¿Por qué Benito Mussolini rechazó la idea de la pureza racial?

En muchos aspectos, Mussolini fue el típico hombre italiano, y a los italianos no les gusta demasiado la idea de la pureza de sangre o racial. No es su marco mental, no ven el mundo de esa manera. El nacionalismo e imperialismo italiano estaba basado esencialmente en el concepto de que todo el mundo debería estar contento en convertirse en italiano: los tiroleses del sur, los eslovenos y croatas de Istria , los griegos de Rodas, e incluso los egipcios. En la letra de la popular canción fascista “Faccetta nera”, se invita a los egipcios a convertirse en italianos compartiendo la misma bandera, haciéndose fascistas, y desfilando juntos por las calles de Roma. En el Manifesto della razz, el documento que empezó con el racismo fascista en 1938, escrito por un grupo de “académicos”, pero de fuerte inspiración por parte de Mussolini, se asegura que hay varias razas, y que los italianos deberían proteger la suya propia, pero no habla de razas superiores o inferiores. Los italianos mostraban/muestran una especie de superioridad paternalista con la gente de color, pero nunca hasta el punto de mezclar raza, una especie de combinación de paternalismo y compasión, y no un verdadero racismo.

Es por eso que incluso en 1934, durante un discurso público en Bari, Mussolini expresó su desdén por las teorías raciales de los nazis, y les recordó que las tribus germánicas ni siquiera conocían la escritura cuando Roma ya tenía a Virgilio y Augusto. Es por eso que Mussolini dijo una vez que “il razzismo é una cosa da biondi” (el racismo es un tema de la gente rubia).

Mussolini hablando con un soldado eritreo: