Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Teoría de Números I Propiedades de la divisibilidad de los enteros Material elaborado por Osvaldo Vega Campus Universitario San Lorenzo, Paraguay Índice 1. Divisibilidad en Z 3 2. Algoritmo de la división 5 3. Paridad de un entero 6 4. Máximo común divisor de dos enteros 7 5. Primos relativos 9 6. Características del mcd de dos enteros 11 7. El máximo común de más de dos enteros 12 8. Algoritmo Euclidiano 12 9. Mínimo Común Múltiplo 14 10.Números primos y compuestos 16 11.Ecuaciones Diofánticas Lineales 19 Bibliografía 22 2 1. Divisibilidad en Z La Teoría elemental de números estudia principalmente los números enteros y sus propieda- des mediante sus propios métodos y técnicas sin involucrar a otros campos de Matemática además de las elementales. Algunos temas que trata la Teoría elemental de números son la divisibilidad y las congruencias, y este material pretende brindar los conceptos y fundamen- tos básicos sobre la divisibilidad en Z. El desarrollo del material seguirá pincipalmente la misma línea del texto (Filho, 1981), pero con consultas a libros clásicos de Teoría de números como (Zuckerman, 1976) y (Pettofrez- zo, 1986). Definición 1.1. Sean a y b dos números enteros, con a 6= 0. Se dice que a divide a b si existe un entero q tal que b = a q y se denotará por a | b. Si a no divide a b se escribirá a - b. Cuando se escriba a | b se entenderá que a debe ser distinto de cero. La división por cero no se define. Otras formas de expresar que a divide a b son: "a es un divisor de b", "a es un factor de b", "b es un múltiplo de a " o que "b es divisible por a". Observación 1.1. Si a | b, entonces (−a) | b porque b = aq = (−a)(−q), por lo que los divisores de un número entero son dos a dos iguales en valor absoluto y de signos opuestos. Ejemplo 1.1. a) 3 | 15 porque 15 = 3 · 5. b) −7 | 42 porque 42 = (−7) · 6. c) 9 | 9 porque 9 = 9 · 1. d) 8 | 0 porque 0 = 8 · 0. e) 4 - 6 porque no existe un entero q tal que 6 = 4 · q. Teorema 1.1. Si a, b, c y d son enteros cualesquiera, se verifican las siguientes propieda- des: i) a | 0 ii) 1 | a iii) a | a iv) Si a | 1, entonces a = ±1 v) Si a | b y c 6= 0, entonces c a | c b vi) Si c a | c b y c 6= 0, entonces a | b vii) Si a | b y c | d, entonces a c | b d viii) Si a | b y b | c, entonces a | c ix) Si a | b y b | a, entonces a = ±b 3 x) Si a | b y b 6= 0, entonces |a| ≤ |b| xi) Si a | b y a | c, entonces a | (bx+ cy), ∀x, y ∈ Z Demostración. i) a | 0 porque 0 = a · 0. ii) 1 | a porque a = 1 · a. iii) a | a porque a = a · 1. iv) Si a | 1, entonces existe q ∈ Z tal que 1 = a · q. La última igualdad implica que a = q = 1 0 a = q = −1, es decir, a = ±1. v) Si a | b, entonces existe q ∈ Z tal que b = a q. Multiplicando ambos lados de la última igualdad por el entero no nulo c tenemos que c b = (c a)q lo que implica que c a | c b. vi) Si c a | c b entonces existe q ∈ Z tal que c b = (c a)q; ya que c 6= 0, por la propiedad cancelativa del producto en Z se tiene que b = a q, lo que permite concluir que a | b. vii) Si a | b y c | d, entonces existen q1, q2 ∈ Z tales que b = a q1 y d = c q2. Por lo tanto b d = (a c)(q1q2) que su vez implica que a c | b d. viii) Si a | b y b | c, entonces existen q1, q2 ∈ Z tales que b = a q1 y c = b q2.Por lo tanto c = a(q1q2) que su vez implica que a | c. ix) Si a | b y b | a, entonces existen q1, q2 ∈ Z tales que b = a q1 y a = b q2. Por lo tanto a = a(q1q2), del cual se concluye que q1q2 = 1 que a su vez implica que q2 = ±1 y por consiguiente a = ±b. x) Si a | b y b 6= 0, entonces existe q ∈ Z−{0} tal que b = a q. Así |b| = |a q| = |a| |q| y como q 6= 0 se tiene que |q| ≥ 1. Por lo tanto |a| ≤ |b|. xi) Sean x y y enteros cualesquiera. Si a | b y a | c, entonces existen q1, q2 ∈ Z tales que b = a q1 y c = a q2. De las dos últimas igualdades tenemos que b x = a(x q1) y c y = a(y q2) que al sumar miembro a miembro da como resultado b x + c y = a(x q1 + y q2), lo que nos permite concluir que a | (bx+ cy). Observación 1.2. Mediante un proceso inductivo se puede generalizar la propiedad xi) del Teorema 1.1, esto es, si x1, x2, . . . , xn son enteros cualesquiera, y a | b1, a | b2, . . . , a | bn, entonces a | (b1x1 + b2x2 + · · ·+ bnxn). Observación 1.3. En Z sea a 6= 0. Si x es un divisor de a , por la propiedad x) del Teorema 1.1, |x| ≤ |a|, es decir, −|a| ≤ x ≤ |a|. Por lo tanto un entero no negativo tiene un número finito de divisores. Ejemplo 1.2. Si a | (3x− 2y), y a | (4x− 3y), vamos a demostrar que a | x. Si a | (3x − 2y), y a | (4x − 3y), entonces a | [3 · (3x − 2y) + (−2) · (4x − 3y)]. Como 3 · (3x− 