Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
VIVIR A LA MANERA EXISTENCIAL Aportes para una Logoterapia Clínica Efrén Martínez Ortiz Jorge Rodríguez Juan Pablo Díaz del Castillo Aureliano Pacciolla ******ebook converter DEMO Watermarks******* Colaboradores Efrén Martínez Ortiz Ph.D. en psicología. Presidente de la sociedad para el Avance de la Psicoterapia Centrada en el Sentido y de la fundación Colectivo Aquí y Ahora. Director del Master en Psicología clínica de orientación logoterapeutica. Autor de numerosos artículos de investigación y de 17 libros entre los que se cuenta: Adicciones y Sentido de vida (2015), Coaching existencial (2014), Manual de psicoterapia con enfoque logoterapeutico (2013), Los modos de ser inautenticos (2011) y el Diálogo socrático en la psicoterapia (2009), entre otros. Jorge Rodríguez Msc. Psicólogo egresado de la Universidad Nacional de Colombia, Magister en Psicología Clínica de orientación Logoterapeutica de la Universidad del Norte y SAPS, Especialista en Gestión del Desarrollo Humano y Bienestar Social de la Universidad Externado de Colombia. Docente de la Maestría en Psicología Clínica de orientación logoterapeutica y la Formación en Coaching Logoterapéutico. Amplia experiencia en investigación e intervención grupal e individual. Juan Pablo Díaz del Castillo B. Psicólogo y Publicista colombiano, Doctorando en Psicología de la Universidad del Salvador (Buenos Aires) en la línea de psicología clínica y logoterapia, con Posgrados en Logoterapia y Análisis Existencial y en Logoterapia Clínica. Es Coordinador Académico de SAPS. Docente de la Maestría en Psicología Clínica de orientación logoterapeutica y la Formación en Coaching Logoterapéutico. Ha dictado conferencias en Argentina, Perú, Uruguay, Austria, España, Brasil y Colombia. Ha publicado artículos en revistas de logoterapia y psicología clínica y ha sido coautor en otros libros relacionados con Logoterapia. Aureliano Pacciolla Ph.D. Psicoterapeuta y psicólogo forense. Docente de psicología general y de Psicología de la personalidad en la Universidad LUMSA de Roma. Es docente de postgrado de varias escuelas de psicoterapia y miembro de la Asociación Italiana de logoterapia y Análisis Existencial Viktor Frankl. Uno de los mayores exponentes del pensamiento de Viktor Frankl aplicado a la psicoterapia. ******ebook converter DEMO Watermarks******* ******ebook converter DEMO Watermarks******* VIVIR A LA MANERA EXISTENCIAL Colaboradores Introducción CAPÍTULO I LA LOGOTERAPIA EN EL LUGAR DE LAS PSICOTERAPIAS CONTEMPORANEAS ESTATUTO EPISTEMOLÓGICO DE LA LOGOTERAPIA INFLUENCIAS HUMANISTAS-EXISTENCIALES EN LA LOGOTERAPIA APROXIMACIÓN COGNITIVA DE LA LOGOTERAPIA Logoterapia: ¿Una psicoterapia Metacognitiva? META-TEORÍA CONSTRUCTIVISTA Y LOGOTERAPIA TERAPIAS DE TERCERA GENERACIÓN Y LOGOTERAPIA LA PSICOLOGÍA POSITIVA Y LA LOGOTERAPIA CAPÍTULO II LA LOGOTERAPIA COMO PSICOTERAPIA LA PSICOTERAPIA DE ORIENTACIÓN LOGOTERAPÉUTICA EN LA ACTUALIDAD LA LOGOTERAPIA CLÍNICA COMO PSICOTERAPIA ESPECÍFICA DEL SENTIDO BASES TEÓRICAS DE LA PRAXIS DE LA PSICOTERAPIA LOGOTERAPÉUTICA Una psicoterapia de principios filosóficos La Libertad de la Voluntad La Voluntad de Sentido El sentido de la vida Una psicoterapia de lo espiritual Una psicoterapia de recursos personales Autocomprensión Autorregulación Autoproyección Autotrascendencia Diferenciación Afectación Entrega Una psicoterapia centrada en la persona y la personalidad CAPÍTULO III LA PSICOPATOLOGÍA Y EL CAMBIO EN LA PSICOTERAPIA LOGOTERAPÉUTICA Huida y lucha del malestar de la psicopatología UNA PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL CAMBIO CAPÍTULO IV ENMASCARAMIENTO ANTROPOLOGICO LA MIRADA INTEGRADORA DE LA LOGOTERAPIA MANIFESTACIONES Y PREPONDERANCIAS CAPÍTULO V ENMASCARAMIENTO PSICOLÓGICO (O cuando el trastorno orgánico se disfraza de problema psicológico) LA INTERACCIÓN ENTRE LAS DIMENSIONES HUMANAS: LA PERSPECTIVA DE LA PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGIA EL ENMASCARAMIENTO PSICOLOGICO, UNA PROPUESTA DE TAYLOR UNA MIRADA A LA DIMENSIÓN BIOLÓGICA: SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Recubrimiento del cerebro Posibles Enmascaradores Psicológicos Asociados con los recubrimientos del cerebro Infecciones del sistema nervioso central Infecciones del sistema nervioso central y enmascaramiento psicológico ******ebook converter DEMO Watermarks******* Neuronas y neurotransmisores Alteraciones en la mielina de las neuronas Uso de sustancias psicoactivas Corteza cerebral Lóbulos frontales Lóbulos temporales Áreas corticales de asociación Sistema límbico Sistema nervioso autónomo Sistemas de apoyo Corazón, pulmones, sangre Sistema endocrino y hormonas TRAMPAS CLÍNICAS CLAVES DE ALERTA Y CLAVES PRESUNTIVAS Claves de alerta Claves presuntivas CAPÍTULO VI ENMASCARAMIENTO EXISTENCIAL (o cuando la psicopatología se disfraza de vacío existencial indicadores de trastorno psicológico) LAS DIFICULTADES QUE EMERGEN DESDE LA DIMENSIÓN EXISTENCIAL/ESPIRITUAL EL ABORDAJE DE LA DIMENSIÓN PSICOLÓGICA Y LOS LÍMITES DE LA LOGOTERAPIA ESPECÍFICA Y DEL COACHING EXISTENCIAL Claves de alerta del enmascarmiento existencial: Criterios para decidir si el abordaje es específico o inespecífico. INDICADORES DE SEVERIDAD DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Depresión noogena vs. otras depresiones Adicción noógena vs. otras adicciones Culpa existencial vs. culpa neurótica Valores vs. trastorno de personalidad Duelo normal vs. duelo patológico Ansiedad normal vs. ansiedad patológica CAPÍTULO VII ENMASCARAMIENTO BIOLÓGICO (o cuando se desencadenan síntomas psico-espirituales que aparecen en lo biológico) CUANDO LA DEPRESIÓN HACE HABLAR EL CUERPO CUANDO LA ANSIEDAD HACE HABLAR AL CUERPO CUANDO EL PATRON DE LA PERSONALIDAD TE ENFERMA CAPÍTULO VIII MODELO DE FUNCIONAMIENTO DE LA PSICOTERAPIA DE ORIENTACIÓN LOGOTERAPÉUTICA La relación terapéutica EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO Técnicas de evaluación diagnóstica Las entrevistas Formulación de caso: La estructura del psicodiagnóstico El proceso psicoterapéutico centrado en el sentido Primeros momentos Segundos momentos ******ebook converter DEMO Watermarks******* Momentos finales Técnicas y métodos de intervención Diálogo socrático Entrenamiento en percepción de sentido Técnica de las preguntas ingenuas e irónicas Técnica de la modificación de actitudes Técnica de la intención paradójica Derreflexión CAPÍTULO IX EL MAPA DE LOS SIGNIFICADOS PERSONALES: UNA HERRAMIENTA LOGOTERAPEUTICA ¿Por qué en psicoterapia es importante el ‘logos’? ¿Para qué sirve el “Mapa de los significados personales”? CAPÍTULO X DIAGNÓSTICO SOBRE EL SENTIDO DE VIDA Y DSM-5 CONSIDERACIONES TEÓRICAS LA AUTODIRECCIONALIDAD HACIA UN SENTIDO PROPUESTA PRACTICA: “ESCALA SOBRE LA AUTODIRECCIONALIDAD Y SENTIDO DE VIDA EN EL DSM-5” ESCALA DE AUTODIRECCIONALIDAD ESCALA DE AUTODIRECCIONALIDAD CONCLUSIONES CAPÍTULO XI EL CUIDADO DE SÍ DEL QUE CUIDA LA ETIOLOGÍA DEL BURN-OUT El sentido de vida del psicoterapeuta Cuando el sentido se oscurece en el terapeuta ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA EL TERAPEUTA SOCIEDAD PARA EL AVANCE DE LA PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL SENTIDO SAPS LIBROS DE MIEMBROS DE LA SOCIEDAD PARA EL AVANCE DE LA PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL SENTIDO MANUALES Bibliografía ******ebook converter DEMO Watermarks******* Introducción La distancia de sí es el recurso que posibilita el autoconocimiento, una de las máximas de la antigua cultura griega y que se encontraba tallada en piedra en el templo de Delfos: “Conócete a ti mismo”, un principio que fue base del pensamiento socrático, y que se encuentra en la Apología a Sócrates: una vida sin examen no merece la pena ser vivida (Platón, 2006), desde esos lejanos siglos, el autoconocimiento, era una parte importante de la cultura, siendo uno de los mandatos del logoterapeuta, pues no solo se es un buen conversador, sino un experto en metodología socrática, acompañando a su consultante a generar esa distancia fecunda entre lo facultativo y su facticidad psicofísica, entre lo que es y lo que puede ser. Estos planteamientos griegos evolucionaron a través del tiempo y se encuentran presentes en la filosofía delque se podría llamar el primer psicoterapeuta contemporáneo: Zarathustra: “me hallasteis cuando aún no os habías buscado a vosotros mismos… Ahora os ordeno que me perdáis a mí y os encontréis a vosotros” (Nietzsche, 1982, 2004). Pero desde este gran visionario ya se sabía que esta capacidad se podía ver afectada, pues para Nietzsche la enfermedad no sólo es física, sino también psicológica o cultural (en el sentido de la restricción de los dogmas o verdades absolutas), la cultura tiende a imponer su forma de vivir, y antes de este pensador, existía una forma correcta y otra incorrecta de vivir, desde esta perspectiva se pone en duda y se permite –filosóficamente hablando– descubrir su verdad, porque para él lo importante no es la ‘verdad’ en sí, sino cuanta verdad puede soportar la persona (Nietzsche, 2004). Esto es ejemplificado por un psicoterapeuta existencial en la novela El día que Nietzsche lloró (Yalom, 2011): tiene que aprender a verse a sí mismo desde lejos, aunque la enfermedad enturbie la perspectiva. Desde Dinamarca el pensador Kierkegaard planteaba, como menciona Martínez (2009), que todo conocimiento del mundo, es conocimiento de sí mismo, siendo una vasta tarea la que enfrenta el logoterapeuta al intentar ayudar al otro en la comprensión de sí mismo y del mundo. En este proceso evolutivo filosófico aparece Husserl quien buscaba un modo alejado del positivismo y naturalismo del siglo XIX (Moreno, 2000), basándose en las críticas y propuestas de estos movimientos para desarrollar un nuevo modelo de aproximación al fenómeno[1], pues Husserl consideraba que nuestra tarea ******ebook converter DEMO Watermarks******* no era tan sólo una forma de ver, sino de lograr una nueva forma de profundidad en la comprensión que va más allá de los objetos visibles, donde se pone de manifiesto a la consciencia intencionada ‘hacia fuera de sí’, dirigida a la alteridad y participando de un mundo perceptivo (Moreno, 2000). A estos aportes se les conoce con el nombre de método fenomenológico, un método que consiste en mostrar aquello que está presente y en esclarecer aquello que se da, es decir aquello que se da a la consciencia (Bochenski, 1981), trata de un describir y no de explicar o analizar, pudiéndose llamar una psicología descriptiva (Merleau-Ponty, 1994). Se puede decir que es una ciencia de los fenómenos de la consciencia, que busca los fenómenos puros que se dan en la intuición (Binswanger, 2005). Para lograr esto, hay que poner en práctica el método fenomenológico: 1. la regla del Epoché, 2. la regla de la descripción, y 3. la regla de la horizontalización (Martínez, 2009). La propuesta de Husserl integrada con las ideas de Kierkegaard y Nietzsche abren paso a un nuevo movimiento, una nueva forma de acercarse al ser humano dando un acento en la existencia: “hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre” (Sartre, J. P. 2009). Un ser diferente de los demás seres que se le da el nombre de Dasein: el ser que tiene en su ser una relación de ser con su ser (Heidegger, 2009), el ser que es capaz de des-ocultar la verdad (Heidegger, 2011). Un ser que se encuentra confrontado con las situaciones límite: muerte, sufrimiento, culpa y azar (Jaspers, 1958). Esta forma de pensar parte de una existencia específica y que en su relación con el mundo se va definiendo a sí misma, porque el ser humano es el único ser que es aquello que ha decidido de sí mismo (Sartre, 1966, 2009), el ser que es más de lo que se puede saber de él (Jaspers, 1958), es aquel que ha sido arrojado al mundo y se ha lanzado hacia el futuro como un proyecto (Heidegger, 2009). La filosofía existencial pone un compromiso en la comprensión de la existencia del ser humano como un ser único e irrepetible, invitando a la propia autocomprensión y evitando la más terrible manera de vivir: encantar a todo el mundo con sus descubrimientos y su ingenio pero sin comprenderse a sí mismo (Jaspers, 1959a). La autocomprensión es un punto de partida en la búsqueda de la verdad, ya que “el existencialismo es el esfuerzo por comprender al hombre eliminando la escisión entre sujeto y objeto” (May, 1977), invitando a comprenderlo en su ******ebook converter DEMO Watermarks******* relación con el mundo, es decir, desde su ser-en-el-mundo; pues la fenomenología existencial busca la naturaleza de la experiencia que una persona tiene de su mundo y de sí misma, siendo esta experiencia primaria a los problemas científicos que buscan explicarla (Laing, 2014). Desde que Freud en 1886 abrió su clínica para el trabajo con desórdenes nerviosos, se puede hablar del nacimiento de una aplicación de la psicología, que se conoce en la actualidad como psicoterapia. Esta se podría definir como un conjunto amplio y diversificado de procedimientos, que permiten la utilización de los recursos personales de los pacientes, con el fin de ayudarlos a mejorar su sufrimiento psicológico (Fernández-Álvarez, 2011). Desde ese momento dio origen a sus dos técnicas principales: la asociación libre y la interpretación de los sueños; su objetivo era hacer consciente su mundo inconsciente. Se puede ver como una forma en que el paciente pueda verse a sí mismo, es decir hacer consciencia de sí; es decir, esa capacidad para que el paciente tome distancia de sí y se pueda llegar a comprender o autoconocerse. Luego del trabajo de Freud han venido apareciendo otras formas de psicoterapia donde cambian diferentes aspectos, algunos más cercanos a modelos científicos que otros, pero, si en algo se identifican, es que buscan que la persona solucione sus problemas en la mayoría de los casos. Pero en los años cincuenta se empezó a dar un movimiento que buscaba la integración encabezado por Dollar y Miller, y continuado por Jerome Frank en 1961 que dio un paso mayor; dicho movimiento plantea que existen factores comunes a todas las psicoterapias (Fernández-Álvarez, 2008, 2011), los que más interesan para el presente trabajo son: 1. Proveen oportunidades para el aprendizaje tanto cognitivo como experiencial… Todas las escuelas concuerdan que el paciente necesita no sólo entender algo diferente, sino tener una nueva experiencia, y 2. El efecto terapéutico más importante es que aumenta la sensación de dominio o autocontrol… Una forma poderosa que genera esa sensación se origina en la posibilidad de darle nombre a las propias experiencias (Fernández-Álvarez, 2008, 2011). Aportes que hacen a la logoterapia en la actualidad, una de las opciones psicoterapéuticas con mayor futuro, pues la misma tiene el potencial de lograr dichos aportes. ******ebook converter DEMO Watermarks******* CAPÍTULO I LA LOGOTERAPIA EN EL LUGAR DE LAS PSICOTERAPIAS CONTEMPORANEAS La logoterapia o tercera escuela vienesa de psicoterapia nace en la década de los 30 a partir de la integración de diferentes autores bajo el prisma y consolidación de un médico, psiquiatra, neurólogo y filósofo llamado Víktor Emil Frankl (1905-1997). Podría definírsele como “un modo de pensamiento y una metodología combinados en un proceso dirigido a capacitar a los clientes a descubrir significado en sus vidas” (Guttmann, 1998). De igual forma otros autores Logoterapéuticos la entienden como una psicoterapia centrada en el sentido (Lukas, 1983, Martínez, 2014). Sin embargo, para efectos de esta propuesta –y como se expondrá a lo largo de la misma– se entenderá la logoterapia como una perspectiva de pensamiento con influencias humanistas-existenciales, de aproximación cognitiva (metacognitiva) y epistemológicamente fenomenológica/constructivista[2] que al aplicarse al campo clínico o psicoterapéutico puede considerarse una psicoterapia centrada en el sentido (aunque no se dedica de manera exclusiva a los problemas asociados al sentido de la vida). ESTATUTO EPISTEMOLÓGICO DE LA LOGOTERAPIA Si la epistemología se refiere al conocimiento de las teorías sobre la realidad y una teoría de la realidad es el plano ontológico, bienpodría decirse que la realidad es lo óntico (Oro, 1991) y por lo tanto existe con independencia del observador, aunque como se definirá más adelante, inaccesible al mismo, excepto de manera parcial y selectiva. La epistemología que plantea la logoterapia “constituye un serio esfuerzo de integración donde confluyen las ciencias nomotéticas (con toda la investigación que se ha realizado y por realizar) y las ciencias ideográficas en su conjunto” (Oro, 1991). En este sentido, dice Frankl (1994a): “la psicología y cómo aplicación de ésta, por decirlo así la psiquiatría forman parte de las ciencias naturales; en cambio la psicoterapia, que aborda y accede a lo espiritual, rebasa el marco de las ciencias naturales. Donde se ubican entonces? preguntaran ustedes. Quizá piensen que pertenecen a las ciencias del espíritu.” La Logoterapia sería difícil de ubicar epistemológicamente dentro de una ******ebook converter DEMO Watermarks******* escuela pre-establecida, pues guarda diferencias y similitudes con todos los intentos de clasificación que se han realizado hasta el momento. “La Logoterapia, por lo general, es incluida dentro de la categoría de la psicología humanista (Bühler y Allen, 1972), o bien es identificada con la psiquiatría fenomenológica (Spiegelberg, 1972) o la psiquiatría existencial (Allport, 1959; Lyons, 1961; Pervin, 1960). Sin embargo, en opinión de diversos autores, la logoterapia es el único de dichos sistemas que ha logrado desarrollar técnicas psicoterapéuticas propiamente dichas (Frankl, 1994b)”. Ahora bien, las diferencias no están solo dadas en el campo metodológico, pues Frankl (1994b) realiza críticas tanto al existencialismo como al humanismo que rebasan el terreno de lo técnico: “Se suele incluir la logoterapia dentro de las categorías correspondientes a la psiquiatría existencial o a la psicología humanística. Sin embargo, el lector de mis libros quizás esté informado de que he hecho algunas observaciones críticas con respecto al existencialismo; o al menos, a lo que es designado como existencialismo. De modo similar encontrará en este libro ciertos ataques dirigidos contra el así llamado humanismo”. Frente al humanismo dice Frankl (1994b): “Aun cuando se ha dicho que la logoterapia se ha ‘unido’ a dicho movimiento (Charlotte Bühler y Melanie Allen, 1972), por motivos heurísticos es conveniente separar la logoterapia de la psicología humanista, a fin de lograr un punto de vista crítico más ventajosos y comentarla con sentido crítico.” En este orden de ideas, en cuanto a la principal crítica al humanismo, “Frankl alega, principalmente, que suele ser común en las orientaciones de la psicología humanista aplicar un modelo mecanicista, en términos causa- efecto sintomático, en el quehacer psicoterapéutico (Freire, 2002)”; así mismo y específicamente en cuanto a las propuestas de Maslow, Frankl (1994b) considera que la distinción establecida entre necesidades superiores e inferiores olvida que cuando las necesidades inferiores no son satisfechas, se hace más urgente un sentido, motivo por el cual no se necesita que dichas necesidades estén satisfechas para acceder a otras de orden superior, crítica aceptada y compartida por el autor en mención. En lo referente a las corrientes humanistas de mayor tono afectivo, la crítica la desarrolla Frankl (1994b) al mencionar que “en lo que se refiere al tema de las emociones, estas no pueden ser intencionalmente provocadas”, pues las mismas surgen sin necesidad de ello. Ahora bien, Frankl hace más referencia al llamado ******ebook converter DEMO Watermarks******* pseudohumanismo, pues es innegable que son más las coincidencias que las divergencias entre la logoterapia y otras corrientes ubicadas en el movimiento humanista-existencial. También se intentó incluir a la logoterapia en el ámbito de la psiquiatría fenomenológica, al igual que dentro de la psiquiatría existencial, pues la