¿Por qué el Ejército de los Estados Unidos no se comportó como el Ejército Rojo soviético, después de invadir Alemania en la Segunda Guerra...

Este será un tema discutible, pero en última instancia, se reduce al resentimiento, el odio y la venganza viscerales.

Sí, has leído bien.

Resentimiento, odio y venganza.

La Operación Barbarroja, el histórico empuje de Hitler hacia el territorio soviético, fanatizó positivamente a toda Alemania.

Mientras las legiones de Hitler se preparaban para una invasión inminente, Joseph Goebbells despertó a la nación con una emisión de radio propagandística:

"En este momento está teniendo lugar una marcha que, por su extensión, es comparable con la más grande que el mundo haya visto jamás. Hoy he decidido poner el destino y el futuro del Reich y de nuestro pueblo, en manos de nuestros soldados. Que Dios nos ayude, ¡especialmente en esta lucha!".

Si se le pregunta a Hitler, la invasión de la Unión Soviética era necesaria e inevitable, el territorio soviético era necesario para el crecimiento radical alemán, una nueva patria, con espacio para expandirse, por así decirlo.

Lo que siguió fue una de las mayores campañas ofensivas vistas en la historia, con las fuerzas de la Wehrmacht avanzando a velocidades que se creían imposibles.

Dado el profundo odio de Alemania hacia el "bolchevismo", un término extravagante para referirse al comunismo, las legiones de Hitler cometieron atrocidades a gran escala mientras avanzaban hacia Moscú.

Las fanáticas SS se propusieron erradicar a las mujeres y los niños soviéticos cuando fuera posible, asesinando a un gran número de inocentes, y orquestando matanzas en masa en su avance.

A los alemanes se les enseñó activamente que el bolchevismo era un "complot judío", y que los soviéticos eran en su mayoría de ascendencia judía; esta filosofía legitimó sus acciones, al igual que el Holocausto, Hitler convenció a la población alemana de que sus asesinatos y ejecuciones extrajudiciales eran justos y correctos, cuando en realidad eran malvados y sádicos.

Después de todo, se calcula que 13,7 millones de civiles soviéticos fueron asesinados bajo la ocupación alemana.

No todas estas bajas pueden atribuirse a crímenes de guerra, pero te da a tí, el lector, una idea del sentimiento de pérdida que había en la Unión Soviética en ese momento.

Cuando Stalin repelió el avance alemán y expulsó a la Wehrmacht del territorio soviético en 1943, lanzó su propia ofensiva histórica.

Imagínate ver a 13 millones de civiles asesinados en tu nación, imagínate ver a familias enteras decapitadas, bebés quemados, madres ensartadas con bayonetas, niños pequeños con disparos en la espalda.

Estarías bastante enfadado, incluso serías vengativo ¿no crees?

Tu única misión sería infligir ese tipo de dolor a los responsables.

Y eso es exactamente lo que pasó.

Los crímenes de guerra soviéticos en Alemania fueron igual de horrendos, estos hombres querían venganza, odiaban lo que Alemania les hizo a ellos y a sus familias.

Ojo por ojo.

Entonces ¿por qué el ejército de Estados Unidos no se comportó como el Ejército Rojo soviético, después de invadir Alemania en la Segunda Guerra Mundial?

Estados Unidos no quería vengarse, no estaban motivados por la sangre de los civiles, los camaradas caídos o los crímenes de guerra, sino que llegaron dispuestos a terminar el trabajo, a ayudar a los Aliados a eliminar la amenaza alemana.

Estábamos algo alejados de los horrores del Frente Oriental.

Japón, sin embargo, era una historia diferente.

El ataque a Pearl Harbor incentivó a la población estadounidense, queríamos vengarnos, no de Alemania, sino de Japón.

Como las dos naciones eran aliadas, declaramos la guerra a ambas.

Luchamos contra ambas.

Luchamos de forma profesional y objetiva, evitando en gran medida el tipo de actos depravados cometidos por Hitler y Stalin.

Estados Unidos era indiferente a Alemania, y no perdimos 13 millones de civiles estadounidenses a manos de las fuerzas de Hitler. No odiábamos a Alemania, no estábamos resentidos con ella y, en gran medida, no buscábamos venganza contra Alemania.

Los soviéticos sí, y por eso lucharon como lo hicieron.

Y por qué luchamos como lo hicimos.

Hay una razón por la que divisiones destrozadas de la Wehrmacht y de las SS, atravesaron naciones enteras para rendirse a las fuerzas estadounidenses.

Para evitar un destino soviético, uno que era en gran parte merecido.