Alquiler de ropa

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En los últimos años hemos sido testigos de un cambio sustancial en los patrones de consumo, impulsados por el uso de las nuevas tecnologías, la crisis económica y el respeto al medio ambiente.
De este modo, han surgido nuevas formas de consumo. Viajar en coche compartido, comprar o vender ropa usada u otros artículos como libros o muebles, era muy poco común hace unos años y en general, existía rechazo a estas fórmulas. Hoy en día, esas barreras psicológicas se han superado.
En este contexto, surge el boom del alquiler de ropa, sobre todo de precios altos, como forma de disfrutar de productos de alto coste a un precio asequible. La explosión de esta demanda viene motivada por varios factores:
· Por un lado, se han dinamitado barreras psicológicas existentes. El alquiler de ropa estaba limitado trajes para eventos y, en su mayoría para un público masculino.
Desde el punto de vista social, se primaba la ropa en propiedad (aunque nadie pudiera saberlo) y, si es posible, de estreno en los eventos. Algo comparable a lo que pasaba con las viviendas hace cincuenta años y, sigue pasando en las zonas rurales…un nivel social medio, conllevaba una vivienda en propiedad.
· Por otro lado, la crisis económica que comenzó hace algo más de una década, ha hecho estragos en particular, en las economías de nivel medio y medio-alto, que ahora no pueden permitirse los lujos a los que sucumbían antes, aunque fuera esporádicamente.
· Las tecnologías digitales permiten el desarrollo de ciertos negocios, que encuentran en internet y en las aplicaciones móviles, una forma óptima de llegar a sus consumidores, mostrar sus productos y establecer sistemas de envío, que de otra forma, sería imposible.
Estas empresas cuentan con un sistema de logística, servicios accesorios, tintorería, arreglos y recogidas, que sin las tecnologías digitales, sería imposible. Un ejemplo del producto que ofrecen y sus servicios accesorios podemos verlo en esta web: https://www.lamasmona.com/
· También hay una tendencia en el negocio de la ropa de alquiler hacia un consumidor, que no busca el lujo, sino reducir residuos. Se huye del comprar y acumular ropa en el armario. https://www.pantala.es/
· Por último, es una alternativa mucho más barata y racional. Si sólo se va a usar una vez, es más práctico alquilarlo para ese momento.
De esta forma, el alquiler se perfila como producto sustituto de la compra, pero con una gran ventaja económica.
A la hora de tomar la decisión de compra, los motivos que empujan a llevarnos el producto a casa, son comunes en gran medida que los que nos mueven a comprar, pero derribando barreras que nos limitaban a adquirir el producto.
 (
Psicosociología
 
del
 
Consumidor
)
En este cuadro se exponen algunas de las razones que pueden impulsar al consumidor a Comprar o Alquilar:
	RAZONES QUE RETRASAN LA COMPRA
	RAZONES QUE IMPULSAN EL ALQUILER
	No poderse permitir la compra en ese momento
	Decidirse por otra alternativa diferente (alquiler)
	Inseguridad sobre si realmente se necesita el
producto
	Disponer de tiempo (la comodidad de hacer la
selección desde casa)
	Riesgo social y psicológico (miedo a equivocarse) sobre si se toma una decisión errónea.
	La necesidad es eventual y caduca.
	Percibir que otro producto que ya tenemos, podría
resolver esa necesidad.
	Se ofrece a un precio bajo y atractivo
	Riesgo de funcionamiento y monetario, derivado
de una mala compra
	Amplia oferta en internet
	Expectativas sobre modificaciones de los precios o modificaciones de los productos en un futuro
cercano
	Se puede mostrar el artículo deseado, a quien queramos, para buscar consejo o consentimiento.
	Necesidad del consentimiento de otros
	Experiencias positivas de otras personas (Boca a
boca)
	Artículo que pasará de moda y seguirá ocupando espacio en el armario.
	Posibilidad de disfrutar de una amplia variedad, con poca inversión y sin ocupar espacio en los
armarios.
Este fenómeno, permite disfrutar de artículos de lujo, reservados sólo a consumidores de niveles económicos muy altos. El fenómeno se vio impulsado por aquellas personas a las que la crisis ya no les permitía comprar y que no querían renunciar a ciertos lujos, porque en cierto modo, mantener ciertos lujos y mantener el estatus social van de la mano.
Pero además el negocio del alquiler de ropa, va más allá de los artículos de lujo y alcanza al público juvenil, que de esta forma, puede vestir mejor, más variado y de una forma más ecológica.
El negocio del alquiler de moda, sólo ha empezado y es que como leemos en la web de Pantala “No comprar, nunca estuvo tan de moda”