logoterapia toma las influencias de la fenomenología de Husserl y especialmente de Max Scheler, así como la antropología existencialista[3], aunque configurando un cuerpo metodológico diferente e incluyendo la contraparte del tema central existencialista de la libertad: la responsabilidad[4]. La logoterapia ha recibido críticas relacionadas con la relación que mantiene con la filosofía existencial, a quien se le ha culpado de poner un excesivo acento en los aspectos trágicos de la vida (Frankl, 2001). Sin embargo, ni toda la filosofía existencial es pesimista, ni la logoterapia es una apología a la tragedia, considerando tal vez todo lo contrario, pues no existe psicoterapia pasada ni actual, que conserve tanta fe en el ser humano y en sus potencialidades como la propuesta Frankliana. Finalmente, se ha intentado definir la logoterapia como una psicoterapia cognitiva[5] e incluso como la primera psicoterapia cognitiva, afirmación hecha por Frankl (1988) al referirse a Alfried Längle, quien así lo ha considerado al analizar las condiciones y el programa de la logoterapia. Este tema será abordado con posterioridad. Hoy en día, cada vez más se relaciona la Logoterapia con la psicoterapia constructivista, autores representativos de este movimiento la citan en sus textos (Mahoney, 1997, Mahoney & Freeman, 1988, Goncalves, 2002, Feixas & Villegas, 2000, Neimeyer & Mahoney, 1998a, 1998b) y otros más reflejan cómo se llega a perspectivas casi idénticas desde lugares y épocas distintas, y sin mutuo conocimiento (Semerari 2002a, 2002b). En el transcurso de esta exposición se retomará esta postura como eje central de la presente propuesta. Inicialmente se definió la logoterapia como una perspectiva de pensamiento con influencias humanistas-existenciales, de aproximación cognitiva y epistemológicamente fenomenológica/constructivista. A continuación se describen dichos argumentos. INFLUENCIAS HUMANISTAS-EXISTENCIALES EN LA LOGOTERAPIA Corrientemente –y como se expuso con anterioridad– ha sido incluida la ******ebook converter DEMO Watermarks******* Logoterapia dentro del ámbito de las corrientes humanistas existenciales, tomando distancia de ellas, tan solo en ciertas críticas desarrolladas por Frankl, pero manteniendo influencias base que se comparten con todas las corrientes que aspiran a llamarse humanistas. Dentro de los postulados de la psicología Humanista-Existencial, la logoterapia comparte sin reparo los cinco fundamentos básicos y orientadores propuestos por Bugental (Quitmann, 1989): 1. En su condición de ser humano, el hombre es más que la suma de sus componentes. 2. La existencia del ser humano se consuma en el seno de las relaciones humanas. 3. El hombre vive de forma consciente. 4. El ser humano está en situación de elegir y decidir. 5. El ser humano vive orientado hacia una meta. De igual forma, comparte sin objeción la postura teórico-científica del mismo autor: 1. El ser humano está en el centro de la psicología humanística. 2. La psicología humanística confiere más importancia al sentido y significación de las cuestiones que al procedimiento metódico. 3. Para la validación de afirmaciones la psicología humanística se basa en criterios humanos[6]. 4. La psicología humanística proclama la importancia relativa de todo el conocimiento. 5. La psicología humanística confía ampliamente en la orientación fenomenológica, sin que por ello desprecie los logros de otras orientaciones. Tal vez la crítica más justificada a la diferencia entre psicología humanista y logoterapia sea la realizada por Feixas y Villegas (2000) al decir que “los psicólogos humanistas postulan el subjetivismo como alternativa al objetivismo empírico, con el abandono de la investigación rigurosa y la sistematización por parte de la mayoría de los seguidores”. Al respecto –y aunque ha sido una crítica mal infundada a la logoterapia–, la logoterapia se ha desarrollado científicamente a través de test, estadísticas y experimentos en diferentes partes del mundo, distanciándose un poco de otras corrientes ******ebook converter DEMO Watermarks******* denominadas humanistas,cuyo aporte a la investigación cuantitativa y cualitativa es bastante bajo, honrándose fructíferas excepciones. Algunos autores defienden con fuerza la Logoterapia como psicología humanista centrándose en dos puntos de encuentro fundamentales (Freire, 2002): 1. El rasgo más determinante de la psicología humanística es la acentuación del concepto de persona... 2. La segunda nota característica, y definitoria, es una confianza optimista en la naturaleza humana y una ilimitada confianza en las posibilidades de enriquecimiento interior de los actos humanos... De igual forma, la logoterapia comparte las influencias del pensamiento existencialista que han sido abrazadas por la psicología humanista, así como la orientación fenomenológica[7] como su principal –más no exclusivo– método científico. La aparición de la psicoterapia existencial tiene sus raíces en el siglo XIX cuando se da origen a una forma de pensamiento que se ha levantado como crítica a toda forma de verdad absoluta (Martínez, 2009). Se podría denominar a Kierkegaard y Nietzsche como los predecesores del pensamiento existencial ya que “ambos han puesto en tela de juicio la ‘razón’ desde la profundidad de la existencia” (Jaspers, 1959a), la existencia es el foco de esta nueva forma de pensamiento que aparece como una revolución al pensamiento totalizador de Hegel (Martínez, 2009). La orientación existencial en las investigaciones psiquiátricas nace como una respuesta a la insatisfacción experimentada en los esfuerzos en boga por adquirir conocimientos científicos en el campo de la psiquiatría (May, 1977), y tiene su origen en la integración de las propuestas de la fenomenología existencial y la psiquiatría fenomenológica propuesta por Erwin Strauss y Eugene Minkowski. Las primeras propuestas vienen de los suizos Ludwig Binswanger: Análisis Existencial; y Medard Boss: Analítica Existencial. Ambas teorías son una lectura del libro Ser y Tiempo de Martin Heidegger publicado en 1926 con una perspectiva diferente de la misma obra, se podría llegar a decir que esto es un acto existencial teniendo en cuenta las palabras de Nietzsche (2004) “cuando alguien ha creído haber comprendido algo de mí, en realidad ha rehecho algo mío según su imagen”. ******ebook converter DEMO Watermarks******* La primera propuesta que aparece en el campo de la psicoterapia existencial se desarrolla en Suiza en manos del psiquiatra Ludwig Binswanger afirmando que “el análisis existencial es capaz de ensanchar y profundizar los conceptos básicos y los conocimientos del psicoanálisis” (May, 1977), dicha propuesta es un sistema antropológico de investigación que se dirige a la esencia del ser humano (Binswanger, 1977), se basa en los descubrimientos de Heidegger que identifican la base de la existencia con su ser-en-el-mundo (May, 1977). El análisis existencial de Binswanger no es una propuesta ontológica, sino una forma de investigación que busca encontrar unas afirmaciones ónticas basado en las ciencias empíricas fenomenológicas (May, 1977). Al ser una propuesta más antropológica no profundizó en el autoconocimiento o distancia de sí como propuesta psicoterapéutica. Esta propuesta fue criticada por Heidegger (2007) despertando el interés del médico suizo Medard Boss para comprender de primera mano la obra de Ser y Tiempo, llevando a la aparición de una formación por parte de Heidegger a médicos y psiquiatras interesados en su obra en lo que se conoció como los Seminarios de Zollikon (2007). De estas reuniones aparece la Analítica del Dasein desarrollada Boss (1967) que se podría definir como “una determinada interpretación ontológica del ser humano como Dasein y esto al servicio de la preparación de la pregunta por el ser” (Heidegger, 2007). Desde el inicio de la psicoterapia existencial se ha hablado de un paso de una psicoterapia centrada en el ‘ello’ o del inconsciente, a una psicoterapia que pone su acento en el ‘yo’; debido a esto el analizado está habilitado para ser consciente de sí mismo y de sus posibilidades (Boss, 1963). El Dasein ilumina el mundo haciéndolo consciente de su mundo (Boss, 1963), manteniéndose en lo claro donde se ocupa con las cosas (Heidegger, 2007). El ser humano de esta manera se conoce y se reconoce a sí mismo (Boss, 1963) como algo presente; en este iluminar se representa algo, donde el prefijo ‘re’ hace referencia al hacer presente ‘algo que vuelve para mí’, es decir como alguien que se representa (Heidegger, 2007), en este punto se hace referencia a que el Dasein tiene en su ser una relación de ser con su ser (Heidegger, 2009) es decir, que es el único ser que puede preguntarse por su ser y llegar a conocerse con cierto grado de explicitud: distancia de sí o Autodistanciamiento. En la Austria de Viktor E. Frankl surgió un modelo que buscaba devolverle a la psicoterapia su objeto de estudio: el hombre. Por eso parte de la idea que el ******ebook converter DEMO Watermarks******* ser humano está buscando el sentido de su vida (Frankl, 1994) y es responsable de esa búsqueda y de su propio ser (Frankl, 1999); si bien, la logoterapia no puede ser enmarcada totalmente en un existencialismo radical o puro, si se puede decir que es una psicoterapia de orientación o de influencia existencial. Alfried Längle junto a Gabriele (hija de Frankl) fundan la Sociedad de Logoterapia y Análisis Existencial, cuyo presidente honorario fue el mismo Frankl hasta que renuncia a esta en 1991 por una división intelectual en el proyecto que iba siendo desarrollado por su discípulo Längle (Croquevielle & Traverso, 2011). Esta ruptura dio origen a una nueva forma de psicoterapia que recibe el nombre de Análisis Existencial de Lángle[8]. Las principales diferencias entre ambos se debieron al Análisis Existencial Personal y la formación de terapeutas, estos dos puntos ya no eran considerados logoterapia por el mismo Frankl (Croquevielle & Traverso, 2011). Los principales aportes son: las cuatro motivaciones fundamentales y el Análisis Existencial Personal (AEP). Este modelo se puede definir como una psicoterapia fenomenológica cuyo fin es ayudar a los pacientes a tener una emocionalidad libre, a descubrir sus posiciones auténticas y alcanzar una forma responsable de expresarse y de actuar consigo mismo y los demás (Langle, 1993, 2007). El AEP es un método que busca que el paciente logre distanciarse de sí, buscando autocomprenderse en su forma de moverse en el mundo. Se inicia con la ‘descripción’ por parte del paciente buscando que este lo reactualice. De esta manera se da al paso uno (1) del AEP, la ‘impresión’ que se recibió de la vivencia; esto implica las emociones y sensaciones, tanto como el impulso inmediato que demanda la acción (Längle, 1993; Croquevielle & Traverso, 2011). Continuando con el paso dos (2) donde se busca la ‘comprensión’ de la emoción, su impulso de actuación, como de los factores alrededor de la vivencia; desde este momento se hace un proceso de evaluación personal por su consciencia, de manera que pueda ‘tomar una posición’ (Längle, 1993; Croquevielle & Traverso, 2011). Este proceso finaliza cuando encuentra la propia forma de ‘expresión’, este sería el paso tres (3) del AEP, donde la persona pueda saber cómo, cuándo, dónde y con qué medios cuenta (Längle, 1993; Croquevielle & Traverso, 2011). Este método busca que la persona se pueda observar a sí misma y tenga una comprensión sobre sus vivencias y decisiones. La psicoterapia existencial también tuvo sus aportes en Estados Unidos, sus ******ebook converter DEMO Watermarks******* más importantes exponentes fueron Irvin Yalom y Rollo May. El psicólogo Rollo May es considerado como el pionero de la psicoterapia existencial en Estados Unidos, muchas veces es confundido como un psicólogo humanista, pero él se distancia formalmente de ellos al mostrar una mayor comprensión de las dimensiones trágicas de la existencia humana (De Castro, 2011a). Manifiesta que el ser humano es el único ser con la capacidad de verse a sí mismo como sujeto y objeto, siendo esta la paradoja enun proceso dialéctico que permite la profundización y ampliación de la consciencia humana, ya que este vive sus experiencias entre las polaridades (May, 2000). Para este autor el proceso de psicoterapia se basa en el hacer consciencia de la intencionalidad a través de dimensiones como: 1. El deseo, es la primera dimensión en hacer consciencia ya que de acá parte el movimiento hacia la concreción del sentido. El deseo para este autor no es un simple impulso del ‘ello’ como lo planteaba Freud, sino que va relacionado con el mundo de significados y símbolos que son parte del ser humano (De Castro, 2011a), en un proceso terapéutico se busca hacer consciente este primer momento para descubrir cuáles son los deseos más profundos del consultante (De Castro, 2011a). 2. La voluntad, moviliza al consultante a hacerse cargo de sí mismo, ya que en este punto se integra el deseo en un nivel superior de consciencia y la persona se apropia de sus deseos y del rumbo de estos en la acción (De Castro, 2011b), el ser humano comprende su identidad en la acción, el ‘yo’ es el que hace parte del ‘yo puedo’ se puede encontrar acá, en esta terapia se debe ayudar al consultante a conocerse como intencionalidad, como acción, como movimiento (De Castro, 2011b). 3. La decisión y la responsabilidad, en este momento del proceso terapéutico el consultante debe hacer consciencia de sus decisiones y de la responsabilidad de sus propias elecciones (De Castro, 2011b), es el momento de hacer consciencia de sus valores y su propio acto de valorar (May, 2000), el ser humano no sólo puede hacer esta elección de valores y metas, sino que es el ser que debe hacerlo así para poder alcanzar su vivencia de estar integrado, experimentando la más profunda de las alegrías, la realización de sus posibilidades (May, 1987); es una forma de comprender que la verdad existe en un individuo sólo cuando esta misma la produce en la acción (Kierkegaard, 2005). Irvin Yalom es un psiquiatra nacido en Washington (Martínez, 2011a), sus principales aportes a la academia se centra en dos títulos: Psicoterapia Existencial (1984) y Teoría y Práctica de la Psicoterapia Grupal (1986). Para ******ebook converter DEMO Watermarks******* él la psicoterapia existencial se centra en una dinámica diferente, no se trata de una lucha con los instintos reprimidos o los adultos significativos, sino de un conflicto que emana del enfrentamiento de la persona con los supuestos básicos de la existencia: la muerte, la libertad, el aislamiento y la falta de sentido vital (Yalom, 1994). Este modelo de psicoterapia más que buscar una serie de explicaciones de ‘por qué somos así’, busca hacer al paciente consciente de su situación existencial entre su propia consciencia y el mundo que lo rodea, comprender ‘cómo es en el aquí y el ahora’; este es el tiempo primordial de la terapia existencial (Yalom, 1984). Sus aportes son importantes tanto en la terapia individual como grupal. Dentro del análisis existencial inglés se encuentra el psicoterapeuta italiano Ernesto Spinelli, siendo uno de los grandes conocedores del método fenomenológico y uno de sus mayores exponentes contemporáneos. Este autor ha puesto su centro de atención en la descripción de las experiencias del cliente buscando aumentar su conocimiento sobre sí mismo. Para ello se realiza la exploración que lleva a la comprensión a través de una base interrelacional, porque se descubre a través del encuentro particular entre el cliente y el terapeuta (Spinelli, 2007), desde esta perspectiva el ser-en-el- mundo es relación, por ello se da mayor énfasis en el ‘cómo’ se habla, por encima del ‘qué’ se habla y de esta manera ayudar al cliente a describir y clarificar, logrando que comprenda su forma de experimentarse para que pueda elegir entre su forma de vida u otra posibilidad (Martínez, 2011b). Se busca también ayudar al cliente a reconocer y aceptar la angustia presente en su vida (Martínez, 2011c). Una de las tareas más importantes consiste precisamente en revisar conjuntamente el grado en el que la perspectiva del mundo worldview refleja la experiencia del mundeando worlding, dando atención a las distorsiones y/o fijaciones que realiza (Martínez 2011a, Martínez, 2011b). En una línea similar también se encuentra Emmy Van Deurzen aunque esta líder del movimiento existencial inglés tiene su mayor énfasis en lo existencial y no tanto en lo filosófico, siendo su postura mucho más cercana al pensamiento dimensional Frankliano. Desde estos planteamientos e intentando conservar la honestidad intelectual, no se puede decir que la logoterapia sea una terapia existencial clásica, sino mas bien una terapia de orientación existencial, pues si bien sus fundamentos son netamente existenciales, se deriva en principio de la psiquiatría fenomenológica y existencial, mas que de la filosofía existencial propiamente ******ebook converter DEMO Watermarks******* dicha. APROXIMACIÓN COGNITIVA DE LA LOGOTERAPIA La logoterapia no puede definirse como una psicoterapia cognitiva exclusivamente, y menos como una psicoterapia cognitiva estándar a la manera de autores como Beck y Ellis, quienes a pesar de compartir muchos recursos técnicos[9], se diferencian epistemológica y antropológicamente de la logoterapia. Sin embargo, si pueden considerarse aspectos cognitivos del proceder logoterapéutico y de su concepción epistemológica. Al respecto dice Frankl (1988): “la logoterapia, que es el nombre con que se bautizó este nuevo enfoque, intentaba significar el desplazamiento del énfasis desde los aspectos afectivos a los aspectos cognitivos de la conducta humana”. Pero la logoterapia va más allá de lo cognitivo, pues como dice Frankl (1988) en este mismo texto: “la idea de logos estaba sólo parcialmente esbozada en los términos cognitivos clásicos de la cognición, indicando que durante el desarrollo de la logoterapia (sería mejor decir de la logoteoría subyacente a la misma), el logos incluía la cognición, o la percepción del significado”. En la psicoterapia cognitiva estándar se reconocen dos como sus principales creadores Albert Ellis y Aaron Beck. Para ellos existía un problema con relación a su formación básica en el psicoanálisis, y que se convirtió en una referencia crítica en función de la cual diferenciar el desarrollo de sus propias ideas (Semerari, 2002b). Uno de los planteamientos desarrollados como solución a la problemática manifestada es que la realidad clínica es una construcción recíproca entre terapeuta y paciente donde se establecen fácilmente lazos y se llegue a mutuos acuerdos sobre lo que sucede (Semerari, 2002b). Hay que tener en cuenta que el modelo cognitivo ha contribuido en el renacimiento del interés por la consciencia y su utilización clínica (Semerari, 2002a). De estos dos autores se desprenden la terapia cognitiva de Beck y la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis. En el primer modelo cognitivo se sostiene que la interpretación de una situación (más que la situación misma), se expresa en pensamientos automáticos, influye sobre las emociones, el comportamiento y la respuesta fisiológica (Beck, 1995). Durante el proceso de terapia se busca que el paciente desarrolle su distanciamiento crítico y logre identificar sus pensamientos automáticos y sus consecuencias (Beck, 1995; Beck, Wrigth, ******ebook converter DEMO Watermarks******* Newman, & Liese, 1999; Beck, Freeman, Davis & otros 2010). La propuesta de Ellis se centra en los llamados pensamientos irracionales que no permiten la captación adecuada de la realidad, donde se busca a través de diferentes estrategias terapéuticas ayudar al paciente a comprender su forma de relacionarse con la realidad (Ellis, 2003). De cierta manera estos modelos de psicoterapia se centran en creencias culturales como son: a) los pensamientos y sentimientos son los que causan el sufrimiento y los problemas en la vida, y b) para ser felices hay que aprender a manejar su vida (Wilson & Luciano, 2013). Estos dos modelos de psicoterapia cognitiva estándar están relacionadoscon una epistemología clásica que le daba al observador una posición privilegiada: donde este podía conocer la realidad en forma objetiva, debido a que la realidad es única para todos los seres humanos y es externa a éstos; esto supone que afuera hay un orden único que el observador copia internamente a través de sus sentidos (Balbi, 2011), en el caso del empirismo; en el racionalismo esta correspondencia no es igual a la suma de las experiencias sensoriales, sino que se realiza por medio de unos principios lógicos y de acciones lógico- deductivas (Balbi, 2011); en ambos casos la persona está parada frente a la realidad, donde persona y realidad son fenómenos independientes. El punto de quiebra en esta forma de comprender la realidad y el conocimiento se da en una carta escrita por Bertrand Russell a Gottlob Frege –representante máximo del Círculo de Viena y del racionalismo– en 1903 (Balbi, 2011); lo que Russell logra es demostrar que una de las propiedad del conocimiento es que los seres humanos son los únicos seres que conocen; esto significa que el observador siempre es parte integrante de lo que observa y que el conocimiento refleja la estructura del organismo que está conociendo antes que la estructura de la realidad externa, es decir en el conocimiento hay una autorreferencialidad (Balbi, 2011). Desde esta nueva perspectiva, la realidad ya no es considerada como un orden único, igual para todos los seres vivos, pues hay tantos mundos como observadores hay (Guidano, 1990). Esta nueva forma de comprender la realidad también tocó las puertas de la psicoterapia cognitiva dando inicio a un nuevo aire a las propuestas iniciales de Beck y Ellis, ya que estas partían del supuesto de una correspondencia entre conocimiento y realidad, otorgando al terapeuta el lugar de poseedor de una representación de la realidad que es mejor que la del paciente (Balbi, 2011). ******ebook converter DEMO Watermarks******* En estas reflexiones radica la principal diferencia de la logoterapia con el cognitivismo clínico en términos epistemológicos, pues la logoterapia plantea la reflexión acerca del modo de acceso del sujeto al objeto que en palabras de Frankl (1994a) queda expuesta con claridad al decir: “La pregunta sobre el modo de acceso del sujeto al objeto (para posibilitar y construir un conocimiento objetivo) carece de sentido porque la pregunta es ya el resultado de una espacialización ilegítima y constituye, en consecuencia, una notificación de la verdadera realidad; es superfluo preguntar como el sujeto puede salir fuera de sí y acceder al objeto que se encuentra fuera, simplemente porque este objeto nunca estuvo fuera en sentido ontológico, de metafísica del conocimiento. Pero si esta cuestión se plantea a nivel ontológico y auténticamente metafísico y se entiende el afuera como un modo de hablar, nuestra respuesta es que el denominado sujeto ha estado siempre afuera, por decirlo así, junto al denominado objeto. Dicho de otro modo: no podemos admitir en una metafísica del conocimiento esa distancia, esa fisura de sujeto y objeto que la teoría del conocimiento establece con su ilegítima espacialización; sólo así podemos construir una auténtica ontología del conocimiento, solamente así se evitará el abismo entre el ser cognoscente espiritual y el ser conocido”. Abismo promulgado por las posturas positivistas que como ya Frankl (1994c) lo proponía, son un nihilismo encubierto, pues para la logoterapia el conocimiento no es una representación o copia del mundo real como lo es para el objetivismo cognitivo (Frankl, 1994a, 1994b, 1994c, 1999, 2001), al respecto dice Frankl (1994a): Frente al objeto de conocimiento, el sujeto cognoscente es como un hombre embutido en una escafandra: su mano toma un objeto, pero el mismo esta encapsulado; encapsulado en el guante de buzo. Esta mano, por mucho que lo intenta, sólo puede capturar su propio guante, ese ente intermedio. Esto mismo nos ocurre en la perspectiva idealista: siempre que captamos algo, lo tenemos cogido; pero nosotros no somos eso que tenemos. En nuestras representaciones y conceptos, este guante establece la separación entre lo que nosotros somos y lo que tenemos. Sin embargo, Frankl no niega la existencia de una realidad, solo que muestra cómo acceder a la misma es parte de un proceso denominado Noodinamia y entendido al plantear que “el conocimiento se funda, indispensablemente, en ******ebook converter DEMO Watermarks******* un campo de tensión polar entre lo objetivo y lo subjetivo, pues sólo partiendo de esta base puede establecerse la dinámica esencial del acto cognoscitivo” (Frankl, 2001). En orden a este planteamiento, no existe una verdad universal como lo propone el objetivismo (Mahoney, 1997, Neimeyer & Mahoney, 1998, Feixas & Villegas, 2000), sino más bien como dice Frankl (1994a): la verdad nunca es una verdad, sino siempre la verdad vista en la perspectiva de cada cual. Es esta perspectiva la que revela a cada cual la verdad en general. Por otra parte, mi perspectiva, si se transfiere a otro, le deforma la verdad. De ese modo, Lo único absoluto que la verdad permite al hombre es la unicidad absoluta de la perspectiva, donde la verdad se manifiesta a cada hombre. Y así el perspectivismo no tiene por qué desembocar en un relativismo. Por ello, la logoterapia, si bien se acerca más al constructivismo, como se verá más adelante, es un constructivismo de tipo crítico y no radical, tal vez la forma de constructivismo más crítico y menos radical, incluso llegando a afirmar que “la logoterapia, sin embargo, sostiene que, por muy subjetivo que pueda ser (o hasta patológicamente distorsionado) el segmento que estamos ‘separando’ del mundo, lo separamos en definitiva de un mundo objetivo” (Frankl, 2001). Es decir, “evidentemente, del mundo solo poseemos en cada caso una parte, es decir, una parte subjetiva; pero por lo que se refiere a esta parte subjetiva se trata de una parte subjetiva captada de un mundo objetivo” (Frankl, 1994c), cuidándose de no caer en un realismo absurdo, que niegue la condición subjetiva del acto de conocimiento, pues dentro de esta llamada noodinamia, la logoterapia sabe que toda comprensión está condicionada subjetivamente de manera extrema (Frankl, 1994c). Las diferencias de la logoterapia con el cognitivismo clínico no se dan solo a nivel epistemológico, también a nivel antropológico hacen referencia a concepciones de ser humano opuestas, pues mientras para la logoterapia el ser humano es proactivo e intencional, para el cognitivismo estándar es reactivo y determinista. En la dimensión de la psicología concebida en términos estrictamente científicos, tan pronto como proyectamos seres humanos, los separamos del mundo de las razones potenciales. En lugar de razones sólo existen causas. ¿La diferencia? Las razones me motivan a actuar de la forma que yo elijo. Las causas determinan mi conducta sin ******ebook converter DEMO Watermarks******* ninguna razón y sin percatarnos, tanto si las conozco, como si no. (Frankl, 1988) La Dimensión Noética[10] comprende los aspectos cognitivos del ser humano, esta dimensión originaria, es la condición de otras posibilidades como la percepción, el pensamiento y el lenguaje, así como del recuerdo y la evocación, siendo esto lo que facilita esa característica noológica del “estar junto a” de manera atemporal y aespacial (Frankl, 1994a), y este estar presente es la característica del acto de conocimiento que se lleva a cabo desde lo espiritual-noético, un acto de conocimiento que supera la escisión sujeto-objeto, pues como dice Frankl (1994ª) el ser espiritual ni los otros seres están fuera ni dentro. No al menos en el sentido óntico espacial; en sentido ontológico ambos se encuentran siempre implicados. Esto crea esta relación peculiar que se ha establecido desde antiguo entre el mundo y la consciencia: no sólo el mundo está en la consciencia, sino que la consciencia está en el mundo, contenida en él: se da pues, la consciencia. El sujeto y el objeto se implican mutuamentede este modo peculiar; una implicación cuyo único símbolo es el yang- yin chino. Esta característica de lo noético es su fundamento intencional, la posibilidad de que el ser espiritual esté presente en otro ser es una facultad originaria, es la esencia del ser espiritual, de la realidad espiritual. Sin embargo, que la logoterapia incluya los aspectos cognitivos del ser humano, no quiere decir por ello que sea una psicoterapia cognitiva, pues en la perspectiva logoterapéutica, se encuentran diferencias epistemológicas y antropológicas evidentes con el objetivismo clínico; sin embargo, tiene puntos de encuentro a nivel metodológico y en los componentes cognitivos que se llevan a cabo en la dimensión Noética, ahora bien, “según la idea de hombre que se tiene, así se conceptualizan los fenómenos o acontecimientos, luego se implementan las investigaciones y/o diagnósticos y a continuación se instauran tratamientos” (Oro, 1993), por ello, a pesar de los componentes técnicos que se comparten, la aproximación a los fenómenos y al ser humano se dirigen de una manera diferente. En la actualidad, superadas y complementadas las psicoterapias cognitivas estándar de los 60´s, surgen propuestas más abarcadoras, con las cuales la logoterapia encuentra similitudes bastante serias y casi tan solo diferenciadas ******ebook converter DEMO Watermarks******* en el énfasis de la logoterapia hacia temas como el sentido de la vida, el sufrimiento, la cuestión de los valores y la trascendencia. En este sentido, se podría considerar la logoterapia una psicoterapia cognitiva si se toma en términos de metacognición, es decir, podría ser una psicoterapia metacognitiva. Logoterapia: ¿Una psicoterapia Metacognitiva?[11] La primera definición de metacognición fue propuesta por Flavell, quien la entendía como: “cualquier conocimiento o actividad cognitiva que toma como objeto, o norma, cualquier aspecto de cualquier empresa cognitiva. Se llama metacognición porque su significado esencial es ‘cognición de la cognición’ (Flavell, 1976, 1981; Favell y otros, 1993, citado por Semerari, 2002a), otros autores la consideran “como el conocimiento que uno tiene y el control que uno ejerce sobre su propio aprendizaje y, en general, sobre la propia actividad cognitiva” (Mateos, 2001) o como “el producto cartesiano de la actividad metacognitiva –la primera cognición– por la cognición (o la estructura o funcionamiento de la mente) –la segunda cognición–“ (Mayor, 1995). Para efectos de una psicoterapia metacognitiva, se asume la metacognición como la propone Semerari (2002a): “la capacidad del individuo de llevar a cabo operaciones cognitivas heurísticas sobre las conductas psicológicas propias y ajenas, así como la capacidad de utilizar otros conocimientos con fines estratégicos para la solución de tareas y para dominar estados mentales específicos, origen de sufrimiento subjetivo”. Dimensión Noética y Metacognición son constructos similares, aunque desde la perspectiva logoterapéutica se expresen algunas diferencias en cuanto a lo ontogenético y filogenético de lo noético-espiritual, dejando entrever elementos que irían más allá de lo estrictamente psicológico y que podrían acercarse más bien a lo teológico, pues como dice Frankl (1994a): Por tanto, lo espiritual tiene que entrar de algún modo en lo corpóreo- anímico; pero, una vez que ocurre esto, lo espiritual, el espíritu personal, queda velado: se oculta en su silencio. Calla y aguarda a que pueda comunicarse, a que pueda romper su silencio a través de los velos que le rodean, de los estratos envolventes de lo psicofísico. Aguarda poder anunciarse, a poder darse a conocer en el organismo psicofísico, como órgano de su información. Aguarda hasta el día en que pueda hacer suyo el organismo, hasta apoderarse de él como su ******ebook converter DEMO Watermarks******* campo expresivo. Sin embargo, no habla de lo espiritual como un ente atrapado en un cuerpo psicofísico que le impide su manifestación, más bien hace referencia a la mismidad que se expresará a partir de la interrelación con lo psicofísico y de su propio desarrollo, es decir, a partir de la maduración noética que requiere para su manifestación el desarrollo del organismo psicofísico. Al igual que lo noológico, la metacognición es una capacidad que se desarrolla a partir de la evolución, la dimensión refleja de la consciencia se organiza en niveles cada vez más comprensivas e integradoras a lo largo de la adolescencia y de la juventud... Como resultado de este desarrollo metacognitivo (véase Flavell, 1978, 1979) se produce un distanciamiento y un descentramiento en la relación entre el sujeto en desarrollo y el mundo, permitiendo un cambio gradual desde una concepción inmediata y absoluta de la realidad hasta una representación del mundo inferida y relativista (Guidano &Liotti, 1988). La dimensión noética-espiritual comprende lo metacognitivo, así pues, para efectos de una psicoterapia metacognitiva y centrándose exclusivamente en los aspectos metacognitivos de la dimensión noética, esta puede comprenderse como lo propone la teoría de la mente “según la primera definición que de ella se hizo Premack y Woodruff (1978), se refiere a los aspectos el conocimiento metacognitvo relativos a la ‘posesión de una representación del acontecimiento mental y a la capacidad de atribuir estados mentales a uno mismo y a los otros y prever y/o explicar el comportamiento manifiesto a partir de tales datos’. Se trata de una característica específica de la mente humana normal” (citado por Semerari, 2002b). La Dimensión noética es la dimensión específicamente humana (Frankl, 1994c, 2001), es aquella dimensión en donde se localizan los fenómenos específicamente humanos (Frankl, 2001), así como otras características expuestas en un capítulo posterior. Para efectos de la psicoterapia a esos fenómenos específicamente humanos, a esas capacidades inherentes del ser humano los llamamos recursos noéticos[12], “entre esos recursos, dos son los más relevantes para la psicoterapia: la capacidad humana de autodistanciamiento y de autotrascendencia” (Frankl, 1999). El autodistanciamiento es la capacidad específicamente humana de tomar distancia de sí, de monitorear y controlar los propios procesos emotivo- cognitivos; “lo espiritual nunca se diluye en una situación; siempre es capaz ******ebook converter DEMO Watermarks******* de distanciarse de la situación sin diluirse en ella; de guardar distancia, de tomar postura frente a la situación” (Frankl, 1994a), es la manifestación de la autoconsciencia que terapéuticamente es bastante útil. En efecto, esta distancia de lo espiritual frente a lo psicofísico, que hemos comentado antes, esa distancia que funda el antagonismo psiconoético, parece extraordinariamente fecunda, se puede hacer útil. Justamente la logoterapia ha procurado explotar el antagonismo facultativo entre la existencia espiritual y la facticidad psicofísica. La logoterapia apela a la persona, a la facultad del espíritu de contraponerse a lo psicofísico, de resistirlo, a ese poder de resistencia del espíritu; a este poder recurre, a este poder se remite (Frankl, 1994a). Entonces, si la metacognición es el conocimiento que uno tiene y el control que uno ejerce sobre la propia actividad cognitiva, así como de las sensaciones o sentimientos, que acompañan dicha actividad, relacionadas con el progreso hacia las metas, que pueden llegar a ser interpretadas conscientemente (Mateos, 2001), entonces cuando se habla de metacognición se está hablando de autodistanciamiento. Esta capacidad humana de autodistanciarse, de ejercer la autoconsciencia no solo para verse en situación, sino para regular sus propios procesos –o como se diría en logoterapia: para manifestar el poder de oposición del espíritu– es un elemento compartido por diferentes teóricos tanto de lo cognitivo, lo metacagnitivo y lo constructivista (Guidano & Liotti, 1988, Mahoney & Freeman, 1988, Mahoney, 1988, Bandura, 1988, Guidano, 1995, Ellis, 1997, Neimeyer, 1997, 1998,Goncalves, 1998, 2002, Neimeyer, Greg. 1998, Feixas & Villegas, 2000, Mateos, 2001, Semerari, 2002a, 2002b). El autodistanciamiento es la manifestación de la libertad humana, primer pilar fundamental de la logoterapia, y es esta función metacognitiva a la que hace referencia “Liotti cuando habla de la dimensión de la responsabilidad y de la libertad individual en el contexto de la relación entre sí mismo y el mundo, de la que emerge continuamente la consciencia. En definitiva la consciencia metacognitiva nos hace libres y aumenta la capacidad individual de resolver problemas por medio de un acceso más rápido y global a todo conocimiento que el individuo ha acumulado a través de su vida, y son obvias las ventajas, en términos de adaptación y supervivencia, que ofrece esta capacidad (Semerari, 2002b). ******ebook converter DEMO Watermarks******* El segundo recurso noético es la Autotrascendencia, la capacidad intencional de la consciencia para dirigirse hacia algo o alguien significativo, capacidad “que denota el hecho de que el ser humano siempre apunta, y está dirigido, hacia algo más que sí mismo, es decir a los significados de realización o a encontrarse con otros seres humanos a quienes amar” (Frankl, 1988). Sin embargo, debe recordarse que la dimensión espiritual comprende lo cognitivo y lo metacognitivo, por ello, “la intencionalidad se puede entender como el aspecto cognitivo de la Autotrascendencia” (Frankl, 1988), mas no lo único que expresa; es decir, la consciencia intencional, la consciencia “de algo”, es un componente de la Autotrascendencia, pero la misma se refiere no solo a la captación de un objeto intencional, sino a la Noodinamia de lo espiritual, es decir, a la captación de objetos intencionales valorativos, valores y sentidos que cumplir[13]. Esta intencionalidad de la consciencia en términos estrictamente cognitivos, al igual que el Autodistanciamiento, es un elemento que comparten diferentes teóricos (Guidano, 1995, Froufe, 1997, Goncalves, 2002, Semerari, 2002a), aunque en los últimos años el componente de intencionalidad hacia el valor y el sentido es también contemplado por autores distintos al medio logoterapéutico (Mahoney, 1988, Semerari, 2002a, 2002b, Goncalves, 2002)[14], comparando, por lo general, la búsqueda de sentido con la búsqueda de coherencia e identidad personal (Guidano &Liotti, 1988, Guidano, 1995, Goncalves, 2002). Los recursos noéticos se manifiestan psicológicamente como funciones metacognitivas; sin embargo, las funciones metacognitivas[15] son el aspecto cognitivo de la dimensión noética –de la dimensión específicamente humana–, “solamente el hombre posee una consciencia de orden superior, la caracterizada por funciones cognitivas y metacognitiva... Estas operaciones atañen al dominio de la consciencia y los procesos de control metacognitivos y son las funciones más elevadas de la consciencia ‘superior’, verdaderamente exclusivas de nuestra especie” (Semerari, 2002a). La metacognición, sus funciones y manifestaciones se relacionan con el inconsciente espiritual que propone la logoterapia. Según Frankl (1994c) “por inconsciente no se debe entender nada más que no reflexivo. Sin embargo, se pretende decir algo más. Se pretende decir también no reflexionable. No obstante la espiritualidad del hombre no sólo es inconsciente sin más, sino que es también obligadamente inconsciente”, es decir, lo espiritual no puede reflexionarse a sí mismo, pues la mismidad quedaría en entre dicho, siendo ******ebook converter DEMO Watermarks******* “otro sí mismo” quien observaría; por ello, “la espiritualidad inconsciente es la fuente y raíz de toda espiritualidad consciente” (Frankl, 1994c), solo vista en sus manifestaciones, pues el ser espiritual existe en la realización de sí mismo (Frankl, 1994a). Para algunos teóricos de la metacognición, los procesos inconscientes son estructuralmente inaccesibles, excepto que, para acabar su producto e incluso eliminando cualquier barrera de represión