¿Por que las vacunas del tétano, viruela, polio, difteria, tuberculosis, etc. no causan reacciones graves o semi graves como las actuales contra el...

¿Por qué alguien formularía una pregunta dando por supuesto una premisa falsa?

Si te digo que todas pueden generar reacciones graves, los antivacunas hacen palmas con las orejas, pero si lo niego o lo matizo, los conspiranoicos orgasman. Gran dilema.

En serio y dejemos el asunto claro. Todas, pero todas, todas, las vacunas que se usan hoy día pueden generar efectos secundarios, casi siempre leves, pocas veces de alguna importancia, rara vez son graves y muy excepcionalmente muy graves o fatales. Este condicionante se toma en consideración al decidir la indicación de una vacuna. Se analiza sesudamente tras una concienzuda recogida de datos en todas las etapas del desarrollo del producto y especialmente en la fase de ensayo clínico. Ahí es cuando se puede saber con suficiente certeza cuanto riesgo corre alguien que se vacuna y cuanto riesgo corre si no se vacuna; y en función del resultado de este cálculo se decide o no la conveniencia de vacunar a toda la población, si se restringe a ciertos grupos o si queda limitada tan sólo a situaciones específicas.

Por ejemplo, la vacuna contra la rabia produce con bastante frecuencia reacciones postvacunales que, si bien no son graves la mayoría de las veces, sí pueden ser muy molestas y ocasionalmente convertirse en algo serio. Dado que el riesgo de infección con ese virus es muy bajo, no se consigue beneficio con la vacunación más que en casos muy seleccionados (veterinarios, mordeduras, forestales, etc).

En el caso opuesto tendríamos la vacuna del sarampión que en uno de cada 100 niños produce reacciones vacunales intensas sin llegar a ser graves, pero que pueden serlo en alguna medida en al menos 1 de cada 1000 que pueden convulsionar o 1 de cada 10000–100000 que pueden sufrir encefalitis. En esta vacuna sin embargo el beneficio es enorme y además para toda la población, pues en caso de no inmunización generalizada se puede dar por cierta la aparición de brotes epidémicos con consecuencias nefastas: muerte o graves lesiones de un porcentaje de niños mucho mayor.

Alguien podría decirse: "bueno, si la clave está en que la población se inmunice ¿Para qué voy a vacunarme yo o a mi hijo si ya nadie me va a contagiar?" Hombre, podría decirse que alguien así es un perfecto canalla, o un grandísimo hijo de alguien bien conocido. Sin embargo, es mejor explicar con mucha paciencia que últimamente se han producido brotes de sarampión y paperas, tosferina, etc en ciudades europeas donde no se veían esas enfermedades desde hace décadas. Y no ha sido por los emigrantes, nada de eso; ha sido por la abundancia de canallas que se creen que sólo a ellos se les ocurre y también por esos papis muy modernos que dicen que no van a seguirles el juego a las farmacéuticas. Por desgracia, algunos le han seguido el paso al coche fúnebre donde llevaban a su hijo, y otros se consuelan sabiendo que al menos su hijo ya no se va a enterar de que su padre es idiota.