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c a P Í T U L o 10386 corazón La lesión isquémica es la causa más frecuente de trastornos del ritmo por la lesión directa o porque la dilatación de las cavidades cardíacas determina la consiguiente alteración de la capacidad de emitir señales por parte del sistema de conducción. Otras causas mucho menos habituales de arritmias son las hereditarias. Se deben a mutaciones en los genes que regulan los distintos canales iónicos implicados en la despolarización y en la repolarización de las células miocárdicas. Estas cana- lopatías son sustratos importantes (aunque, afortunadamente, infrecuentes) de las arritmias mortales. Son la base de algu- nos casos de muerte súbita cardíaca, que se comentan más adelante. Muerte súbita cardíaca Habitualmente, la muerte súbita cardíaca (MSC) se define como una muerte repentina, que suele relacionarse con arritmias ventriculares mantenidas en individuos con una cardiopatía estructural de base, que puede haber determinado síntomas previos o no. Cada año y solo en EE. UU. fallecen 300.000- 400.000 personas por MSC. La enfermedad arterial coronaria es la principal causa de muerte y explica el 80-90% de los casos; por desgracia, con frecuencia la MSC es la primera manifes- tación de una CPI. Resulta llamativo que la autopsia muestre exclusivamente una enfermedad ateroesclerótica crónica grave y la rotura aguda de la placa aparezca solo en el 10-20% de los casos. Aproximadamente el 40% de estos pacientes presentan IM cicatrizados antiguos. En las víctimas de MSC más jóvenes son más frecuentes algunas causas distintas de la ateroesclerosis, como: • Alteraciones hereditarias (canalopatías) o adquiridas del sistema de conducción cardíaco • Alteraciones congénitas de las arterias coronarias • Prolapso de la válvula mitral • Miocarditis o sarcoidosis • Miocardiopatía dilatada o hipertrófica • Hipertensión pulmonar • Hipertrofia miocárdica. El aumento de la masa cardíaca es un factor de riesgo independiente de MSC; por eso, en las personas jóvenes que fallecen de forma súbita, incluidos los deportistas, la hipertrofia hipertensiva o un aumento de la masa cardíaca de causa no explicada es el único hallazgo patológico. El mecanismo último de la MSC suele ser una arritmia mortal (p. ej., asistolia o fibrilación ventricular). Es importante recordar que no siempre se identifica un infarto franco; en el 80-90% de los pacientes que sufren una MSC y en los que se consigue la reanimación con éxito no se encuentran datos enzimáticos o ECG de necrosis del miocardio —incluso cuando la causa original fuera una CPI—. Aunque las lesiones isquémicas (u otros trastornos patológicos) pueden afectar de forma directa a los principales componentes del sistema de conducción, la mayor parte de los casos de arritmia mortal se desencadenan por la irritabilidad eléctrica del miocardio alejado del sistema de conducción. La figura 10-15 resume la relación entre la arteriopatía coro- naria y las distintas evoluciones clínicas que se han comentado anteriormente. El pronóstico de los pacientes vulnerables a la MSC mejora mucho con una intervención médica, sobre todo con la im- plantación de desfibriladores cardioversores automáticos, que perciben y contrarrestan por mecanismos eléctricos los episodios de fibrilación ventricular. CARDIoPATíA HIPERTENSIVA Como ya se comentó en el capítulo 9, la hipertensión es un trastorno frecuente asociado a una notable morbilidad y que afecta a muchos órganos, como el corazón, el encéfalo y los ri- ñones. Los comentarios se centrarán ahora de forma específica en las principales complicaciones cardíacas de la hipertensión, que se relacionan con la sobrecarga de presión y con la hiper- trofia ventricular. La hipertrofia de los miocardiocitos es una respuesta adaptativa frente a las sobrecargas de presión; la capacidad de adaptación del miocardio tiene limitaciones