2y) + (−2) · (4x− 3y) = x, tenemos que a | x. 4 2. Algoritmo de la división Teorema 2.1 (Algoritmo de la división). Dados a, b ∈ Z, con b > 0, existen dos números enteros q y r tal que a = b q + r con 0 ≤ r < b. Los números enteros q y r, denominados cociente y resto repectivamente en la división de a por b, son únicos. Demostración. Consideremos el conjunto S = {a− bx|x ∈ Z y a− bx ≥ 0}. El conjunto S no es vacío porque al ser b positivo se tiene que b ≥ 1, y para x = −|a|, a− bx = a+ b|a| ≥ a+ |a| ≥ 0 y por lo tanto tenemos al menos un elemento de S. Por el Principio de la buena ordenación, S tiene un elemento mínimo r. Este elemento cumple: r ≥ 0 y r = a− bq con q ∈ Z Así existen q y r en Z tal que a = b q + r. Además r < b pues de lo contrario, es decir, si r ≥ b tendríamos: 0 ≤ r − b = a− b q − b = a− b (q + 1) < r que contradice la minimalidad de r ya que a− b (q + 1) sería un elemento de S menor que r. Ahora solo falta probar la unidad de q y r, para ello supongamos que existen otros dos enteros q1 y r1, tales que a = b q1 + r1 con 0 ≤ r1 < b Entonces, tenemos: a = b q1 + r1 = b q + r ⇒ r1 − r = b (q − q1) ⇒ b | (r1 − r) Si suponemos que r1 − r 6= 0, tendremos que |r − r1| > b. Por otro lado, las condiciones −b < −r ≤ 0 y 0 ≤ r1 < b nos permiten concluir que: −b < r1 − r < b, equivalentemente |r − r1| < b llegando así a una contradicción. Luego se tiene que cumplir que r1−r = 0, y como b > 0, también q − q1 = 0. Es decir, r = r1 y q = q1. Corolario 2.2. Dados a, b ∈ Z, con b 6= 0, existen dos números enteros q y r tal que a = b q+ r con 0 ≤ r < |b|. Los números enteros q y r, denominados cociente y resto repectivamente en la división de a por b, son únicos. Demostración. Si b > 0 la proposición ya está demostrada. Entonces supongamos que b < 0 y consideremos el entero positivo |b|, por el Teorema 2.1 existen enteros únicos q1 y r tales que a = |b| q1 + r con 0 ≤ r < |b| y al ser b negativo se cumple que |b| = −b, por lo que se tiene a = b (−q1) + r con 0 ≤ r < |b| Por lo tanto existen enteros únicos q = −q1 y r tales que a = b q + r con 0 ≤ r < |b|. 5 Observación 2.1. Si en la división de a por b se tiene que r = 0 entonces a | b y diremos que la división es exacta. Caso contrario, es decir, si el resto es r 6= 0 se tiene lo que se denomina una división inexacta. Si la división de a por b es exacta podemos indicar el cociente por a b o a/b que leeremos "a sobre b". Ejemplo 2.1. Hallar el cociente q y el resto r al dividir a por b, siendo: a) a = 45 y b = 7. Aplicando la división usual tenemos: 45 = 7 · 6 + 3 y como 0 ≤ 3 < 7, entonces q = 6 y r = 3. b) a = 71 y b = −15. Aplicando la división usual tenemos: 71 = (−15) · (−4)+11 y como 0 ≤ 11 < |−15|, entonces q = −4 y r = 11. c) a = −98 y b = 45. Aplicando la división usual tenemos: −98 = 45 · (−3) + 37 y como 0 ≤ 37 < 45, entonces q = −3 y r = 37. d) a = −62 y b = −11. Aplicando la división usual tenemos: −62 = (−11) · 6 + 4 y como 0 ≤ 4 < | − 11|, entonces q = 6 y r = 4. Ejemplo 2.2. Demostrar que el cubo de un número entero tiene una de las tres formas siguientes: 9k , 9k + 1 o 9k + 8. Sea a un entero cualquiera, por el Algoritmo de la división a = 3q a = 3q + 1 o a = 3q + 2. Al calcular a3 tenemos: a3 = (3q)3 = 27q3 = 9(3q3), haciendo k = 3q3 tenemos que a3 = 9k. a3 = (3q+1)3 = 27q3+27q2+9q+1 = 9(3q3+3q2+q)+1, haciendo k = 3q3+3q2+q tenemos que a3 = 9k + 1. a3 = (3q+2)3= 27q3+54q2+36q+8 = 9(3q3+6q2+4q)+8, haciendo k = 3q3+6q2+4q tenemos que a3 = 9k + 8. Así, a3 tiene una de las tres formas siguientes: 9k , 9k + 1 o 9k + 8. 3. Paridad de un entero Definición 3.1. Sea a un entero cualquiera, al dividir a por 2 los posibles restos son r = 0 y r = 1 . Si r = 0 , se dice que a e un entero par y si r = 1, el número a es un entero impar. Observación 3.1. Si a es un entero par tendrá la forma a = 2 q, y si a e un entero impar tendrá la forma a = 2 q + 1 o esta otra: a = 2 q − 1. Ejemplo 3.1. Demostrar que todo entero impar tiene la forma 4q + 1 o 4q + 3. Sea a un número entero impar, entonces a = 2k + 1 para algún entero k. El entero k puede ser par o impar, por lo que k = 2q o k = 2q+1 . Por lo tanto a = 2(2q)+1 = 4q+1 o a = 2(2q + 1) + 1 = 4q + 3. 