¿Debería vacunar a mi hija de 9 años contra difteria, tétanos, polio, parotiditis/paperas, sarampión y rubeola? No sé que hacer. ¿Debería o no?

Esta era yo con 25 años.

Y esta era yo con 25 años y paperas.

Primer día:

Segundo día:

Tercer día:

La misma persona. Si, la tercera persona no es Fat Bastard* sino yo con paperas.

Me gustaría tener una foto de cuando a los 7 años tuve rubéola, pero lamentablemente no la tengo aunque lo recuerdo muy bien.

También me gustaría tener una foto de mi abuelo a quien la polio le paralizó del pecho hacia abajo con 20 años. Así podría mostrar el alcance del daño causado que llegó a destrozar a la familia. Me gustaría poder mostrarle una imagen del niño que murió de sarampión que mi madre conocía o del niño que acabó ciego.

Desearía poder contarles sobre el dolor de las familias en mi ciudad que perdieron niños a causa de la meningitis a finales de los 90. Sus caras salpicaron el periódico mientras hacíamos cola durante horas para vacunarnos.

Desearía poder expresar cómo fue cuando tuve tos ferina a los 13 años después de haber tenido neumonía. Me gustaría poder encontrar las palabras adecuadas para describir cómo casi me ahogo mientras dormía varias veces a la vez que vomitaba y cómo al ir a dormir me sentía jugando a la ruleta rusa. Me gustaría poder contarle lo que es toser tan violentamente y tanto hasta que mis pulmones hasta que los pulmones estén totalmente vacíos. Para después vomitar y hacer un ruido tan terrible que asustó a todos los que lo escucharon mientras yo desesperadamente trataba de respirar y no podía. Por supuesto, no me había vacunado en la infancia, por lo que recibí la última edad que es viable. Esta doble combinación casi me mata.

Ojalá pudiera contarte sobre el dolor que me causaron las paperas. El dolor era tan insoportable que tenía que estar sedada constantemente, me despertaba con tanta agonía que lloraba hasta que el medicamento me hacía efecto y podía volver a descansar. Debido a que no podía mirar hacia arriba o hacia abajo ya que mi barbilla era enorme y estaba hinchada e roja y restringía mi respiración, si no tenía cuidado cada leve movimiento era una agonía.

Desearía poder mostrarle el peso que perdí cuando no pude comer durante tres semanas porque mi mandíbula estaba hinchada y cerrada. Tal vez podría conformarme con mostrarle la pérdida de salario que sufrí porque mi trabajo no permitía que una persona con paperas se fuera a casa, ya que pensaban que todos estaban cubiertos y como no estaba vacunada, era problema mio.

Mi madre no me vacunó por recomendación de los médicos, ya que la vacuna triple viral era nueva y no sabían cómo afectaría a los niños pequeños con asma. Lamentablemente, ella se olvidó de todo y tuve que hacerlo yo mismo a los 25 años después de caer enferma.

No puedo decirle qué hacer, pero sí puedo hablarle sobre el dolor físico y emocional que sufrí yo y los demás porque las vacunas no estaban disponibles o no les fueron administradas.

Si amas a tus hijos, vacúnalos. Si quieres que tus hijos sufran, ten en cuenta que serán ellos quienes sufran las consecuencias.

*Nota del traductor: Fat Bastard es personaje de una película de Austin Powers, el de la última foto: