25 de noviembre de 2011
En la sala de espera de la estación de tren de Taiyuan, China. Un hombre mayor se quedó dormido en un banco y no se movió. Un pasajero se acercó a intentar despertar al anciano. Resultó que el anciano ya había fallecido. En ese momento, la gente observa y entra en pánico.
En ese momento, un monje budista vestido de verde marino amarillo se acercó al anciano, dobló la cintura con calma y rindió homenaje a los muertos. El monje cruzó las manos y, cantó el sutra para el anciano y compasivamente sostuvo la mano del difunto. Los internautas han expresado que este monje no sólo levantó la mano del anciano, sino que también levantó la conciencia y la bondad de esta sociedad indiferente
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