6 Ejemplo 3.2. Demostrar que n2 − n es divisible por 2 para cualquier entero n. Analicemos los casos según la paridad de n. Si n es par, entonces n = 2q . Luego n2−n = 2q(2q−1) = 2k1, donde k1 = q(2q−1) ∈ Z, así por definición de divisibilidad tenemos que 2 | n2 − n. Si n es impar, entonces n = 2q + 1 . Luego n2 − n = n(n − 1) = (2q + 1)(2q) = 2q(2q+1) = 2k2, donde k2 = q(2q+1) ∈ Z, así por definición de divisibilidad tenemos que 2 | n2 − n. Entonces, 2 | n2 − n para cualquier entero n. 4. Máximo común divisor de dos enteros Definición 4.1. Sean a y b dos números enteros no simultáneamente nulos, el máximo común divisor de a y b es un entero positivo d tal que: i) d | a y d | b ii) Si c | a y c | b , entonces c ≤ d El máximo común divisor de a y b se denota por mcd(a, b) o simplemente (a, b). Observación 4.1. Teniendo en cuenta la definición anterior se puede deducir que: 1) Si existe el mcd(a, b) , entonces mcd(a, b) = mcd(b, a). 2) El máximo común divisor de a y b es el mayor de los divisores comunes de a y b. 3) mcd(0, 0) no está definido. 4) Si a 6= 0 , entonces mcd(a, 0) = |a|. 5) Si a | b , entonces mcd(a, b) = |a|. 6) Si a 6= 0 , entonces mcd(a, 1) = 1. Ejemplo 4.1. Hallar el mcd(18, 90). Los divisores positivos y comunes de 18 y 90 son: 1 , 2 , 3 6 y 9. Por lo tanto mcd(18, 90) = 9. Ejemplo 4.2. Hallar el mcd(−42, 231). Los divisores positivos y comunes de −42 y 231 son: 1 , 3 , 7 y 21. Por lo tanto mcd(−42, 231) = 21. Teorema 4.1 (Existencia y unicidad del mcd). Si a y b son dos números enteros no simultáneamente nulos, entonces existe y es único el mcd(a, b). Además existen enteros x e y tales que mcd(a, b) = ax+ by. Demostración. Consideremos el conjunto S = {au + bv |u, v ∈ Z y au + bv > 0}. El conjunto S no es vacío porque uno de los números enteros: a = a · 1 + b · 0; b = a · 0 + b · 1; −a = a · (−1) + b · 0 y − b = a · 0 + b · (−1) es positivo y además es un elemento de S . 7 Por el Principio de la buena ordenación S tiene un elemento mínimo d. Entonces existen x e y tales que d = ax+ by. Ahora vamos a probar que d = mcd(a, b). Por el Algoritmo de la división existen números enteros q y r, tales que: a = dq + r, con 0 ≤ r < d Despejando r tenemos: r = a− dq = a− (ax+ by)q = a(1− qx) + b(−qy), con 0 ≤ r < d Así, r es una combinación lineal de a y b y por la minimalidad de d, no puede darse que 0 < r < d. Por lo tanto r = 0 y d | a. Análogamente se prueba que d | b. Por otro lado, si c es un entero positivo tal que c | a y c | b implica que c | ax + by. Luego c | d por lo que c ≤ d. Todo lo anterior nos permite concluir que d = mcd(a, b). Ahora solo falta probar la unicidad del mcd(a, b). Supongamos que d = mcd(a, b) y d1 = mcd(a, b). Como d | a y d | b, se tiene que d ≤ d1. De forma análoga se llega a que d1 ≤ d. Por lo tanto d = d1 Observación 4.2. 1) El mcd(a, b) es el menor entero positivo que se puede escribrir como combinación lineal ax+ by. 2) La forma en que se representa el mcd(a, b) como combinación lineal no es única, pues si mcd(a, b) = ax+ by, entonces: mcd(a, b) = a(x+ bz) + b(y − az) donde z es un entero cualquiera. 3) Pero no toda combinación lineal ax+ by es el mcd(a, b), por ejemplo si mcd(a, b) = ax+ by, entonces: z ·mcd(a, b) = azx+ bzy cualquiera sea el entero z. Corolario 4.2. Si k es un entero positivo entonces mcd(k a, k b) = kmcd(a, b). Demostración. mcd(k a, k b) = menor entero positivo de {(ka)x+ (kb)y : x, y ∈ Z}. mcd(k a, k b) = menor entero positivo de {k(ax+ by) : x, y ∈ Z}. mcd(k a, k b) = k· menor entero positivo de {ax+ by : x, y ∈ Z}. mcd(k a, k b) = kmcd(a, b). Ejemplo 4.3. Dados los enteros positivos a = 15 y b = 18, el mcd(15, 18) = 3 y tenemos que: 3 = 15 · (−1) + 18 · 1 Ejemplo 4.4. Dados los enteros a = −21 y b = −35, el mcd(−21,−35) = 7 y tenemos que: 7 = (−21) · (−2) + (−35) · 1 8 Teorema 4.3. Sean a y b dos números enteros no simultáneamente nulos, entonces el conjunto de todos los múltiplos de mcd(a, b) = d es: S = {ax+ by |x, y ∈ Z} Demostración. Como d|a y d|b, se tiene que d | (ax+ by), para cualesquiera números enteros x e y, y por consiguiente todo elemento del conjunto S es un múltiplo de d = mcd(a, b). Por otro lado, existen enteros x0 e y0 tales que: d = ax0 + by0 de modo que todo múltiplo kd de d tendrá la siguiente forma: kd = k(ax0 + by0) = a(kx0) + b(ky0) por lo que kd ∈ S. 5. Primos relativos Definición 5.1. Sean a y b dos enteros no simultáneamente nulos. Diremos que a y b son primos relativos o primos entre sí, si el mcd(a, b) = 1. Ejemplo 5.1. 7 y 13, −2 y −49, −1 y 142 son ejemplos de primos entre sí. Observación 5.1. Si a y b son primos relativos, entonces sus únicos divisores comunes son 1 y −1. Teorema 5.1. Dos enteros a y b, no simultáneamente nulos, son primos realtivos si y solo si existen x e y en Z, tales que ax+ by = 1. Demostración. Si a y b son primos relativos, entonces el mcd(a, b) = 1 y por consi- guiente existen enteros x e y tal que: ax+ by = 1. Recíprocamente, supongamos que existen enteros x e y tales que ax + by = 1. Si mcd(a, b) = d, entonces d|a al igual que d|b, lo que implica que d|(ax+ by). Pero como ax + by = 1 se tiene d|1, por consiguiente d = mcd(a, b) = 1. Luego a y b son primos relativos. Corolario 5.2. Si el mcd(a, b) = d, entonces el mcd ( a d , b d ) = 1. Demostración. Para comenzar observemos que a d y b d pertenecen a Z porque d es un divisor común de a y b. Teniendo en cuenta lo anterior, si el mcd(a, b) = d, entonces existen enteros x e y tal que ax+ by = d, y dividiendo ambos lados de la última igualdad por d tenemos:(a d ) x+ ( b d ) y = 1 Entonces, por el Teorema 5.1 , los enteros a d y b d , son primos relativos, y por tanto mcd ( a d , b d ) = 1. 9 Ejemplo 5.2. mcd(−18, 15) = 3 y mcd ( −18 3 , 15 3 ) = mcd(−6, 5) = 1 . Corolario 5.3. Si a|b y mcd(b, c) = 1, entonces mcd(a, c) = 1. Demostración. Si a|b, existe q ∈ Z tal que b = aq. Por otra parte, si mcd(b, c) = 1 existen enteros x e y tales que bx+ cy = 1. Por lo tanto a(qx) + cy = 1, lo que implica que mcd(a, c) = 1. Corolario 5.4. Si a|c, b|c y mcd(a, b) = 1; entonces ab|c. Demostración. Las hipótesis nos llevan a las siguientes implicancias: a|c⇒ c = aq1, con q1 ∈ Z b|c⇒ c = bq2, con q2 ∈ Z mcd(a, b) = 1⇒ ax+ by = 1 con x, y ∈ Z Multiplicando ambos lados de la última igualdad por c tenemos que acx + bcy = c, y con las dos primeras implicancias podemos escribir: c = a(bq2)x+ b(aq1)y = ab(q2x+ q1y) Por lo tanto ab|c. Observación 5.2. Solamente las condiciones a|c y b|c no implican ab|c. Por ejemplo 4 | 20 y 10 | 20, pero (4 · 10) - 20. notemos que no se cumple parte de la hipótesis, mcd(4, 10) = 2 6= 1. Corolario 5.5. Si mcd(a, b) = 1 = mcd(a, c), entonces mcd(a, bc) = 1. Demostración. Por la hipótesis tenemos: mcd(a, b) = 1⇒ ax+ by = 1, con x, y ∈ Z mcd(a, c) = 1⇒ az + ct = 1, con z, t ∈ Z Entonces: 1 = ax+ by(az + ct) = a(x+ byz) + bc(yt) lo que implica mcd(a, bc) = 1. Corolario 5.6. Si el mcd(a, bc) = 1, entonces mcd(a, b) = 1 = mcd(a, c). 10 Demostración. Por hipótesis tenemos: mcd(a, bc) = 1⇒ ax+ (bc)y = 1, conx, y ∈ Z De la última igualdad tenemos estas dos implicancias: ax+ b(cy) = 1⇒ mcd(a, b) = 1 ax+ c(by) = 1⇒ mcd(a, c) =1 que es lo que se quería probar. Teorema 5.7 (Teorema de Euclides). Si a|bc y mcd(a, b) = 1, entonces a|c. Demostración. Por hipótesis tenemos: a|bc⇒ bc = aq, con q ∈ Z mcd(a, b) = 1⇒ ax+ by = 1, conx, y ∈ Z Multiplicando ambos lados de la última igualdad por c, tenemos: acx+ bcy = c y como bc = aq, se sigue que: c = acx+ aqy = a(cx+ qy)⇒ a|c Observación 5.3. Solamente la condición a|bc no implica que a|c. Por ejemplo, 14|(7 · 10), pero 14 - 7 y además 14 - 10. Notemos que mcd(14, 7) = 7 6= 1 y mcd (14, 10) = 2 6= 1, es decir, no se cumplen todas las hipótesis del Teorema 5.7 de Euclides. 6. Características del mcd de dos enteros Teorema 6.1. Sean a y b dos enteros no simultáneamente nulos, un entero positivo d es el mcd(a, b) si y solamente si satisface las condiciones: (1) d|a y d|b (2) si c|a y si c|b, entonces c|d Demostración. (⇒) Supongamos que el mcd (a, b) = d, entonces d|a y d|b, esto significa que la condi- ción (1) es satisfecha. Por otra parte existen enteros x e y tal que ax+ by = d y por lo tanto, si c|a y si c|b entonces c|(ax + by) y c|d, esto significa que la condición (2) también se cumple. (⇐) Recíprocamente, sea d un entero positivo cuaquiera que satisfaga las condiciones (1) y (2). Entonces, por la condición (2), todo divisor común c de a y b también es divisor de d, esto es, c|d, y esto implica c ≤ d. Luego d es el mcd(a, b). 11 7. El máximo común de más de dos enteros Definición 7.1. Sean a, b y c tres números enteros no simultáneamente nulos, el máximo común divisor de a, b y c es el entero positivo d tal que: i) d | a, d | b y d | c ii) Si e | a, e | b y e | c , entonces e ≤ d El máximo común divisor de a, b y c se denota por mcd(a, b, c) o simplemente (a, b, c). Teorema 7.1. Si a, b y c son tres números enteros no simultáneamente nulos, entonces mcd(a, b, c) = mcd(mcd(a, b), c). Demostración. Si mcd(a, b, c) = d1 y mcd(a, b) = d2, entonces d1 | a, d1 | b, d1 | c y además existen enteros x e y tal que ax + by = d2. Por otro lado, como d1 | a, y d1 | b, se tiene que d1 | (ax+ by), es decir, d1 | d2. Así d1 es un divisor común de d2 y c. También, si f es un divisor común de c y d2, se tiene que f | a, f | b y f | c, lo que implica que f ≤ d1. Luego, d1 = mcd(d2, c), esto es, mcd(a, b, c) = mcd(mcd(a, b), c). Definición 7.2. Sean a1, a2, . . . , y an números enteros no simultáneamente nulos, el máximo común divisor de a1, a2, . . . , y an es el entero positivo d tal que: i) d | ai para i = 1, 2, . . . , n. ii) Si c | ai para i = 1, 2, . . . , n, entonces c ≤ d. El máximo común divisor de a1, a2, . . . , y an se denota por mcd(a1, a2, . . . , an) o simplemente (a1, a2, . . . , an). Observación 7.1. Si a1, a2, . . . , y an son n números enteros no simultáneamente nulos, entonces mcd(a1, a2, . . . , an) = mcd(mcd(a1, a2, . . . , an−1), an). La demostración es análoga a la demostración del Teorema 7.1. Definición 7.3. Sean a1, a2, . . . , y an números enteros no simultáneamente nulos. Dire- mos que a1, a2, . . . , y an son primos relativos o primos entre sí si el mcd(a1, a2, . . . , an) = 1 sin que sean necesariamente primos entre sí dos a dos. 8. Algoritmo Euclidiano Sean a y b dos números enteros positvos tales que a > b. Por el Algoritmo de la división existen qi y ri tales que: a = b q1 + r1 con 0 < r1 < b; b = r1 q2 + r2 con 0 < r2 < r1; r1 = r2 q3 + r3 con 0 < r3 < r2; ... ... rk−3 = rk−2 qk−1 + rk−1 con 0 < rk−1 < rk−2; rk−2 = rk−1 qk + rk con 0 < rk < rk−1; rk−1 = rk qk+1 + 0 12 Notemos que r1, r2, . . . , rk−1, rk forman una suceción estrictamente decreciente de números enteros positivos, por lo tanto la sucesión termina en algún rk. En este proceso, denominado Algoritmo Euclidiano se llega a mcd(a, b) = rk. Demostremos esta última igualdad, es decir, demostremos estas dos condiciones: (1) rk|a y rk|b (2) si c|a y si c|b, entonces c|rk Empecemos demostrando la primera. De la última igualdad tenemos que rk|rk−1 y reem- plazando rk−1 = rk qk+1 en la penúltima igualdad, se tiene que: rk−2 = rk−1 qk + rk = rk qk+1 qk + rk = rk(qk+1 qk + 1) de donde se deduce que rk|rk−2. Reemplazando rk−2 y rk−1 en la antepenúltima igualdad, se tiene que: rk−3 = rk−2 qk−1 + rk−1 = rk(qk+1 qk + 1) qk−1 + rk qk+1 = rk(qk+1 qk qk−1 + qk−1 + qk+1) Así rk|rk−2. Repitiendo el proceso para rk−3, rk−4, . . . , r2, r1 llegamos a que rk|r2 y rk|r2 y por lo tanto a que rk|b. De la primera igualdad se concluye que rk|a y por lo tanto la condición (1) queda probada. Para probar la condición (2) partimos de la suposición de que c|a y c|b . Entonces, la primera igualdad implica c|r1, la segunda c|r2,. . ., y así sucesivamente hasta que la penúltima igualdad implica que c|rk. Por lo tanto mcd(a, b) = rk. Observación 8.1. Notemos que el Algoritmo Euclidiano se puede aplicar para hallar el máxi- mo común divisor de dos enteros no nulos cualesquiera ya que mcd(a, b) = mcd(−a,−b) = mcd(−a, b) = mcd(a,−b). Ejemplo 8.1. Vamos a probar que mcd(−21,−35) = 7. Notemos que mcd(−21,−35) = mcd(35, 21) y apliquemos el algoritmo euclidiano: 35 = 21 · 1 + 14 21 = 14 · 1 + 7 14 = 7 · 2 + 0 El último resto distinto de cero es 7, luego mcd(−21,−35) = mcd(35, 21) = 7. Observación 8.2. El Algoritmo Euclidiano puede utilizarse para hallar enteros x e y tales que mcd(a, b) = ax + by. Esto se puede lograr escribiendo los sucesivos restos ri como una combinación lineal de a y b partiendo de r1 = a+ b(−q1). Ejemplo 8.2. En el Ejemplo 8.1 hemos probado que mcd(−21,−35) = 7. Ahora vamos a encontrar x y y tal que: 7 = (−21) · x+ (−35) · y Cuando habíamos aplicado el Algoritmo Euclidiano, tuvimos esta lista de igualdades: 35 = 21 · 1 + 14 21 = 14 · 1 + 7 14 = 7 · 2 + 0 13 De la primera igualdad tenemos que: 14 = 35 + (−1) · 21 Llevando en la segunda: 21 = (35 + (−1) · 21) · 1 + 7 Despejando 7 que es el máximo común divisor, llegamos a: 7 = 21 · 2 + 35 · (−1) Luego: 7 = (−21) · (−2) + (−35) · 1. Por lo que x = −2 e y = 1. 9. Mínimo Común Múltiplo Definición 9.1. Sean a y b dos números enteros no nulos. Se denomina múltiplo común de a y b a todo entero m tal que a | m y b | m. Definición 9.2. Sean a y b dos números enteros no nulos. Se denomina mínimo común múltiplo de a y b al entero positivo m que cumple las siguientes condiciones: i) a | m y b | m ii) Si a | c y b | c , entonces m ≤ c El mínimo común múltiplo de a y b se denota por mcm(a, b) o [a, b]. Observación 9.1. Teniendo en cuenta la definición mínimo común múltiplo se puede deducir que: 1) Si existe el mcm(a, b) , entonces mcm(a, b) = mcm(b, a). 2) El mínimo común múltiplo de a y b es el menor de los múltiplos comunes positivos de a y b. 3) Por el Principio de la buena ordenación, el conjunto de los múltiplos comunes positivos de a y b tiene un elemento mínimo y es único. Por lo tanto, si a y b son enteros no nulos, el mcm(a, b) existe y es único. 4) mcm(a, b) ≤ |a b|. 5) Si a | b , entonces mcm(a, b) = |b|. 