Logo Studenta

Se dice que el elemento químico helio fue descubierto en el Sol antes que en la Tierra. ¿Cómo lo consiguieron?

💡 1 Respuesta

User badge image

Aprendiendo con Apuntes

Isaac Asimov relata la historia en su libro “La caza de los elementos”, donde relata en su estilo ameno y genial cómo se fueron descubriendo (y/o reconociendo) todos y cada uno de los elementos de la tabla periódica, cómo se descubrió esta (así como sus antecedentes) y el descubrimiento de los isótopos.

Sobre el helio, se descubrió poco después de que se descubrió lo que hoy llamamos “espectografía”: se había observado que al calentar las sustancias químicas hasta la incandescencia (de forma que emitieran luz) y pasando esa luz por un prisma, cada elemento químico tenía un espectro de emisión muy característico - no emitían luz con la misma potencia en todos los colores, sino que emitían más de unos y menos de otros (y, de hecho, también ABSORBEN más de ciertos colores que de otros). Los químicos que descubrieron esto estaban fascinados calentando sustancias por montones y describiendo los espectros resultantes, y vieron que también podían calentar compuestos químicos y descubrir cuáles elementos los conformaban tras observar el espectro.

Después alguien tuvo la idea de usar un telescopio especular (en vez de uno con lentes, pues estos deforman un poco el espectro por la diferente refracción de cada color), apuntar al sol, y hacer pasar el haz por un prisma.
Tras atenuar la luz encontraron los espectros característicos de muchos elementos, que fueron eliminando uno por uno. Estaban las rayas características del hidrógeno, del oxígeno, del carbono… y así sucesivamente, hasta que encontraron unas rayas que no se explicaban por ningún elemento conocido. El científico que hizo este experimento acabó convencido de que era un nuevo elemento y, pensando que sería alguna especie de metal, lo llamó “helio” por venir del sol (Helios, en griego). De haber sabido que era un gas, de acuerdo a las convenciones, se le hubiera llamado “helión”.

Tiempo después, otro químico (un alemán, si no me falla la memoria) fue llamado a Tejas para resolver un misterio: el gas natural extraído de unos depósitos de petróleo no ardía… en aquel entonces el gas natural no tenía importancia económica, por ello sólo lo quemaban (les importaba un pepino la contaminación generada). Pero este gas no ardía, y no sabían por qué.

Se analizó la composición química: era 40% metano, 20% etano, trazas de otros hidrocarburos gaseosos más pesados… y aprox. 30% un gas nuevo que nadie había visto. Incoloro, inodoro, muy ligero, aparentemente no hacía reacción con nada, ahogaba las flamas, asfixiaba a los animales… pasó un tiempo antes que alguien tuviera la idea de calentar este gas hasta la incandescencia y fue que se vio que este gas era el tan mentado “helio” que se había descubierto en el espectro del sol.

Y tras muchos intentos fracasados de hacerlo reaccionar con algo, fue que se empezó a entender que este gas era especial. Luego se descubrió que el argón y el radón, tan comunes en las minas, también tenían esa propiedad y empezó el estudio de los “gases nobles”, así llamados por aquello de que figurativamente cuidan su “sangre azul” y jamás se mezclan con “la chusma”. Aunque en realidad sí forman compuestos, pero es MUY difícil hacerlos reaccionar, y estos compuestos son muy inestables… pero aún faltaba mucho para esto.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales