En realidad no es tan hipotética, sin embargo, tampoco es como la describes.
En la psicología, este experimento, en el cual sabríamos o nos acercaría a la respuesta entre las conductas genéticas y las conductas ambientales es tan cruel que se le denomina el experimento prohibido.
Implica tener a un infante, recién nacido y aislarlo completamente, solo darle alimento, lavarlos, darles calor, por lo menos los primeros meses de vida, para que no muera (bueno, eso de alimento se mantendría).
Ella es Ginie:
Uno de los casos más famosos en la psicología. En California, 1970, en una oficina de servicios sociales entró una mujer, casi ciega, con una niña que parecía tener solo 6 años. Ella caminaba extraño y su mirada divagaba en el entorno. Los investigadores del centro se dieron cuenta que había algo anormal en esa niña; para empezar no tenía 6 años, sino 13, pesaba 27 kilos y no superaba 1.40 metros de estatura. Habían entrado a dicho centro por error, pero con esa equivocación bastó para que se le diera continuidad al caso de Genie.
Genie nació en una familia abusiva, su padre era violento y su madre era sumisa y de poco carácter. Su padre estaba convencido de que su hija tenía un grado de retraso mental y decidió aislarla del mundo. Cuando tenía tan solo dos años la llevo a una habitación de la casa, la ató a un orinal y decidió dejarla el tiempo que aguantase. El tormento duro hasta los 13 años.
Solo le daban muy poca comida y agua por órdenes del padre; la habitación estaba oscura; cuando no estaba en el orinal atada, lo estaba en su cuna, sin poder mover casi pies ni manos; la casa solía estar también en silencio. Solo le daban papillas, cereales y a veces huevos, pero la experiencia era efímera, pues el padre quería evitar al máximo todo contacto humano con ella.
Para Ginie, su mundo social se limitó a ese tipo de contacto nada más, y a veces a las guías de televisión que su padre dajaba. No tenía forma de hablar, no había aprendido y su experiencia en el lenguaje era limitado a los gritos del padre que soltaba de vez en cuando. Cuando Ginie, naturalmente, lloraba, su padre le gritaba, pegaba y, según algunos escritos, le ladraba.
A los 13 años, su madre tomó fuerzas y salió con ella. Es el caso registrado más aproximado a los experimentos prohibidos y también el más largo, sin embargo, no es del todo cierto en cuanto a resultados, pues como vimos, había algunos limitaciones de contacto, de vocablo y de comida. Además no había otros grupos de control.
Gracias por leerme.
-M-
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