Logo Studenta

2 Material

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

SERVIÇO PÚBLICO FEDERAL
UNIVERSIDADE FEDERAL DO PARÁ
INSTITUTO DE LETRAS E COMUNICAÇÃO
FACULDADE DE LETRAS ESTRANGEIRAS MODERNAS
Prof. Dr. Carlos Cernadas Carrera
FONÉTICA Y FONOLOGÍA DEL ESPAÑOL
FONÉTICA Y FONOLOGÍA DEL ESPAÑOL
Las lenguas están constituidas no solo por los planos morfológico, sintáctico y léxico, sino también por el plano fónico o de los sonidos. De este plano se ocupan dos disciplinas lingüísticas, la Fonética y la Fonología, que estudian los sonidos cada una desde una perspectiva diferente, es decir, desde dos niveles de análisis lingüístico. 
La Fonología es la ciencia que estudia la organización lingüística de los sonidos de las diversas lenguas, de las unidades lingüísticas codificadas en las ondas sonoras que producimos y percibimos. Las unidades de las que se ocupa la fonología (fonemas) tienen carácter distintivo y contrastan produciendo diferencias de significado, ejemplo de cara y casa.
La Fonética se preocupa de la materialidad de los sonidos describiéndolos en sus cualidades físicas y prestando atención a su producción y percepción, es decir, trata la variación articulatoria y acústica de los sonidos del habla y el modo en que estos se perciben.
Los puntos 1 y 2 de este texto están desarrollados, fundamentalmente, aunque no de manera exclusiva, en base a los planteamientos recogidos en la obra de Antonio Quilis, Principios de fonología y fonética españolas (2005). 
1. CÓMO ES LA FONÉTICA DEL ESPAÑOL
Si se estudia el sonido producido por las cuerdas vocales se podría concluir que es un sonido en bruto y que no se diferencia significativamente del sonido que emiten otros animales. Este sonido, al llegar a la boca, es modificado. Esta modificación es lo que se llama articulación. Por lo tanto, articulación es la posición que adoptan los órganos de la boca en el momento de producir un sonido. 
Figura 1. ¿Cuáles son los órganos articuladores?
	ACTIVOS
	LABIOS
	
	LENGUA
	
	DIENTES INFERIORES
	
	VELO DEL PALADAR
	PASIVOS
	DIENTES SUPERIORES
	
	ALVÉOLOS SUPERIORES
	
	PALADAR
· El paladar es la bóveda dura que constituye el techo de la boca.
· El velo del paladar es un tejido colgante y blando situado en la parte trasera del paladar. Este acaba en una punta llamada úvula o campanilla.
· Los alvéolos son los hoyos donde están encajados los dientes; pero en Fonética dicha palabra se refiere únicamente a las encías superiores, por la parte de dentro. Es decir, la zona en que se apoya la lengua al pronunciar la n.
Figura 2. Aparato fonador
2. CARACTERIZACIÓN DE LA FONOLOGÍA Y LA FONÉTICA ESPAÑOLA
Los sonidos del español se pueden clasificar en dos grupos principales: sonidos vocálicos y sonidos consonánticos.
2.1. SONIDOS VOCÁLICOS
En la producción de los sonidos vocálicos el aire proveniente de los pulmones encuentra la cavidad bucal libre de obstáculos en su salida al exterior. El español tiene cinco fonemas vocálicos: /i/, /e/, /a/, /o/ y /u/ que se encuentran en las palabras piso, peso, paso, poso, puso.
Para una más completa explicación de los sonidos vocálicos de la lengua española presento estas dos figuras. En la primera de ellas se puede observar el triángulo articulatorio de las vocales y en la segunda el esquema figurado de la articulación de las vocales, ambos para el español. 
Figura 3. Triángulo de Hellwag
Las vocales en español se distinguen en función de tres parámetros diferenciados: según la acción del velo del paladar, en función del lugar de articulación, según el modo de articulación.
2.1. Clasificación de los sonidos vocálicos
2.1.1. Según la acción del velo del paladar:
· Orales: el velo del paladar está adherido a la pared faríngea y el aire sale por la boca.
· Nasales: el velo del paladar no está adherido a la pared faríngea y el aire sale simultáneamente por la boca y por las fosas nasales. 
En español los fonemas vocálicos se realizan como nasales cuando se encuentran entre dos consonantes nasales mañana o después de pausa y antes de consonante nasal entró. En las demás posiciones se realizan como vocales orales. 
2.1.2. Según el lugar de articulación
· Anteriores o palatales: si la lengua está situada en la parte anterior de la cavidad bucal, debajo del paladar duro: i, e.
· Posteriores o velares: si la lengua está situada en la pared posterior de la cavidad bucal, debajo del velo del paladar: o, u.
· Central: cuando la lengua está situada en el centro de la cavidad bucal: a.
2.1.3. Según el modo de articulación
· Altas o cerradas: cuando la lengua ocupa la posición más alta dentro de la cavidad bucal: i, u.
· Baja o abierta: cuando la lengua ocupa la posición más baja dentro de la cavidad bucal: a.
· Medias: cuando la lengua ocupa una posición intermedia en la cavidad bucal: e, o.
Figura 4. Cuadro resumen de la clasificación de los sonidos vocálicos
	LUGAR DE ARTICULACIÓN
	ANTERIOR
	MEDIO
	POSTERIOR
	 
