¿Por qué la Justicia permite la defensa de los violadores de niños capturados en flagrancia? ¿No seria mas bien esto una injusticia?

Aunque es una historia de ficción “The Green Mile” (La Milla Verde, Milagros Inesperados) basada en el libro de Stephen King me sirve para ilustrar mi respuesta.

El gigante negro John Coffey es encontrado en un horrible escenario, sudoroso y llorando con los cadáveres en sus brazos de dos niñas que habían sido previamente violadas. Aunque se salva de ser linchado en la escena, no se escapa de ser sentenciado a muerte y finalmente ejecutado en la silla eléctrica.

Luego conocemos que el culpable fue otro y que se ejecutó a un personaje extraordinario cuya frustración fue el no haber llegado a tiempo para sanarlas con su increíble don.

Dejando afuera los datos de ficción, debemos aceptar que bajo las emociones y deseos de justicia, que disfrazan los deseos de venganza, se pueden tomar las peores decisiones al no ver todos los elementos de juicio. Y si dejar ir al culpable de una atrocidad es malo, peor es castigar a un inocente por ésta.