¿Se puede fornicar y seguir siendo cristiano?

Mira, en la película Paint Your Wagon (Joshua Logan, 1969), conocida en España como La leyenda de la ciudad sin nombre, hay una escena que no tiene desperdicio.

Estoy seguro de que en el premio que concedieron a Lee Marvin en 1970 por su papel en la película, un extraño western musical, influyó decisivamente aquella contestación que da Marvin, con aquella manera despreocupada de hablar.

Imagínate a un predicador que a voz en grito les increpa a los mineros, buscadores de oro, gente sin cultura, sin dinero, pero también sin prejuicios…y sin whisky, o con menos del que les gustaría tener, lo que les saca de quicio, porque para ellos el whisky es un aliado de su circulación sanguínea; tanto, que el personaje de Marvin se emborracha preventivamente, antes de que ocurra algo digno de celebrarse, por si acaso luego hay algún contratiempo, y no se puede celebrar.

En ésas, el predicador, sobre una tarima, ruge como un endemoniado en el día del Juicio Final:

¡¡ La fornicación es el peor pecado!! ¡¡Fornicar os llevará de cabeza al mismísimo infierno!!

Entonces, uno de los mineros, ignorante el hombre en delicadezas lingüísticas, le pregunta al barbudo Marvin:

- Oye, ¿tú sabes qué es fornicar? -

Y el genial Lee Marvin hace un gesto como de encogerse de hombros, sacude la cabeza y contesta:

- No, no lo sé: nunca he sido un hombre religioso -.

Gracias a las obsesiones con que los de siempre llevan siglos haciendo el ridículo, alguna gente de talento hace una gran película…