¿Qué ocurrió con Helga Goebbels, la niña favorita de Hitler, después de la guerra?

Helga Susanne Goebbels era la hija mayor del ministro nazi de propaganda Josef Goebbels y su mujer Magda. Apareció en numerosas películas de propaganda nazi, además de ser portada de muchas revistas.

Parece ser que el Fuhrer sentía un afecto especial hacia ella, y se la conocía con el nombre de “la niña favorita de Hitler”.

Al ser la hija favorita de un importante oficial nazi, Helga disfrutó de una educación privilegiada. La familia vivía en una isla privada en el río Havel, y ella y sus hermanas tenían ponys y un carruaje que las paseaban por los jardines.

De niña fue usada como arma de propaganda del Reich.

Con su padre y su hermana Hilde durante las celebraciones de Navidad en Berlín, 1937.

En abril de 1945, la derrota alemana era inevitable. Goebbels se llevó a su familia al Vorbunker, que estaba conectado con el Fuhrerbunker, bajo el jardín de la cancillería del Reich, en el centro de Berlín.

La última vivienda de la familia Goebbel en el Vorbunker.

El día 22 de aquel mes, Hitler anunció a su círculo más íntimo que él se iba a quedar en Berlín hasta el final y que entonces se pegaría un tiro. Karl Gebhardt, Gruppenfuhrer de las SS y líder de la Cruz Roja Alemana, quiso llevarse a Goebbels y sus hijos fuera de ciudad, pero se le denegó. Joseph Goebbels dejó muy claro que ni siquiera consideraba la opción de rendirse o escapar.

El 29 de abril, Hitler dictó su testamento y últimas voluntades. Goebbels fue testigo y se le nombró como Canciller del Reich tras la muerte del Furher. Hitler ordenó a Goebbels llevarse a su familia fuera de Berlín, pero este se negó.

En la transcripción del testamento de Hitler podemos leer como Goebbels dijo que se “negó categóricamente” a acatar las órdenes de abandonar Berlín “por primera vez en mi vida, por razones de humanidad y de lealtad personal”.

Informó a Hitler que su mujer y sus hijos se quedarían en la ciudad, y que acabarían con su vida al lado del Fuhrer.

Retrato de familia incluyendo a su hijo mayor Harald, un piloto de la Luftwaffe.

El 30 de abril, Hitler se suicida.

El 1 de mayo, Goebbels acuerdó con Helmut Kunz, un dentista de las SS, que les inyectara a sus seis hijos con morfina para que quedaran inconscientes y poder ponerle después una cápsula de cianuro en la boca.

Emma Flegel, una enfermera que vivía con la familia en el bunker, asegura que Magda había explicado a sus hijos que las inyecciones de morfina eran unas inoculaciones que necesitaban porque iban a pasar mucho tiempo en el refugio.

Rochus Misch, el teleoperador del bunker, fue una de las últimas personas en ver vivos a los niños. Más adelante relataría que los niños parecían ignorar lo que estaba ocurriendo, pero que Helga (de 12 años) creía que los adultos le estaban mintiendo sobre la guerra, y que les preguntó sobre lo que estaba pasando.

Misch recordó que los niños estaban sentados alrededor de una mesa de la zona de trabajo, cerca de su dormitorio. Los niños llevaban los pijamas, y su madre los estaba peinando.

Helga estaba sollozando y parecía deprimida. Misch pensaba que a Helga no le importaba demasiado su madre. La madre tuvo que empujar a Helga hacia las escaleras que llevaban al Vorbunker.

Misch dijo que tuvo un presentimiento de lo que iba a ocurrir, y que siempre se sintió mal por no haber intervenido.

A los niños se les inyectó la morfina en el bunker. Una vez que quedaron inconscientes, fueron la misma Magda Goebbels y Ludwig Stumpfegger, el médico personal de Hitler, quienes aplastaron las cápsulas de cianuro colocadas en la boca de los niños mientras dormían.

Una vez que los niños murieron, sus padres se suicidaron.

Dos días después, las tropas soviéticas entraron en el bunker y descubrieron los cuerpos de los niños. Estaban tumbados en la cama y llevaban la ropa de dormir. Todos estaban intactos excepto Helga.

Según la autopsia efectuada por los soviéticos, Helga tenía unas heridas en la cara que indicaban que se le había administrado el cianuro a la fuerza.

Justo al final de su joven vida, descubrió su espíritu de resistencia.