 i
	
	 
 u
	
	ALTA
	MODO DE ARTICULACIÓN
	 
 e
	
	
 o
	
	MEDIA
	
	
	
 a
	
	
	BAJA
	
2.2. SONIDOS CONSONÁNTICOS
En la producción de los sonidos consonánticos el aire proveniente de los pulmones encuentra algún tipo de obstrucción total o parcial en su salida a través de la cavidad oral. Las consonantes del español, conforme explica Antonio Quilis (2005), se distinguen en función de tres parámetros: la sonoridad en relación al movimiento de las cuerdas vocales, el lugar de articulación y el modo de articulación.
2.2.1. Según de las cuerdas vocales:
· Sordos: en su producción no se produce movimiento de las cuerdas vocales.
· Sonoros: en la cavidad laríngea se produce un proceso de unión y separación de las cuerdas vocales. 
2.2.2. Según el lugar de articulación:
Para la mejor comprensión del parámetro de lugar de articulación, presento esta figura:
Figura 5: zonas de articulación de las consonantes en español
Atendiendo al punto o lugar exacto de la cavidad bucal en que se articula el sonido y a los órganos de dicha cavidad que intervienen en la articulación, los sonidos pueden ser:
· Bilabiales: para su realización los dos labios se cierran momentáneamente impidiendo la salida del aire a través de la cavidad bucal.
· Labiodentales: los dientes superiores se apoyan ligeramente sobre el labio inferior
· Linguodentales: la lengua se apoya en los dientes superiores
· Linguoalveolares: la lengua se apoya en los alvéolos del paladar
· Linguopalatales: la lengua se apoya en el paladar duro
· Linguovelares: la lengua se apoya en el paladar blando o velo del paladar
2.2.3. Según el modo de articulación:
Si atendemos al grado de abertura o cierre y a la posición de los órganos articulatorios podemos hablar de los siguientes sonidos:
· Oclusivos: para articular sonidos oclusivos dos órganos articulatorios crean un obstáculo absoluto a la salida del aire cerrando por completo la cavidad oral durante unas milésimas de segundo para deshacerse de forma brusca debido a la presión de la corriente de aire. 
· Fricativos: en la producción de los sonidos fricativos, los órganos articulatorios se aproximan estrechando el canal por el que debe pasar el aire, lo cual genera turbulencias cuando el aire pasa por el orificio.
· Africados: las consonantes africadas se realizan con un cierre absoluto del canal, que se resuelve en un estrechamiento acompañado de ruido de fricción. Podemos establecer así dos modos de articulación sucesivos: oclusivo y fricativo. 
· Nasales: los sonidos nasales se producen con la intervención de la cavidad nasal como cavidad de resonancia suplementaria. Se produce cuando los órganos articulatorios cierran algún punto de la cavidad bucal permitiendo la salida del aire a través de las fosas nasales. 
· Líquidos: en los sonidos líquidos se incluyen los sonidos laterales y los vibrantes por presentar ciertas características que les infieren una fisonomía intermedia entre los sonidos vocales y los consonánticos. Desde el punto de vista articulatorio, la cavidad bucal presenta una abertura mayor que en el resto de los sonidos consonánticos, pero en algúnlugar de esa cavidad se crea un obstáculo a la salida del aire. 
· Laterales: en la articulación de las laterales existe un obstáculo en el centro de la cavidad oral de manera que el flujo de aire sale por los lados. 
· Vibrantes: para pronunciar consonantes vibrantes se necesita el contacto de dos órganos articuladores y en el caso del español el ápice de la lengua se apoya en los alvéolos. Si ese contacto se da de forma sucesiva produciendo varias oclusiones, el resultado es una vibrante múltiple y si el contacto tiene lugar una sola vez la vibrante es simple. 
Una vez distinguidos los parámetros sonoridad, lugar de articulación y modo de articulación procederemos seguidamente a clasificar los sonidos consonánticos en español atendiendo a estos tres parámetros tomando como perspectiva principal el modo de articulación del sonido. Considero necesario destacar que, siguiendo los términos empleados por Antonio Quilis (2005) esta revisión no abarcará la distribución complementaria, es decir, los alófonos asociados a los sonidos consonánticos.
· OCLUSIVOS:
· Tres fonemas sordos, en los que las cuerdas vocales no vibran (PETACA):
· /p/ bilabial. Ortográficamente se representa por una p.
· /t/ linguodental. Ortográficamente se representa por una t.
· /k/ linguovelar. Ortográficamente se representa por k, qu ante e, i o c delante de a, o, u o ante cualquier otra consonante.
· Tres fonemas sonoros, en los que las cuerdas vocales vibran (BODEGA):
· /b/ bilabial. Ortográficamente se representa por una b o v.
· /d/ linguodental. Ortográficamente se representa por una d.
· /g/ linguovelar. Ortográficamente se representa por gu ante e, i, g ante a, o, u o ante cualquier otra consonante.
En los bilabiales la oclusión se forma cuando los labios se cierran momentáneamente impidiendo la salida del aire por la cavidad bucal. En los linguodentales la oclusión se forma con el ápice de la lengua contra los incisivos. En los linguovelares la oclusión se forma cuando el dorso de la lengua se apoya el velo del paladar.
· FRICATIVOS: 
· Cuatro fonemas sordos, en los que las cuerdas vocales no vibran (FEZ - SUJA):
· /f/ labiodental. El labio inferior se apoya en los incisivos superiores y el velo del paladar está apoyado en la pared faríngea para impedir la salida del aire por la cavidad nasal. El velo del paladar está adherido a la pared faríngea Ortográficamente se representa por una f.
· // linguodental. El ápice de la lengua se apoya en los incisivos o se introduce entre ellos. El velo del paladar está adherido a la pared faríngea. Ortográficamente se representa por una c ante e, i o por la z.
· /s/ linguoalveolar. En su articulación, la región ápicodorsal de la lengua se aproxima a la zona alveolar del paladar. El velo del paladar está adherido a la pared faríngea. Ortográficamente se representa por una s.
· /x/ linguovelar. Se articula cuando el dorso de la lengua oprime el velo del paladar. Ortográficamente se representa por una j o por una g delante de e, i.
· Un fonema sonoro, en los que las cuerdas vocales vibran (HIEdra):
· /y/ linguopalatal. Su articulación se realiza con el dorso de la lengua contra el paladar y el aire sale por el canal central. Ortográficamente se representa por una y más vocal o por una hi más vocal.
· AFRICADOS: 
· Un fonema sordo, en los que las cuerdas vocales no vibran (CHE):
· /t͡ʃ/ linguopalatal. Para su articulación, primero el dorso de la lengua forma una oclusión con el paladar seguido de una constricción. Ortográficamente corresponde a la secuencia gráfica ch.
· NASALES: 
· Tres fonemas sonoros, en los que las cuerdas vocales vibran:
· /m/ bilabial. Los labios se cierran y el aire sale por la cavidad nasal. Ortográficamente se representa por una m.
· /n/ linguoalveolar. Los bordes de la lengua se adhieren a los molares superiores y el ápice de la lengua cierra con los alvéolos del paladar, pasando el aire por la cavidad nasal. Ortográficamente se representa por una n.
· /ɲ/ linguopalatal. El dorso de la lengua se adhiere al paladar cerrando la salida del aire por la cavidad bucal. Ortográficamente se representa por una ñ.
· LÍQUIDOS:
· Laterales, dos fonemas sonoros, en los que las cuerdas vocales vibran y el velo del paladar está adherido a la pared faríngea:
· /l/ alveolar. El ápice de la lengua se adhiere a los alvéolos y los rebordes a las encías superiores dejando un canal que desde el centro se dirige a un lado de la cavidad bucal por donde sale el aire. Ortográficamente se representa con la l.
· /ʎ/ palatal. El ápice de la lengua se adhiere a los alvéolos y los rebordes a las encías superiores, así como algo del dorso de la lengua al paladar, dejando un canal que desde el centro se dirige a un lado de la cavidad bucal por donde sale el aire. Ortográficamente se representa con la ll. Cuidado con no confundir con la fricativa palatal /y/ (yo, hiedra) en las que el aire sale por el centro de la cavidad bucal.
· Vibrantes, dos fonemas sonoros, en los que las cuerdas vocales vibran:
· /r/ simple. Su articulación se caracteriza por la formación de una breve oclusión del ápice de la lengua contra los alvéolos. Ortográficamente se representa por r entre vocales o después de consonante.
· /r/ múltiple. Su articulación se caracteriza por la formación de dos o más breves oclusiones del ápice de la lengua contra los alvéolos. Ortográficamente se representa con la grafía rr o con la r cuando se encuentra en posición inicial de palabra, antes de consonante o al final de palabra.
Figura 6: fonemas del español
	
	Bilabial
	Labioentales
	Ldental
	Lalveolar
	Lvelar
	Lpalatal
	Oclusivos
	p b
	
	t d
	
	k g
	
	Fricativos
	
	f
	
	s
	x
	y
	Africados
	
	
	
	
	
	t͡ʃ
	Nasales
	m
	
	
	n
	
	ɲ
	Líquidos
	Laterales
	
	
	
	l
	
	ʎ
	
	Vibrantes
	
	
	
	r r 
	
	
http://www.uiowa.edu/~acadtech/phonetics/spanish/spanish.html
3. FONOLOGÍA Y FONÉTICA DIALECTAL DEL ESPAÑOL: VARIEDADES DE LA LENGUA ESPAÑOLA
La lengua española no ofrece una fonología ni una fonética absolutamente homogénea o unificada en todo el territorio hispanohablante. El español se manifiesta en variedades dialectales o geolectales y cada una de ellas posee su norma culta. Por lo tanto, cada variedad es susceptible de ser llevada a la enseñanza de la lengua.
Tradicionalmente la denominación español de América se ha utilizado para referirse a una modalidad distinta a la del español europeo, aunque no presente una total homogeneidad lingüística, ya que tiene matices muy diferentes desde una perspectiva diatópica. 
En relación a esta diversidad, Menéndez Pidal (1962) entiende necesario hacer referencia a dos grandes áreas. A la primera la denomina el área de la flota y a la segunda el área de las cortes virreinales. La primera constituida por los territorios insulares y las zonas costeras de la totalidad de la América hispánica, a las cuales llegaba la flota durante la época colonial, y la segunda variedad, propia de los territorios a los que no llegaron las flotas y que corresponden a zonas interiores en las que, generalmente, se ubicaban las capitales de los primeros virreinatos, y que eran, en buena parte, montañosas, como las zonas de la meseta central mexicana, de las montañas de Centroamérica y de la cordillera andina.
Es necesario mencionar que, en opinión de referido autor, un factor que tuvo relevancia en su conformación que fue el mayor contacto de los centros urbanos americanos con la corte madrileña, lo que explica que las primeras capitales virreinales (Ciudad de México, Bogotá y Cuzco), al estar en más estrecha relación con la corte metropolitana, mantuvieran un español más conservador y más cortesano.
En relación al denominado español de la flota, en opinión de autores como Menéndez Pidal (1962) o Lapesa (1984), su origen habría que buscarlo en la variedad del español meridional peninsular, principalmente andaluz, y en la variedad del español de las Islas Canarias, zonas de procedencia de la mayoría de los primeros conquistadores y colonizadores del territorio americano. Dentro de este contingentedestacaron los procedentes de Sevilla, puerto exclusivo para el comercio con América, desde la que salían la gran mayoría de las embarcaciones que comerciaban con los territorios coloniales, por lo que podría hablarse de una matriz sevillana dentro del español atlántico. Estas embarcaciones comerciaban con los territorios insulares y costeros de la América española, y los contactos lingüísticos derivados de los contactos comerciales originaron la ya mencionada variedad de la flota, también conocida como español atlántico.
Los trabajos de Lapesa (1984) recogen textos de los siglos XIV y XV que describen fenómenos característicos del español americano que ya se habían producido en España antes del descubrimiento, lo que indica que dichos fenómenos se habrían trasladado a América por los colonizadores y que conformaron la referida variedad del español de la flota.
Es necesario mencionar, también, la importancia de la aportación de las lenguas de los pueblos originarios a la variedad del español de América. Las situaciones de contacto entre español y estas lenguas podrían quedarían esbozadas, en líneas generales, en estas diferentes zonas o áreas:
a) Zonas andinas de influencia del quechua y el aimara.
b) Zona amazónica de Perú, de influencia quechua principalmente.
c) Zonas guaraníticas de Paraguay y noreste argentino, en las que el castellano o	español entra en contacto con el guaraní.
e) Zonas del sur de Venezuela: lenguas arawakas.
f) Zonas de Chile y Argentina, de contacto con el mapudungu (mapuches); y con el rapanui (territorio insular) en áreas chilenas.
h) Zonas de Yucatán y de Guatemala: contacto del castellano o español con lenguas mayas.
i) Zonas de México en las que el español está en contacto con las lenguas de la familia del nahuatl.
3.1. CONSIDERACIONES SOBRE DIALECTISMO
3.1.1. El consonantismo: fenómenos
· Seseo: hay regiones donde no se hace la distinción entre /s/ y /θ/. En estas regiones hay un fenómeno llamado seseo a causa de que no existe el fonema interdental fricativo sordo /θ/, como resultado de larga evolución que acabo imponiendo /s/. Las áreas seseantes corresponden a amplias zonas del sur peninsular, Canarias e Hispanoamérica. Ejemplos: /kasa/ casa y caza; /poso/ poso y pozo; /sien/ sien y cien.
· Debilitamiento de los sonoros /b d g/, es decir, la queda de la g, by d, en posición intervocálica, como por ejemplo: [awa] agua; [bo] bobo; [partio] partido. La tendencia al debilitamiento es más intensa en la dental d, y ocurre en España, principalmente, en Andalucía, y en toda América hispanohablante. Otros ejemplos: [deo] dedo; [mauro] maduro; [meiko] médico; [pesao] pesado.
· 
· Aspiración de s: en muchas zonas de España y de Hispanoamérica, cuando el fonema sse encuentra en posición silábica postnuclear, no se pronuncia como [s], sino que se aspira, realizándose como una fricativa laríngea, [h]: [doh] dos; [ehte] este; [pehka] pesca; [mihmo] mismo; [ehtamoh kansaoh] estamos cansados.
· El yeísmo consiste en pronunciar la ll como la y cuando va delante de vocal. Por tanto, haya y halla se pronunciarían igual. Por ejemplo, decir “cabayo” por caballo, “gayina”, por gallina; “poyo”, por pollo; “caye”, por calle o yobaca, por llobaca. Son yeistas Madrid, Toledo, Ciudad Real, Extremadura, Andalucía, Canarias e Hispanoamerica, entre otras. En la zona andina y en Paraguay convive el yeísmo con zonas en las que se realiza la diferenciación. En el área chilena la pronunciación es [dj] y en la zona de área de Buenos Aires y Montevideo pronunciación [ʃ].
· Lateralización de -r> [-l]: es frecuente en las hablas antillanas (Puerto Rico, Panamá, Cuba), sobre todo en final de palabra: [belda] verdad; [amol] amor, [benil] venir. Por otro lado, es relativamente fácil encontrar confusiones de /ɾ/ y de /l/ en la pronunciación. El fonema /r/, vibrante múltiple, suele resultar bastante difícil de pronunciar, incluso para muchos hablantes de español.
3.1.2. El vocalismo
Profundizando en las características particulares de cada área, cabría recordar, por su pertinencia, la clasificación realizada por Menéndez Pidal (1962) – español de la flota y español de las cortes virreinales. En relación al de la flota se puede apreciar más claramente la influencia del español meridional en el área caribeña y en zonas insulares y costeras, con una serie de rasgos característicos entre los que destaco el alargamiento vocálico, la aspiración, debilitamiento y pérdida de consonantes en posición final de sílaba, especialmente de /s/ ([áhta] ‘asta’, [mésah] ‘mesas’), debilitamiento de los fonemas sonoros /g/, /b/ y /d/, en posición intervocálica, especialmente de la dental /d/ (dedo, maduro), el debilitamiento y asimilación de -r ([komé] 'comer', [kobbáta] 'corbata') y la lateralización de -r en [l]: [beldá] 'verdad'. 
En relación a otros rasgos característicos del español americano, se pueden destacar:
· Aspiración de /x/: [káha] ‘caja’: Caribe, México y Andes
· Debilitamiento y pérdida de vocales átonas: [kaf'síto] 'cafecito': México y Andes.
· Pronunciación predorsal de /s/: México, Andes, Plata.
· Pronunciación en la misma sílaba de grupos consonánticos como tl: [á-tlas]: México, Andes, Plata y Chile.
· Aspiración de /s/ cuando precede a consonante: [míhmo] ‘mismo’: Andes, Plata y Chile.
3.2. VARIEDADES DEL ESPAÑOL: ÁREAS
En Moreno Fernández (2000), se propone distinguir en América varias áreas generales, que podrían ser representadas por los usos lingüísticos de las ciudades y territorios más influyentes: 
· A.1. un área caribeña (representada, por ejemplo, por los usos de San Juan de Puerto Rico, La Habana o Santo Domingo);
· A.2. un área mexicana y centroamericana (representada, por ejemplo, por los usos de la ciudad de México y de otras ciudades y territorios significativos);
· A.3. un área andina (representada, por ejemplo, por los usos de Bogotá, La Paz o Lima);
· A.4. un área rioplatense y del Chaco (representada por los usos de Buenos Aires, de Montevideo o de Asunción);
· A.5. un área chilena (representada por los usos de Santiago). 
A estas cinco áreas, se añaden tres más para el español de España: 
· E.1. una castellana (representada por los usos de ciudades como Madrid o Burgos);
· E.2. una andaluza (que estaría representada por los usos de Sevilla, Málaga o Granada);
· E.3. una canaria (Las Palmas o Santa Cruz de Tenerife). Estas ocho áreas tendrían numerosísimos elementos en común, sobre todo en sus usos más cultos, pero en ellas se localizan rasgos diferenciadores, que son una realidad lingüística y que se han incorporado a las creencias de los hablantes. Veamos, en forma sinóptica, cuáles son los rasgos más destacados en cada una de ellas.
Los rasgos fónicos que aquí se van a relacionar funcionan como caracterizadores de cada área, bien cualitativa, bien cuantitativamente. Las entradas de nuestros cuadros reflejan usos urbanos y de hablantes cultos de cada área, utilizados con diferente frecuencia, y no características cualitativamente rurales o vulgares, por extendidas que estén en determinadas zonas.
Para una interpretación adecuada, hay que tener en cuenta que los usos lingüísticos de cada zona se dan de un modo predominante, esto es, ni tienen por qué ser los únicos, ni tienen por qué ser exclusivos de cada una de ellas.
	E.1. ESPAÑOL CASTELLANO
Distinción de s y z*
Yeísmo (pronunciación [dj]). Distinción de ll y y en generaciones mayores y zonas rurales.
Conservación de consonantes en posición final de sílaba.
Pronunciación apicoalveolar de s (roce de la punta de la lengua en los alveolos).
Pronunciación fricativa sorda de j-g: [káxa] ‘caja’
* Distinguimos entre seseo (solo existe el fonema /s/), ceceo (solo existe el fonema /θ/) y distinción de fonemas (existen los fonemas /s/ y /θ/).
	E.2. ESPAÑOL DE ANDALUCÍA
Abertura de vocales finales cuando hay pérdida de consonante final: [dɔ, trɛ] ‘dos, tres’.
Seseo urbano (excepto de zonas de Jaén, Granada y Almería).
Yeísmo.
Aspiración, debilitamiento y pérdida de consonantes en posición final de sílaba, especialmente de/s/: [áhta] ‘asta’, [mésah] ‘mesas’, [berdá] ‘verdad’.
Pronunciación predorsal de s (roce del dorso de la lengua en los alveolos).
Pronunciación fricativa de ch: [muʃáʃo] 'muchacho'.
Aspiración de j-g: [káha] ‘caja’ (excepto zonas orientales).
	E.3. ESPAÑOL DE CANARIAS
Seseo
Yeísmo
Aspiración, debilitamiento y pérdida de consonantes en posición final de sílaba, especialmente de /s/: [áhta] ‘asta’, [mésah] ‘mesas’, [berdá] ‘verdad’.
Pronunciación predorsal de s (roce del dorso de la lengua en los alveolos).
Pronunciación sonorizada y con oclusión más prolongada de ch: [mutyátyo].
Aspiración de j-g: [káha].
	A.1. ESPAÑOL DEL CARIBE
Alargamiento vocálico (República Dominicana)
Seseo
Yeísmo
Aspiración, debilitamiento y pérdida de consonantes en posición final de sílaba, especialmente de /s/: [áhta] ‘asta’, [mésah] ‘mesas’, [berdá] ‘verdad’.
Nasalización de vocales en contacto con nasal final; también con pérdida de la nasal: [sãhwã [Ν] 'San Juan'; [pãn] ' pan'.
Aspiración de j-g: [káha] ‘caja’.
Pronunciación [l] de -r: [beldá] 'verdad' (Puerto Rico).
Debilitamiento y asimilación de -r: [komé] 'comer', [kobbáta] 'corbata' (Cuba, Puerto Rico, costa caribeña de Panamá y Colombia).
Velarización de nasal final de sílaba: [paɳ] 'pan'.
	A.2. ESPAÑOL DE MÉXICO Y CENTROAMÉRICA
Debilitamiento y pérdida de vocales átonas: [ánts] 'antes', [kaf'síto] 'cafecito' (altiplano mexicano)
Seseo
Yeísmo
Pronunciación oclusiva de sonoras entre vocales: [dádos] ‘dados’ (interior de México).
Articulación plena y tensa de grupos consonánticos: [eksámen] ‘examen’, [kápsula] ‘cápsula’
Pronunciación predorsal de s (roce del dorso de la lengua en los alveolos).
Pronunciación en la misma sílaba de tl: [á-tlas].
Aspiración de j-g: [káha] ‘caja’ (Norte y Sur de México, América central).
	A.3. ESPAÑOL DE LOS ANDES
Debilitamiento y pérdida de vocales átonas: [ánts] 'antes', [kaf'síto] 'cafecito' (regiones andinas)
Seseo
Yeísmo, con grupos y zonas de distinción de ll y y (occidente).
Aspiración de /s/ cuando precede a consonante: [míhmo] ‘mismo’.
Pronunciación predorsal de s (roce del dorso de la lengua en los alveolos). En las zonas de montaña la pronunciación puede ser apical (ápice de la lengua en los alveolos).
Aspiración de j-g: [káha] (costa).
Pronunciación en la misma sílaba de tl: [á-tlas]
	
	A.4. ESPAÑOL DE LA PLATA Y EL CHACO
Seseo
Yeísmo (pronunciación [ʒ] con rehilamiento). [kaβáʃo] 'caballo' (área de Buenos Aires y Montevideo). Zonas de distinción de ll y y (Paraguay).
Aspiración de /s/ en posición final de sílaba: [míhmo] ‘mismo’.
Pronunciación predorsal de s (roce del dorso de la lengua en los alveolos).
Pronunciación en la misma sílaba de tl: [á-tlas].
	A.5. ESPAÑOL DE CHILE
Seseo
Yeísmo (pronunciación [dj])
Aspiración de /s/ cuando precede a consonante: [míhmo] ‘mismo’, [lohtóros] ‘los toros’.
Pronunciación predorsal de s (roce del dorso de la lengua en los alveolos).
Pronunciación fricativa de ch: [múʃo] ‘mucho’.
Vocalización de b y d: [auríγo] ‘abrigo’, [máire] ‘madre’.
Pronunciación en la misma sílaba de tl: [á-tlas].
4. QUÉ VARIEDA ENSEÑAR: LOS MODELOS DE ENSEÑANZA DE LA LENGUA
La pregunta ¿qué variedad de español enseñar? para nada tiene fácil respuesta. Si partimos de que se ha de enseñar una variedad de prestigio, cualquier una de las normas de las 22 academias de la lengua española podría ser válida, siendo cualquier otra afirmación política lingüística e ideología lingüística. 
Si tomamos como referencia al docente, si es nativo, empleará su propia variedad, dado que ninguna persona cabal adoptaría una variante para enseñar que no sea la suya, a menos que haya potentes razones laborales para ello. Si no es nativo, según donde haya estudiado, empleará una variedad u otra. En Europa, la mayoría de los profesores lo ha hecho en España, en Estados Unidos, quizás suela ser frecuente el contacto con la variedad de México y en Brasil, la referencia más común quizás sea, sobre todo en el Sur del país, la rioplatense. Si consideramos como referencia la preferencia del estudiante, estos elegirán una u otra en función de sus intereses, y, como es sabido, no siempre dentro de un grupo los intereses de todos confluyen.
Además, en ocasiones, hay quien quiera imponer determinada variedad sobre las otras. En opinión de Graciela Vázquez (2008), los hablantes, obviamente, querrán imponer su propia variedad con el fin de defender su identidad como grupo; en el caso de las instituciones, probablemente, basarán su elección en función del prestigio de las diferentes variedades; y las empresas editoriales establecerán la variedad en función de sus intereses comerciales y económicos. 
Conforme Moreno Fernández (2000), en el momento de buscar un prototipo de lengua susceptible de ser utilizado como modelo en la enseñanza de español, centrando el foco en la perspectiva geográfica, podemos decir, de forma obviamente muy generalizada, que en la enseñanza de español en el mundo se suelen manejar tres posibilidades prototípicas: el modelo del español peninsular, más concretamente castellano, el modelo del español de cada variedad de las anteriormente citadas y el modelo de usos panhispánicos o modelo internacional.
El modelo castellano goza de ascendiente dentro y fuera de España: los filipinos, por ejemplo, no dudan a la hora de inclinarse por aprender esta variedad de español; muchos profesores piensan que esta variedad representa un modelo centrípeto, que cuenta con un importante prestigio social y lingüístico y que está por encima de los desacuerdos y rivalidades que se puedan producir entre las academias de los países hispanohablantes.
Este modelo ofrece la ventaja de concordar con la norma académica tradicional y con los usos de buena parte de las autoridades hispánicas. Pero esta variedad no es, ni mucho menos, el único ni el mejor modelo disponible. En muchos lugares se prefiere, claramente, un modelo de la variedad de español de América por ser más próximo al contexto de enseñanza, como es el caso de Brasil, y por ser capaz de satisfacer mejor los intereses y expectativas de quienes lo aprenden.
La última posibilidad es buscar un modelo de español panhispánico, un modelo lo más general posible, una norma hispánica abarcadora e internacional. En opinión de Moreno Fernández (2000), el referente, desde tal posición, podría estar en ese español de las películas de Walt Disney o de la CNN que, siendo de muchos lugares, en todos se entiende sin que las diferencias se aprecien como extrañas. Ese modelo presentaría un sistema fonológico de 5 elementos vocálicos y 17 consonantes, con seseo y yeísmo, con una fonética y una gramática poco marcada regionalmente. Esta tendencia se ve favorecida por el alto grado de homogeneidad, en todos los niveles lingüísticos, de que disfruta el español y por el juicio de muchos intelectuales, que abogan por lo general y lo común sin que se pierda lo particular. Sin embargo, autores como Graciela Vázquez (2008) opinan que esta opción no deja de ser una creación artificial, puesto la lengua panhispánica no existe porque no hay hablantes de panhispánico.
Los tres modelos presentados, con las características que se han explicado, no son un obstáculo para que los profesores se muevan entre ellos buscando respuesta a los problemas que se les presentan de una forma concreta. En el caso de la enseñanza del español en Brasil, es necesario, como ya se ha apuntado, que el docente considere que, quizás, la mayor parte de las interacciones que el alumno realice y la mayor parte de los inputs que reciba sean en la variedad de español americano, con lo que se deberían trabajar estas especificidades en el aula con el fin de preparar y capacitar al alumno.
La variedad castellana sigue dominando la programación de muchos de los manuales de ELE, lo que puede deberse a la tradicional corrección que se atribuía, por cuestiones históricas, a esta variedad, así como el propio origen de los autores de los libros. A ello podemos añadirle el hecho de que una institución de referencia en la difusión de la culturaen español como el Instituto Cervantes, es una iniciativa del Estado español. Por lo tanto, los elementos para que la variedad castellana prospere sobre las demás variedades en los manuales son muchos. Sin embargo, son apreciables los pequeños gestos que se empiezan a observar en los libros, donde los autores van incorporando cada vez más alusiones a las variedades del español de América. No obstante, en muchos de los manuales analizados estas referencias son inexactas o muy generales, lo que demuestra cierto desinterés por presentar con rigor aquellos rasgos que se desvían de la variedad preferente. 
Además, se ha de desterrar la idea de que es perjudicial que el alumnado tenga una profesora, por ejemplo, uruguaya en un semestre, el próximo un profesor guatemalteco y así sucesivamente. En mi experiencia como alumno en España, ninguno de mis compañeros de clase ni yo tuvimos ningún perjuicio por tener profesores que hablasen variedades diferentes a la nuestra, y recuerdo haber tenido profesores de Burgos, de Madrid, de Málaga, de Extremadura y de Cataluña, con lo que entiendo que este tema se ha de tratar con naturalidad y, en todo caso, hay que plantearlo como un valor añadido, y no como un problema. La solución ideal quizás pase por que el estudiantado esté expuesto al mayor número posible de variantes y elija la propia, siempre que se sea fiel a una variante, es decir, debe existir una coherencia en la decisión del estudiante y no un cambiar de variedad aleatoriamente. 