6) mcd(a, b) = mcd(−a, b) = mcd(a,−b) = mcd(−a,−b). Ejemplo 9.1. Vamos a calcular mcm(−6, 7) Los múltiplos de −6 son: 0,±6,±12,±18,±24,±30,±36,±42,±48, . . ., y los múltiplos de 7 son: 0,±7,±14,±21,±28,±35,±42,±49,±56, . . .. El primer múltiplo común positivo es 42, luego mcm(−6, 7) = 42. Teorema 9.1. Sean a y b enteros no nulos y sea c un múltiplo común de a y b entonces mcm(a, b) | c. 14 Demostración. Si mcm(a, b) = m entonces a | m y b | m. Por otro lado, por hipótesis a | c y b | c. Por el Algortimo de la división, existen q y r en Z tales que: c = mq + r con 0 ≤ r < m Despejando r se tiene tenemos: r = c+m (−q) y como a | m, b | m, a | c y b | c; se concluye que a | r y b | r. Por lo tanto r no puede ser menor que el mínimo común múltilplo m. Luego r = 0 y m | c. Teorema 9.2 (Relación entre el mcd y el mcm). Si a y b son enteros positivos, entonces mcd(a, b) ·mcm(a, b) = ab. Demostración. Supongamos que mcd(a, b) = d y que mcm(a, b) = m. Entonces a d , b d , m a y m b son números enteros; además a | ( a · b d ) y b | ( b · a d ) , lo que implica que a · b d = a b d esun múltiplo común de a y b. Por el Teorema 9.1, existe un entero positivo k tal que a b d = mk. De esta última igualdad se puede deducir estas dos: a d = m b · k y b d = m a · k. Por lo tanto k es un divisor común de los primos relativos a d y b d . Luego k = 1 y en consecuencia a b d = m, es decir, a b = dm = mcd(a, b) ·mcm(a, b). Ejemplo 9.2. Vamos a calcular mcm(−6, 7) utilizando el Teorema 9.2. Apliquemos el Algoritmo Euclidiano para calcular mcd(−6, 7) = mcd(7, 6): 7 = 6 · 1 + 1 6 = 1 · 6 + 0 Luego mcd(−6, 7) = mcd(7, 6) = 1. Ahora, por el Teorema 9.2, tenemos: 7 · 6 = mcd(7, 6) ·mcm(7, 6) 42 = 1 ·mcm(−6, 7) Así mcm(−6, 7) = 42. Corolario 9.3. Si a y b son enteros positivos, entonces mcm(a, b) = ab si y solo si mcd(a, b) = 1. Demostración. Por un lado, si mcm(a, b) = ab por el Teorema 9.2 se tiene que a b = mcd(a, b) · (a b). Cancelando a b queda que mcd(a, b) = 1. Recíprocamente, si mcd(a, b) = 1, por el Teorema 9.2 se tiene que a b = 1 ·mcm(a, b) = mcm(a, b). Definición 9.3. Sean a1, a2, . . . , y an números enteros no nulos, el mínimo común múltiplo de a1, a2, . . . , y an es el entero positivo m tal que: i) ai | m para i = 1, 2, . . . , n. ii) Si c es un entero positivo tal que ai | c para i = 1, 2, . . . , n, entonces m ≤ c. El mínimo común múltiplo de a1, a2, . . . , y an se denota por mcm(a1, a2, . . . , an) o [a1, a2, . . . , an]. 15 10. Números primos y compuestos Definición 10.1. Un número entero positivo p mayor que 1 se dice que es un número primo o simplemente primo si los únicos divisores positivo de p son p y 1. Un número entero positivo p mayor que 1 que no es primo se dice que es un número compuesto o simplemente compuesto. Teorema 10.1. Si p es un número primo que no divide al entero a, entonces a y p son primos realtivos. Demostración. Supongamos que mcd(a, p) = d, entonces d | p y d | a. Pero como p es primo d = 1 o d = p. Esta última igualdad no es posible por la hipótesis del teorema por lo que d = 1. Luego a y p son primos relativos. Corolario 10.2. Si p es un número primo tal que p | ab, entonces p | a o p | b. Demostración. Si p | a el Corolario ya está probado. Supongamos que p - a, por el Teorema 10.1 se tiene que mcd(a, p) = 1. Luego por el Teorema 5.7 de Euclides p | b. La demostración del siguiente corolario se puede hacer por inducción matemática. Corolario 10.3. Si p es un número primo tal que p | a1a2 · · · an, entonces p | aj para alguna j, 1 ≤ j ≤ n. Corolario 10.4. Si p, q1, q2, . . . , qn son primos y p | q1q2 · · · qn, entonces p = qj para alguna j, 1 ≤ j ≤ n. Demostración. Por el Corolario 10.3, existe una j tal que p | qj . Pero como qj es primo p = 1 o p = qj . La igualdad p = 1 es imposible ya que p es primo, por lo tanto p = qj . Teorema 10.5. Si a es un número compuesto, entonces a tiene un divisor primo p. Demostración. Sea a un número compuesto. Consideremos el conjunto S = {x ∈ Z : x | a y 1 < x < a}, el conjunto S 6= ∅ ya que a es un número compuesto y por lo tanto tendrá un divisor que esté entre 1 y a. Por el Teorema de la buena ordenación, S tiene un elemento mínimo p. Si p fuera compuesto tendría un divisor d tal que 1 < d < p. Entonces d sería un divisor de a tal que 1 < d < a, lo que contradice la minimalidad de p. Luego p es primo. Teorema 10.6 (TEOREMA FUNDAMENTAL DE LA ARITMÉTICA). Todo entero a > 1 puede expresarse como un producto de un número finito de primos. Demostración. Sea a un número entero mayor que 1. Si a es primo ya terminamos, caso contrario, si a es un número compuesto, por el Teorema 10.5, a tiene un factor primo p1. Por lo tanto, existe un entero positivo a1 tal que: a = p1 a1 con 1 < a1 < a Si a1 es primo ya no hay nada que probar. Si a1 fuera compuesto nuevamente por por el Teorema 10.5, a1 tendría un factor primo p2 y existiría un entero positivo a2 tal que: 16 a = p1 p2 a2 con 1 < a2 < a1 < a Repitiendo el mismo razonamiento, llegamos a la sucesión decreciente de números enteros positivos a > a1 > a2 > a3 > · · · > 1 Este proceso debe terminar, es decir, debe existir ak = pk que sea primo, ya que solo existe un número finito de enteros positivos menores que a. Así, a = p1 p2 · · · pk es una expresión de a como un producto de un número finito de primos. Corolario 10.7. La descomposición de un entero a > 1 en un producto de primos es única, salvo el orden de los factores. Demostración. Sea a un número entero mayor que 1 y supongamos que: a = p1 p2 · · · pr = q1 q2 · · · qs son dos factorizaciones de a en primos. No perdemos generalidad si suponemos r ≤ s. Además haciendo un reordenamiento, podemos suponer que p1 ≤ p2 ≤ · · · ≤ pr y que q1 ≤ q2 ≤ · · · ≤ qs. La igualdad p1 p2 · · · pr = q1 q2 · · · qs implica que p1 | q1 q2 · · · qs, y como p1 es primo, entonces existe j tal que p1 = qj . Luego p1 ≥ q1. Análogamente, existe k tal que q1 = pk, por tanto q1 ≥ p1. Así p1 = q1. Al reemplazar q1 por p1 en p1 p2 · · · pr = q1 q2 · · · qs, y cancelando posteriormente p1, tenemos: p2 p3 · · · pr = q2 q3 · · · qs Repitiendo el mismo procedimiento para los demás pi, llegaremos a: 1 = qr+1 qr+2 · · · qs Para no llegar a una contradicción, se debe cumplir que r = s. Luego la descomposición de un entero a > 1 en un producto de primos es única, salvo el orden de los factores. La demostración del siguiente Corolario es trivial, por eso dejamos como un ejercicio al estudiante. Corolario 10.8. Sea a un entero mayor 1, entonces a admite una única descomposición de la forma a = pn11 p n2 2 · · · p nk k , donde los ni son enteros positivos y los pj son primos. Definición 10.2. La descomposión de un entero a > 1 un entero mayor 1 en la forma a = pn11 p n2 2 · · · p nk k , se denomina descomposición canónica de a. Teorema 10.9. El conjunto de los números primos es infinito. 17 Demostración. Supongamos que la cantidad de números primos es finita y sea p el mayor de todos, y consideremos el entero a = 2 · 3 · 5 · 7 · 11 · · · p+ 1 donde 2 · 3 · 5 · 7 · 11 · · · p es el producto de todos los números primos. Claramente a > p por lo que a no es un número primo. Por otro lado, si a fuera un compuesto tendría un factor primo menor que él, pero la divisón de a por un primo menor que él deja como resto 1, entonces tampoco es posible que a fuera compuesto. Llegamos así a un absurdo. Luego el conjunto de los números primos es infinito. Teorema 10.10. Sea a un entero compuesto mayor 1, entonces a tiene un divisor primo p ≤ √ a. Demostración. Si a es un número entero compuesto mayor que 1, entonces tiene una factorización a = b · c donde b y c son enteros tales que 1 < b < a y 1 < b < a. No perdemos generalidad si suponemos que b ≤ c, y con esta suposición tenemos que: a = b · c ≥ b2 que implica lo siguiente: b ≤ √ a Por otro lado, por el Teorema Fundamental de la Aritmética, b tiene un factor primo p, y como b | a, entonces p también es un factor primo de a tal que p ≤ b ≤ √ a. Por lo tanto a tiene un divisor primo p ≤ √ a. Observación 10.1. Existe un método para obtener la lista completa de los números primos que son menores o iguales que un entero positivo n. Dicho método, denominado criba de Eratóstenes, es razonable cuando n es pequeño. El método consiste en escribir la lista de los enteros positivos menores o iguales a n a partir de 2 y luego ir tachando los números compuestos de la siguiente manera: se tachan primero los múltiplos de 2 excepto el mismo 2; seguidamente se tachan los múltiplos de 3 excepto el mismo 3; continuamos tachando los múltiplos de 5 excepto el mismo 5, y así sucesivamente tachamos los múltiplos de un primo p excepto el mismo p. Todos los tachados son números compuestos y algunos son tachados más de una vez. El proceso termina cuando todos los múltiplos de todo primo p ≤ √ n, excepto el mismo p, se hayan tachado. Los números que quedan sin tachar son los números primos menores o iguales que n. 2 3 �4 5 ��6 7 ��8 ��9 ��10 11 ��12 13 ��14 ��15 ��16 17 ��18 19 ��20 ��21 ��22 23 ��24 ��25 ��26 ��27 ��28 29 ��30 Tabla 1: Criba de Eratóstenespara n = 30. 18 11. Ecuaciones Diofánticas Lineales Definición 11.1. Una ecuación diofántica lineal con incógnitas x e y es una ecuación de la forma: ax+ by = c donde a, b y c son números enteros con a · b 6= 0. Todo par de enteros x0, y0 tal que ax0+ by0 = c es una solución entera o simplemente una solución de la ecuación diofántica lineal ax+ by = c. Ejemplo 11.1. En la ecuación diofántica lineal con dos incógnitas 12x+ 4y = 8, tenemos que: 12 · 1 + 4 · (−1) = 8 12 · 2 + 4 · (−4) = 8 12 · 0 + 4 · 2 = 8 Por lo tanto, los pares de enteros: 1 y − 1, 2 y − 4, 0 y 2 son soluciones de la ecuación diofántica lineal 12x+ 4y = 8. Observación 11.1. No toda ecuación diofántica lineal cuenta con solución, por ejemplo, la ecuación diofántica lineal 3x+ 6y = 14 no tiene solución porque si la igualdad 3x0 + 6y0 = 3(x0 + 2y0) = 14 es verdadera para ciertos enteros x0 e y0, se tendría que 3 | 14, y sabemos que este hecho no es cierto. Notemos que 3 = mcd(3, 6) no divide a 14. En general, la ecuación diofántica lineal ax+ by = c no tendrá solución si mcd(a, b) - c. Teorema 11.1 (Condición necesaria y suficiente para existencia de solución de una ecuación diofántica lineal). La ecuación diofántica lineal ax + by = c tiene solución si y sólo si mcd(a, b) | c. Demostración. Supongamos que la ecuación diofántica lineal ax + by = c tiene una so- lución, es decir, que existen x0 e y0 en Z, tal que ax0 + by0 = c. Por otro lado, si mcd(a, b) = d, entonces existen los enteros r y s tales que a = dr y b = ds, entonces tenemos que: c = ax0 + by0 = drx0 + dsy0 = d(rx0 + sy0) y como (rx0 + sy0) ∈ Z, mcd(a, b) | c. Recíprocamente, supongamos que mcd(a, b) = d y que d | c, esto es, que existe q ∈ Z tal que c = dq. Siendo mcd(a, b) = d, existen enteros x0 e y0 tales que d = ax0 + by0 lo que implica que: c = dq = (ax0 + by0)q = a(qx0) + b(qy0) 19 esto es, el par de enteros: x = qx0 = (c/d)x0, y = qy0 = (c/d)y0 es una solución de la ecuación diofántica lineal ax+ by = c. Teorema 11.2 (Soluciones de la ecuación diofántica ax + by = c). Si mcd(a, b) | c y el par de enteros x0, y0 es una solución (particular) de la ecuación diofántica lineal ax+ by = c, entonces todas las soluciones de esta ecuación son dadas por las formulas: x = x0 + (b/d)q, y = y0 − (a/d)q donde q es un entero arbitrario. Demostración. Supongamos que el par de enteros x0, y0 es una solución particular de la ecuación ax + by = c, y sea x1, y1 otra solución cualesquiera de esta ecuación. Entonces, tenemos: ax0 + by0 = c = ax1 + by1 del que sigue que: a(x1 − x0) = b(y0 − y1). Siendo mcd(a, b) = d, existen enteros r y s tales que a = dr y b = ds, con r y s primos relativos. Sustituyendo estos valores de a y b en la igualdad anterior y cancelando el factor d, obtenemos: r(x1 − x0) = s(y0 − y1). Entonces, r|s(y0 − y1), y como mcd(r, s) = 1 implica que r|(y0 − y1), esto es: y0 − y1 = rq y x1 − x0 = sq donde q es un entero. Por tanto, tenemos: x1 = x0 + sq = x0 + (b/d)q y1 = y0 − rq = y0 − (a/d)q. Por otro lado, x1 = x0 + (b/d)q e y1 = y0− (a/d)q satisfacen la ecuación diofántica lineal ax+ by = c, para todo entero q, pues tenemos que: ax1 + by1 = a[x0 + (b/d)q] + b[y0 − (a/d)q] = (ax0 + by0) + (ab/d− ab/d)q = c+ 0 · q = c Observación 11.2. En el Teorema 11.2 se concluye que, si mcd(a, b) | c, entonces la ecuación diofántica lineal ax+ by = c admite infinitas soluciones y todas las soluciones se pueden obtener a partir de una particular. La demostración del siguiente corolario es bastante trivial teniendo en cuenta el Teorema 11.2 Corolario 11.3. Si mcd(a, b) = 1, y si el par de enteros x0, y0 es una solución particular de la ecuación diofántica lineal ax+by = c, entonces todas las soluciones de esta ecuación son dadas por las fórmulas: x = x0 + bq, y = y0 − aq donde q es un entero arbitrario. 20 Ejemplo 11.2. Determine todas las soluciones de la ecuación diofántica lineal 14x+ 22y = 50. Primeramente calculamos el mcd(14, 22) aplicando el algoritmo de Euclides: 22 = 14 · 1 + 8 14 = 8 · 1 + 6 8 = 6 · 1 + 2 6 = 2 · 3 Por lo tanto mcd(14, 22) = 2 y como 2 | 50, la ecuación diofántica 14x + 22y = 50 tiene solución. A continuación, vamos a obtener la expresión del entero 2 = mcd(14, 22) como combinación lineal de 14 y 22: 2 = 8− 6 = 8− (14− 8) = (22− 14)− 14 + (22− 14) = 14 · (−3) + 22 · 2 O sea: 2 = 14 · (−3) + 22 · 2 Multiplicando ambos miembros de esta igualdad por 50/2 = 25, obtenemos: 50 = 14 · (−75) + 22 · 50. Entonces, el par de enteros x0 = −75, y0 = 50 es una solución particular de la ecuación 14x+ 22y = 50 y la solución general sería: x = −75 + (22/2)q = −75 + 11q y = 50− (14/2)q = 50− 7q donde q es un entero arbitrario. Ejemplo 11.3. Resolver la ecuación diofántica lineal 35x+ 28y = 100. Como el mcd(35, 28) = 7 y como 7 - 100, la ecuación 35x+ 28y = 100 no tiene solución. 21 Bibliografía [1] Zuckerman, H. & Niven, I. (1976). Introducción a la Teoría de los Números. México: Limusa. [2] de Alencar Filho, E. (1981). Teoria elementar dos números. Sao Paulo: Nobel. [3] Pettofrezzo, A. (1986). Introducción a la teoría de números. México: Prentice Hall. 22
Compartir