Incitar a un genocidio, aún en modo sarcástico ¿Debe ser protegido por la libertad de expresión?

La piloto de Interjet, Ximena García, ejerció su derecho a la libertad de opinión al expresar que alguien debería haber dejado caer una bomba en contra de los asistentes a la ceremonia de Grito de Independencia de México, en el Zócalo de la CDMX, el pasado domingo 15 de septiembre. Sin embargo, debió abstenerse de compartirlo públicamente ya que ni por un momento tomó en cuenta las consecuencias y hasta posible temor que pudiera ocasionar a causa del mundo tan violento, inseguro y desquiciado en que vivimos. Existen antecedentes por todo el mundo de desquiciados que emitieron opiniones semejantes en redes sociales para luego llevar sus amenazas a la práctica.

Estoy de acuerdo en que se le castigue, no por ejercer su libertad de expresión, sino por haber abusado de ella. Si una persona cualquiera gritara fuego en un hotel, por ejemplo, ocasionando el pánico generalizado de los huéspedes y personal, sólo para averiguar más tarde que dicho fuego nunca existió, a esa persona se le arrestaría, juzgaría y sentenciaría a prisión por crear una situación de peligro, ya que las personas dominadas por el pánico pueden atropellar a otros o ser atropelladas, sentir tal temor a morir quemadas que salten por las ventanas de pisos altos, etc.Lo que dijo la piloto de Interjet, tomando en cuenta los tiempos actuales, no puede, de ninguna manera, tomarse como broma o a la ligera. Y si es tan idiota para no dimensionar las consecuencias de sus actos y opiniones, ahora tendrá que asumir las consecuencias, le guste o no.

Ampliando en el tema, Ximena García dista de ser la única o parte de un número reducido de personas con ese tipo de pensamiento en México. Eso es muy común en las familias "prominentes" de México que se elevaron muy alto en la escala social a costa de la explotación de las clases menos privilegiadas, de estar en contubernio con políticos corruptos y ladrones, por haber evadido impuestos.. y una larga lista de ilícitos, en la cual no se excluyen los homicidios. A esta clase el término "escoria" les cae como anillo al dedo porque al igual que los desechos o escoria de los metales fundidos, se elevan con suma rapidez hasta lo más alto del crisol. A todo lo anterior hay que agregar que las personas de este talante tienden a ser racistas y discriminatorias, y sienten un odio enconado hacia las personas que perciben por debajo de su clase, ejemplo claro de ello es la hija del ex-presidente Enrique Peña Nieto, Paulina, quien llamó a la gente del pueblo "plebe." Es curioso darse cuenta como esta escoria se hace rica a costa de robar los dineros y recursos destinados a las clases bajas y, que no de ser por ellas, de una y mil formas, no tendrían el dinero mal habido que tienen.

Antes que antes se ofenda por esto que aquí expreso y escriba un comentario airado objetándome, quiero dejar en claro que hay aún muchas personas de clase alta y adineradas en México pero que llegaron a donde están en base a emprendimiento y trabajo duro, algo que me consta en lo personal. Enriquecerse no es malo si es a base de esfuerzo y mérito, y no saqueando las arcas públicas.