Supongamos que Perón tuvo un accidente en algún momento anterior a 1943. Por ejemplo, que Tomás Perón no se entreverara con la hija del puestero, que la influencia de doña Dominga Dutey no fuera suficiente para hacer entrar a su nieto al Colegio Militar, o que la contrainteligencia chilena lo detuviera en 1938, poniendo fin a su carrera militar.
El golpe del 4 de junio de 1943 hubiera ocurrido tal y como lo conocimos, porque Perón ocupó un lugar menor en la conspiración. El general Rawson habría sido removido en el primer día del golpe, y lo habría reemplazado Pedro Pablo Ramírez. Éste habría renunciado a comienzos de 1944, como consecuencia de la ruptura de las relaciones con el Eje, tal como ocurrió en nuestra línea de tiempo.
Queda el enigma de si habría sido reemplazado por el general Farrell, un militar con pocas luces que era hechura de Perón, o por otro jefe militar, como el general Ávalos. Cualquiera que fuera el resultado, la dictadura no habría llevado adelante la política pro obrera de Perón. Y en 1945, aislada diplomáticamente y sin el apoyo obrero con el que contó Perón, se habría visto obligada entregar el poder al presidente de la Corte Suprema. En la realidad, esta hipótesis se discutió mucho entre septiembre y octubre de 1945.
El presidente de la Corte Suprema habría llamado a elecciones libres para los primeros meses de 1946. Al no existir Perón, tampoco habría existido, evidentemente, la Unión Democrática. Todo indica que habría ganado la fórmula del partido más popular, la Unión Cívica Radical, y el candidato natural de ese partido era Amadeo Sabattini, un político brillante y progresista, que había sido gobernador de Córdoba en la década del '30.
Un gobierno de la Unión Cívica Radical habría aplicado políticas económicas y sociales no muy distintas de las del peronismo, pero sin el autoritarismo, el culto de la personalidad, ni la destrucción de las instituciones que implicó el peronismo. De acuerdo con el Programa de Avellaneda de 1945, habría habido leyes obreras, nacionalizaciones y una política exterior independiente de las grandes potencias. También habría sido menos conservador y más laicista que el peronismo. Para los que conozcan la política uruguaya, me imagino un gobierno batllista.
De ahí en adelante, es más difícil saber cómo habría evolucionado la política argentina. Es casi seguro que la U.C.R. habría terminado dividiéndose entre un ala más nacionalista de izquierda, con líderes como Sabattini, Crisólogo Larralde, Moisés Lebensohn y Arturo Frondizi, y un ala más liberal, con Balbín e Illia (algo parecido ocurrió en la vida real con la escisión entre la UCRI y la UCRP). Los conservadores y los socialistas habrían ocupado el tercer y cuarto lugar, con alguna posibilidad de llegar al poder por parte de los primeros.
Debo insistir en el parecido con Uruguay: son dos países casi idénticos, donde la mayor diferencia la hace el peronismo y el carácter más laico de Uruguay. Sacando al peronismo, las diferencias son mínimas. Dado que no habrían existido ni la enorme demanda social ni la polarización exacerbada que trajo el peronismo, la política habría sido mucho más tranquila y previsible: seguramente no habrían existido los golpes de 1955, 1962 y 1966. Siendo un país confiable y democrático, Argentina podría haber recuperado en forma diplomática las Islas Malvinas en algún momento de los años sesenta. Sin embargo, al igual que en Uruguay, seguramente en los años '60 y '70 habría habido una insurgencia que, posiblemente, hubiera desembocado en un golpe duro o en un proceso análogo a la bordaberrización. A principios o mediados de los ochenta, se habría restablecido la democracia y desde entonces viviríamos una tranquila alternancia entre las dos facciones de la UCR (tal vez alguna aliada con el socialismo y la otra con el conservadurismo).
Otras consecuencias colaterales:
El único atractivo que encuentro en la teoría del Multiverso es que, en infinitas dimensiones paralelas, seguramente en varias no habría existido Juan Domingo Perón y Argentina es un país pacífico y desarrollado, con una democracia liberal y una economía de mercado.
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História da Matemática
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