Aire-Sangre. Este aumento se logra mediante la multiplicación de alvéolos y capilares. 
En los Pulmones de un recién nacido a término existen aproximadamente 50 millones de alvéolos, y 300 millones en el adulto. Por tanto, en las radiografías torácicas los pulmones de los recién nacidos son más densos que en los adultos. Antes del nacimiento se producen movimientos respiratorios fetales que resultan esenciales para un desarrollo pulmonar normal. 
El patrón de Movimientos Respiratorios Fetales se utiliza mucho en el diagnóstico del Trabajo de Parto y como marcador del pronóstico fetal en los partos prematuros. Los movimientos de respiración fetal, que aumentan conforme se acerca el parto, tonifican probablemente los músculos respiratorios. Al nacer, los pulmones y bronquios están medio llenos de líquido derivado de la cavidad amniótica. La aireación pulmonar al nacer no implica tanto la insuflación de los órganos colapsados vacíos, sino la rápida sustitución del líquido intralveolar por aire. 
► Hacia el Sistema Linfático y las Arterias y 
 Venas Pulmonares.
El líquido pulmonar se elimina al nacer a 
través de tres vías:
 ► A través de la boca y la nariz por la presión en 
 el tórax fetal durante el trabajo de parto.
► Por los capilares pulmonares.
 Volumen apropiado del líquido amniótico.
En el feto casi a término, los vasos linfáticos pulmonares son relativamente más grandes y numerosos que en el adulto. El flujo linfático es rápido durante 
las primeras horas tras el nacimiento y disminuye a continuación. Tres factores son importantes para un Desarrollo Pulmonar Normal:
  Espacio torácico adecuado para el crecimiento 
 pulmonar.
 Movimientos de respiración fetal.
Durante la vida prenatal la luz del Árbol Broncoalveolar se halla ocupada por una mezcla de Liquido Amniótico y Secreciones elaboradas por las Células Glandulares de su misma mucosa. El Liquido Amniótico ingresa normalmente a los Pulmones como consecuencia de Movimientos Respiratorios Episódicos que realiza el feto a partir de las doce Semanas. 
El aire que penetra a los Pulmones durante las Primeras Respiraciones Postnatales acompañadas de llanto- no ingresa a un órgano colapsado, sino relleno por el líquido amniótico, el cual es gradualmente reemplazado por el elemento gaseoso. Así, a partir del momento en que el Recién Nacido comienza a respirar, el líquido se elimina absorbido por los Capilares Linfáticos y Sanguíneos que rodean a los Alvéolos. Antes, una pequeña parte del mismo se expulsa hacia el exterior a través de la boca, merced a la compresión que sufre el tórax -y en consecuencia los Pulmones- durante la salida del Feto por el Canal del Parto. 
Respecto a los Primeros Movimientos Respiratorios, éstos se desencadenan mediados por sus respectivos centros nerviosos merced a los cambios gaseosos que se producen en la sangre del Recién Nacido apenas se secciona su Cordón Umbilical, trayendo consigo un descenso del Oxígeno y un aumento del Anhídrido Carbónico. Una vez presente el aire en los alvéolos, comienza el intercambio entre sus gases y los gases transportados por la sangre de los Capilares Pulmonares.

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