y, finalmente, la hipertensión mantenida puede ser causa de RESuMEN Arritmias • Las arritmias se pueden deber a cambios isquémicos o estructurales del sistema de conducción o a inestabilidad eléctrica de los miocardiocitos. En los corazones estruc- turalmente normales, las arritmias suelen ser secundarias a mutaciones en los canales iónicos, que provocan una repolarización o despolarización aberrante. • La MSC se suele deber a una enfermedad coronaria que ocasiona isquemia. La irritabilidad del miocardio está provocada por una isquemia no mortal o por una fibrosis previa secundaria a una lesión del miocardio. Con menos frecuencia, la MSC se produce por la rotura aguda de una placa con trombosis, que ocasiona una arritmia y culmina con rapidez en la muerte. Figura 10-15 Vías en la progresión de la cardiopatía isquémica que mues- tran las relaciones entre la enfermedad arterial coronaria y sus principales secuelas. 387cardiopatía hipertensiva © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. disfunción y dilatación cardíaca, con ICC e incluso muerte súbita. Aunque la cardiopatía hipertensiva suele afectar al lado izquierdo del corazón en relación con la hipertensión sistémica, la hipertensión pulmonar también puede ocasionar cambios hipertensivos del lado derecho —en el denominado cor pulmonale—. Cardiopatía hipertensiva sistémica (del lado izquierdo) Los criterios para diagnosticar una cardiopatía hipertensiva sistémica son: 1) hipertrofia ventricular izquierda en ausencia de otras patologías cardiovasculares (p. ej., estenosis valvular), y 2) antecedentes o evidencia patológica de hipertensión. En el Framingham Heart Study se estableció de forma inequívoca que incluso la hipertensión leve (por encima de 140/90 mmHg) induce una hipertrofia ventricular izquierda si se mantiene suficiente tiempo. Aproximadamente el 25% de la población de EE. UU. presenta al menos este grado de hipertensión. características clínicas La cardiopatía hipertensiva compensada es asintomática y solo se sospecha cuando se descubre un aumento de la presión ar- terial en la exploración física habitual o bien si se encuentran datos de hipertrofia ventricular izquierda en el ECG o en el ecocardiograma. Algunos pacientes son diagnosticados cuando desarrollan una fibrilación auricular (secundaria a la hipertrofia de la aurícula izquierda) y/o ICC. Los mecanismos mediante los cuales la hipertensión ocasiona insuficiencia cardíaca no se comprenden del todo; parece que los miocardiocitos hiper- tróficos no consiguen una contracción eficiente, posiblemente por alteraciones estructurales en los sarcómeros recién ensam- blados y porque la irrigación resulta inadecuada para satisfacer las exigencias de la mayor masa muscular. Según la gravedad y la duración del trastorno, la causa de la hipertensión y el grado de control terapéutico, los pacientes pueden: 1) vivir un tiempo normal y morir por causas no relacionadas; 2) desarrollar una CPI progresiva porque los efectos de la hipertensión potencian la ateroesclerosis coronaria; 3) experimentar lesiones renales progresivas o sufrir un ictus cerebrovascular, o 4) presentar una insuficiencia cardíaca progresiva. También muestran un aumento del riesgo de muerte súbita de origen cardíaco. El control eficaz de la hipertensión permite prevenir o incluso conseguir la re- gresión de la hipertrofia cardíaca, con sus riesgos asociados. MorFologÍa como se comentó anteriormente, la hipertensión sistémi- ca ocasiona una sobrecarga de presión sobre el corazón y se asocia a cambios macroscópicos y microscópicos algo diferentes de los causados por una sobrecarga de volumen. la característica clave de la cardiopatía hipertensiva es una hipertrofia ventricular izquierda, que no suele asociarse a dilatación ventricular hasta fases muy tardías del proceso (fig. 10-16, A). el peso del corazón puede superar los 500 g (normal 320-360 