permanezcan iguales para garantizar la funcionalidad de la consciencia (Marcel, 1983). La relación entre la consciencia e inconsciente no es intrínsicamente conflictiva, sino esencialmente complementaria (Semerari, 2002a). Así mismo, y como ya hace varias décadas lo planteaba la Logoterapia, los actos decisionales más profundos y puros, son llevados a cabo a nivel inconsciente; Semerari (2002b), citando a Liotti dice: Pero también puede ser interesante subrayar, en el ámbito de la cuestión de la relación entre procesos de elaboración consciente e inconsciente, la interpretación que hace Liotti de los experimentos de Libet (1985) sobre la volición. Estos experimentos demostrarían (sobre la base de la medida de los potenciales de respuesta de la acción motora) que la formación del acto decisional tiene lugar a nivel inconsciente y que por tanto, la consciencia es únicamente un tomar nota de elecciones que ya han tenido lugar. Cuando se habla en logoterapia de persona profunda, se hace referencia al inconsciente espiritual, a la raíz de la persona; por ello, se podría estar de acuerdo con Liotti al afirmar que el inconsciente es individual, mientras que la consciencia es interhumana, y que existe una continua recursividad entre la dimensión consciente intersubjetiva y la dimensión inconsciente individual. La consciencia lejos de ser una propiedad del sujeto, precede a la distinción entre sujeto y objeto, y precede a la noción misma que entre el sujeto y objeto existe una relación (citado por Semerari, 2002b). En Logoterapia, el inconsciente es individual, pero al igual que la consciencia también es intencional, por ello podría definírsele como un verdadero inconsciente cognitivo. En este sentido, como sostiene Natsoulas (1992), tanto los estados mentales conscientes como los inconscientes resultan intrínsecamente ******ebook converter DEMO Watermarks******* intencionales. Siempre que percibimos, recordamos, aprendemos o pensamos algo, lo hacemos con referencia a ciertas cosas y de una determinada manera, y no con respecto a otras cosas ni de otras maneras, tanto si sucede consciente como inconscientemente (Froufe, 1997). Sin embargo, no cabe duda que la Logoterapia diferiría radicalmente con algunas de las posturas de Froufe, que consideran al inconsciente cognitivo como un elemento determinista y opositor de la libertad humana, en palabras de Froufe (1997): Personalmente si se me permite la digresión, considero que la sensación de libertad que experimentamos los organismos con consciencia es una mera impresión, una ilusión. La intervención de la consciencia no convierte la conducta humana en algo no determinado. Sólo la hace algo más incierta, en el sentido de que sigue un curso más abierto que las reacciones instintivas, reflejas o automáticas, por lo que resulta más difícil predecir, pero nada más. En última instancia, nuestra conducta sigue estando controlada por factores y mecanismos causales ineludibles, tanto si interviene la consciencia como si no. Lo único que varía es la naturaleza de estos mecanismos, y el hecho de que intervenga o no la experiencia fenoménica, que no deja de ser algo tan natural y de estar causalmente producido (por la interacción de factores genéticos ambientales, dicho sea de paso), como cualquier otro aspecto de la realidad humana, y no sólo humana a este nivel, la consciencia es un elemento más, aunque fundamental desde luego, que añade su propia aportación constructiva al sistema, convirtiendo la actividad de este en algo más flexible y personal; por tanto más imprevisible. La logoterapia definida en términos de psicoterapia metacognitiva, absorbe dichos conceptos, pues las manifestaciones de las funciones metacognitivas hacen parte de la dimensión noética, exponiendo de esta forma, la aproximación cognitiva que realiza la teoría Frankliana, así como el carácter constructivo de la misma. La psicoterapia metacognitiva contemporánea se interesó por las psicopatologías difíciles. Se podría definir a la Metacognición como la capacidadde la persona de ejecutar operaciones heurísticas sobre las conductas psicológicas de sí mismo y de los otros, buscando usarlas con el ******ebook converter DEMO Watermarks******* fin de solucionar tareas y controlar los estados mentales que causan el sufrimiento (Semerari, 2002b); también se podría decir que es una actividad de la mente a la que se recurre para poder establecer relaciones interpersonales, alcanzar objetivos, resolver los momentos de sufrimiento y también para sentirse bien consigo mismo (Carcione & Falcone, 2002), esta función cumple un papel clave en el contexto terapéutico, ya que los déficits de la misma, son claves a la hora de comprender las patologías difíciles (Carcione & Falcone, 2002). Desde esta propuesta se dividido a la Metacognición para su estudio, comprensión y trabajo terapéutico en tres componentes: autorreflexividad, la comprensión de la mente ajena/descentramiento y Mastery, se verán con mayor detalle a continuación (Carcione & Falcone, 2002): 1. Autorreflexividad: se refiere a la capacidad de la persona de representar acontecimientos mentales y de llevar a cabo operaciones heurísticas sobre su propio funcionamiento mental. 2. Comprensión de la mente ajena/descentramiento: estás dos funciones están estrechamente conectadas, pero en el modelo se consideran separadas: a) la comprensión de la mente ajena: es la capacidad de la persona de representarse acontecimientos y operaciones cognitivas sobre las funciones mentales ajenas, y b) el descentramiento: se refiere a la capacidad de representarse acontecimientos mentales y operaciones cognitivas sobre el funcionamiento mental ajeno, sin estar referido al propio funcionamiento mental. 3. Mastery: la capacidad de la persona de representar problemas a solucionar o la elaboración de estrategias adecuadas para resolver problemas. Esta función no está relacionada con la adquisición de datos propios, sino con las tareas a realizar y los problemas a resolver. La Metacognición puede estar afectada en momentos específicos de la vida o en la cotidianidad: por decir algo en el hipercompromiso/hipocompromiso pueden estar afectados los componentes de autorreflexión (Semerari, 2002b); los neuróticos en la Metacognición de los síntomas (Semerari, 2002b); las personas que sufren fobias muestran dificultades en las estrategias de mastery en relación a sus emociones (Semerari, 2002b); otros tienen oscilaciones de los procesos metacognitivos como en los pacientes borderline (Semerari, ******ebook converter DEMO Watermarks******* 2002b). Como se observa pacientes con diferentes trastornos de personalidad presentan deficiencias metacognitivas. Pacientes con trastorno de personalidad evitativa y narcisista muestran baja capacidad de autorregulación emocional (Dimaggio, Semerari, et al., 2007), por lo tanto un bajo nivel de monitoreo de las mismas. Los resultados de investigaciones arrojó que los pacientes con trastornos de personalidad parecen tener mayores dificultades en afrontar las exigencias de la vida cotidiana, en cierta medida eso es debido a los bajos niveles de Metacognición presentes en estos pacientes (Semerari, Colle, Pellecchia, Buccione, Carcione, Dimaggio, Nicolò, Procacci & Pedone, 2014). Estos resultados se relacionan con las predicciones existentes que manifiestan que a menores deficiencias metacognitivas, mayor posibilidad de presentar un desorden de personalidad (Semerari et cols, 2014). Es clave comprender que las funciones metacognitivas se comprenden de una manera dimensional a lo largo de un continuum entre la ‘normalidad’, los errores ocasionales y el déficit de ellos (Semerari, 2002b) y esto se relaciona con la propuesta del DSM V de comprender por separado los elementos de gravedad en la expresión de síntomas en la nueva forma de clasificación (Semerari et cols, 2014); por tanto los resultados obtenidos en investigaciones confirman que un bajo nivel en procesos metacognitivos son predictores de un trastorno de personalidad (Semerari et cols, 2014). Estos puntos metacognitivos acerca de la psicopatología se acercan mucho más a la logoterapia clínica que los planteamientos cognitivos estándar, pues la restricción o bloqueo de lo espiritual, así como la implicación de los recursos noológicos en los procesos del enfermar humano, son en últimas planteamientos coincidentes con la postura de este movimiento. Vale la pena en este punto, recomendar al lector el libro Cognitivismo Esistenziale. Dal significato del sintomo al significato della vita de Aureliano Pacciolla y Francisco Mancini, pues en él se encuentran planteamientos interesantes de integración entre el movimiento cognitivo y el existencial. META-TEORÍA CONSTRUCTIVISTA Y LOGOTERAPIA La Logoterapia ha sido ubicada y tomada en cuenta por diferentes teóricos constructivistas, incluso ubicándola como su predecesora. “Las psicoterapias constructivistas han sido propuestas por el logoterapeuta Viktor Frankl y por toda una colección de académicos y profesionales internacionales” (Mahoney, 1998a), ubicando la teoría Frankliana en las raíces del ******ebook converter DEMO Watermarks******* constructivismo, como lo propone Meichenbaum (1997) al decir: “la perspectiva constructivista tiene sus raíces en los escritos filosóficos de Immanuel Kant, Ernst Cassirer y Nelson Goodman, y en los escritos psicológicos de Willhelm Wundt, Alfred Adler, George Kelly, Jean Piaget, Viktor Frankl y Jerome Frank”. Afirmación, que no cabe duda de su seriedad, debido a la similitud de sus planteos y a la posición histórica que mantiene; sin embargo, aunque autores como Mahoney (1998a) la ubican en 1959, la logoterapia data de tres décadas atrás, ubicándola de esta forma como la primera psicoterapia constructivista. Por constructivismo se hace referencia a un grupo o familia de teorías que consideran que el conocimiento y la experiencia humana suponen una participación proactiva por parte de la persona (Goncalves, 1998). Dentro de este grupo de familias se pueden distinguir como parte de un continuum las posiciones construccionistas y las constructivistas o como también se han llamado, las posturas constructivistas críticas y las posturas constructivistas radicales (Mahoney, 1997, 1998a, Feixas, 1998, Goncalves, 1998, Efran & Fauber, 1998, Neimayer, 1998, Feixas & Villegas, 2000,). Por costructivismo crítico o trivial (Feixas & Villegas, 2000) se entiende la postura constructivista que considera la existencia de una realidad óntica aunque inaccesible totalmente, mientras que el constructivismo radical hace referencia a la postura constructivista cercana al idealismo, en donde la realidad externa o interna no existe sino mediada por los procesos sociales de interacción e intercambio simbólico. Ahora bien, la diferencia interna entre las familias de la meta-teoría constructivista, no es de tipo epistemológico, sino mas bien ontológico. En palabras de Feixas & Villegas (2000): “Si esta realidad percibida es, además, real o no en sí misma es una cuestión que distingue a los constructivistas de acuerdo al grado de “radicalidad” en que se sitúan. Sin embargo, la cuestión en sí no es epistemológica sino ontológica. Los autores constructivistas coinciden en su concepción de conocimiento (epistemología) aunque discrepen en sus afirmaciones acerca de la realidad. Pero estas afirmaciones pertenecen al dominio de la ontología”. Es decir, la epistemología hace referencia a la manera como se conoce (teorías), y esta manera es constructiva, es decir, se construye; ahora bien, lo que se conoce (ontológico), es lo que marca la diferencia entre un constructivismo crítico en donde existe una realidad externa, ante la cual se está limitado para acceder totalmente, y un constructivismo radical en donde ******ebook converter DEMO Watermarks******* no existe una realidad óntica. Desde esta postura, la logoterapia sería una forma de constructivismo crítico, pues la misma plantea la existencia de un mundo objetivo aunque inaccesible totalmente, haciendo referencia a una aproximación ontológicaselectiva, es decir, se toma subjetivamente una parte de la realidad objetiva. Lo que ahora nos importa es la prueba de que toda perturbación, toda subjetividad y relatividad de conocimiento se extiende sólo a lo que es elegido en el proceso de conocer, pero de ninguna manera se extiende a aquello entre lo que se ha hecho la selección. En otras palabras: todo conocimiento es selectivo pero no productivo; nunca produce el mundo ni siquiera un medio ambiente, lo único que hace es seleccionarlo... Evidentemente, del mundo solo poseemos en cada caso una parte, es decir, una parte subjetiva; pero por lo que se refiere a esta parte subjetiva se trata de una parte subjetiva captada de un mundo objetivo (Frankl, 1994c). Este acercamiento al mundo objetivo es realizado por lo espiritual, pero “para poder conocer no sólo objetivamente, sino también absolutamente, el ser espiritual debe poder estar presente en otro ser, pero como esto no es posible en sentido óntico espacial, sino solo en sentido ontológico, el ser espiritual debe ser capaz de esta presencia ontológica” (Frankl, 1994a), y es esta presencia ontológica la que ubica a la logoterapia como una forma de constructivismo crítico, tal vez la más crítica de todas las familias constructivistas y la más opuesta a un construccionismo social o constructivismo radical. Dicha oposición es expuesta por Frankl (1994a) al decir: “Nosotros sin embargo podemos afirmar que si todo, absolutamente todo es mera apariencia, nada cambia en el mundo, y si una y otra cosa, son una apariencia sólo resta hablar siempre de una apariencia, pero ese lenguaje sería superfluo y constituiría una duplicación absolutamente innecesaria de la realidad en una realidad familiar, supuestamente aparente, de un lado, y otra realidad supuestamente real, pero absolutamente desconocida, a la que podríamos renunciar por tratarse de una pura hipótesis.” Y en otra oportunidad aclara: “Cierto, el conocimiento humano finito no puede librarse del todo de los momentos subjetivos inherentes a su actividad, pero esto no altera el hecho de que, cuanto más se convierte el conocimiento realmente en simple autoexpresión y en proyección de la propia estructura del sujeto cognoscente, tanto más se ve envuelto en el error. En otras palabras, el ******ebook converter DEMO Watermarks******* conocimiento es conocimiento verdadero sólo en la medida en que es lo contrario de una mera autoexpresión, en la medida en que implica trascendencia” (Frankl, 2001). Al igual que los logoterapéutas, “gran parte de lo que hacen los asesores constructivistas es exploratorio, experimental y fundamentalmente existencial” (Mahoney, 1998b); Sin embargo, las coincidencias entre logoterapia y constructivismo, van más allá del proceder terapéutico. A nivel general, la logoterapia y el constructivismo comparten una visión de hombre proactivo y no reactivo, partícipe de su vida, en palabras de Mahoney & Freeman (1988): “Somos claramente, tanto el sujeto como el objeto de nuestra búsqueda, el que produce el cambio como el que cambia, y el único organismo conocido que piensa, siente, actúa y es capaz de autoconsciencia”; como se expuso en el punto sobre la aproximación cognitiva de la logoterapia, la visión de ser humano se opone al reactivismo de las posturas objetivistas, acercándose totalmente a la postura constructivista que considera al hombre, predicativo, planificador y orientado hacia fines (Neimeyer, 1998, Feixas & Villegas, 2000). De igual forma –y desde estos elementos antropológicos– la postura constructivista puede hacer referencia a lo noético de la Logoterapia al decir: Los humanos son fuentes de energía potenciales que se materializan y desmaterializan constantemente en proyectos. Los proyectos son energía que se proyecta en las válvulas de los guiones vitales. La materialización y desmaterialización de la energía llevada a cabo mediante los proyectos individuales y sociales origina el mundo de las proyecciones. Por lo tanto, para los constructivistas el objetivo es la potencialidad, es decir, la eficacia y funcionalidad de la energía humana... En el paradigma constructivista, el sí mismo se puede equiparar con un sistema que escribe, proyecta un personaje e infiere al autor a partir del personaje creado (Goncalves, 1998). La Logoterapia no solo tiene puntos en común en cuanto a la concepción antropológica y epistemológica (como se expuso especialmente en el punto de aproximación cognitiva), sino serias relaciones a nivel metodológico que no son pertinencia de esta primera exposición. Ahora pues, no se puede dejar pasar por alto las similitudes evidentes con algunas familias constructivistas, especialmente la terapia cognitiva post-racionalista de Vittorio Guidano, la Psicoterapia cognitiva narrativa de Oscar Goncalves y por supuesto, las ******ebook converter DEMO Watermarks******* posturas reflexivas y críticas de Michael Mahoney. En términos logoterapéuticos, la postura de Guidano es concordante especialmente en la visión del sí-mismo, los recursos noéticos – especialmente de autodistanciamiento– y la movilización de los mismos en sentido metodológico. Dice Guidano (1995): En términos estrictamente ontológicos, ser consciente de uno mismo significa llegar a una explicación de experiencia en el curso de ser ‘yo’ único, irreductible y, a menudo, impredecible. De aquí que, más que una imagen de uno mismo vista objetivamente desde fuera, la autoconsciencia sea un proceso reflexivo de autorreferir la experiencia inmediata ‘yo’ que intenta amplificar los aspectos consientes del ‘Mi’ percibido, mientras que inhibe los que discrepan. Reflejando claramente su concepción de autodistanciamiento y de construcción de identidad, propuesta relacionada con el tema del sentido de la vida en términos de búsqueda de coherencia, entendida como “el procedimiento básico para estructurar y estabilizar los niveles disponibles de autoidentidad y autoconsciencia” (Guidano & Liotti, 1988). Sin embargo, esta búsqueda de coherencia se diferencia levemente del sentido de vida propuesto por la teoría logoterapéutica en cuanto al tema de los valores –como se verá más adelante– y se acerca a la misma al decir: Debería ser bastante claro que, desde una perspectiva constructivista, el tema de vida es algo que se construye progresiva y dinámicamente, día a día y año a año, en base a los hechos que han caracterizado la existencia del individuo, de cómo los ha interpretado y manejado, y en base a las consecuencias que se derivan de este proceso. Por su parte, las consecuencias de elecciones y acciones se convierten, con posterioridad, en hechos, que unificados en la memoria individual permiten al individuo construir una imagen más uniforme y comprensiva del sí-mismo y de la vida (1988). Desde la propuesta de Guidano se encuentra una diferencia clave con las propuestas que él denominaba cognitivismo racionalista, diciendo que esta toma únicamente en cuenta el aspecto semántico del nivel explicativo del paciente, dejando de lado a la experiencia inmediata, por considerarla un epifenómeno derivado del nivel explicativo (Balbi, 2011), “si el terapeuta limita su intervención a modificar la ‘distorsión cognitiva’ es probable que ******ebook converter DEMO Watermarks******* las emociones disruptivas puedan ser mejor controladas reduciéndose de este modo su intensidad, pero no cambiarán en nada su tonalidad ni dejarán de ser vividas como ajenas al sí mismo. Y esto es así porque sólo se habrá conseguido un cambio semántico, mientras que la relación entre experiencia inmediata de sí mismo e imagen consciente de sí del paciente quedará en el mismo nivel sintáctico anterior a la intervención terapéutica” (Guidano, 1993). Para Guidano no existe una forma adecuada de resolver los problemas del paciente y el terapeuta no la tiene, para esta perspectiva terapéutica es clave que el paciente descubra su propia manera de solucionar sus conflictos (Balvi, 2011). El terapeuta ayuda al paciente a comprender que sus emociones no se dan como algo perturbador
Compartir