Para empezar, un bistec crudo hace bastante tiempo que no tiene ni una célula viva en él. A menos que lo hayan cortado de un animal que acaban de matar y todavía tiene sangre rezumando y goteando de él. Y, de todas formas, sus células se estarían muriendo a velocidad alarmante mientras contemplas tu jugoso bistec recién cortado.
Y, como segundo punto, el SARS-CoV-2—que es el nombre propio del virus—está especializado para atacar y tomar control de células en el sistema respiratorio que posean moléculas proteicas específicas en su superficie celular, ya que requieren de dichas proteínas para adherirse a la célula y comenzar el proceso de penetración y "toma de control hostil" (por darle al proceso un nombre algo gracioso: hostile takeover en Inglés). Si dichas proteínas de adhesión no están presentes, el virus nada puede hacer.
Así que, en resúmen:
Una pregunta más interesante sería: ¿Es posible que gotitas de exudado nasofaríngeo contenientes de partículas de SARS-CoV-2 alcancen y caigan en tu bistec mientras se prepara antes de la cocción?
La respuesta en este caso es muy simple: Si, es ciertamente posible que esto ocurra. Y es también posible que si consumas dicha carne puedes infectarte con una pequeña cantidad de partículas virales. El que eso ocurra y sea relevante desde el punto de vista de salud es otra historia…
Para empezar, quienes preparan alimentos para consumo público o privado deben seguir reglas higiénicas y preventivas adecuadas. En particular si la manipulación de los alimentos es sustancial. La preparación y consumo de alimentos en la casa, al normalmente involucrar a personas ya confinadas en un mismo ambiente restringido, se considera segura: después de todo, si alguien está enfermo, hay muchas más formas de contagiarse que simplemente preparar alimentos… Pero la precaución es siempre apropiada.
Por otra parte, los virus—y éste no es una excepción—son notablemente "fáciles de romper" y no sobreviven bien (o para nada) a la cocción. Así que en el caso particular del mencionado bistec, una cocción de superficie (único lugar donde las gotas de exudado nasofaríngeo es probable que se encuentren, si es que las hay) debe ser suficiente para destruir el virus.
Resúmen:
[*] = Esto aún se está investigando. Al parecer cierta cantidad de partículas virales logran sobrevivir los procesos digestivos y se hallan presentes en las heces de algunas personas. Hasta ahora esto se ha encontrado en casos de personas de hecho enfermas de COVID-19, así que no queda claro cuál fue la vía precisa de acceso al sistema gastrointestinal: si fueron fluidos respiratorios deglutidos por el paciente, o fueron partículas que llegaron allí por otras vías, como manos sucias o presentes en el aire. En cualquier caso, estas partículas no son consideradas una vía común de infección, ya que los humanos no tendemos a defecar en la vía pública… (Bueno, la mayoría no lo hacen…) Y, además, mantenemos nuestras casas pulcras… (Bueno, la mayoría… mejor no sigo opinando…)
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