g) y el grosor de la pared del ventrículo izquierdo puede ser mayor de 2 cm (normal 1,2-1,4 cm). con el tiempo, este incrementodel grosor de la pared ventricular izquierda deriva en una rigidez que altera el llenado diastólico y puede ocasionar dilatación de la aurícula izquierda. en los casos típicos de cardiopatía hipertensiva sistémica de larga evolución que produce insuficiencia cardíaca congestiva se encuentra una dilatación ventricular. Microscópicamente, el diámetro transversal de los miocar- diocitos aumenta y se observa un llamativo aumento de tamaño nuclear con hipercromatismo («núcleos en vagón de carga») y fibrosis intercelular. Figura 10-16 cardiopatía hipertensiva. A. cardiopatía sistémica (del lado izquierdo). Se aprecia un marcado engrosamiento concéntrico de la pared ventricular izquierda, con reducción del calibre luminal. el ventrículo y la aurícula izquierdos quedan situados a la derecha en esta imagen de las cuatro cavidades del corazón. De forma incidental, se distingue un marcapasos en el ventrículo derecho (flecha). obsérvese también la dilatación de la aurícula izquierda (asterisco) por la rigidez del ventrículo izquierdo y las alteraciones en la relajación diastólica, que inducen una sobrecarga de volumen auricular. B. Cor pulmonale crónico. el ventrículo derecho (que aparece a la izquierda de esta imagen) está muy dilatado e hipertrofiado con una pared libre engrosada y trabéculas hipertróficas. la forma y el volumen del ventrículo izquierdo quedan distorsionados por el aumento de tamaño del ventrículo derecho. c a P Í T U L o 10388 corazón Cardiopatía hipertensiva pulmonar: cor pulmonale El cor pulmonale consiste en la hipertrofia y la dilatación del ven- trículo derecho —a menudo asociadas a insuficiencia cardíaca derecha— secundarias a una hipertensión pulmonar atribuible a un trastorno primario del parénquima o de los vasos pulmonares (tabla 10-4). La dilatación y la hipertrofia del ventrículo derecho debida a una insuficiencia ventricular izquierda (o a una car- diopatía congénita) son mucho más frecuentes, aunque quedan excluidas de esta definición. La aparición del cor pulmonale puede ser aguda, como suce- de en la embolia pulmonar, o lenta e insidiosa en el contexto de una sobrecarga prolongada de presiones en pacientes con una enfermedad vascular o parenquimatosa pulmonar crónica (v. tabla 10-4). VALVuLoPATíAS CARDíACAS La valvulopatía puede cursar con estenosis o insuficiencia (in- competencia o regurgitación) o ambas: • La estenosis es la incapacidad de una válvula de abrirse por com- pleto, con la consiguiente obstrucción al flujo anterógrado. La este- nosis valvular casi siempre se debe a una alteración primaria de las cúspides y en todos los casos se trata de un proceso crónico (p. ej., calcificación o cicatrización de las valvas). • La insuficiencia es consecuencia del cierre incompleto de la válvula, lo que permite la regurgitación (reflujo) de la sangre. La insufi- ciencia valvular puede ser secundaria a una enfermedad intrínseca de las cúspides valvulares (p. ej., endocarditis) o a la rotura de las estructuras de soporte de la misma (p. ej., aorta, anillo mitral, cuerdas tendinosas, músculos papilares o pared libre del ventrículo) sin una lesión primaria de las cúspides. Puede aparecer de forma abrupta, como sucede en la rotura de las cuerdas, o más insidiosa, como consecuencia de la cicatrización y de la retracción de las valvas. La estenosis o la insuficiencia pueden aparecer por separado o de forma simultánea en la misma válvula. La valvulopatía puede afectar a una sola válvula (con más frecuencia, la mitral) o a más de una. La alteración del flujo a través de las válvulas en- fermas provoca un tono cardíaco anómalo, que se llama soplo; las lesiones graves pueden incluso palparse y cursar como frémito. Según la válvula afectada, los soplos se auscultan mejor en dis- tintas localizaciones