¿Crees que la igualdad es un concepto de izquierda mientras que la derecha dice que la igualdad no existe y prefiere hablar de libertad de...

Venga, haremos un esfuerzo para poder explicar la cuestión. Se que es inútil y que la discusión seguirá por derroteros absurdos con todo el mundo gritando ¡Comunistas malvados! o insistiendo en aquel bulo tan absurdo de que en el socialismo todos cobran igual de mal.

Para poder tener una sociedad con una constitución de la que emanen las leyes, y unos principios básicos, es necesario antes que nada ponerse de acuerdo en dichas cuestiones. En una sociedad compuesta de ilotas y hierofantes, esto no saldrá bien en ningún caso. Es decir, que la única manera en que esto podrá funcionar es si todos los que vamos a tomar parte en esta aventura nos reconocemos mutuamente la misma capacidad para llegar a acuerdos. Todo lo que no sea esto, no funcionará.

Y este es el principio básico de la igualdad. De aquí parte, dado que todos somos diferentes, nuestra igualdad ante la ley. Y de aquí también es de donde parte, la idea de nuestra común igualdad, donde no puede haber ciudadanos de primera (con más privilegios) y de segunda (con menos derechos).

Ahora bien, a partir de aquí, las concepciones de la izquierda y la derecha merecen un análisis algo más sosegado. Pero para no dejarlo todo para luego decir que, en las sociedades capitalistas el desafío político de la democracia consiste en mantener bajo control la tensión entre igualdad formal de derechos y desigualdad socioeconómica real, a través de lo que podemos llamar (siguiendo a Carlos Franco) “principio de la desigualdad socialmente aceptada”, que apunta a la eficacia del poder político para limitar la desigualdad social que sea incompatible con la gestión política de los conflictos, y extender, con los recursos proveídos por el orden económico, los derechos que no pongan en cuestión las garantías básicas a la propiedad del capital y el funcionamiento del mercado.

El hiato que se registra entre la enunciación doctrinaria o constitucional de derechos y su vigencia material es una variable dependiente del tipo de régimen político y de los recursos de poder con que cuentan los sujetos en tanto miembros de una clase. La vigencia material de los derechos guarda siempre una relación de consistencia con los que Lassalle llamó “factores reales de poder”. De acuerdo a la expresión de Spinoza, “Cada uno goza de tanto derecho como poder posee”. El corolario es claro: una distribución desigual del poder conlleva un desigual acceso a derechos.

Y hasta aquí. Paso de seguir con esto porque me cansan extraordinariamente la enorme cantidad de patanes que aparecerán para recordarnos lo malo que es el comunismo y lo aficionados a beber sangre de doncellas vírgenes que son los socialistas.

Y estoy hasta las pelotas de discutir tonterías con tontos.