En este sentido, abogo por neutralizar el papel de las instituciones en la elección de las variantes, puesto que, conforme Graciela Vázquez (2008), las actitudes lingüísticas se transmiten, no se heredan, y es precisamente en el proceso de socialización que tiene lugar entre las paredes del aula donde los valores, creencias y convicciones encuentran un caldo de cultivo privilegiado.
En base a lo explicado, y en suma, los docentes debemos informar sobre las características de esa lengua que enseñamos, en sus diversas variedades, considerando las motivaciones e intereses del estudiante, pero sin abandonar nuestra identidad lingüística en nuestras clases y con nuestros grupos.
5. LA ENSEÑANZA DE LA PRONUNCIACIÓN: UNA ASIGNATURA PENDIENTE 
Existen muchos prejuicios sobre la pronunciación del español que influyen en la actitud, tanto de profesores como de alumnos. Uno de estos prejuicios es el supuesto de que el español es una lengua fácil de pronunciar, porque se escribe de manera similar a como se pronuncia, es decir, se le considera una lengua fonética. 
Al respecto de este argumento, POCH (2004) explica que este tipo de observaciones se fundamentan en el hecho de que, en español, la distancia entre la ortografía y la pronunciación no es la misma que existe en inglés o en francés. Y, yendo un poco más lejos en el razonamiento, este punto de vista evidencia también una concepción de la fonética basada en la ortografía que, erróneamente, hace que las letras se conviertan en el referente de la pronunciación. Ello conduce a que algunos autores hablen del español como una lengua fonética y que crean que se trata de una lengua fácil. Si bien es cierto que la relación entre la escritura y la pronunciación del español es más estrecha que en otras lenguas, eso, necesariamente no implica que sea una lengua fácil de pronunciar en términos generales. Además, la asociación de los sonidos a la ortografía de la lengua materna del estudiante produce interferencias que afectan directamente a la pronunciación. 
Otro prejuicio acerca de la enseñanza de la pronunciación es que es aburrida, pero no es lo mismo que la pronunciación sea aburrida a que se enseñe de manera aburrida, dado que también es posible plantear su enseñanza de postulados comunicativos. Según GIL (2007), el debate entre la metodología comunicativa y la pedagogía de corte tradicional, con exclusiva atención a la forma, tiene cierta razón de ser, si nos referimos al componente estrictamente gramatical de la lengua (morfología, sintaxis...), pero deja de tenerla, si estamos hablando de pronunciación, porque en este campo la atención a la forma es simplemente imprescindible. 
Conforme autores como POCH (2004) y MELLADO (2005), existe una tendencia a enseñar la pronunciación con el objetivo único de corrección fonético-fonológica, olvidando que la pronunciación de cada palabra o sonido pierde su significado cuando se separa del discurso, y que la precisión fonológica cumple un papel crucial en cada enunciado, revelando su significado literal, pragmático e, incluso, cultural. 
5.1. EL PAPEL DEL PROFESOR 
Autores como POCH y a LLISTERRI afirman que el profesor que enseña pronunciación o fonética a estudiantes de ELE no tiene que ser fonetista, pero sí debe tener un buen conocimiento de fonética para poder dar a sus estudiantes respuestas claras y poder identificar y corregir errores. Para CORTÉS (2002), el conocimiento de la fonética es otro más de los conocimientos que debe tener el profesor como uno más de los ámbitos relacionados con su profesión. 
En opinión de autores como VILLAESCUSA, en las clases de ELE no es necesario enseñar fonética sino pronunciación, y que, como dos aspectos de la lengua diferentes aunque directamente relacionados, requieren un tratamiento diferente. Por un lado, la fonética es una rama de la lingüística, que se preocupa de la materialidad de los sonidos describiéndolos en sus cualidades físicas y prestando atención a su producción y percepción. En general, el trabajo con la fonética en sentido estricto no suele ser demasiado útil para el estudiante extranjero de lengua española, a excepción de futuros docentes de ELE. 
En este sentido, es necesario mencionar que cuanto más sepa el profesor sobre la fonética del español y, a ser posible, de la fonética de la lengua materna de sus estudiantes, más fácil le resultará responder a las preguntas de los alumnos, puesto que es recomendable que el profesor haga un análisis de sus necesidades, prevea las posibles dificultades que puedan tener y, en función de ello planifique sus clases, estableciendo los objetivos a alcanzar, los contenidos que va a trabajar, la metodología que empleará, los recursos didácticos necesarios y los procedimientos de evaluación que va a utilizar para verificar la eficacia del proceso. 
5.2. METODOLOGÍA 
En relación a cómo presentan los manuales de enseñanza de ELE los contenidos fonéticos y fonológicos, estos suelen incluir actividades de pronunciación de manera muy puntual, generalmente desligadas del resto de contenidos, descontextualizadas y centradas únicamente en la percepción. Según BARTOLÍ (2005), a pesar de que el MCER recoge un contenido de pronunciación bastante completo, no incluye propuestas de integración de la pronunciación en la clase comunicativa. Por su parte, el PCIC entiende que, dada la complejidad que implican tanto la enseñanza como el aprendizaje de la pronunciación, parece lógico pensar que el profesor no tiene por qué ceñirse a un solo modelo metodológico. De hecho, una buena parte de los especialistas en didáctica de la pronunciación de segundas lenguas propugna, en la actualidad, una orientación ecléctica y de naturaleza integradora, en la que eventualmente tengan cabida las aportaciones, de cada uno de los modelos, que se hayan demostrado positivas, considerando, principalmente que la enseñanza de la pronunciación debe, por principio, basarse en la interacción comunicativa más que en la práctica repetitiva de las formas aisladas. 
Referencias Bibliográficas
LAPESA, Rafael. Historia de la lengua española. Madrid, Gredos, 1984.
MENENDEZ PIDAL, Ramón. Sevilla frente a Madrid: Algunas precisiones sobre el español de América. In: Miscelánea homenaje a André Martinet: Estructuralismo e historia. III. La Laguna, 1962, pp. 99-165. 
MORENO FERNÁNDEZ, Francisco. Qué español enseñar. Madrid: Arco Libros, 2000.
QUILIS, A. Principios de fonología y fonética españolas. Madrid: Arco Libros, 2005. 
VÁZQUEZ, Graciela. ¿Qué español enseñar?: preguntas frecuentes. III Jornadasde Español como Lengua Extranjera. I Congreso Internacional de Enseñanza e Investigación en ELSE. 2008. Disponible en: http://www.lenguas.unc.edu.ar/elsecongreso/teleconferencia_vazquez.pdf

Continuar navegando

Materiales relacionados

12 pag.
TASK120455

User badge image

Idiomas com Edu

233 pag.
libro_g-5

User badge image

Rosa Hernandez

3 pag.
Fonología

Francisco I. Madero

User badge image

Carmen De Rojo

Otros materiales