de la pared torácica; además, la naturaleza (insuficiencia frente a estenosis) y la gravedad de la valvulopatía determinan la calidad y el momento de aparición de los soplos (p. ej., soplos sistólicos ásperos o diastólicos suaves). El pronóstico de las valvulopatías depende de la válvula afectada, del grado de afectación, de la cronología de su desa- rrollo y de la eficacia de los mecanismos compensadores. Por ejemplo, una destrucción súbita de una cúspide de la válvula aórtica secundaria a una infección puede ser el origen de una insuficiencia masiva con insuficiencia cardíaca de aparición abrupta. Por el contrario, una estenosis reumática de la válvula mitral suele evolucionar a lo largo de años y sus efectos clínicos pueden tolerarse bien hasta fases tardías de la enfermedad. Las alteraciones valvulares pueden ser congénitas o adquiri- das. La forma más frecuente de valvulopatía congénita, con gran diferencia, es la válvula aórtica bicúspide, que contiene solo dos cús- pides funcionales en lugar de las tres normales; esta malformación MorFologÍa en general, en el cor pulmonale agudo solo aparece dilata- do el ventrículo derecho; cuando una embolia provoca una muerte súbita, el corazón puede incluso tener un tamaño normal. el cor pulmonale crónico se caracteriza por hiper- trofia ventricular derecha (con frecuencia también auricular derecha). en los casos extremos, el grosor del ventrículo derecho puede ser comparable o incluso superior al del ventrículo izquierdo (fig. 10-16, B). cuando aparece una insuficiencia ventricular, es frecuente que el ventrículo y la aurícula derechos estén dilatados. Dado que el cor pul- monale crónico se asocia a una hipertensión pulmonar, las arterias pulmonares suelen presentar placas de ateroma y otras lesiones, que indican una elevación prolongada de la presión. RESuMEN Cardiopatía hipertensiva • La cardiopatía hipertensiva puede afectar al ventrículo dere- cho o al izquierdo; cuando se afecta el lado derecho, el pro- ceso se llama cor pulmonale. La elevación de las presiones induce hipertrofia de miocardiocitos y fibrosis intersticial, lo que aumenta el grosor y la rigidez de la pared. • La sobrecarga crónica de presión en la hipertensión sisté- mica determina una hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo, que, con frecuencia, se asocia a una dilatación de la aurícula izquierda secundaria a las alteraciones del llenado diastólico del ventrículo. La sobrecarga persistente de presión puede ocasionar una insuficiencia ventricular sin dilatación. • El cor pulmonale se debe a una hipertensión pulmonar asociada a trastornos parenquimatosos o vasculares pul- monares primarios. Es típica la hipertrofia del ventrículo y de la aurícula derechos; puede aparecer también dilatación cuando el corazón fracasa. Tabla 10-4 Trastornos que predisponen al cor pulmonale Enfermedades del parénquima pulmonar Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Fibrosis intersticial pulmonar difusa Neumoconiosis Fibrosis quística Bronquiectasias Enfermedades de los vasos pulmonares Tromboembolias pulmonares de repetición Hipertensión pulmonar primaria Arteritis pulmonar extensa (p. ej., granulomatosis de Wegener) Obstrucción vascular inducida por fármacos, toxinas o radiación Microembolias pulmonares extensas de origen tumoral Trastornos que afectan al movimiento torácico Cifoescoliosis Obesidad grave (síndrome de Pickwick) Enfermedades neuromusculares Trastornos que inducen constricción de la arteria pulmonar Acidosis metabólica Hipoxemia Obstrucción de las vías respiratorias principales Hipoventilación alveolar idiopática Capítulo 10 - Corazón Arritmias Muerte súbita cardíaca Cardiopatía hipertensiva Cardiopatía hipertensiva sistémica (del lado izquierdo) Características clínicas Cardiopatía hipertensiva pulmonar: cor pulmonale Valvulopatías cardíacas
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